EL HOMBRE MÁS RICO DE BABILONIA

ENSAYO

Por: Mario Oleg García González

Antes de iniciar con la lectura de este tan interesante texto me di a la tarea de

analizar el prefacio del mismo que textualmente dice “Dinero es el criterio
universal por el que se mide el éxito en nuestra sociedad”, y en realidad este
concepto es cierto puesto que en el mundo actual, la mayor parte de las personas
cuantifican el éxito a través del dinero, pues es a través de este que tenemos
acceso a las cosas que nos provocan placer y satisfacción.

El dinero al igual que hace miles de años sigue subordinado a las mismas reglas.
A Babilonia se le conoce como la cuna de la sabiduría y de las estrategias
económicas, y de las cuales muchas siguen en práctica, los arqueólogos han
encontrado entre los vestigios de lo que fue la majestuosa Babilonia la clave del
éxito, una serie de reglas muy antiguas en donde se plasmó todo un plan de tipo
financiero para aprender a ganar, aumentar y mantener el dinero que
necesitamos, así pues es en esta mítica ciudad en donde tiene lugar esta historia.

En la historia un personaje llamado Arkab, nos expone los principios necesarios

para llegar al éxito económico, esto a través de consejos a sus amigos de la
infancia Bansir, un fabricante de carros y Kobi un músico, y es que irónicamente
Arkab de ser un hombre con las mismas carencias económicas que los dos
anteriores, se convirtió en el hombre más rico de Babilonia, tenía un poder
adquisitivo tan impresionante que el mismo rey recurría constantemente a él para
tratar asuntos del tesoro de la ciudad.

Los principios con los que Arkab llegó a tener fortuna son siete:

- Primer principio. Empezar a llenar la bolsa, en contexto es algo

demasiado sencillo como ahorrar el 10% de lo que percibimos, y hacer de
este ahorro algo intocable, de esta manera si hacemos el cálculo de lo que
 podemos llegar a tener al final de nuestra vida laboral si ahorramos este
pequeño porcentaje desde el inicio de la misma, el día que llegara nuestra
jubilación no tendríamos problema alguno de retirarnos tranquilamente y de
esta manera asegurar una vejez segura.

- Segundo principio. Controlar los gastos, antes que nada debemos de

separar los gastos obligatorios de los gastos de lo que quisieras tener, es
decir darle prioridad a servicios básicos como el aguan potable, la luz
eléctrica, alimentos y compromisos de pagos y analizar si podemos
cubrirlos con lo que percibimos de salario, en dado caso de que no
alcanzara para cubrir nuestros gastos obligatorios debemos hacer ajustes
en nuestros gastos para que con lo que ganamos nos alcance y después
los gastos que desearíamos tener. Cariamos en un error si nos gratificamos
adquiriendo bienes o servicios que no podemos pagar o que para adquirir
estos debamos desviar los fondos destinados a los gastos obligatorios.

- Tercer principio. Hacer que el dinero de frutos, de nada sirve tener el

hábito del ahorro y tener un pequeño capital, si tenemos a éste debajo del
colchón totalmente improductivo, en la actualidad existen infinidad de
bancos que nos ofrecen planes de inversión que nos darán intereses que
podemos reinvertir en un futuro y de esta manera hacer que crezca nuestro
capital.

- Cuarto principio. Impida que sus tesoros se pierdan, es normal que en

la actualidad y a lo largo de la historia, el ser humano busca la
supervivencia, entonces es natural que cuando alguna persona tiene algún
capital todo mundo quiera proponerle asuntos de negocios, entonces ahí
es donde encaja perfectamente este principio, hay que ser cautelosos y no
arriesgar nuestro patrimonio, y si queremos invertir el mismo es
conveniente acudir por consejos financieros con expertos calificados y
confiables, aunque en nuestro país sea difícil encontrar a alguien confiable
hablando de negocios, otro peligro que correemos es el que nos pidan
prestado, ya sea nuestro amigo o familiar más querido no podemos prestar
nuestro patrimonio sin esperar una garantía de que se nos va a devolver.

- Quinto principio. Hacer que nuestra propiedad sea una inversión

rentable, lo más recomendable en la vida es llegar a hacernos de nuestras
propiedades, no importándonos si para esto tenemos que endeudarnos
durante algún lapso de tiempo, un punto importante en este principio es si
se va a invertir en una propiedad es necesario que sea un lugar en donde
podamos ser felices.
 - Sexto principio. Asegurar unos ingresos para el futuro, existen en la
actualidad diversas maneras de prevenir ingresos para nuestro futuro, en
una familia se recomienda al jefe de la misma, adquirir un seguro de vida
que al final de cuentas es un ahorro que se va multiplicando hasta que se
haga uso de él.

- Séptimo principio. Aumentar la habilidad en la adquisición de bienes,

para aumentar nuestra habilidad en la adquisición de bienes debemos partir
de un deseo pequeño y bien definido, porque si son demasiados deseos o
muy confusos, harán que desistamos de nuestro objetivo. Para eso
debemos de prepararnos, estudiar y perfeccionarnos en lo que nos estemos
desarrollando. La vida es movimiento, debemos estar preparados para los
cambios y estar en capacitación constante, esto nos dará la seguridad y
confianza para realizar nuestros deseos.

Aunado a estos siete principios que nos explica de manera detallada Arkab, en el
libro nos mencionan cuatro obligaciones que llenan la vida de un hombre que se
respeta a sí mismo y que quiere la prosperidad de la sociedad en la que vive.

- Primera. Pagar las deudas que se tengan lo más rápido posible, así como
evitar comprar productos que no podemos pagar.

- Segunda. Ganar el aprecio de nuestra familia cubriendo las necesidades de

esta.

- Tercera. Realizar un testamento para que los bienes con que contamos
sean repartidos de manera justa y equitativa.

- Cuarta. Ser compasivo con los menos afortunados tales como los enfermos
y brindarles apoyo a los mismos.

En lo personal creo que estas enseñanzas que Arkab nos deja (siete principios y
cuatro obligaciones del hombre), nos encaminan a una estabilidad no sólo
económica con nuestra persona sino con nuestra familia y nuestro entorno,
además de que contribuiremos de esta manera a la verdadera libertad de nuestro
país, puesto que en gran parte la crisis en la que está inmerso este se debe a la
falta de valores.

La experiencia nos dice que la verdadera independencia empieza por la

economía. Cualquier persona con aspiraciones de independencia nunca la tendrá
si vive del dinero de otra persona. Sólo aquel que pueda subsistir y progresar de
su trabajo la tendrá realmente.