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Transformando la apatía en determinación, mi victoria laboral

Frente a un edificio llamado Entel, en el último año de la universidad


comenzó mi proceso de transformación laboral. Pasaba de vez en vez
diciendo “voy a entrar allí”, “allí será mi primer trabajo”, “no se como voy
a entrar pero de seguro voy a entrar”. Así eran mis pensamientos. Había
decidido entrar y romper mis límites. Aunque lo que acabo de decir dicta
mucho optimismo en realidad mi vida cotidiana no era nada parecido. Era
una persona de baja autoestima y pocos logros personales. Lleno de
complejos, imitaba compartimientos de lo que siempre salían bien, pero
no entendía porque seguía sufriendo. Era ciego de corazón como para ver
que actuaba siempre con aptitud arrogante y otras veces vivía como en la
selva “sobrevive el más fuerte”. Aunque esta era mi realidad,
constantemente en mi vida existían muchas dudas como: ¿Lo que hacia
era correcto o no era correcto? ¿Cuál es el objetivo de vivir? ¿Aceptar o no
lo que vivía? ¿Mi destino esta escrito o en realidad yo lo estoy
escribiendo? Tenia todo pero yo no lo veía. No sabía hacia donde me
dirigía. Estaba a merced de las circunstancias. En una noche Julio de 2003,
no dormí discutiendo con mi pareja. Era un infierno. Mis padres sufrían
por verme como estaba. En la mañana siguiente, me encontré con alguien,
le comente sobre mi situación, me escucho atentamente y empezó a
hablarme de Nam miojo renge kio, sentía que había encontrado algo que
siempre había buscado. Por esa mañana se me olvidaron todos mis
problemas, sentía que había encontrado una brújula para vivir. Al día
siguiente, le dije “ya comprendí, todo lo que desee solo debo construirlo
con mis manos”. Así pues comencé a asistir a las actividades de la SGIV.
Estaba ansioso de todo. Un día me dijeron “importante tener siempre
metas para ver por ti mismo los resultados del budismo”. Entonces
recordé aquel edificio llamado ENTEL, empecé a cantar daimoku por
entrar allí y le manifesté mi meta a quien me hablo del Budismo, resulto
que el había trabajado allí y que su novia aun estaba allí. Ore y actué
cuanto pude hasta que entre para mis pasantias, que luego terminaría
haciendo mi tesis y posteriormente mi primer trabajo después de
graduado. Siempre recuerdo lo logre, entre al edificio donde quería
trabajar. Estaba muy contento.

Un día hable con una persona del grupo y le conté sobre mis logros y me
dijo claramente: “esas metas cualquiera las puede lograr y que para eso
no necesitaba practicar, que era hora de plantearme metas de fe e ir mas
allá” Al escuchar esto, se activo mi arrogancia y pensé no necesito venir
mas ya lo tenia todo y me fui. Ocho meses después, sentía que todo se
escapaba de mis manos. Empecé a buscar trabajo y era difícil. Recordé
que cantando NMRK podía lograr todo lo que quería, al poco tiempo las
ofertas llovían por todos lados y, a las dos semanas donde me postulaban
me llamaban y termine negociando mi nuevo trabajo. Me pagarían cuatro
veces más lo que ganaba en ese momento, pensé nunca podría lograr algo
así. Mi arrogancia no dejo de aparecer y apenas logre todo deje de
practicar. Así pase dos años, cegado enfrentaba una vida reactivo llenos
de miedos y de dudas. En junio del 2006 decidí acercarme a quien me
hablo de la práctica, con la intención de que me ayudara conseguir otro
trabajo pero todo me condujo a practicar. Esta vez, comprendí lo que
alguna vez me hizo huir, las metas de fe, estas me permiten pulir más las
cualidades como ser humano como perseverar, para construir una vida de
logros tras logros para expandir la vida y para desarrollar una convicción
donde nada es imposible y de felicidad absoluta. Allí estaba, viviendo un
presente, donde escribía bases sólidas para un futuro firme. Este ha sido
mi mayor beneficio. Empecé a poner al día todos mis asuntos. Fortalecí los
tres pilares del Budismo, participe en la Soka Gakkai donde consigo aliento
en el estudio de los escritos de Nicheren Daishonin, en las orientaciones
de Daisaku Ikeda y en el apoyo constante de los miembros de la SGI.
Cambie y sigo cambiando mi corazón. Estoy agradecido con todo y todos.

Poco meses de retomar la practica decidí mejorar mi situación laboral,


entregado a lo mundano no veía como poder estudiar además como
ganaba tanto dinero no pensaba en mi desarrollo, así pues cuando decidí
cambiar de trabajo capte que tenia solo el titulo de T. S. U. y no había
estudiado más. No hice curso después de graduarme, confiado en que soy
autodidacta pase a ser negligente. Como no tenia mas curso pensé me
negarían las ofertas. Trace muchos planes, y los iniciaba pero no entendía
por que fallaba. La lucha para vencer mis tendencias fue tan fuerte que
pase como un mes queriendo renunciar a cada hora además cada viernes
tenia un problema que salía estresado. A pesar de esto me decía, un
devoto del Sutra del loto no debe fracasar, un devoto debe vencer pase lo
que pase, pues como dice el Gosho “nunca he escuchado de un invierno
que no se convierta en primavera, así un devoto nunca ha dejado de
alcanzar la budeidad” con esto me alentaba y resistía sabia que todo
cambiaria. Enfrentaba la flojera pues tendía a abandonar todo a la mitad.
Un viernes decidí romper estas limitantes. Escuchaba de grandes logros de
otros compañeros, y me dije no importa si no he estudiado yo voy a
contactar un trabajo donde no deje ganar lo que gano, con características
muy precisas. Y así, rompí los esquemas y salio una oferta en CANTV con
estas características pero sucedió que no me llamaron. Reflexione mucho
y seguí luchando haciendo mucho Daimoku, participando en la Gakkai y
llevando todo a mi campo de acción mi familia, mi trabajo y mi relación de
pareja. Al tiempo en mi trabajo, todo cambio y empecé a percibir las
características que buscaba, sin embargo, aun sentía que tenia que
desarrollarme más. Yo seguí perseverando, en medio de la práctica de
Daimoku, la revolución humana y la propagación. Sobre este punto me
permitía mas acelerar mi vida.

Un día la perseverancia y la determinación era mi desayuno. Me di cuenta


que la practica sincera y constante es sumamente importante, pues de allí
reflejaba mi compromiso con mi vida. He conocido de personas que con
tan solo, veinte minutos diarios logran resultados asombrosos, otras se
plantean, retos de Daimoku de horas diarias y también logran resultados
pero en ambos casos se que dan el máximo de sus esfuerzos hasta que
concretan incluso en el momento crucial de lograr la victoria porque
perseveraban. Retándome a realizar tres horas diarias aun trabajando en
Caracas lo hice con la convicción de que si me deficiencia se reflejaba en
mis resultados, igualmente, un gran esfuerzo se iba a reflejar un gran
resultado. Decidido a triunfar y a vencer mi tendencia, la respuesta a esto
me salio una oferta en donde me buscaban por mis valores humanos mas
que por mis estudios. Sin embargo al poco tiempo se derrumbo, entonaba
Daimoku al Gogonzon interior para liberarme de ese sufrimiento. Quería
transformar mi karma y contactar algo diferente de mi entorno. Así pues,
pasaban los días y yo sin resultados concretos. En todo ese tiempo,
practicaba incesantemente. Sabía que a través de la práctica para mí y de
practicar para apoyar a otros ser absolutamente felices, me liberarían del
sufrimiento, crecería humanamente y en consecuencia de una profunda
transformación interna palpar mi budeidad tendría como beneficio mi
meta.

Esta lucha que llevaba ya cerca de un año, empezó a dar frutos.


Finalmente apareció una propuesta concreta. Había decidido irme.
Extrañamente, empecé a ver todos lo cambios, y de que en ningún
momento había falla en el trabajo, ni con nadie. Todo era falla de mi
apatía, que constamente me decían pero que no veía por mi mismo. Casi
quería quedarme, pero ya había tomado la decisión de irme. Fiel a ello,
aun allí empezaron a aparecer más y más ofertas. Una mejor que la otra. Y
ahora el problema era elegir la mejor. Esto era difícil pues más que un
trabajo nuevo, era manifestar mi budeidad y mantener consistencia desde
mi interior y mi entorno. Hasta ese momento muchas pruebas se
manifestaban para dudar. Todo se resumía a vencer o fracasar. Justo el día
que renuncie, me llamaron del otro trabajo cancelando la propuesta. Allí
estaba sin trabajo pero con una firme convicción. Mi impresión era que a
pesar de todo esa locura de un día con trabajo y al otro día no tener nada,
mi interior no se veía afectado. Estaba construyendo seguridad, pureza y
una fortaleza indestructible a la realidad. A dos semanas sin empleo, me
determine y puse a prueba todo. Todos los días me llamaban de empresas
distintas, y todos los días aparecía una oferta mejor sin yo aplicar y para
todas yo era el hombre indicado. Lo extraño, era que no me llamaban
más. Recuerdo un día mi antiguo jefe me llamaba, hablamos y todo se
torno que me estaban esperando para volver si no tenía empleo en otro
sitio. Yo no quería volver, pero comprendí que la falla no era el trabajo.
Aun así me desafié a ofertarme a ganar 50% más. Finalmente decidí
regresar, estaba tan seguro que aposte a que toda esa negociación se
haría sin yo hablar nada. Determinado así sucedió, lo que yo pedía por
reingresar era imposible que me lo pagaran, pero sin darme cuenta había
roto con limitaciones internas y por ende mi entorno era más amplio, todo
fue natural, me pagaron más de lo que plantee en la meta y los beneficios
laborales abundaban. Esa semana regrese al mismo, puesto con la misma
clave y mismo carnet y los mismos compañeros. Dispuesto a seguir
cumpliendo misión y de ser vivo ejemplo del poder del Gohonzon. Estaba
tan agradecido con todo y todos, pues eran la función externa que
llevaban a retarme a transformar mi vida. El beneficio en si, no fue un
mejor trabajo con un mejor salario, o con mejores circunstancia. El
beneficio fue desarrollar una firmeza inamovible, de vivir basado en el
Sutra del Loto y de una renovada determinación y pasión por la lucha del
Kosen Rufu en el mundo. Era esto no era el final de una meta, sino el
comienzo de una misión; seguir transformando el mundo, ofrendando mi
vida a través de logro de mis sueños.

Muchas gracias por toda su atención, hasta una nueva oportunidad,

SGIV - Julio Quintana – Responsable de grupo DJM – Miembro de Grupo


de Capacitación Guardianes de la Paz
Un corazon que canta de alegria

En una época tenía una casa vieja y grande que había sido dividida en
cinco apartamentos. Yo vivía en uno  y los demás estaban alquilados. Los
alquileres apenas  alcanzaban para cubrir los gastos, así que si alguien no
pagaba me las tenía que ingeniar para pagar las facturas como pudiera.
Una de mis determinaciones era que no  cortasen los servicios.
Mac, un inquilino grande y ruidoso  (tenía un viejo Chevi con el silenciador
averiado) me debía cuatro meses y hacía algunos meses que no lo veía.
Estaba en quiebra  y  recibí un aviso de corte de  electricidad si no pagaba
al día siguiente  
Como no sabia qué hacer, me remití a las “Orientaciones diarias” y leí: "Si
usted invoca [Nam-mioho-rengue-kio (Daimoku)] con la resolución de  que
su corazón cante con alegría, sus problemas se derretirán como el roció
con el sol de la mañana." 
Me senté a cantar con esta determinación, pero lo que tenía en mente
era  "la única manera de que mi corazón cante de alegría es que supere
mis dificultades,  no al revés." De todas maneras seguí. ¿Qué más podía
hacer? No me importaba que me tomara semanas, meses o años, no me
iba a dar por vencido hasta que mi corazón cantase de alegría.
Después de 45 minutos de entonar daimoku totalmente enfocado en mi
meta, comencé a invocar por la protección de mi gato albino. Casi me di
una bofetada ¿Cómo podía perder  la concentración?, era importante que
hiciera daimoku  seriamente,  no tenía tiempo para frivolidades.
En ese momento escuché el estruendo de un tubo de escape como el del
Chevy.  Mi corazón comenzó a cantar de alegría pues Mac no  iba a
aparecer  si no pensara pagarme el alquiler. 
Luego escuche a Mac subir torpemente las escaleras y llamar mi
puerta. Cuando le abrí me tiró un fajo de billetes que se sacó del bolsillo
de la camisa diciendo: "Disculpa que me haya atrasado en los pagos. Y
encima, casi atropello a ese gato estúpido tuyo que confundí con una
bolsa blanca en medio de la calle"
Los Cazadores de Pescado

Los Cazadores de Pescado


por Rosana Liera
Aunque crecí en Italia y soy hija de italianos, nací en Argentina
durante la dictadura. A los veinte años rompí con mis padres por la
violencia familiar y la falta de respeto a mi persona como artista y
como mujer. Por poner un ejemplo, mis padres no incentivaban mi
pasión artística al punto de no dejarme pintar, aludiendo que nunca
me ganaría la vida con mi arte. Incluso, aseguraban que las mujeres
no eran inteligentes ni para conducir un coche.
En vista de mi gran sufrimiento y buscando una vida mejor, decidí
viajar por diferentes ciudades de Europa. A la par que enfrentaba la
realidad y buscaba la manera de ganarme la vida,  ahogaba mi
sueño de ser yo misma y de poner en uso mis habilidades artísticas.
Entre un empleo y otro, trataba de liberarme de mi infelicidad
trabajando como voluntaria en una organización dedicada a plantar
árboles en África. Pero nada podía llenar mi vacío. La primera vez
que pronuncié " Nam Mioho Rengue Kio" (Daimoku) fue con una
amiga en Italia, pero no llegue a entonarlo, tan sólo lo repetí
algunas veces.
En octubre de 1999 decidí escuchar mi corazón y luchar por mi
sueño. Para mi esta era la última posibilidad de encontrar una
escuela en cualquier parte del mundo que me ofreciera una
oportunidad. Finalmente me gané una beca para estudiar cine de
animación en Francia.
Y fue en Francia donde comencé a entonar daimoku día y noche
frente a mi soledad y a las toneladas de dificultades que atravesaba.
En aquel entonces no sabía nada de la práctica, de la filosofía
budista, ni de la Soka Gakkai Internacional (SGI); así que pasé diez
meses solucionando problemas completamente sola a fuerza de
daimoku.
En agosto del 2000 regrese a Italia a buscar a la amiga que me
había enseñado Nam Mioho Renge Kio para decirle que quería ser
budista. Quería cantar por el resto de mi vida y quería preguntarle
lo que necesitaba para recibir el Gohonzon. Quería saber dónde
podía "comprar" uno.
Ella sonrió y me presento a la organización, y fue así como comencé
a practicar en Italia el 22 de agosto del 2000 y en dos días aprendí 
a recitar el Sutra (Gongyo) tal y como lo hago hoy.
En octubre del mismo año volví a Francia donde contacté a un
grupo budista. En aquel entonces en Francia no se podía recibir
Gohonzon sin tener al menos nueve meses de práctica correcta,
pero mi determinación y mi fe eran tan fuertes que rompieron las
reglas y el 10 de diciembre recibí Gohonzon después de dos meses
de practicar en la Soka Gakkai de Francia (SGF).
Yo sabía que el Gohonzon era parte de mi vida tanto como lo era el
aire que necesitaba para respirar. Esta es sin duda la razón por la
qué Nichiren inscribió el Gohonzon para nosotros.
Por primera vez tenía la oportunidad de realizar mi sueño, pero el
sufrimiento de siempre en lo profundo de mi vida no me dejaba
abrazar esta posibilidad. Mi mejor amiga y orientadora de Kansas
me decía para animarme: "Elegimos el lugar donde nacemos, a
nuestros padres, y los sufrimientos que tenemos a fin de mejorar
nuestra vida en esta existencia. Ya tienes todo lo que necesitas para
ser feliz."
En realidad no entendía,  pero como confiaba en ella entonaba
daimoku para poder captar la verdadera razón de mi
sufrimiento…"Una mente nublada por las ilusiones que se originan
en la oscuridad fundamental de la vida es como un espejo sin brillo,
pero cuando se pule, se vuelve claro y refleja la naturaleza esencial
de todos los fenómenos y el verdadero aspecto de la realidad." (del
Gosho "Sobre el Logro de Budeidad en esta Existencia"; Escrituras
del Nichiren Daishonin, volumen 1, p. 4). Finalmente, entendí
profundamente todo lo que había vivido desde el momento de mi
nacimiento. ¡Todo estaba claro, tenia que usar mi experiencia de
vida y mi sufrimiento para hacer una película!
¿En que consistía mi sufrimiento?
De niña me impactaron profundamente todas las formas de
violencia del ser humano; sobre todo las de Hiroshima, el
Holocausto y la dictadura Argentina. Además me afectaba
negativamente mi situación de eterna extranjera, siempre de un
país a otro. No podía apreciar que en realidad era una ciudadana del
mundo conocedora de otras culturas y capaz de hablar cinco
idiomas.
¿Cómo superar mi sufrimiento?
Me inspire en una orientación del presidente Ikeda que
recomendaba usar la propia capacidad artística para mejorase a uno
mismo y al mundo. Y fue así como en octubre del 2000, al ritmo de
un poderoso DAIMOKU, comencé a pintar y filmar diariamente
dibujos animados. Llamé a Italia desde Francia y le hice shakubuku
a mis padres. ¡Esta vez me apoyaron! (Recuerdo el disgusto de mi
padre al no tener más razones para pelear. ¡Ahora tenía que
acostumbrarse a mantener un diálogo pacifico conmigo!)
Paralelamente se manifestó mi karma negativo con los hombres. El
músico que supuestamente debía crear la música de mi película (un
tipo bastante famoso por cierto) se negó a verme y decidió no
continuar en el proyecto, después de tres meses de intenso trabajo.
Una noticia terrible si tienes tres días para finalizar una película y un
productor pidiendo que la entregues.
Tenia que tomar una decisión. Entoné daimoku y encontré un
estudio de grabación y una joven talentosa entusiasmada con la
idea de trabajar en mi proyecto. Al día siguiente escribí la música y
grabamos la percusión y las voces. El resultado fue extraordinario,
la música salió magnífica y logré terminar la película en julio del
2001, justo a tiempo para la proyección.
La película se llama "The Fish Hunters" (los Cazadores de Pescado)
-- Es una metáfora que expresa lo inútil de la guerra. ¿Hay algo más
absurdo que buscar peces en el desierto, o pedirle a la gente pobre
que de más y más?
Uso la película como puente de acercamiento y para entablar
diálogos con la gente. Me han invitado a muchos festivales y
conferencias para presentar la película y hablar sobre los procesos
de paz. El film se ha exhibido por todo el mundo: Brasil, Teherán,
Moscú, EE.UU. y Asia y ha ganado premios en Canadá, Inglaterra, e
Italia. 
Pero el logro más sorprendente fue el premio que ganó como
"nuevo talento en la animación" en Hiroshima el 22 de agosto del
2002, segundo aniversario de practicar con la SGI.
El presidente Ikeda tiene razón: podemos alcanzar el corazón de
muchas personas a través de un diálogo sincero. Francamente no
esperaba ganar premios o recibir ningún dinero por mi trabajo, sólo
quería pronunciarme contra la violencia.
Hoy mi película está en la filmoteca de Hiroshima y pertenece a la
colección de arte animado de mayor prestigio del Japón. Además, se
la considera un documento artístico de acción contra la violencia.
Con este cortometraje de seis minutos agradezco, desde el fondo de
mi corazón, a mi maestro Daisaku Ikeda por el intenso e incansable
trabajo de diálogo de toda su vida para propiciar la felicidad  y la
paz.
¡Gracias a la Soka Gakkai Internacional, sin su continuo apoyo no
hubiera sido capaz de darme cuenta de que podía ganarme la vida
con mi corazón!
Para terminar mi experiencia, me gustaría compartir con ustedes
unas palabras de estímulo del presidente Ikeda:
"El éxito no consiste en acumular más de esto o de lo otro. No se
mide en cantidades, significa cambiar la calidad de nuestra vida. La
riqueza, el poder, la fama y el conocimiento por si solos no pueden
hacerle feliz, no importa cuánto se posea. Tampoco podrá llevárselo
consigo cuando muera. Sin embargo, al mejorar la calidad de su
vida se habrá acercado finalmente a la verdadera felicidad."

(Traducida y editada por Maria Serrano-López y Angie Caperos)


Extraído del sitio Gakkai Experiences Online

El edificio que se ve desde los


aviones
Extraído del sitio Gakkai Experiences Online Traducción: S. Oyola

Cuando no tengan muchas ganas de realizar gongyo o daimoku,


suban al tren verde en Tokyo que circula el centro y busquen el
edificio Sunshine (Sol Radiante) cerca de la estación K. Fue
construído por alguien que no se salteó el gongyo y daimoku
durante 30 años.
Había una vez un hombre quien estaba completamente mal y
resolvió que iba a suicidarse. Estaba endeudado hasta las orejas,
su esposa estaba ciega y su niño tenía problemas. Pero antes de
morir, él quería tener como su última cena su plato favorito — un
guiso de vegetales llamado “oden”.
Mientras estaba caminando por el centro, en las sombras de la
noche, buscando un sitio donde vendieran guiso, él vio el
resplandor de unos faroles en una esquina. Había un montón de
gente amontonada. ¡Ah, un restaurante de guisos!  pensó deleitado
y caminó vigorosamente hacia la luz.
Una vez que entró, empujó y se hizo un lugar entre la
muchedumbre hasta que se dio cuenta que había cometido un
error. Era una disertación. Y ya no podía salir. Cuando le preguntó a
la persona que tenía al lado, le dijo que el disertante era el señor
Toda. 
Después de escuchar la disertación le preguntó al señor Toda, “si
este Nam-myoho-renge-kyo es tan poderoso, ¿se resolverán mis
problemas financieros? ¿Mi esposa podrá ver? ¿Se resolverán los
problemas de mi hijo?
A esto el señor Toda le respondió: “ ¡No sea ridículo! Si  todo esto
se tratara de cosas tan insignificantes como esas, yo no estaría
haciendo esto. Sus problemas financieros se resolverán! Su esposa
podrá ver! Y los problemas de su hijo se resolverán! No sólo eso,
usted se convertirá en un hombre rico! Usted construirá un edificio
que podrá verse desde los aviones! Haga el gongyo de la mañana y
de la noche y cante daimoku todos los días.”
No porque el hombre creía en algo de eso, sino porque fue movido
por la poderosa convicción que el señor Toda tenía, él comenzó a
practicar. Aunque fue muy difícil al principio, él, lleno de fe, siguió
las instrucciones del presidente Toda. No falló en el gongyo. Hizo el
gongyo de la mañana y de la noche y cantó una hora y media de
daimoku todos los días.
Bastante seguro, los resultados comenzaron a suceder. Resolvió
sus problemas financieros. Su esposa recobró la visión. Su hijo ya
no tuvo problemas. El hombre se convirtió en vicepresidente de la
empresa en la que trabajaba aunque no estaba tan “bien educado”
(académicamente) como el resto de sus pares. Se hizo rico. Su hijo
se convirtió en un activo miembro de la división de jóvenes. Las
cosas excedieron sus expectativas.
Cuando cumplió sus 30 años de práctica, él fue visto parado en la
cima de un edificio, murmurando entre lágrimas. El hombre estaba
parado en la cima de un rascacielos que él había construido.
Decía...” Todo se convirtió en realidad! Este edificio se ve desde los
aviones! Después de 30 años....Gracias Sensei. Gracias Soka
Gakkai!”

Algunos años después el hombre murió en sus 80 años, dejando un


legado de práctica consistente. Pero antes de hacerlo, él muchas
veces señalaba el rascacielo y decía: “¡Esto prueba el poder del
daimoku! Estoy aquí para probarlo. Entonces, por favor hagan el
gongyo de la mañana y de la noche y canten daimoku."
Entonces, cuando no tengan ganas de hacer el gongyo y cantar
daimoku, miren el edificio Sol Radiante. Todavía está allí.
(Este edificio está situado en Tokyo, en la cuidad de Ikebukuro, y
todavía es uno de los más altos edificios en Japón. Es muy
conocido y famoso. Tiene de todo: oficinas, restaurants, tiendas de
negocios y hasta un acuario. El edificio Sol Radiante fue construído
en el sitio donde antes estaba la prisión de Suginamo, donde una
vez estuvieron presos los señores Makiguchi y Toda.)  
Visualizacion energizada por un
mantra
Visualización energizada por un mantra -- La oración como
solemne promesa
Por Charles Atkins

No hay nada que pueda poner en tela de juicio a la prueba real. En


1987 superé un cáncer avanzado con la energía de la fe, oración y
un excelente tratamiento médico. Orar es hacer una solemne
promesa. Enfrentando los estragos del cáncer, su tratamiento y a mi
propia muerte, prometí ante el Gohonzon que si sobrevivía contaría
mi historia por todo lo ancho y largo de nuestro mundo en pro del
kosen-rufu (Paz Mundial). Tomé la resolución de que compartiría la
grandeza de Nam-mioho-rengue-kio (Daimoku) con los enfermos y
con los que sufren, para darles esperanza. En mayo del 2002,
después de 14 años de intenso esfuerzo, mi libro se publicó con el
título de "Sanación budista moderna".
El camino que recorrí desde mi recuperación hasta lograr que me
publicaran fue arduo y plagado de dolorosos obstáculos. Desde que
el cáncer remitió, personas con cánceres incurables, diabetes,
cardiopatías, SIDA, y enfermedades mentales han buscado mí
consejo para superar sus padecimientos. Lo que yo sabía de
medicina alopática o de terapias alternativas era apenas nada -Lo
que sí conocía era del poder absoluto del daimoku y una técnica de
visualización reforzada con un mantra que utilicé en mi sanación y
que fue divulgada por el vice presidente de la Soka Gakkai
Internacional (SGI) Takehisa Tsuji. El método consistía en entonar
daimoku imaginándo los siete caracteres de Nam-mioho-rengue-kio
sobre el cuerpo, en perfecta correspondencia con el esquema de los
chakras del hinduismo y del budismo tántrico. Comencé a enseñar a
otros a entonar de esa manera para combatir la enfermedad y
paralelamente comenzó mi formación en medicina psicosomática.
Mis grandes maestros eran la oración, la fe, el Gohonzon, el Sutra
del Loto, el Gosho, las publicaciones de SGI-USA, la invencible
relación de maestro-discípulo con el presidente Ikeda, y en especial,
la gente que sufría.
La idea del libro surgió en 1995 cuando dos miembros pioneros de
la SGI, Bill y Carolyn Thompson de Connecticut me buscaron para
ayudar a un pariente suyo con linfoma. Esto hizo que me retara a
escribir mi primer borrador. Pasé varios meses investigando,
escribiendo, y entonando el máximo daimoku que podía. Escribir el
libro terminó por ser lo más fácil, lo difícil llegó a la hora de
comercializarlo. El primer año, tras contactar a un agente literario y
revisar el original, recibí el rechazo de casi 200 editoriales. Mi
agente y yo nos separamos, volví a revisar mi trabajo y me asocié
con un agente especialista en el mercado asiático. Presentó mi libro
a cientos de editoriales asiáticas sin ningún resultado. De nuevo, sin
agente volví a revisar mi libro.
Durante la escritura y el proceso de marketing aparecieron, uno tras
otro, desalentadores y dolorosos obstáculos que competían por
interferir en la concreción de mi meta y ponían a prueba mi fe
constantemente. Como ser humano, me sentía desalentado por la
larga lista de fracasos y empecé a dudar de mi mismo. ¿A quién le
iba a interesar un libro sobre sanación escrito por alguien sin apenas
formación? La idea era absurda. No era ni médico ni erudito y toda
mi educación superior consistía en el entrenamiento intensivo que
recibí sobre el budismo de Nichiren Daishonin en la división juvenil
de la SGI-USA. No obstante, ese mismo entrenamiento básico en la
fe me llevó una vez más a entonar abundante daimoku al Gohonzon
.
En 1995, me enteré de que la SGI-USA iba a participar en una
conferencia interreligiosa en la Universidad DePaul de Chicago. Les
propuse a mis encargados de Chicago escribir un ensayo sobre
sanación budista para presentarlo en la conferencia. Oré ante el
Gohonzon para poder absorber todo que leía y para contactar el
depósito ilimitado de conocimiento que está dentro del ser humano.
Cuando me puse a trabajar, la escritura del ensayo fluía como un río
caudaloso. La víspera de la presentación de mi ensayo mi padre
murió de un ataque al corazón. Era un Sansho-shima (gran
obstáculo) para frustrar mis esfuerzos. Gracias a la sabiduría y la
fortaleza de la cantidad de daimoku entonado, inmediatamente me
di cuenta de la importancia de mi misión.
Con renovada determinación, revisé el manuscrito otra vez,
compaginando el ensayo académico con mi experiencia personal.
Después de mucho orar, decidí elegir un solo editor a quien
enviárselo. Además contravine deliberadamente todas las reglas de
la industria editorial. Si anteriormente enviaba capítulos-muestra a
doble espacio en papel de alta calidad, con cartas de presentación
meticulosamente elaboradas y el franqueo de reenvió incluido, esta
vez mandé el libro completo, con margen simple línea, en papel
barato escrito por ambas caras y con una escueta carta de
presentación. La idea era que si el libro no le interesaba a nadie,
ahorraba dinero para publicarlo yo mismo.
Poco después de enviar el manuscrito, supe que mi hermano se
estaba muriendo. Un año más tarde murió mi madre. Había orado
para que ellos me vieran triunfar como escritor, así que estaba
desolado. Para colmo, mi matrimonio se desmoronó. Pensé que me
iba a volver loco, pero continué recurriendo al Gohonzon. Casi dos
años después de la muerte de mi madre el editor me hizo una
oferta. Ahí comenzó un verdadero trabajo de investigación y revisión
del manuscrito que duró 15 meses. Después de terminar de escribir
la segunda versión, según las indicaciones de mi editora, recibí la
noticia de la muerte de ésta.

Valerie Cooper, la protegida de mi editora, se hizo cargo del


proyecto. Desde el principio establecimos una conexión maravillosa.
Me impresionó mucho su entendimiento del budismo y del mensaje
que yo quería transmitir. Sus recomendaciones transformaron mí
manuscrito en un libro de gran calidad y valor para ayudar a los que
más lo necesitaban. Valerie sugirió un subtítulo que considero
exponente de la ley mística : "Estrategia espiritual para transformar
el dolor, la enfermedad y la muerte."

Ahora, surgen -como respondiendo al daimoku que entoné durante


tanto tiempo- personas de todo el mundo dispuestas a defender la
causa de la sanación budista moderna. Son personas por quienes he
orado y que me han ayudado en el pasado. Ahora mi oración
consiste en utilizar mi libro para sembrar la preciosa semilla de
Nam-mioho-rengue-kio en la vida de 100 millones de personas en
pro del kosen-rufu y para erradicar el sufrimiento.
Mi Experiencia
 
"Un viaje de mil millas comienza con un solo paso. Lo mismo cabe decir de
nuestro viaje por la vida, nuestro periplo hacia la felicidad y travesía hacia
el Kosen- Rufu. Es importante dar un paso hoy y arremeter hacia adelante.
Si tenemos la determinación de avanzar, pase lo que pase la victoria
estará esperándonos   al final del camino"
 
Mi nombre es Yosmir Gil, de Venezuela. Con unos padres maravillosos,
rodeada de mucho amor, un hogar constituido como pocos, con amor,
valores y buena fortuna.
Conocí a la persona que me condujo a la religión Budista hace tiempo,
aunque nunca hablamos de ella, sé que a mi madre sí le llegó a platicar del
budismo, el cual ella nunca practicó.

Al pasar los años, mi madre falleció.  Por casualidad, o mejor por


"causalidad", me volví a topar con la Sra. Agueda Moran, gran persona,
para mí una gran Budista, con una fe inquebrantable,   lo mejor de lo
mejor. Hablándome de la práctica, en esos días en que ella se iba del país
hacia Canadá, durante el poco tiempo que estuve a su lado me llevó al han
"Norte" y al han "Los Cerezos", conocí a  la Sra. Petra Pérez y al Sr.
Mauricio Pérez, ambos dirigentes del distrito Barquisimeto.

Comencé a asistir a las reuniones aunque sin objetivos, pero algo me hacía
ir. A los 5 años de práctica, con apoyo de María Antonieta Muhaman recibí
Gohonzon, el 27 de julio del 2003;   para ese momento, estaba deseosa de
recibir mi Gohonzon,  luego de tanta paciencia.
A los 15 días de recibir Gohonzon descubrieron mi enfermedad, la cual era
de resolución a través de la cirugía. Conseguí el dinero prestado. La
operación fue un éxito.

En ese momento la Sra. Marlí de Castro me apoyó con su daimoku y su


presencia, la cual agradezco todo el tiempo; de parte de mi familia,
agradezco a mis tías que fueron el soporte en esos duros momentos, a mi
primo o mejor dicho mi hermano Federman Salas, que ha sido también
padre para mis hijos, gracias por el apoyo brindado por todos.
A mi hermanito David Quintero mexicano  japonés , como él se hace
llamar  "el buda mexicano":  gracias por el apoyo con su daimoku por mi
salud , por estar siempre pendiente de mí a pesar de los miles de
kilómetros que nos separan, gracias David , Takako y Solcito .

Al Sr. Néstor Moreno Gonzalez, de Panamá, con sus sabios consejos, sus
oportunas intervenciones en mi vida, y el  daimoku por mi
restablecimiento.
A los 3 meses de operada,  ya en franca recuperación, vuelvo a estar
enferma de apendicitis. Voy al médico, una bella persona, el Dr. Giovanni
Bellio, el cual me trató como un verdadero Buda, las consultas ni me las
cobraba, qué beneficio! Nos dijo a las tres (ya que siempre andaba con mi
hija y mi tía) que no me podía operar ya que la anterior cirugía era muy
reciente y tenía mucha infección, me mandó un tratamiento muy fuerte
por vía intravenosa, me ponía muy mal cuando la solución entraba en mi
cuerpo, vomitaba y me sentía como yéndome del cuerpo, casi me
desmayo, era horrible. Oré al Gohonzon, aunque muy desanimada y
todavía sin dinero. A todas estas, pensaba que no podía hacer nada, ni
siquiera la limpieza cotidiana del hogar, que entonces debía ser realizada
por mis hijos.

Seguí orando al Gohonzon para poder vender mi casa, en la cual viví con
mis padres. Llevaba un año deshabitada, me sentía sin salida, seguí
asistiendo a las reuniones,  me iba en ruta por lo general, algunas veces
con la Sra. Liliana de La Cruz, ya que estamos en el mismo han.

El 13 de Marzo del 2004 me decidí a operarme, ya tenía 6 meses con mi


apendicitis, gracias a que se formó un plastrón alrededor del apéndice.
Ya recuperada de esta nueva  operación me sentía peor, sin resolver mi
situación económica, en esos días iba caminando hasta el han, no podía
pagar ruta, iba caminando hasta allá. Un lunes, cuando cruzaba la calle,
me llevó un carro por delante. Afortunadamente no pasó de unos
moretones, cuando me levanté del pavimento no sabía si devolverme a mi
apartamento o ir a la reunión, porque me sentía muy mal anímicamente.
Fue como un detonante para mí, saqué coraje y decidí ir por todo el
camino, canté daimoku con voz quebrada, se me hacía un nudo en la
garganta. Pero en un momento me prometí que pronto volvería   a las
reuniones no caminando por no poder pagar una ruta, sino en un
automóvil nuevo  y oré con mucha determinación.
A los pocos días llegó a mis manos el Seikyo del mes de Abril y leí la
experiencia de Kayo Enamoto de Japón sobre la grandeza del daimoku, la
cual me terminó de impulsar a lograr mi gran meta, que era vender mi
casa, leí por todo lo que ella pasó y fue mi norte lograr cambiar sólo
cantando daimoku, al haber cantado 2 millones logre la opción compra-
venta.
Me compré mi carro, para asistir a las reuniones y para el Kosen Rufu,
pagué mis deudas y ví mi oración contestada, el proceso no  fue nada fácil,
diría que desesperante. ¿Cuántas veces invocamos sin convicción?
Aceptar es fácil, mantener es difícil. Pero la budeidad yace en continuar en
la fe… (Gosho "La dificultad de mantener la fe").

¿He cambiado? Sí, para poder seguir en esta  revolución humana nuestro
interior sufre transformaciones, todas ellas en positivo, porque nos da el
tino para ser cada día mejores seres humanos. Así que todos los miembros
de esta maravillosa organización cada día debemos pulir nuestro espejo,
no es que no sigamos enfrentando obstáculos, sino que vamos en ese
aprendizaje de una vida mejor, trabajando por el kosen rufu por que otras
personas sean felices y alcancen sus metas. Cómo llena ver y apoyar con el
corazón a otras personas   verlos lograr sus objetivos.  Invito a todos los
que somos Bodhisattvas de la tierra a seguir con esta lucha hermosa de
compartir esta religión, hacer shakubuku, sean cuales fueren las
circunstancias que se nos presentaran no lo duden, oremos para que
seamos como la arena del mar y pronto hacia el Cabildo Barquisimeto, por
lo cual hago mías estas palabras del presidente Toda :
"Yo me comprometo a realizar el kosen rufu. El león no busca compañía,
tengo que convertirme en un león del kosen rufu. Es el trabajo del león,
cuando uno decide luchar solo, otros lo siguen sin falta".
 
 Gracias Jennifer por permitirme apoyarte en tu recuperación, a la Sra.
Petra   con sus logros obtenidos recientemente.
 
A la Sra. Ofelia por los sabios consejos, a la Sra. Dagmar, Rosario, Zuly ,
Angelita, Rebeca por sus ocurrencias, cariñosamente, Panakire, Mercedes
gracias por las veces que fuiste a mi   apartamento, Zoltan , Mary Olga
cariñosamente mi Coronela .

Agradezco a Sandra Lasser que me volvió hacer shakubuku mi madrina, a


LIZZIE  Elizabeth  Ryske,  con quien he mantenido mensajes lindos no solo
de budismo, a Cristina de Chile, Jorge Salguero de Argentina, Jessi che piba
linda, Alvaro de Uruguay,  que vive en Boston.
Al Sr. Arlex Castro gracias por apoyarme y escribirme ese gosho tan lindo
con tanta fuerza. A todos!
Me despido de ustedes con este poema del presidente Ikeda, mi Sensei
 

                     Tú posees
Un sueño tuyo y sólo tuyo
Tú eres dueño
De un tesoro que nadie más
Posee
Tienes una misión
Que solo a ti te pertenece
¡Por ende,
Tuya es la llave para abrir
Los misterios y las maravillas de la vida!
JAVA Una Experiencia que tumba
esquemas
Por Emile Svitzer
(Utilizado con permiso del autor)
Traducción de David Silva de SGIV
Tomado por Ricardo Del Río de la comunidad de MSN de SGI Soka Gakkai
Groups

Mientras estaba haciendo gonguio y entonando daimoku esta


mañana, de pronto me encontré a mi mismo orando por las
personas de los países del sur de Asia que habían sufrido con la
reciente devastación. Aún cuando estaba preocupado por todas las
vidas en aquel lugar, no podía evitar pensar en una persona en
particular: un miembro de la División de Caballeros de la India
llamado Java.

Conocí a Java en una conferencia de la División de Caballeros en el


Centro Cultural de la Naturaleza de Florida (FNCC por sus siglas en
inglés) en agosto del 2003. El encuentro con Java y lo que
compartió conmigo ha impactado profundamente mi vida, así como
la de otros con quienes he compartido la experiencia de haberlo
conocido.

El primer día de la conferencia, noté que algunos caballeros, quizás


menos extrovertidos que los demás, se sentaban solos a la hora de
las comidas. Tomé la determinación de que en cada comida
buscaría a uno de estos caballeros para sentarme con el y escuchar
su historia. En la siguiente comida, ubiqué a un caballero indio
oriental de cierta edad, que daba la impresión de tener sesenta y
tantos años de edad, que estaba sentado solo en una mesa, así
que fui y me presenté. Nunca olvidaré la forma en que se iluminó su
cara de emoción mientras yo me presentaba y le pedía permiso
para unírmele.

Luego de decirme su nombre completo, el cual traté


infructuosamente de pronunciar, él misericordiosamente me dijo que
todos lo llamaban simplemente Java y que vivía en la India. Cuando
le expresé que me impresionaba mucho que hubiese viajado tanto
para asistir a la conferencia, Java confesó que en realidad cuando
escuchó sobre la conferencia se encontraba en el Estado de
Washington y había decidido venir.
Había ido allí a visitar a un miembro que estaba enfrentando un
obstáculo y necesitaba aliento. De alguna manera, yo estaba aún
más impresionado por este hecho que por la idea de que hubiese
viajado desde la India para la conferencia del FNCC y así se lo dije.
Entonces fue cuando se rió de mí (en un modo muy agradable) y
me contó sobre su primera experiencia de haberse encontrado con
el presidente Ikeda.

Al comienzo de su práctica, unos treinta años antes, Java viajó al


Japón, donde tuvo la gran fortuna de recibir orientación personal del
presidente Ikeda. En aquel entonces, Java era muy pobre y había
gastado sus últimos ahorros en el viaje. Consecuentemente, de
inmediato comenzó a quejarse con el presidente Ikeda diciendo que
su terrible karma de pobreza era el gran problema de su vida que él
quería superar.

Sentándose junto a él, el presidente Ikeda dijo: “De manera que


usted quiere mucho dinero, ¿no?

“Si”, contestó Java.

“Y si lo obtiene, ¿Qué hará con todo ese dinero?”

Desde luego que Java tenía una larga lista de cosas que pretendía
hacer con el dinero, pero percatándose que la pregunta del
presidente Ikeda era más profunda, decidió no responder
inmediatamente. Sensei continuó hablando: “Java, puedes pedirme
un cuchillo, y puede ser que yo te lo dé. Pero, ¿Qué harás con él?
¿Lo utilizarás para hacerle daño a alguien…o a ti mismo? ¿O lo
utilizarás para tallar una imagen del Buda a partir de un simple
pedazo de madera?

“Desde la perspectiva budista, todo en la vida tiene dos propósitos,


su propósito básico y su propósito verdadero.

”El propósito básico de este edificio en el que estamos sentados


ahora, por ejemplo, es el de protegerme del sol y la lluvia mientras
estoy sentado aquí. Pero el propósito verdadero del edificio es el de
protegerme del sol y la lluvia mientras estoy sentado aquí… para
alentar a una persona.

“El propósito básico de un carro es permitirnos viajar una larga


distancia. Pero el propósito verdadero del carro es permitirnos viajar
una larga distancia…para alentar a una persona.

“El propósito básico de poseer dinero es comprar la gasolina para


echarle al carro, y así poder viajar una larga distancia. Pero el
propósito verdadero de poseer dinero es comprar la gasolina para
echarle al carro, y así poder viajar una larga distancia… para alentar
a una persona.

“¿Por qué razón oramos cada mañana, durante el gonguio, por la


protección de los dioses budistas? Oramos por la protección de los
dioses budistas para poder estar seguros mientras manejamos
nuestro carro y viajamos una larga distancia…para alentar a una
persona.

”Si posees algo, como un carro, pero no haces que cumpla su


propósito verdadero, entonces bien podrías botarlo. Pero si oras por
tus deseos con una determinación sincera de que cumplan su
propósito verdadero, entonces siempre tendrás lo que necesites.”

Caray.

Java me dijo que regresó a casa desde Japón con los esquemas
rotos, y con una nueva determinación. A partir de ese momento,
comenzó a entontar daimoku basándose en esta nueva perspectiva
budista, tal como le indicó el presidente Ikeda. Al poco tiempo, su
hijo logró un éxito y riqueza extremos en sus negocios y retiró a
Java del trabajo. Java nunca ha tenido que preocuparse por el
dinero desde entonces. Su hijo le provee de todo el dinero que
necesita para poder ir a cualquier lugar del mundo, en cualquier
momento…para alentar a una persona. Es lo que estaba haciendo
en el Estado de Washington en ese momento.

Durante la comida, Java continuo compartiendo otras orientaciones


que había recibido de sensei, pero para entonces a mí también se
me habían roto todos mis esquemas como para poder absorberlas
todas. Desafortunadamente, ese fue el único momento que tuve
para dialogar en privado con Java en el FNCC, ya que yo estaba
decidido a cumplir mi plan de sentarme con alguien nuevo en cada
comida. De modo que fui diciéndole a todo el mundo que si tenían
la oportunidad de hablar con este compañero, Java, que lo
buscasen…”les romperá los esquemas”. A partir de entonces,
durante las comidas, había siempre un gentío en la mesa de Java y
todo lo que alcanzábamos a hacer era saludarnos desde la
distancia.

Desde esa conferencia en el FNCC, he compartido la historia de


Java con docenas de personas en varias reuniones, con la
esperanza de alentar al menos a una persona. Decidí que durante
el 2005, haría mía la determinación de Java, poniendo en práctica la
profunda orientación del presidente Ikeda en mis oraciones y
acciones.

La orientación diaria del presidente Ikeda (Para Hoy y Mañana,


diciembre 29) dice: “¿Quién es realmente grande? Espero que
puedan desarrollar la habilidad de discernir la verdadera grandeza
humana. Una gran persona es aquella que forja la unidad entre los
seres humanos mediante el diálogo sincero, armado con una
profunda filosofía, con sus pies firmemente plantados sobre la tierra.
Una persona de grandeza es aquella que vive entre la gente y se
gana su respeto inamovible. La caprichosa popularidad y las modas
pasajeras son sólo cosas ilusorias.”

Cuando leí esto, pensé de Nuevo en Java. Lamento que no


hayamos intercambiado direcciones de correo electrónico. Si
cualquier persona que llegue a leer esto sabe cómo contactarlo, por
favor avíseme. Me gustaría saber que se encuentra bien. Estoy
orando por ello. Y si se encuentra bien, entonces ya sé
exactamente lo que debe estar haciendo.
Experiencia Judith Penuela
Buenas tardes a todas y todos. Feliz Año 2006!
Soy Judith Peñuela y estoy practicando este maravilloso budismo
desde el 21de junio del pasado año!. Me siento inmensamente feliz
en compartir con ustedes mi VICTORIA de haberme liberado del
pequeño infierno en que vivía.

La Navidad del año 2004 fue muy amarga para todos en mi hogar y
más para mi por sentirme frustrada como madre, como abuela y …
como suegra, porqué no? Estaba pasando en ese momento por una
gran tristeza afectiva debido a que las relaciones con uno de mis
hijos y su esposa estaban sumamente distantes y frías llegando a
ser hasta irreverentes. Era mi primera experiencia como abuela y no
podía ni siquiera disfrutar de mi nieto. Me sentía censurada, sin la
capacidad de comunicarme, me sentía despreciada, aislada, ajena
e ignorada. Era una situación en la que solo tenia la ilusión de que
dándole tiempo al tiempo podría mejorar. Esta situación familiar tan
dolorosa me llevo a tomar la decisión de distanciarme, pues era la
única manera, en ese momento, de no enfrentar ese sufrimiento.
Fue entonces cuando mi hija Fesita que es miembro de la Soka
Gakkai en San Francisco, California me habló de esta práctica. Me
contó su experiencia de cómo ella había comenzado a invocar Nam
Myoho Renge Kyo.

Mi hija me dio las luces básicas del Budismo de Nichiren Daishonin,


me contó muchos testimonios admirables y me dijo que estaba
orando por la felicidad de nuestra familia, es decir: su padre, sus
hermanos y yo, de manera que yo estaba realmente sorprendida -
asombrada y con una curiosidad inmensa. Al sentir que yo estaba
interesada y que rápidamente había aprendido a recitar Nam Myoho
Renge Kyo, me envió el teléfono y la dirección de la Soka Gakkai
Internacional aquí en Caracas.
Una de las cosas que me contó Fesita, y que me impactó mucho
fue sobre los beneficios que se obtienen a través de nuestra
práctica y que afecta positivamente a nuestros parientes de 7
generaciones anteriores y de 7 posteriores. Motivada por mi gran
tristeza familiar, decidí unirme a distancia, con mi hija para orar -
orar y orar con la esperanza y plena confianza de sanar y
transformar esa situación, recordando las palabras del Presidente
Ikeda donde menciona que “la oración limpia el corazón …” y
también menciona que:
“si uno cambia cambian los demás, si cambian los demás cambia el
corazón, si cambia el corazón de uno cambia la palabra, si cambia
la palabra cambia la postura de uno, si cambia la postura de uno
cambia el ambiente, si cambia el ambiente CAMBIA LA VIDA
COTIDIANA” .

Efectivamente la situación comenzó a mejorar muy rápidamente. Yo


decidi recibir Gohonzon y qué maravilla que cuando me visitaron en
mi casa Shoko, Esperanza y Gisela, para formalizar mi ingreso a la
organización llegaron por sorpresa mi hijo, su esposa y su bebe y
se mostraron bien cordiales y conversadores… aún sin saber de
que se trataba todo eso, porque como no teníamos comunicación
alguna, ellos estaban como en la luna… y yo estaba
emocionadísima por el momento que estaba viviendo.
El 11 de diciembre, fecha inolvidable, recibí mi Gohonzon. Cuando
fueron a casa a entronizarlo, también llegaron de visita mis hijos y
mi nieto, presenciaron con atención y respeto la instalación y
cuando empezamos a hacer daimoku mi nuera se quedó con
nosotras muy interesada en conocer sobre la practica y en voz baja
cantó y cantó y siguió en silencio el Gonguio… yo me sentía en ese
momento tan y tan feliz y tan agradecida que no lograba
concentrarme en la lectura del Gonguio, porque mis ojos también
celebraban con alguna lagrimita… que yo trataba de dominar…
Gracias a mi práctica y dedicación se modificó esa inmensa pena, y
una gran muestra de la transformación es ESTA Navidad, que ha
sido de compartir, de alegrías, de risas, de llanto positivo y hasta de
ocuparse en darme regalos sorpresa y con lindos detalles,
pensando solo en agradarme y en demostrarnos mutuamente
nuestro amor.

Tengo la determinación de desarrollar mucha fe, coraje, convicción


y confianza para construir un hogar ejemplar a través de mi propia
felicidad, nuestra felicidad y la felicidad de todo mi entorno.
Me siento privilegiada y muy emocionada de que hoy, el primer día
del primer mes del 2006, tenga la oportunidad de comenzarlo
compartiendo con ustedes mi victoria, y determinación a tener
sucesivas victorias para el 2007. Quiero manifestar mi
agradecimiento mas sincero y mi mas profunda alabanza a Nichiren
Daishonin por habernos legado este maravilloso budismo, a sus
sucesores por haberlo internacionalizado, a Fesita mi hija por
haberme iniciado en esta maravillosa práctica y a los miembros de
la Soka Gakkai Internacional de Venezuela quienes con su apoyo,
ejemplo, sabiduría, dedicación, humildad y sencillez me invitan a
cultivar esa convicción, ese coraje y esa esperanza de llegar a ser
también una persona felizmente dedicada a propagar la Ley.
Para cerrar quisiera compartir una cita del presidente Ikeda:
“La oración es el coraje de perseverar. Es el esfuerzo para superar
nuestra propia debilidad y falta de confianza en nosotros mismos.
Es el acto de imprimir en las meras profundidades de nuestro ser la
convicción de que podemos cambiar la situación sin fallar. La
oración es la manera de superar cualquier miedo. Es la forma de
hacer desaparecer el sufrimiento, la forma de encender una
antorcha de esperanza. Es la revolución que escribe de nuevo el
escenario de nuestro destino.”
Gracias por escucharme y de corazón les deseo mucha felicidad en
este año nuevo.
Caracas,
Experiencia Mi Crecimiento
Experiencia de la responsable de grupo Los Dos Caminos. SGIV. Contada
en Gonguio de Año Nuevo

Hola Buenas tardes una vez mas feliz ano nuevo! Muchísimas
gracias por su asistencia en este día tan maravilloso!....mi nombre
es Ana Patricia Castro, tengo dos hijos y he sido invitada a contar
algunas de nuestras victorias!

Antes de conocer el budismo de Nichiren Daishonin yo era una


persona con muchos temores. Venia atravesando una serie de
problemas sentimentales y emocionales que afectaba mi núcleo
familiar. Al mismo tiempo tambien ERA una mujer muy estricta y
muy inflexible en mi vida y con mis seres queridos. Esta intolerancia
me hacia tomar determinaciones drásticas que constantemente me
llevaban al sufrimiento... en esa época decidí divorciarme y tome las
riendas de mi hogar, de guiar con principio y valores mi vida y la de
mis hijos.

Hace cinco años conocí la práctica a través de la Sra. Luz Marina, a


quien deseo manifestar mi respeto y mi agradecimiento... Fue a
partir de allí que mi vida cambio. Lo primero que hice fue orar por mi
felicidad y por mi armonía interna. Me dije vamos a ver que tal esta
practica que me promete ser feliz en esta existencia.
En realidad se quedo grabado en mi piel y en mis células NAM
MIOJO RENGUE KIO... fue una conexión inmediata, mi vida hizo
click...me tomo un tiempo entender de cómo debía orar pero
después entendí que nam miojo rengue kio era el agua que
calmaba mi sed... y dije es esto lo que yo tanto buscaba..y lo
encontré.
Empecé a orar porque yo también quería tener mi propio Gojonzon
en mi hogar y el 12 de octubre del 2002 lo recibí felizmente. Seguí
cantando sin decir nada a nadie. Sin pensar mis hijos me
observaban y veían como cambiaba mi vida día a día, lo notaban
los vecinos y también mis amigos...Yo seguía convencida cien por
ciento del poder del Gohonzon. También oraba para que mis hijos
se acercaran a esta práctica. Ellos por su propia decisión y sin
decirles nada un día se sentaron a cantar conmigo frente al
gojonzon.
En ese momento sentí una gran felicidad. Hoy día también son
miembros de la soka gakkai internacional de Venezuela y ahora
somos tres los que oramos en casa... Juntos nos fijamos metas,
una de ellas ha sido la felicidad de las personas que nos rodean y la
nuestra y yo siento que hemos construido bases sólidas, donde
escuchar y dialogar son nuestros principales instrumentos para
acercarnos entre nosotros y con los demás. Otra meta fue comprar
un apartamento con determinadas características...nos sentamos
con determinación y agradecimiento frente al gojonzon... Para lograr
esta meta yo cantaba en la cocina...lavando....en mi trabajo.. en mi
carro.. cualquier lugar y momento era bueno para orar con
agradecimiento y mucha fe,... estaba feliz y no cantaba sola,...
éramos tres, mis hijos yo.
Me involucre en las actividades gakkai. Ore cualquier cantidad de
horas con confianza, determinación y sin angustia con el profundo
deseo en el corazón de tener nuestro propio apto y dije,... en cuanto
lo logre servirá para hacer actividades del Kosen Rufu ... y así fue, a
los tres meses .. obtuvimos el apto. Mejor de lo que imaginamos y
en un sitio cercano al colegio de mis hijos. El 6 de enero del 2005
se abrió mi casa al kosen rufu.

QUIERO DECIR DESDE LO MAS PROFUNDO DE MI VIDA Y DE


MI CORAZON QUE DOY INFINITAS GRACIAS A TODAS
AQUELLAS PERSONAS QUE ME APOYARON EN ESTE LOGRO
TAN MARAVILLOSO PARA QUE HOY EXISTA EL GRUPO LOS
DOS CAMINOS Y QUE FUNCIONE EN MI APTO. DOY GRACIAS
A LOS MIENBROS QUE LO CONFORMAN SON
ESPECTACULARES, LOS ADORO, CUÍDENSE LOS AMO
MUCHÍSIMO, LES DOY LA BIENVENIDA A TODAS LAS
PERSONAS QUE QUIERAN PRACTICAR JUNTO A NOSOTROS.

En nuestro grupo nos organizamos, por supuesto con apoyo de los


responsables que en ningún momento nos dejaron solos seguimos
cantando y trazándonos metas y a los seis meses se hizo una
reestructuración en la organización y me propusieron que fuera
responsable del grupo que venia desarrollándose en mi apto! ay...
un reto mas en mi vida.
Lo pensé y acepté y decidí que aquí se terminarían mis temores,
mis miedos y crecerían mis responsabilidades, asumí este
compromiso con mucho amor . Seguí mi gran deseo de ayudar y
apoyar a todo el que se me acercaran y tome de la mano y muy en
serio lo que siempre escuche...fe, practica y estudio, practica para
mi y practica para los demás. Determine muy seriamente asistir a
las capacitaciones de responsables, de atender a los miembros, de
apoyar al que necesitara orar.
Durante el 2005, paralelamente me tracé otra meta, pero en mi área
laboral. Soy terapeuta y estudio medicina tradicional china y este
2006 me gradúo. He estado asistiendo a clinicas y dispensarios
como parte de mi entrenamiento y aplico terapias alternativas
Actualmente soy independiente y tengo mi propio consultorio (otra
meta mas alcanzada) para atender a mis pacientes y a todas las
personas que necesiten de terapias alternativas para recuperar su
salud y así contribuyo felizmente a que muchos mejoren su salud y
continúo orando para servir a todas aquellas personas que
necesiten mis servicios.

Quiero terminar mi experiencia mencionándoles una orientación del


segundo presidente de la soka gakkai internacional, señor Josei
Toda la cual me nutre constantemente:

En este mundo hay muchas personas que sufren por la pobreza ,


por las enfermedades, etc. Ahora, para que vivan una vida feliz
desde el fondo de su corazón no hay otra cosa que propagar .
Muchos dirán “ basta si oramos en casa” sin embargo, esta
personas, si no participan en las actividades Gakkai, no pueden
propagar correctamente, por lo tanto, no surgen los beneficios
esperados. Todos los creyentes que se olviden de propagar no
podrán ser colmados de beneficios.

En este ano de la propagación y forja de valores humanos estoy


determinada a continuar desarrollándome como una mujer integral y
forjar un grupo lleno de jóvenes sucesores del legado del presidente
Ikeda, jóvenes valores luchadores por la paz del mundo. Junto a
mis hijos quiero agradecer profundamente a todas las personas que
me han cuidado y me han orientado durante estos cinco anos. Hoy
día puedo decir que soy una mujer feliz.

Muchísimas gracias y deseo para ustedes la felicidad verdadera!


UN AÑO CON GOHONZON

Experiencia de Elizabeth Ryske


El 5 de diciembre de 2004 recibí Gohonzon.
Comencé a practicar a fines del 2003, de manera discontinua y con
escasa convicción, pero el 7 de julio de 2004 llegué a este han, al
día siguiente fui al algarrobo, y desde allí hasta hoy sólo he sentido
cómo se fortalecía mi fe y cómo surge día a día el agradecimiento.
¿Obstáculos? Muchos. Problemas para conseguir trabajo,
problemas de pareja, algún susto con mi salud, y las dificultades
económicas a la orden del día.
O sea … lo de siempre.
Pero diferente!!!
¿Por qué? Porque ante situaciones que parecían ser las mismas lo
que estaba cambiando era YO, el cambio está en la manera de
enfrentar el problema, incrementando el daimoku cuando no
encuentro la solución y poniendo en la oración al Gohonzon una fe
profunda, que a veces me cuesta más y otras menos, pero
entendiendo que cada día es una nueva oportunidad de crecer y de
hacer mi revolución humana.
A través del daimoku empecé a verme de otra manera, empecé a
identificar mis tendencias y a aceptarme tal como soy, con todos los
defectos que tengo que corregir y con todas las cosas buenas que
también hay en mí, comprendí que no apreciaba el valor de mi
propia vida, y estoy aprendiendo “que la victoria no es llegar sino
hacer el camino, cueste lo que costare, sin traicionarse, sin
hacerse concesiones, sin renunciar a los principios ni a los
sueños” , como alguien me escribió hace unos meses.

Agradezco los seres especiales que fueron apareciendo, los nuevos


amigos, los compañeros de lucha, la posibilidad de compartir este
tramo del camino con la presencia de todos ustedes, con Diana y
Luis que más allá de haber sido los responsables que apoyaran el
algarrobo al que concurrí son, junto a su hija Georgina, quienes me
brindan el afecto de familia que tanto necesitaba . Agradezco haber
tenido un lujo de hancho como Sebastián, que creció tanto en este
tiempo y que ahora empieza su nuevo camino en otra zona pero
que tanto hizo por sacar adelante y levantar este grupo, agradezco
su confianza durante todo el tiempo que me dio las llaves de su
casa para hacer la hora completa de daimoku que propuse.
Agradezco la solidaridad de Susana, que siempre está dispuesta a
compartir las tareas del Seikyo más allá de lo estrictamente
necesario, agradezco el desafío de Carolina que abrió su casa para
nuestras reuniones, el apoyo de Marcela , la sabiduría y la ternura
que Charo y Nelva regalan a manos llenas y su constante aliento ,
agradezco la claridad, serenidad y calidez que aporta Gabriela, el
aporte reflexivo e inteligente de Luis, la presencia esporádica pero
valiosa de Martín , que me acompaña tanto en los momentos tristes
como en los alegres y que es sin dudas el hijo que me hubiera
gustado tener. Agradezco el regreso de Javier que espero se quede
otra vez con nosotros ahora que volvió al barrio, agradezco a mis
responsables de algarrobo, que me acompañaron en las crisis
previas a la decisión de recibir Gohonzon, alentándome desde la fe,
y especialmente a Teddy y Osky que siempre están ahí cuando los
necesito, con su fuerza, su sincera amistad y su amor de hermanos.
A mis compañeras de los daimoku domingueros de los que me
quedó la valiosísima amistad de Mónica, ahora integrante de
nuestro grupo, de Fabiana con su frescura y su espontaneidad, de
Fedora que comparte conmigo la música y los proyectos y tantas
horas de daimoku para concretarlos. Agradezco a los amigos
venezolanos de las listas, como Yosmir que siempre acerca un
mensaje lleno de ternura, Ricardo que confió en mí para las
traducciones de experiencias y artículos, el uruguayo Ariel que
desde Brasil nos da coraje a todos con su maravillosa postura, su
desopilante humor y su pelea contra el cáncer.
Agradezco la “causalidad” que a través de Internet me regaló la
inefable amistad de Eduardo, que no sólo acerca los muy valiosos
materiales con los cuales hemos armado tantas reuniones de
diálogo y de algarrobo, sino que constantemente me ayuda a
entender, fundamentalmente a entenderme, a corregir el timón del
daimoku , y que una vez me escribiera que “el sólo hecho de que
un ser humano pueda decidir que va a cumplir su misión, es
prueba de la posesión mutua de los diez estados y es prueba
de que el corazón de la Budeidad palpita en nosotros ; abrir el
corazón ante el Gohonzon es abrir el corazón para la lucha
hacia la gente ; la postura de una persona es invisible pero se
manifiesta en el momento crucial” , frases que pertenecen a un
largo e-mail que tengo pegado en la pared debajo de mi butsudan y
que releo cada día cuando me siento a invocar.
Agradezco la buena fortuna de que Lidia esté en la zona y de tener
los jueves de daimoku en su casa, agradezco su sabiduría y su
confianza en mí, sus orientaciones, su capacidad de llegar a lo más
profundo del corazón con sus palabras cálidas y sinceras.
Agradezco a Nelva por los viernes de daimoku y por ese lazo
maravilloso de amistad que estamos creando junto a su hija Erika y
la pequeña Maite, por las largas charlas que tenemos y por todo lo
que aprendo a través de su ejemplo de vida.

Todo esto es mi primer año con Gohonzon.


Un agradecimiento inmenso e intenso a la Vida, a la Música que es
el pilar que me sostiene, al amor de mi hermano, a la salud que me
permite trabajar en la escuela y aprender cada día más de de mis
chicos, disfrutando de la enseñanza y teniendo además la buena
fortuna de los excelentes compañeros de trabajo que tengo en San
Andrés, agradecimiento por las puertas que se abren
continuamente para hacer trabajos de filmación, espectáculos,
nuevos cursos de arte, por el libro que editaré en el 2006 y que
obviamente estará dedicado a Sensei, agradecimiento por mi
participación en la última ceremonia de ingreso, por estar en la
comisión de algarrobo y por ser colaboradora del Seikyo, por mi
reciente ingreso al grupo Fortaleza, por poder devolver a través de
estas actividades apenas un poco de lo mucho que recibo de la
hermosa gente que entró durante este año a mi vida.

“No por azar” es el título de mi unipersonal de poemas y cuentos, y


no por azar llegué enferma y casi sin esperanzas a un han que se
llamaba “Gratitud” . Ahora nuestro grupo se llama “Bambú”, y está
echando raíces que sostienen y afirman la tierra del Buda, para que
podamos crecer en ella y convertirnos en un bosque donde semana
a semana nos seguiremos fortaleciendo en la fe, con alegría y en
auténtico itai doshin.
Gracias, a todos ustedes, queridos bodhisattvas!!!
La experiencia de Gustavo
Bueno, aquí va una experiencia de un Miembro de la SGIAR.

El regreso de un camino que parecía ser sólo de ida


Gustavo Fernández (Barrio de Almagro, Ciudad de Buenos Aires) La
adicción a las drogas fue un estigma que marcó la vida de Gustavo
Fernández y la de sus hermanos. Sin embargo, cuando todo hacía prever
que se encaminaba hacia un callejón sin salida,

Gustavo tiene hoy 38 años y conoció el Budismo de Nichiren a través de su


hermana mayor, Ana María, en 1988. Por ese entonces, Gustavo tenía 19
años y ya hacía dos que había iniciado el uso de drogas, que se sumaba a
su consumo creciente de alcohol.. Ana María, quien en la actualidad
participa en la Región Norte, también le transmitió la Ley de Nam-myoho-
renge-kyo a su madre, quien ingresó en la Soka Gakkai en 1990. Sin
embargo, pasó un tiempo hasta que Gustavo decidió iniciarse en el
camino de la práctica budista.

Mi familia, en aquella época, estaba compuesta por dos hermanas, dos


hermanos y mis padres. En 1984, falleció mi hermano Daniel (que tenía
apenas 19 años) por una sobredosis. Mi hermana Patricia también
consumía drogas y constantemente caía en situaciones de desesperación,
producto de su adicción. Finalmente, falleció a los 37 años, en medio de
un gran padecimiento.

Mi familia estaba marcada por ese terrible sufrimiento; sin embargo, y a


pesar de dolorosa pérdida de mis hermanos, yo no podía frenar mi
consumo de drogas y, cada vez más, sentía que me estaba metiendo en un
callejón sin salida.

En 1998, falleció mi mamá, a causa de una afección cardiaca. Esto no hizo


más que profundizar mi sufrimiento. Tan grande era mi depresión que no
pude levantarme de la cama por una semana, mientras continuaba
drogándome más y más.
Estaba en una situación límite: no tenía trabajo y debía varios meses de
expensas del departamento donde vivía (que había heredado de mis
padres). Lo peor era que no tenía ni fuerzas para salir a buscar un empleo
y estaba a punto de que me embargaran la propiedad, debido a esa
deuda.

Esa crítica situación, explica Gustavo, lo hizo reaccionar; un día, comenzó a


orar frente al Gohonzon que había recibido su madre. Había llegado el
momento de enfrentar sus problemas.

Decidí comenzar a invocar Nam-myoho-renge-kyo con el objetivo de no


perder mi casa. Invocaba entre tres y cinco horas diarias. A los pocos días,
un amigo que conocía mi situación me sugirió que dejara el departamento
en manos de mi hermana mayor, para que ella pudiera alquilarlo y así
pagar las deudas. Además, me ofreció un trabajo en Córdoba y la
posibilidad de vivir en su casa. Esas fueron mis primeras experiencias en el
camino de la práctica budista. Corría 2002 y ya habían pasado casi trece
años desde que mi hermana nos transmitiera la Ley. Sin embargo, mi vida
continuaba igual, sólo que en otro lugar. En Córdoba estuve tres meses,
tiempo en que no pude dejar de drogarme. Un día, producto de mi
inestabilidad, tuve una discusión con mi amigo, y me echó de su casa y del
trabajo.

Al regresar a Buenos Aires, Gustavo no tenía dónde ir y resolvió ir a vivir a


la casa de su padre. Sin embargo, la relación con él no era buena. Gustavo
continuaba consumiendo drogas y así fue como, a fines de ese año, su
padre le pidió que se fuera de su casa.
En ese momento, no tenía trabajo, ni plata, ni nada. Me fui a la casa de
una amiga, quien estaba dando sus primeros pasos en la práctica del
Budismo. Comencé a orar junto con ella y, gracias a su gran apoyo, tomé
fuerzas para desafiarme en la búsqueda de un nuevo trabajo. Un día,
luego de realizar daimoku, fui a un restaurante donde podían llegar a
tomarme como empleado, ya que el dueño era conocido de mi hermana.
Luego de explicarle mi situación con toda sinceridad, me dijo que esa
misma noche podía comenzar a trabajar. Además, me dio un adelanto
para pagar el alojamiento de una semana en un hotel.

Mis esfuerzos en la práctica budista me daban fuerza y, nuevamente,


dejaban ver grandes resultados. Sin embargo, luego de tres meses, fui
despedido por trabajar en estado de ebriedad. La batalla aún no estaba
ganada. Eso sucedió en marzo de 2003.

En enero de ese año, Gustavo había conocido a Laura, quien luego sería su
pareja. A pesar de ver la dura realidad que él atravesaba, Laura lo ayudó
incondicionalmente a salir adelante. En esa época, Gustavo continuaba
drogándose y consumiendo alcohol, hasta que, en junio de 2003, Laura le
dijo que si no abandonaba las drogas, ella lo dejaría a él. Un día, tras una
noche de infierno, Laura, que no era budista, le dijo: “Ya que tenés este
altar, porque no te sentás y te ponés a practicar como antes”.

Recuerdo que, esa misma semana, mi hermana me llamó para


preguntarme qué iba a hacer de mi vida, y yo le contesté que quería
suicidarme. Ella me respondió que si yo estaba pensando en eso, era
mejor que no la llamara nunca más. Fue allí que resolví enfrentar
nuevamente el Gohonzon. Ese cambio en mi actitud ante la práctica hizo
que inmediatamente dejara el alcohol, las drogas y el tabaco. La última
vez que consumí drogas fue el 2 de agosto de 2003. Desde entonces,
invoqué daimoku para no volver jamás a reincidir; ese fue el comienzo real
de mi revolución humana.

En agosto de ese año conseguí el trabajo que realizo actualmente, y en


setiembre falleció mi padre. Varias veces estuve a punto de recaer pero,
con gran esfuerzo, siempre seguí adelante, firme en mi decisión. Hoy,
cuatro años después, estoy feliz de vivir, de haber dado un giro de 180
grados en mi vida. Estoy trabajando por mi cuenta, como comerciante,
vivo en un departamento que alquilo y, además, no perdí mi propiedad,
que tengo alquilada.

La práctica del Budismo me hace feliz, me siento mucho más fuerte y


seguro de mí mismo; además, estoy profundizando el estudio de sus
enseñanzas. Estoy enormemente agradecido a mi maestro de la vida,
Daisaku Ikeda, quien me nutre diariamente a través de sus guías.
Agradezco, también, a mis compañeros de la fe que me ayudan a
mantener vivo mi compromiso, y a mi amiga Carolina, quien me ayudó en
mis primeros pasos en la fe; a Laura, mi ex mujer; a Miguel, Mario,
Andrea, Marcela y a todos aquellos que me brindaron y siguen
brindándome su apoyo.

Hay una frase de los escritos de Nichiren Daishonin en la que me basé en


todo momento y que siempre llevo en mi corazón, para sostener mi
desafío: “Tenga una fe firme: quien es cobarde en la fe no puede lograr
nada”.
Experiencia de vida por Jonathan Ballesteros zona
Querétaro
 

- Renuncie de una compañía en México que ya se estaba yendo a la


quiebra y aproveche la oportunidad de irme a vivir a Querétaro que desde
los 18 años había deseado, se me presento la oportunidad de venir con un
empleo en una empresa de seguridad privada donde un amigo era
gerente y sabia de mis planes de irme a vivir a Querétaro, me dijo que el
me ayudaba a darme chamba mientras yo conseguía algo en mi área
(referente computadoras).
- Ya trabajando en Querétaro con mi amigo y con un sueldo más bajo que
en México, yo le proponía que pusiéramos un negocio de comida en las
noches para poder tener otra entrada de dinero, el siempre me daba
largas.
- Mi madre y mi pareja siempre me decían que buscara otro trabajo, pero
yo les decía que tenía un trabajo seguro y que podía crecer mucho más en
cuanto a lo económico, que aunque no era mi área donde entre a la
empresa de seguridad pero podía poner otros negocios con mi amigo.
- Pero empecé a notar ciertos detalles en mi amigo; me dejo de apoyar
con gasolina, se quedo en mis primeras 2 quincenas con mi bono de
puntualidad y, como que no le interesaba mucho el poner el negocio de
comida, claro, el ganaba mucho más que yo y no le preocupaba tanto lo
económico
- Nosotros teníamos un amigo en común ( mi amigo el gerente y yo, los
tres éramos amigos de la juventud ), que trabajábamos en la misma
empresa de seguridad privada, pero despidieron a nuestro amigo que
teníamos en común de la empresa, y yo le ofrecí que pusiéramos el
negocio de comida aprovechando de que él se había quedado sin trabajo,
le comente a mi amigo el gerente de nuestros planes de poner el negocio
de comida, preguntándole primero si no había problema, a pesar de que
él me respondió que él no tenia ningún inconveniente, decide despedirme
al día siguiente de que le comente mis planes, argumentando que ya no
podía seguir teniéndome ahí por motivos del corporativo (después me
entere que eso no fue cierto, que corporativo no había mandado ningún
cambio).
- A la semana siguiente pusimos el negocio de comida en la calle.
- Les comente que llegue a trabajar en Marzo a Querétaro y me despiden
en Mayo, en tan solo 2 meses, pero ahí realmente empezó mi lucha en
Querétaro, vencí muchas barreras en mi vida, pero la más importante fue
vencer “el miedo al fracaso” puse toda mi fe y esperanza en el Gohonzon y
mi practica budista. Empecé a entender el concepto del Budismo de la
Vida Cotidiana, pase del budismo de la teoría a el budismo de la vida real.
Cantando más de 2 hrs diarias de daimoku, empecé a leer el libro de los
escritos de Nichiren Daishonin.
- La desesperación nunca llego a mí, solo me decidí a depositar toda mi
confianza en la ley de causa y efecto, sabía que si seguía esforzando en la
fe, mediante la práctica y apoyándome en el estudio no podía perder.
- Mientras vendía comida con mi amigo todos los días en la mañana, en la
tarde yo continuaba mandando mi CV a diferentes empresas, pero no me
aceptaban en ninguna, pedía como vendedor, instalador de cable, técnico
de computadoras, hasta de gerente y nada parecía funcionar, bueno ni
como director de ninguna empresa, en fin todo parecía cerrarse en mi
vida, aun así no me desesperaba seguía entonando daimoku con mas fe y
de repente me llaman de un Banco para ocupar una vacante, esa era mi
oportunidad!!! Ahí me ofrecían un muy buen sueldo, buena oportunidad
de crecimiento profesional en el área que siempre me ha gustado, y
aunque los horarios no eran muy exactos a la hora de la salida, no me
importaba yo estaba dispuesto a aceptar si esa era la oportunidad que
Gohonzon me había presentando en mi vida.
- Presente todo tipo de exámenes: médicos, psicométricos, psicológicos,
teóricos, entrevista en ingles, aunque habían otros candidatos y sabia que
este puesto iba a estar muy peleado, los sueldos en el interior del país por
lo general son más bajos que en la capital, pero mi ventaja es que yo tenía
el Gohonzon de mi lado, eso era la gran diferencia entre ellos y yo!!!!
- Paso una semana para que me dieran la gran noticia que yo había sido el
elegido, la oportunidad por fin había tocado a mi puerta, con ese sueldo
ya iba a poder comer 3 veces al día, lo que desde mayo no hacía con
mucha frecuencia, podría comprar una cama porque dormía en el suelo
solo con un colchón muy delgado que me mantenía enfermo debido a mi
asma bronquial y al polvo que respiraba más directamente al estar el
colchón en el suelo.
- Yo acababa de recibir la noticia de que mi papá había perdido el trabajo y
que estaban pasando por una gran dificultad económica, les dije a mis
padres que era el momento de retribuirles todo lo que han hecho por mí
en la vida, ya no se tenían porque preocupar yo iba ya a poder apoyarlos y
claro, de ahora en adelante ayudarlos económicamente por el resto de mi
vida.
- Después de haber ido a la capital a entrevistarme directamente con el
Director de Sistemas del Banco, él me dio la bienvenida al banco, claro,
después de bromear de que se acababa mi vida social.
- Un fin de semana antes de entrar el Lunes a trabajar, revisando mi
correo leí: “Lamento informarle que no vamos a seguir con la vacante”
todo se me vino encima, del éxtasis al infierno pase en unos cuantos
segundos, esa noche llore como cuando era niño, aunque me quería
contener para no demostrar mi tristeza frente a mi pareja recordé la frase
de Nichiren que dice “Sufra lo que tenga que sufrir y goce lo que tenga
que goza . Considere el sufrimiento y la alegría como hechos de la vida, y
siga entonando Nam Myojo Rengue Kyo, pase lo que pase” Esa noche
aun con el gran dolor en mi corazón me decidí a cantar daimoku.
- Al día siguiente me di cuenta que estaba llevando mi practica
correctamente, y me acorde de otra frase de Nichiren “Mientras más
oscura es la noche, más cerca está el amanecer”, compartí mi mala
experiencia con mi responsable de la zona Querétaro, ella y otros
miembros me brindaron su apoyo incondicional y me empezaron a
mandar daimoku (es cuando alguien canta Nam Myojo Rengue Kyo
pensando en el bienestar de alguien mas).
- Aunque los Sansho Shimas (funciones negativas en nuestras vidas),
querían hacer que me rindiera y abandonara la fe, seguí con mi meta
fuertemente frente a Gohonzon y sacudirme esa tristeza que tenia dentro
de mí, depositando toda mi confianza en Gohonzon, seguí mandando CV a
mas empresas y llego otra oportunidad de un empleo aunque no le di
mucha importancia había decidido no dejar pasar ni una sola oportunidad
de trabajo que se me presentara en frente, hay veces que deseamos tanto
algo que cerramos nuestra visión, y dejamos pasar oportunidades que
aunque no parecen tener importancia o simplemente no es lo que
realmente deseamos . Fui a la entrevista era un sueldo mayor al que tenía
en México, pero menor al que me ofrecían en el banco, aun así decidí
tomar la oportunidad.
- El fin de semana siguiente me dirigía a meta de daimoku a casa de la
responsable de Querétaro y por ir con prisa sufrí un pequeño accidente en
el carro, todo te cruza en ese momento; sin dinero, sin trabajo, sin
herencia, nada de nada, más que tu fe y, lo más importante, es que una de
las condiciones para entrar al trabajo es que contara con auto aunque el
carro contaba con seguro el carro y se fue a la agencia a compostura ya no
tenía carro para el trabajo.
- Afortunadamente mi amigo con el que me puse a vender comida me
prestó su carro, ahora me encuentro trabajando en esa empresa y resultó
que es para un proyecto en una dependencia de gobierno, donde la gente
y empresas pagan sus impuestos, ahora en menos de un mes tengo el
cargo de supervisor de turno en el área, manejando servidores ( son
computadoras mucho más grandes que una computadora de casa ),
donde puedo demostrar y desarrollar mi potencial, y donde tengo la
oportunidad de que puedan recomendarme para ser contratado
directamente por esa dependencia y al ser supervisor mi sueldo va a ser
un poco mayor casi alcanzando el sueldo tan soñado que me ofrecían en
el banco.
Por último quisiera cerrar mi experiencia agradeciendo a todas las
personas que me apoyaron incondicionalmente y no quisiera dejar de
nombrar: Paola, Jorge, Gyoko, Kana, y por su puesto mi madre y mi padre.
Lo único que quisiera lograr con mi experiencia no es solamente contarles
sino el brindar coraje a todas los miembros que están pasando dificultades
en este momento y solo piensan en que nunca van a salir de eso, de
verdad confíen en Gohonzon con todo su corazón y llénense de coraje
para cantar daimoku frente a Gohonzon, ahh y ya estoy haciendo
shakubuku en mi nuevo trabajo!

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