Decálogo de Buena Práctica Médica

El ejercicio profesional de un médico debe ser la expresión de su formación integral con vocación, en
la que a sus principios (la vida y la salud), valores éticos y morales; va agregando a sus talentos, a lo largo
de toda su vida: conocimientos, habilidades y destrezas que pone al servicio de la sociedad y de sus
pacientes.

Es la constancia entre sus valores éticos y morales (consciencia) y su ejercicio profesional, lo que le hace digno
de tener la confianza de la sociedad y de sus pacientes.

Los pacientes deben poder confiar a los médicos su vida y su salud para la asesoría del autocuidado ó la ayuda del
heterocuidado; porque el apoyo lo tiene en su familia.

Para justificar esa confianza, el profesional médico tiene el deber de mantener un buen nivel de consciencia
crítica liberadora y práctica, mostrando en todo momento, el máximo respeto por la dignidad, la salud, la vida
humana y la naturaleza.

Lo cognoscitivo, lo volitivo y lo afectivo deben conjugarse en la labor del profesional, lo que beneficia
indudablemente a las personas a las cuales dedica su labor.

Como médico debo cumplir especialmente con el siguiente decálogo:

1.-) Hacer que la atención a los pacientes y a la sociedad en relación a la salud, la vida y la naturaleza sean la
principal ocupación; tratando de elevar el nivel de consciencia a cada uno de ellos con gentileza y
consideración.

2.-) Respetar la dignidad y privacidad de los pacientes y la sociedad; escuchando sus puntos de vista en relación a
la salud, la vida y la naturaleza.

3.-) Entregar a los pacientes y a la sociedad información oportuna, clara y precisa, en relación a la salud, la vida y la
naturaleza de manera que ellos puedan entender, comprender, elegir y decidir sobre lo necesario, conveniente
e indispensable.

4.-) Respetar el derecho de los pacientes y de la sociedad a participar en las decisiones que tengan relación con la
salud, la vida y la naturaleza.

5.-) Considerar a cada uno de los pacientes como seres únicos, integrales e integrados, sin hacer diferencias por
consideraciones económicas, raciales, políticas o religiosas ó de otra índole.

6.-) Asegurar que las creencias personales no perjudiquen la atención de los pacientes.

7.-) Ser honesto y confiable; respetando y protegiendo la información confidencial de los pacientes y colegas.

8.-) Mantener los conocimientos y práctica al día, reconociendo los recursos y limitaciones de mi competencia
profesional y si tengo buenas razones para estimar que no estoy en condiciones de atender al paciente, adoptar
todas las medidas necesarias en su resguardo.

9.-) Actuar rápida y diligentemente para proteger a los pacientes de la incertidumbre, los riesgos y los peligros.

10.-) No abusar de la posición como médico; y trabajar con el máximo respeto y unidad con los colegas de manera
de poder servir mejor a los intereses de los pacientes y la sociedad.

En todas estas materias, jamás debo discriminar injustamente a los pacientes o colegas y debo estar siempre
preparado para justificar mis acciones ante ellos y la sociedad.

Dr. Bosco Alcívar Dueñas. Md,

Pediatría Integral
28 de marzo del 2011