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Por Selecciones.com
3. Encontrá un equilibrio
A veces pareciera que nuestra cultura ha empezado a ver la necesidad de dormir como un
signo de debilidad. Los hombres y las mujeres modernos cada vez lo creen más.
Pero el organismo fue programado genéticamente para pasar un tercio de su vida dormido, y
para dormir en ciclos específicos de sueño ligero, sueño profundo y sueño con actividad
cerebral.
Cada ciclo toma 90 minutos, y cada uno de ellos tiene una función específica que afecta el
pensamiento, la memoria, el crecimiento, el sistema inmunológico e incluso el peso. Tratar de
incluir algo tan importante en una hora aquí y otra allá, simplemente no funciona.
Tomate 10 minutos todas las mañananas para sentarte, cerrar los ojos y dar gracias por cada
una de las bendiciones de la vida. Nombrá cada una y mantenela en tus pensamientos. La
sensación de gratitud que experimentarás fijará un tono de serenidad para el resto del día, y
reducirá la producción de hormonas del estrés que pueden provocar insomnio esa noche.
3. Encontrá un equilibrio
Estudios realizados en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) revelaron que las
mujeres que tienen amistades saludables y relaciones interactivas con sus hijos duermen
mejor. Estos estudios, conocidos como “cuidar y entablar amistades”, dirigidos por Shelley
Taylor, investigadora de la UCLA, indican que cuando las mujeres están estresadas suelen
dirigirse a sus hijos y buscar a otras mujeres, lo cual probablemente es un antiguo mecanismo
de supervivencia que les permitió unirse para protegerse ellas mismas y a sus familias.
Los estudios muestran que cuando esto sucede, aumenta el nivel de oxitocina en las mujeres,
una sustancia química que bloquea el cortisol (principal desencadenante de estrés en el
organismo), y esto les permite estar más tranquilas que sus contrapartes masculinas.
“Los asuntos de la mente y el cuerpo realmente ayudan a conciliar el sueño”, dice Belleruth
Naparstek, terapeuta de Cleveland. Las imágenes seducen al cerebro para ver y pensar en
otras cosas, en tanto que el tono de la voz, el ritmo, la música y las imágenes persuaden a la
parte acelerada del sistema nervioso de que es tiempo de relajarse. Las imágenes bloquean
la adrenalina que te tiene muy alterada para dormir, y envían algunas hormonas
tranquilizantes al sistema nervioso.
Cada vez que empezás a pensar en cuentas por pagar, trabajo o los hijos, desconectás tu
cerebro y te enfocás en algo menos estimulante, dice el doctor Moline, investigador del sueño.
Algunas mujeres oran. Otras meditan. Unas más sueñan con lo que van a plantar en su jardín
la próxima primavera. Siempre y cuando no te cause preocupación, podrás conciliar el sueño
rápidamente.