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ACTITUD ............................................................................................................................ 34
AMISTADES...................................................................................................................... 44
AMOR ..................................................................................................................................... 4
AMOR VERDADERO ....................................................................................................... 6
BUEN TRATO ................................................................................................................... 36
CELOS .................................................................................................................................. 46
CRITICA ............................................................................................................................. 40
CULPA ................................................................................................................................. 42
DECISIÓN ........................................................................................................................... 2
DESAMOR .......................................................................................................................... 56
DISFRUTAR ...................................................................................................................... 14
DUELOS ................................................................................................................................ 8
EGOÍSMO........................................................................................................................... 10
ENTUSIASMO .................................................................................................................. 30
ENVIDIA ............................................................................................................................ 50
FURIA .................................................................................................................................. 52
LIBERTAD ......................................................................................................................... 38
MAL HUMOR .................................................................................................................... 16
MIEDO I ............................................................................................................................. 24
MIEDO II ........................................................................................................................... 26
MIEDO III ......................................................................................................................... 28
MOTIVACIÓN .................................................................................................................. 58
NO DEPENDER I ............................................................................................................ 18
NO DEPENDER II .......................................................................................................... 20
QUIÉN ERES? .................................................................................................................. 22
REBELDÍA ......................................................................................................................... 32
RENUNCIAS ..................................................................................................................... 48
SENTIDO COMÚN ......................................................................................................... 54
SUEÑOS .............................................................................................................................. 62
TRISTEZA Y FURIA ...................................................................................................... 60
VIVIR EL PRESENTE ................................................................................................... 12
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Una palabra por día: DECISIÓN
Como todos los días Marta tiró su bolso sobre el sofá y colgó su chaqueta
descuidadamente en el respaldo de la silla. En un movimiento automático encendió el
ordenador y siguió hasta la cocina para prepararse un café. Mientras esperaba que el
agua estuviera a punto, el computador le anunció, con el tono de apertura que el
sistema la estaba esperando… "Ya voy" pensó, como si tuviera que darle explicaciones a
la máquina, pero sin prisa volcó el café recién hecho en el largo vaso con hielo y tomó
un par de galletas del frasco de vidrio del primer estante.
Marta volvió al ordenador y abrió su correo electrónico. Tenía algunos mensajes nuevos
de un par de amigos, que no decían nada importante, un mail de su compañero de
trabajo, pidiéndole unos datos, y un mensaje de publicidad que anunciaba: Visítenos sin
cargo.
Con cierto temor de abrirle una puerta a fisgones, hackers y gusanos informáticos miró
el mail confiando esta vez en sus sistemas de seguridad virtual.
No había virus, el mensaje era breve y estaba dirigido a ella con su nombre y su
apellido, decía simplemente:
Ahora y durante un mes usted puede visitar nuestra página en forma gratuita.
www.palabrasalacarta.com
Un poco intrigada por el hecho de ver sus datos de identidad correctamente escritos y
otro poco curiosa por el nombre del sitio, hizo un doble clic con el botón izquierdo del
ratón para entrar en el portal.
La pantalla parpadeó un momento y luego mostró la página: Un gran espacio blanco con
un rectángulo dibujado en el centro, y un cuadrado gris a un costado, con un signo de
pregunta en él. Nada más.
Olvidada de las reglas de seguridad primarias para Internet pulsó dos veces en el signo
de pregunta y vio como se abría una nueva ventana que decía:
Bienvenido/a a
palabrasalacarta.com
Si lo desea, durante un mes, puede visitar este portal una vez por día e ingresar en el
recuadro de apertura una palabra o un pequeño grupo de palabras, acerca de cualquier
cosa que le interese y que no encuentre usualmente en las páginas de los periódicos ni
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en las enciclopedias del mercado. El sistema creará una respuesta. Esperamos que le
sea útil en su búsqueda personal. Esperamos que le sirva para vivir un poco mejor.
Marta tildó el cuadradito blanco que prometía no volver mostrar ese mensaje y volvió
así al rectángulo del portal de acceso, que ahora, con una barra vertical que aparecía y
desaparecía, la invitaba a escribir.
Después de dudar un momento decidió seguir adelante, se acomodó y tecleó una sola
palabra siendo fiel a lo que en ese momento sentía:
DECISIÓN
Es más importante poder tomar una decisión que ser capaz de encontrar la mejor
opción.
El centauro, mitad caballo mitad hombre tenía hambre, pero no pudo decidir si comer
hamburguesa o alfalfa, y se quedó sin comer. Después tuvo sueño, pero no pudo decidir
si dormir en un establo o en un hotel, y se quedó sin dormir. Sin comer y sin dormir
enfermó, pero no pudo decidir si visitar a un médico o a un veterinario, así que se
murió. La autora del cuento, que tampoco pudo decidir donde enterrarlo, lo revivió.
Hasta mañana.
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Una palabra por día: EL AMOR
Al salir del trabajo Marta se fue directamente a la casa. Usualmente hubiera aceptado la
invitación de Rosa a compartir un café, pero esta vez quería llegar lo antes posible. La
experiencia del día anterior con el sitio de Internet, la tenía sorprendida y encantada.
AMOR
Se podrían decir muchas cosas del amor y también se podría simplemente contar un
cuento…
Una pequeña casucha, en las afueras del pueblo, un cobertizo con techo de paja, una
prensa rudimentaria y unas pocas herramientas. Esas eran todas las posesiones de
Joaquín, el carpintero. Esa mañana, como todas, se había levantado a las seis para ir
por leña, pero no llegó al bosque, a unos 200 metros de su casa, tropezó con el cuerpo
herido y maltrecho de un joven. Con rapidez, cargó en brazos el cuerpo sucio que olía a
sangre, a mugre y a alcohol hasta su casa. Allí lo tendió sobre su cama, cortó las raídas
ropas y lo higienizó cuidadosamente con agua y jabón. El muchacho, además de su
borrachera había sido golpeado con salvajismo. Tenía heridas en las manos y la espalda,
y una pierna fracturada. Joaquín curó y vendó las heridas, entablilló la pierna y durante
las siguientes semanas, centró su vida en la salud de su huésped.
Bien comido, bien dormido y sin beber alcohol, Manuel, que así se llamaba el joven, se
fortaleció enseguida. Joaquín, que trataba al muchacho como si fuera el hijo que no
había tenido, le ofreció quedarse con él trabajando durante un tiempo y el joven aceptó.
Cada día Joaquín intentaba enseñarle el oficio mientras Manuel intentaba rehuir del
trabajo todo lo que podía. Una y otra vez Joaquín intentaba convencer al joven de las
ventajas del trabajo, del buen nombre y de la vida sana; pero Manuel volvía a quedarse
dormido o se olvidaba de cumplir las tareas que Joaquín le había encomendado.
Una noche, Manuel decidió que seis meses de abstinencia eran bastante y creyó que una
copa en el pueblo no le haría daño. Por si el viejo despertaba en la noche, cerró la
puerta de su habitación desde adentro y salió por la ventana dejando la vela encendida
para dar la impresión de que se encontraba allí. Como siempre… a la primera copa
siguió la segunda, y a esta la tercera, y la cuarta, y otras muchas...
Cantaba con sus compañeros de trago, cuando la muchedumbre pasó por la puerta del
boliche corriendo y gritando. Manuel no asoció este hecho con lo ocurrido hasta que de
madrugada vio a la gente agolpada frente a la casa...
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Sólo una pared y unas pocas herramientas se salvaron del incendio. De Joaquín se
encontraron apenas cuatro o cinco huesos chamuscados, que enterraron en el
cementerio bajo una lápida donde Manuel hizo escribir: "Lo haré, Joaquín. Perdón"
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Una palabra por día: AMOR VERDADERO
Recién a las 7 de la tarde pudo llegar a su piso. Se sentó frente al ordenador y abrió la
página de palabrasalacarta.com. Esta vez tipeó en el recuadro:
AMOR VERDADERO
… "Amor" es posiblemente una de las palabras más usadas en los últimos doscientos
años. A su sombra se han justificado las atrocidades más espantosas y se han explicado
las actitudes más solidarias. Los santos, los dictadores, los bondadosos, los asesinos, los
sacerdotes y los hechiceros, los eruditos y los analfabetos, los amantes y los
desamorados; todos hablan de amor y muchos de ellos ni siquiera saben de que están
hablando.
No escribiré aquí sobre el amor de las novelas románticas, eterno y excluyente; ni sobre
el amor de las tragedias griegas, dramático e irresistible sino sobre el amor de nuestros
tiempos, sobre nuestro amor; un amor que no es ningún sentimiento sublime, reservado
para unos pocos ni tampoco algo que se siente exclusivamente en un momento de la
vida frente a una única persona.
Un amor posible y real, que está íntimamente emparentado con lo que cotidianamente
llamamos "querer mucho" a alguien. Si definimos el querer como "el más puro interés
por el bienestar de otra persona" podremos entender que amamos cuando sentimos que
nos importa muchísimo el bienestar de otro.
El amor "verdadero" es pues, el verdadero interés por lo que le suceda a alguien; sea
ese alguien tu hijo, tu madre, tu pareja, tu vecino o el prójimo anónimo y desconocido.
Estoy diciendo que si alguien por cercano que sea, no se interesa en lo que te sucede,
no pregunta por tus cosas, nunca tiene espacio para escucharte y mucho menos para
tenderte una mano deberás asumir (aunque sea doloroso) que mucho no te quiere,
aunque ande dejando cartitas y haciéndote regalos todos los meses. Puede sonar
doloroso y contundente, pero así es.
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Por el contrario, la persona que se ocupa de ti y le importas; la que se alegra con tus
logros y te acompaña en un momento difícil pero respeta tus tiempos y tus elecciones;
la que siente interés por lo tuyo sin querer poseerte; esa persona posiblemente te
quiere aunque te grite que nunca te quiso, aunque jure y perjure que ya no te quiere
más.
De entre ellas quiero dejar aquí la que Josef Zinker propone en su libro "El proceso
creativo": El amor es el regocijo por la sola existencia de la persona amada.
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Una palabra por día: DUELOS
Después de leer sobre el amor, Marta recordó a su abuela. Nunca nadie la había querido
así, con tanta entrega, con tamaña incondicionalidad, con semejante presencia. Alguna
vez había leído que el amor de un abuelo es aún más puro que el de un padre, porque
está despojado del rol de educador y de guía obligado: El amor de un abuelo es el que
se define por la posibilidad de consentir, decía la nota, y ella estuvo de acuerdo. Sin
embargo después de la alegría del recuerdo, una enorme tristeza la invadió por
completo. Le asaltaron unas enormes ganas de llorar y no pudo pensar en otra cosa que
no fuera su dolor por la ausencia de su amada abuela.
DUELOS
Como su nombre lo indica los duelos "duelen". Y no es enfermizo que así sea. El dolor es
parte del proceso de elaboración de una pérdida, sea esta importante o banal. Elaborar
significa dar un paso adelante en la aceptación de la ausencia de lo perdido y es
condición indispensable para avanzar en nuestras vidas.
Podemos estructurar un pasar sin demasiados logros, si nos ocupamos de ello, pero con
todo nuestro esfuerzo nunca seríamos capaces de evitar que nos conmuevan algunas
pérdidas.
Elaborar el duelo consiste en conseguir que ni siquiera el dolor nos impida separarnos de
lo que quedó atrás. Y no hablo aquí de olvidar, sino de seguir adelante. Un trabajo
personal y único, íntimamente ligado al desarrollo en nuestro interior, a nuestro modo y
en nuestros tiempos, de la capacidad de rescatar aquello de bueno que eso, que ya no
está, dejó en nosotros y recordarlo con alegría y gratitud.
Cuentan que había una vez un señor que padecía por lo peor que le puede pasar a un
ser humano: un hijo suyo había muerto. Desde su accidente y su muerte ocurrida hacía
años no podía dormir. Lloraba y lloraba hasta que amanecía.
- Basta ya.
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El ángel le dice:
Por una acera enorme empiezan a pasar decenas y centenares de niños. Miles de chicos
vestidos como angelitos, con alitas blancas y una vela encendida entre las manos.
El hombre dice:
- ¿Quiénes son?
Y el ángel le responde:
- Estos son todos los chicos que han muerto en estos años y todos los días hacen este
paseo con nosotros, porque son puros...
Pero hay algo que lo conmueve: entre todos es el único que lleva su vela apagada.
El padre siente una enorme pena y una terrible congoja por su hijo.
En ese momento el chico lo ve, viene corriendo y se abraza a él. El hombre lo aprieta
con fuerza y pregunta:
- Hijo, ¿por qué tu vela no tiene luz?, ¿no encienden tu vela como a los demás?
- Sí, claro papá, cada mañana encienden mi vela igual que la de todos, pero ¿sabes lo
que pasa?, cada noche tus lágrimas apagan la mía. Deja de llorarme papá…
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Una palabra por día: EGOÍSMO
¿Quién escribía estas respuestas que mostraba el ordenador? Nadie podía escribir una
réplica tan inmediata ¿Cómo se generaban entonces? Era evidente que la respuesta a
cada ingreso estaba ya determinada. Posiblemente una serie de palabras "clave" pre-
elegidas por alguien, enganchaban con otros tantos textos seleccionados con
anterioridad para cada tema. Era sin lugar a dudas una buena idea.
Se dijo que debía pasarle el dato a sus compañeros todavía más adictos que ella a la
computación… Y después pensó "todavía no".
EGOÍSMO
La creencia popular responde que el problema del egoísta no está en que se quiera sino
en lo desmedido de ese amor, y sigue "si uno se quiere demasiado a sí mismo no tiene
espacio para querer a los otros.. "
Todos podemos darnos cuenta de que no es bueno para nadie individualmente ni para la
humanidad que cada uno se quede centrado en si, mirándose el ombligo; sabemos que
el ser humano es un ser social y entendemos por qué el egoísmo visto así es una cosa
tan mal calificada.
Faltaría saber si es cierto que por quererse mucho uno se queda sin espacio para querer
a los demás. Esta es una idea tan graciosa como falsa que parte de creer que existe una
capacidad de amar limitada. Es como decir que si uno tiene 11,28 unidades
internacionales de amor, y las usa todas en si mismo no le queda nada de amor para los
demás (??). Pregunto: cuando uno ya tiene un hijo y luego tiene otro, ¿debe dejar de
querer al primero para empezar a querer al más chico? ¿De dónde se saca más
capacidad de amar a los nuevos amigos? Si quiero mucho a mi esposa ¿significa esto
que no podré querer a ninguna otra persona en el universo mientras la siga queriendo a
ella?
Es falso que alguien "no quiera a los demás" porque se quiere mucho a sí mismo.
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Puede ser cierto que exista alguna persona que no quiera a nadie, pero su motivo no
está en su demasiado amor por si mismo. Será un antisocial, un negado o un resentido,
pero eso no es ser egoísta.
Se habla mucho del peligro de caer en el egoísmo y poco del peligro de hacerle creer a
los niños sobre todo, que quererse a sí mismos es malo.
No hay amor que no empiece en el amor que uno se tiene y por lo tanto quien dice que
quiere mucho a los demás y poco a sí mismo, miente.
En todo caso habrá diferentes maneras de ser egoístas, y dependerán de quien soy y no
de cuanto me quiero. Habrá un egoísmo bueno y sano que es el que sienten aquellos de
corazón bueno y sano. Y habrá un egoísmo enfermo, el que sienten los mezquinos, los
envidiosos, los canallas, los miserables, los psicópatas incapaces de conectarse con el
amor al prójimo.
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Una palabra por día: VIVIR EL PRESENTE
Marta acababa de descubrir que era egoísta, y lo que era peor, se sentía un tanto
orgullosa de serlo. Las "palabrasalacarta" del día anterior la habían dejado muy
contenta. Siempre había sentido que la propuesta de Elevar la Autoestima no alcanzaba
a definir la mejor relación que ella pretendía tener consigo misma. Quizás se debiera a
que esas palabras habían sido tan mal usadas en los últimos tiempos, que terminaron
siendo capturadas por los mercaderes de ilusiones, los publicistas baratos y los políticos
de mala fe. Al salir de su trabajo, había pasado por la tienda de la Avenida para
comprarse esa chaqueta a la que le había echado el ojo desde hacía más de un mes.
Hoy sentía, por primera vez en muchos años, que podía cuidarse y regalarse alguna
cosa que deseaba sin sentirse en falta con los que tenían menos que ella.
Ya habría tiempo para pensar en la culpa, quizás debía preguntarle al portal sobre ese
sentimiento. Por ahora su única sombra era la factura de su tarjeta de crédito. Marta
sabía que esa compra no descalabraba su cuenta bancaria, ni dejaba en rojo su saldo
pero siempre le gustaba tener una reserva. Así había aprendido de sus padres.
… Para vivir se necesita estar anclado al presente, ya que la única vida verdadera es
aquella que transcurre aquí y ahora. Nosotros los neuróticos vivimos permanentemente
oscilando entre un qué-lindo-hubiera-sido-si... y un qué-lindo-va-a-ser-cuando...
Usted no podrá disfrutar ahora de la lectura si está pensando que cuando termine de
leer y se libere de todas estas preocupaciones que lo inquietan, va a poder disfrutar de
esa cena maravillosa en el restaurante, que hace tanto tiempo que deseaba conocer. Sin
embargo debo decirle que cuando esté cenando tampoco va a poder disfrutar porque va
a pensar qué lindo va a ser cuando llegue a su casa y pueda finalmente acostarse a
dormir porque está tan cansado. No se haga demasiadas ilusiones. Ya en la cama quizás
no pueda dormir demasiado, pensando cuánto trabajo tiene para el día siguiente.
Trabajo que sería placentero si no fuera porque mientras curra va a estar calculando
cuanto le falta para poder comprar el piso que se quiere comprar.
Y lo peor, sabe qué es lo peor… que el día que lo tenga no conseguirá disfrutarlo del
todo porque lo más probable es se quede lamentándose de aquello-que-debió-haber-
disfrutado-si-antes-se-hubiera-dado-cuenta-de-lo-que-ahora-se-da-cuenta-que-debió-
disfrutar-en-aquel-momento. Y que ahora no tiene arreglo porque ya es tarde…
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Para bien o para mal lo único absolutamente real es el presente, y todo lo depositado
allí, en el pasado o allá en el futuro, es o un recuerdo o una fantasía y no existen en el
mundo real.
Deberíamos desafiarnos a permitir que cada cosa nos sorprenda; vivir cada instante de
experiencia, sin anticipación, sin condicionantes, sin miedos. Proyectarnos al futuro pero
no habitar en él. Siento la misma sensación que frente al viejo chiste del señor que
visitaba un sanatorio psiquiátrico y veía a los pacientes que al grito de "¡Qué bonito va a
estar el jueves!" se zambullían de cabeza en la piscina
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Una palabra por día: DISFRUTAR
Vivir en el presente. Qué difícil terminó pareciéndole la propuesta. Durante todo el día
descubrió a su mente volviendo atrás, buscando excusas para justificar su actualidad,
reprochándose lo que había hecho en el pasado o simplemente regodeándose con el
sufrimiento de otro tiempo.
Marta se dio cuenta de las muchas veces que se atascaba en alguna de las trampas que
ella misma había puesto en su camino Necesitaba dar un paso más a favor de su calidad
de vida.
DISFRUTAR DE LA VIDA
Saborear cada cosa, cada momento, alegre o triste, extraordinario o cotidiano, siempre
intensamente. Degustar el simple hecho de vivir.
Es triste hablar con gente que cuenta que nada les llama la atención, nada los excita,
nada los apena demasiado ni les da demasiado placer…
Si continúo con la metáfora del árbol, como la vida que cada uno construye y los frutos
como los resultados de todo ese trabajo; me doy cuenta de que muchos son los que se
han pasado toda la vida preparando la tierra, aireando el terreno, comprando abonos y
fertilizantes, viajando para buscar semillas más y más sofisticadas, plantines de los más
raros y tutores muy específicos... y no disfrutan de la cosecha.
Hay personas que han gastado fortunas en el planes de riego y han dedicado un tiempo
y un esfuerzo incalculables para conseguir hacer crecer esos árboles, sacrificando todo
para verlos grandes y fuertes… y ahora cuando se encuentran con los frutos al alcance
de sus manos, prontos para ser saboreados, en ese preciso momento, no pueden, no
saben o no se animan a disfrutar de ellos.
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Hombres y mujeres que parecen ignorar que en gran medida lo que le da sentido a la
siembra es la posibilidad y la decisión de disfrutar de la cosecha o el placer de poder
compartirla con los demás.
-Sin darme cuenta he perdido una joya inigualable. Se trata de un brillante de valor
incalculable enmarcado entre veinticuatro piedras preciosas, a cual más hermosa y
alrededor de cada una de ellas sesenta pequeños diamantes irreemplazables.
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Una palabra por día: MAL HUMOR
Para quien quiera que fuera el que escribía esos textos de palabrasalacarta.com todo
era demasiado fácil. Posiblemente no tenía ningún contacto con la vida real ni
demasiado interés en tenerlo. Seguramente ignoraba lo que sucedía en la calle y todo lo
que había que sobrellevar para pagar la renta, comer todos los días y sobrevivir en una
ciudad como esa. Por supuesto que era sencillo aconsejar a otros sin involucrarse y sin
asumir ningún tipo de compromiso. Cualquiera podría hacerlo. Ella misma podría
hacerlo. ¿Qué se habían creído?
En el bus y de camino a casa Marta empezó a preguntarse qué la tenía tan enojada. No
tenía que ver con su jefe gruñón, ni tampoco con la noticia de la enfermedad de la tía
Gertrudis. Era verdad que estaba en esos días en los que nada parece salir como uno
pretende… pero porqué estaba tan fastidiosa.
Refrescarse un poco le haría bien, pensó y por eso cuando entró en el piso fue directo al
baño. Después de la ducha, se armó un bocadillo, prendió la televisión y se sentó de
espaldas al ordenador a tomar una cerveza.
No pudo
MAL HUMOR
Si tuviera que responder hoy a estas preguntas, señalaría que un neurótico es alguien
que no disfruta de su vida, que no puede vivir en el presente y que interrumpe
permanentemente sus procesos vitales: alegría, pena, ira, goce. Y agregaría que existen
tres conductas estereotipadas y emblemáticas que definen su conducta:
Una actitud casi constante de queja junto a una marcada resistencia al placer.
¿Estamos diciendo que una persona a la que solemos encontrar de mal humor, que
alguien que se queja con vehemencia de las cosas que no salen, que quien se siente
razonablemente inseguro, dados los tiempos que corren... es un neurótico?
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Si bien es cierto que estas formas de reacción son la expresión de un cierto grado de
neurosis, todos somos de alguna manera neuróticos. Y esto no pretende ser ningún tipo
de consuelo "de tontos", sino que intenta establecer que en salud mental como en
muchas otras valoraciones, todo es un tema de grados.
Quizás esté un poco más perturbado de lo que me conviene si percibo (o mis seres más
queridos perciben) que estas reacciones están presentes la mayor parte del tiempo; que
me vuelvo irritable, gruñón e insufrible con razón y sin ella, que estoy enojado a veces
si y otras también, que me quejo con motivo y por si acaso…
Un hombre fue a ver a un nutricionista para comenzar una dieta. Le dijo que quería
empezar lo antes posible porque si no, dijo, se le venían las fiestas encima y él admitía
que tenía un problema para controlar su ingesta de comida entre Navidad y Año nuevo.
- Me temo mi amigo que su problema no es entre Navidad y Año nuevo sino entre Año
nuevo y Navidad…
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Una palabra por día: NO DEPENDER I
Lo que pasa es que muchas veces tu estado de ánimo no depende de lo que tú hagas,
digas o seas. Muchísimas veces no puedes más que reaccionar ante el medio y toda tu
vida es como el parche de un gigantesco tambor donde todos los otros se empeñan en
tocar sus peores melodías… Eso pensaba Marta tratando de deshacerse de su propia
imagen de neurótica malhumorada. Se sonrió recordando aquel cartel que alguna vez
vio colgado detrás del mostrador de una pequeña tienda en una pequeña ciudad
gallega:
Ojala fuera tan sencillo poder vivir "a tu aire" sin ser víctima de los humores, las
maldades y las incompetencias a tu alrededor. Ojala fuera posible vivir sin depender de
lo que los demás opinan, mandan o critican de lo que el vecino dice, hace o piensa.
NO DEPENDER
…Pendiente tiene muchas acepciones. Significa: que cuelga suspendido desde arriba, sin
base, en el aire y también significa incompleto, inconcluso, sin resolver. Si es masculino
designa un adorno, una alhaja que se lleva colgando como decoración. Si es femenino
define una inclinación, una cuesta hacia abajo presumiblemente empinada y peligrosa.
Dependiente es aquel que se cuelga de otro, que vive como suspendido en el aire, sin
base, como si fuera un adorno que otro lleva de aquí para allá. Es alguien que está
cuesta abajo, sintiéndose permanentemente incompleto, eternamente sin resolución.
Esta dependencia puede llegar a ser una verdadera adicción a la mirada o a la presencia
de otro, una nueva patología la psicología empieza a llamar co-dependencia (adicción a
otra persona que queda semi-escondida detrás de una falsa sobrevaloración amorosa y
una conducta dependiente que se incrusta en la personalidad bajo la justificación de un
"No podría vivir sin ti").
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Para serlo totalmente habría que poder prescindir de los demás en forma permanente y
es obvio que necesitamos de los otros, irremediablemente, de muchas y diferentes
maneras.
¿Entonces qué?
Una palabra que defina a aquellos que sabemos que necesitamos de los otros pero no
los responsabilizamos de nuestra vida, de nuestro éxito ni de nuestro estado anímico.
Aquellos que renegamos de que alguien tenga el poder de hacernos enojar, de hacernos
llorar o de hacernos felices. Aquellos finalmente que nos sabemos responsables últimos
y principales de nuestras propias vidas.
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Una palabra por día: NO DEPENDER II
Marta empezó a pensar que debería guardar los textos que le aparecían en
palabrasalacarta.com. Se dio cuenta en el trabajo cuando quiso contarle a Rosa algo de
la Autodependencia y no podía precisarlo. Sabiendo que solamente tenía 30 días, y que
solo podía hacer una consulta diaria, le daba pena volver a un texto que ya había leído,
pero no quería conquistar también el espacio neurótico de vivir interrumpida por algo,
asi que cuando llego a su casa, abrió el ordenador y volvió a escribir
NO DEPENDER
…No depender es sin lugar a dudas uno de los grandes desafíos de los que luchamos
diariamente por una vida plena, por eso que muchos llaman ser feliz.
Pero no depender tiene costos y es necesario saber que estos no son nada baratos. El
autodependiente siempre será acusado por aquellos que todavía transitan espacios
dependientes, de ser soberbios, tontos, crueles o agresivos, cuando no reprochados por
antisociales, desamorados o egoístas.
Es que aquellos que han aprendido a no depender tampoco permiten que otros
dependan de ellos. Saben que de cualquiera de los dos lados de la cadena, el esclavo y
el amo son víctimas de la esclavitud, y la rechazan de plano. Reniegan de ser percheros
de sombreros ajenos y no quieren apoyarse en otros para escalar posiciones.
En el jardín de una vieja casona abandonada, brotaron el mismo día los tallos de una
enredadera y de un roble.
La primera se dio cuenta enseguida que su camino era el cielo y su destino el sol,
gracias al cual había nacido. Debía consagrar todo su ser para dirigirlo a la luz. Y fiel a
su decisión se arrastró con un poco de asco hacia el muro, el único muro que quedaba
en pie de la vieja casa y empezó a trepar por él.
El segundo tallo, el del roble, sintió que debía toda su existencia a la tierra, al agua y a
los minerales que lo habían nutrido en su época más oscura. Sabía que necesitaba del
sol pero no podía dirigir sus ramas a él si no fabricaba antes un tronco firme sobre el
cual desarrollarlas y su intuición le señaló que necesitaba primero raíces firmes.
Durante un tiempo los dos nuevos habitantes del jardín se ocuparon cada uno a su
modo de su propio crecimiento.
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Desde lo alto un día la enredadera descubrió al sudoroso roble, que apenas despuntaba
entre la hierba.
- Hola enanito - le dijo burlándose - es una lástima que no puedas disfrutar el paisaje
que se ve desde aquí…
- Si... - dijo el roble - pero debo ocuparme de mis raíces si quiero tener un tronco sólido
para crecer con él.
Pasaron los meses y después los años. La enredadera, poderosa, cubría casi todo el
muro y seguía burlándose de vez en cuando de la pequeñez del gordo roble, pura
madera y burdas raíces.
Una noche, sucedió lo que nadie esperaba. Una terrible y furiosa tormenta se desató
sobre la vieja casona.
La enredadera se aferró con sus pequeñas raíces al muro para no ser arrancada por el
viento y el granizo. El roble se afirmó con sus raíces profundamente metidas en la tierra
y las hojas buscaron la protección del propio tronco.
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Una palabra por día: ¿QUIÉN ERES?
Los textos que estaba recibiendo no eran respuestas únicas ni pautadas por una
computadora. ¿Y entonces?
¿QUIÉN ERES?
El hombre cree que es una broma y ríe forzadamente presionando al otro a servirle una
copa. El resultado es nefasto. A pedido del dueño de casa, el fornido mayordomo
termina echándolo a empellones a la calle...
Otro tanto le pasa con sus amigos del café, que esa noche lo desconocen tanto como
algunas horas antes lo valoraban. Por más que piensa no puede recordar ningún hecho
que pueda haber sido tomado como ofensa y menos aun, alguno que involucre a toda la
ciudad. Dos días más, se queda en su casa esperando la correspondencia que no llega o
la visita de alguno de sus amigos que nunca sucede. La señora de la limpieza falta sin
aviso y el teléfono deja de funcionar.
Sin saber cómo ni por qué, ha pasado a ser un desconocido, un ausente. Como un
martilleo aparece un pensamiento en su mente, la pregunta que otros le hacen y que él
mismo se empieza a hacer: ¿Quién eres?
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¿Sabía él realmente contestar esta pregunta? El sabía su nombre, su domicilio, el talle
de su camisa, su número de documento y algunos otros datos que lo definían para los
demás; pero fuera de eso: ¿Quién era, verdadera, interna y profundamente? Es más:
aquellos gustos y actitudes, aquellas inclinaciones e ideas, ¿eran suyos
verdaderamente? ¿O eran como tantas otras cosas: un intento de no defraudar a otros
que esperaban que él fuera el que había sido?
Algo empieza a estar claro, es absurdo querer conocer a otros si antes no sabe quien es
uno mismo y para eso tiene hoy una ventaja, saberse solo lo libera de tener que ser de
una manera determinada. Sea como sea, nada cambiará en la respuesta de los demás.
Por primera vez en muchos días algo que lo tranquiliza. El hombre se da cuenta por fin
de que no depender de la calificación de otros, le permite saber más y más de su
verdadera existencia.
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Una palabra por día: MIEDO I
Sentía que algunas cosas que la habían frenado durante años en el camino hacia ser ella
misma empezaban a acomodarse en lugares diferentes. Muchas de las ideas que habían
pasado por su cabeza en otros tiempos y que había descartado depositándolas en el
lugar de sus "ideas locas" le volvían ahora resignificadas desde una página de Internet.
Era bueno descubrir que había una manera distinta y mejor de vivir y de sentirse.
Y sin embargo durante toda la semana no había podido evitar que aparecieran de la
mano de aquellas viejas ideas rescatadas algunos de sus temores olvidados.
Marta se dio cuenta que una vez más, sus aspectos más enfermizos la conectaban con
el miedo.
Al llegar a su piso se tumbó en la cama. Quería dormir. Dormir hasta el día siguiente o
hasta la semana entrante o hasta el año próximo.
Se obligó a levantarse de la cama y a salir otra vez a la calle. Caminó unas ocho calles
sin rumbo fijo y sin disfrutarlo. Su mente no paraba. Giró y empezó a volver. Al llegar a
la esquina de su casa notó casi con sorpresa que se sentía un poco mejor.
Entró en la sala, levantó las persianas, abrió las cortinas y se sentó frente al ordenador.
Por primera vez en estos diez días revisó sus e-mails, quizás solo para confirmar que
todavía seguía existiendo para sus amigos, aunque a decir verdad, era ella quien desde
hacía bastante tiempo, los tenía un poco abandonados.
Contestó brevemente cada mensaje y después hizo clic en el sector de favoritos sobre
palabrasalacarta.com. Al abrirse la página apareció el conocido rectángulo y Marta
escribió
MIEDO
Sabemos que sin ser auténticos nunca podremos ser felices. Nos damos cuenta de que
no ser quienes somos nos ocasiona sufrimiento y consume nuestra energía creativa
tratando de sostener los roles prefijados. Nos quejamos de la falta de contacto afectivo
sincero con nuestros seres queridos. Y en gran medida, somos nosotros mismos los que
no nos animamos a ser quienes verdaderamente somos...
Página - 24
Y más precisamente, todos los hábitos evitativos y paralizantes que hemos adquirido
como consecuencia del anclaje en algún miedo, propio o ajeno.
Cuentan que un día, la madre despertó a su hijo alrededor de las siete de la mañana y
mantuvo con él este diálogo:
-Es que me da miedo el colegio, mami… los chicos me tiran tizas y me roban las cosas
de mi escritorio, mami... los maestros me maltratan... y se burlan de mí... déjame
faltar, mami...
-Mira hijo, tienes que ir por cuatro razones: la primera, justamente para enfrentar ese
miedo que te acosa; la segunda, porque es tu responsabilidad; la tercera, porque ya
tienes cuarenta y dos años, y la cuarta... porque eres el director.
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Una palabra por día: MIEDO II
Estuvo pensando en el miedo toda la noche. Era verdad, la principal razón por la cual a
veces no se animaba a ser, a decir, a hacer, a aceptar o a rechazar era el miedo. Se dio
cuenta de las muchas palabras con las que disfrazaba sus temores para no enojarse
consigo misma. Timidez. Respeto. Precaución. Aprensión. Resistencia. Rechazo.
Inquietud. Ansiedad. Susto. Y se dio cuenta de las otras, de las que preferiría borrar de
su vocabulario: fobia, pánico, espanto, terror…
En palabrasalacarta.com escribió
SUSTO-MIEDO
…El susto, a diferencia del miedo, se refiere a un hecho concreto que está sucediendo en
el momento de la respuesta temerosa; es decir, es siempre una respuesta a una
situación presente. Digo con criterio que estoy asustado cuando se presenta una
situación genuinamente amenazadora que desemboca en esa sensación de inquietud y
movilización que se conoce con el nombre de reacción de alarma, un reflejo corporal y
psíquico frente a una situación de peligro.
Puedo contarle que me asusté a otra persona y esta lo puede entender, aunque no se
asusta cuando se lo cuento. Lo entiende porque la relación entre estímulo y respuesta
temerosa es lógica.
Se suele llamar al susto el Miedo Sano porque funciona en general como una respuesta
protectora toda vez que nos prepara para conjurar un peligro o una amenaza real. Si no
fuera capaz de asustarme no podría por ejemplo huir rápidamente de un lugar donde
empieza a producirse un incendio.
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Asustarse se convierte en problema, cuando la percepción o la interpretación de la
percepción nos informan mal sobre la peligrosidad de las situaciones. Es decir cuando
percibimos lo inofensivo como ofensivo, lo cotidiano como extraño y lo inocuo como
dañino.
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Una palabra por día: MIEDO III
Había prestado mucha atención a esas últimas palabras. Los miedos más enfermizos, los
que son expresión de nuestros peores aspectos insalubres, son enseñados.
MIEDO
Nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, no nacemos con miedo, aunque sí
hemos con la posibilidad de asustarnos -la misma que tienen un perro, un gato o un
canario. Y la mayoría de los miedos que sentimos en la vida cotidiana no son innatos,
los hemos aprendido. Dicho de otra forma, tenemos miedo porque alguien o algo nos lo
ha enseñado.
De los peligros del miedo aprendido nos ilustra esta vieja historia tradicional.
Había una vez una madre que tenía un único hijo. Ella era tan temerosa que vivía
angustiada pensando que no podría seguir viviendo si a su hijito le pasara algo. Tan
asustada estaba de sus fantasías que un día para que su hijo no saliera solo a la calle, le
sentó en los sillones de la sala y le dijo:
- Mira hijo, en la calle vagan unos espíritus malignos que se llevan a los niños que están
sin su mamá. Así que nunca, nunca salgas a la calle sin mí. ¿Entiendes?
Cuando el chico cumplió quince años, la madre empezó a pensar que algún día ella no
estaría y que su hijo tendría que manejarse en el mundo exterior.
- ¿Sabes, hijo? Tú ya eres grande y pronto te irás de esta casa en busca de tu camino.
- No madre. Me iré si vienes conmigo. Te recuerdo que afuera están los espíritus
malignos que me llevarían si no estuviera contigo.
La madre pensó que decirle la verdad equivaldría a admitir que su propia madre le había
mentido, así que le dijo:
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- De eso te quería hablar. Los espíritus jamás te llevarán mientras lleves en tu cuello
esta medallita que ahora te regalo - y quitándose la medalla que colgaba en su cuello se
la puso a su hijo - quiero que sepas que desde ahora, podrás salir sin mí porque mi
medalla te protegerá. Tienes que confiar en lo que te digo porque tu madre nunca te
mentiría: Mientras tengas esta medallita, ningún espíritu se acercará a hacerte daño.
¿Entiendes?
- Sí mamá...
El joven le creyó.
Pero de todas maneras, desde que su mamá murió, el muchacho nunca salió de su casa.
Siempre tuvo miedo de perder la medallita....
Mi madre nunca me asustó con los monstruos malignos. Ella lo hacía con una sola
palabra: "Cuídate".
El "Cuídate" de los padres opera como una manera sutil de avisar que el mundo es
"peligroso", una forma de establecer que "debes tener miedo", un antídoto contra toda
conducta espontánea y por lo tanto riesgosa.
Lo hacía con la mejor intención, como lo hice yo muchos años después con mis propios
hijos. Hoy confiaría más en ellos y en lo que pude enseñarles. Hoy en lugar de decirles
adiós con un "Cuídate", intentaría despedirlos con un maravilloso "Diviértete".
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Una palabra por día: ENTUSIASMO
Este cuento lo escuché por primera vez de boca del sacerdote Anthony de Mello.
Había una vez dos ranitas que paseando por el pueblo, cayeron en un recipiente lleno de
crema.
Inmediatamente sintieron que se hundían; era casi imposible mantenerse a flote mucho
tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en
la crema, tratando de nadar para llegar al borde del recipiente pero fue inútil, sólo
consiguieron chapotear en el mismo lugar y hundirse como piedras en el lodo. Al tocar
fondo se impulsaron con las patas traseras y por un momento volvieron a la superficie y
pudieron tomar aire. Pero la tercera vez supieron que cada ida al fondo hacía más difícil
volver a respirar.
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- Ya que de todas maneras vamos a morir - siguió diciendo -, ¿para qué prolongar este
dolor? ¿Qué sentido tiene morir agotada en un esfuerzo estéril?
Dicho esto, la ranita dejó de patalear y se hundió con rapidez, siendo literalmente
tragada por el espeso líquido blanco.
- ¡No hay caso! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Pero yo quiero luchar
hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que llegue mi hora.
Sobre la superficie de la manteca la rana sorprendida se deslizó hasta el borde del pote.
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Una palabra por día: REBELDÍA
Llegó a su casa un poco agitada y sin saber si al día siguiente tendría que tramitar sus
papeles para solicitar la subvención de paro.
Por un lado inquieta por la posibilidad de quedarse sin trabajo y por el otro satisfecha de
que, por una vez, su miedo no había podido acallar a sus principios.
REBELDIA
…Dice Erich Fromm que a lo largo de la historia de la humanidad cada vez que alguna
minoría gobernaba a la mayoría, los poderosos se ocupaban de enseñar la obediencia
como paralela a la virtud y la desobediencia identificada con el pecado.
Esta distorsión premeditada y ulterior era imprescindible si los pocos querían conservar
sus privilegios y deseaban que los otros les sirvieran trabajando para ellos.
Como bien lo señala el mismo Fromm, la obediencia puede establecerse por la fuerza;
pero este método tiene muchas desventajas, y la más importante es que hay muchos
trabajos que no pueden realizarse apropiadamente si la obediencia sólo se respalda en
el miedo.
Para lograr que el hombre desee e incluso necesite acatar las normas impuestas por la
minoría las oligarquías debieron asumir las cualidades del Sumo Bien y conseguido esto
proclamar que la rebeldía es un pecado.
Uno no puede evitar preguntarse por qué alguien aceptaría la obediencia ciega y la
sumisión al poder como algo bueno. La mejor respuesta es la respuesta de la psicología
del subconsciente. Solo consagrando la sumisión como algo bueno, los obedientes
pueden evitar detestarse a si mismos por ser cobardes.
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Cuentan que un día, estaba Diógenes comiendo un plato de lentejas sentado en el
umbral de una casa cualquiera, cerca del mercado.
No había ninguna comida en toda Atenas que fuera más barata que el guiso de lentejas.
Dicho de otra manera, comer lentejas era definirse en estado de la mayor precariedad.
Junto al mendigo pasó Enaendas, ministro del emperador y amigo de Diógenes desde la
infancia. Casi sin querer miró lo que comía filósofo y le dijo:
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Una palabra por día: ACTITUD
Esa mañana Marta se levantó con una sonrisa y el mundo pareció notarlo. La encargada
del edificio, en general bastante parca, le dijo Buenos Días cosa que rara vez hacía, en
el tren encontró un asiento libre junto a la ventana, y al bajar, en el recorrido desde el
andén hasta a calle sintió las miradas halagadores de los hombres que iban a sus
trabajos y uno de ellos casi sin querer le soltó un "guapa". Al llegar a la oficina había
una nota de su jefe pidiéndole que pase por su despacho. Para completar su sorpresa,
no la llamaba para despedirla sino para disculparse por la brusquedad del día anterior y
contarle, sin que ella se lo preguntara, el porqué de su malhumor de los últimos días.
Marta volvió a su escritorio y allí se encontró con un ramo de violetas con una nota del
cadete agradeciéndole que el día anterior hubiera salido en su defensa. Ella se dio
cuenta de que todo eso no alcanzaba para cambiarle la vida ni para hacerla sentir feliz,
pero también notó que un día como aquel de vez en cuando, era un buen estímulo para
seguir adelante.
Marta no tenía ninguna duda de que todo había empezado con su sonrisa de la mañana.
Ya había aprendido que el día se sincronizaba en general con su humor matinal. Pensó
que debía tenerlo presente cada día al despertar. Pensó que debía sonreír más seguido.
Pensó que ella se merecía muchos más días como éste. Se acordaba de las teorías de
Henry James que alguna vez había leído con escepticismo. El decía: "Si cuando estoy
triste lloro y cuando estoy alegre canto, debería cantar en mi tristeza y el canto me
traerá la alegría".
ACTITUD
…Hasta uno de los portales de acceso a la vieja ciudad llegó un día un joven con un
pequeño atado de ropa cargado en el hombro. Antes de entrar se acercó al guardia y le
preguntó:
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- Me temo - dijo el guardia - que no vas a encontrar mucha diferencia. Aquí la gente es
igual a como era en el lugar de donde vienes. Lo siento.
Pasaron unas horas y otro joven, muy parecido al anterior, se acercó al portal.
- Oh… el lugar donde nací está poblado de gente maravillosa. Todos se ayudan unos a
otros. El amor y la compasión son moneda corriente allí y uno siempre se encuentra con
alguien a quien contarle un problema o con quien compartir una alegría. Me dolió tener
que irme. ¿Cómo es por aquí?
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Una palabra por día: BUEN TRATO
BUEN TRATO
Algún distraído puede creer que este es un tema menor, que es una simple propuesta
diplomática, o cínica o a la expresión de un cierto servilismo idiota; no lo creo.
Este paso es darnos cuenta de lo difícil que sería intentar recorrer el camino de la
realización personal en absoluta soledad, sin compañeros de ruta, sin la mirada de
otros, sin el afecto de algunos. Nadie llega demasiado lejos sin afecto. Nadie ve el
horizonte si no consigue antes relacionarse amorosamente con los que lo rodean. Nadie
triunfa sin ser amado.
Había una vez en un pueblo un peluquero que era famoso por su mal humor, su actitud
agria y su pesimismo eran antológicos. Pero como era la única peluquería, todos en el
pueblo eran sus clientes.
- ¿A Italia? - preguntó el hombre dando un corte profundo en el pelo del cliente - ¿Para
qué va a ir a Italia? Todo viejo y lleno de polvo... y la gente... los del centro son
antipáticos, los del norte son fríos como pescados y los del sur... mejor ni hablar de los
del sur.
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Cientos de miles de personas apiñadas mirando un edificio vetusto. De repente se abre
una ventana y alguien le dice que ese puntito blanco que ni siquiera se ve, es el Papa...
Por favor... viajar hasta allí para esa estupidez... qué tontería!!...
- La verdad es que de muchas maneras usted tenía razón… aunque con El Papa...
- Sí, claro. Pero paso algo increíble en la plaza. De pronto vemos que el Santo Padre
desde la ventana, parece señalar a la multitud. Qué le cuento que, para sorpresa de
todos, decide ese día, caminar entre la gente. Se imagina la emoción, verlo de cerca.
Tanto más cuando sale y me doy cuenta que camina hacia el lugar de la plaza donde
estoy yo...
Me dijo...
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Una palabra por día: LIBERTAD
Estos tiempos de reflexión eran agotadores, pero Marta sabía que no podía ni quería
hacer nada para evitarlos, porque siempre terminaban dejando tras de sí cosas ya
resueltas a las que no era necesario volver, por lo menos por un tiempo.
LIBERTAD
No estamos hablando del concepto infantil de la libertad como "poder hacer lo que a
cada quien se le antoje" porque eso define la omnipotencia no la libertad (Me parece
que a veces nos gusta confundir estos dos conceptos para poder justificar ante nosotros
mismos nuestro "miedo a la libertad" como maravillosamente lo definía Fromm).
Lo cierto es que la libertad, por lo menos tal como la entendemos aquí, es una
posibilidad real y deseable.
Esta libertad "tangible" de la que hablo consiste nada más (y nada menos) que en
nuestra capacidad de elegir dentro de lo posible. Que quede claro: dentro de lo posible.
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Esta libertad incluye la honestidad de no caratular como imposible lo que fácticamente
no lo es y también el coraje de aceptar que alguna elección podría ser posible aunque yo
me niegue a optar por ella, por mis principios, mis temores o mis condicionamientos.
Una libertad que nadie me puede dar si yo no me la concedo. Una libertad que empieza
por los mínimos derechos que me corresponden por el solo hecho de ser persona y que
para Virginia Satir son cinco.
La libertad de estar donde estoy y no donde otros creen que yo debería estar.
La libertad de sentir lo que siento y no lo que a otros les parecería más apropiado que
yo sienta en estas circunstancias.
La libertad de correr los riesgos que yo decida asumiendo plena responsabilidad sobre
las consecuencias de mis elecciones.
. La libertad de salir a buscar lo que necesito en lugar de esperar que alguien lo adivine
y me lo conceda
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Una palabra por día: CRITICA
Nadie podría estar en desacuerdo con defender las libertades individuales, y aunque
Marta no desconocía el doble discurso liberador-esclavizante de las sociedades
consumistas, la preocupaban las otras limitaciones de las libertades personales, aquellas
que no eran legisladas por jueces ni perseguidas por la policía. Acciones que no se
castigaban con multas o cárceles sino simplemente con el desprecio crítico de los demás
o con el propio auto-reproche.
Nuestra madre anciana, ya no puede vivir sola, nosotros no podemos vivir con ella
porque tenemos nuestra propia familia, ni podemos llevarla a nuestra casa por falta de
espacio y, entonces, decidimos ingresarla en un geriátrico, en contra de su voluntad.
Aunque el lugar sea óptimo, aunque la atención sea inmejorable y la vayamos a ver
todos los días, igualmente muchas veces, nos sentimos culpables o acusados por la
mirada de nuestros amigos o vecinos. No ha habido error, ni descuido, pero la culpa
aparece.
Marta se dio cuenta de que se trataba de un miedo más que también le visitaba con
demasiada frecuencia. Un miedo especial, se dijo, pero miedo al fin.
Escribió en palabrasalacarta.com:
TEMOR A LA CRÍTICA
Nuestro temor solo necesita que aparezca alguno de estos componentes, y todos ellos
son internos:
Sobrevaloración del poder del otro de hacernos daño y/o menosprecio de nuestros
argumentos o nuestra capacidad de defendernos.
El famoso Conde Lucanor cuenta la historia de un anciano que regresa del mercado con
su joven nieto llevando su mula cargada con la compra.
A poco de andar dos hombres pasan a su lado y uno comenta con el otro:
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- Qué idiotas esos dos, van caminando en lugar de turnarse para montar la mula.
El joven le hizo notar al abuelo el comentario y diciendo que les asistía razón, montó en
las ancas del animal.
- Habrase visto, el viejo caminando a sus años y el otro con toda su juventud sentado
en la mula.
El joven le dijo al abuelo que los hombres tenían razón y le invitó a cambiar lugares.
El joven por tercera vez pensó que los hombres tenían razón y le sugirió al abuelo que
los dos montaran la mula. Y lo hicieron.
No pasó mucho tiempo antes de que escucharan a los granjeros al costado del camino
diciendo:
- Ojalá aprendas esto que hoy la vida te ha mostrado. Es imposible conformar a todos.
Hagas lo que hagas siempre habrá quienes te critiquen.
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Una palabra por día: CULPA
Marta conocía por experiencia propia cómo se siente la culpa. Pero muchas veces se
había preguntado que era esa sensación ¿Un reflejo condicionado por la educación? ¿Un
pensamiento? ¿Un sentimiento?
Todo parecía indicar que no era un verdadero sentimiento, sino una respuesta
condicionada educativamente. Un subproducto antinatural inventado por nosotros y los
que nos precedieron.
Pero por qué la educación es tan culpógena. Quizás si no sintiéramos culpa seríamos
todos psicópatas, autoritarios, criminales antisociales. Quizás la culpa es una especie de
bozal para evitar que nos mordamos los unos a los otros.
En todo caso, ella estaba segura de que no era la culpa la que la frenaba para cometer
un asesinato o lastimar al prójimo. Parecía que si la metáfora del bozal era acertada, la
culpa resulta ser un bozal que le ponen solamente a los perros que no muerden.
Marta entró en su casa y fue directo a su ordenador. Esta vez tecleó solo cinco letras
CULPA
Pues bien, está claro desde que concepto del mundo y de la humanidad, ha partido
nuestra cultura y está claro también que partiendo de allí, la culpa sólo puede servir
para conflictuarnos, volvernos más neuróticos y por tanto menos auténticos.
Hago (o dejo de hacer) algo que daña (o imagino que daña) a otro o a otros (porque a
mí me hubiera dañado).
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Me hago cargo de haber defraudado al que esperaba otra cosa de mí (o imagino que él
esperaba, porque en su lugar yo esperaría otra cosa de él).
Me juzgo sin piedad (como juzgaría a otros en mi situación) y me encuentro culpable del
daño producido porque podría haberlo evitado (o me imagino que debería ser capaz de
haberlo evitado).
En la medida en que cada uno de nosotros empiece a revisar sus propias exigencias,
dejará de colocar la crítica y la acusación en el afuera, aprenderá a encontrarse
responsable y no culpable y aceptará que no somos infalibles y en nuestros errores a
veces lastimamos a los otros. Conquistará pues la posibilidad de perdonar y de
perdonarse.
Ese será el primer paso. El segundo será dejar de compadecernos del sufrimiento de los
"pobres" llorosos que aparentemente llevan sobre sus hombros la eterna tortura de la
culpa y del miedo a ser juzgados. Debemos aprender que demasiadas veces, detrás de
muchos de ellos se esconde un autoritario, exigente y omnipotente proyectando su dedo
acusador en el afuera.
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Una palabra por día: AMISTADES
Ciertamente ella respetaba las ideas ajenas, pero como todos le gustaba pensar en los
demás como compañeros de ruta. Hombres y mujeres a los cuales uno elige o no, para
caminar hacia el futuro.
BUENAS COMPAÑÍAS
…Quizás parezca demasiado infantil pensar que siempre existirán aquellos con quienes
acompañarse. Tal vez suene ridículamente optimista. Pero en fin, cada uno es lo que es
y debe convivir con ello.
Es cierto que queda mucho por hacer, pero el mundo está muy lejos del irremediable
punto caótico de no retorno. Y para probarlo bastará esta pequeña historia real que
sucedió hace pocos años.
En una escuela de niños especiales, que tenían en común padecer de síndrome de Down
se organizó en primavera una jornada Olímpica. Todos los alumnos participaban en
alguna competencia y muchos de ellos, en varias.
El profesor de educación física había reunido unos minutos antes a los diez corredores,
que tenían entre 8 y 12 años de edad, y con buen criterio educativo les había dicho:
- Jóvenes a pesar de ser una carrera, lo importante es que cada uno de ustedes dé lo
mejor de sí. No es importante quien gane finalmente, lo que verdaderamente importa es
que todos lleguen a la meta. ¿Comprendieron?
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Los diez empezaron a correr y desde los primeros metros dos de ellos se separaron del
resto liderando la búsqueda de la meta.
El raspón en las rodillas fue menor que el susto, pero la niña lloraba por ambas cosas.
Sin embargo, algo fantástico sucedió. Los otros niños, todos ellos, giraron sus cabezas y
al ver a sus compañeros detenidos en el suelo volvieron sus pasos atrás.
Al juntarse consolaron a la jovencita que cambio su llanto en una risa cuando entre
todos tomaron la decisión:
Recordaron que el maestro les había dicho que lo importante no era quien llegara
primero, sino que todos terminaran la carrera, así que entre los 9 alzaron en el aire a la
niña y la cargaron en andas rompiendo la cinta de llegada todos a la vez.
Puede que sea intimidatorio darse cuenta de todo lo que tenemos que aprender; pero
hay también algunas noticias alentadoras, por suerte tenemos de quien aprender.
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Una palabra por día: CELOS
Los celos eran ciertamente una complicación dentro de las relaciones de pareja. Ella no
era demasiado celosa, pero recordaba con claridad algún, a la distancia ridículo, reclamo
de su parte en algunos momentos de sus parejas, incluso con Rafa.
Marta pensó en consultar palabrasalacarta.com junto con él, pero lo descartó. Ya había
decidido que esta experiencia de Internet era propia y quería agotarla como había
empezado.
Así que al llegar a la casa se sentó sola frente al ordenador y allí escribió
CELOS
Los celos son siempre la expresión de un problema del celoso y nunca una expresión de
su amor o su interés. Sean la manifestación de un deseo de ser el elegido o la elegida, o
la materialización de sus inseguridades o la primera señal de su deseo de poseerme
como si fuera una propiedad, los celos no construyen, amenazan.
Cientos de parejas juegan con los celos, como manera de expresar deseo, sin llegar a
hacer de eso un problema. Habrá que tener cuidado cuando uno juega con cosas
peligrosas.
En la India hay un hongo de colores muy vivos y aspecto apetitoso que a pesar de ser
venenoso se utiliza como condimento. Lo usan solamente los cocineros de mucha
experiencia porque ese polvito anaranjado entraña grandes peligros si se lo emplea sin
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cautela. Una pequeñísima cantidad incorporada a la comida, consigue darle a ésta un
sabor excepcional y muy especial. De hecho nada puede igualar la particularidad de su
influencia. Sin embargo apenas un poquito demás, hace que la comida se vuelva tóxica
y se arruine su aroma y su sabor. Un poco más, aun, el equivalente de una cucharada
de café, puede transformar el plato más saludable en un veneno mortal.
Así son los celos. Una pequeñísima cantidad, administrada con absoluta conciencia,
puede darle a la relación un sabor y un aroma maravillosos. Un poco más, puede volver
tóxica a las relaciones y lastimar lo que quieres cuidar. Y un descuido en su
administración puede envenenar hasta la muerte a la mejor relación amorosa, sea una
pareja, una amistad o cualquier otro vínculo.
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Una palabra por día: RENUNCIAS
Marta entendía lo patológico de los celos pero hay momentos en los que razonablemente
nos planteamos ¿Qué me cuesta renunciar a esto, es un tema tan poco importante, y
para él parece tan fundamental?... ¿Para qué hacer de esto una cuestión, no vale la
pena? No vale LA "PENA".
PEQUEÑOS SACRIFICIOS
El pueblo de Hamelín, con el fresco recuerdo de la catástrofe dejada atrás por cierto
flautista, decidió contratar para librarse de una manada de jabalíes que asolaba las
afueras del pueblo, a un extraño personaje que prometía por un precio muy razonable
atrapar a las peligrosas bestias y entregarlas vivas y sin dañar su piel.
Nadie creía que tal hazaña fuera posible, dado que un jabalí es siempre un animal
peligroso y agresivo pero cuando a las dos semanas lo vieron entrar en el pueblo con
diez jabalíes encerrados en un jaulón de madera y sin daño físico, tuvieron que aceptar
que lo habían menospreciado. El pacífico hombre recibió el dinero pactado y se
comprometió a regresar con más animales.
Un joven del pueblo intrigado por el mecanismo utilizado para atrapar a los peligrosos
cerdos, se dedicó a seguir y espiar al misterioso cazador. Así fue como se enteró de su
método.
El primer día el hombre salió de su casa llevando una bolsa con mazorcas de maíz y una
estaca. En el valle clavó la madera en la tierra y a su lado dejó varias mazorcas antes de
irse. El joven permaneció escondido y vio como al poco tiempo algunos jabalíes se
acercaban venteando el olor humano y con cautela, viendo que no había peligro se
comían las mazorcas.
Al día siguiente el cazador puso otra estaca y abandonó más mazorcas entre ambas,
para regocijo de los jabalíes.
Al tercer día trajo un tablón que clavó uniendo ambas estacas y dejando a su lado las
consabidas mazorcas.
A partir de allí cada día el hombre clavaba una estaca o ponía un tablón, formando de a
poco un pequeño círculo en cuyo centro siempre dejaba maíz fresco para los animales.
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El décimo día casi cerró el círculo y después de dejar dos bolsas llenas de mazorcas en
el centro se quedó escondido aguardando. No pasó mucho tiempo antes de que 12
confiados jabalíes entraran en el improvisado corral a comer, sin siquiera notar que el
cazador colocaba un último tablón con el que los encerró a todos.
La libertad es tan importante como para no renunciar a ella ni siquiera por un momento.
Tan trascendente que para algunos pensadores es lo que define nuestra esencia
humana. Solamente aceptando que rara vez hay una sola opción, aceptaremos que casi
siempre debemos elegir. Así encararemos nuestra vida con absoluto protagonismo y con
responsabilidad sobre todo lo que nos ocurre y entenderemos los hechos de nuestra
vida como una consecuencia deseada o indeseable de alguna o varias de nuestras
decisiones.
Es el derecho que me doy de elegir una u otra respuesta sumado a aquellas libertades
de Virginia Satir lo que me hace definitivamente libre o me mantiene esclavo.
Seguramente por eso el gran Octavio Paz decía que la libertad es simplemente la
diferencia entre dos monosílabos: SI y NO.
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Una palabra por día: ENVIDIA
Ella siempre había llamado celos a la envidia, pero ahora se daba cuenta de que si bien
tenían puntos en común, definían cosas diferentes. Para no depender de
palabrasalacarta.com buscó envidia en el diccionario y allí se enteró del origen del
vocablo (literalmente provenía de "en vista de") y simplificando definía "el deseo de
poseer lo que otros tenían". Lo que tenían en común era que ambas junto al odio, el
rencor, y el deseo de venganza, constituían un grupo de emociones a las que
últimamente ella también llamaba tóxicas. Sentimientos y vivencias que siempre dañan
más a quien las siente que a aquellos a quienes tienen como destinatarios.
La envidia seguramente por ser la más cotidiana había terminado siendo comprendida y
aceptada con una irritante naturalidad.
ENVIDIA
Puedo envidiar diciendo "si yo no tengo que tú no tengas", pero también puedo pensar
"si tú pudiste, yo también puedo". Otra vez, como en el egoísmo, la maldad no está en
lo que se siente, sino en la calidad de las personas.
En el barrio de casas bajas y pobres apareció Antonio con un imponente automóvil rojo,
fabricado en Alemania, convertible y con señales claras de costar muchísimo dinero. El
pequeño Pepe, que tenía 12 años y que conocía a Antonio de toda su vida, le preguntó
como había conseguido semejante "joya".
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- ¿Tanto dinero tiene tu hermano?
- No - siguió Antonio -, lo que pasa es que choqué con mi viejo auto, y él que sabe que
yo adoro los autos, pidió un préstamo y me compró éste. ¿Quieres dar una vuelta?
Cuando el auto se detuvo Pepe estaba deslumbrado. Nunca había subido a un auto tan
lujoso, tan cómodo, con tantos relojes y con un tapizado tan suave…
- Te gustaría tener un hermano que te regale un auto así - dijo Antonio poniendo en
palabras lo que parecía obvio.
- No - dijo el pequeño Pepe - me gustaría, cuando sea grande… llegar a ser como tu
hermano.
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Una palabra por día: FURIA
Eso acababa de pasarle. Algo debió hacer sin darse cuenta, pero no acertaba a adivinar
qué. Dos carillas y media escritas en inglés, con el esfuerzo de un titán, esfumadas en el
aire sin dejar rastro.
FURIA E IMPOTENCIA
…Marta Morris una escribana nacida en Costa Rica, vivía en una casa en las afueras de
Nueva York. Ella había sido elegida para elaborar y fiscalizar la firma de un contrato
muy importante entre dos enormes empresas. Había trabajado durante semanas
puliendo ese contrato para que todo llegara a buen término.
El lunes pactado para la firma, ella despidió a sus hijos y a su esposo, tomó su maletín y
salió, cerrando la puerta detrás de sí.
Apenas bajar la escalera de la entrada, notó que había olvidado el maletín con el
contrato dentro de la casa… Cuando volvía a buscarlo recordó que las llaves de la puerta
también estaban dentro del maletín.
Intentó hacer palanca con una rama, miró buscando una ventana olvidada abierta, quiso
girar la cerradura con una horquilla... pero no tuvo éxito.
Marta cuenta que empezó a gritar de furia. Tanto que el cartero que traía la
correspondencia se detuvo a preguntarle qué le pasaba. Marta Morris le contó toda la
historia y el hombre conmovido intentó ayudarla, pero la puerta no cedía.
- Sí, mi vecino -contestó Marta-, pero tuvo la mala idea de irse el fin de semana afuera.
Genuinamente apenado el cartero dijo que lo lamentaba, dejó sus cartas y se fue.
Página - 52
Después se sentó en el primer escalón de la entrada llorando desconsolada.
Querida hermana, te escribo esta carta para contarte lo bien que me sentí estas dos
semanas que pasé con tu familia... y también para pedirte disculpas. Resulta que el
jueves anterior a mi partida llegué muy temprano a la casa y como no había nadie me
animé a pedirle la llave de tu casa a tu vecino. Con la emoción de la despedida me
olvidé de devolvértela. Dentro del sobre te envío la llave que me traje, ojalá no te haya
ocasionado problemas mi descuido... Nancy
Quizá podamos aprender algo de esta historia. Quizás que terminar de llorar lo que no
fue y dejar de patear nuestro enojo nos deje más a las puertas de donde queremos
estar. Quizás que sea la serenidad y no la desesperación la que nos acerque
verdaderamente a encontrar la llave o aunque más no sea nos permita buscarla más
inteligentemente.
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Una palabra por día: SENTIDO COMÚN
Qué difícil era encontrar el punto justo de cada respuesta. Cuándo apurarse, cuándo
esperar, cuándo esperar pacientemente y cuándo asumir el protagonismo que
demandan las urgencias. ¿Cómo hacer para conquistar la sabiduría imprescindible para
adecuar la respuesta a lo que la circunstancia impone y nuestra esencia demanda?
El problema era tan difícil que Marta ni siquiera podía encontrar la palabra de ese día.
Finalmente optó por anotar
RESPUESTA JUSTA
Parece que el desafío de todos aquellos a los que nos importa que nuestra respuesta sea
congruente, es poder sumar con precisión en cada conducta, lo que somos, pensamos y
sentimos a la realidad de lo que sucede a nuestro alrededor.
Para hacerlo es importante poder diferenciar lo que hay de lo que deseamos que haya y
separar los hechos de la interpretación que hacemos de los mismos. Una vieja anécdota
cuenta el caso de dos jóvenes que vienen a gran velocidad por una carretera y a
seiscientos metros de entrar en una curva, ven un automóvil que sale de la misma
haciendo peligrosos zigzag entre una vía y la otra. El automóvil parece recuperar el
control y baja la velocidad. Al pasar a su lado los hombres ven que es una mujer la que
conduce y entonces le hacen gestos obscenos y le gritan insultos relacionados a su
género. La mujer baja la ventanilla y al paso del auto de los jóvenes les grita: ¡CERDOS!
Ante lo cual y sin bajar la velocidad los muchachos gritan ¡VACA! Y entran en la curva a
toda velocidad, chocando de frente con un grupo de cerdos que cruzaban
descontroladamente la ruta.
- De una chimenea salen dos hombres. Uno con la cara tiznada y el otro con la cara
limpia, ¿cuál de los dos se lava la cara?
El sabio contesta:
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- ¡Qué estúpido fui! El que se lava es el que tiene la cara limpia. Porque al ver que el
otro tiene la cara sucia piensa que él mismo la tiene sucia y se lava. En cambio, el que
tiene la cara sucia ve al otro con la cara limpia y piensa que la de él también debe estar
limpia y por eso no se lava.
- Muy bien -agrega el sabio- aunque no siempre la inteligencia y la lógica pueden darte
una evaluación sensata de una situación. Sigue pensando.
- ¡Ya sé, maestro! Los dos se lavan la cara. El que tiene la cara limpia, al ver que el otro
la tiene sucia, cree que la suya está sucia y se lava, y el que la tiene sucia, al ver que el
otro se lava la cara después de verlo, comprende y también se lava la cara.
- ¿Cómo puede ser que dos hombres bajen por una chimenea, uno salga con la cara
sucia y el otro con la cara limpia? Para comprender la realidad debes usar antes de
analizar, el sentido común.
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Una palabra por día: DESAMOR
Esa mañana su jefe volvió a llamarla a su despacho. Desde aquella discusión por el
tema del cadete y su disculpa posterior, no habían vuelto a hablar más que lo necesario
para cumplir la tarea. Marta no se había quedado resentida, simplemente no había
sentido ninguna necesidad de acercarse demasiado. Apenas entrar lo vio desencajado.
- Pues eso es lo que te quería preguntar, tú has estado en terapia durante años. Yo he
ido solo una vez y me siento fatal. Hace dos noches que no duermo y no hago otra cosa
que revisar las cosas que dije en esos 45 minutos.
- Es normal - había dicho Marta, con la actitud de una experta - luego se te pasará. ¿De
qué hablaste?
Y sin mediar nada más, le contó con demasiados detalles, las atrocidades que había
pasado en su infancia.
Marta llegó a su casa preguntándose porqué tenían hijos aquellos que en realidad no
querían ocuparse verdaderamente de ellos. Pero mientras terminaba de ducharse un
pensamiento más desagradable se le coló sin quererlo. ¿Qué consecuencias pagarían los
hijos de su jefe, por las actitudes del abuelo sobre su padre?
APRENDER EL DESAMOR
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- ¿Qué necesitas? - le pregunta de un modo muy hostil - ¿otra vez te metiste en
problemas? Porque si estás aquí…
- Yo no necesito nada - contesta el joven - ya te dije que no pensaba pedirte nada más
si lo puedo evitar. El tema es el abuelo.
- ¿Qué pasa con tu abuelo? Él debe estar bien porque si no, me hubieran avisado…
- Te llamaron tres veces del geriátrico, pero no reciben respuesta. Les dicen que estás
ocupado.
- ¿Calefactor? - contesta el hombre a los gritos - ¿Calefactor? Con el calor que hace, por
favor.
- Yo estuve ahí papá… el lugar es bastante fresco y él pasa demasiado tiempo quieto. De
todas maneras es el abuelo quien lo pide.
- Mira, yo no trabajo como trabajo para tirar el dinero - dice el padre -, si quiere un
calefactor que se lo den en el geriátrico y si no te satisface mi respuesta, cómprale una
manta con tu mensualidad.
El joven sale de la oficina sin decir una palabra. Esa noche cuando el padre llega a la
casa, ve al muchacho tendido en la sala con una manta extendida sobre la alfombra.
Para su sorpresa está cortándola al medio.
- Anticipación - contesta el joven - Una mitad es para él y la otra para ti, cuando tengas
su edad.
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Una palabra por día: MOTIVACIÓN
Marta se dio cuenta de que contando este, faltaban apenas tres días para terminar el
mes. Con él se acabaría la suscripción de la página. Para estas alturas los cerebros
ideadores del servicio www.palabrasalacarta.com ya deberían haber mandado un
formulario, ofreciendo el pago para continuar, o al menos incluido en el mismo portal
una dirección de mail; pero nada de eso había pasado. Aunque ella deseara pagar para
seguir teniendo acceso intuía que dentro de pocas horas la conexión desaparecería, tal y
como empezó.
Entro una vez más en el portal de bienvenida y escribió otra vez una pregunta:
…En un oasis escondido entre los más lejanos paisajes del desierto, se encontraba el
viejo Eliahu de rodillas, a un costado de algunas palmeras.
- ¿Qué haces aquí, con esta temperatura, y esa pala en las manos?
- ¡Dátiles!! -repitió el recién llegado, y cerró los ojos como quien escucha la mayor
estupidez comprensivamente-. El calor te ha dañado el cerebro, querido amigo. Ven,
deja esa tarea y vamos a la tienda a beber una copa de licor.
- Mira, amigo, los datileros tardan más de cincuenta años en crecer y recién después de
ser palmeras adultas durante muchos años llegan a estar en condiciones de dar frutos.
Yo no estoy deseándote el mal y lo sabes, ojalá vivas hasta los ciento un años, pero tú
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sabes que difícilmente puedas llegar a cosechar algo de lo que hoy siembras. Deja eso y
ven conmigo.
- Mira, Hakim, yo comí los dátiles que otro sembró, otro que tampoco soñó con cosechar
de su siembra. Voy a sembrar aunque sea para que otros puedan comer mañana los
dátiles que hoy planto... Y aunque sólo fuera en honor de aquel desconocido, vale la
pena terminar mi tarea.
- Me has dado una gran lección, Eliahu, déjame que te pague con una bolsa de monedas
esta enseñanza que hoy me diste -y diciendo esto, Hakim le puso en la mano al viejo
una bolsa de cuero, llena de tintineantes monedas.
- Tu sabiduría me asombra, anciano. Esta es la segunda gran lección que me das hoy y
es quizás más importante que la primera. Déjame pues que pague también esta lección
con otra bolsa de monedas.
- Y a veces pasa esto -siguió el anciano y extendió la mano mirando las dos bolsas de
monedas- sembraba pensando en no cosechar y antes de terminar de sembrar ya
coseché no sólo una, sino dos veces.
- Ya basta, viejo, no sigas hablando. Si sigues enseñándome cosas tengo miedo de que
no me alcance toda mi fortuna para pagarte.
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Una palabra por día: TRISTEZA Y FURIA
Marta estaba enojada. Siempre la irritaban las decisiones unilaterales que la incluían.
Era el anteúltimo día y ella no podía hacer nada, más que ingresar en el acceso la
palabra que mejor expresaba su emoción
FURIOSA
En un reino encantado al que los hombres y las mujeres nunca pueden llegar, o quizás
donde las mujeres y los hombres transitan eternamente sin darse cuenta... En un reino
donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas... había una vez una laguna de agua
cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores y donde miles de verdes y
rojos y amarillos se reflejaban permanentemente...
Las dos se quitaron sus vestimentas... y desnudas las dos… entraron al agua.
La furia, de prisa (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se bañó
rápidamente y más rápidamente aún, salió del estanque...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que,
desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró, que resultó no ser la
suya, sino la de la tristeza...
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está,
la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del
tiempo), con pereza y lentamente, salió del agua
Ya en la orilla se encontró con que su ropa no estaba donde ella la había dejado.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así
que, sin otra forma de ocultar su desnudez, se puso la única ropa que había junto al
estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, cuando uno se encuentra con la furia, ciega, cruel,
hiriente y enfadada… debe tomarse el tiempo de mirar bien, porque podríamos descubrir
que esta ira y enojo que vemos sea tan sólo un disfraz. Si así sucede, atención, porque
detrás del disfraz de la furia, en realidad... siempre está escondida la tristeza.
Así nos sucede a todos. Avasallados por un dolor que nos inunda o resistentes a una
impotencia inaceptable, decidimos cambiar sin ser concientes de lo que hacemos
nuestro dolor por el enojo.
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Seguramente pensamos que manejaremos mejor a éste que a aquel.
Detrás de todas estas reacciones una emoción más auténtica nos invade. Nos duele, nos
apena y nos lastima: La tristeza.
No es un camino fácil ni placentero pero es, sin lugar a dudas, el camino más corto a
nuestro desarrollo como personas y a la conquista del mayor de los desafíos, aquel que
plateamos hace hoy 30 días: animarnos a ser auténticamente quienes somos.
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Una palabra por día: SUEÑOS
Era el último día. Y hubiera querido equivocarse, pero tal como ella lo había
pronosticado, no había ninguna noticia de la continuidad del sitio.
Marta estaba desde el texto anterior más triste que enojada, aunque también debía
reconocerlo, estaba se sentía muy agradecida por todo lo recibido.
SUEÑOS
Todos nuestros sueños, sobre todo aquellos que tenemos sin cerrar los ojos y en medio
de nuestra vida cotidiana, son la materia prima de nuestras ilusiones y fantasías. Estas
dos compañeras fieles sirven para construir sobre ellas nuestros deseos. Un vez que
tenemos claros nuestros deseos y antes de ponernos en acción debemos transformarlos
en proyectos.
Había una vez un gusano que vivía en un jardín y que estaba enamorado de una flor.
Lo desmedido del esfuerzo nunca lo hubiera frenado. Lo peor era que durante la noche
el pobre gusanito resbalaba en el talo humedecido por el rocío y amanecía cada mañana
en el punto de partida.
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Sus amigos los escarabajos se apenaban de él y le decían:
- Olvida ya esa flor. Tú eres un gusano y vives en la tierra, ella es una belleza y vive en
los cielos. Basta ya de sacrificios inútiles.
- El gusano escuchaba y sabía que sus amigos le decían la verdad porque lo querían de
verdad. Pero él siempre contestaba:
- Ya sé que es imposible, pero si renuncio a mis sueños, ¿como podré despertar cada
mañana?
Una noche pasó algo maravilloso. Mientras el gusano dormía, sus sueños se volvieron
alas y el gusano se despertó mariposa. Más contento que sorprendido y más
sorprendido que contento, el enamorado voló hasta la flor y la besó… larga y
amorosamente.
Cuando Marta terminó de leer el mensaje, las letras negras se fueron desvaneciendo y
en el centro gris de la pantalla se dibujó una "i" de color azul. De los cuatro ángulos del
monitor aparecieron letras. Primero fue una "d" roja, después una "s" amarilla, luego
una "o" anaranjada y por último una "A" mayúscula verde. Las letras orbitaron
alrededor de la "i" y se acomodaron para formar la palabra
Adiós…
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