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LA REGLA KIMBISA

DEL SANTO CRISTO DEL BUEN VIAJE

Nuestra línea mística proviene de La Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje.

Nombre de nuestra línea: MABIRINSO SAMBI NKISI MALONGO.

Procedencia Cercana: CONGO LOANGO NGANDO BATALLA.

Fundamento Ancestral: MA. LUISA

(Artículo publicado en enero de 2003)

Información apoyada en investigaciones de Lydia Cabrera.

Andrés Facundo, Cristo de los Dolores Petit, Isué de la Potencia o


agrupación de ñáñigos Bakoko. Es famoso por haber iniciado a
hombres de la raza blanca en los misterios del Abakuá, consagrando la
primera Potencia integrada por blancos en la calle Ancha del Norte
número 115 (Sn Lázaro entre Galiano y Sn Nicolás) en la Habana el año
1863.

Los africanos y los criollos negros, negados a admitir blancos y mulatos


en sus agrupaciones, lo calificaron de traidor. Petit se convirtió en una
figura conflictiva o detestable: fue “el ñáñigo que vendió el secreto por
ochenta onzas a los blancos”, concepto que se sigue diciendo cuando
se le recuerda, aunque quizás sean pocos los que saben hoy quién fue
Andrés Petit.
Las ochenta onzas “de la traición” sirvieron para libertar a varios
“hermanos" de esclavos y en el concepto del propio Petit y otros
contemporáneos suyos, la intromisión del hombre blanco en la
confraternidad Abakuá sirvió “para fortalecer al ñañiguismo y
protegerlo” y así fue.

Al mismo Petit le llegó el comentario y expresó enfáticamente: "Es


cierto pero el Abakúa existe".

Es por ello, ante todas estas acusaciones y enfrentamientos


silenciosos, que él se ve "inspirado" en la idea de crear una nueva
regla y surge la Kimbisa. Esta fue creada para sobrevivir de las
agresiones de los ortodoxos mayomberos de la época, donde muchos
pertenecían a la Sociedad Abakúa.

Aún en nuestros días, expresar que alguien pertenece a la línea


kimbisa es mal visto por los mayomberos actuales. El resentimiento
ha perdurado después de tantos años y se ha convertido en una
característica muy marcada dentro de la magia conga.

La fama de Andrés Petit no se debe exclusivamente a su actuación


dentro del ñañiguismo. Fue un gran taumaturgo y de sus milagros nos
hablaron muchos viejos que lo conocieron en la Habana y en
Guanabacoa, donde lo enterraron en 1889 y aunque algunos
pretenden de que sus restos se trasladaron del Campo Santo de esta
Villa al antiguo cementerio de Espada en la Habana, para protegerlos
de enemigos que codiciaban su cráneo, o que en efecto, la maravillosa
Kriyumba fuera robada.

Otros afirman categóricamente que Petit reposa en la misma


sepultura, donde iban los viejos Padres de la Institución, sus ahijados y
prosélitos a ofrendarle. Allí los más intransigentes observadores del
ritual instaurado por él, lo visitaban los días de Jubilación de Padres y
depositan una ofrenda de comida. Todas las prendas de Petit, menos
su báculo que desapareció, están en Guanabacoa.

Según algunas versiones comentan, que, la kriyumba de Andrés Petit


fue trasladada a México por uno de sus seguidores más fervientes,
dónde se supone descansa en algún caldero místico cuidado por un
celoso seguidor de la Regla Kimbisa. Nadie sabe verdaderamente qué
ha pasado con sus restos, son muchas las leyendas. Petit utilizaba un
poderoso bastón místico el cual no se tiene noticias de su paradero.

Por otra parte, es muy curioso que muchos de sus continuadores,


Padres públicamente conocidos por sus nombres secretos, como
Tronco Ceiba, Monte Carmelo, Siete Rayos, Padre Cachimba. No
ostante a la adhesión a la Iglesia Católica, todos estos Padres están
enterrados en el cementerio protestante de la Habana. La comida que
se le ofrece a los muertos en un cuarto cerrado de la Kimbisa, en la
fecha de primero del año se les lleva para el cementerio.

En la “Sociedad Secreta Abakuá narrada por viejos adeptos”, contamos


algunas anécdotas de Petit, personaje verdaderamente legendario que
“conoció a fondo todas las religiones”, pues era Terciario, habitaba con
los franciscanos en el convento de estos en Guanabacoa y recogía
limosnas para ellos.

Había visitado al Papa, aunque muchos lo negaban. Estuvo en Canarias


y en Guinea. Era Abiosha (dueño de santo de un orisha lukumí), dueño
de nganga, Mayombero, Brujo e Isué (alto dignatario de la Sociedad
Secreta Abakuá). Sabía latín, anagó (lukumí) y los siete dialectos bantú
que hablados en Cuba por esos entonces.

“Era un caballero en sus tratos, un mulato claro de muy buena


presencia, elegante, aunque siempre usaba sandalias o iba descalzo.
Muchos blancos eran ahijados suyos; la nobleza lo consultaba”. “Hacía
milagros”. “Leía el pensamiento”.

Cuando aumentan las pugnas de unos ñañigos con otros, arrecia el


odio de negros a blancos y a mulatos intrusos en el culto a Ekué.

Petit para proteger y defender de venganzas a sus partidarios, decide


fundar La Regla Kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje, dejándonos en
ella un modelo más de sincretismo religioso producido en Cuba.

“Kimbisa –según un Padre Maestro de esta Regla que contaba con


muchos adeptos en 1959- fue congo, lukumí, espiritista y católico. ¡Lo
reúne todo!”. Un Olorisa nos dijo: “Petit hizo un ajiaco, un revoltillo,
cogió de todo: trabajo con Palo, con Osha, con Santo Católico; metió el
espiritismo, la brujería, la iglesia, cuanto encontró para vencer”.

Sin embargo, nos parece que el Isué de Bakoko, el primer Padre de los
Kimbisa del Santo Cristo, tomó más de los congos que de los lukumí.
”Si por fuera tiene la capa guarabeada de lukumí y de blancos, el forro
lo tiene de congo”.

No le faltan detractores de color a la Regla fundada por Petit.

Kimbisa significa QUIEN VENCE, porque abarca todos los poderes de la


naturaleza y se funden los del congo, lukumí y el católico. Esta religión
tiene de todo y se aprovecha de todo. Por eso vence a como dé lugar.
“Sobre todas las cosas adoramos al Espíritu Santo. Llamamos Nkisi al
Santo Cristo. Este crucifijo que usted ve y que dentro lleva su brujería,
nos acompaña siempre. No hay Kimbisa que no lo lleve puesto. Es
obligatorio, sin Él no somos nada, es nuestra fuerza, todo".

Petit aprendió de los congos y de los carabalí; era mayombero, pero el


mayombe que sincretizó en kimbisa es cristiano, es bueno, es de Dios.

"Por eso, sólo hacemos el bien, nos defendemos y desbaratamos


daños. Y para nuestro bien y el de todos, y para defendernos, lo mismo
vienen a nuestra Institución, los santos lukumí, que los santos católicos
y los muertos. Nuestro guía es San Luis Beltrán. Este santo baja y nos
da instrucciones. Pero no decimos “baja o monta el santo”, nuestra
costumbre es decir, que, nos baja la inspiración, aunque monta igual
que un ocha o un nfumbe. Bajo la dirección de San Luis Beltrán
hacemos los trabajos.

“Nuestro Guardiero es un caldero de hierro, es Zarabanda, San Pedro


en lo católico, Oggún en lo lukumí, otro guía y protector nuestro.
Consideramos que Zarabanda también es Osain, San Silvestre, el
Dueño del Monte”.

Los congos que más visitan a la Kimbisa son:

- Nsasi Boma, Gallo Ronco y Siete Rayos. Que son la misma Sta.
Bárbara o Shangó en lo lukumí.

- Tata Nfumbe, Pata Nyaga y Babaluayé. San Lázaro.

- Mamá Nkengue y Obbatalá. La Virgen María y La Merced.

- Shola Wengue, Mama Shola. La Caridad del Cobre. Oshún en


lukumí.

- Baluande, Madre Agua, Ma Lango, Mamá Umba. La Virgen de


Regla. Yemallá en lukumí.

- Mariampemba, Centella Ndoki, Mariwanga. La Virgen de la


Candelaria. Oyá en lukumí.

- Luna Nueva. Única nganga kimbisa que se le sacrifica jutía.

Sucedió al fundador de la Kimbisa, su ahijado Andrés Valdés, alias


Andrés Kimbisa, por su compenetración con el Maestro. Y a Valdés, en
cuya nganga Tronco Mama Lola, está metida la de Petit, lo sucede
Timoteo Morán. Su nganga Casimiro Tronco Va Ceiba Ngunda, la
heredó su ahijado José Torrez, que era dueño de la Ceiba Ngunda,
según informó un excelente Babalawo exiliado en Miami, que protegió
a Torrez hasta que murió este kimbisero en los finales de la década de
los cincuentas a la edad de ciento siete años.

José Torrez, por su bondad y rectitud, no le hacía daño a nadie, aunque


cuando justamente castigaba, aniquilaba.

CONTINUADORES MÁS FIELES DE PETIT:

1. Andrés Valdés.

2. Rita Rodríguez, esposa del anterior.

3. Morán y Torrez.

4. José Rosario Alday.

5. Anastasio Bravo.

6. Clara Galíndez.

7. Alfredo Gayot.

8. Alfredo Agüero.

9. Chano Siete Rayos.

10. Antonio Chacón.

11. Victor González.

12. Y muchos más.

Nganga: Cazuela donde habita la esencia de un nfumbe o mpungo.

Nfumbe: Espíritu esclavizado por voluntad del kimbisero.

Mpungo: Espiritualidad Conga.

Nkisi: Cazuela donde habita la fuerza de espíritus de la naturaleza con


todos los ingredientes mágicos que la animan.

Fundamento: Nombre que recibe el caldero principal. De ella nacen los


“Gajos” que se le entregan a los ahijados de la misma.
Mpaka, Makutos, Nkangues o Resguardos: Protecciones pequeñas que
se le ofrecen a los ahijados.

Nganga o Nkisi es el recipiente que contienen espíritus y fuerzas de la


naturaleza que viven acompañados de otros elementos necesarios y
secretos que los mantienen activos.

Para los auténticos seguidores de la Kimbisa (hoy reformada con


mutaciones imprescindibles) es un honor pertenecer a tan distinguida
y mítica vertiente dentro de la Regla Conga. El nombre de Petit pocos
ya lo mencionan, pero se mantiene la tradición en esencia.

¡ Gloria eterna al alma de Andrés Petit !.

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