You are on page 1of 5

La Coherencia del MITO

El hombre es PRAXIS, actividad creadora. PRÁCTICA y CONCIENCIA, momento


creativo o transformador y momento de conciencia o teórico se determinan
mutuamente. Cada práctica, cada transformación que realiza el sujeto influye en
la conciencia y viceversa. No hay diferencia temporal en el sentido que se daría
primero una y luego la otra, coexisten. Una práctica sin conciencia sería un
contrasentido, sería un movimiento mecánico, nunca creativo. La totalidad se va
superANDO, a medida que se trasciende la contradicción en ese juego de práctica
y teoría.
El SER humano es social, intersubjetivo. “NO ES”, “SE HACE” continuamente. “No
está dado de antemano”, tanto su práctica como su conciencia son sociales y
compartidas, son modos del saber, formas de conciencia social.
Continuamente surgen nuevas prácticas y nuevas formas de conciencia social.
Pero hay determinadas prácticas y formas de conciencia que son FUNDANTES,
englobantes, incluyen a muchas otras. El MITO, la RELIGIÓN, la FILOSOFÍA, son
formas de conciencia de la totalidad, son COSMOVISIONES, cuya finalidad es el
sentido. La ciencia es conocimiento de lo particular, su finalidad es el PODER,
poder sobre la naturaleza, sobre los cuerpos, sobre los “SERes humanos”.
El camino verdadero, el camino del SER, es el camino de la salvación, de la
seguridad y la confianza, captar el SER no es una tarea intelectual, se trata de
una acción vital, mística, religiosa, encontrar el SER es adentrarse en UNO,
encontrar el lugar sagrado en UNO, ahí NOS sentimos cargados de sentido, de
plenitud.
M I T O : Cosmovisión que otorga sentido mediante una narración simbólica que
utiliza determinados géneros literarios y que narra acontecimientos que tuvieron
lugar en el origen. Una cosmovisión vital, una FÉ, una CONVICCIÓN, un sustrato
MITOLÓGICO, el MITO es COLECTIVO, surge de las entrañas del grupo cuya
cosmovisión expresa. Es DADOR de SENTIDO. Práctica social FUNDANTE.
La dispersión y desaparición de muchas etnias y pueblos indígenas en el
continente en américano tiene que ver no sólo con la superioridad bélica, sino
también la destrucción de su cultura, de sus MITOS, sus creencias, pérdida de
IDENTIDAD, la pérdida de SENTIDO, orientación, y con ello toda fuerza de
resistencia, se pierden las ganas de vivir.
Los mitos no mueren, resurgen continuamente, se readaptan. Son creaciones
colectivas, y se expresan mediante una NARRACIÓN (la filosofía y la teología
elaboran un sistema conceptual, donde el problema encuentra sentido), el mito
inventa una narración propia. No debe confundirse el mito con la narración, y
tratar de interpretarlo como narración de hechos comprobables, el mito concede
sentido mediante el símbolo, es una narración que ordena, estructura y entrelaza, una
multitud de símbolos. De manera que la interpretación del sentido de los mitos es
la interpretación del significado de cada uno de los símbolos. El símbolo significa
unión, movimiento hacia la unidad, hacia la totalidad, superación de la separación.
La etimología de la palabra “símbolo”, muestra que proviene del griego “syn-
bállo”, “syn” que significa “con, junto a…” y “bállo” es el presente activo del verbo
bállein el cual significa “lanzar, poner en movimiento, llevar”. Así, unidas ambas, el
símbolo refiere a “llevar con”, unir, ligar, atar, de ahí la palabra religión, porque
“re-liga”. El símbolo cumple lo suyo al “unir con”, de ahí su opuesto “dia-bállo”,
donde “dia” es lo contrario de “syn” y hace referencia a una imagen que desune
(“el diablo”). Luego de esta aclaración es evidente lo que produce un símbolo
tanto religioso como patrio. ¿Y un mito?, mucho más….porque da sentido!!!. Re-
LIGA (con el cosmos - con otros SERes humanos, con lo trascendental).
Los acontecimientos que narra el mito tienen lugar en el origen, por ello son
FUNDANTES, Ocupan un lugar que luego la filosofía expresará conceptualmente
como fundamento o causa. La noción de “comienzo” es “histórica”, el “origen” es
“mitológico”, “simbólico”.
El sujeto no ES, deVIENE, no está dado de ante mano, se va realizANDO en
la práctica cotidiana, en ese sentido se pre-supone, se pone antes de…, se elige
antes de SER, antes de actuar, se piensa de ante mano…
PRE-supone, para ello usa la MEMORIA (RE-crea, RE-memora), se conoce y
así puede elegirse activamente, (“pienso, luego existo”). Luego se “pone”, en el
ponerse entra el PROYECTO, la utopía.

El Universal Abstracto es “vacío”, mejor dicho en él se encuentran TODAS las


posibilidades de realización, existe “EN SÍ” mismo (DIOS, el germen de vida, la
vida en potencia) a medida que va transcurriendo el tiempo (HISTORIA), mediante
conflictos se niega la abstracción, se recupera y con la práctica se
PARTICULARIZA, se va “SUPER-ANDO” la contradicción, y el “EN SÍ” se transforma
en “PARA SÍ”.
Se le pone un ropaje a la vida, se va concretANDO con la realización, así,
creciendo se va alcanzando el UNIVERSAL CONCRETO, allí donde se combinan el
“EN SÍ y PARA SÍ”, UNO (gracias a las experiencias vividas) realiza “EN SÍ y PARA
SÍ”.
El SER histórico continuamente ES lo que NO ES y NO ES lo que ES,
¿cómooo?. La identidad es histórica, siempre se está en camino hacia alguna
parte, hacia una meta. SER uno mismo al tiempo que se camina, es SER
auténtico (se trata de un caminar interior, un crecimiento, no del caminar
exterior) implica mantenerse en el SER y decidir concientemente el rumbo que se
va tomando, mantenerse en el SER es conocerse y darNOS las herramientas para
posibilitar un cambio. “ConoSERse" implica “ocuparse” buscarse, tratar de
entenderse y aceptarse, para luego permitirse el cambio deseado.
Así, SER histórico, es caminar, crecer, es tender hacia una meta, es realizar
un proyecto, porque detenerse significaría dejar de SER histórico, y paralización
es FIN, es muerte. Mantenerse en el SER implica tener un proyecto abierto a la
utopía. Sin MEMORIA HISTÓRICA y sin PROYECTO abierto a una UTOPÍA, no
hay identidad del SER histórico, no hay SER, no hay historia. Por ello,
“permaneSER” en el SER, es SEGUIR SIENDO. SER (para un individuo, un pueblo,
un Estado, una Nación) significa esforzarse por seguir siendo, es evitar la
desintegración. (cuando las cosas nos salen bien en la vida, andamos con
felicidad, no somos concientes del esfuerzo que significa ser, vivir. Esto se percibe
cuando la vida pierde SENTIDO, el sentido es el motor, el proyecto se anuda con
la utopía (el superamor) y llenan de significación la vida.
El SER histórico continuamente deja de ser lo que es, para seguir siendo,
para ello debe hacer funcionar la MEMORIA, ésta asegura la permanencia del ser
pasado, su función no es psicológica, es ONTOLÓGICA, y no es “vivir en el
pasado”, es vivir el presente teniendo en cuenta las experiencias vividas en el
pasado (historia del presente). Re-memorar, es volver a crear, es re-crear, algo
pasado que se hace presente con el recuerdo, es un “pasado SUPERADO” (por ej.:
cuando se llora o se recuerda con nostalgia no se ha superado del todo). El
pasado superado, resignifica los hechos, los transforma, los reinterpreta. Este
pasado se transforma en ARQUETIPO, y ese “arquetipo” que hoy dotamos de
vida, son fechas, acontecimientos, personajes, decisiones, fijan modelos, encarnan
determinados valores que dan sentido al accionar del SER histórico. El DIOS o el
héroe que muestra un camino, una manera de actuar, es un modelo que invita a
una “quehacer” determinado, invita a que se imite haciendo que las acciones
adquieran sentido.
Ahora bien, el arquetipo hace presente algo que no ha sido realizado, ahí es
donde se enlaza el proyecto con la utopía. La memoria trae continuamente los
arquetipos para que salga a la luz esa significación, esa chispa que incita a
nuevas realizaciones, así podemos decir que “sin memoria histórica no hay
sujeto histórico”, el sujeto se transforma en una cosa, en un objeto manejable a
voluntad, sin rumbo conciente, a la deriva…
Por ello determinados grupos dominadores del poder político, intentan
establecer su dominación borrando todo rastro de la memoria histórica, la
memoria de los pueblos oprimidos queda vacía y la historia recortada, los
“desaparecidos”, víctimas de la última dictadura militar, fueron mártires de un
plan sistemático de abusos, quedando en la memoria como “inexistentes”, decía el
dictador Jorge R. Videla: “no están ni vivos ni muertos, simplemente están
desaparecidos”, se pretendía anular su existencia, ignorando su SER, eliminando
no sólo lo que eran, sino lo que podrían llegar a ser en un futuro, nunca podrían
presentarse como arquetipos o modelos, el futuro no debía recordarlos, en dicho
“Plan de Reorganización Nacional”, eran considerados un mal social, no podían
formar parte del proyecto de país que pretendían forjar dichas mentes macabras.

IDENTIDAD - PROYECTO - UTOPÍA e IDEALES: ESTADO y


SENTIDO

Decíamos, entonces, que el SER histórico continuamente, “es lo que no


es” y “no es lo que es”, siempre “es otro que el que se es” (permanente
cambio). En la medida que es otro, no es estático, entonces se proyecta, se
crea a sí mismo. Sin crecimiento no hay “identidad histórica”, no hay desarrollo
del SER (ser social e individual), SER histórico es “permaneSER” en el SER
mediante la memoria y trascenderse, ir más allá, mediante el PROYECTO. En el
Proyecto (social o individual) el sujeto se imagina en el futuro, se piensa, se
planifica y proyecta lo realizable, es decir, lo que no es pero PUEDE SER. La
utopía, es un ensueño, una imaginación que también debe anclarse en la realidad,
pero con alas que se desplieguen en la carretera del transcurso histórico. La
utopía social marca el rumbo de un grupo, si ella muere, el sujeto se pierde, se
queda sin sentido, se le quiebran las alas y el timón se convierte en una veleta.
Un proyecto social debe SER solidario en valores, coherente y colectivo, debe
delinear un sujeto colectivo y responsable de sus propias acciones.
La memoria saca a la luz continuamente los arquetipos, la imaginación
renueva permanentemente la utopía, poniéndonos enfrente los ideales, es
decir: la representación concreta del proyecto iluminado por la
utopía. Con el ojo de la memoria se mira al pasado haciendo surgir los
arquetipos (siempre antiguos y siempre nuevos) y con el otro ojo se mira hacia
adelante, proyectándose hacia un futuro donde brilla la utopía en forma de
hermosos ideales.
Entonces la Identidad no es permanencia estática, sino continuamente
conquista del SER, decía Descartes “pienso, luego existo”, me pienso (a mí
mismo), “me debato”, es decir que me recorto entre muchas posibilidades de SER,
luego elijo, me elijo, me hago, existo. Verse a sí mismo es auto-conciencia,
autoverse, pero no puede verse en los arquetipos como tales, porque pertenecen
al pasado y el presente es cambio, ni puede verse en los ideales, porque
pertenecen al futuro, pero ambos, arquetipos e ideales se entrecruzan en los
símbolos. En estos encuentra sentido la conciencia. El símbolo se halla en el
presente, tiene significación HOY, porque re-une, allí cobran vida “lo no realizado
a realizar de los arquetipos” y lo puramente a realizar de los ideales. Los
primeros resurgen por obra de la memoria y los ideales por la imaginación, por
su parte los símbolos encierran un significado que debe ser sacado a la luz por
la conciencia. De ahí la importancia de la auto-conciencia, “pienso, luego
existo”, soy acto de pensar, de PENSARME, de “conoSER-ME". Tenemos un SER
que continuamente proyecta activamente su yo, haciéndose a sí mismo, se hace,
haciendo al mundo, se transforma, se crea y así crea y transforma el mundo,
somos parte de él, no lo olvidemos….
El sujeto colectivo, el SER social, se reúnen en la figura de “pueblo”, para ello
despliega una serie de símbolos con los que continuamente se contempla e
interpreta a sí mismo. El descubrirse a través de los símbolos creados, es un acto
creador o recreador. El pueblo se re-crea al re-crear el símbolo, porque toda
interpretación es una re-creación, vuelve a crear, re-hace.
La práctica está acompañada de forma activa, creadora, por la
conciencia que se expresa en el MITO. El mito siempre está acompañado del
RITO, este es la práctica, es la materialización del mito, la manera de hacer
presente el mito, el rito es un verdadero acto creador. Antes el mito, con su
narración todavía unida a la práctica, bastaba para otorgar sentido, hoy en día
el sentido será expresado mediante un sistema conceptual que nos muestre
razonablemente porqué debemos adoptar ciertas prácticas sociales. Poder y
sentido están ahora unidos, el sector social que tiene acceso al sentido es el que
debe ejercer el poder de dominio. Los ritos se banalizaron, los mitos se
derrumbaron, me pregunto: ¿han matado las ideologías?.
Hoy en día la naturaleza deja de ser para el hombre su morada, lugar donde
su vida tiene sentido, se transforma en materia pura, en blanco de ataques
humanos, hay que trabajarla, hacerla producir. Para ello hace falta conocer sus
secretos, ya no será la religión (entendida ésta, como la práctica continuada de
re ligazón con ella), ya no serán los ritos, ni siquiera los mitos de siembra, las
fases lunares, etc. aunque algunas de estas prácticas perduren por algunos pocos,
en términos generales se trabaja la tierra en términos económico-productivos;
entonces será la ciencia quien arbitre los medios y las formas de contactarnos
con la “tierra-objeto” de transformación, las estadísticas dirigen la agricultura, la
producción es económica y el autoconsumo es una utopía denigrada a la
imposibilidad. ¿Porqué?, ¿porqué debemos sujetarNOS a este imaginario
posmoderno de seres sin sentimiento de amor y relaciones enfermizas con todo
lo que nos rodea?.
Hoy los pueblos latinoamericanos se conforman con el aporte de diversas
corrientes culturales, étnicas, lingüísticas y religiosas. La globalización ha hecho
aparecer esta “diversidad cultural” que limita pero también permite, se ha perdido
el rumbo social, se ha perdido el sentido y rotos los lazos de unión, pero de la
unión nace la fuerza, ¿no?, pues entonces habrá que reconstruir dichos lazos,
habrá que re-ligarnos entre sí, y con la tierra mancomunándoNOS, habrá que
lograr la “unidad en la diversidad”. Es responsabilidad nuestra cambiar la
historia, es nuestro deber moral, social y político conformarNOS como un cuerpo
colectivo, que vive en armonía con un mundo que también es un organismo, un
cuerpo celeste que nos tiene entre brazos como nuestras madres cuando nacimos
y crecimos, un cuerpo que respira y brinda oxígeno limpio a la humanidad, para
que vivamos como hermanos fraterNOS y en comunión con ella, la tierra, nuestra
madre…..nuestra madre-tierra.

You might also like