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Sangre en las heces: ¿Debo preocuparme?

El 20 por ciento de los adultos ha tenido algún episodio de sangre en las heces en el último
año, pero aunque este dato, en principio, no supone mayor gravedad, es mejor que el médico
esté al tanto por si resultara ser un síntoma de una enfermedad más compleja.

1. ¿Por qué ocurre?


2. Síntoma de otras enfermedades
3. ¿Cuándo visitar al médico?
4. ¿Podría tratarse de cáncer de colon?

1. ¿Por qué ocurre?

La sangre en las heces es un indicador de un posible cancer de colon.

La aparición de sangre en las heces, también conocida como rectorragia, es un hecho


frecuente en las consultas de atención primaria. Se estima que supone el seis por mil de los
motivos de visitas al médico.

La mayoría de las veces la presencia de sangre en las heces se debe a procesos banales
como las hemorroides o fisuras anales que, aunque pueden ser muy molestas y dolorosas, no
entrañan un riesgo vital.

2. Síntoma de otras enfermedades

También hay otras enfermedades asociadas que presentan este síntoma, como son la
enfermedad inflamatoria intestinal (enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa), otros tipos de
colitis (colitis infecciosa, colitis isquémica), los divertículos del colon y malformaciones
vasculares como la angiodisplasia.

El diagnóstico diferencial debe ser realizado por el médico, que hará una exploración para
saber de qué lesión se trata. En general en las enfermedades graves o crónicas hay síntomas
que acompañan a la rectorragia o sangre en heces, como la pérdida de peso, diarrea,
alteraciones del tránsito intestinal, malestar o fiebre.

3. ¿Cuándo visitar al médico?

La presencia de sangre en heces siempre debe ser estudiada por el médico, que determinará si
se trata de una enfermedad leve o de una enfermedad importante. Por tanto, es recomendable
consultar a este profesional ante este síntoma.
4. ¿Podría tratarse de cáncer de colon?

La enfermedad más grave que cursa con aparición de sangre en heces es el cáncer de colon.
En ocasiones la sangre es evidente, pero en otros casos su escasa cantidad hace que no sea
detectable a simple vista, aunque el médico puede solicitar un estudio de sangre oculta en
heces que pone en evidencia la presencia de hemoglobina, una proteína de la sangre humana,
en las heces, aunque no sea visible la sangre. Es una prueba muy sencilla e indolora.

El cáncer de colon o de recto es frecuente a partir de los 50 años, por lo que la Fundación
Española del Aparato Digestivo recomienda realizar estudios de búsqueda de lesiones en todos
los sujetos a partir de esta edad. Así pueden detectarse lesiones benignas, como los pólipos,
antes de que degeneren en cáncer. Su tratamiento evitará la aparición de cánceres con el paso
del tiempo.

El riesgo de tener un pólipo como causa de una rectorragia es de un cinco por ciento. Los
pacientes con pólipos de colon deben ser tratados y seguidos, con lo que si llegaran a
desarrollar un cáncer, podrían ser tratados precozmente. Los estadios precoces del cáncer de
colon tienen una supervivencia cercana al 90 por ciento. Si no es así, y no se detecta a tiempo,
el cáncer de colon resulta mortal en un porcentaje elevado de pacientes.

La prueba de sangre oculta en heces puede detectar sujetos en riesgo, y es útil para estudios
de grandes poblaciones, ya que no es cara. Cuando un sujeto tiene positiva la prueba de
sangre oculta en heces debe realizarse una colonoscopia. Consiste en un sofisticado sistema
de imagen digital acoplado a un tubo flexible que se introduce por el ano y que asciende hasta
el inicio del intestino grueso. El aparato permite al médico ver con detalle la mucosa del colon,
extirpar los pólipos y tomar muestras de biopsia.

Recientemente se disponen de otros métodos de exploración de colon, cuya eficacia


diagnóstica está siendo evaluada. En Estados Unidos se utiliza la colonografía por TAC, y
desde hace poco tiempo también se dispone de la colonoscopia con cápsula que, aunque no
puede actuar sobre las lesiones identificadas. Ésta es más confortable y no requiere de
sedación, como en el caso de la colonoscopia clásica.

La Fundación Española del Aparato Digestivo aconseja a los adultos mayores de 50 años
someterse a una colonoscopia cada diez años, aunque no aparezcan factores de riesgo de
cáncer. Si en la familia han aparecido casos de cáncer de colon, la colonoscopia debe
realizarse a partir de los 40 años, siguiendo las recomendaciones de su especialista en Aparato
Digestivo.

Carmen Moreno
con el asesoramiento del Dr. Manuel Valenzuela , presidente de la Fundación Española de
Patología Digestiva.

PULEVAsalud

Última actualización: 11/08/2009 11:30

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