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HACIA UNA ECONOMIA BAJA EN CARBONO: REFLEXIÓN PARA

LAS EMPRESAS DEL VALLE DEL CAUCA


Por

Gustavo Eduardo Moreno Angulo

A partir de la publicación “Los Limites del Crecimiento” sobre la situación de la


humanidad por parte del Club de Roma, liderado en su momento por Alexander
Likhotal y el Banquero Peter Blom le propusieron a un grupo de científicos del
Massachusetts Institute Tecnology - MIT, liderado por Jay W. Forrester, que
aplicando la dinámica de sistemas al conjunto mundial, modelara matemáticamente
cinco tendencias importantes con efectos globales a saber: la industrialización
acelerada; el rápido crecimiento de la población; la desnutrición en términos
globales; la explotación intensiva de las reservas de materias primas y la destrucción
de los ecosistemas locales y globales1.

Los investigadores del MIT, bajo la dirección de Dennis L. Meadows – discípulo de


Forrester – atendieron desde el “System Dynamics Laboratory” la solicitud del Club
de Roma. Recopilando las cifras estadísticas de los últimos 100 – 150 años y lo
incorporaron a modelo matemático y encontraron que los cinco aspectos de análisis
tenían una tendencia de crecimiento exponencial, la cual nos llevaría en los
próximos 100 años hacia una situación donde la Tierra como ecosistema global no
podría sostener esa tendencia al sufrir un colapso los circuitos vitales2 que sostienen
la vida en el planeta.

Para el año de 1983, la asamblea General de las Naciones Unidas le encomendó a


la Comisión Mundial del Medio Ambiente y Desarrollo de formular una Agenda
1
Ecología y desarrollo. La polémica sobre los límites al crecimiento. Ramón Tamanes.
Alianza Editorial. Madrid. 1977.
2
Uno de esos circuitos es la dinámica de frio, que partiendo del ártico y antártico son
reguladores del clima del planeta. Otro circuito son las corrientes marinas de aguas frías
y cálidas que recorren los océanos. Un tercer circuito es la megamigración de peces,
insectos, aves y animales alrededor del globo terráqueo. Un cuarto circuito es el flujo y
circulación del agua en los sistemas selváticos y bosques del planeta, corresponsables de
la dinámica de los vientos, etc.
1
Global para el Cambio, que propusiera estrategias ambientales de largo plazo para
alcanzar un desarrollo sostenible más allá del año 2000; de recomendar teniendo en
cuenta los diferentes estados de las economías de los países y sus desarrollos
sociales y teniendo en cuenta para el logro de este propósito común y objetivos de
apoyo mutuos, la interrelación entre los pueblos, sus recursos, el medio ambiente y
sus desarrollo; considerar compromisos con el medio ambiente que contemple
maneras y medios donde la comunidad internacional pueda lidiar más efectivamente
con los temas ambientales.

Esta tarea le fue encomendada por el Secretario General de las Naciones Unidas
Javier Pérez de Cuéllar en diciembre de 1983, a la señora Gro Harlem Brundtland,
para que estableciera y dirigiera la Comisión Mundial del Medio Ambiente y
Desarrollo – (WECD)3. El tema ambiental fue abordado no de manera independiente
sino relacionada con las acciones humanas y sus necesidades.

• La Comisión partió de la convicción de que es posible para la humanidad


construir un futuro más próspero, más justo y más seguro.
• En 1987, dicha comisión presenta su primer informe: Nuestro futuro común,
conocido también como Informe Brundtland, que supone un toque de
atención para la comunidad internacional.
• El camino que la sociedad global había tomado estaba
• destruyendo el ambiente.
• dejando a cada vez más gente en la pobreza y la vulnerabilidad.
• Se trata de afrontar un doble desafío:
• la situación de extrema pobreza en que viven grandes segmentos
de la humanidad.
• los problemas medioambientales.

Entre las conclusiones del Informe Brundtland sobresalen las siguientes:

• No se podía seguir con el crecimiento económico tradicional y que había


que buscar un nuevo estilo de desarrollo al que llamó “desarrollo
sostenible”:
Aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las
posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias
necesidades.

3
World Commission on Environment and Development
2
• Este concepto se convirtió en una aspiración internacional.
• El informe exhorta a los Gobiernos a que actúen con responsabilidad en el
sentido de apoyar un desarrollo que sea sostenible económica y
ecológicamente.
• Se recuerda que al comenzar el siglo veinte ni la población ni la tecnología
humana tenían la capacidad de alterar los sistemas planetarios.
• Al terminar el siglo sí, y que muchos cambios no deseados se han
producido en: la atmósfera, el suelo, el agua, las plantas, los animales y en
las relaciones entre éstos.

El Informe Brundtland “Nuestro futuro común”, dio paso a la Declaración de


Estocolmo, sobre el Medio Humano, fue adoptada en la Conferencia de las Naciones
Unidas que se llevó a cabo en Estocolmo en junio de 1972, atenta a la necesidad de
un criterio y unos principios comunes que ofrezca a los pueblos del mundo
inspiración y guía formulo 27 principios, que reconocen la importancia del medio
humano natural y artificial para el ejercicio y de los derechos humanos
fundamentales, así como la necesidad de proteger y mejorar el medio humano como
un deseo de los pueblos y un deber de los gobiernos (Preámbulo)4.

Colombia, responde a estas nuevas exigencias con el Código Nacional de


Recursos Naturales Renovables y de Protección al Medio Ambiente, Decreto
2811 de diciembre 18 de 1974. En él se establece en sus dos primeros artículos lo
siguiente:

Artículo 1°: “El ambiente es patrimonio común. El Estado y los particulares


deben participar en su preservación y manejo, que son de utilidad pública e
interés social. La preservación y manejo de los recursos naturales renovables
también son de utilidad pública e interés social”.

Artículo 2: “Fundado en el principio de que el ambiente es patrimonio común


de la humanidad y necesario para la supervivencia y el desarrollo económico y
social de los pueblos, este Código tiene por objeto:

1. Lograr la preservación y restauración del ambiente y la conservación,


mejoramiento y utilización racional de los recursos naturales renovables, según
criterios de equidad que aseguren el desarrollo armónico del hombre y de
dichos recursos, la disponibilidad permanente de éstos y la máxima
participación social, para beneficio de la salud y el bienestar de los presentes y
futuros habitantes del territorio nacional.

4
Manual de Tratados Internacionales en Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible. Ministerio del Medio
Ambiente. Junio 5 de 1998.
3
2. Prevenir y controlar los efectos nocivos de la explotación de los recursos
naturales no renovables sobre los demás recursos.

3. Regular la conducta humana, individual o colectiva y la actividad de la


administración pública, respecto del ambiente y de los recursos naturales
renovables y las relaciones que surgen del aprovechamiento y conservación de
tales recursos y de ambiente”.

A partir de la Constitución Política de 1991, el Medio Ambiente es elevado a rango


Constitucional y se torna en un principio rector del Estado, al establecerse en su
artículo 80, la obligación que tiene el Estado de planificar el manejo y
aprovechamiento de los recursos naturales para lograr su conservación,
restauración o sustitución. Además de prevenir los factores de deterioró ambiental.

El medio Ambiente se convierte en nuevo paradigma y un condicionante de la


propiedad privada, la economía y la empresa. Es así como el artículo 58 de la C.P.,
nos señala que la propiedad es una función social que implica obligaciones. Como
tal, le es inherente una función ecológica

La mención de la función ecológica de la propiedad nos llevara al concepto de


ecoeficiencia, el cual está muy adelanto por parte de la Unión Europea (UE)
mediante la Iniciativa Europea de Ecoeficiencia (EEEI)5.

En un mundo global, los temas del medio ambiente y de desarrollo sostenible se han
convertido en parte de la agenda internacional del Estado Colombiano, lo cual está
en concordancia con el artículo 226 de nuestra Carta Política (C.P.), el cual
establece que el Estado promoverá la internacionalización de las relaciones
políticas, económicas, sociales y ecológicas sobre bases de equidad, reciprocidad y
conveniencia nacional.

El Estado Colombiano reconociendo las gravísimas repercusiones que tiene la


degradación ambiental y consumo no sostenible de sus recursos naturales y su
efecto que tiene sobre la Tierra, como son el calentamiento global, la afectación de
la capa de ozono, el agotamiento de los recursos tanto renovables como los no
renovables, la pérdida de su biodiversidad, la pérdida de sus glaciares, la
contaminación generalizada de las aguas superficiales de los mares y costas y de
los suelos por los productos no biodegradables de la industria, la contaminación por
5
Eco-eficiencia. Creando más valor con menos impacto. Traducción libre hecha por el
Consejo Empresarial Colombiano para el Desarrollo Sostenible, CECODES, del documento
Eco-efficiency, elaborado por el World Business Council for Sustainable Development.

4
sustancias orgánicas persistentes – COP, el tráfico de sustancias peligrosas, ha
respondido a estas amenazas negociando un amplio número de tratados e
instrumentos internacionales, los cuales tienen implicaciones para las empresas
colombianas. Por ejemplo, Colombia ingreso formalmente como parte del Convenio
de Viena mediante la aprobación de la Ley 30 del 5 de marzo de 1990. Igualmente,
Colombia comenzó a hacer parte del Protocolo de Montreal a partir de la expedición
de la ley 29 de 1992, que tienen como propósito fundamental de elimar el consumo
de las Sustancias Agotadoras de Ozono (SAO)2. Igualmente mediante la ley 253 de
1995, se aprobó el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos
transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación.

Estos Tratados y Protocolos inciden en los procesos de manufactura y en la


utilización de insumos por parte de la industria y la administración de las empresas
deben acatar so pena de sanciones por violar normas ambientales (Ley 1333 de
2009 por la cual se establece el procedimiento sancionatorio ambiental).

La gestión ambiental queda entonces planteada desde nuestra Carta Política, como
una oportunidad para alcanzar por parte de las empresas colombianas niveles
superior de gestión, lo que las llevaría a desarrollar cadenas de ecoeficiencia,
construyendo un mejoramiento de procesos internos de gestión y de producción, la
vinculación de los proveedores, clientes, comunidad, grupos sociales y ONGs, en la
construcción se sistemas económicos ecoeficientes.

A partir de la Ley 99 de 1993, la cual crea el Ministerio del Medio Ambiente y


ordena el sector público encargado de la gestión y conservación del medio ambiente
y los recursos naturales renovables y fijar los fundamentos de la Política Ambiental
Colombiana, el sector productivo colombiano queda obligado a cumplir con el nuevo
paradigma ambiental el cual se fundamenta en esta ley que fija en su Título I:
Fundamentos de la Política Ambiental Colombiana en su artículo 1, numerales 1, 7 y
10, que el proceso de desarrollo económico y social del país, se orientara
según los principios universales y del desarrollo sostenible contenidos en la
Declaración de Río de Janeiro de 1992, sobre Medio Ambiente y Desarrollo
Sostenible.

El Estado fomentará la incorporación de los costos ambientales y el uso de


instrumentos económicos para la prevención, corrección y restauración del deterioro

2
Implementación del Protocolo de Montreal en Colombia. Proteger la capa de ozono es proteger la
vida. MAVDT. Unidad Técnica de Ozono.
5
ambiental y para la conservación de los recursos naturales renovables, todo ello
como tarea conjunta con el sector privado.

Le correspondió entonces al Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo


Territorial - MAVDT, atendiendo el mandato que le confirió la ley 99 de 1993, en los
artículos referenciados, presentar en agosto de 1997, la Política Nacional de
Producción más Limpia. Se formula sobre una perspectiva de largo plazo, como una
respuesta a la solución de la problemática ambiental de los sectores productivos,
que busca fundamentalmente prevenir la contaminación en su origen, en lugar de
tratarla una vez generada, con resultados significativos para la construcción de las
posibilidades reales de sostenibilidad y competitividad sectorial.

Doce años (12) después, el gobierno presento en noviembre de 2009, su Política


Nacional de Producción y Consumo Sostenible (PyCS) “Hacia una cultura de
consumo sostenible y transformación productiva”, con el propósitos de cambiar los
patrones insostenibles de producción y consumo por parte de los diferentes sectores
de la sociedad nacional, con el propósito de contribuir a reducir la contaminación,
conservar los recursos, favorecer la integridad ambiental de los bienes y servicios y
estimular el uso sostenible de la biodiversidad, como fuentes de la competitividad
empresarial y de la calidad de vida.

Uno de los sectores más interesados en los temas ambientales, porque busca unos
estándares muy altos en sus prácticas de manufactura es el sector de la cosmética.
En Colombia, el Ministerio de salud, mediante Resolución 03112 de 1998, adoptó las
normas sobre buenas prácticas de manufactura para la producción de cosméticos.
Los sistemas de gestión de calidad, como las buenas prácticas de manufactura –
BPM, no pueden estar ajenas a incorporar la huella de carbono a sus productos. Su
cumplimiento la colocaría a un nivel muy alto en el desarrollo de sus BPM.

Es así como en Francia por ejemplo, se viene tramitando el proyecto de ley


«Tratando del Compromiso Nacional para el Medioambiente», llamado “Ley
Grenelle 2” donde el artículo 85: el Código de Consumo se modifica y se le inserta
un Artículo L. 112-10, que dice así:

«Desde el 1 de enero de 2011, el consumidor debe ser informado, por medio


del etiquetaje, o por cualquier otro proceso apropiado, del contenido
equivalente en carbono de los productos y de su embalaje, así como del
consumo de los recursos naturales o de los impactos sobre los medios
naturales imputables a estos productos durante su ciclo de vida»

6
Tenemos entonces, nuevas exigencias por parte de los Estados, y demás partes
interesadas como accionistas e inversionistas; los trabajadores y sus familias; la
comunidad; los clientes y proveedores, para las empresas, sobre el medio y
producción sostenible, lo cual le está generando una gran presión sobre ellas como
entes jurídicos y a sus gerentes, para atender el nuevo paradigma de desarrollo
sostenible y ecoeficiencia.

En el caso de Colombia6, se viene dando un gran esfuerzo por parte de 508


compañías en certificarse con la norma internacional ISO 14000 (cumplimiento de
procesos ambientales) avaladas a diciembre de 2008. Con ello se busca mejorar los
índices de competitividad y realizar producciones más limpias.

Lo anterior está enmarcado en el reconocimiento y toma de conciencia por parte de


los empresarios que Colombia es una nación megadiversa y la región con mayor
biodiversidad por metro cuadrado, razones por las cuales las agendas del sector
público y privado lo reconocen así y buscan cuidar este capital natural y su mejor
aprovechamiento.

Este cambio de actitud se debe a que se reconoce los riesgos para el progreso
económico de una ruptura y perturbación a gran escala del sistema natural
ambiental que soporta nuestro complejo entramado intercambio comercial y
económico.

Sobre este punto, la consultora Ernst & Young7 señala que una de las estrategias
de éxito a nivel empresarial para los próximos diez años, está en el cambio de
modelo con nuevos objetivos como son: disminuir el calentamiento global; proteger
la capa de ozono; controlar las emisiones atmosféricas y de carbono; disponer
correctamente los residuos químicos; cuidar el recurso hídrico y comercializar
productos y servicios que tengan esta línea como valor agregado.

Las empresas deben su situación particular de nivel de ECOEFICIENCIA


resolviendo la ecuación de ecoeficiencia, utilizando un indicador único llamado
HUELLA ECOLÓGICA CORPORATIVO, que establece la relación entre las

6
Revista Dinero. Julio 23 de 2010. Colombia, madura en oportunidades verdes. Pagina 78
7
Ibid, pagina 78
7
emisiones de CO2 o su equivalente en número de hectáreas capaces de absorber
ese carbono. La ecuación a resolver seria:

Ecoeficiencia: (cash flow + salarios) / huella ecológica8 (CO2)

El concepto de la huella ecológica desarrollado por Rees y Wackernagel en 1996,


responde a la necesidad de construir sistemas económicos ecoeficientes, como un
indicador de sostenibilidad de índice único, que mide todos los impactos que
produce una corporación, expresados en hectáreas de ecosistemas o “naturaleza”.

Conocer la ECOEFICIENCIA de una compañía mediante su HUELLA ECOLÓGICA,


está pensada para que los empresarios vallecaucanos al incorporar en la gestión
administrativas de sus compañías, la metodología de la huella ecológica, conozcan
las emisiones totales de CO2 equivalentes para sus organizaciones corporativas. No
conocer el estado actual de la HUELLA DE CARBONO de una compañía es
quedarse rezagada en la implementación a cabalidad de las normas ambientales y
de procesos de manufactura ecoeficientes.

No atender estas nuevas exigencias, le puede acarrear a las empresas quedarse


marginadas de los mercados globales con los países cuyas legislaciones vienen
incorporando mediadas ambientales mucho más estrictas, los cuales serán
incorporados a los tratados de libre comercio - TLCs. Estos tratados que afectaran la
actividad económica de la empresas colombianas y la iniciativa privada queda
enmarcada en unos parámetros ambientales (donde los procesos de producción
deben ajustarse a nuevos niveles de ecoeficiencia) están bajo el amparo del
artículo 333, de nuestra Carta Política (C.P.), el cual establece que las empresas
como base del desarrollo, tienen una función social que implica obligaciones. Lo
anterior, en concordancia con el artículo 58, de la C.P., implica para las empresas,
una responsabilidad ecológica, lo cual las obliga a emprender planes de
ecoeficiencia, ahorro y reducción de consumo, abriéndoles la posibilidad para abrir
nuevas fronteras a sus mercados y prepararse a la competencia verde – que ya se
inicio entre las empresas y los gobiernos.

8
La huella ecológica está dada por las toneladas de CO2 emitidas por la compañía en un año. Con ello se tiene
un indicador claro y fiable.
8
Esto significa que para el sistema económico (Bancos, calificadores de riesgo,
analistas financieros, inversionistas, etc.), comprenden la importancia de las
compañías sustentables, donde la sostenibilidad y la ecoeficiencia son parte
fundamental de su administración e hilo conductor que guía sus estrategia de
competitividad e innovación de los nuevos productos y servicio en las primeras
décadas del siglo XXI y que marcaran la diferencia entre las empresas altamente
rentables y las otras.

Recordemos que Colombia firmo recientemente los Tratados de Libre Comercio con
Canadá, la Unión Europea y los Estados AELC – República de Islandia, el
Principado de Liechtenstein, el reino de Noruega y la Confederación Suiza, todos
ellos le dedican un capitulo al aspecto ambiental. En el caso de la UE cuyo tratado
fue firmado el 18 mayo de 2010 en Madrid (España) tiene sus estándares
ambientales. Es razonable inferir que los aspectos ambientales de la ley Grenelle 1 y
2 que pondrá en práctica el Gobierno Francés, a partir del 1 de enero del 2011,
serán un marco de referencia para el ecoetiquetado y la referencia a la huella de
carbono de los productos asociado a su ciclo de vida de los mismos, donde las
empresas más temprano que tarde estarán obligadas de cumplir, señalando en el
ecoetiquetado el contenido equivalente en carbono de sus productos y de su
embalaje, así como del consumo de los recursos naturales o de los impactos sobre
los medios naturales imputables a estos productos durante su ciclo de vida.

Anticiparse a estos eventos y prepararse para atender esos requerimientos


ambientales globales sobre la Huella de Ecológica Corporativa y la de sus productos
es una estrategia de competitividad de parte de las empresas que lo emprendan,
para competir en un mercado global, lo cual es clave para la Industria Cosmética Del
Valle del Cauca.

Santiago de Cali, Viernes 21 de Enero de 2011

BIBLIOGRAFIA:

1. Ecología y desarrollo. La polémica sobre los límites al crecimiento. Ramón


Tamanes. Alianza Editorial. Madrid. 1977.

2. Our Common Future: Report of the World Commission on Environment


and Development. Gro Harlem Brundtland. Oslo, 20 March 1987.

9
3. La Huella ecológica y desarrollo sostenible, por Juan Luis Doménech.
Aenor Ediciones. 2 edición 2009, Madrid.

4. El MC3 una alternativa metodológica para estimar la Huella de Carbono


(HCC), por Adolfo Carballo Penela / María del Carmen García – Negro /
Juan Luis Doménech Quesada. Grupo Eumed.net y Red Académica.
www.eumed.net/rev/delos/05

5. Huella de Carbono Corporativa: una herramienta de gestión empresarial


contra el cambio climático, por Juan Luis Doménech Quesada / Mónica
Gonzales Arenales.

6. Utilidad de la huella ecológica y del carbono en el ámbito de la


responsabilidad social corporativa (RSC) y el eco-etiquetado de bienes y
servicios, por Adolfo Carballo Penela. Grupo Eumed.net y Red Académica.
www.eumed.net/rev/delos/08

7. Gestión Ambiental empresarial: pasado, presente y futuro de las normas e


instituciones ambientales en Colombia9, por LUIS FELIPE GRANADA
AGUIRRE10.

9
Este artículo hace parte de la Tesis Doctoral en Ciencias Técnicas “Procedimiento
Organizacional para la colección y tratamiento de la información obtenida en el monitoreo y
control de contaminantes atmosféricos en Cali – Colombia”, desarrollada en el Programa de
Ingeniería Industrial del Instituto Politécnico Superior José Antonio Echeverria de la Ciudad
de la Habana Cuba.
10
Doctorante en Ciencias Técnicas CUJAE Cuba, Máster en Ingeniería y Gestión Ambiental
URV España. Ingeniero Mecánico UAO Cali. Docente investigador Jornada Completa,
Programa de Administración de Empresas Universidad Libre Seccional Cali. E-mail:
lfgranada70@hotmail.com
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