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TEMA 55 TEORÍA Y FUNCION DEL ARTE.

ANALISIS E
INTERPRETACION DE LA OBRA DE ARTE.
1. INTRODUCCION
2. TEORIAS DEL ARTE
3. ANALISIS E INTERPRETACION DE LA OBRA DE ARTE
4. CONCLUSION
5. BIBLIOGRAFÍA
La obra de arte puede estudiarse desde diferentes puntos de vista. Por ejemplo, la
estética lo hace desde el punto de vista filosófico, la sociología del arte, en cambio, lo
hace interesándose por la dimensión social del hecho artístico; igualmente podría
analizarse la obra desde un punto de vista puramente técnico o desde un análisis crítico.
Creo que el tema debe aproximarnos a la obra viéndola como objeto de la ciencia
que es la Historia del Arte. Es decir, sin excluir aproximaciones como las citadas
anteriormente, se trataría de ver la obra de arte, ante todo, como un hecho histórico,
cuyas causas, características y efectos, la Historia del Arte pretende reconstruir. La
peculiaridad es que las obras de arte, además de hechos históricos, son hechos,
actividades artísticas, en cuya relación intervienen factores y elementos subjetivos que no
son fácilmente cuantificables, lo que no excluye que para la realización de una obra
pictórica, arquitectónica, escultórica o suntuaria se requieran determinados conocimientos
científicos o técnicos. Todo ello dota de una complejidad a esta materia que hace difícil,
en el escaso margen que ofrece un tema de oposiciones, exponer todos los aspectos y
matices que el enunciado requeriría.
No existe una única teoría ni, como consecuencia, una única metodología del arte.
Desde el principio nos encontramos con una gran variedad de interpretaciones y de
explicaciones del hecho artístico.
Los distintos modelos de enfoque responden a los distintos modelos mentales en
los que se sitúan los historiadores del arte. Hay por tanto diversos enfoques ideológicos,
diversas teorías, que estudian la obra de arte.
Antes del siglo XIX, que es cuando se desarrollan los métodos para el estudio
histórico de los documentos y se señalaban unos criterios para el estudio de las formas y
los estilos, existían dos grandes visiones del arte: una se apoyaba en la transmisión
biográfica de los artistas, otra subordinaba la obra de arte a concepciones normativas
sobre la belleza considerando solo artístico a lo que se asemejaba a las formas clásicas.
El historicismo y el positivismo del siglo XIX conducirán hacia el estudio del medio,
las técnicas y las formas, con el fin de catalogar, clasificar y ordenar las obras de arte. Se
separaba además el estudio de la estética (más analítico), del de la técnica y los
procedimientos (más descriptivo).
Durante el siglo XX irán surgiendo una serie de teorías que tratan de explicar la
obra de arte desde distintos presupuestos: Escuela de Annales, teorías sociologistas,
marxistas, estructuralistas…
Entendiendo pues que a lo largo de la historia son muchas las teorías sobre el
hecho artístico y muy variadas las metodologías utilizadas para clasificar y definir la obra
de arte, para este tema voy a utilizar la división que efectúa FERNANDEZ ARENAS
síntesis de las posiciones mas características sobre el arte: Historia del arte como historia
de los artistas // como historia de los hechos artísticos // como historia de los estilos y las
formas // como historia de las ideas e imágenes // como sociología del arte // como
expresión de las luchas de clases // como historia del lenguaje visual.

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Historia del arte como HISTORIA DE LOS ARTISTAS: Aunque existe una amplia
época de la historia del arte en la que predomina el anonimato, el campo de la biografía
es uno de los más cultivados a lo largo de todas las épocas.
La teoría de la que parte es que la explicación de la obra se halla en la
personalidad del artista que la hizo, es decir, la obra es resultado de la creatividad
personal.
La propiamente dicha biografía de los artistas parte del Renacimiento (Vasari).
Tienden a ser biografías, en general, asentadas en la alabanza del artista. Las biografías
mas recientes incluyen criterios de selección documental y estudios rigurosos de las
fuentes, factores sociales, psicológicos…
En esta línea se encuentra la llamada biografía psicoanalítica. La obra de arte es
efecto de una personalidad creadora: la imagen posee un contenido personal humano y
por tanto refleja el carácter y la personalidad del artista creador. Gombrich desarrolla la
teoría del ser individual y concreto como sujeto de la historia, mientras que Vigotski
introduce la idea de la naturaleza sociohistorica de la conciencia humana, para el los
mecanismos psicológicos que determinan la conducta estética dependen de causas de
orden sociológico. Se advierte pues que la psicología del arte emparenta con la
sociología.
Hay otros autores que centran el estudio del arte en el de los grandes maestros
en torno a los que se forma una escuela generacional; el arte se estudia de este modo
como historia de las generaciones. Este método lo inicia Comte y lo continua Stuart
Mill. Los hombres son los responsables de un momento histórico dado y, por tanto,
responden de un modo similar a ese momento. Estos hombres, con las mismas
influencias y preocupaciones análogas formarían una generación (Dromel adopta el
modulo de los 15 años para pasar de una generación a otra). Pinder es el primero que
aplica la teoría de las generaciones al estudio del arte. También Lafuente Ferrari
defiende esta metodología. El origen de esta concepción estaría en las teorías
biologistas y naturalistas.
Historia del arte como HISTORIA DE LOS HECHOS ARTÍSTICOS. Tiene su
fundamento en las teorías naturalistas y racionalistas del siglo XVIII. El arte tiene su
origen en factores históricos, geográficos, medioambientales…, de cada lugar y cada
momento. Según esto, el estudio de la obra de arte debe orientarse en tres líneas:
1. La definición de belleza
2. El análisis descriptivo de las obras
3. La explicación de las causas que origina los estilos.
Al nacimiento de esta teoría contribuyeron en gran medida, el nuevo interés por la
antigüedad clásica y la aparición de la crítica del arte y de la estética.
El principal artífice de esta teoría es WINCKELMANN. Busca los orígenes del
arte y sus causas en Grecia, apercibiendo diferencias entre las artes de los distintos
pueblos a causa de factores como el clima, el sistema sociopolítico, la educación… Como
las mejores circunstancias coincidieron en Grecia, fue este país el que consiguió unas
formas artísticas superiores a los demás (formas que se repiten en le Renacimiento).
Las teorías de Winckelmann sobre el arte clásico tuvieron gran eco sobre todo en
Alemania. El idealismo desarrolla una teoría del arte que sirve para conocer el espíritu
absoluto, preocupándose más del concepto de arte que del análisis de la obra concreta.
Se fijan en la teoría neoclásica, porque es el arte griego quien mejor cumple la idea sobre
la belleza ideal y absoluta. La filosofía idealista se va a convertir a su vez en la estética
del romanticismo. Para Hegel, el arte no es una imitación de la naturaleza, sino del ideal.

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Durante el siglo XIX la conciencia nacionalista despierta el interés por la búsqueda
de las raíces, volviéndose la vista hacia el arte medieval.
Surge así la Teoría del Medio y las Nacionalidades. Desarrolla por Taine en el
siglo XIX, intenta demostrar la equiparación de las leyes físicas que rigen la naturaleza
con las leyes ambientales que condicionan la creación artística. Una obra de arte no esta
aislada y hay que buscar el conjunto del que depende, a saber la obra total del artista, la
generación a la que pertenece y el medio ambiente en el que se desenvuelve (de algún
modo es el punto de partida de Winckelmann). Viollet le Duc busca las causas sociales
del arte, sobre todo en la Edad Media: el arte griego y romano no son sino estudios que
conducen al logro del gótico, produciéndose un descenso del valor artístico desde el
Renacimiento (como vemos se rompe una ficción histórica para caer en otra).
El individuo creador pasa a un segundo plano, sustituido en su protagonismo por
fuerzas colectivas sociales; si ahora la preferencia es la Edad Media, en el fondo se halla
siempre latente la búsqueda de las raíces culturales e históricas de las diversas
nacionalidades, que es una de las grandes consecuencias de la Revolución Francesa.
La reacción romántica en Inglaterra esta dirigida por Ruskin en nombre del
sentimiento nacional ingles; el suyo es un planteamiento ideológico: se debe cambiar la
sociedad (en esto es distinto a Viollet) para que se pueda producir un arte autentico, ya
que la sociedad industrializada degrada el sentido del arte, que depende de unos hechos
históricos y religiosos que se dieron especialmente en al Edad Media. Propugna a su vez
la vuelta al artesano gremial, en una postura claramente autobiográfica.
En el fondo es la misma teoría historicista de Winckelmann y los neoclásicos,
acentuando el elemento moral y religioso como determinante y pasando de la Edad
Antigua a la Media.
Historia del arte como HISTORIA DE LOS ESTILOS Y FORMAS. El formalismo
supone una reacción dialéctica contra el historicismo y el determinismo positivista.
Aunque los enfoques de los diversos teóricos son distintos todos coinciden en buscar una
explicación al hecho estético, basándose en el análisis explicativo y descriptivo de los
cambios de las formas relegando a un papel secundario el conocimiento del artista
creador, del medio y del contenido. La obra de arte se ve desde el lado compositivo y
formal.
La teoría estética de la visibilidad formal propugnada por Fiedler en el XIX, la
invención de la fotografía y la practica de las nuevas corrientes postimpresionistas, son
los hechos mas destacados en el surgimiento de esta metodología. Ello permitió el
“descubrimiento” de ciertos estilos considerados como decadentes: Barroco (Wölffin y
Riegl) Rococó (Schmarsow) Tardorromano (Riegl), Manierismo (Dvorak) Mozárabe
(Gómez Moreno)
Centra por tanto su atención en la obra de arte como hecho estético concreto y
potencia la valoración de las formas como lenguaje.
Wölffin llevara la teoría de la visibilidad formal a un verdadero manual de
conceptos fundamentales aplicados al análisis de las formas. Su mayor preocupación es
conocer las razones de la transformación estilística (parte pues de un principio historicista:
explicar el cambio de estilos, el paso de una época a otra). Renuncia a la biografía del
artista y se apoya en las actitudes espirituales y culturales de la época. Establece así las
categorías formales, los conceptos fundamentales que extrajo de la evolución del
Renacimiento al Barroco, proponiendo unas leyes de visibilidad formal universales, que se
convirtieron en principios validos para la Historia del arte.
También Berenson es uno de los grandes divulgadores de la teoría formalista. Lo
que le preocupa no es el contenido, sino los valores formales capaces de despertar unas
sensaciones en el espectador.

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Defendiendo asimismo la primacía de la forma sobre el significado Focillon afirma
que los estilos se desenvuelven con una lógica interna que supone la metamorfosis de las
formas den cuatro fases: 1. Experimental o arcaísmo, 2. Clasicismo, 3. Fase de
refinamiento y 4. Fase barroca.
El formalismo (junto con el filologismo) es la constante de los más importantes
historiadores del arte españoles, como Gómez Moreno, Camón Aznar, Angulo…, durante
la primera mitad del siglo xx.
Historia del arte como HISTORIA DE LAS IDEAS E IMÁGENES. Existe una
corriente teórica que plantea la valoración de la obra de arte como un mundo en si misma,
portadora de intereses formales y significativos. El análisis de las formas se relega y es
prioritaria la historia de las ideas e imágenes, objeto de una disciplina especial llamada
iconografía, haciéndola interpretativa de los contenidos simbólicos o culturales profundos,
la iconología.
Los esquemas culturales deben ser deducidos de los esquemas visuales y estos
deben ser síntomas de aquellos. Este planteamiento procede de Burckhardt que ensaya
una historia del arte como historia de la cultura: hay unas fuerzas culturales que
determinan las formas plásticas, por tanto la prioridad esta en estudiar las ideas culturales
y espirituales de la época. Esta postura se hace mas palpable en Dvorak, que plantea
una historia del arte como historia del espíritu (la forma es inseparable de los contenidos
espirituales)
A partir de este momento adquiere gran importancia la base teórica de la llamada
Escuela de Viena (Riegl, Dvrok, Schasser, Hausser...): la obra de arte es la
manifestación del espíritu de una época, espíritu que se concreta en las actividades y
estructuras internas de un pueblo, de una época o de una región determinada.
Paralelo a la Escuela de Viena comienza sus trabajos en Hamburgo el Instituto
Warburg del que forman parte Warburg, Saxl, Panofsky, Wittkower, Gombrich. Parten
de un hecho preestablecido: la obra de arte no esta aislada, su valor se ha de entender en
función de su significación religiosa, su apoyatura intelectual y las condiciones culturales a
las que debe su existencia. La historia del arte ha de converger con otras disciplinas del
espíritu.
El arte, pues, no es representativo ni expresivo, es simbólico. La obra de arte es
por tanto una forma simbólica. Para Panofsky en una obra de arte la forma no puede
separarse del contenido, las formas no son solo visuales, sino portadoras de un sentido.
De ahí que bajo condiciones históricas y culturales distintas, los motivos artísticos y los
significados son expresados de manera diferente.
Historia del arte como SOCIOLOGÍA DEL ARTE. Las teorías sociologistas ven el
arte como resultado de una serie de factores tanto individuales como colectivos.
Uno de los teóricos que mas contribuyo al desarrollo de la sociología del arte fue
Lalo, para quien la estética tiene dos orientaciones: sociológica y psicológica.
En 1948 se establece la Cátedra de Sociología del Arte, en Paris, confiada a
Francastel. Para él, el arte es un pensamiento plástico con el cual nos comunicamos,
transformándose así en un fenómeno social de intercomunicación. En este lenguaje el
papel de individuo creador es limitado ya que se trata de un lenguaje social más que
individual.
La obra de arte es pues una información, un producto, una creación que nos ofrece
datos con los que elaborar una historia.
Arnold Hauser es uno de los sociólogos del arte mas divulgados. Formado en la
Escuela de Viena, el arte para él, es un posicionamiento personal del artista ante la vida.
El efecto social y artístico es reciproco, aunque es el orden social el que origina el estilo.

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La creación artística no es un instrumento para producir placer, sino una ejecución
que se fundamenta en dos finalidades: cumplir una función racional y servir para expresar
algo. Para Cirici, el componente social y las relaciones entre productor y usuario
explicaran las diversas formas artísticas y la predilección por un lenguaje determinado.
Historia del Arte como EXPRESION DE LA LUCHA DE CLASES. La teoría
marxista parte de su regla general: el mundo de la producción de la vida material
condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual; el arte, como proceso
espiritual, seria un fenómeno ideológico (superestructural) condicionado por una situación
económica determinada.
Arte y sociedad se corresponden y están subordinadas: el arte es la expresión de
una manera de ser social. Al quedar englobado dentro de la superestructura ideológica, el
arte se transforma en expresión de las ideologías (clase dominante y clase dominada).
Lukács elabora una teoría artística como interpretación filosófica del mundo. Se
preocupa mas del contenido ideológico que de las formas. La obra artística es un
documento representativo de la ideología de la clase que lo genera; las formas, por tanto,
son resultado del contenido ideológico.
Profundizando en la dialéctica marxista, Argán presenta una teoría mas completa,
ya que parte de un concepto de sociedad más amplio con gran numero de interrelaciones
entre los elementos que la componen. Para el, el análisis de una obra de arte hay que
realizarlo desde la descripción de sus formas y su iconografía, referenciándose a su
contexto sociohistorico y dentro de la evolución de la civilización. Es decir la obra de arte
es un fenómeno específico y debe ser analizado a partir de ella misma, pero dentro de la
totalidad histórica. Una de las mas importantes aportaciones desde el campo marxista la
supuso la Escuela de Frankfurt, aunque, al admitir conceptos como intuición o genio,
han sido rechazados por el materialismo dialectico.
Historia del Arte como HISTORIA DEL LENGUAJE VISUAL. Su origen estaría
en el estructuralismo lingüístico de Saussure. El arte se intenta definir como una
estructura lingüística, un metalenguaje: la obra de arte es un proceso comunicativo
sometido a una ideología global de la clase, con fines propagandísticos, constituyendo un
lenguaje de signos y códigos.
Vemos pues, que las teorías y los métodos sobre el arte son múltiples, sin
embargo, hay que entender que la historia del arte es para de la historia de la sociedad.
Ha de buscarse pues el conocimiento del hombre a través de los objetos culturales que el
propio hombre ha producido. Por tanto son los factores culturales, sociales, económicos,
políticos e ideológicos los que determinan en conjunto la obra de arte.
ANALISIS E INTERPRETACION DE LA OBRA DE ARTE: El estructuralismo
afirma que la naturaleza de la obra artística es una totalidad representada, una totalidad
significante. Esta totalidad se define como estructura, distribución, orden y composición
con la intención de ser contemplada comunicando algo. Una interpretación correcta debe
pues tener en cuenta esta totalidad integrada.
La definición de la obra de arte como estructura significante se asienta en la
afirmación de que se trata de un complejo estructural de signos, códigos y mensajes. La
interpretación consistiría en la comprensión de unos mensajes codificados, para lo cual
han de tenerse en cuenta los distintos lenguajes artísticos y las diferentes formas de
expresión variables en el tiempo y en el espacio.
La obra de arte es una individualidad: las tendencias generales no son suficientes
para conocer la individualidad de una obra, ya que en su elaboración intervienen factores
creadores individuales, una obra de arte es algo único, individual e irrepetible. Es por eso
que una historia del arte fundada en los estilos, destacando lo que es común, es
incompleta, puesto que no llega a explicar la verdadera naturaleza individual de cada obra

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Por otro lado la obra de arte tiene una fisionomía: las formas tienen cualidades,
describir esas cualidades con objetivos es conocer la fisionomía de la obra de arte, hay
que percibir esas cualidades antes de intentar la comprensión de las formas, los temas y
de los contenidos, de ahí que cualquier cambio de color, tamaño, posición… que sufre la
obra puede alterar su interpretación.
Es a partir de ese momento cuando empieza el verdadero análisis de la obra, es
decir, la comprensión formal, los motivos y los significados… para lo cual es necesario
además un dominio de la nomenclatura técnica, con le fin de realizar una lectura
descriptiva de la obra.
Toda interpretación de una obra de arte es un proceso de síntesis (valoración
histórica) precedido de un proceso de análisis (valoración estética). Toda obra de arte
tiene unos contenidos, de ahí que una correcta interpretación ha de realizar una lectura
ordenada. En general podemos distinguir tres clases de signos artísticos:
1. Mediato convencional: se sirven de la figuración de objetos para
representar imágenes que convencionalmente identificamos como historias,
alegorías o simples figuras (casi todas las obras del arte figurativo).
2. Mediato opcional: igual que el anterior usa figuras para significar algo, pero
las figuras son objetos, paisajes… no la figura humana.
3. Inmediato libre: no se sirve de figuraciones reales; entre el espectador y lo
representado no hay objetos naturales y su estructuración es completamente
libre (arte no figurativo, arte abstracto, arte informal…)
Por tanto, aceptando la validez de estas tres clases de signos todos los objetos
elaborados artificialmente por el hombre con la intención de ser contemplados tienen la
categoría de objetos artísticos. En las artes visuales, la representación es tan importante
como lo representado; tanto como lo imaginado interesa la imagen.
El primer nivel de análisis, el primer contenido de la obra de arte es el temático, que
se considera de dos clases: temas expresivos y temas figurales. Los temas son las
formas y las figuras son con las que se logra la representación, tanto unas como otras
poseen cualidades expresivas. Pero los temas figurales y expresivos actúan a su vez de
vehículo para narrar o comunicar un nuevo contenido; su identificación depende del
bagaje sociocultural en el que nace la obra y es objeto de la iconografía. Es por tanto un
contenido conceptual además de visual.
Existen de este modo, diferentes niveles de comprensión y lectura de una obra de
arte: los signos expresivos y figurales y también los conceptuales y simbólicos.
Percepción y comprensión son dos estadios en la interpretación de la obra. El
primero se realiza de modo espontaneo y libre, de forma sensible; el segundo de manera
reflexiva y mental, que es el que permite descifrar los códigos iconográficos formados por
símbolos, alegorías, emblemas, heráldica...
El arte contemporáneo supone una ruptura con los temas expresivos y figurales y
sobre todo, con los asuntos y la iconografía. La nueva iconografía esta llena de actitudes
individuales del hombre respecto a la naturaleza, sus asuntos se encuadran en la
observación de la vida diaria y la vida interior. Los temas tradicionales han sido
cambiados por otros más personales expresados con códigos propios, cuyo
desciframiento implica penetrar en el campo de la comunicación personal.
Pero el hecho artístico es también signo, medio de comunicación que nos transmite
un determinado momento sociocultural, por lo que la relación con la sociología, la historia,
la iconología, antropología… es evidente.
Por eso la interpretación de la obra de arte es también conocimiento del hecho
artístico como hecho histórico. Una interpretación completa de la obra de arte es

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impensable sin la historia de los componentes sociales y culturales que la determinan.
Factores históricos e ideológicos distintos configuran la existencia de expresiones
distintas.
A través de los medios visuales se debe situar la obra en el tiempo (para ello se
cuenta con documentos, fuentes literarias, crónicas…) y establecer relaciones de
semejanza con obras de otros tiempos –toda obra depende de una tradición formal y
técnica-.
El hecho estético nació con una finalidad, bajo unas condiciones
medioambientales… por lo cual los factores históricos estarían formados por el artista
creador (biografía, la clase social en la que vive y a la que destina la obra y la fuerza
económica que lo financia). En la valoración de la obra hay que tener en cuenta factores
de tipo mental (las fuerzas ideológicas). Las ideas están condicionados culturalmente, por
lo que cada cultura proyecta el significado de las formas de manera distinta.
Por ultimo decir que la función del arte en nuestros días es la de expresar la
cultura y la sociedad en la que vivimos, con códigos mas o menos universales que van
mas allá del lenguaje. Su estudio resulta fundamental para comprender lo que los
hombres piensan: de su época, sobre si mismos, Dios, la naturaleza, las instituciones etc.
El arte ayuda a comprender como era el mundo de épocas pasadas cuando estas eran
presente pero además ayuda a entender la sociedad actual.
No hay pues un concepto de arte universal, ni un lenguaje universal del arte, cada
época y cada cultura tiene el suyo e interpreta las manifestaciones artísticas desde su
punto de vista.

Par este tema me he basado en la siguiente bibliografía:


Fernández Arenas. J. Teoría y Metodología de la Historia del Arte. Interpretacion de la
obra de arte.
Álvaro, Borras y Esteban Saber ver el arte

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