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ABDOMEN AGUDO

Revisado por: Adiela Idárraga Pérez


Docente Programa de Enfermería

DEFINICIÓN

El abdomen agudo o síndrome abdominal agudo es un término que agrupa un determinado


número de patologías, capaces de producir signos de irritación peritoneal que genera un
dolor abdominal intenso de aparición brusca y repentina.
Estas patologías requieren de un diagnóstico precoz y el inicio de un tratamiento de
urgencia generalmente de tipo quirúrgico.

La irritación peritoneal puede producir 2 situaciones clínicas:

- Peritonitis: proceso inflamatorio del peritoneo que produce un cuadro clínico de


abdomen agudo verdadero orgánico que requiere tratamiento quirúrgico.
- Peritonismo que es un mecanismo reflejo sin compromiso inflamatorio del peritoneo
que produce un abdomen agudo falso médico o reflejo que no requiere tratamiento
quirúrgico.
Bacteremia Aguda
Primaria Tuberculosis

Peritonitis

Química
Secundaria Bacteriana
Isquemia
Abdomen Agudo
Contusión

Abdominal
Extra-abdominal
Peritonismo Sistémica
Peritonitis primaria: es la infección del líquido peritoneal sin que haya ocurrido
perforación de una víscera. Es causada por la diseminación hematogena a partir de una
fuente intraabdominal o a través de un conducto (como puede ocurrir con un catéter
intraperitoneal) y es responsable un solo patógeno. Paciente con grandes cantidades de
líquido peritoneal (como ascitis, diálisis peritoneal) este proceso se desarrolla por deterioro
de los mecanismos de defensa del peritoneo.

Peritonitis secundaria: resulta de la perforación de una víscera intrabdominal. El foco de


infección son los microorganismos presentes en la luz visceral, es una infección
polimicrobiana, con presencia de microorganismos aerobios y anaerobios.

Peritonitis terciaria o persistente: ocurre en personas con peritonitis secundaria y no


capaces de aclarar la infección o desarrollan superinfección de toda la cavidad peritoneal.
En este tipo de peritonitis se presenta alta mortalidad e indica inmunosupresión en el
paciente.

Abdomen agudo
Motivo de consulta

Dolor

Se puede afirmar que no existe abdomen agudo sin dolor abdominal. Es importante en el
interrogatorio saber si el cuadro clínico se inició con dolor abdominal, sus características y
como ha evolucionado en ubicación e intensidad.

Tipos de dolor

Visceral: es el dolor generado en una víscera. Es un dolor mal localizado, difuso,


profundo, en zona media abdominal. El estimulo parte de las fibras nerviosas esplacnicas
hasta los centros medulares y de allí a las metámeras correspondientes de la pared
abdominal. Este dolor se origina por isquemia, dilatación de una víscera o por
contracciones peristálticas del músculo liso para vencer una obstrucción intraluminal.

Ejemplo:
a. Isquemia en caso de trombosis mesenterica, el dolor se produce por el
aumento de hidrogeniones por acidosis.
b. Distensión de la cápsula de un órgano macizo como ocurre en la hepatitis,
insuficiencia cardiaca u obstrucción biliar.
c. Contracción muscular de una víscera hueca que es el caso de los dolores que
tienen carácter de cólico como los originados en el intestino, en el uréter, en la
vesícula biliar, en trompas de falopio o en el apéndice.

El paciente con este tipo de dolor visceral no es capaz de localizarlo y pasea su mano de
una manera circular en la porción media del abdomen.
Somático, peritoneal o peritoneo-parietal es un dolor agudo, persistente y localizado, se
ubica en la parte lateral del hemiabdomen en el que se origina el estimulo y se acompaña de
contractactura muscular.
La información es llevada por las fibras cerebro-espinales localizadas en el peritoneo
parietal y mesenterio. Por esto la localización es más precisa y ante un estímulo de igual
magnitud el dolor es mucho más intenso.
El paciente localiza el dolor y lo señala con uno o dos dedos. Para la correcta
interpretación del dolor abdominal localizado es necesario pensar en la anatomía normal,
los órganos duelen donde están localizados.

La apendicitis es una patología que inicia con dolor visceral y luego pasa a somático. La
inflamación del peritoneo visceral y pared del apéndice se percibe en el epigastrio o
difusamente en el abdomen, cuando la patología evoluciona se compromete el peritoneo
parietal y el dolor se ubica en solo sitio acompañándose de contractura y defensa en la fosa
iliaca derecha.

Dolor referido o viscero parietal: es el dolor que se manifiesta en una región del cuerpo
diferente al órgano o estructura comprometida. Son ejemplos de este tipo de dolor:

- Los abcesos subfrénicos irradian el dolor o irritan el diafragma.


- La ruptura de esófago da un dolor retroesternal.
- El hemoperitoneo o úlcera perforada irradian el dolor a la base del cuello o en el
hombro.
- La pancreatitis ocasiona dolor en epigastrio y es irradiado a hipocondrios o a fosas
iliacas.
- Los problemas biliares producen dolor en hipocondrio derecho y se irradia a hombro y
escápula derechos.
- Los traumas o inflamación del bazo producen dolor en hombro izquierdo
- Las patologías renales, intestinales y/o uterinas produce dolores lumbares.
- Los cálculos renales producen dolor en genitales.

En este dolor hay participación de fibras viscerales. Parten del peritoneo visceral y son
transportadas por vía esplácnica y cerebro espinal.
Aparición del dolor

Súbita: se presenta repentinamente, alcanza gran intensidad y obliga al paciente a consultar


inmediatamente, esto ocurre en: úlcera péptica perforada, ruptura de embarazo
ectópico, ruptura de aneurisma aortico, torsión de testículo o de ovario, litiasis ureteral
e infarto del miocardio.

Gradual: el dolor se presenta con menor intensidad, el paciente no precisa con exactitud la
hora del comienzo del dolor, continua con sus actividades y consulta más tarde.
Ejemplo: apendicitis, colecistitis, úlcera péptica, obstrucción del intestino delgado,
pancreatitis, anexitis, diverticulitis, infección del tracto urinario y retención urinaria.

Lenta: el paciente refiere una fecha imprecisa o vaga de aparición del dolor. Ejemplo:
obstrucción intestinal baja, enfermedad inflamatoria intestinal, apendicitis complicada
y abscesos intrabdominales.

Se debe establecer con precisión la progresión del dolor, pues éste puede modificarse en el
transcurso del tiempo, si se presentan períodos de remisión, si existe intermitencia o si se
ha presentado alivio bajo que condiciones.
La migración del dolor es el cambio en la localización del dolor en el transcurso de la
enfermedad, el dolor se percibe en principio en un sitio y luego cambia a otro por ejemplo
en apendicitis se inicia en epigastrio y va descendiendo a la zona periumbilical hasta
ubicarse en la fosa ilíaca derecha en el punto de Mc Burney.

Tipo de dolor: puede ser quemante, ardor, punzante, cólico, molestia pesadez, mordisco o
picada.

La localización del dolor:

Epigastrio: Ulcera péptica


Ulcera péptica complicada
Colecistitis aguda
Apendicitis (inicialmente)
Pancreatitis
Obstrucción intestinal (inicialmente)
Absceso hepático
Absceso subfrénico
Hepatomegalia
Esplenomegalia
Pleuritis y neumonías basales
Infarto agudo del miocardio

Mesogastrio: Apendicitis (inicialmente)


Obstrucción intestinal
Pancreatitis
Hernia epigástrica o umbilical
Eventración
Isquemia o gangrena intestinal
Diverticulitis
Ruptura de aneurisma aórtico

Hipogastrio: Apendicitis
Anexitis
Embarazo ectópico roto
Torsión testicular
Diverticulitis
Infección urinaria
Aneurisma aórtica roto
Litiasis ureteral
Retención urinaria
Hernia inguinal

SEMIOLOGÍA DEL ABDOMEN AGUDO

1. Historia clínica: las condiciones físicas o mentales en las cuales llegan los pacientes a
consultar interfieren en la obtención de datos acertados porque el dolor, la angustia y la
sensación de muerte inminente, el temor al medio hospitalario no lo permite; por esto se
debe acudir a familiares o acompañantes para obtener una mejor información.

2. Edad: es un factor que puede orientar y definir la causa del abdomen agudo.
- En recién nacido: Ileus meconial
- En menores de 4 años: Invaginación intestinal e intusucepción
- Adolescentes y adultos jóvenes: Apendicitis
- Mujeres de 15 – 30 años: Quiste torcido de ovario
- Mujer en edad fértil: Embarazo ectópico
- Adultos de más de 20 años: Ulcera péptica perforada
- Hombres de 30 – 40 años: Pancreatitis
- Mujeres multiparas de 30 años: colecistitis
- Ambos sexos por encima de 50 años: obstrucción intestinal
- Mujeres jóvenes, bajas condiciones socioeconómicas: anexitis

El paciente de edad avanzada que acude con dolor abdominal agudo constituye un
problema de especial dificultad porque el cuadro se complica por diversas razones:

- La coexistencia de disfunción orgánica y enfermedades subyacentes


asociadas con la edad
- Presentación generalmente tardía cuando ya el proceso ha avanzado
- Deseo tanto del medico como del paciente y de la familia de evitar exámenes
o una operación innecesaria.

Las patologías en mayores de 70 años son la colecistitis aguda y las neoplasias malignas,
pero también han variado con el tiempo por investigaciones recientes realizadas.

3. Sexo: en las mujeres son frecuentes colecistopatias, cáncer de vesícula, estreñimiento,


parasitismo intestinal y enfermedades propias del sexo como enfermedad pélvica
inflamatoria. En ocasiones la mujer oculta situaciones personales en forma deliberada y
esto dificulta diagnosticar dichas patologías.

En el hombre predomina: neoplasias, cirrosis, Ca de cabeza de páncreas, estenosis


pilórica, gastritis, ulcera péptica.

4. Antecedentes: es importante integrarlos a otros síntomas y contribuir al diagnóstico

- La intolerancia a las grasas y el dolor tipo cólico en hipocondrio derecho son


sospecha de colecistitis.
- La presencia de agrieras, fatigas y dolor epigástrico, ingestión de antiácidos,
de salicilatos, de corticoides porque favorecen la aparición de gastritis y crisis
ulcerosas y dan sospecha de ulcera péptica.
- La ingestión de antibióticos, anovulatorios orales predisponen la aparición
de problemas biliares.
- Las diarreas frecuentes y colitis amibiana dan sospecha de absceso hepático.
- Pacientes con intervenciones quirúrgicas previas por presencia de bridas o
adherencias intestinales dan sospecha de obstrucción intestinal.
- Los antecedentes de problemas vesiculares y de pacientes alcohólicos dan
sospechas de pancreatitis.
- Los antecedentes de fiebre tifoidea se relacionan con colecistitis.
- En personas jóvenes con anemia hemolítica pueden relacionarse con cálculos
vesiculares
- Las infecciones ginecológicas y la amenorrea dan sospecha de embarazo
ectópico roto.
- Las afecciones cardivasculares dan sospechas de trombosis o isquemia
intestinal.

5. Horario del dolor y su relación con las comidas:

- En la gastritis, el dolor aparece o se acentúa generalmente luego de ingerir


las comidas.
- El dolor de la úlcera gástrica aparece una hora después del desayuno y solo
se calma con la ingestión nuevamente de alimentos (almuerzo), reaparece una hora
después, se calma con la comida, para luego aparecer y se calma con el sueño.
- Las crisis ulcerosas exacerban al amanecer y las úlceras perforadas se
presentan en horas de la noche.
- La pancreatitis se presenta después de una comida abundante e ingestión de
bebidas alcohólicas.

6. Facies: los cambios físicos de la cara del paciente solo son aparentes en estados
avanzados de procesos abdominales. Sin embargo es útil tener en cuenta:

- Facies ansiosa del paciente con un cólico.


- Facies rubicunada del paciente con pancreatitis, debido a la liberación de
kalicreina
- Facies demcrada, pálida, lívida, angustiada, diaforesis del paciente con
úlcera perforada
- Facies de paciente pálido, semblante cenizo, perfilado, labios secos, dientes
apretados, mirada fija apagada, pupila dilatada, solo gira los ojos ante la presencia
de alguien, esta descripción pertenece a un paciente con peritonitis avanzada.
- Facies de paciente pálido, cadavérico polipneico (con sed de aire) ansioso,
que se queja de sed, no tolera nada encima de su abdomen, es un paciente con una
hemorragia intraperitoneal
- Facies de paciente que grita, gesticula por dolor, no se está quieto. Mejillas
y ojos hundidos y además presenta vómito, náuseas; esto es característico en
paciente con cólicos de vesícula o renales.

7. Posición del paciente en la cama: la posición encogida (fetal) presionando el


epigastrio con manos abiertas o puños cerrados en caso de úlcera péptica perforada.

- La posición decúbito dorsal, quieto, con los brazos a los lados del cuerpo, o
manos colocadas ligeramente sobre el abdomen indica paciente con peritonitis.
- Paciente enrollado en la cama, pierna y muslos flexionados, presionando con
las manos el punto doloroso, es propio de obstrucción intestinal
- Paciente en posición “mahometana” rodillas flexionadas inclinado hacía
adelante; o sentado o acostado boca-abajo adoptando posición “acurrucada” es
propia de una pancreatitis
- Posición encorvada hacía adelante se presenta en caso de bridas peritoneales
o procesos inflamatorios genitales.
- Paciente inestable que cambia frecuentemente de posición y decúbito,
revolcándose en cama, esto indica cólicos vesiculares y renales.
- Posición decúbito dorsal con miembro inferior derecho flexionado es propio
de apendicitis.
8. Vómito: es el síntoma que más comúnmente acompaña al dolor abdominal en el
paciente con abdomen agudo. En el abdomen agudo verdadero el dolor es síntoma
inicial y los síntomas que le acompañan aparecen posteriormente, aunque el vómito
suele aparecer precozmente.

En las lesiones abdominales agudas, el vómito se debe:

- Irritación de los nervios peritoneo, o mesenterio como ocurre en la


perforación de úlcera gástrica, de una apéndice gangrenada o a la torsión de un
quiste de ovario.
- Obstrucción de un conducto de músculo liso, ya sea biliar, uréter, uterino,
intestino o apéndice

- En la apendicitis se presenta el dolor y a las 3 0 4 horas se produce vómito.


- En el embarazo ectópico roto que se produce hemorragia se produce poco o ningún
vómito.
- En obstrucción de la parte alta del intestino delgado el vómito es frecuente y abundante.
Primero se arroja el contenido gástrico luego material biliar y después un líquido
amarillo – verdoso, finalmente anaranjado o marrón con olor fecaloide (que refleja la
descomposición bacteriana del contenido intestinal).
- El vómito fecaloide es signo importante de obstrucción mecánica o paralítica del
intestino delgado, es raro en la obstrucción colónica.
- En la gastroenteritis se presenta primero el vómito y luego el dolor
- El niño recién nacido con atresia duodenal vomita líquido biliar, pero si es estenosis
congénita del piloro en vómito no contiene bilis.

Otras características que se deben considerar en el vómito son:

- Si en “seco” o alimenticio se debe a obstrucción intestinal alta.


- Si es “precoz” se debe pensar en pancreatitis y obstrucción intestinal alta
- Si es “tardío” pensar en peritonitis o en obstrucción de colon.
- Si es “sanguinolento” puede ser por patologías hemorrágicas.
- Si es “explosivo” puede ser por patologías obstructivas.
- Si es “bilioso” se debe pensar en patología de vesícula o de páncreas
- Si es “fecaloide” pensar en obstrucción intestinales bajas.

En la medida que la enfermedad abdominal progresa y l a inflamación, intraperitoneal se


extiende, las nauseas y el vómito se hacen más frecuentes.
El vómito puede tener origen en el sistema nervioso central especialmente en pacientes con
trauma porque el vómito puede ser causado por lesiones que ocupan espacio en el cráneo.

9. Anorexia o falta de apetito: generalmente acompañan a las patologías abdominales.

- Si hay intolerancia alimenticia se debe descartar patología gastroduodenal,


pancreatica o vesicular.
- Si se presenta dolor abdominal o sensación de llenura luego de ingerir
alimentos se debe pensar en patología biliar.
- Si se presenta hambre, se debe pensar en enfermedad ácido – péptica.

10. Diarrea

- En patología colónica principalmente en diverticulitis y carcinoma se


presentan deposiciones sanguinolentas.
- La acolia o heces sin color indica la presencia de ictericia de tipo
obstructivo.
- La distensión abdominal es producto de la dilatación intestinal causado por
ileo reflejo u obstrucción mecánica, esto es común en peritonitis, pancreatitis y en
obstrucción intestinal. Esta distensión abdominal es mayor en la obstrucción baja
que en la obstrucción de intestino delgado proximal.

11. Estreñimiento: se debe analizar si el paciente ha ingerido laxantes o enemas.


Evaluar sensación de cuerpo extraño, retención de gases u otras manifestaciones
anorectales.
El estreñimiento crónico se presenta en ancianos o en jóvenes anorexicas se debe
evaluar si hay impactación fecal.
En un paciente deshidratado, caquexico se debe evaluar obstrucciones mecánicas o
ileoadinámicas.

12. Síntomas respiratorios: es importante analizar ante la presencia de un abdomen agudo,


si el dolor se agrava con la respiración, esto sugiere un dolor pleurítico o una lesión por
debajo del diafragma.
En ocasiones la distensión abdominal marcada produce alteraciones respiratorias o
procesos abdominales (sepsis) que producen irritación diafragmática.

13. Síntomas genitourinarios: la disuria se presenta en la infección urinaria, pero también


en procesos inflamatorios pélvicos relacionados con apendicitis, anexitis, diverticulitis
complicada y embarazo ectópico.
- La hematuria se presenta en litiasis, trauma o neoplasia del tracto urinario. Sin embargo
la presencia de hematuria en pacientes con abdomen agudo debe hacer sospechar
litiasis.
- La amenorrea reciente, debe hacer investigar un embarazo ectópico

EXAMEN FÍSICO DEL PACIENTE CON ABDOMEN AGUDO

1. Valoración de signos vitales

- La presión arterial: se disminuye en cuadros hemorrágicos, pérdida de


grandes volúmenes de líquido intravascular y en fase aguda de dolor tipo cólico.
Es importante anotar que en el postoperatorio por el contrario, la presión arterial
aumenta por el dolor postquirúrgico
- El pulso: el aumento de la frecuencia ocurre en etapas avanzadas de la
peritonitis, hemorragia (shock hipovolemico) o después de un trauma abdominal
grave.
El pulso rápido pero débil, difícil de contar se presenta en peritonitis avanzada y
suele ser de mal pronóstico.

- La temperatura: en las patologías quirúrgicas, la fiebre se presenta luego


del dolor, y en las patologías médicas ocurre lo contrario.
La hipertermia con dolor abdominal y signos respiratorios hace pensar en patología
pulmonar.
La presencia de fiebre se relaciona con procesos inflamatorios intraperitoneales
como ocurre en T° de 39°C – en la peritonitis, salpingitis, pielonefritis e infección
urinaria. La coexistencia de escalofrío hace pensar en bacteremia y se presenta en
infección urinaria y sistema biliar.

Los pacientes con trombosis mesentérica presentan normotermia y bradicardia.


El dolor tipo cólico se presenta con hipotermia, frialdad y sudoración.
La hipertermia y la bradicardia son una disociación esfingo-térmica, por esto se
debe descartar una fiebre tifoidea.
Cuando se toma la T° rectal y da 1 grado más que la T° axilar se debe sospechar
apendicitis.
En los extremos de la vida o en pacientes sépticos, la hipotermia más que la fiebre,
puede ser signo de un proceso abdominal.

2. Examen abdominal

El examen abdominal se debe realizar con los siguientes pasos: infección, auscultación,
palpación, percusión; además se deben identificar los signos especiales y puntos dolorosos
que son:
Signo de Blumberg
Signo de Murphy
Signo de Soas
Signo de obturador
Signo de Rovsing
Signo de Aaron
Signo de puño percusión

Otro tópico a tener en cuenta en la valoración es el tacto rectal y el vaginal.

3. Exámenes de laboratorio

a. Cuadro hemático, hemograma o Biometria


- El descenso de la hemoglobina y el hematocrito en presencia del dolor
abdominal debe ser interpretado como sangrado intraperitoneal. Un descenso del
número de glóbulos rojos es indicativo de pérdida crónica de sangrado como ocurre
en enfermedad ulcerosa péptica o neoplasia del tracto gastrointestinal.
- Los leucocitosis elevada indica un infección activa o proceso inflamatorio en
el organismo, aunque puede presentarse leucocitosis sin infección como ocurre en
ulcera péptica perforada, hemorragia intestinal, torsión de quiste de ovario y
traumatismo abdominales.
La leucocitosis alta (13.000 X mm3) con desviación hacia la izquierda indica
infección importante.

La leucocitosis en pacientes con abdomen agudo orienta hacía apendicitis,


pancreatitis, absceso hepático o patologías que produzcan necrosis tisular. Hay
patologías con inflamación intraperitoneal que pueden cursar con recuento
leucocitario normal o a un bajo como ocurre en estado séptico avanzado y en los
extremos de la vida en general asociado a mal pronóstico.
El hematocrito elevado indica hemoconcentración ocasionado por deshidratación
(vómito, diarrea)

b. Glicemia
- Si está elevada puede reflejar solamente la respuesta metabólica a la
infección, no obstante en paciente diabético puede indicar una descompensación
originada en una infección intra peritoneal
En todo trauma o presencia de dolor hay aumento de catecolaminas y esto genera
stress y aumento de glicemia. También en la pancreatitis aguda puede presentarse
hiperglicemia transitoria.
En diabéticos jóvenes no controlados con cetoacidosis presentan un tipo extraño de
dolor abdominal y el dato principal es la detección de azúcar en orina

c. Creatinina, nitrógeno ureico (conocido con la sigla inglesa BUN: blood urea nitrogen)
- Esta prueba está encaminada a establecer más el estado de la función renal que a
confirmar un diagnóstico específico.

d. Amilasas
- Se toma para confirmar diagnóstico de pancreatitis que se elevan en el 80% de
pacientes con pancreatitis aguda.
- La amilasa se eleva en menor grado en úlcera péptica perforada, oclusión intestinal,
colecistitis, en cuyo caso las bilirrubinas también pueden aumentar.
También se eleva en quiste torcido de ovario y embarazo ectópico roto.

e. Lipasas
- Se elevan en patologías como pancreatitis, ictericia, obstructiva, cirrosis hepatica,
obstrucción intestinal y peritonitis.

f. Bilirrubinas
- Se aumentan cuando hay ictericia, y puede relacionarse con obstrucción biliar.

g. Fosfatasa alcalina
- Se eleva en ictericia obstructiva de tipo extra o intrahepatico.

h. Electrolitos Na – K – Ca – Mg
Importante para detectar alteraciones hidroelectrolíticas por el vómito, diarrea o pérdida
de líquidos en un tercer espacio.

i. TP .TPT – plaquetas

j. CPK – CPKmb – DHL – Troponina T

k. Parcial de orina:
- La densidad elevada indica deshidratación
- La presencia de glucosa indica hiperglicemia en paciente diabético
descompensado por infección
- La proteinuria puede indicar enfermedad renal
- La leococituria sugiere infección urinaria (mayor de 20 x campo) pero se
debe realizar coloración de Gram de sedimento urinario o urocultivo para confirmar
infección.
- La hematuria siempre es anormal. Cuando el recuento del glóbulos rojos es
bajo se piensa en infección urinaria pero si es mayor se sospecha litiasis, trauma o
neoplasia.
- En orina oscura o coliuria puede ser signo de porfiria; causa metabólica de
cuadro abdominal agudo.

4. Exámenes Radiológicos
Rx simple de abdomen
Rx de esófago -estómago – duodeno
Rx de colon por enema
Rx de vesicula y vias biliares, colecistografia oral, colangiografia IV, por infusión,
transparieto hepatica; intraoperatoria, postoperatoria, colangio pancreato duodenos
copia retrógrada.

5. Exámenes Endoscopicos
Esófagos copia – gastroscopia – colonoscopia - laparoscopia – rectosigmoidoscopia

6. Otros medios diagnósticos


Gamagrafía
Ultrasonografía – ecografía
Resonancia Magnética
TAC
Biopsia Hepática
Paracentesis
Lavado peritoneal
Punción del fondo de saco de Douglas (culdocentesis).

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