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UNIDAD II
SUA/FFyL –UNAM
7-octubre-2010
POPULISMO
Del latín populus "pueblo". Es un término político usado para designar corrientes
heterogéneas pero caracterizadas por su aversión discursiva o real a las élites
económicas e intelectuales, su rechazo de los partidos tradicionales (institucionales
e ideológicas), su denuncia de la corrupción política por parte de las clases
privilegiadas y su constante apelación al "pueblo" como fuente del poder1.
Se puede concebir como el régimen que aspira a representar a todas las clases,
tratando de conciliar los diferentes intereses. El gobierno busca interlocutores
(líderes) que concilien, que busquen la concertación social. En medio el gobierno, a
un lado el sector industrial, en el otro lado la clase privilegiada. Es un proyecto de
tipo nacionalista. Alude gran cantidad de casos que presentan características
comunes, que lo convierte en un término multifuncional. Asignado a casos que son,
entre sí, muy desiguales. Se usa para calificar movimientos sociales, políticos
económicos, estructuras discursivas, modos de gestión, ideologías, etc. Incluso,
existen combinaciones o adiciones como “neopopulismo/populismo
progresista/socialista/conservador”, etc. Es también asociado con la demagogia,
igualmente utilizado al mencionar las políticas económicas, para señalar el
“clientelismo” político, tanto de izquierda o derecha. Ambos han utilizado el
calificativo para sus contrarios: los conservadores le achacan ser el causante de los
brotes inflacionarios, la hostilidad para con la inversión extranjera directa, etc. La
izquierda, por su parte, lo acusa de embaucar a las masas, distrayéndolas con
medidas que les hacen creer en una “mejora” que es sólo aparente ante una
realidad que sólo perpetúa en el poder a sus líderes, quienes son los realmente
privilegiados. Es utilizado para explicar la multiplicidad de gobiernos que
presentaron visos de corte populista en América Latina. En fin, las definiciones son
tan diversas, como los diferentes autores que lo han analizado.
Orígenes
En Europa el populismo surge en el período de entreguerras del siglo XX, con un
fascismo en ascenso y la revolución rusa ya constituida. Se crea un movimiento
socialista utópico de intelectuales rusos –llamado narodnik (nardo=‘pueblo’,
‘nación’). El narodnichestvo, un socialismo agrario que pretendía que Rusia evitara
su etapa capitalista y llegara posteriormente al comunismo.
En Estados Unidos, surge con el grupo de los Agricultores del Middle West, los
farmers quienes protestaban contra los políticos y los banqueros (clientes cautivos
de las corporaciones ferroviarias), reclamando socializaciones para enfrentar los
1
Wikipedia.
precios monopólicos. Usando el capital que les adelantaban para comprar
máquinas, sufrían muchas veces la saturación de productos, la reducción del precio
y, los tiempos de sequía, la desestabilización de la base monetaria y reducción del
dólar. Hacia 1880 intentaron crear cooperativas para defenderse de los acreedores
sin éxito, como el gobierno no atendía sus reclamos, ingresan a la política.
Oscilando entre la moderación o radicalización de la acción, con los problemas
raciales, las divisiones entre farmers y trabajadores, entre monopolistas y
productores; entre financistas del Este y productores, estas diferencias dificultaban
una alianza. En 1892 logran constituirse como un partido nacional, el People’s
Party (Partido del Pueblo). En 1896 se unen al partido Demócrata, cuya plataforma
para la elección incluía varias demandas como la exposición de sus condiciones
miserables, denuncia del predominio de los que poseían la riqueza. Querían una
ampliación de los poderes del gobierno para evitar lo que estaban padeciendo. Los
intereses de los trabajadores rurales eran idénticos a los de los urbanos, así que
tenían enemigos comunes.
Podemos observar que los orígenes de ambos países tenían similitudes: eran de
extracción agraria; se opusieron a la opresión capitalista, que impedía la pequeña
propiedad; eran opositores a sus respectivos gobiernos; reclamaron una
redistribución del poder; los dos creyeron que el pueblo era un ideal, en función de
su poder de ejercer un concreto dominio ‘desde abajo’. Asimismo presentaron
diferencias: los populistas rusos no abogaban por una reforma constitucional, los
norteamericanos buscaban una solución dentro de los procesos políticos
conformados por las instituciones establecidas. Discrepan en la base ideológica: los
rusos eran sostenidos por la intelectualidad y los estadounidenses era un ‘pueblo
agricultor’. En su postura en cuanto a la propiedad: los rusos pretendían
comunizarla, los americanos la concebían como un bien privado. Esto repercute en
su ideología: para los rusos, las ideas eran el centro donde encontraban asiento
para actuar. Para los estadounidenses, las ideas eran producto de lo que
reclamaban al gobierno.
En América Latina los populismos poseen una idiosincrasia propia que los distingue
de los antecedentes rusos y norteamericanos, se caracterizan por la diversidad de
sus experiencias, por sus imprecisiones ideológicas y por su dependencia de
liderazgos, que los complementa y a veces repitiendo el modelo del caudillismo, la
relación líder-masa adquirió un valor fundamental. En ausencia de una línea
política clara, precisan del líder, llevando al movimiento por la cambiante política,
acercándose a veces a la derecha otras a la izquierda según las circunstancias,
canalizando éste dirigente las demandas del pueblo. Convirtiéndose en la principal
forma de control, producto de una cultura política patrimonialista, heredera de un
pasado colonial, semi-feudal y con un fuerte catolicismo.
Para este trabajo vamos a comparar los textos de Alistair Hennessy, Lucía Sala de
Touron y Anibal Viguera.
HENNESSY ALISTAIR, inicia el texto señalando que en todo análisis general del
populismo, América Latina es la “mosca blanca”. Su significado se refiere
predominantemente a movimientos de tipo urbano “en su sentido más amplio, el
populismo latinoamericano puede definirse como una arma organizacional para
sincronizar grupos de intereses divergentes, y se aplica a cualquier movimiento no
basado en una clase social específica”.2 El autor trabaja con la metodología de la
ciencia política, se apoya en autores como Gino Germani y Torcuato di Tella.
Menciona dos tipos de populismo rural: el antiguo y el nuevo. El texto es más
interpretativo que crítico. Destaca la característica de los líderes, cada caso va a
ser distinto, trabaja diferentes ramas de la producción, señala que las ciudades
latinoamericanas se caracterizan por el desempleo crónico. Había estado vetado el
derecho a formar sindicatos. Una vez creados, tienen que establecer una central
donde participan las diferentes agrupaciones sindicales. Coptaban al dirigente, si
éste no se dejaba entonces lo acusaban de que atentaba contra el nacionalismo,
etc. Señala que es un proyecto transclasista. No consiguen una reforma de
estructuras. Se hizo muy común que se nacionalizaran empresas privadas. Uno de
los motivos por los que fracasa el populismo es porque cada vez demandan más
reivindicaciones y un lugar más importante en la sociedad.
Analiza a dos autores Ernesto Laclau y Octavio Ianni. Señala sus concepciones de
populismo, su metodología, los puntos de convergencia y divergencia, realiza
algunas observaciones a los trabajos. El texto es más interpretativo y crítico. El
tema lo empiezan a trabajar los cientistas sociales y el inconveniente es que lo
desvinculan del proceso histórico general. Para Lucía Sala de Touron, la
construcción analítica del conjunto de características generales típicas presentes
en el fenómeno del populismo, implica una visión no totalizadora del sistema
político (o sociedad, o gobierno), los autores lo reducen a un modo de hacer
política económica, pero lo ‘rodea’ la ideología, el estilo de gestión, programas
políticos, acciones de gobierno en las demás esferas, etc. A pesar que los autores
piensen que es sólo ‘un modo de hacer política económica’, cualquier
implementación de política pública –sea o no económica-, precisa de otros
componentes para llevarse a cabo: una ideología que la sustente, un programa que
la avale, una opinión pública que la apoye directamente –o lo haya hecho ya por
medio del voto-, legisladores que la promuevan y la voten, etc. Este tipo de
parcialización de los autores, reduce la idea de populismo, sin precisarla.
En el caso de Ianni, su análisis está enmarcado en el enfoque marxista, no da
cuenta de las especificidades, no separa la producción capitalista de una posición
nacionalista y convierte la lucha de clases en una política de masas, distingue los
diferentes casos de populismo pero no apunta las similitudes. De manera muy
sintética unifica el momento histórico en que los ‘populismos’ irrumpen en la
escena latinoamericana: al quedar superadas las contradicciones de las relaciones
estamentales de la época colonial, junto con la fase crítica de la lucha política de
las clases sociales surgidas de la urbanización. Para este autor la implantación de
gobiernos populares juega un papel muy importante en las “rupturas
estructurales”. El populismo latinoamericano corresponde a una etapa determinada
de la evolución de las contradicciones de la sociedad nacional y la dependencia
económica. Se formalizan las relaciones de producción de tipo capitalista y
adoptan valores del ambiente urbano industrial, lo que permite la constitución de
dos tipos de populismos: el de las elites burguesas y de la clase media, que usan
estratégicamente a la masa para manipular sus manifestaciones y sus posibilidades
de conciencia; y el populismo propio de las masas. Aunque parece existir una
armonía entre ambos, en momentos críticos, el populismo de las masas asume una
forma revolucionaria, y para Ianni ocurre la metamorfosis del movimiento en la
lucha de clases.
Una vez expuestos las teorías, podemos encontrar similitudes o bien, puntos
en común, múltiples componentes como por ejemplo:
Masas movilizadas.
Líderes dispuestos a movilizarlas con autoridad carismática e identidad gremial.
Un discurso político anti-oligárquico, nacionalista, anti-imperialista.
Ampliación de servicios públicos estatales (sobre todo educación, salud,
3
Viguera, Aníbal: “Populismo y Neopopulismo en América Latina”, Revista Mexicana de Sociología, México, año
LV, número 3, 1993. p. 51
seguridad social) y estatización de la gestión de recursos de producción.
Redistribución de ingresos (vía salarios y servicios públicos, principalmente), del
control de recursos de producción=tierra.
Ampliación de las bases sociales de la ciudadanía, así como del sufragio.
Legalización e intentos de control estatal de partidos políticos y sindicatos.
Corporativismo.
Legislación arbitral entre capital y salario –en algunos casos, protección del
trabajo.
Empleo de símbolos y técnicas de movilización y control de las masas populares.