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“UN MONTE SIN JUNCOS”

(Profecía dada por el Señor para Monte Santo el primer día del
mes de mayo)

P.A. David Nesher

Argentina, Mendoza, 1 de mayo de 2011

Hoy en Monte Santo de Argentina el Espíritu de la Profecía está


moviéndose con la misma dinámica relatada y revelada en Génesis 1:3.
Esta manera de “agitar su nidada” está provocando que la actividad
caótica de las tinieblas sobre las aguas comience a ser confrontada por la
intervención de la Luz Infinita que coloca límites a las mismas y da lugar al
dominio del Día (Génesis 1:4-5).

Es que cuando el Espíritu de la Profecía, que es el testimonio de Jesús (Ap.


19:10) se mueve no existe forma alguna que las murmuraciones y los
chismes sigan encausados en su cometido: destruir la vida humana.

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Justamente la actitud de muerte de algunos que sabiéndose santos en el
Mesías, no quieren dejar de ser necios, ha estado empañando la marcha
de la visión que el Eterno nos entregó.

Pero, ¡la voz del Señor fue oída por sus profetas y no hubo manera de
callar lo escuchado!

Es que el mismo Espíritu de YHVH me empujó a enfrentar a Baal-Sifón y


sus huestes que venían moviéndose sobre las vidas de cada santo
convocado al diseño del Monte de Hebreos 12. Desde hace un mes lunar,
los inicios mismos de Nisán, una serie de reuniones informales entraban
en la clandestinidad gubernamental del Reino mismo y comenzaban a
maldecir con sus comentarios a todos los escogidos que han escuchado el
llamado de la trompeta celestial a salir de las zonas mentales de Babilonia
la Grande y capacitarse para despertar a miles que siguen a merced de las
fauces hambrientas del Gran Dragón escarlata (Ap. 12:9).

En este bendito primer día el Altísimo Abba movilizó sus fuerzas celestiales
hacia las vidas de cada varón y mujer que sabiéndose con Propósito están
adorando a Dios en espíritu y en verdad tal como Él mismo busca que lo
adoren (Juan 4: 23-24). Hemos podido ver la bendita intervención de la
Palabra del Espíritu cortando ligaduras y lazos de muerte que el mismo
Belcebú (Baal-Zifón) había establecido contra nuestras vidas creyéndonos
ya atrapados y sin salida.

El Dios Verdadero (Elohim) santificó una vez más su nombre sobre


nosotros llevando a todo espíritu humano a elevarse a su perfección de
esencia y crucificar así al ego en Cristo mismo. La vida del Mesías ha fluido
una vez más de todos y cada uno de los corazones convocados anoche en
la celebración a tal punto que se manifestó, como nunca antes lo hemos
visto, una unidad de ejército que atrajo la participación de huestes
celestiales de Luz que se activaron al servicio de las órdenes por ellos
dadas.

Todo esto determinó una decisión de lealtad al llamado divino que cambió
el destino por Faraón planeado: volvernos a la esclavitud y así provocar
nuestra muerte de Propósito.

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¡Estoy hoy disfrutando acerca de este mover! ¡Discierno también como
este gozo está en el interior de todos los hijos de Monte Santo!

¡Todas y cada una de las casas sometidas a la nube de su Gloria, no podrán


evitar el bautismo en el cruce del mar de los juncos! A partir de este cruce
dejaremos para siempre de titubear en zonas fronterizas de la fe. Nos
movilizaremos por el desierto de su revelación, en el que Él mismo nos
oficiará entrenamiento para llegar a la Plenitud de su Varón Perfecto y
mediante este diseño de madurez y sabiduría tomar posesión de nuestra
herencia.

El sentido de marcha que Monte Santo Argentina ha decidido tomar a


partir de esta semana tiene que ver con la decisión de abandonar toda
zona mental que posibilita la aparición de los torbellinos (Pi Ha Jirot). Para
ello, la determinación ha movilizado en común la voluntad de cada santo
para dejar de vacilar entre dos pensamientos. Baal-Zifón implantó
mediante sus faraones (liderazgos que encarnan los pensamientos
dogmáticos de la Gran Ramera y su Bestia) el anti-diseño de ser “hombres
juncos”. Es decir, desde el sistema de cosas, y especialmente mediantes
las religiones, se nos llevó a vacilar y dejarnos llevar por todo viento de
doctrinas. Esto provocó que no nos atrevamos a ir más allá de dónde
hasta ahora nos movíamos. Por ello, algunos de los hijos del Monte ya
estaban apostatando de la fe permitiendo que el desánimo gobernara su
forma de pensar y definiera de ese modo su manera de vivir. Desde esto,
muchos miembros del ejército estaban siendo “infectados” de una
epidemia muy propia de Babilonia: el cumplir con ritos y liturgias lava
conciencias.

Sin embargo, el Espíritu del Cristo Eterno se hizo cargo de la situación


hablando una vez más al corazón de sus profetas y apóstoles a fin de
capacitar a los santos para que “ya no sean niños, sacudidos por las olas y
llevados de aquí para allá por todo viento de doctrina (juncos), por la astucia de los
hombres, por las artimañas engañosas del error” (Efesios 4.14).

Así “el ser meneados” por los torbellinos del sistema actual de gobierno
no será más la características de los hijos de Abba Papi. Muy por el
contrario, la capacidad de aceptar la conciencia de salvación y así permitir
que se nos revele la infinitud de recursos que se nos ha depositado en

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nuestro interior, nos permitirá de ahora en más atravesar sin miedo ese
mar de dudas que Baal Zefón nos mostraba por engaño y ver cómo Dios
mismo se garantiza mayor fama a su Nombre por medio de la evidencia
que darán nuestras vidas.

Ya no andaremos cavilando en las zonas primarias de la fe. Todo será a la


inversa, será la fe misma la que nos movilizará por zonas dimensionales
del Reino Divino que hasta hoy no hemos siquiera imaginado y/o conocido
(1Corintios 2:9).

En conclusión, seguimos confesando la eterna certeza de los hijos: ¡Dios


está en control de todas las cosas y las dirige al cumplimiento de su
Eterno Propósito en cada uno de sus santos!

P.A. David Nesher

Argentina, Mendoza, 1 de mayo de 2011

Ministerio Monte Santo

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