Aprendices y maestros: La nueva cultura del aprendizaje.
Pozo La capacidad de aprendizaje junto con el lenguaje y otras series de virtudes,
Municio
Capítulo 1: Del aprendizaje de la cultura a la cultura del aprendizaje
El “deterioro del aprendizaje” está muy ligado a lacada vez mas exigente
demanda de nuevos conocimientos, saberes y destrezas que plantea a sus
ciudadanos una sociedad con ritmos de cambio muy acelerados, que exige
continuamente nuevos aprendizajes y que requiere de los aprendices y de
los maestros, una integración y relativización de los conocimientos que va
mas allá de la mera reproducción de los mismos.
Para comprender la relevancia social del aprendizaje, es preciso comparar el
aprendizaje humano con el de otras especies. Baddeley (1900) señala que
las especies disponen de dos mecanismos: uno es la programación
genética (respuestas ante estímulos y ambientes determinados) respuestas
muy rígidas incapaces de adaptarse a condiciones nuevas, básico en
especies “inferiores”. El otro mecanismo es el de aprendizaje (posibilidad de
modificar o moldear las pautas de conducta ante a los cambios que se
producen en el ambiente) es mas flexible y mas eficaz a largo plazo,
característico de las especies “superiores”, que deben enfrentarse a
ambientes más complejos y cambiantes.
Los humanos disponemos no sólo de una inmadurez más prolongada y de
un apoyo cultural mas intenso, sino también de capacidades de aprendizaje
más flexibles y desarrolladas. Uno de los procesos de la psicología humana
más difíciles de simular en los sistemas de inteligencia artificial es la
capacidad de aprendizaje, ya que este mismo es inherente a los
organismos, no a los sist. mecánicos.
son imprescindibles para que podamos adaptarnos razonablemente a
nuestro entorno inmediato, que es la cultura. Sin estas capacidades, no
podríamos adquirir la cultura, y sin ella formar parte de la sociedad. La
función fundamental del aprendizaje, es incorporar la cultura, para así
formar parte de ella. Nos hacemos personas a medida que personalizamos
la cultura.
Según Vigotsky (1978), todas las funciones psicológicas superiores se
generan en la cultura, nuestro aprendizaje responde no sólo a un diseño
genético sino sobre todo a un diseño cultural. Las actividades de
aprendizaje deben entenderse en el contexto de las demandas sociales que
las generan. No es sólo que en distintas culturas se aprenden cosas
distintas, es que las formas o procesos de aprendizaje culturalmente
relevantes también varían. Cambia culturalmente lo que se aprende y
también la forma en que se aprende.
No se trata solo de adaptar nuestras formas de aprender y enseñar a lo que
la sociedad exige, sino también de modificar esas exigencias en función de
nuestras propias creencias, de nuestra propia reflexión sobre el aprendizaje.
Una breve historia cultural del aprendizaje
El aprendizaje como actividad socialmente organizada es mas reciente que
el aprendizaje como actividad humana que se remota a los orígenes de
nuestra especie.
Estas actividades tuvieron lugar en torno al 3000 a.C. La aparición de las
primeras culturas urbanas, generan nuevas forma de organización social
que requieren un registro detallado. Nace así el primer sistema de escritura
conocido. Se crean las “casas de las tablillas”, las primeras escuelas de las
que hay registro escrito. Se trataba de lo que hoy llamaríamos un
aprendizaje memorístico o repetitivo. La función del aprendizaje era
meramente reproductora, que permitía con el transcurrir del tiempo, un
avance considerable en la organización social.
Los grandes poemas épicos se perpetuaron a través del aprendizaje
memorístico, por tradición oral. La escritura no servia aun para liberar a la
memoria. Así seguía predominando una tradición oral que se opone a la
estructuración del mundo que mas tarde ha impuesto la escritura. Ésta en
vez de liberar a la humanidad de la memoria, obligaba a aprenderla
literalmente, con el fin de que fuera memoria viva.
Durante casi diez siglos desde la Caída del Imperio Romano hasta el
renacimiento, apenas se observan cambios en la cultura del aprendizaje.
Los cambios más notables en ella se deben a una nueva revolución en la
tecnología de la escritura. La invención de la imprenta (ligada a la cultura
del Renacimiento) permitió una mayor divulgación y generalización del
conocimiento, un acceso más fácil.
La alfabetización de la población permitió ir diferenciando entre lo que se
dice en los textos, lo que se escribe, y lo que el lector entiende. A medida
que se difunde, el conocimiento se descentraliza, pierde autoridad.
Hacia una nueva cultura del aprendizaje: la construcción del conocimiento.
La crisis de concepción tradicional del aprendizaje, se debe ano tanto al
empuje de la investigación científica y renuevas teorías psicológicas como a
la conjunción de diversos cambios sociales, tecnológicos y culturales, esa
imaginen tradicional del aprendizaje sufre un deterioro progresivo. La nueva
cultura del aprendizaje, propia de las modernas sociedades industriales, se
define por una educación generalizada y una formación permanente y
masiva, por una saturación informativa producida por los nuevos sistemas
de producción, comunicación y conservación de la información y por un
conocimiento descentralizado y diversificado.
Parece que cada vez aprendemos menos porque cada vez se nos exige
aprender mas cosas y más complejas. En nuestra cultura del aprendizaje, la
distancia entre lo que deberíamos aprender y lo que finalmente
conseguimos aprender es cada vez mayor.
La sociedad del aprendizaje: La escuela como institución alcanza un nuevo
desarrollo como consecuencia de la Revolución Industrial, consolidándose
en el presente siglo con la generalización de la escolaridad obligatoria y
gratuita en las sociedades industriales. Así, en la escuela generalizada se
enseña a leer y escribir como un fin en si mismo.
Se está extendiendo todo el ciclo formativo no solo a las instituciones
escolares sino a toda la vida social y cultural. La necesidad de una
formación permanente alcanza a casi todos los ámbitos laborales, como
consecuencia de un mercado laboral más cambiante, flexible y junto a un
acelerado ritmo de cambio tecnológico. El aprendizaje se da no sola en las
escuelas sino también en casi todos los ámbitos de la vida social. Nuestra
interacción cotidiana con la tecnología nos obliga a adquirir continuamente
nuevos conocimientos y habilidades. A su vez, estos conocimientos pueden
ser algunos de ellos inútiles y extravagantes, siendo de forma pasiva e
inconscientemente adquiridos a través de los medios de comunicación
masivos, como la televisión.
Estamos en la “sociedad del aprendizaje”, todos somos aprendices y
maestros. Esta demanda de aprendizajes continuos y masivos es uno de los
rasgos que definen la cultura del aprendizaje de sociedades como esta. La
riqueza de un país es su capacidad de aprendizaje, sus recursos humanos.
La necesidad de un aprendizaje continuo tiende a saturar nuestras
capacidades de aprendizaje. Nos obliga a un ritmo acelerado, en el que no
hay práctica suficiente, con lo que apenas consolidamos lo aprendido y lo
olvidamos con facilidad.
Otro rasgo de las sociedades de aprendizaje, es la multiplicación de los
contextos de aprendizaje y sus metas. No es solo que tengamos que
aprender muchas cosas, es que tenemos que aprender muchas cosas
diferentes.
Esta sociedad del aprendizaje, parece requerir más bien una concepción
múltiple, según la cual los seres humanos dispondríamos de diversos
sistemas de aprendizaje, producto de la filigénesis como de la cultura, que
deberíamos usar de modo discriminativo en función de las demandas de los
diferentes contextos de aprendizaje a los que nos enfrentamos
cotidianamente.
Las estrategias de aprendizaje deben ser uno de los contenidos
fundamentales de la educación básica en las sociedades presentes y
futuras. Para que sea más fácil aprender cosas distintas hay que aprender a
aprenderlas. Nos permitiría controlar la avalancha de información que se
nos viene encima.
La sociedad de la información: Los cambios en la cultura del aprendizaje
están ligados históricamente al desarrollo de nuevas tecnologías en la
conservación y la difusión de la información.
Dada la escasa fiabilidad de la memoria humana como registro literal de la
información, supuso sin duda un avance muy importante no solo para el
aprendizaje sino también para la organización de las actividades sociales.
Estos cambios tuvieron una influencia muy limitada sobre las demandas
sociales de aprendizaje, por las limitaciones tecnológicas de
almacenamiento, conservación y difusión de la información, que hacían de
la escritura una tarea mucho más costosa que la memorización de esa
misma información.
La impresión de los libros era mucho menos laboriosa y costosa que la
copia de un manuscrito, su conservación y difusión más fácil. Se inicia la era
de la descentración de los saberes. La ciencia no puede memorizarse hay
que comprenderla. Las nuevas tecnologías de almacenamiento, distribución
y difusión de la información permiten un acceso casi instantáneo a grandes
bancos de datos, que contienen no solo información escrita sino también
información audiovisual, más inmediata y fácil de procesar.
Estamos en la sociedad de la información. Los seres humanos necesitamos
información para sobrevivir. Nos alimentamos de información que nos
permite no solo predecir sino también controlar los acontecimientos de
nuestro entorno, Predicción y control son dos de las funciones
fundamentales del aprendizaje. En la vida social, la información es aun más
esencial porque los fenómenos que nos rodean son complejos y cambiantes.
Esta incertidumbre es aun mayor en la sociedad actual, como consecuencia
de la descentración del conocimiento.
Un rasgo fundamental es que estamos siendo sobrealimentados por la
información. El exceso de información produce un cierto aturdimiento en el
aprendiz.
Los medios de comunicación social suministran supuesta información que es
realidad no reduce ninguna incertidumbre, porque la presentación
fragmentada, poco coherente o incluso contradictoria de distintas
informaciones en vez de reducir nuestra incertidumbre, la incrementa.

La información fluye de modo mucho más dinámico pero también menos

organizado. Es preciso poder ser capaces de organizar la ruta del
aprendizaje para poder aprender mejor.

La fragmentacion de la información esta muy ligada a la descentración del

conocimiento.

La sociedad del conocimiento (descentrado): Durante mucho tiempo domino

una concepción realista del conocimiento que nos decía que conocer es
descubrir la naturaleza del mundo. No se puede conocer nada directamente
sino a través de los ojos del observador.

Nuestro conocimiento tampoco podrá ser nuca el reflejo del mundo. Conocer
no es reflejar la realidad, es elaborar modelos que se parezcan lo más
posible a lo que sabemos de esa realidad. El conocimiento es una
construcción que todo hecho está teñido de teoría y que por lo tanto la
ciencia avanza elaborando teorías mas que recogiendo datos. También los
cambios en la organización social del conocimiento han favorecido la
descentración del mismo.

Los rasgos de esta nueva cultura del aprendizaje hacen que las formas
tradicionales del aprendizaje repetitivo sean aun más limitadas que nunca.
El aprendizaje debería estar dirigido no tanto a reproducir o repetir saberes
que sabemos parciales, sin ponerlos siquiera en duda, como a interpretar su
parcialidad a comprender y dar sentido a ese conocimiento, dudando de él.