24 ENTRETENIMIENTO

marzo 31 B
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EL CARICATURISTA, UN
COMUNICADOR VISUAL
MARCO
DIGITAL
Francisco Puñal Suárez
En su libro Esculpir en el
tiempo, el cineasta ruso An-
drei Tarkovski, expresa que
“para el arte, las posibilida-
des más ricas resultan in-
dudablemente de aquellas
relaciones asociativas en las
que se funden las valoracio-
nes racionales y emociona-
les de la vida”.
Y es precisamente esa
capacidad de relacionar co-
sas, de inventarlas con el
carácter de desacralizar los
dogmas y criticar lo dañino,
de propiciar un nuevo punto
de vista, lo que motiva a los
buenos caricaturistas.
La creación de metáforas,
símiles, hipérboles, y otras
figuras poéticas no son ex-
clusivas de la literatura. La
poesía también está presen-
te en el dibujo.
La obra del peruano Julio
Carrión Cuevas, conocido
artísticamente por Karry es
Estamos celebrando 50
- La tía Filomena está que no
cabe entre la ropa –anunció el
tío Epaminondas.
¿Qué no cabe?
Me imaginé a mi veterana
tía con dos gordos implantes de
silicona encajados entre su es-
cuálido pecho, o víctima de un
desgraciado desbalance hormo-
nal, que le hace brotar –además
de horribles pelos faciales- unas
redondas caderas de elefante.
A decir verdad, ni lo uno,
ni lo otro. La vieja apareció en
el comedor tan lozana como
una chica de veinte, y si algo le
faltaba para hacer juego con su
pinta juvenil, era un coquetón
brote de acné.
La tía lucía feliz. Agitó la
campanilla para silenciarnos.
- Los invité a celebrar nuestra
llegada a los cincuenta –gritó, al
tiempo que exhibió, sonriente
los 32 dientes -fabricadas en
polímero sintético- alineados en
sus dos prótesis dentales.
Me sentí confundido. Si a la
veterana ya le celebramos sus
un ejemplo de ello.
La caricatura –dice Karry–
es un arma poderosa que
permite comunicar ideas. El
humor gráfico sin palabras
es un lenguaje universal con
el que podemos opinar, cri-
ticar, reflexionar, filosofar y
hacer pensar a otros.
Me atrae mucho trabajar
el concepto de lo absurdo,
de lo inesperado, de lo sor-
presivo. Juego con elemen-
tos visuales sin lógica, sin
sentido, sin aparente rela-
ción con el tema. Mi trabajo
ochenta. Y ahora, que luce de
veinte, nos invita a celebrar los
cincuenta.
La tía se trepó sobre su asiento:
- ¡Brindemos por los cin-
cuenta!
Todos alzamos nuestros va-
sos de cerveza, menos la vieja
que alzó un pocillo con el re-
constituyente de su flora intes-
tinal, habida cuenta que estas
emociones fuertes le alteran la
digestión.
- Ya somos 50 millones de
hispanos en Estados Unidos –
brindó el tío Epaminondas.
- ¡Salud! –respondimos to-
dos en coro.
(Por fin entendí qué diablos
celebrábamos).
La veterana tía abrió el debate.
- Quiero sus opiniones. ¿Por
qué los hispanos estamos cre-
ciendo tanto?
- Por temor a la migra –res-
pondí.
Ahí relaté la historia de Pepe
Pérez, el primo segundo, de una
vecina.
es conectarlos entre ellos,
hasta crear una imagen de-
finitiva, que sea provocado-
ra. Un ejemplo es el dibujo
donde el caricaturista y su
familia huyen de la guerra
por una línea trazada por
un lápiz. Otro caso es don-
de muestro a la estatua de
la libertad norteamericana
que se le levanta la saya
(aludiendo a la actriz Ma-
rilyn Monroe en el filme de
Billy Wilder, “La tentación
vive arriba”) para referirme
al escándalo ocasionado por
ho la
“Las hispanas toman tan a pec sus
rtan a
maternidad, que des pie
esposos a la tres de la madrugad
para que vay an a ver por qué el
escuincle no está berreando”.
Hace tres años, Pepe llegó
a su casa con la “cariñosa. Su
mujer le advirtió “no estoy to-
mando pastillas… corre a la
farmacia a comprar“aquello”.
El indocumentado Pérez, ca-
yó en una redada nocturna y
hoy está deportado… por cuen-
ta de“aquello”.
Con tan desgraciado ejem-
plo, los indocumentados que vi-
ven en ese vecindario prefieren
correr el riesgo de un embarazo,
que correr el riesgo de una de-
portación.
- Tía, el crecimiento es por el
desempleo –aseguró la prima
Lastenia.
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las filtraciones de Wikileaks.
Como se puede apreciar,
mi proceso creativo consiste
en que dentro de lo ilógi-
co existe una lógica propia,
que produce la chispa vi-
sual. Esta búsqueda no tiene
un tiempo, añade Karry, la
inclinación por el dibujo le
Por Armando Caicedo
a…
Un inmigrante desempleado,
que mira la tele todo el día, ¿con
qué otra cosa se puede distraer
cuando se acaban todas las te-
lenovelas y ya se sabe de me-
moria todos los infomerciales?
Pues con su“primera dama”.
- Para mí el crecimiento obe-
dece al gran sentido de res-
ponsabilidad de los hispanos
–apuntó Inocencia, mi prima.
Hace diez años nos asus-
taron con el cuento que si la
población de Estados Unidos
no crecía, el Seguro Social se
iba a quebrar. Pues los hispanos
respondimos a esa amenaza…
¡multiplicándonos!
Julio Carrión Cueva -Karry-,
dibujante peruano.
viene de su padre que era
pintor. Desde la adolescen-
cia mostró sus deseos por el
arte, primero por la música,
y ya con 22 años trabajó en
Procesca Films, una empre-
sa de dibujos animados.
En la actualidad, Karry pu-
blica sus dibujos en Trome,
© 2011 Armando Caicedo - 561
- Este crecimiento se debe
a que nos comimos el cuento
que “lo que no quieren hacer
los blancos, lo hacemos los his-
panos” –aseguró el tío Epami-
nondas.
Si a los blancos les da pereza
arreglar el jardín, pues ahí está la
raza trabajando.
Que no quieren servir en los
hoteles, pues ahí están came-
lleando las mujeres hispanas.
Que las parejas blancas no
Perú21, y Depor, tres medios
que pertenecen al grupo El
Comercio. También, en la re-
vista Dedo Medio y en la
plataforma de VJ Movement
de Holanda. Ha ganado va-
rios premios internacionales.
La prensa peruana –subra-
ya– se interesa mayormente
en la caricatura política, y
debería abrir espacios de hu-
mor gráfico a otras temáticas
sociales. Los editores tienen
el sartén por el mango, ojalá
cambien algún día y valoren
más la potencia visual del
humor, puntualiza.
Como humorista gráfico y
como ser humano tengo un
compromiso social. No pue-
do permanecer indiferente
ante los problemas que pre-
ocupan al mundo, y por eso
protesto con mis dibujos que
mi lápiz dispara, finaliza.
quieren tener hijos, pues ahí
están los hombres hispanos ha-
ciéndoles a las mujeres hispanas
lo que a ellas más les gusta:
bebés.
- Falso, tía, la culpa es de las
matemáticas –concluí.
Por cada nueve hispanos que
nacen, muere uno. Entre los
blancos, nace uno y muere uno.
- La vida se reduce a mate-
máticas puras.
- ¡Salud! Respondieron todos.