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• OBJETO DE LA CIENCIA:
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Adaptado de Bojorquez I. Didáctica General pag.9
flotante, cuya mayor parte se halla oculta en el mar, así, también, solo una parte
muy pequeña del mundo físico se revela ante nosotros de modo directo.
Puede enunciarse así: “las mismas causas producen siempre los mismos efectos. Se le
conoce también con el nombre de principio de causalidad”.
la variable espacio, lo que podría llevarnos a una compleja discusión, fuera de los límites de una
obra elemental como esa. Admitiremos, por tanto, que dos causas son iguales cuando son
iguales todas las circunstancias que concurren en ella; pero naturalmente, si observamos que
una causa produce ahora un determinado efecto y afirmamos que esta misma causa dará lugar
siempre al mismo efecto, podría objetarse a esta afirmación que no son exactamente iguales
estas causas porque difieren en cuanto al tiempo absoluto ya que no han ocurrido
exactamente igual a otro que se verifique en otro lugar, por ser diferente el espacio para
ambos.
Con el fin de salir al paso de estas objeciones, MAXWEL enunció este principio diciendo: “la
diferencia entre dos fenómenos no depende de la mera diferencia de tiempos o lugares en que
limitado a relacionar y comprender los fenómenos observables, sino también a predecirlos. Así
puedo asegurar que, si se reduce el volumen de un gas a la mitad la presión que este ejerce se
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Critica del concepto de causa. En principio si observamos un hecho físico, cualquiera, parece
deducirse que pueden considerarse diferentes causas para un mismo efecto; y por tanto, si no
se dispone de un criterio que permita discernir entre una larga cadena de causas, la
indeterminación (por encontrarse una larga serie de soluciones). Un ejemplo aclarará mejor el
razonamiento anterior: tomemos como efecto el disparo de una bala de cañón. ¿Diremos que el
lanzamiento de la bala ha sido “causado” por el fulminante o por la mano del soldado que tiró de
la cuerda? O ¿afirmaremos que fue la carga de pólvora? Pero sin el movimiento de la mano esa
carga podría haber permanecido inerte durante siglos. De todos modos el movimiento de la
mano puede ser reemplazado por un mecanismo diferente y la explosión del fulminante podría
haber sido producido por una acción muy leve como, por ejemplo, un débil rayo de luz,
interceptado un instante por el ala de una mosca. Con un telescopio ese rayo de luz podría
haber sido elegido entre las estrellas y, una vez amplificado, habría bastado para proyectar
Chicago 1933, un débil rayo de luz que había sido emitido 40 años antes por la estrella Arturo,
del daño causado por la bala, y, no obstante, este ligero rayo de luz, emitido mucho antes,
Tampoco puede decirse que son responsables los obreros que fabricaron la pólvora, los que la
inventaron, los constructores de la fábrica o los capitalistas que suministraron los fondos para
erigirla; o sus padres, o sus abuelos, etc. Y, sin embargo, cada uno de ellos que contribuyeron a
desmenuzándose, sin desaparecer del todo, hasta llegar a los orígenes del mundo.
Así, de una manera automática llegamos a la causa primera, y el problema pasa de forma
imperceptible del terreno material al filosófico y al religioso. Es imposible evitar este pasaje
de lo material a lo inmaterial, porque es evidente que entre esas causas figuran las
psicológicas, los motivos que llevaron a fabricar el cañón y la pólvora, y a disparar la bala. Sin
ellos no habría existido la bala, el cañón, la carga, el fulminante y el disparador, como tampoco
Para salvar esta situación, se conviene en que todo fenómeno que precede invariablemente a
otro debe ser considerado como su causa. El problema se resuelve teniendo en cuenta la
modo que si uno es la causa que produce un efecto, este efecto a su vez pasa a ser la causa del
siguiente, y así sucesivamente. En nuestro ejemplo la mano que movió el disparador es la causa
que produjo el efecto explosión del fulminante; este efecto es la causa del efecto combustión
de la pólvora, este efecto es la causa del desplazamiento de la bala a lo largo del tubo del
cañón; y la inercia adquirida por la bala es la causa que produce el efecto movimiento de la bala,
etc.