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UNIVERSIDAD DEL CAUCA

DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLITICA


ANALISIS DOCUMENTAL
ROSELI FINSCUE CHAVACO Código 31082043
LUZ ADRIANA SARRIA CORDOBA Código 31082029
Popayán, 2 de Mayo de 2011

El trabajo “La sociedad colombiana de los años 60 y 70: contexto formativo de las
izquierdas” de Fabio López de la Roche, es una mirada a las interrelaciones de los
fenómenos políticos: sistema político, partido, Estado, ideologías, actores políticos,
legitimidad, ideologías y al conjunto de escenarios y procesos culturales:
religiosidad, valores, educación, enseñanza de la historia, desarrollo de las
ciencias sociales, identidad nacional, evolución del periodismo y dela
massmediación y las transformaciones en la vida cotidiana; factores que inciden
de manera directa o indirecta en la vida política y transformaciones de la sociedad.

NARRATIVA
Diacronía Sincronía
El régimen del Frente Nacional
constituyó inicialmente un experimento
político singular a través del cual los
dos partidos tradicionales concibieron
una vía hacia la superación del
sectarismo ideológico y de la
intolerancia mutua entre liberales y
conservadores, que había constituido
uno de los factores principales de la
violencia. Con el fin de aclimatar en las
costumbres políticas colombianas un
necesario espíritu de convivencia, el
Plebiscito de 1957 estableció el sistema
de la paridad, que consistía en la
elección paritaria de los miembros del
Senado, Cámara, Asambleas
departamentales y Consejos
municipales, y la repartición por mitad,
entre liberales y conservadores, de los
cargos en la administración pública (De
la Roche, 1994: 36).
Estas políticas de combinación del
reformismo y de la represión se
realizaban en un marco muy complejo y
confuso de fragmentación del poder
político y militar regional y local. Silva
Lujan se ha referido al papel de
incitadores de la violencia que jugaron
algunos delos jefes políticos regionales
y locales que, si bien compartían
formalmente la ideología
frentenacionalista, utilizaban su
influencia sobre los grupos armados
como un instrumento importante de
control político sobre el electorado. La
ambigüedad de la política “pacificadora”
del Frente Nacional, resultante de la
fragmentación política reinante, propicio
la utilización de guerrilleros liberales
amnistiados con el fin de exterminar a
dirigentes agrarios o “castigar” las
regiones de influencia comunista.
Numerosos guerrilleros liberales y
comunistas amnistiados fueron
asesinados con la complicidad de
autoridades políticas y militares
regionales. La confrontación entre
“comunes” (guerrilleros comunistas) y
“limpios” (guerrilleros liberales en
actitud de claro deslinde con los
comunistas) y el exterminio entre los
mismos exguerrilleros fueron
estimulados notablemente, ya por
acción, ya por omisión, de la política de
“pacificación” del Frente Nacional (De la
Roche, 1994: 41).

Los comienzos de la década de los


años 60 muestran una atmosfera
cultural muy poco dispuesta para la
reflexión ecuánime y respetuosa sobre
las realidades dela vida colombiana. En
esta situación el peso de los viejos
dogmatismos liberal-conservadores y la
herencia traumática y la presencia
inquietante de la violencia, cuyos
sucesos resulta mejor olvidar que
desentrañar en la medida en que esta
segunda opción seria una fuente
adicional de discordias colectivas y
obligaría a establecer
responsabilidades históricas por tan
infaustos acontecimientos (De la
Roche, 1994: 56).

Podríamos caracterizar a la sociedad


colombiana de finales de los años 50,
comienzos de los 60, como un país
muy mediterráneo, insular, bastante
aislado del mundo y de América Latina,
circunstancia que llevo a algunos a
hablar de Colombia como “el Tibet
suramericano”. Si bien hasta nuestros
días, Colombia sigue experimentando
un notorio aislamiento con relación al
contexto internacional, la sociedad vivió
en la década de los años 60 un relativo
proceso de internacionalización y de
apertura al universo, siendo afectada
por todo un conjunto de sucesos e
influencias externas (De la Roche,
1994: 63)

La revolución cubana, que fue percibida


inicialmente como la materialización de
la posibilidad de construir una
experiencia socialista original en
América Latina, estimulo en Colombia
no solo las vertientes opositoras al
recién establecido sistema del Frente
Nacional, sino que avivo fuertemente
las propuestas evolucionarías de tipo
anticapitalista. Como resultado de la
influencia de la revolución cubana, el
país se pluraliza en lo ideológico-
político con respecto al carácter
hegemónico mantenido por una vieja
tradición bipartidista, y se inicia un
proceso de masificación de una
sensibilidad política izquierdista,
estimulado por la difusión del marxismo
en las universidades públicas y
privadas (De la Roche, 1994: 64).
El ejemplo dela revolución cubana y la
consolidación del régimen
revolucionario, luego de la frustrada
invasión de Bahía Cochinos que suscitó
manifestaciones de solidaridad con
Cuba revolucionaria en diferentes
ciudades del país, fue unos de los
sucesos que contribuyeron a que los
años 60 dejaran en América Latina y en
Colombia el creciente convencimientos
de que “es necesario introducir amplios
cambios estructurales” (De la Roche,
1994: 64).

PRAGMATICA
Diacronía Sincronía
Es necesario reflexionar aquí sobre las
implicaciones de la ausencia de
monopolio estatal sobre la violencia
legítima, y acerca de la violencia y el
paramilitarismo oficiales como un
continuum en la historia política de la
segunda mitad del siglo XX en
Colombia. Estos problemas
estructurales no corregidos han incidido
negativamente a lo largo de todos estos
años en la falta de credibilidad de las
amnistías y en el mantenimiento y
reforzamiento en el imaginario de las
izquierdas de ciertos estereotipos y
visiones esquemáticas sobre la vida
política nacional (De la Roche, 1994:
41)

Cuando leemos textos como el de las


entrevistas de Carlos Arango a Jacobo
Arenas, Manuel Marulanda Vélez,
Jaime Guaracas e Isauro Yosa tenemos
necesariamente que apreciar su orgullo
y su valor en la entrega a su causa
política y militar. No obstante, debemos
reconocer al mismo tiempo el
esquematismo y la pobreza de sus
visiones sobre “el sistema”, la
“democracia formal”, la “oligarquía”, “los
militares” o “el imperialismo. Estas
visiones” no presentan matices ni
mayores problematizaciones. Son
simplistas como el marxismo de manual
que las ha alimentado. Y, sin embargo,
no es menos cierto que hechos como
los antes descritos, de los cuales
muchos dirigentes actuales delas FARC
fueron testigos presenciales, les
proveen de argumentos para afianzarse
en sus visiones esquemáticas y para
mantener sus niveles de escepticismo y
de recelo. El círculo vicioso de la “mala
fe” se mantiene y la historia del país se
vuelve cíclica, para nuestra desgracia
(De la Roche, 1994: 42).

Del lado del gobierno y del bipartidismo


observamos también la carencia de un
proyecto histórico democrático de
sociedad, capaz de convocar a los
colombianos a construir unas nuevas
formas de relación social y a erradicar
progresivamente la violencia de
nuestras relaciones sociales. Este ideal,
latente en una inmensa mayoría de
nuestros conciudadanos, cuya
realización entrañaría para nuestra
nación una ruptura de enorme
significado histórico y simbólico, cede
con frecuencia su espacio, ante la
ausencia de decisión, de valor y de
creatividad de los partidos y de la
sociedad para construir una voluntad
colectiva de paz, a las opciones
facilistas y enceguecedoras de los
partidarios y apologistas de la violencia
y de la guerra, que parecerían no
dimensionar la secuela de
desgarramientos, de odios e
intransigencias que aquellas han
sembrado n nuestra historia (De la
Roche, 1994: 95).
GENETICA
Diacronía Sincronía
El sistema de la paridad y de la Otro proceso de incidencia central en la
alternación trajo consigo efectos de modificación del perfil sociocultural de
anquilosamiento de la vida política por la sociedad colombiana esta
el empobrecimiento de la controversia relacionado con la urbanización.
ideológica y la primacía de la Colombia, que a finales de la década
preocupación por la repartición de los años 50 era un país donde más
milimétrica de los puestos públicos. El de la mitad de la población vivía en el
sistema del Frente Nacional constituía campo, ha pasado a ser hoy un país
un monopolio excluyente de otras predominantemente urbano, con algo
opciones políticas e ideológicas y se más de un 70% de sus habitantes
institucionalizaba, paradójicamente, en viviendo en sus ciudades grandes,
un momento en que en el país se pequeñas e intermedias. La
empezaba a recibir una serie de urbanización fue acelerada
influencias modernizantes, notablemente por los procesos de
provenientes de la vida internacional emigración del campo a la ciudad
(entre ellas el ejemplo de la revolución generados por la violencia de los años
cubana) y, en el plano interno, se 50, como también por la violencias de
comenzaba a configurar otras opciones las ultimas décadas en zonas
de desarrollo cultural diferentes de las campesinas tradicionales o de
propuestas desde la cultura oficial (De colonización (violencias derivadas del
la Roche, 1994: 36). enfrentamiento guerrilla-fuerzas
armadas, masacres causadas por
grupos paramilitares, etc. (De la Roche,
1994: 80)

Los Tribunales de Conciliación y


Equidad creados en 1960 para
solucionar los conflictos de propiedad
sobre la tierras heredados de la
violencia nunca operaron. Además de
que era muy difícil esperar “que grupos
sociales… que habían hecho sus
fortunas a la sombra de la Violencia se
presentaran voluntariamente a los
tribunales para renunciar a ellas”, hay
que tener en cuenta que los tribunales
carecían de capacidad coactiva para
imponer soluciones. Podríamos afirmar
entonces que el Frente Nacional se
construye sobre la base de la no
dilucidación de las injusticias y los
abusos ocurridos en las zonas
afectadas por la violencia (De la Roche,
1994: 38).
El ejercicio malintencionado y de “mala
fe” del periodismo político, el
maniqueísmo en la presentación de la
actualidad por parte de algunos
editorialistas de los grandes diarios, era
en los años 60 mucho más fuerte y
menos refinado que lo que puede ser
en nuestros días. Este tipo de actitud
en un medio como el nuestro, muy
signado por actitudes y prácticas
históricas y culturales de intolerancia no
contribuía a la gestación de consensos
y, por el contrario, reforzaba la
polarización política e ideológica entre
las izquierdas y las derechas y las
lógicas excluyentes en la apreciación
del adversario político (De la Roche,
1994: 62).

Dos movimientos políticos que hicieron


su aporte histórico al descongelamiento
del sistema político del Frente Nacional
y que contribuyeron a abrir boquetes en
la sociedad cerrada de los años 60
fueron el Movimiento Revolucionario
Liberal (MRL) de Lopez Michelsen y la
Alianza Nacional Popular (ANAPO) del
depuesto general Gustavo Rojas Pinilla.
El MRL adelanto inicialmente una
política de solidaridad con la revolución
cubana, permitió la inclusión en sus
listas de los comunistas excluidos de la
posibilidad legal de participación
autónoma en el juego electoral y
estimulo niveles importantes de crítica
con relación al sistema excluyente del
Frente Nacional (De la Roche, 1994:
67).

MATERIALIASTA
Diacronía Sincronía
No pueden subvalorarse los intentos de Uno de los procesos más importantes
desarrollar ciertas iniciativas reformistas en el plano de la cultura que ha tenido
durante el gobierno de Alberto Lleras incidencias directas e indirectas sobre
Camargo (1958-1962) y sobre todo la cultura política, tiene que ver con la
durante la gestión de Carlos Lleras secularización experimentada en estas
Restrepo (1966-1970), con su estimulo tres últimas décadas por los
a una política de racionalización en el colombianos. La sociedad colombiana –
manejo del Estado, de impulso a la construida, desde el punto de vista de
reforma agraria y a la organización del los valores organizadores de su
campesinado a través de la Asociación convivencia, sobre la base de una serie
Nacional de Usuarios Campesinos, de referentes éticos de tipo católico-
ANUC. Sin embargo los logros de las tradicional- ha asistido, si se nos
políticas reformistas fueron muy permite la expresión para referirnos al
precarios, en gran parte por las caso de la Iglesia, a una crisis de
dificultades para configurar una representación y de sintonía con el país
voluntad política de reorganización de la institución eclesiástica, y al
democrática y moderna del Estado (De derrumbe progresivo de esos valores
la Roche, 1994: 38). religiosos, que mal que bien ordenaban
los comportamientos de los
colombianos (De la Roche, 1994: 79).

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