Professional Documents
Culture Documents
--------------------------------------------------------------------------------
Ante todo la persona que se decida a la cría de buchones lo primero que tiene
que plantearse es que raza va a escoger con arreglo a su gusto, necesidades,
espacio, tiempo disponible etc., para ello lo mejor es tener unos conocimientos
previos como son el estándar, sus cualidades, precio en el mercado y
posibilidades de adquisición.
Una vez decididos por una raza, pasaremos a la elección de los progenitores,
debiendo de observar unas reglas básicas al respecto; en primer lugar su
salubridad ha de ser total, a continuación deberemos cotejarlos con el estándar,
no apreciándose defecto alguno que denote falta de raza. De ser posible tratar
con aficionados de renombre en cuanto a casta y honestidad comercial. Una vez
que dentro de nuestras posibilidades estemos eligiendo, observaremos los
siguientes puntos que suele ser comunes a casi todas las razas:
2.- Las patas deberán de estar libres de plumas (no calzado) del codillo hacia
abajo; sus escamas serán anilladas en lo posible y simétricas.
4.-El abdomen debe de ser recogido, desechando los ejemplares que tengan esta
deficiencia nos evitaremos luego que nuestros palomos sufran de "quebrancías".
5.-Estas razas han sido casi todas de vuelo y trabajo, si no mantenemos con la
selección la relación peso tamaño, dejaran de hacerlo, es decir que un ejemplar
fuerte y sano no deberá de pesar en exceso. Tengamos en cuenta que sus
huesos son neumáticos o sea aéreos ya que carecen de la gelatina que poseen
los mamíferos.
3.- Eliminación de los ejemplares con taras físicas o psíquicas, como puede ser
falta de aptitudes físicas, carácter etc.
6.-Una vez que tengamos nuestro palomar formado con varias líneas de trabajo,
nos abstendremos de meter sangre nueva a no ser que trabajemos en
colaboración con algún aficionado y sigamos nosotros mismos sus líneas, con lo
que tendremos un conocimiento profundo de sus antecesores.
8.-De todas estas normas hay una que la experiencia me ha demostrado que es
la más difícil de cumplir y es la paciencia. La precocidad que hoy se le pide a
nuestras aves está rozando el limite y pienso que no es bueno tentar la suerte y
seguir ganando precocidad a costa de otras buenas características. Palomos que
con ocho meses ganan un concurso y a los dos años son viejos y no adultos,
poco han de aportar a la raza.
En fin que con un poco de paciencia, trabajo y sobre todo mucha observación
podemos conseguir fijar una raza en nuestro palomar. Pero cuidado que lo que se
tarda en conseguir años se puede echar por la borda en días.
Jaén