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No una sino muchas selvas

La Amazonía
Río Alto Nanay Paseo en Canoa en Ucayali

Quien piense que la selva peruana es un mismo bosque interminable surcado por ríos que bajan de los
Andes está totalmente equivocado. La Amazonía está compuesta por una gran variedad de bosques y
ríos, lo que explica la enorme biodiversidad que posee.

Por ejemplo, en las faldas orientales de la cordillera de los Andes encontramos los escarpados bosques de
altura, o bosques de neblina, surcados por ríos de gran caudal, poblados por orquídeas, grandes helechos
arbóreos, y bromelias gigantes que cuelgan de los árboles. Este es también el territorio de los bosques
enanos, en donde los seres vivientes parecen haber trastocado las leyes naturales, en donde encontramos
plantas gigantescas y animales en miniatura, como el pudú, un venado de apenas 20 cm de altura.

Si continuamos nuestro viaje con rumbo este, encontraremos la gran llanura amazónica, en donde los
ríos pierden su prisa y serpentean formando lagunas de herradura o ‘cochas’ en donde bulle la vida
silvestre. Aquí encontramos los grandes bosques inundables, formados por grandes asociaciones de
plantas capaces de soportar varios meses con las raíces bajo el agua y han desarrollado diversas adapta-
ciones para captar oxígeno, como raíces aéreas. Especies útiles para el hombre como el aguaje forman
aquí bosques muy extensos.

De otro lado, en los bosques de tierra firme, que no se inundan, encontramos otro tipo de bosque, con
una mayor diversidad de especies pero en menor cantidad. Esta es una de las claves para entender la
Amazonía: hay mucha diversidad pero en poca cantidad, es por eso que observar fauna silvestre –sobre
todo los grandes mamíferos como el jaguar– es todo un reto.

Otros tipos más especializados de bosques son, por ejemplo, los varillales, compuestos por plantas del-
gadas que crecen sobre arena blanca muy pobre en nutrientes que sin embargo posee un alto nivel de
endemismo. Un ejemplo de estos bosques es la Reserva Nacional Allpahuayo-Mishana, cerca de Iquitos.

Agua de selva
Otro aspecto importante en la Amazonía es el origen del agua que posee, el cual que otorga no solo un
color distinto, sino una composición química específica que, además, determina en gran medida la di-
versidad biológica que se desarrolla en ella. Tenemos dos tipos básicos de agua: blanca, proveniente de
los Andes y cargada de sedimientos, como la del Amazonas; y aguas negras, proveniente de sitios muy
erosionados, sobre todo en la margen derecha del Amazonas, como la que encontramos en la Reserva
Nacional Pacaya-Samiria. A pesar de su color, causado por la materia vegetal en suspensión, esta es una
de las aguas más limpias del planeta.

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