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Lima de Antaño y Lima de Hoy

En este texto, el autor, Rolando Arellano, describe la migración externa


e interna hacia a capital del Perú. Haciendo referencia a diferentes
sucesos políticos como sociales que denotan a la capital como un punto
en el cual se encuentra el desarrollo y los beneficios directos así como
los indirectos. Para explicar su planteamiento divide el texto en dos
grandes periodos: Primera Mitad del Siglo XX y la Segunda Mitad del
Siglo XX.

En 1821, desde que se proclamó la independencia del Perú, Lima ya era


una ciudad multicultural, formada por blancos, negros, mestizos e indios
que conformaba una población de 50,000 habitantes
aproximadamente. Así, en 1850 la población había alcanzado los
95,0000 hab. y 130,000 en el siglo XX.

A pesar de que cuando hablamos de la “Lima de Antaño” hace


referencia a un momento en el que el orden, la estética y el respeto
predominaban, otros registros históricos muestran que Lima pasaba por
problemas críticos. Pues Lima todavía enfrentaba las secuelas de la
perdida de la Guerra del Pacifico. Sin embargo, se enfrentaba a la
reconstrucción moral y fisonómica del país. En este proceso, se destacan
obras como las de Federico Elguera que gobernara como alcalde de
1901 a 1908, con el que se inicia el proceso de modernización con el
propósito de convertir Lima en una de las ciudades más grandes del
mundo. En la cual se había producido una brecha, que hacia que dicho
proceso requiriera de un gigantesco esfuerzo. A pesar de esto Lima
Metropolitana no estaba preparada ni diseñada para soportar una
migración externa o el incremento de la natalidad.
Un ejemplo de modernización de Lima fue la pavimentación del pase
Colon, este hecho, sin embargo, no fue ejecutado por el Estado o la
alcaldía, sino por la propia participación de los vecinos. Otro proceso de
modernización se hace notorio con obras realizadas por la celebración
de los primeros 100 años de la Independencia del Perú. En el gobierno
de Augusto B. Leguía, se realizaron grandes avenidas, como las
siguientes: Avenida Arequipa (ex Av. Leguía), la Atarjea, el Parque de la
Reserva, la Avenida Colonial, el Palacio de Justicia, la Plaza San Martin.
Durante todo el siglo XX fueron los mestizos los más predominantes en
la capital debido al progreso multicultural, proceso en el cual los
mestizos vivían el intercambio cultural hasta la actualidad. Así, la
población entre 1920 y 1931 en Lima, se había duplicado pasando de
79,688 a 144,527. A medida que se hacía más mestiza debido a que la
capital se iba descentralizando, en 1926 Lima contaba con 13 distritos.
Finalizando la primera mitad del siglo XX, se asumia a los bancos y
mestizos en un mismo grupo racial. Así se muestra a Lima con el grado
de mestizaje más supremo que perdura hasta nuestros días.

En estos tiempos, la segunda etnia más predominante era la amarilla. Así la


migración extranjera ayudaba al país para la elaboración de actividades
productivas. Entre 1905 y 1919, se reglamentaron aspectos migratorios
extranjeros que habían sido informales. Se normo requisitos como pasaportes,
puertos de ingreso, y otros para los inmigrantes colonos y contratistas. Una de
las migraciones más influyentes en el siglo XX fue la asiática, sobre todo China
y Japón, estos inmigrantes contribuyeron su mano de obra en las haciendas y
estos a su vez, formaron la colonia extranjera más grande del país. Luego de
una época liberal para las inmigraciones extranjeras, se generaron leyes
incluso algunas prohibiendo la inmigración.

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