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Agentes irrigantes.

Utilizados en Endodoncia.
Irrigación en Endodoncia

La terapia endodóntica tiene como uno de sus objetivos lograr la completa


desinfección del sistema de conductos radiculares para poder garantizar el éxito del
tratamiento.

Dentro de esta fase adquiere una importancia significativa la irrigación de los mismos
con diferentes soluciones que eliminen restos pulpares necróticos, líquidos hísticos,
bacterias, porciones de tejido momificado y tejido vivo que se encuentra en la porción
apical del conducto radicular, como así también los productos de la instrumentación.
Es por eso que se deben seleccionar sustancias irrigantes que tengan la capacidad de
eliminar tanto las sustancias orgánicas como las inorgánicas. En el proceso de
limpieza y conformación de los conductos radiculares la irrigación es un paso muy
importante, y es asimismo el último procedimiento que se lleva a cabo antes de
realizar la obturación tridimensional de los mismos. La irrigación es un valioso auxiliar
en la preparación del conducto radicular.

Su eso es acompañamiento indispensable de la instrumentación endodóntica.


Sus objetivos son:

 Limpieza o arrastre físico de trozos de pulpa, sangre líquida o coagulada,


virutas de dentina, plasma, exudados, restos alimenticios etc, con el fin de
evitar el taponamiento del conducto.

 Acción detergente y de lavado por la formación de espuma y burbujas de


oxígeno de los medicamentos usados.

 Acción antiséptica o desinfectante, y lubricante propia de los fármacos


empleados.

 Acción blanqueante, debido a la presencia de oxígeno liberado.

Propiedades que debe tener una solución irrigadora ideal:

a. Ser bactericida o bacteriostático, debe actuar contra hongos y esporas.

b. Baja toxicidad, no debe ser agresivo para los tejidos periradiculares.

c. Solvente de tejidos o residuos orgánicos e inorgánicos.

d. Baja tensión superficial.

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e. Eliminar la capa de desecho dentinario.

f. Lubricante

g. Otros factores: aplicación simple, tiempo de vida adecuado, fácil almacenaje, costo
moderado, acción rápida y sostenida.

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Sustancias para la irrigación

La selección de la solución adecuada depende del comparación entre las propiedades


del producto y los efectos deseados en cada una de las condiciones clínicas que
pueda presentar el diente en tratamiento.

Así, en los casos de dientes con pulpa viva, la contaminación microbiana ausente o
incipiente permite el uso de productos sin poder antiséptico a favor de la aplicación de
sustancias que, por su biocompatibilidad, respetan el muñón apical y los tejidos
apicales, favoreciendo la reparación.

En los dientes con pulpa mortificada, la irrigación se integra al conjunto de acciones


destinadas a promover la desinfección del conducto radicular y la neutralización de las
toxinas presentes en su contenido necrótico. Estos objetivos llevan a escoger
soluciones irrigadoras que posean acción antiséptica, poder disolvente de la materia
orgánica y capacidad para neutralizar toxinas presentes, sin ser agresivas (al menos
en forma acentuada) para los tejidos periapicales.

En cualquier condición se exige de la solución irrigadora una buena capacidad de


limpieza, como requisito fundamental.

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Soluciones irrigantes

1. Solución salina isotónica

La solución salina isotónica ha sido recomendada por algunos pocos investigadores


como un líquido irrigador que minimiza la irritación y la inflamación de los tejidos. En
concentración isotónica, la solución salina no produce daños conocidos en el tejido y
se ha demostrado que expele los detritos de los canales con tanta eficacia como el
hipoclorito de sodio. La solución salina produce gran desbridamiento y lubricación. La
solución salina isotónica estéril se comercializa en envases de 1 litro de aplicación
intravenosa que se puede dosificar y utilizar en tratamientos individuales. Hay que
tener precaución con su almacenaje, con su carga y con su manejo. Esta solución es
susceptible de contaminarse con materiales biológicos extraños por una manipulación
incorrecta antes, durante y después de utilizarla. La irrigación con solución salina
únicamente sacrifica la destrucción química de la materia microbiológica y la disolución
de los tejidos mecánicamente inaccesibles (canales accesorios, puentes
intercanaliculares). La solución salina isotónica es demasiado débil para limpiar los
canales concienzudamente.

2. Soluciones de Hipoclorito de Sodio

Son utilizadas en bajas concentraciones, como el líquido de Dakin (o,5 % de cloro


activo) y la solución de Milton (1% de cloro activo). Esta solución tiene propiedades
que lo convierten en la opción mas adecuada para la irrigación de los conductos
radiculares se destacan:

 buena capacidad de limpieza,

 poder antibacteriano efectivo,

 neutralizante de productos tóxicos,

 disolvente de tejido orgánico,

 acción rápida, desodorizante, blanqueante.

Las soluciones de Hipoclorito de Sodio de baja y mediana concentración ( 0,5 %, 1% y


2,5%) son las más indicadas para el tratamiento de dientes vitales. Su uso impone
cuidados en la técnica, su proyección inadvertida en el interior de los tejidos ápico-

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periapicales determina reacciones más severas que las producidas por los detergentes
aniónicos.

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Ventajas del Hipoclorito de Sodio

Los beneficios que proporciona el hipoclorito de sodio como irrigante durante la terapia
endodóntica son: efectivo para eliminar el tejido vital y no vital, con un amplio efecto
antibacteriano, destruyendo bacterias, hongos, esporas y virus, es excelente
lubricante y blanqueador, favoreciendo la acción de los instrumentos, posee una
tensión superficial baja, vida media de almacenamiento prolongada, y es poco
costoso. En algunos estudios se ha demostrado que la capacidad de penetración de
este irrigante en los túbulos dentinales, depende directamente de la concentración
utilizada. En general el íntimo contacto de la solución con las paredes dentinales del
conducto depende de la humectabilidad de la solución sobre la dentina sólida. Esta
humectabilidad depende de su tensión superficial, la cual es definida como una fuerza
entre las moléculas que produce una tendencia del área de superficie de un líquido a
disminuir. Esta fuerza tiende a inhibir la difusión de un líquido sobre una superficie, o a
limitar su habilidad de penetrar a un tubo capilar. Por lo tanto la baja tensión superficial
del hipoclorito permite su penetración a zonas de difícil acceso, como conductos
laterales y túbulos dentinales.

Desventajas del Hipoclorito de Sodio

Es un agente irritante, citotóxico para el tejido periapical , el sabor es inaceptable por


los pacientes, y por sí solo no remueve el barro dentinario, ya que sólo actúa sobre la
materia orgánica de la pulpa y la predentina.

Mecanismo de acción del Hipoclorito de Sodio


Su uso en clínica es generalizado en concentraciones que van desde 0.5% hasta el
5.25%. El proceso químico por el cual el NaOCl realiza su acción antimicrobiana
ocurre cuando entra en contacto con las proteínas tisulares, haciendo que se formen
hidrógeno, formaldehído y acetaldehído. Las cadenas peptídicas se rompen para
disolver las proteínas; en este proceso el hidrógeno es sustituido por el cloro con
formación de cloramina, que interviene directamente como antimicrobiano, ya que
interfiere en la acción oxidativa celular con inactivación enzimática irreversible en la
degradación de lípidos y ácidos grasos; de este modo se disuelve el tejido necrótico y
el NaOCl penetra y limpia mejor las áreas infectadas.

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Factores que afectan las propiedades del Hipoclorito de Sodio

Se ha reportado que factores como el aire, la luz, la temperatura, los metales y los
contaminantes orgánicos afectan la eficacia de la solución. Al aplicar calor a una
solución se aumenta la energía cinética de las moléculas, las cuales contactarán más
rápido y producirán la desintegración de las superficies que contacten en un tiempo
menor. Por lo tanto el aumento de temperatura tiene un efecto positivo sobre la acción
disolvente del NaOCl. Aunque autores demuestran que la habilidad de disolver
colágeno por parte del NaOCl en concentraciones de 2.6 y 5.2% a temperatura de
37ºC, es igual que a temperatura ambiente. Sin embargo, cuando se aumenta la
temperatura, la solución tiende a las 24 horas a deteriorarse, por lo tanto se aconseja
mantenerla a temperatura ambiente, y/o temperatura corporal para estabilizarlo.
Las soluciones de NaOCl son inherentemente inestables, ya que los aniones de
hipoclorito se descomponen en iones de cloratos (ClO3-) y cloro (Cl-). En adición, la
temperatura, la exposición a rayos UV, son importantes para la cinética de la
descomposición. Se ha demostrado que las soluciones son más estables con un pH
por encima de 11, mientras que las soluciones concentradas se descomponen mucho
más rápido que las soluciones diluídas.
La concentración del NaOCl es otro factor importante en el deterioro de las soluciones.
Las soluciones que contienen 5% disponible de cloro han demostrado rápida
descomposición a 24ºC. Sin embargo, similares encuentros no fueron observados en
soluciones al 0.5%. De igual manera, la rata de descomposición incrementa donde el
pH de la solución disminuye.
Por otra parte el contenido de cloro de las soluciones tiende a disminuir después que
los envases sean abiertos, por lo que se recomienda el uso de soluciones frescas,
igualmente refieren que los envases más recomendados son los de ámbar, seguidos
de los de plástico opaco, verde y por último: blanco.

3. Solución anestésica.

Estas sustancias químicamente inactivas no han mostrado ser eficaces en la remoción


eficiente de detritos, bacterias, y por el contrario contribuyen a la formación de barrillo
dentinario posiblemente contaminado. De igual manera, aparte de una acción de
lavado, no ofrece ningún beneficio durante la irrigación, aunque por medio de la acción
hipotónica de estas soluciones, pueden lisar bacterias sin paredes celulares, sin
embargo, las bacterias encontradas en los conductos radiculares típicamente tienen

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paredes celulares.
La solución anestésica puede ser utilizada para controlar el sangrado profuso.

4. Agua oxigenada de 10 volúmenes (Solución de Peróxido de hidrógeno


al 3%)

Indicada para la irrigación durante los procedimientos de limpieza de la cámara pulpar


en las pulpectomías, con el objetivo de eliminar restos de sangre y favorecer la
hemostasia. Su poder antiséptico, aunque es discreto, ayuda a controlar la eventual
contaminación del tejido pulpar de la cámara.

Mecanismos de acción

-Físico: produce burbujas al entrar en contacto con los tejidos y ciertos productos
químicos; estas burbujas expulsan los restos fuera del conducto.

-Químico: libera oxígeno que destruye los microorganismos anaerobios estrictos.

Este irrigante tiene un efecto disolvente muy inferior al del hipoclorito de sodio. Sin
embargo muchos odontólogos utilizan alternativamente ambas soluciones durante el
tratamiento.

Este sistema es muy recomendable para la irrigación de los conductos de aquellos


dientes que han permanecido abiertos para drenar, ya que la efervescencia desprende
las partículas de alimentos así como otros restos que puedan haber quedado alojados
en los conductos.
Al ser un disolvente más flojo, el peróxido afecta menos a los tejidos periapicales. Por
consiguiente será el irrigante de elección cuando se produzcan perforaciones en las
raíces o el suelo de la cámara durante el tratamiento o cuando destruyamos la
constricción apical y se produzca una pericementitis intensa.

Sin embargo el peróxido no debe ser nunca el último irrigante utilizado en un conducto,
ya que al cerrar la preparación de acceso, puede quedar atrapado oxígeno naciente,
provocando un aumento de presión. Debemos aplicar hipoclorito para que reaccione
con el peróxido y libere el resto de oxígeno.

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5. Peróxido de carbamida

Se usa en forma de base de glicerol anhidra, para evitar la descomposición y como


irrigante.
Los tejidos lo toleran mejor que al hipoclorito de sodio, aunque es un disolvente y un
bactericida más potente que el peróxido de hidrógeno.

Es un irrigante excelente para el tratamiento de conductos con tejidos periapicales


normales y ápices amplios, en los que una solución más irritante causaría una
inflamación intensa si rezumase del conducto.
La principal indicación para este producto son los conductos estrechos y / o curvos, en
los que se puede aprovechar el efecto lubricante del glicerol.

El Gly-Oxide no reacciona como los agentes quelantes con la dentina, pudiendo


causar perforaciones radiculares o salientes en las paredes reblandecidas, y sólo
mejora la lubricación de los conductos. Como las paredes de los conductos deslizan
mejor, la preparación es más sencilla y el riesgo de muescas o perforaciones es
mucho menor.

6. Soluciones de detergentes

La acentuada capacidad de limpieza que le confiere el poder detergente, sumada a


una reconocida compatibilidad biológica, convierte a los detergentes aniónicos en una
opción adecuada para la irrigación de los conductos radiculares en las pulpectomías.

7. Gluconato de Clorhexidina

El gluconato de Clorhexidina está reconocido como un agente antimicrobiano oral


efectivo y se usa de manera rutinaria en tratamientos de periodoncia y en la
prevención de la caries. Se ha encontrado que la Clorhexidina tiene un amplio
espectro antimicrobiano, sustantividad y una ausencia relativa de toxicidad. Estas
propiedades nos hacen suponer que pueda ser un buen irrigante en endodoncia. La
Clorhexidina, en forma de sal, se usa desde 1950 como antiséptico oral, en enjuagues,
pasta dentífrica y chicles.
Como agente irrigante en endodoncia podemos usar concentraciones de 0.12, 0.2 o

1
2%. Esta última no es comercial, pero parece ser la más efectiva.

Las ventajas que se han descrito respecto al hipoclorito sódico son las siguientes:

-No es tóxica
-No mancha
-Sustantividad
-Buen desinfectante, parecido al hipoclorito sódico.

La desventaja principal es que no disuelve tejidos orgánicos


Los defensores de la clorhexidina como solución irrigante en endodoncia recomiendan
su uso en dos casos:
-Alergia al hipoclorito de sodio
-Gran foramen apical y, por tanto, posibilidad de extrusión del irrigante.

8. Agentes quelantes

Por definición, las sustancias quelantes eliminan iones metálicos (como el calcio) al
unirse a ellos de manera química. Estos agentes se han promovido como productos
comerciales, por lo regular en combinación con lubricantes o agentes de burbujas
(liberadores de oxígeno)
Los dos quelantes más frecuentes son el ácido etilendiaminotetraacético (EDTA) y el
ácido cítrico diluido (10%).

EDTA:

Se utiliza a una concentración del 15-17% . Existen preparados comerciales donde lo


combinan con otras sustancias (peróxido de urea, lubricantes...). Trabaja muy
lentamente, quizá más lento que la acción de corte de la lima. Esto se aplica en
particular a conductos pequeños, donde la cantidad de agente quelante que se
pueda introducir es mínima. La combinación del EDTA y los agentes de burbujas
tampoco parece aumentar el volumen de tejido eliminado o ayudar en la limpieza.

No hay prueba de que los quelantes ablanden o eliminen las obstrucciones de


conductos lo suficiente para permitir el paso de instrumentos. De hecho, los agentes

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ablandadores para este propósito están contraindicados debido a que alteran un
poco las paredes, y por tanto limitan la capacidad de los instrumentos para ser
guiados a lo largo de la dentina dura. Si se utilizan estos químicos, se deben colocar
en conductos solo después de utilizar instrumentos hasta la longitud de trabajo y
empezar la preparación del conducto. Para mayor precaución, estos químicos no
deben estar en el conducto por un periodo largo sin instrumentación.

- EDTAC: Solución De EDTA a la que se añades Cetavlon, un compuesto de amonio


cuaternario. Se obtiene así una mayor acción bactericida. Sin embargo, también se
produce mayor inflamación tisular. Para inactivar el EDTAC se utiliza hipoclorito de
sodio.

- RC-Prep: Desarrollado por Stewart, combina los efectos quelantes e irrigantes del
EDTA y el peróxido de urea. La solución espumosa tiene una efervescencia natural
que aumenta con la irrigación de hipoclorito sódico, potenciando la eliminación de
residuos. Este producto puede introducirse en los conductos con las estrías de una
lima o con una jeringa de plástico para irrigación.

Ácidos orgánicos (ácido cítrico)

Se usa para favorecer la localización de los conductos y para reblandecer las paredes
del conducto a una concentración mayor al 25% (50%). Se debe dejar actuar durante
unos 5 minutos.
El uso de estos es casi tan antiguo como la misma terapéutica pulpar.
Tidmarsh considera que el ácido cítrico al 50% dejó las paredes de dentina más
limpias y eliminó la capa residual.
Wayman, también obtuvo resultados excelentes en obturaciones después de su
preparación con ácido cítrico al 20% complementada con hipoclorito de sodio al 2.6%
y una irrigación final con ácido cítrico al 10%.
Se han utilizado otros ácidos orgánicos para retirar la capa residual, ácido poliacrílico
para Durelon y líquidos Fuji II, en ambos a una concentración de 40 %.

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Sugerencias para la selección de la solución irrigadora

1
Técnica de irrigación/aspiración

La irrigación/aspiración se realiza en las diversas fases de preparación de los


conductos radiculares siguiendo los mismos principios técnicos.

A) Una vez seleccionadas las agujas para irrigación y aspiración, y adaptadas en los
respectivos dispositivos, llene la jeringa con solución irrigadora.

B) Luego de asegurar la jeringa que contiene la solución irrigadora con una de las
manos, haga que la punta de la aguja llegue hasta la entrada del conducto radicular.

C) Con la otra mano sostenga el dispositivo para la aspiración, de manera que el


extremo de la punta aspiradora quede colocado en el nivel de la cámara pulpar, donde
permanecerá durante la irrigación .

D) Con la aguja ubicada en la posición descritas y con leve presión sobre el émbolo de
la jeringa se inicia la irrigación.

E) Con suavidad y a medida que el liquido se deposita, se introduce la aguja irrigadora


tomando los recaudos necesarios para que no obstruya la luz del conducto, e impide el
reflujo de la solución.

F) La punta de la aguja irrigadora debe alcanzar, siempre que sea posible, el tercio
apical, a 3 o 4 mm del límite de la preparación del conducto, entonces debemos
imprimir discretos movimientos de vaivén; esta maniobra aumentará la agitación
mecánica de la solución, y ayudará a remover los residuos. La preparación del tercio
cervical facilitará la introducción de la aguja para la irrigación y el reflujo de la solución.

G) La irrigación y la aspiración se realiza al mismo tiempo. Una vez que el líquido


penetra en el conducto radicular, se remueve por la aguja conectada al aspirador. De
esta forma se establece la circulación de la solución irrigante.

H) Para la irrigación se utilizarán alrededor de 2 a 3 mL de solución. Recargue la


jeringa cada vez que se termine el liquido.

I) Una vez concluida la irrigación (Que se realiza siempre después de usar cada
instrumento), introducida la aguja aspiradora ( que hasta entonces estaba ubicada en
la cámara pulpar)con la mayor profundidad posible con la finalidad de eliminar detritos
de la intimidad del conducto.

J) Antes de utilizar el próximo instrumento llene la cavidad pulpar con la solución


irrigadora. Esto permitirá que el instrumento trabaje lubricado.

1
Luego de la ultima irrigación, después de la conclusión de la conformación, proceda a
la aspiración y seque el conducto con conos de papel absorbente estériles.

Resumen esquemático de irrigación/aspiración utilizada durante la conformación del


conducto radicular.

1
Bibliografia

Soares, Ilson José; Goldberg, Fernando. Endodoncia, Técnica y fundamentos.


Argentina: editorial Medica Panamericana, 2002. 325 p. ISBN 950-06-0891-X 84-7903-
666-4.

http://www.javeriana.edu.co/academiapgendodoncia/i_a_revision31.html

http://www.carlosboveda.com/Odontologosfolder/odontoinvitadoold/odontoinvitado_19.
htm

http://www.endoroot.com/modules/news/article.php?storyid=73

http://www.iztacala.unam.mx/~rrivas/limpieza2.html

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