Professional Documents
Culture Documents
Monografía 10
TEOLOGÍA
Nivel Informativo
Concepto de Teología
Frater Phileas
“La Filosofía Esotérica reconcilia todas las religiones, desgarra las externas vestiduras
humanas para mostrar que la raíz de cada una es idéntica a la de las demás grandes
religiones. Demuestra la necesidad de que haya en la naturaleza un Principio Divino y
Absoluto. No niega a la Deidad, como tampoco negaría al sol. La Filosofía Esotérica
nunca ha rechazado la idea de Dios en la naturaleza ni de la Deidad, como “Ens”
absoluto y abstracto; únicamente se niega a aceptar a los dioses de las que se califican
a sí mismas de religiones monoteístas, dioses creados por el hombre a su propia
imagen y semejanza, blasfema y lamentable caricatura del Siempre Desconocible”.
(Helena Blavatsky)
Por otro lado la “Teo-logía” quiere decir “el estudio de Dios” o de las cosas relacionadas
a la divinidad, y desde un punto de vista más amplio todo lo relacionado a las diversas
religiones.
Muchas personas confunden “Teología” con “Teología católica” que es la más conocida
en Hispanoamérica. Sin embargo, si nos adentramos en el significado más profundo
del término podremos ser capaces de distinguir que –si bien la Teología tal como la
conocemos es inseparable de la construcción teórica del cristianismo durante la Edad
Media- la ciencia teológica en sí misma no tiene que estar ligada necesariamente al
cristianismo sino que puede ser estudiada desde otras concepciones religiosas, entre
ellas las orientales.
Orígenes y clasificación
El primer autor en utilizar la palabra “Teología” fue el filósofo Platón en su obra “La
República”, donde planteaba una “concepción racional de lo divino. Así, pues, al
proponer Platón ciertos “esbozos de Teología” surgió la nueva palabra del conflicto
entre la tradición mítica y la aproximación natural (racional) al problema de Dios”.
(1)
Y esto es así porque Dios, como fin al que se dirige el hombre, excede la comprensión
a la que puede llegar sólo la razón. El fin tiene que ser conocido por el hombre para
que hacia Él pueda dirigir su pensar y su obrar. Por eso fue necesario que el hombre,
para su salvación, conociera por revelación divina lo que no podía alcanzar por su
exclusiva razón humana.
Más aún. Lo que de Dios puede comprender la sola razón humana, también precisa la
revelación divina, ya que, con sola la razón humana, la verdad de Dios sería conocida
por pocos, después de muchos análisis y con resultados plagados de errores. Y, sin
embargo, del exacto conocimiento de la verdad de Dios depende la total salvación
del hombre, pues en Dios está la salvación.
Así, pues, para que la salvación llegara a los hombres de forma más fácil y segura,
fue necesario que los hombres fueran instruidos, acerca de lo divino, por revelación
divina. Por todo ello se deduce la necesidad de que, además de las materias filosóficas,
resultado de la razón, hubiera una doctrina sagrada, resultado de la revelación”. (2)
Conocimiento de Dios
Esta frase inicial del filósofo Baruch Spinoza nos introduce en el misterio de los
misterios: la divinidad, la Realidad más elevada, el propio Dios.
Ciertamente: ¿es posible “conocer” a Dios? ¿Puede una mente finita como la nuestra
entender realmente a la divinidad?
San Agustín creía que: “Dios infinito en esencia y perfecciones no puede ser
comprendido por una inteligencia creada y finita como es la nuestra. El conocimiento
no es otra cosa que la comprensión del objeto conocido, y como todo lo que se
comprende queda limitado por la misma comprensión del sujeto, síguese que
Dios no puede ser comprendido. Nuestro conocimiento de Dios consiste en saber
cómo debemos ignorarle. Si lo comprendiésemos ya no sería Dios. Más fácilmente
entendemos de Dios lo que no es, que no lo que es y no es poco saber de Dios
conocer lo que no es si lo sabemos bien”. (3)
La Sabiduría Antigua intenta hablar poco de Dios, ya que la propia palabra “Dios”
es demasiado ambigua, genera confusiones y ha sido muy manoseada a lo largo de
la historia de la humanidad y en especial en los últimos siglos.
En su lugar se prefiere utilizar la palabra “Absoluto” o bien “Uno sin segundo”, que
son más apropiadas para denominar a la divinidad como un todo.
Al introducirnos en el estudio de Dios, aún sabiendo lo poco que podremos saber,
nos remitiremos al pensamiento oriental para entender un poco más el asunto.
Como un intento de concebir esa realidad como algo más “concreto” los indos
conciben a “Ishvara” que es una representación de Brahman “conectado”
con el mundo fenoménico. Según Swami Vivekananda: “Ishvara es la suprema
interpretación del Absoluto (Brahman) por el pensamiento humano”.
Es decir que: como el Absoluto (el Uno) no puede ser comprendido por la mente
humana de ningún modo, para intentar acceder a esa realidad, la mente humana
llega a vislumbrarlo como creador del universo, con múltiples facetas.
Siendo así, todos los dioses del hinduismo son diferentes aspectos de Ishvara y por
esta razón decimos que aunque exotéricamente (exteriormente) los hindúes sean
considerados politeístas, desde una perspectiva esotérica adoran a un Dios único:
Ishvara, la faceta más visible de una Realidad más profunda.
Argumentos para demostrar la existencia de Dios
Según Immanuel Kant, este argumento es el “más antiguo, más claro y más apropiado
para la razón común del hombre”.
Uno de los defensores de este argumento fue el filósofo medieval Santo Tomás de
Aquino, defendió un argumento cosmológico que se basaba en la observación del
mundo (cosmos), conocido como “las cinco vías”.
Primera vía: El movimiento como actuación del móvil: Es cierto y consta por el
sentido que en este mundo algunas cosas son movidas. Pero todo lo que es movido
es movido por otro. Por tanto, si lo que mueve es movido a su vez, ha de ser movido
por otro, y este por otro. Mas así no se puede proceder hasta el infinito… Luego
es necesario llegar a un primer motor que no es movido por nada; y este todos
entienden que es Dios.
Cuar ta vía: Diversos grados de per fección en las cosas: Encontramos en este mundo
cosas más o menos buenas, más o menos verdaderas, más o menos nobles, y otras
cualidades así. Ahora bien, el más y el menos se dicen de cosas diversas según la
diversa aproximación a lo que es máximo en ese orden. Por eso ha de haber algo
que sea óptimo, nobilísimo, máximamente verdadero y, por consiguiente, máximo
ser. Y como lo que es máximo en un género es causa de todo lo que se contiene
bajo ese género, ha de haber un máximo ser causa de la bondad, de la verdad, de
la nobleza y de las demás cualidades por el estilo; y este es Dios.
Quinta vía: El gobierno de las cosas: Vemos que algunas cosas que carecen de
conocimiento, esto es, los cuerpos naturales, obran con intención de fin… Ahora
bien, las cosas que no tienen conocimiento no tienden a un fin si no son dirigidas
por algún cognoscente e inteligente. Luego existe algún ser inteligente que dirige
todas las cosas naturales a un fin; que es lo que llamamos Dios.
Este argumento es muy controvertido y aún ha sido combatido por algunos filósofos
teístas, que se han burlado del mismo argumentando que podemos perfectamente
imaginarnos a un unicornio pero eso no quiere decir que los unicornios existan.
Frente a estos argumentos racionales, el filósofo Blaise Pascal plantea una “apuesta”
para argumentar la creencia en Dios.
Pascal concluye que la más favorable de las cuatro opciones es apostar por
la existencia de Dios, ya que ganaríamos más que con cualquier otra de las
opciones.
Queda claro que la “apuesta de Pascal” no demuestra de modo alguno la existencia
de un Ser Superior sino simplemente intenta demostrar la conveniencia de creer en
él.
b) Dios existe y es un ser superior pero impersonal, o sea que habría creado el
Universo pero luego lo habría dejado evolucionar por su cuenta.
Este ser no premia ni castiga, simplemente se mantiene al margen de todos los
asuntos humanos. En este caso no importaría creer en él o no.
c) Dios existe y es pura bondad, por lo cual no castigaría a quienes cometan errores
y “pequen”. Tampoco podría castigar a los que no creyeran en él, ya que habrían
llegado a esa conclusión usando su raciocinio.
Dios en nosotros
Como hemos visto, más allá de todos los argumentos que hemos estudiado y de las
apuestas de Pascal y Smith, lo que podemos notar es que la concepción de Dios
que presentan todos estos pensadores es la de un DIOS EXTERNO, una “entidad”
que está fuera de nosotros y de la que estamos separados.
En segundo lugar, la Filosofía Perenne postula que ese “Dios” realmente no está
fuera de nosotros sino que nosotros mismos somos “chispas divinas” emanadas
de la divinidad o -como definen más simbólicamente algunos autores- “dioses en
el exilio”. Siendo así no somos “seres materiales” con un alma sino más bien un
alma encarnada en un cuerpo perecedero.
Un relato espiritual explica esta idea de nuestra “unidad con Dios” desde una
perspectiva simbólica:
“Una muñeca de sal recorrió miles de kilómetros de tierra firme, hasta que, por
fin, llegó al mar. Quedó fascinada por aquella móvil y extraña masa, totalmente
distinta de cuanto había visto hasta entonces.
- ¿Quién eres tú? — le preguntó al mar la muñeca de sal.
Con una sonrisa, el mar le respondió:
- Entra y compruébalo tú misma.
Y la muñeca se metió en el mar. Pero, a medida que se adentraba en él, iba
disolviéndose, hasta que apenas quedó nada de ella. Antes de que se disolviera el
último pedazo, la muñeca exclamó asombrada:
- ¡Ahora ya sé quién soy!”
a) Material o física
b) Vital o social
c) Ritual
d) Ética
e) Mítica
f) Doctrinal
g) Experiencial
a) Dimensión material: Abarca los edificios, las obras de ar te, los objetos de culto,
los santuarios, los monumentos y los accidentes geográficos que se relacionan con
cada una de las religiones. Pongamos algunos ejemplos:
Edificios: las grandes catedrales católicas, las mezquitas musulmanas y los grandes
templos de la India, así como los fundamentos de la arquitectura sagrada.
Objetos de culto: la hostia consagrada, las reliquias, el lingam de Shiva, la imagen
de Yemanjá, etc.
Santuarios y lugares de peregrinación: Lourdes, Fátima, la Kaaba del Islam, el
Camino de Santiago, etc.
Monumentos y obras de ar te: Grandes estatuas de Buddha, techo de la Capilla
Sixtina, diversas pinturas religiosas, etc.
Accidentes geográficos: Monte Fujimori, Río Ganges, Cerro Uritorco, Monte
Shasta, etc.
Referencias bibliográficas
“Tú eres una obra principal, un fragmento del propio Dios, tienes ante ti mismo una
parte de Él.
No, llevas a Dios contigo y no te das cuenta de que le estás deshonrando con pen-
samientos impuros y acciones viles. Si una imagen de Dios estuviera presente, no te
atreverías a hacer ni una sola de las cosas que haces.
Sin embargo, el propio Dios está presente dentro de ti y ve y oye todas las cosas, y
no te avergüenzas de pensar y actuar así: ¡Oh, lento de comprender tu naturaleza y
apartado de Dios!”
La Religión Universal
Frater Phileas
“Nunca hubo ni pueda haber más una Religión Universal, porque sólo una puede
ser la Verdad referente a Dios. Esta Religión Universal es como una inmensa cadena
(...) que engarza todos los simbolismos exotéricos cuya variedad de formas en
nada afecta a la sustancia y sobre cuyos diversos conceptos del Universo material
y de sus vivificantes principios permanece inalterable la inmaterialidad imagen
del esencial Espíritu”. (H. P. Blavatsky en “Isis sin velo”)
En este punto es impor tante establecer una distinción básica antes de continuar
nuestros estudios: la diferencia entre la “Religión” y las “religiones”.
Mientras que la Religión (con “R” mayúscula) es atemporal, per fecta, global,
inmutable e incorpórea, las “religiones” (con “r” minúscula) son interpretaciones
imper fectas de esta “Religión” que implican temporalidad y localidad, y que
pueden sufrir cambios a lo largo del tiempo y poseen estructuras materiales y
jerarquías eclesiásticas.
Según Aldous Huxley esta Doctrina Madre puede resumirse en los siguientes
puntos:
* Existe una Divinidad, un Fundamento, Brahman, Clara Luz del Vacío, que es el
principio no manifiesto de todas las manifestaciones.
* Que ese Fundamento que cimienta el ser es aun mismo tiempo trascendente e
indivisible.
* Que es posible que los seres humanos amen, conozcan y, a partir de la virtualidad,
lleguen a ser idénticos al Fundamento Divino.
* Que hay una Ley o Dharma que ha de ser obedecida, un Tao o Camino que ha de
ser recorrido, si los hombres han de alcanzar esa finalidad.
Desde un punto de vista analítico y sin introducirnos aún en las “siete dimensiones
religiosas” que abordaremos más adelante, podemos distinguir en cada religión “tres
capas” de profundización:
“La capa más externa consiste de los rituales y ceremonias de una religión. Éstas
son obviamente super ficiales en naturaleza y no representan el corazón de una
religión. Estos rituales cambian frecuentemente.
Pero entre los místicos de las grandes tradiciones religiosas, no encontramos esa
enemistad, sospecha, separación y hostilidad. Los vedantinos, los yoghis, los
sufíes, los budistas contemplativos, los místicos cristianos, los cabalistas judíos
—ellos ven más cosas que los unen que las que los separan”. (3)
Declara Alice Ann Bailey que: “La humanidad está reconociendo la necesidad de
una aproximación más vital a Dios, una que sea presentada de modo más inteligente.
Los hombres están cansados de las diferencias y disputas doctrinales y dogmáticas.
El estudio de las religiones comparadas ha demostrado que en todas las creencias
Rituales y ceremonias
Teología
Espiritualidad
las verdades fundacionales son idénticas. Debido a esta universalidad, las mismas
provocan el reconocimiento y la respuesta por parte de todos los hombres en todos
los lugares. En realidad el único factor que milita contra la unidad espiritual de
todos los hombres en todos los lugares son las organizaciones clericales existentes,
y su actitud militante hacia las religiones y las creencias que no sean las suyas”.
Según las investigaciones del Proyecto “Religion Monitor”, el 80% de los habitantes
del mundo cree en Dios. En algunos casos, como Marruecos, “cerca de 99 por
ciento cree en Dios y en la vida después de la muerte. Entre los brasileños, turcos y
nigerianos, 90 por ciento es creyente, e incluso en Israel, Indonesia e Italia, la tasa
llega al 80 por ciento”. (4)
Es decir, que ocho de cada diez personas cree en un Ser Superior.
Por eso, mientras millones “creen” en Dios, pocos “hacen” algo por Dios o apenas
un puñado “siente” la presencia divina.
Esta es la explicación a un mundo caótico y despiadado que numéricamente se
muestra religioso (ver mapa), pero que en realidad da las espaldas a una realidad
superior. Cuando ese 80% que dice creer en Dios comience a aplicar las enseñanzas
divinas a su propia existencia, el mundo cambiará radicalmente.
Referencias bibliográficas
Mi amigo y yo fuimos a La Feria Mundial de las Religiones. No era una feria comercial.
Era una feria de la religión. Pero la competencia era tan feroz y la propaganda igual
de estruendosa.
En el stand judío nos dieron unos folletos en los que se decía que Dios se compadecía
de todos y que los judíos eran su pueblo escogido. Los judíos. Ningún otro pueblo era
tan escogido como el pueblo judío.
En el stand musulmán supimos que Dios era misericordioso con todos y que Mahoma
era su único profeta. Que la salvación se obtiene escuchando al único profeta de
Dios.
En el stand cristiano descubrimos que Dios es Amor y que no hay salvación fuera de
la Iglesia. O se entra en la Iglesia, o se corre el peligro de la condenación eterna.