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Al encontrarme con la complejidad del espacio pictórico y después con la

determinación del formato descubrí la necesidad que tiene la representación


cuando existen estos dos elementos pues la estructura de la composición no
basta con repartir fondo y figura a lo largo de los tres planos. Que esta división
del espacio resulta bastante subjetiva en relación a cada sujeto y como
reconoce el espacio que se le presenta. Por el momento sujetare la idea de la
lectura del espacio como la existencia de tres planos: primer plano, plano
medio y fondo. Gracias a este tipo de ubicaciones con las que se acostumbra
ordenar a la representación, muy frecuentemente a relación de los tres planos
no se lleva acabo, pues se crea una distracción entre el personaje principal y
todo lo que le rodea. Con ello la composición carece de una relación estrecha
de fondo y figura y desde luego que también de unidad.

El fondo no es considerado como figura, por esta razón surgió una pregunta y
es, que si ese plano que no es considerado pero está ahí ¿Tiene un valor por el
simple hecho de que esté presente? Tal vez su estancia en algún plano no es lo
que lo hace interesante pues la composición pide ayuda de todos aquellos
elementos que pertenecen a ella y considero que la actividad del fondo es
mantener la unidad dentro de la representación. ¿Y cómo lograría tal
responsabilidad el fondo? Pienso que al haber la posibilidad de que este
elemento vaya creando tensión con los demás planos no existirá jerarquía en
ninguna de las formas, y esa carga que anteriormente solo tenía una sola parte
ahora estará repartida y en relación con el contenido de toda una composición.

En las obras de Valerio Adami la descomposición de la figura y de los planos,


irónicamente crean la unidad en el espacio y digo irónicamente porque hay una
separación de elementos en el espacio que si no se cuidara de la forma que lo
hace Adami habría una dispersión de estos y sería totalmente confusa la
relación de la composición. Sin embargo, este autor aprovecha los “retazos” de
figuras para crear una fusión de plano y figura.

De repente, si nos descuidamos podríamos pensar que la pintura es plana


porque en conjunto la determinación de todos los elementos encontrados nos
indican que hay una sola unidad y esta “exageración” de fusión entre todos
ellos crean una impresión de que existe un solo plano y por lo tanto por ser
único carece de profundidad. Pero hay límites para la representación y más
que ellos creo que existe algo mas ambicioso que el artista siempre está
persiguiendo y esta es: la realidad. A lo largo de diferentes análisis se ha dicho
que la verdad está en la mimesis de la imagen, otras tantas que afirman que
está en la profundidad y esta ultima creo que siempre está en relación con la
perspectiva, tema del cual se dice es una percepción real del mundo o tal vez
que es la justa medida de las cosas. Yo no concibo a la perspectiva como la
“verdadera palabra del mundo” porque al interiorizarme en el tema de relación
plano-fondo observo que esta representación de la realidad de alguna forma
crea barreras que para el plano son letales y hacen que se descuide de la
unidad.

Si bien, en la obras de Valerio Adami hay profundidad respecto a la


perspectiva, pero creo que no es aquella que persigue el rigor a la que estamos
acostumbrados, de hecho podría decir que el un engaño disimulado de la
perfección con la que se tiene valorada la perspectiva. Porque a las formas que
quiere otorgarles profundidad las representa muy pequeñas considerando su
tamaño real por el plano en el que están situados.

En la pintura de Adami llamada “Silueta” lo primero que captura mi atención


para hacer una análisis es la relación entre fondo-figura porque de ahí en
adelante se resuelve poco a poco la representación de esta obra (y si no es que
en la mayoría). En “silueta” la figura la entiendo como todo aquello que es
concreto, tales como la mujer y el hombre, la cama donde están acostados, la
ventana, el micrófono, la estatua, el sol y las montañas, sin embargo los
espacios que son lisos y que están ahí para completar la representación no las
percibo como piezas inmóviles de hecho no las concibo como otro plano pero
los colores y el contorno negro hacen que hay a una separación e incluso cierta
profundidad.

El cuadro está dividido en dos partes por una barrera representada por una
línea negra que se encuentra a más de la mitad del formato. En esta primera
lectura (pudiendo ser así el orden) se encuentra una mujer que se refleja al
otro lado de dicha separación. Las características pictóricas de esta es que la
figura y el fondo tienen una relación estrechísima porque utilizan un mismo
color, ya sea que se emplee el mismo color u otro mas oscuro o claro pero
siempre perteneciendo a la misma gama. Que el personaje este descompuesto
y formas o por distintas piezas también ayuda a que haya un complemento
entre figura y fondo de la misma forma el que no se persiga la figura concreta
permite que haya libertad en cambiar los colores utilizados en distintas partes
de las piezas que presenta la composición en conjunto. Así se logra la relación
de unidad aunque muy tramposamente pues al identificar los mismos colores
tanto en plano como figura también se crea una identificación individual que
depende del espectador. Y aunque la forma de interpretación de este ultimo es
aún mas subjetiva creo que el adiestramiento que se sufre a lo largo de las
diversas interpretaciones de las obras, es a partir de que cada plano al ser
individual tiene su propio color y forma. Entonces cuando el espectador se
encuentra con que los planos pertenecen a una misma composición y tienen
relación en color y forma de alguna manera ya no se encuentran ajenos a lo
que tienen enfrente y hacen una estrecha conexión con todos los elementos
que el autor ocupó.

Aquí, Adami mantiene constante uso de una dispersión bien empleada de


colores por toda la composición. Otro ejemplo es la segunda parte del cuadro
“Silueta”, donde anteriormente ya había explicado que se encontraba el reflejo
de la mujer y que este, por cierto, no es una imagen femenina sino masculina.
Aquí no hallamos tantos elementos como en la primera lectura del cuadro,
incluso podría decirse que un plano esta casi vacío por encontrarse sin
elementos en el, sin embargo, de nuevo Adami recurre a la relación plano-
color, utilizando la misma calidad de representación, no hay preferencia entre
uno y otro.

Para mi, en esta parte del cuadro es mas evidente el uso de un solo plano y
como anteriormente había comentado pareciera que de repente la pintura es
totalmente plana sin embargo, la parte de arriba nos saca completamente de
esa imagen que “carece de profundidad” (y lo pongo entre comillas porque
mas adelante explicare porque no puede faltar la profundidad) pues con la
estatua y el paisaje que presentan perspectiva, se completa la idea de
extensión del plano. En esta parte, específicamente se ocupan los mismos
colores que fueron empleados en la figura femenina creando un poco el efecto
ying-yang pero no sucede o tal ves lo maquilla muy bien con la ventana que se
encuentra arriba de esta figura porque es del mismo color e incluso forman
ritmo por la colocación de estos elementos. Este fenómeno del ritmo se repite
con el color verde que predomina en el lado derecho manteniendo así el
equilibrio de la obra.

Otro elemento que emplea Valerio Adami en sus trabajos es el contorno


remarcado por una línea ancha negra, este tema lo deje casi al ultimo de este
ensayo, porque considero que es un manejo complejo en la obra de este autor
debido a que la composición de su trabajo es cuidadosa en cuanto a planos,
figura y fondo, por lo tanto con ello la línea de este contorno podría representar
un obstáculo para mantener unidad en toda la representación pues este tiene
un carácter limitativo por lo que las figuras estarían efectuando diferentes
unidades pequeñas que en su conjunto formarían una composición muy
extraña pues cada una de estas unidades se encontraría dispersa y si bien,
llenarían el formato mas no estructura que resuelva la obra. Sin embargo, es
este contorno el que causa que la figura esté mediata al fondo teniendo así la
misma importancia todos los planos. Une a la figura y al fondo, no lo rivaliza.
Este mismo contorno crea énfasis e influencia sobre la superficie y esto lo lleva
a un equilibrio en toda la obra pues no deja que ninguno de sus elementos
carezca de representación en todo el espacio. Otra utilidad que el contorno
tiene en el trabajo de Adami es que le da perspectiva a los objetos que se
encuentran ahí pues gracias al contorno oscuro y los colores complementarios,
la identidad visual de la figura y del fondo aparecen resaltadas una de la otra
causando efecto de profundidad, a veces un poco ambiguo pues dependiendo
del ojo del espectador es como se va a determinar esta intensión.

En este caso particularmente de Valerio Adami se llega a comprender la


intensión de esta relación tan estrecha que existe en los planos y su
representación de alguna forma creo que el uso de los colores y el contorno es
un poco didáctico, porque nos está llevando paso por paso a identificar los
elementos necesarios e ir coordinándolos con la estructura espacial. En estos
trabajos de Adami, la identidad de unidad esta visible pero ¿Qué sucede con
aquellos en los que no existe ni un contorno, ni una descomposición dela
figura? ¿Cómo es que se logra unidad en la pintura? Creo que mediante el uso
de la perspectiva se puede resolver el problema pues al indicar profundidad ya
no existe un simple fondo o una simple figura porque se crea un seguimiento
de cierta teatralidad en todos los elementos contenidos en la obra.

Cobrando liderazgo en el manejo de la unidad de composición considero de


Caravaggio lo logra a porque el manejo de color entre figura y fondo se llega a
confundir cuando la figura lleva los mismos tonos que el fondo pues no hay
contorno definido. Aquí es un contrario radicalmente con Adami pues no existe
contorno para fundir planos pero si existen tonalidades que se unen y con esto
no hay forma de fragmentarlas porque todo es uno mismo. También de este
mismo autor, Caravaggio, la unidad se logra ver con facilidad en tanto que
cada elemento de la obra se relaciona con los demás y así resuelve el
problema pictórico. Sin embargo, una ves mas me pregunto ¿Habrá una forma
universal con la cual se pueda entender la unidad de la composición? Sin duda,
son muy buenos los recursos que anteriormente analicé al tratar de resolver
este problema ¿pero qué pasa cuando la pintura carece de tanta claridad para
poder entender esta unidad? Es posible que se pueda resolver con la razón.
Pues dependiendo de nuestro conocimiento que previo que tengamos de esas
imágenes o de lo que puede ser aquella representación sabremos por donde
nos lleva la estructura de ese espacio. De pronto me parece absurdo
preguntarme que pasará si una pintura carece de claridad pues es el trabajo
del autor, pero en algún momento resultaría interesante que no solo el
reconocimiento vial de esta composición baste, sino que la traducción de
nuestros conocimientos y experiencia estética nos aparten para una mejor
comprensión de la imagen.

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