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Significado del Huevo de Pascua

Los sacerdotes suelen bendecir los huevos y


distribuirlos en las iglesias; las personas los
intercambian como regalos; y los niños
juegan a encontrarlos en canastas en sus
jardines y casas. Es muy difícil imaginarse
una Pascua sin huevos. Pero cuál es su
significado? Como fuente de una nueva
vida, el huevo posee un simbolismo de
creación, primavera y fertilidad en muchas
culturas y religiones, mucho antes de la era Cristiana. Los persas intercambiaban huevos
durante el equinoccio de primavera. Los romanos se daban entre sí huevos pintados de
rojo como obsequio para el año nuevo; y hoy en día, el huevo es una de las comidas
simbólicas del menú de la Pascua judía, que celebra la nueva vida del pueblo de Israel
cuando en aquél entonces fue rescatado de su esclavitud en Egipto.

El Cristianismo ha heredado ésta tradición tan rica, natural y simbólica. Sin embargo, el
festival más grande primavera, nuestra pascua Cristiana, le añade un nuevo significado al
simbolismo del huevo. Así como el cascarón de un huevo se quiebra para que la nueva
vida pueda surgir, así mismo el sepulcro de roca de Jesucristo se desquebraja cuando
resucita de entre los muertos al tercer día. Las culturas antiguas veían al huevo como
símbolo del renacimiento de la naturaleza; sin embargo los cristianos percibimos al huevo
como símbolo del renacimiento de la raza humana.

Los cristianos ortodoxos solemos llamar a


María Magdalena como la “igual a los
apóstoles”. Lo anterior no es una pista de las
tradiciones antiguas con respecto a María
Magdalena. Mas bien, se basa en los pasajes
bíblicos que nos enseñan que María
Magdalena fue la primera en ser testigo de
la Resurrección de Jesús. De acuerdo a la
tradición ortodoxa, ella fue una mujer con
posibilidades que utilizó sus riquezas para viajar y transmitir su testimonio de nuestro
Señor resucitado. Tras la Ascensión de Jesús, obtuvo acceso a la corte del Emperador Cesar
Tiberio. Tras describirle la manera tan pobre en que Pilatos había administrado el juicio de
Jesús, sostuvo un huevo en su mano y exclamó: “Cristo ha Resucitado!”. El emperador
comenzó a burlarse de ella y le contestó que el hecho que cualquier persona resucitara de
entre los muertos era tan posible como que el huevo que ella sostenía en la mano se
volviera rojo; y eso fue precisamente lo que sucedió: el huevo se volvió rojo y ella continuó
proclamando la Buena Nueva en todo el recinto imperial. Los íconos de María Magdalena
la muestran sosteniendo un huevo rojo y desde entonces es tradición de los cristianos
ortodoxos pintar sus huevos de pascua de rojo puro y sin ningún otro dibujo o diseño.
Que nuestra celebración de Pascua sea una ocasión de reversión, prometiendo a Cristo
nuestro señor y Salvador serle fiel ahora y por siempre. Que veamos su Resurrección como
una fuente eterna de bendiciones y gracia, con el fin de que nos ayude a afrontar nuestros
problemas y dificultades de la vida diaria con alegría y gratificación, cargando nuestra
cruz como motivo de nuestra fuerza espiritual y un brillo de esperanza para un futuro
mejor que nos espera. Amén. CRISTO RESUCITÓ! EN VERDAD RESUCITÓ!

Abad Panteleimon y semejantes que le asisten. Monasterio de la Dormición de la


Theotokos (Virgen María), Hamatoura. Texto traducido del inglés al español por Marcos.
Misión Ortodoxa de la Laguna, México.

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