¿Quién es Dios en realidad?

Índice
Introducción
Su existencia
Su nombre
Su Revelación
Su naturaleza
Atributos morales y naturales
¿Qué más nos dice la Biblia acerca de Dios?
¿Qué espera Dios de nosotros?
Recursos adicionales sobre este tema

Introducción
Aproximadamente un 58% de los ciudadanos alemanes creen en Dios. Pero ciertamente existen
muchas maneras diferentes de imaginarse a Dios: panteísmo (Sistema de quienes creen que la
totalidad del universo es el único Dios), hinduismo (Denominación más usual actualmente de la
religión predominante en la India, procedente del vedismo y brahmanismo antiguos), politeísmo
(Doctrina de los que creen en la existencia de muchos dioses), islamismo (Conjunto de dogmas y
preceptos morales que constituyen la religión de Mahoma), etc... Muchos hombres y mujeres
están buscando a Dios, de maneras muy diferentes: en la naturaleza, en la historia, en la filosofía,
en la religión, etc. (Isaías 45:18-24).

Su existencia
La Biblia no trata de probarla, sino que la da por hecha. Si es Dios, no puede ser demostrado,
existe por sí mismo (Éxodo 3:14). Origen y vida en sí mismo.

Su nombre
En el lenguaje bíblico, el nombre es mucho más que el vocablo que se emplea para llamar o
designar una persona: es más bien la persona misma, que se hace presente y se revela dando a
conocer su nombre. Por eso, pedirle a una persona que diga su nombre es pedirle que dé a
conocer su naturaleza y su identidad; y bendecir, invocar o conocer el nombre del Señor es
bendecirlo, invocarlo y conocerlo a él mismo, y no solamente a la palabra con que se lo nombra.
(Salmos 8:1, 1 Timoteo 6:1)

En las citas bíblicas que se mencionan a continuación, en la versión Reina-Valera, con Jehová se
designa el nombre propio del Dios de Israel, que en hebreo se escribe con las cuatro consonantes
YHWH (de aquí añadiendo las vocales correspondientes, resulta la forma YAHWEH, transcrita
habitualmente como Yahvé). Hacia el siglo IV a.C. los judíos dejaron de pronunciar este nombre
divino y decían en su lugar Adonai (el Señor). Esto hizo que la versión griega del Antiguo
Testamento utilizara la palabra Kyrios (el Señor) en lugar de Yahvé. El texto hebreo pone las
vocales de Adonai (el Señor) allí donde se encuentra el nombre YHWH, y esta combinación ha
dado origen a la forma Jehová. (Éxodo 3:13-15, Éxodo 20:7, Isaías 42:8, Mateo 6:9, Juan 17:12)

Su revelación
Revelación versus agnosticismo
La visión bíblica de Dios está más cerca del agnosticismo de lo que cabría pensar, porque en
realidad es imposible conocer lo absoluto, a menos que lo absoluto (Dios) quiera darse a
conocer. Podemos conocer a Dios solo porque Él ha querido revelarse y esto lo ha hecho de
varias maneras:

Por la creación (Salmos 19:1, Romanos 1:20)

Por la Biblia (2 Timoteo 3:16, Colosenses 1:15)
Por Jesucristo (Juan 1:14, Juan 1:18, Juan 14:9)
Por el Espíritu Santo (Efesios 3:5, 2 Pedro 1:21)
En la conciencia (Salmos 16:7)
En la historia personal de cada uno de los que han creido en Él (Salmos 107:1-3). Se recomienda
leer este Salmo entero y meditarlo.

Su naturaleza
Es Espíritu: naturaleza espiritual vs. Material (Juan 4:24)
Es Persona viviente: Juan 5:26
Es supremo (Isaías 45:5-6)
Es inmortal (1 Timoteo 1:17)
Es infinito (1 Reyes 8:27)
Es absoluto, no depende de nada ni nadie = único.
Es uno: (Deuteronomio 6:4, Santiago 2:19).

Atributos morales y naturales

Incomunicables
Es inmutable (Génesis 21:33)
Es soberano (el único realmente libre, Salmos 115:3, Salmos 135:6, Isaías 46:10)
Es omnipotente (Jeremías 32:17-18, Mateo 19:26)
Es omnisciente (1 Juan 3:20, Hebreos 4:13)
Es omnipresente (Jeremías 23:24, Salmos 139:7-12)

Comunicables o morales
Es santo (Éxodo 15:11, 1 Pedro 1:16, Isaías 6:1-5)
Es justo (Salmos 145:17, Salmos 50:6)
Es veraz (Juan 17:3, Juan 17:17)
Es amor (1 Juan 4:8,16, Juan 3:16, Romanos 5:8, 1 Juan 4:7-10)
Es misericordioso y clemente (Salmos 103:8)
Es salvador (Éxodo 20:2, Lucas 19:10)
Es fiel a su pacto (Deuteronomio 7:9)
Estas definiciones nos dan pistas acerca de quién es Dios, pero saber cosas acerca de una persona
no es lo mismo que conocerla. El énfasis bíblico no es el conocer mucho acerca de Dios, sino
conocerle a Él (Jeremías 9:23-24, Juan 17:3), es decir establecer una relación con Él.
Aquí no se agotan sus atributos, ya que es un Dios único, infinito e incomprensible en su
totalidad para nuestra mente finita. Dependemos pues de un Dios perfecto a quien tenderemos la
obligación de dar cuenta. (Romanos 14:12).

¿Qué más nos dice la Biblia acerca de Dios?

Es Creador y sustentador de lo Creado.

Todo lo que existe, existe porque Él quiso que existiera y porque Él lo mantiene. Apocalipsis
4:11

Es Señor de la Historia.
Nada ocurre en la Historia de los hombres que escape a su control. Toda la Historia está
controlada por Él y se dirige al momento en el que Él dará fin a todas las cosas tal como las
conocemos. (Daniel 4:34,35)

Es el fin de la humanidad.
Él mismo es el fin hacia el que se dirige la humanidad. (1Corintios 15:24-28). ¿Qué queda por
decir? "Prepárate para venir al encuentro de tu Dios" (Amos 4:12). Ya que todos tenemos que
venir ante Él.

Es el Juez ante quien tenemos que dar cuenta.

Nada de lo que hacemos aquí es intranscendente, sin importancia, todos los hombres y mujeres
van a rendir cuentas ante Dios. Esto da un sentido muy grande a nuestra existencia. El universo
no es moralmente indiferente. El juicio de Dios pende sobre todas las acciones de los hombres.
Hechos 17:30,31; Romanos 2:16; Mateo 12:36,37; Apocalipsis 14:7; Apocalipsis 15:3,4;
Apocalipsis 22:12.

Él mismo es el Redentor.
Ya que nadie puede cumplir con las exigencias del juicio de Dios por sí mismo, Dios mismo se
ha ofrecido a rescatar a los hombres. Esto se cumple en aquellos que creen en Él, los que aceptan
su ofrecimiento de Salvación. Romanos 5:8-10; Juan 3:16-21; Apocalipsis 5:9-10. Jesucristo es
quien resume en sí mismo esta intervención pasada, presente y futura de Dios en la historia de
los hombres. De Él trata el siguiente tema. Este podría ser nuestro resumen de lo que acabamos
de decir en este apartado: Apocalipsis 1:17-18.

¿Qué espera Dios de nosotros?

Que nos dirijamos a Él (Isaías 45:22)

Que lo adoremos (Salmos 95:6)

Que practiquemos la justicia (Miqueas 6:8), la misericordia y la verdad.

En definitiva, amor a Dios y al prójimo, dos realidades inseparables. (Mateo 22:36-40). Para
Jesús estos dos mandamientos son el resumen perfecto de toda la revelación de Dios (la ley y los
profetas).

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