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LA METODOLOGÍA SISTÉMICA MULTIMODAL COMO METAMETODOLOGÍA

SU EMPLEO EN EL PENSAMIENTO DE EDGAR MORIN


Francisco CASIELLO
Facultad de Ciencias Económicas del Rosario,
Universidad Católica Argentina
E. Zeballos 668, Rosario, 2000, Argentina

Resumen

En el presente trabajo se indica cómo la metodología


sistémica multimodal puede emplearse como una
metametodología que permite acercar doctrinas de
pensamiento específico a la tarea de la investigación-
acción. Se muestra, en particular, cómo el pensamiento
de Edgar Morin puede utilizarse como marco doctrinal
específico del pensamiento multimodal, facilitando así el
empleo de sus ideas para la solución de problemas
complejos y plurales.

1. Introducción

La designación de la Metodología Sistémica Multimodal como una


metametodología, hace referencia a la posibilidad de separar la forma de una doctrina de su
materia. La forma general, propia de la Metodología Sistémica Multimodal, tiene que ver
con la noción de emplear una escala modal como un recurso para la comprensión de una
problemática, donde cada modalidad representa el conocimiento que las ciencias
particulares han provisto sobre aspectos específicos de la realidad y que pueden pensarse
con relativa independencia entre sí, según el desarrollo histórico de las ciencias lo han
hecho. La parte material está relacionada con la posibilidad de llenar, sobre todo en las
modalidades superiores en las que se da la libertad, el contenido de las diversas disciplinas
con doctrinas particulares. Este trabajo articula de la manera recién esbozada la
Metametodología Sistémica Multimodal con el pensamiento de Edgar Morin.

2. La Metodología Sistémica Multimodal como una metametodología.

El pensamiento sistémico multimodal [ 54] ha sido desarrollado con una doble


permisividad que le permite ser considerado como una metametodología. Por ello se
entiende acá una metodología que abarca una diversidad de otras metodologías más
específicas, un campo metodológico. Aún así sus suposiciones de base, sus proposiciones
fundamentales, son de suficiente rigor para que constituya una doctrina. La primera
permisividad es la selección del número y orden de modalidades. La segunda permisividad
es la elección de la doctrina particular para cada modalidad.

54
Dooyeweerd, H., A New Critique of Theoretical Thought, Edwin Mellen Press, EE UU, 1997.

90
2.1 La doctrina en general

La doctrina multimodal en general, supone que es posible concebir lo real en


términos de un arreglo múltiple de modalidades que representan el saber sobre diferentes
aspectos de la realidad y que se encuentran en relaciones de determinación e inspiración o
sobredeterminación [ 55]. En términos generales podría decirse que la concepción de lo real
puede hacerse según dos grandes dominios que se encuentran íntimamente ligados y
conectados entre sí: naturaleza y espíritu. La doctrina en general, como metadoctrina, si
bien da cuenta con más o menos detalles de cada campo modal específico, considera que la
conexión entre las modalidades de la naturaleza y entre las propias del espíritu son tanto o
más importantes para la comprensión de lo real, que las teorías o doctrinas específicas de
cada modalidad [ 56], de manera que en el pensamiento sistémico multimodal se destaca la
relación intermodal frente al campo modal específico.
El campo de la naturaleza está compuesto de varias modalidades, principalmente de
las que hacen al mundo abiótico y al de la vida. El campo del espíritu o de la libertad está
también constituido por diversas modalidades tales como la social, la económica, la estética
y la ética, entre otras. Por ejemplo, una antropología multimodal muy básica, concebiría al
hombre en términos de tres modalidades: la abiótica, la biológica y la de la libertad. Esta
sería la manera que tiene este pensamiento para intentar capturar lo humano en tres
modalidades. En la modalidad abiótica el hombre sería considerado en sus determinaciones
físicas: su peso, su volumen, etcétera. Estas consideraciones podrían ser relevantes para dar
cuenta de su interacción con el mundo abiótico. Similarmente ocurriría con sus
determinaciones biológicas. Los aspectos más humanos, sus preferencias, sus decisiones,
podrían comprenderse desde las ciencias de la libertad: la psicología, y la ética, por
ejemplo.
Si bien la doctrina admite, como se ha dicho, ciertos permisos, considerará a los
aspectos bióticos como determinados por los aspectos abióticos: la disponibilidad de agua
en una zona, por ejemplo, jugará un rol determinante sobre la vida biológica. Por su parte la
mayoría de los seres vivos y también el hombre en particular, podrán obrar a fin de
procurarse los medios abióticos necesarios para mantener su vida biológica. De esta
manera, si bien la vida está determinada por el mundo no vivo, no lo está totalmente, sino
que el mundo vivo sobredetermina al mundo no vivo. Esta expresión: la
sobredeterminación, es una categoría de la doctrina que significa que el medio vivo afecta
también, aunque de manera distinta, al medio no vivo. Cuando se trata de modalidades que
se dan en el ámbito de la libertad, suele emplearse la expresión inspiración para indicar el
rol que una modalidad ejerce sobre otra posibilitando la modificación de la misma. De esta
manera las tres modalidades que se han elegido podrán pensarse en un arreglo jerárquico
vertical donde en el plano inferior se encuentra la modalidad abiótica, en el plano medio la
biótica y en el plano superior la de la libertad.

55
De Raadt, J.R., Redesign and Management of Communities in Crisis, Universal Publishers, New York,
2000.
56
Dooyeweerd, ob. cit., ciertamente contiene mayores precisiones sobre cada campo metodológico que de
Raadt (ob. cit), pero el tratamiento de este último autor es más metodológico que el del primero y destaca la
primacía de las relaciones.

91
Figura 1. Relación entre modalidades en la metadoctrina multimodal.

Podría considerarse que el arreglo de la Figura 1 resume aquellas nociones de base


que la metadoctrina multimodal requiere para que un pensamiento pueda denominarse
adscrito a ella. Estas nociones son: 1) que la realidad puede pensarse en términos de
relaciones entre modalidades o modos concurrentes de ser, 2) que dicho arreglo tiene
características jerárquicas, de manera que los diferentes modos, en este caso los abióticos,
bióticos y de la libertad, se encuentran en una relación de menor a mayor, 3) que pueden
pensarse ciertas relaciones entre los modos de tal forma que las modalidades inferiores
tengan un carácter de determinación de las superiores, y éstas últimas de
sobredeterminación o inspiración de las inferiores.

2.1.1 La modalidad

La modalidad representa un modo de ser/conocer [ 57]. Como modo de ser significa


que cada ente es de diversos modos. Por modo de conocer se quiere decir que lo que se
sabe de cada modo de ser del ente está ligado a la manera en que cada ciencia particular ha
abierto el ente al conocimiento. Concretamente con esto se quiere expresar, por ejemplo,
que a los efectos de determinar las consecuencias de una caída de una persona desde,
supóngase, cuatro metros de altura, parte de las consideraciones tendrán que ver con su
modo de ser como una masa de cierta densidad sometida a las leyes de gravitación; pero a
los efectos de juzgar un delito, deberá tenerse en cuenta la libre determinación de cometer
un acto de tal tipo por parte de la persona involucrada. En el primer caso la persona es vista
desde la modalidad física, en el segundo caso desde las modalidades ética, psicológica y
jurídica. Nótese que el modo de ser está correlativamente ligado al modo de conocer, ya
que la comprensión del modo de ser se efectúa acorde al conocimiento vigente, sea de la
naturaleza, sea de la ética, sea de la psicología o de las leyes que rigen la convivencia
social.

57
Casiello, F. A., Pensamiento Sistémico Multimodal, Bases Teóricas y Aplicaciones, Anuario de la Facultad
de Ciencias Económicas del Rosario, Universidad Católica Argentina, Dic. 2005, p. 9.

92
2.1.2 La relación de determinación

La relación de determinación representa una conexión entre modos de ser/conocer


que afectan a otro modo de ser/conocer, según las limitaciones propias de la modalidad
determinante. Son puntos de unión, de atadura o restricciones dentro de las cuales quedan
confinados otros modo de ser/conocer, aunque esto no significa que la modalidad
determinada quede por ello sin grados de libertad.
La relación de determinación es correlativa a la noción de jerarquía
inferior/superior. De esta manera son siempre las modalidades inferiores las que determinan
las modalidades superiores y, correlativamente, algunas modalidades son superiores a otras
justamente porque el tipo de relación en las que se encuentran está determinada por otra
modalidad. En otras palabras, la clave para encontrar qué modalidad es superior o inferior a
otra en la escala modal descansa en el análisis del efecto de determinación que una ejerza
sobre la otra.
Por ejemplo las características fisicoquímicas del suelo (modalidad abiótica) obran
de forma determinante sobre la modalidad biótica para que cierto tipo de bioma pueda
ejercitar su vida. O las necesidades biológicas del hombre, es decir la interpretación del
hombre según la modalidad biológica, determinan un tipo posible de economía, en la
medida que fijan parte de los aspectos psicofísicos que son parte de las determinaciones
económicas. Ha de recordarse que, en esta doctrina, las determinaciones no son nunca
exhaustivas, es decir que ningún modo determina totalmente a otro, sino que lo hace sólo
parcialmente.

2.1.3 La relación de sobredeterminación o de inspiración.

La relación de sobredeterminación o de inspiración es la que se establece desde una


modalidad superior hacia una modalidad inferior. Significa que la modalidad puede afectar
a otra en base a ciertos aspectos sobre los que la última no tiene posibilidades propias. Tal
es el caso de la acción libre de la voluntad humana. Ella puede afectar una modalidad
biológica o abiótica, o de la naturaleza en general.
Correlativamente una modalidad se dispondrá en un arreglo jerárquico superior a
otra, cuando su relación sea de sobredeterminación. La categoría de inspiración se suele
emplear para las modalidades en el dominio de la libertad. Un cierto bioma, por ejemplo,
puede sobredeterminar las características abióticas del suelo, en la medida, por ejemplo,
que colabora a fijarlo y a desarrollar una capa de humus capaz de sostener nuevos tipos de
vegetación. Como se trata de una relación entre modalidades de la naturaleza, ésta se
describe como sobredeterminante desde la modalidad biológica a la abiótica. Esto debe
entenderse como una afección de una modalidad superior hacia una inferior, no como una
determinación total que no posibilita grados de libertad.
También considérese, a la manera de otro ejemplo, la modalidad ética. Ella inspira
la modalidad judicial, por ejemplo, en cuanto que afecta a la manera en que se gesta la
legislación y a la forma en la que opera el sistema de justicia. Por su parte la modalidad
judicial inspira el modo económico, ya que la manera en que opera está afectada por una
concepción de lo legal. Al tratarse de una relación desde las modalidades de la libertad, la
designación empleada es la de inspiración.

93
2.2 La selección del número, el tipo y el orden de modalidades.

2.2.1 La selección del número y el tipo de modalidades

La selección del número de modalidades depende de varias circunstancias, pero


podría indicarse que es primariamente contingente al uso que se pretenda para la
metadoctrina. Si se la emplea para examinar críticamente una doctrina filosófica específica,
por ejemplo, entonces esta selección del número y del orden dependerá de las concepciones
de base que la doctrina implante. Un análisis de la Etica de Espinosa, por ejemplo, podría
realizarse empleando dos modos: el pensamiento y la extensión.
Si el interés descansa en su uso dentro del contexto de la investigación–acción, es
decir se si está interesado en aplicar la doctrina para resolver una problemática específica
desde el punto de vista sistémico, la selección del número, orden y tipo de modalidades
dependerá de aquellos aspectos que sean relevantes para la comprensión del problema.
Algunas doctrinas específicas de investigación – acción [ 58], se basan en un análisis del
discurso informativo de las partes interesadas/afectadas, identificando primero ítems o
fracciones discursivas que relacionan factores, siendo éstos las partes constituyentes de
juicios del tipo “A produce B”, de modo que puedan localizarse luego el sujeto A y el
predicado B en una o dos modalidades [ 59]. El número total de modalidades necesarias para
la comprensión del problema quedará entonces ligado al número modalidades en los que
descansan los sujetos y los predicados de la información sobre el problema. A manera de
ejemplo, una expresión del discurso informativo podría ser: “El tipo demasiado seco de
suelo produce la baja en el rendimiento de soja”. Esta expresión informativa obtenida de
una parte afectada o interesada en una problemática específica se considera un ítem, en
cuanto tiene la forma de juicio determinante que liga dos factores: uno “la baja en el
rendimiento de soja” y otro “el tipo demasiado seco de suelo”. El primero de ellos es, con
poca discusión al respecto, un factor biológico que descansa en la modalidad pertinente y el
otro es un factor que descansa en la modalidad abiótica, ambos en el dominio de la
naturaleza. Del análisis de los juicios presentes en el campo informativo relevado de las
partes participantes y/o afectadas, surgirá así el número y tipo de modalidades que
intervengan. Para más detalles ver [ 60].

2.2.2 La selección del orden de modalidades

Lo indicado anteriormente conlleva la dificultad de tener que establecer sobre una


misma base discursiva tanto el número y tipo de modalidades, que obedecen a los factores,
así como las relaciones entre ellas, que dependen de los ítems involucrados [ 61].
Cuando los factores descansan dentro de modalidades diversas, el nexo de relación
puede ser determinante o sobredeterminante, según la ubicación de la modalidad en la
jerarquía modal. Cuando se encuentran en la misma modalidad, entonces la relación entre
los ítems se resuelve dentro de la ciencia particular de la modalidad en la que recaen.

58
Casiello, F. A., Diseño Sistémico de Políticas de Alcance Social, resúmenes de la JAIIO 33, Córdoba, Sep.
2004.
59
Casiello, F. A., Pensamiento Sistémico Multimodal, Bases Teóricas y Aplicaciones, ob. cit., p. 16 y ss.
60
Casiello, F. A., Pensamiento Sistémico Multimodal Bases Teóricas y Aplicaciones, ob. cit.
61
Ibídem.

94
Tómese por caso la noción clásica de “desarrollo sustentable” en términos del
“interjuego” de la ecología, la economía y la equidad. Desde el punto de vista multimodal
ha de reconocerse primero la presencia de las modalidades económicas, ecológicas y de
equidad, como tres modos diferentes de ser/conocer. Para esta doctrina la modalidad
ecológica que comprende los fenómenos bióticos y abióticos, será determinante de las
modalidades económicas y de equidad. Por su parte la modalidad ética será la más
inspiradora o sobredeterminante, ya que en ella se da en mayor medida el campo de la
libertad. De tal manera el orden de modalidades elegido deberá ser, en un arreglo jerárquico
desde las modalidades superiores a las inferiores: ética – economía – ecología. Esto muestra
cuál sería en un caso elemental las modalidades en juego. Debe destacarse que
generalmente hacen falta considerar más modalidades para una descripción efectiva del
problema.
Aunque se ha ilustrado de una manera intuitiva la selección del orden de las
modalidades para el caso del “interjuego” de la ecología, la economía y la equidad, cada
arreglo específico de un orden de modalidades constituye a su vez una doctrina particular y,
como tal, debería estar suficientemente justificada (más allá de que en la práctica del
pensamiento multimodal, tales justificaciones generalmente se dejan de lado).

2.3 La elección de concepciones particulares para cada modalidad.

La segunda permisividad de la metadoctrina multimodal es la selección de


concepciones particulares para cada modalidad. Por ello se significa la elección de una
manera específica de pensar el aspecto de la realidad que está ligado a cada modalidad
individual.
Aunque en las ciencias de la naturaleza la elección de concepciones particulares no
es tan frecuente, porque ellas son más fáciles de ordenar según la noción de superación
paradigmática, sirven de una manera ilustrativa a la cuestión. En principio supóngase que
se trata de adoptar una concepción particular para la modalidad física. Ciertamente se
podrá, por ejemplo, seleccionar entre una visión relativista (es decir acorde a la teoría
especial de la relatividad, por ejemplo), o desarrollar una física sobre un modelo
newtoniano. El ejemplo vale porque la adopción de un modelo u otro tendrá que ver con las
condiciones particulares de la problemática estudiada: si se trata de entender un fenómeno
de radiación solar que requiera del desarrollo de teorías de movimiento de partículas a alta
velocidad, deberá, por ejemplo, adoptarse un modelo relativista. Pero si se trata de la
descripción de un análisis de equilibrio de fuerzas, entonces bastará la adopción de un
modelo newtoniano.
De hecho que el pensamiento multimodal se emplea mucho más frecuentemente
para tratar situaciones que requieren de modalidades en el campo de la libertad, donde la
elección de concepciones particulares para cada ciencia es de mucha mayor relevancia.
Como las ciencias sistémicas de la acción han recurrido, en los últimos años del
siglo pasado y en los primeros que han transcurrido del siglo presente, a doctrinas omni
comprehensivas para fundar bases para la acción sistémica, es menester mostrar las
posibilidades de esta poderosa metadoctrina en recepcionar en su marco formal, materias
doctrinales diversas, de manera de reasegurar al investigador social los fundamentos de su
acción.

3. Introducción al pensamiento de Edgar Morin

95
Se elige el pensamiento de Edgar Morin como un ejemplo de doctrina filosófica que
puede tomarse como material para su articulación con la metametodología multimodal. No
es la intención principal de este trabajo revisar in extenso la doctrina de Morin, sino mostrar
las capacidades metametodológicas del pensamiento sistémico multimodal.
Para poder mostrar cómo el pensamiento de Edgar Morin puede ser el contenido de
un arreglo multimodal, se hace menester recorrer la difícil tarea de intentar sintetizar su
doctrina. Edgar Morin ha logrado establecerse como el pensador contemporáneo de la
complejidad. Y su nombre se destaca por haber realizado el intento de establecer una
concepción de la misma diferente de la que proviene del campo de las ciencias naturales,
principalmente a partir del pensamiento de Ilya Prigogine. Y con ello logra parcialmente
apartarse de una concepción positivista que adopta como método universal una teoría de las
ciencias naturales y formales.
La tarea de dar una introducción al pensamiento de Edgar Morin que rescate los
puntos principales de su doctrina, todo en unas breves páginas, es una labor que importa la
seguridad de ser excesivamente simplista. A los efectos de esta introducción, son
referencias obligadas los textos más clásicos de Morin, en especial El Método I: La
naturaleza de la naturaleza [ 62], El Método II: Vida de la vida [ 63], El Método III:
Conocimiento del conocimiento [ 64], El Método IV: Las Ideas [ 65], El cine o el hombre
imaginario [ 66] y Ciencia con conciencia [ 67] y Sociología [ 68] como lista mínima. Como
una lectura excelente para introducirse al pensamiento de Edgar Morin puede tomarse la
tesis doctoral de Soto González [ 69]. También se puede consultar, para una introducción
general, Introducción al Pensamiento Complejo [ 70].
En una excesiva síntesis que no puede reemplazar la lectura indicada, puede decirse
que Morin tiene una particular noción de sistemas que comprende toda la realidad en sus
diferentes determinaciones, desde el mundo abiótico, pasando por el biótico hasta todo el
campo de la libertad. Una peculiaridad significativa en la concepción sistémica moriniana
es la convivencia de los estados de equilibrio y de desequilibrio sistémicos, situación que
permite la movilidad y la reorganización. De esta manera en la sistémica moriniana el
equilibrio no es un momento de la dinámica, sino más bien un polo aparente y emergente
que oculta un desequilibrio siempre presente y constitutivo del mismo. Su noción de
complejidad, que comprende conceptos tales como los anteriores, no es de naturaleza
cuantitativa sino cualitativa.
Morin recurre a una serie de categorías propias para explicitar su doctrina, palabra
ésta a la que él mismo proporciona un significado específico: sistemas de ideas
predominantemente cerrados, como los sistemas filosóficos. Entre ellas, por ejemplo, se
destacan las nociones de genos y fenon, dos polos en tensión entre lo genérico y lo

62
Morin, E., El Método I. La naturaleza de la naturaleza, Ed. Cátedra, 1981.
63
Morin, E., El Método II. Vida de la vida, Madrid, Cátedra, 1983.
64
Morin, E., El Método III. Conocimiento del conocimiento, Madrid, Cátedra, 1988.
65
Morin, E., El Método IV. Las Ideas, Madrid, Cátedra, 1992.
66
Morin, E., El cine o el hombre imaginario, Ed. Paidos.
67
Morin, E., Ciencia con conciencia, Barcelona, Anthropos, 1984.
68
Morin, E., Sociología, Ed. Tecnos, Madrid, 1999.
69
Soto González, M., Edgar Morin. Complejidad y Sujeto Humano, Tesis de Doctorado, Facultad de Filosofía
y Letras, Universidad de Valladolid, Valladolid, España, 1999.
70
Morin, E., Introducción al Pensamiento Complejo, Ed. Gedisa, Barcelona, 2005.

96
específico o propio de cada individuo, y representantes de la misma tensión que encontrará
en toda su interpretación de la realidad. Genos remite a la noción de origen o nacimiento y
se refiere a todo lo relacionado con el género al que pertenece una especie: todo el campo
de sus atributos y determinaciones genéricas. Por su parte fenon, que etimológicamente está
relacionada con el fenómeno, o “lo que aparece”, en términos de la caracterización
moriniana, hace referencia a la influencia del medio. Así la dialéctica del genos-fenon
mienta la oposición entre lo genético o propio de la especie genérica, y lo social o
construido en función de la experiencia de vida.
La actividad intelectual y el mismo dominio de la libertad serán, para Morin,
resultados emergentes [ 71], categoría también de raigambre sistémica que emplea para
intentar evitar el problema del cuerpo y del espíritu, al que no logra desprender de un
arraigo biológico y, en ese sentido, materialista. Igualmente la conciencia será un resultado
emergente, aunque propicia la existencia independiente de un campo de libertad. En este
ámbito debe diseñarse la acción humana, pero teniendo siempre en cuenta que no es posible
deducir una ética o una política de las ciencias naturales, pero que, sin embargo, ellas deben
ser tenidas en cuenta a la hora de encontrar el curso de acción. Nociones como estas
anteriores serán tratadas en lo que sigue para mostrar cómo pueden combinarse la forma
multimodal con la materia de la doctrina de Morin.
La metodología sistémica multimodal ofrece entonces la posibilidad de articular los
conocimientos de las diferentes dimensiones de la realidad social, a los efectos de recorrer
la intención moriniana de mantener la autonomía del pensamiento en su dimensión ética,
mientras se consideran las determinaciones naturales. Por ello para Morin la libertad está
determinada por las condiciones de su emergencia desde el campo de la naturaleza, lo cuál,
sin embargo, no debe ser interpretado como una reducción de su autonomía. Tal manera de
pensar es particularmente adecuada para su representación multimodal.

4. Edgar Morin y la Metodología Sistémica Multimodal

En lo que sigue se irá completando, muy parcialmente, la descripción del


pensamiento de Morin, a la vez que se lo va ligando a las modalidades específicas,
ilustrando de esta manera cómo pueden relacionarse ambas doctrinas. El trabajo pretende
dar lineamientos para la ubicación en el campo multimodal de las categorías específicas
con las que se puede acceder a la realidad desde el pensamiento de Morin, pero no
representa una tarea completa que pueda sustituir la familiaridad con la filosofía del ese
autor ni la necesidad de recurrir a la fuente original de sus textos para resolver una
problemática específica. Se trata sólo de mostrar una tarea de coordinación entre la doctrina
moriniana y la metadoctrina multimodal. Esta labor tendrá que ver con determinar el
número y el tipo de modalidades; con la selección del orden de las modalidades y con la
elección de las concepciones particulares para cada modalidad o entre modalidades. La
faena es posible ya que la concepción multimodal se adapta a la idea de una unidad global
constituida por elementos de interacción, siendo los aspectos modales los elementos según
los cuales se concibe la realidad social, en compatibilidad con el pensamiento de Morin.

71
La noción de emergencia, desde el punto de vista sistémico, remite a propiedades del todo que, estando
claramente manifiestas, no pueden deducirse de las propiedades de las partes. Correlativamente éstas últimas
tampoco pueden obtenerse de las emergentes.

97
Así como la complejidad es insimplificable, la MSMM la toma en cuenta y trata de abordar
el problema desde la representación multimodal de la realidad compleja.

4.1 Arreglo multimodal

Se aborda ahora el problema de la determinación del número, tipo, orden y


contenido de las modalidades. Es necesario advertir que en el dominio de la complejidad, la
identificación de epistemologías regionales es un trabajo que desborda los dichos del autor
bajo tratamiento, justamente ese es el aspecto más original y atrevido de este trabajo. Por
ello se intentará mostrar qué aspectos lógicos y metodológicos parecen más adecuados para
el tratamiento regional de cada modalidad y para el establecimiento de las relaciones
intermodales.

4.1.1 Modalidad regulativa

Esta modalidad determina las modalidades físicas, biológicas y, desde ya, todas las
superiores también, y contiene muchas singularidades propias del pensamiento moriniano.
Morin ha destacado claramente la concepción del mundo de la naturaleza en términos de
máquinas complejas, es decir de la presencia de una modalidad regulativa que determina
incluso el mundo abiótico, de allí la ubicación por debajo de dicha modalidad.
Para la modalidad regulativa Morin adopta una doctrina propia. Concibe la
capacidad de autoorganización por medio de la categoría de autos, que incluye las nociones
de autoorganización, auto-reorganización, auto-producción y auto-reproducción, de modo
que estas nociones y su articulación deberán estar entonces asociadas a los contenidos que
se dan en la presente modalidad.
Tal vez el punto de mayor trabajo se encuentra en el tratamiento de las nociones de
constreñimiento, sojuzgamiento, represión y lucha entre partes, que están presentes como
dos caras en cualquier sistema, de tal modo que una cara resulta emergente pero sólo sobre
la base de ocultar su pareja opuesta obligada que, sin embargo, es parte constituyente del
sistema. El tratamiento formal de esas nociones es el contenido de la modalidad regulativa,
que debe abordarse en el marco de la dinámica de los sistemas complejos.
Recuérdese que Morin propicia un modelo claramente relacionado con el mundo de
los sistemas de información, según el cual los seres vivos disponen, al menos, de un
protoaparato con memoria principal, centro de comunicaciones e instrucciones que hace
que la nota más distintiva de ellos sea el computar. En determinados casos la doctrina de
los sistemas viables de Beer [ 72] puede resultar adecuada para modelar esta modalidad,
como una manera de representar dicha categoría.

4.1.2 Modalidad física.

Morin toma en cuenta de manera privilegiada el mundo biológico como


determinante de las modalidades superiores. Sin embargo también reconoce que la

72
Beer, S., The viable system model: its provenance, development, methodology and pathology, en Espejo, R.,
Harnden, R. (Eds), The Viable System Model – Interpretations and applications of Stafford Beer's VSM,
Wiley, Chichester, 1989.

98
modalidad física [ 73], la esfera de la physis, obra como determinante del mundo biótico.
Morin recuerda que ya en la physis se da la dialéctica del orden y del desorden, de la
organización, de la desorganización y de la reorganización En las ciencias correspondientes
a la modalidad física no hay tantas posibilidades de adscripciones doctrinarias, al menos
comparativamente con las modalidades de la libertad, como quiera que dentro de las
ciencias naturales los paradigmas presentes llegan a serlo por su carácter superador de
cualquier paradigma anterior, de modo que la metodología de tratamiento de las cuestiones
que les competen son las propias del dominio corriente de conocimiento. Sin embargo, en
el empleo del pensamiento de Morin dentro de esta modalidad, debe aplicarse un manifiesto
énfasis en el estudio de los ciclos (del agua, del carbono, etcétera), acorde con las
posibilidades sistémicas de modelización y de interpretación. Además, el correlato de la
noción de complejidad en el sentido fisicoquímico según el pensamiento de Prigogine [ 74],
cuyos elementos formales han debido ser tratados en la modalidad regulativa, debe ser
tomado especialmente en cuenta en este aspecto modal para la descripción de esos
fenómenos.

4.1.3 Modalidad biológica.

En el plano biológico el pensamiento estará fuertemente dominado por las corrientes


más sistémicas, que consideran aspectos de movimiento complejo para la descripción de las
evoluciones poblacionales de las especies. La noción de una inteligencia más allá de un
sistema nervioso, si bien no es concebida como de carácter real, sino más bien como
“finalidad sin fin” o “como si hubiera”, ha de estar presente en estas consideraciones,
aspecto que no es problemático porque las propiedades emergentes de los sistemas cumplen
con esta noción. El rol del genos y el fenon, que representan los aspectos programáticos y
ambientales que obran sobre los seres vivos, juega un rol de gran importancia en esta
modalidad.
El bios, categoría moriniana para la descripción de los aspectos biológicos, obra en
este aspecto modal que descansa por encima de la esfera de la physis. Debido a su rol
determinante de la esfera del bios, la dialéctica del orden y del desorden propio de la physis
persiste también en el mundo biológico. De esta manera el pensamiento de la modalidad
biológica muestra claramente la determinación de las modalidades regulativa y abiótica. El
medio geofísico determina esta modalidad de modo que, junto con la biocenosis, es decir
las interacciones entre los seres vivos que pueblan todo el biotipo, desarrollan un
movimiento vital que se representa en este aspecto modal. Pero, de acuerdo a la
determinación regulativa, los seres desarrollan su vida en medio de los constreñimientos de
la modalidad abiótica, aunque la capacidad de organización supera la del mundo abiótico,
como quiere que ella también sobredetermina de una manera positiva dicha modalidad más
básica. En la biocinesis operan las relaciones que no son sólo complementarias, sino
también los antagonismos, la lucha entre las diferentes especies y las relaciones predatorias,
por ejemplo. Gran parte de estos conceptos están desarrollados en El Método II: La vida de
la vida, donde los ejemplos de asociaciones entre especies, simbiosis, biofagia, etcétera,

73
En la modalidad física se comprenden todas las ciencias de la naturaleza muerta, como la química abiótica,
la mecánica, la dinámica, etcétera.
74
ver, por ejemplo, Prigogine, I., Las Leyes del Caos, Ed. Biblioteca de Bolsillo, Barcelona, 1999.

99
ilustran las relaciones de antagonismo y de complementariedad que no sólo no se excluyen
sino que son necesarias una para la otra.

4.1.4 Modalidad de creencia

En la modalidad de creencia se reconoce que las determinaciones culturales


proporcionan un conocimiento acumulado, un lenguaje y paradigmas según los cuales se
develan diversos aspectos de la realidad, así como métodos de investigación y formas de
verificación del conocimiento. A la vez que abren a los entes al conocimiento, las
determinaciones culturales también los cierran ya que proporcionan normas, reglas,
prohibiciones, tabúes, etcétera. Conviene para ellas el análisis histórico como una manera
de buscar en el conocimiento de su génesis la manera de comprenderlos. Constituyen
encuadres cerebrales para el conocimiento que Morin denomina logiciales [ 75]. Ellos son
colecciones de principios, reglas e instrucciones que controlan las operaciones cognitivas.
Es necesario entonces la caracterización de los logiciales en la modalidad de creencia. Esta
se relaciona también con aquellos aspectos determinativos que condicionan toda la
interpretación del mundo histórico social y la selección y arreglo de información desde un
plano irracional.
Morin recurre también a la noción de noosfera [ 76] como el reino de las ideas,
siempre considerado como un emergente del mundo biológico. Dentro de la modalidad de
creencia ella es la sede de los logiciales, de un imaginario colectivo con capacidades de
producción, de reproducción y de autoorganización.

4.1.5 Modalidad psicológica

La psiquis, es, para Morin, una corriente espiritual emergente de la actividad


cerebral y la palabra es un elemento poderoso que expresa el movimiento psicológico. En
el caso particular del ser humano, la psiquis encuentra su peculiaridad en el desarrollo de su
“hipercomplejo” cerebro. Basándose en un razonamiento biologicista, comprende al
cerebro no como un centro de comando, sino más bien como una federación de regiones
cada una de las cuales dispone de autonomía. Su concepción mecanicista somete la idea del
movimiento psíquico a un resultado emergente del funcionamiento del cerebro. No obstante
no considera que sea posible desembocar directamente de la esfera neurocerebral, de la
anatomía y fisiología neuronal, de su actividad eléctrica y de la química de las sinapsis
neuronales, al campo de la psiquis y del espíritu.
Debe destacarse que, para Morin, la palabra admite una concepción ambivalente en
la que se dan, correlativamente, la capacidad de indicar y de evocar, de objetivar y
participar y de expresar la voluntad de dominación y de participación. Ella es una de las
expresiones más claras del resultado de los condicionamientos racionales e irracionales a
los que se encuentra sometido el espíritu humano. La palabra es, para Morin, el resultado de
la tensión entre el mitos y el logos, conjugación entre los aspectos irracionales y racionales.
Otros elementos que se destacan para tener en cuenta en esta modalidad son: el carácter
polisémico del lenguaje común, es decir de la posibilidad de alternar entre lo preciso y lo
vago, entre lo concreto y lo abstracto, etcétera. Como la MSMM recurre fuertemente a la

75
Morin, E., El Método V: Las ideas, ob. cit.
76
Ibídem.

100
palabra como dato para la conformación de los factores y los ítems que descansarán en cada
modalidad, un cuidadoso análisis de los aspectos psicológicos de la palabra que devele
estos roles correlativos es de radical importancia.

4.1.6 Modalidad informativa

La modalidad informativa puede centrarse en la categoría moriniana del evento,


como factor de organización y reorganización. Al estar determinado y sobredeterminado
por el resto de la estructura modal, el evento adquiere también en su visión multimodal, las
características hologramáticas que Morin reclama para él. El evento se da en lo singular y,
por su carácter hologramático, porta la totalidad de la estructura antropológica, social e
histórica en la que se manifiesta y que son partes de los procesos sociales de comunicación.
Sin embargo la comprensión del evento no se alcanza captando lo social como un sistema
en equilibrio, sino que lo irracional y lo histórico son partes inseparables del mismo. La
apuesta metodológica a lo singular es también especialmente adecuada para la
multimetodología multimodal.
El tratamiento multimodal del evento permite ser fiel a la voluntad de Morin de
privilegiar el fenómeno frente a la variable, de estudiar tanto la crisis como la regularidad
estadística. En este sentido la MSMM es muy apropiada para realizar este balance. En sus
propuestas más metodológicas [ 77] Morin destaca la importancia de evitar captar la realidad
en la medida que se la conciba sólo como un sistema equilibrado [ 78], para lo cuál la
conjugación multimodal resulta sumamente apropiada. Estando determinada por la visión
regulativa, la exégesis del evento requiere de la interpretación del marco multimodal no
sólo como un sistema en equilibrio, sino también de la consideración de las componentes
irracionales, propias de sus determinaciones creenciales, psicológicas e históricas. Esta
última, si bien no se explicita acá, puede abrirse también como una modalidad separada.
En cuanto a los detalles pertinentes a la recopilación de información, cabe revisar
los textos más metodológicos [ 79] y afirmarse en la metodología propuesta en ellos para la
observación, la entrevista y las actividades de grupos de acción, como protocolo de la
investigación-acción, ya que todas ellas se adaptan adecuadamente a la MSMM.

4.1.7 Modalidad epistémica

Para la modalidad epistémica son de gran relevancia los temas tratados en El


Método IV en torno a la noción de ideas. Ellas son entidades objetivas con ser, realidad y
autonomía.
Son parte de la dimensión noosférica, que ha sido mencionada anteriormente. Morin
propicia para las ideas un arreglo sistémico consistente en un núcleo de axiomas,
postulados y principios de organización: una constelación de conceptos. Estos arreglos
sistémicos pueden ser o bien ideas o doctrinas. En una caracterización concreta e
interesante, indica que las teorías son sistemas predominantemente abiertos de ideas, tal
como son las teorías científicas, siempre abiertas a su expansión y modificación; mientras

77
Morin, E., Sociología, Ed. Tecnos, Madrid, 1995.
78
Ibídem.
79
Ibídem.

101
que las doctrinas son sistemas predominantemente cerrados de ideas, como los sistemas
filosóficos. De allí la importancia de ellas en esta modalidad epistémica.
Las facultades superiores de la mente humana: la inteligencia, el pensamiento y la
conciencia, son estudiadas en El Método III. Ellas son, para Morin, emergencias surgidas
de miríadas de interacciones cerebrales. Pero la inteligencia, no es exclusividad del ser
humano, mientras que, en la visión de Morin, el pensamiento y la conciencia sí lo son. En
particular el pensamiento tiene la peculiaridad de autogenerarse, de producir pensamientos
sobre los pensamientos.
Al igual que en el caso del lenguaje, en el pensamiento se da la dialéctica del mitos
y del logos. No considera Morin que el mito haya sido superado ni dejado de lado por el
hombre contemporáneo, sino que el aspecto mitológico es necesario para la comprensión de
cualquier realidad, en conjunto con los aspectos más racionales del pensar.
Para esta modalidad epistémica es relevante la noción de comprensión, dividida ésta
en tres niveles: la concepción en el seno de una teoría; la que permite construir una teoría
nueva; y la concepción de la concepción, por la cuál se ponen de relieve los principios
organizadores de una teoría (nivel en el que se encuentra el presente trabajo). Morin
prefiere el método de la comprensión para la sociología, dejando de lado los modelos
explicativos deterministas, superados, indica, incluso dentro de la misma física. La
sociología de Morin apuesta a lo singular teniendo en cuenta que, sin embargo, ello no es
sino un modelo hologramático del todo y recordando que la ocurrencia de cualquier evento
individual debe interpretarse en clave de conexión, apertura y relación con la totalidad.
Aunque el desarrollo de los detalles de la comprensión como método sociológico desborda
el objetivo de este trabajo, puede decirse que la MSMM se adapta muy adecuadamente a
los objetivos de comprender, en el sentido específico indicado.
En sus textos más metodológicos [ 80] Morin afirma la relevancia de la observación,
de la entrevista, y de la participación en actividades de grupos de acción. Como parte
recurrente en su pensamiento siempre en tensión polar, reconoce la importancia de la
dialéctica entre el sistema conceptual y el fenómeno, es decir, intenta evitar una decisión
polar entre lo empírico, por un lado, y lo conceptual y lo teórico por otro, reconociendo que
se requieren ambos momentos, aspectos éstos que deberán tenerse en cuenta en esta
modalidad.

4.1.8 Modalidad social

En la modalidad social se han de comprender las interacciones entre las personas y


las instituciones que posibilitan y favorecen sus prácticas.
En la concepción de Morin el tema de las interacciones sociales se interpreta en
términos del bucle tetralógico del que participan el desorden, la organización y el orden, ya
que la interacción es inconcebible sin agitación, desorden o turbulencia, pero tiene a su vez
necesidad de principios de orden para que esté constituida. Esta visión compleja de las
interacciones sociales resulta imprescindible para la interpretación de esta modalidad.
En el campo social es importante también recordar la dialéctica de la razón y la
locura, del homo sapiens y el homo demens, de manera que incluso el orden social deba
entenderse como conseguido también a pesar o a causa del desorden y del error, que quedan
representados en la abstracción del homo demens.

80
Ibídem.

102
4.1.9 Modalidad económica

En su pensamiento sobre el desarrollo Morin ha mostrado cómo los diversos


campos del conocimiento: la economía, la medicina y la biología dirigen e incluso absorben
la política. Morin ha insistido en el rol subsidiario que debería tener la economía frente a la
política, poniendo de manifiesto el riesgo de la primacía de lo económico sobre el plano
político, ya que esto supone una limitación que impide plantear otros problemas y que ha
sido la gran falla de los tecnócratas: pretender la adaptación del hombre al progreso técnico.
Por lo tanto la nota característica de esta modalidad económica deberá ser su rol como
sobredeterminada por la modalidad política y determinada por las modalidades tratadas
anteriormente.
La abstracción multimodal puede colaborar con el tratamiento de las ideas
económicas de Morin, ya que la crítica a la primacía de los aspectos económicos sobre otras
dimensiones humanas, y el diseño de actividades tendientes a evitar esta situación, puede
tratarse de manera adecuada por medio de la MSMM. La interpretación de otras
modalidades desde el plano económico a la que Morin se refiere como
unidimensionalización, también está en concordancia con las posibilidades de tratamiento
bajo el pensamiento multimodal. Esta visión centrada en la economía adapta al hombre a la
modalidad económica, a diferencia de poner a la economía al servicio del mismo.

4.1.10 Modalidad operativa

Conviene destacar la modalidad operativa separándola de la económica, de la


manera que lo hace de Raadt [81], a diferencia de Dooyeweerd [82], quien no ha considerado
tal modalidad. En la modalidad operativa se consideran todos los aspectos que hacen a la
ejecución de tareas en el mundo de la producción, y de los servicios. Las actividades
propias de la cultura, así como las cooperativas y solidarias, no obstante, se consideran
dentro de la modalidad social.
Para encontrar lineamientos de trabajo acordes con el pensamiento moriniano dentro
de la modalidad operativa, es importante reconocer el tratamiento que él realiza dentro su
estudio de la inteligencia, donde provee pautas para el ejercicio de tareas específicas. Morin
considera a la inteligencia como una estrategia o un arte que tiene la tarea obligada de
combinar actividades muy numerosas y diversas, más allá de que algunas de ellas sean
antinómicas. Entre ellas destaca la habilidad de jerarquizar lo importante y lo secundario, la
concepción de la retroacción en bucles donde están representados los medios y los fines, el
empleo del azar como una manera de hacer descubrimientos, la habilidad de reconocer lo
nuevo más allá de los esquemas conocidos de interpretación de la realidad y la
planificación en términos de escenarios que asocien lo inevitable y lo deseable.

81
de Raadt, J.D.R., Redesign and Management of Communities in Crisis, Universal Publishers, EE UU,
2000.
82
Dooyeweerd, H., A New Critique of Theoretical Thought, Edwin Mellen Press, EE UU, 1997.

103
4.1.11 Modalidad política

De la misma manera que lo hace de Raadt se incorpora acá la modalidad política


como una esfera particular de la acción humana diferente de la que se da en la modalidad
operativa y en la social. La acción política concreta se debe diseñar en términos, lo mismo
que la acción práctica, de un programa y una estrategia que tenga en cuenta la complejidad
y la incertidumbre, considerando principios y finalidades. En Tierra y Patria propone
algunos lineamientos generales sobre la base de: aprender lo inmediato o el presente,
obedecer a normas en el plazo medio, trabajar por lo asociativo y a apuntar a la
universalidad.
Conviene recordar que, para Morin, la ciencia compleja que es necesaria para llevar
adelante la acción, debe poder establecer una comunicación entre la ética y la política,
mostrando la relación entre estas dos modalidades. Debido a ello se escoge la ubicación de
la modalidad política como sobredeterminada por la modalidad ética.

4.1.12 Modalidad ética

Morin dará privilegio a la noción de vida, entendida ella como un valor que debe
resultar organizativo de toda la complejidad. En su visión biológica de la estructura de la
vida, Morin indica que si bien la física ha logrado desprenderse de la teleología, no
obstante, la biología la recupera: en efecto, no es posible conocer el funcionamiento celular
sin considerar a la célula como una máquina viva que persigue metas u objetivos. De allí
que se introduzcan en la biología conceptos tales como código, programas, comunicación,
traducción, control, inhibición y realimentación. Encaminándose hacia la realización de la
vida como valor, la noción biológica debe ser desdoblada en el vivir para sí y el vivir para
la especie, y ha de tenerse en cuenta la incertidumbre; de allí que Morin haga uso bastante
intenso de los “bucles” realimentados para representar estas situaciones de desdoblamiento:
querer, vivir, sobrevivir, dar vida, ayudar a los demás, gozar, querer, están todos en mutua
relación. Esta estructura biológica se traslada al plano axiológico como un marco de
relación entre el autos, categoría con la que representa la autonomía humana y el oikos que
encarna el medio social. Por ello la acción que tienda a privilegiar el valor vida se funda en
un cuádruple ethos: uno egocéntrico, uno genocéntrico y uno sociocéntrico al que se añade
uno antropocéntrico, en el que ha de haber un reconocimiento mutuo de uno en el otro y del
otro en uno, una conciencia de humanidad más allá de lo individual.
Morin se anima a enunciar una serie de principios éticos acordes con las
determinaciones indicadas anteriormente: mantener la autonomía del espíritu, ser justos y
veraces, salvaguardar la integridad, corregir las derivas, no ser poseídos por lo que
poseemos, capitalizar nuestras experiencias, tratar de ser cada vez mejor [ 83]. Morin acepta
la noción de una conciencia moral de la cual ha de provenir la protección contra la
manipulación y el sojuzgamiento.
Su ética está centrada en la preservación de la vida, en la pervivencia, preferencia en
virtud de la cual se ve compelido a intentar recuperar una identidad fraterna para la
humanidad. En la prosecución de ese camino ilustra lo que entiende como limitaciones de
los pensamientos marxista, freudiano, totalitarista y otros, exhibiendo cómo responden a
pensamientos simples, no complejos.

83
Morin, E., El Método II, La Vida de la Vida, ob. cit.

104
El problema ético, como no podría ser de otra manera, está planteado desde la
temática de la acción, que para Morin, tiene que ver con apostar, es decir a obrar en
presencia de incertidumbre. Considera, en El Método II: La vida de la vida, que sólo se
pueden encontrar las respuestas en conjunto con la ciencia, ya que, a su juicio, no puede
desgajarse el pensamiento antropológico de las determinaciones de vida, es decir no puede
llevarse al margen del homo bios. Pero esto no significa que pueda deducirse una ética a
partir de la ciencia, ni tampoco una política a partir de la ética, sino que la modalidad ética
guarda su autonomía. La metodología multimodal colabora en la representación de esa
independencia, sometida a las determinaciones de las demás esferas modales.
La adopción de una ética cristina resulta compatible con las ideas de Morin, más
allá de tener que dejar de lado ciertas concepciones materiales propias de su pensamiento.

4.2 La viabilidad

En el lenguaje de Morin la noción de idea faro [ 84] es relevante a los efectos de


orientar el curso de la acción. Entre las ideas faro sitúa en una situación de privilegio a la
supervivencia de la humanidad, junto con la prosecución de la hominización, entendida
esta como la creación de las condiciones que permitan superar la impotencia colectiva de
los hombres para convertirse en humanidad. Si se ha de adoptar el pensamiento de Morin
para conseguir la viabilidad, recuérdese que las acciones concretas se deben tomar en
relación con las instituciones que obran sobre cada modo, y la viabilidad debe ser el
resultado emergente de todo el complejo. Debido a las peculiaridades de la noción de
emergencia, la identificación de las actividades que deben promocionarse para lograrlas no
son menores. De allí que convenga tomar algunas de ellas como parte del modo ético de tal
manera que el resultado emergente adquiera las notas peculiares de estas ideas. Sobre ellas
Morin provee algunas concreciones: propicia dejar de lado la noción de los Estados-
Nación, que resultan, según su visión, demasiado pequeños para poder tomar el tipo de
decisiones que el mundo contemporáneo necesita, propiciando en cambio un Estado
planetario, en el que la humanidad se encuentre en unidad.
La caracterización multimodal del pensamiento moriniano contribuye entonces a
asegurar la supervivencia de la humanidad, concebida esta en términos de todas las
modalidades, desde las abióticas y biológicas hasta los aspectos más propios de la libertad.
Los valores individuales y colectivos que se deben plasmar para lograr la viabilidad
también son compatibles con una ética cristiana.

5. Conclusiones

Las ciencias de la administración requieren cada vez más de la incorporación de


corrientes de pensamiento que permitan colaborar con la gestión de sistemas complejos. Si
bien la noción de complejidad se suele usar en términos vulgares para representar
situaciones que se encuentran afectadas por una gran cantidad de factores, muchos de los
cuales no parecen ser fáciles de comprender, o presentan un alto grado de incertidumbre,
esta noción también se corresponde con estudios delicados y cuidadosos como el que ha
ofrecido Edgar Morin al campo del pensamiento. Sin embargo su aplicación a situaciones
concretas requiere de algunos aspectos metodológicos específicos, así como de la

84
Morin. E., Tierra Patria, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 2004.

105
posibilidad de una exégesis que colabore con la puesta en relación de la multiplicidad de
categorías que obran en la descripción del mundo de Morin.
El pensamiento sistémico multimodal ofrece la ayuda necesaria en proveer una
metametodología que puede adaptarse a diversas doctrinas específicas. No podría realizar
esto sin tener sus propias concepciones de base, que se destacan en este trabajo desde el
punto de vista formal, dejando el punto de vista material para ser completado con doctrinas
específicas.
Desde el punto de vista de la aplicación, la misma puede llevarse a cabo según los
lineamientos generales establecidos en otros trabajos anteriores [ 85].na comprensión cabal
de lo expuesto en este trabajo requiere familiaridad con los trabajos [2] a [5] de la
bibliografía, donde quedan expuestos los aspectos más prácticos de la aplicación de la
MSMM.
Se espera que esta contribución pueda colaborar con la aplicación de la doctrina de
Morin para la solución de problemas específicos en el campo de la gestión de sistemas
complejos y plurales.

6. Bibliografía

1- Beer, S., The viable system model: its provenance, development, methodology and
pathology, en Espejo, R., Harnden, R. (Eds), The Viable System Model – Interpretations and
applications of Stafford Beer's VSM, Wiley, Chichester, 1989.

2- Casiello, F. A., Diseño Sistémico de Políticas de Alcance Social, resúmenes de la JAIIO


33, Córdoba, Sep. 2004.

3- Casiello, F. A., Pensamiento Sistémico Multimodal, Bases Teóricas y Aplicaciones,


Anuario de la Facultad de Ciencias Económicas del Rosario, Universidad Católica Argentina,
Dic. 2005.

4- De Raadt, J.R., Redesign and Management of Communities in Crisis, Universal Publishers,


New York, 2000.

5- Dooyeweerd, H., A New Critique of Theoretical Thought, Edwin Mellen Press, EE UU,
1997.

6- Morin, E., Ciencia con conciencia, Barcelona, Anthropos, 1984.

7- Morin, E., El cine o el hombre imaginario, Ed. Paidos.

8- Morin, E., El Método I. La naturaleza de la naturaleza, Ed. Cátedra, 1981.

9- Morin, E., El Método II. Vida de la vida, Madrid, Cátedra, 1983.

10- Morin, E., El Método III. Conocimiento del conocimiento, Madrid, Cátedra, 1988.

85
Casiello, F. A., Pensamiento Sistémico Multimodal, Bases Teóricas y Aplicaciones ob. cit.

106

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