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Ciencia, Investigación Científica y Método Científico

Ciencia y Tecnología
Se denomina ciencia al conjunto del conocimiento cierto de las cosas por sus principios y
causas; por consiguiente, sólo es científico, en principio, el conocimiento verdadero. Sin
embargo, en algunas ciencias, éste puede modificarse a posteriori a medida que se profundiza y
expande el conocimiento, de tal modo que la “verdad” es parcial y corregible. En cualquier
caso, el objetivo de la ciencia es la búsqueda de la verdad.
En la historia de la ciencia puede apreciarse la evolución de esta concepción a través del
tiempo. Para la ciencia clásica (griega y medieval) los conceptos científicos y su certeza
provienen de la filosofía natural, que es básicamente el sistema aristotélico en el que las ideas
no son a priori y para hacer ciencia era necesario introducirse dentro del fenómeno, con
observaciones repetidas y una experiencia intensa. Para la ciencia moderna el fundamento
científico no proviene de esquemas filosóficos sino del método experimental. Mediante la
ciencia, la naturaleza descubre secretos que normalmente no muestra. Los aparatos permiten
medir y las matemáticas relacionan estas medidas con las llamadas leyes de la naturaleza. En
esta época se creía que los principios eran definitivos al estar obtenidos por método inductivo.
Ello lleva a la idea de una ciencia irrefutable e invariable, que puede dar lugar a nuevos hechos
y a efectuar nuevas deducciones, dando un progreso acumulativo de la ciencia pero con bases
invariables. Pronto se vio que la experimentación exige un marco conceptual previo. En la
actualidad, la concepción de ciencia está inspirada en las revoluciones científicas originadas en
el sentimiento de aceptación de la ciencia, iniciado en el siglo XVIII y consolidado en el siglo
XIX, en el que los científicos se profesionalizan y cada vez es más frecuente el trabajo en
equipo. La física relativista de Albert Einstein y la física cuántica, introducidas a principios del
siglo XX, constituyen verdaderas revoluciones conceptuales ya que los cuadros conceptuales
básicos no se extraen sin más de la naturaleza sino, como dice Einstein, “son creaciones libres
del entendimiento humano” en su estructura matemática.
La tecnología se puede definir como el conjunto de conocimientos propios de un arte
industrial, que permite la creación de artefactos o procesos para producirlos. La historia muestra
que la tecnología es más antigua que la ciencia y tanto como la humanidad. La manufactura de
los útiles de piedra es una de las tecnologías más primitivas que se conocen y tuvo lugar dos
millones de años antes que apareciese la mineralogía y la geología, 6.000 años a.C. Si bien los
trabajadores usaban fórmulas para el trabajo con metales, no fue posible hasta fines del siglo
XVIII explicar los procesos metalúrgicos simples en términos químicos.
La tecnología ha sido capaz de crear estructuras e instrumentos sin ayuda de la ciencia, tal
como puede comprobarse por la arquitectura de las catedrales antiguas y las artes mecánicas de
la Edad Media como los molinos de viento, los relojes, las bombas de agua, etc. Con el
advenimiento de la ciencia moderna muchas de las empresas generadas por la tecnología
siguieron progresando al margen de los conocimientos científicos que iban apareciendo. Es a
partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando la ciencia comienza a tener una gran influencia
en la tecnología y en el siglo XX el impulso de la ciencia a la tecnología ha sido enorme,
desarrollándose nuevas tecnologías en base a profundos estudios científicos. El siglo XXI
aparece como el siglo de la comunicación, de la biotecnología y del medio ambiente, con una
permanente interacción entre ciencia y tecnología.

Conocimiento Científico
Una de las características del hombre es su capacidad de adquirir conocimiento acerca de
todo lo que lo rodea. La complejidad del hombre le permite una gran variedad de tipos de
conocimiento: el intuitivo acerca de personas y situaciones, el de la Divinidad a través de la fe y
el más racional, acerca de fenómenos de la naturaleza.
Desde la época de la antigua Grecia el hombre se ha preocupado por distinguir el
conocimiento científico de aquél que no lo es, lo que llevó a diferenciar entre conocimiento
vulgar (doxa) y conocimiento científico (episteme), sin que estos nombres impliquen juicio de
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valor alguno sobre los mismos.


El conocimiento vulgar es fundamentalmente personal y, en los casos en que es transferible,
lo es de individuo a individuo. Por ejemplo, el conocimiento por la fe es estrictamente personal
y totalmente intransferible a otros. El conocimiento sobre el manejo de ecosistemas que tienen
los indios del Amazonas se adquiere por experiencia y se trasmite oralmente de padres a hijos,
así como el conocimiento que tienen varios pueblos acerca de plantas medicinales. Estos dos
últimos ejemplos son importantes porque son del tipo que históricamente han dado origen al
conocimiento científico, es decir, a la ciencia (algunos antropólogos denominan etnociencia a
este tipo de conocimiento).
Por el contrario, el conocimiento científico es racional, sistemático, exacto, verificable
aunque falible. Se llega a él mediante una búsqueda intencionada, la investigación científica,
para la cual se delimitan los objetivos que se persiguen y se prevén los métodos de indagación.
El conocimiento científico no guarda una diferencia tajante y absoluta con el conocimiento
vulgar e, incluso, su objeto puede ser el mismo. En el saber vulgar hay muchos escalones, y los
superiores confinan con el saber científico, por lo menos en sus formas más humildes. Por otra
parte, lo que ahora denominamos vulgar, por lo menos para el hombre de ciudad, está
impregnado de nociones científicas o seudocientíficas que han ido pensando insensiblemente al
uso de todos, organizándose espontáneamente en lo que suele llamarse verdades de sentido
común.
El conocimiento científico, a diferencia del conocimiento ordinario, cotidiano o vulgar, se
obtiene a través de métodos generales y específicos teniendo como objetivo fundamental hallar
estructuras generales o leyes de la realidad. El conocimiento científico es el resultado que se
obtiene producto de la aplicación del método científico, por lo que lo que lo caracteriza es el
método.
El conocimiento científico es un conocimiento de tipo especial, con sus medios específicos,
métodos y criterios. Trata de encontrar nuevos hechos y resultados y tiende a explicarlos
mediante hipótesis, leyes y teorías ya existentes, o bien desarrollando para ello nuevas
representaciones teóricas. Las representaciones teóricas, conceptos y leyes permiten predecir
hechos y fenómenos aún no conocidos, así como explicar los hechos y fenómenos ya conocidos.
Las hipótesis se controlan con la ayuda de instrumentos y equipos especiales, los cuales han
sido construidos sobre la base de determinados principios teóricos.
Debido a la sistematicidad, fundamentación y controlabilidad de las deducciones de la
ciencia, ésta se distingue por su mayor confiabilidad y verificabilidad. La confiabilidad y
verificabilidad de los conocimientos científicos se garantizan mediante métodos especiales y
generales de investigación.
Los enunciados de la ciencia son verificables ya que ellos o sus consecuencias se pueden
probar comparando con la realidad.
Algunas características del conocimiento ordinario o vulgar son:
* Se limita a encontrar nuevos hechos y resultados sin un método específico y no tiende a
explicarlos o fundamentados.
* Es superficial, pues aunque se recurre a suposiciones y conjeturas, éstas, en primer lugar se
refieren a cosas y hechos directamente observables.
* Estas conjeturas nunca se controlan mediante una técnica especial, por lo que no es
controlable.
Por otra parte, las principales características del conocimiento científico son:
* Es racional puesto que para llegar a sus enunciados se trabaja siempre con conceptos y
razonamientos regidos por la lógica.
* Es sistemático porque se organiza en sus indagaciones y enunciados procurando incluirlos en
sistemas que abarquen totalidades cada vez mayores de hechos.
* Es de origen empírico, generalmente tiene el punto de arranque en la observación. Aunque se
basa en hechos, los trasciende.
* Es metódico. La rigurosidad en la utilización del método científico es lo que da valor a los
resultados.
* Es falible. La ciencia reconoce su propia capacidad de equivocarse, de allí que las
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conclusiones que se plantean se consideren “provisoriamente definitivas” válidas sólo mientras


no puedan ser negadas o rechazadas por otros estudios.
* Es autocorrectivo, ya que es capaz de descubrir sus propias deficiencias y corregir sus propios
errores.
* Es riguroso. El conocimiento científico es claro y preciso, busca formular los problemas
científicos de manera transparente, con conceptos bien definidos y un lenguaje científico a base
de símbolos con significado bien definido.
* La objetividad del conocimiento científico exige un acuerdo entre observadores, lo que
implica fiabilidad y constancia interobservadores, posibilitando la contrastabilidad
intersubjetiva.

Ahora bien, no todo conocimiento científico se refiere a objetos que están en el universo.
Así, la lógica y la matemática son racionales, sistemáticas y verificables pero no dan
información acerca de la realidad, no se ocupan de hechos sino de entes ideales (abstractos o
interpretados) que sólo existen en la mente humana. Su importancia radica en que se emplean
en las ciencias de la realidad, de los hechos (y aun en la vida diaria) mediante el uso de reglas
de correspondencia o de interpretación adecuadas.
Es habitual dividir las ciencias en dos grandes categorías: las ciencias formales (ideales) y
las fácticas (referidas a la realidad), las que se diferencian en la manera de verificar sus
enunciados. Las ciencias formales usan sólo la lógica para demostrar rigurosamente sus
teoremas, mientras que las ciencias fácticas necesitan, además de la lógica, la observación y/o el
experimento. Es decir, en las ciencias fácticas hay que mirar las cosas y siempre que sea posible
hay que cambiarlas en determinada forma para descubrir si sus enunciados se adecuan a la
realidad de los hechos.

La Investigación Científica
El uso más elemental de la palabra investigar es "averiguar o descubrir alguna cosa". El
término investigar proviene del latín in (en) y vestigare (hallar, inquirir, indagar, seguir
vestigios), de donde investigar significa, buscar, inquirir, localizar o escudriñar hechos y datos
que nos permitan conocer algo que ignoramos.
Por lo general, con el término investigar queremos expresar que buscamos respuesta a alguna
cuestión para la que todavía no tenemos explicación o acerca de la cual no disponemos de
información. Investigar es, en este sentido, sinónimo de indagar, rastrear. Pero con estos
vocablos manifestamos únicamente una actitud, puesto que nada hemos señalado acerca de las
características de nuestra investigación, las condiciones en que ha de realizarse, el propósito,
etc. Así pues, entendemos que el concepto de investigación comprende no sólo la actitud sino
también las características, condiciones, propósitos, etc. y, por consiguiente, su definición debe
recoger todo ello.
La característica fundamental de la investigación científica, que la distingue de otros tipos de
investigación, es el método científico. El método es la herramienta fundamental para alcanzar el
objeto de toda investigación científica que es la adquisición de conocimiento científico.
Los rasgos característicos de toda investigación Científica son los siguientes:
* Se realiza rigurosamente sobre la base de un método específico y desde una posición
filosófica determinada.
* Comienza con la formulación precisa de un problema y de un diseño metodológico en el
que se expresan con precisión los procedimientos para buscar las respuestas implicadas en la
formulación del problema.
* Exige comprobación y verificación del hecho o fenómeno que se estudia mediante la
comprobación empírica, en la práctica, en el experimento o en su aplicación técnica, según sea
el caso.
* Hace uso tanto de habilidades técnicas y operativas, como registrar datos y organizar
información, como de habilidades intelectuales como son razonar, emitir juicios, utilizar
conceptos y crearlos, realizar abstracciones, usar la imaginación y la intuición, etc.
* Se registra y expresa en un informe, documento o estudio para darla a conocer a la
comunidad científica y, en algunos casos, al público en general.
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El método científico
La investigación científica es la acción de aplicar el método científico, es decir, entre
investigación científica y conocimiento científico se sitúa el método científico. Por ello se
define al método científico como el procedimiento mediante el cual obtenemos el conocimiento
de la realidad.
El método científico es la estrategia de la investigación científica: afecta todo el ciclo de la
investigación científica y es independiente del tema en estudio. Los métodos especiales,
definidos para resolver cada problema en particular, constituyen el camino a recorrer por el
investigador durante la realización del estudio con vistas a darle solución al problema de
investigación.
El método científico posee las siguientes características:
• Objetividad: busca un conocimiento que concuerde con la realidad, que la describa o explique
tal y como es, y no como se desea que sea. Ser objetivo es tratar de encontrar la realidad
estudiada elaborando proposiciones que la reflejan.
• Racionalidad: los conocimientos obtenidos son productos de conceptos, juicios y
razonamientos, y no de sensaciones o impresiones Las ideas y conceptos interactúan en forma
coherente y lógica evitando las contradicciones internas, ambigüedades y confusiones que la
lógica enseña a superar.
• Sistematicidad: la labor del científico es organizada en sus búsquedas y resultados,
preocupándose por construir sistemas de ideas organizadas racionalmente, procurando
incorporar los conocimientos parciales en totalidades cada vez más amplias.
• Generalización: el objeto de la ciencia es llegar a la proposición de enunciados generales,
leyes.
• Falibilidad: siendo la ciencia un producto del hombre tiene consecuentemente un valor
relativo, puede equivocarse y contener errores. Esto es lo que renueva el conocimiento y lo hace
progresar.

Cuando se habla de método científico es difícil pensar en un sistema rígido. Si bien las fases
del método científico son, en principio, las mismas, en la aplicación de un método a un caso
concreto, éste se adapta a las características propias del mismo. Se puede hablar del “método
científico” en general pero siempre pensando que, en cada una de sus aplicaciones, este método
general se transforma y se convierte en un método especial.

Diferentes autores coinciden en plantear las siguientes etapas del método científico:
• Planteamiento del problema: consiste en desarrollar una idea mediante la progresión lógica de
opiniones, argumentos y de hechos relativos a la cuestión planteada.
• Revisión de la bibliografía: permite determinar el nivel de conocimientos actual el relación
con el problema objeto de investigación, de igual forma que permite detectar la: teorías que
servirán de marco de referencia al estudio.
• Formulación de hipótesis: es la propuesta de solución al problema.
• Planeamiento del estudio: para poder verificar la hipótesis, se planifica un estudio en el que se
utilizará una determinada metodología.
• Elaboración de conclusiones: de los resultados obtenidos se extraen las conclusiones que
permitirán validar o refutar la hipótesis formulada corno solución al problema planteado.
• Planteamiento de nuevos problemas: la solución de un problema no es algo definitivo sino que
remite al investigador a nuevos problemas de investigación, y, por consiguiente comienza
nuevamente el ciclo de la investigación.

SAMAJA, J. Epistemología y metodología. Elementos para una teoría de la investigación


científica. EUDEBA, Buenos Aires, 1993.
ABECASIS, S.; HERAS, C. Metodología de la Investigación. Nueva Librería, Buenos Aires,
1994.
CEGARRA SANCHEZ, J. Metodología de la Investigación Científica y Tecnológica. Díaz de
Santos, Madrid, 2004.

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