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INTRODUCCIÓN
Todos los elementos metálicos utilizados en aplicaciones domésticas e
industriales se obtienen a partir de metales en estado líquido, bien por fusión
directa en un molde con la forma definitiva del utensilio o bien porque para su
purificación a partir de los minerales existentes en la corteza terrestre resulta
necesario tratarlos en estado líquido para solidificarlos en forma de lingotes que
más tarde se conformarán mecánicamente.
¿Cómo es el proceso de solidificación de un material metálica? ¿Influirá este
proceso en la estructura interna y, por consiguiente, en las propiedades
mecánicas del material? ¿Se producirán cambios en sus estructura interna si
después de la solidificación se modifica la temperatura? En este tema se
pretende responder a estas y otras preguntas acerca del procesos de
solidificación en los materiales metálicos y se analizan los diagramas de
equilibrio como medio auxiliar para el estudio de las transformaciones de la
estructura interna de los materiales metálicos.
A. ESMERILADO
B. RASQUETEADO
Es una operación que consiste en reforzar o repasar a mano una superficie
plana o curva con la ayuda de un útil cortante llamado rasqueta, cuyas aristas
forma un bisel que permite arrancar delgadas virutas de metal. Su finalidad es
eliminar imperfecciones.
C. BRUÑIDO
Es una operación que consiste en hacer desaparecer por frotamiento todas las
señales o asperezas susceptibles de alterar el pulido de una superficie de
deslizamiento. Este trabajo se ejecuta con la ayuda de útiles especiales
llamados bruñidores, cuya forma variada es similar generalmente a la de limas.
D. PULIDO
Consiste en el frotamiento o roce de la superficie con un útil que puede ser, una
lima, una lija o con correa. Es un acabado con defectos, inapreciables “a
primera vista” pero que con el reflejo de la luz se pueden ver.
E. BARNIZADO
Consiste en recubrir la superficie de las piezas pulidas con un producto
especial denominado barniz. Esta ligera película da a la pieza un aspecto
brillante o mate, según los barnices, que es agradable a la vista y que evita la
oxidación. La superficie de las piezas pulidas en contacto con el aire o con los
dedos, se oxida muy rápidamente.
A. TRATAMIENTOS TÉRMICOS
Los tratamientos térmicos, cuya finalidad es comunicar a los productos
siderúrgicos ciertas propiedades, consisten en calentar estos a una
determinada temperatura y enfriarlo según una ley determinada. Los
tratamientos térmicos modifican la microestrutura de los productos.
1. Temple.
Es un tratamiento térmico característico de los aceros, consistente en su
austenización; es decir un calentamiento hasta una temperatura superior a la
de austenización (727 ºC), seguido de un enfriamiento lo suficientemente
rápido para obtener una estructura martensítica.
La estructura martensitica se origina con un enfriamiento muy rápido ( Curva
TTT curva 6). La martensita, solución sobresaturada de carbono en hierro α,
es, si se exceptúa la cementita, el constituyente más duro de los aceros. No
cristaliza en la red cúbica centrada en las caras, como lo hace le hierro α, su
cristalización se verifica en la red tetragonal centrada en el cuerpo.
El endurecimiento proporcionado por el temple se puede comparar al que se
consigue por medio de la deformación en frío.
En el enfriamiento de una pieza en contacto con un líquido refrigerante se
aprecian tras etapas características:
Etapa 1: El líquido refrigerante en contacto con el material entra en ebullición,
se forma una capa de vapor que dificulta la transmisión de calor, por este
motivo la velocidad de enfriamiento será lenta.
Etapa 2: El espesor de la capa de vapor disminuye y el líquido refrigerante
entra en contacto con la superficie del material, produciéndose unas corrientes
de convección que incrementan de forma notable la velocidad de enfriamiento.
Etapa 3: La Tª superficial de la pieza de metal desciende por debajo de la de
ebullición y la velocidad de enfriamiento vuelve a descender.
El temple del acero nunca constituye un tratamiento final, debido a que la
estructura martensítica obtenida, pese a ser muy dura, es al mismo tiempo muy
frágil y se encuentra en un estado alto de acritud, a causa de las fuertes
tensiones internas generadas alrededor de los átomos de carbono. Por este
motivo, una vez templado el acero, se le somete a tratamiento térmico de
revenido.
Templabilidad
Es la capacidad de un acero para el temple; es decir, la facilidad con que se
forma la martensita. La transformación completa de austenita en martensita
sólo se consigue con velocidades de enfriamiento muy elevadas.
Es la capacidad de penetración, del temple que tiene un acero. La
templabilidad depende:
- Del diámetro o espesor de la pieza, así una pieza de más espesor tendrá
menos templabilidad, y su interior no quedará templado, aunque el exterior lo
esté.
- La calidad del acero. Una pieza de acero aleado de espesor notable puede
dejar penetrar el temple, entonces se dice que es de mucha templabilidad.
2. Revenido.
Es un tratamiento térmico, que se lleva a cabo calentando el acero templado
hasta una temperatura inferior a la temperatura crítica con objeto de obtener
una estructura más dúctil y tenaz (las piezas templadas se hacen frágiles y muy
duras).
Los efectos de este tratamiento dependen en gran medida de la temperatura y
del tiempo de duración del proceso. El tratamiento completo de temple más
revenido recibe el nombre de bonificado.
3. Normalizado.
Consiste en el calentamiento del acero hasta una total austenización, enfriando
al aire libre. Con ello se consigue que la estructura resultante sea de perlita y
ferrita o cementita de grano fino. Este tratamiento se puede utilizar para
eliminar tensiones internas en piezas que han sufrido procesos de deformación,
como laminado en frío o en caliente, y lograr una estructura.
4. Recocido.
Es un tratamiento que consiste en calentar al acero hasta alcanzar una
temperatura similar a la utilizada en el normalizado y a continuación someterlo
a un enfriamiento muy lento (por lo general se apaga el horno y se deja que se
enfríe en su interior).
Tiene por objeto ablandar el acero y eliminar tensiones internas que hayan
podido producirse por diversas causas (laminación, etc). El constituyente típico
obtenido es la perlita.
B. TRATAMIENTOS TERMOQUÍMICOS.
1. Cementación y cianuración.
2. Nitruración.
También se emplea para el endurecimiento superficial de las piezas,
basándose el fenómeno en la capacidad que tiene el nitrógeno (procedente de
una corriente de amoníaco) para combinarse con el hierro y otros elementos
que lleve aleados, formádose nitruros de gran dureza que se disponen en los
espacios intercristalicios del acero.
El nitrógeno no se introduce en el acero en forma de solución sólida, como
ocurría en el caso de la cementación, sino que debido a su afinidad por
elementos como el Al, Cr, V, Wo, Mo en el acero aleado se forman nitruros
submicroscopicos insolubles.
Este procedimiento tiene una serie de ventajas sobre la cementación:
- La temperatura de calentamiento es relativamente baja (500ºC), por lo que se
reducen los riesgos de deformaciones.
3. Maleabilización.
Es un tratamiento encaminado a eliminar la fragilidad de la fundición. Consiste
en someter las piezas a un recocido prolongado en atmósfera oxidante, con lo
que se consigue descarburar la superficie, quedando tan maleable como los
aceros de bajo contenido en carbono.
A. PROTECCIÓN CATÓDICA.
El fundamento de la protección catódica está basado en que en el cátodo de
una pila galvánica se produce siempre una reacción de reducción. Se hacemos
que la pieza actúe de cátodo, ésta no sufrirá la corrosión.
Puede actuarse de dos formas distintas:
- Conectando la pieza a proteger a un material más electronegativo (Zn, Mg, Al,
etc) que hará de ánodo. Es la llamada protección catódica por ánodo de
sacrificio.
- Uniendo la pieza al polo negativo de un dispositivo que suministre corriente
continua y el positivo a un ánodo consumible o no. Es la protección catódica
por corriente impresa.
La protección catódica se utiliza en tuberías enterradas, depósitos enterrados,
compuertas, diques, etc. El que se emplee la protección por ánodo se sacrificio
o corriente impresa depende de consideraciones económicas.
B. PROTECCIÓN ANÓDICA.
C. TRATAMIENTOS SUPERFICIALES.
1. Recubrimientos no metálicos.
Impiden el contacto de la superficie de las piezas con los agentes que pudieran
atacarlas. los recubrimientos más empleados son:
2. Recubrimientos metálicos.
3. Recubrimientos químicos.
CONCLUSIÓN