You are on page 1of 9

MALTRATO INSTITUCIONAL

Viernes, 29 de Abril de 2011 12:34


Manuel Rodríguez González
Recientemente he conocido a una familia que está siendo víctima del fascismo y
despotismo institucional, por el simple hecho de que la madre, denunció en su día el acoso
escolar que estaban padeciendo sus hijas. Como viene siendo habitual y viciadamente
corporativista, lejos de intentar frenar y erradicar este terrorismo socio-escolar, el Sistema
Educativo cual Torquemada inquisidor arremete contra la cabeza de familia, proyectando su
miedo agresivo, sin sopesar el daño que está infringiendo a todo el núcleo familiar y
lamentablemente muy especialmente en las víctimas menores.
Como excelente acosador principal, el Sistema Educativo, se nutre de su dominio injusto
apoyándose en Matones de los cuerpos de Servicios Sociales y otras instancias
institucionales, donde como viene siendo habitual se unen para establecer un escudo donde
el corporativismo exacerbado y totalitarista está por encima de los derechos de los menores y
de la propia familia, puesto que el temor a ser desacreditados les lleva a justificar cualquier
acción, incluidas rumorologías, bulos, acoso, desprestigio social, derribo, falseamiento de
informes y hechos; e incluso tergiversación de narración de los menores y de la madre, amén
de la violación de múltiples derechos fundamentales; eso sí, siempre amparándose en el
sacrosanto deber de protección hacia los Menores y con la Ley no escrita de no poder ser
puesta en entredicha por otras instituciones, que como quiste viciado hacen piña ante el
ejecutor “consagrado”.

El resultado es que una menor que debería estar estudiando en su colegio (han sido
demasiados por los que ha pasado) está obligada por su estado anímico-emocional y
psicológico a refugiarse en casa, sin ayuda alguna, ni siquiera de profesorado en casa, ya
que estos inquisidores del siglo XXI entienden que son problemas de la víctima y de la madre
(cantata harto usada por estos mafiosos incompetentes).

Mientras tanto esa joven, sus hermanas y en definitiva toda su familia, se refugian en la
sinceridad de saber que son las víctimas y que no es justo. Comprueban cómo se les aísla,
divide, margina y coartan tantos y tantos derechos, mientras el Cardenalicio educativo
richeliano arremete con su peor arma para aterrorizar, coaccionar y chantajear a toda la
familia en pleno, con el pecado infinito de la pérdida de la custodia y guardia de sus vástagos.

Impactan, unas palabras de esa víctima menor, fuerte, pero cansada, denostada y deprimida
cuando cuenta los viles argumentos de quienes continuamente le someten a ella y a su
madre, mediante una cobarde presión a reiteradas citas donde asoma el carácter represivo y
maltratador de la alineación; en este caso alineación institucional para que inculpe a unos
padres que sólo han sido y son culpables de defender con honestidad y valentía los derechos
de sus hijos.

- Mi palabra no vale comparada con las suyas - me expresaba, refiriéndose a los inquisidores
educativos.

- Tengo miedo que por mi culpa puedan separarnos - venía a contarme, cuando me
expresaba la presión de esos zafios y viles funcionarios.

No puedo, por el momento dar datos porque evidentemente el temor de esta familia a que
esos bárbaros sociales ejecuten esas amenazas de separación es muy alto…

Manuel
Fuente: Extremadura Progresista
Herido grave un niño con síndrome
del zarandeo en Málaga
La Junta de Andalucía retira a los padres la custodia del menor
EL PAÍS - Sevilla - 21/09/2010

La Junta de Andalucía ha decretado el desamparo provisional de un bebé de seis meses que


permanece hospitalizado tras haber sido presuntamente maltratado, según informó la
Delegación Provincial de Bienestar Social y sanitarias.

El bebé, un varón de origen chino, ingresó hace un mes en la UVI del Hospital Materno Infantil
de Málaga y hace unas semanas pasó a planta, donde se encuentra en situación estable, según el
último parte médico.

La Consejería de Igualdad y Bienestar Social estudia el entorno familiar del menor para
determinar las posibilidades de acogimiento una vez que el menor reciba el alta médica, aunque
también podría decidir ingresarlo en un centro o que se haga cargo de él una familia de acogida,
según las fuentes.

El bebé sufre supuestamente el "síndrome del zarandeo", un tipo de maltrato infantil que
consiste en mover bruscamente al lactante, que le habría provocado una hemorragia interna en
el cerebro y dos tipos de afectaciones, una neurológica y otra en la vista, según publica hoy el
diario Málaga hoy.
Fue el hospital el que activó el protocolo de sospechas de malos tratos por las lesiones que
presentaba el menor, añade el periódico.

Lo tienen todo, excepto a sus padres


Crecer sin ver apenas a los progenitores multiplica los problemas de la adolescencia
- Menores de familias acomodadas ingresan en internados y centros tutelados por la
poca dedicación a los hijos
JOAQUINA PRADES 14/02/2011

Lo tienen todo menos lo imprescindible. Casas confortables, padres con profesiones de éxito,
toda la tecnología casera disponible en el mercado, ropa de marca, dinero para gastos,
caprichos... Pero les falta algo. Los adolescentes urbanos procedentes de familias de clase
media y media alta empiezan a llenar las consultas de psicólogos y pediatras sociales
aquejados del mal de la soledad. Han crecido casi por su cuenta, a cargo de cuidadoras
ajenas a la familia, y sus padres, ocupados a tiempo completo en mantener el estatus social,
carecen del tiempo que ellos demandan. Las consecuencias suelen ser perversas: trastornos
de conducta, agresividad, enfrentamientos constantes con los padres... Y también una
tendencia al aislamiento preocupante. Tanto, que algunos adolescentes han empezado ya a
ser catalogados en situación de riesgo y enviados temporalmente a pisos tutelados por la
Administración.

"La víctima siempre es el menor", asegura la psicóloga Blanca Betes

A medida que avanza la terapia asoma el sentimiento de culpa

La "negligencia por omisión del deber" conlleva la pérdida de la custodia

En España hay 35.000 menores en centros tutelados por la Administración

"A veces, lo peor de los niños son sus padres", dice el pediatra Jesús García

Los veganos que ponen en peligro a sus hijos pierden la patria potestad

Es una circunstancia insólita, porque este tipo de centros -con capacidad para alrededor de
media docena de chicos y chicas adolescentes, asistidos por psicólogos y trabajadores
sociales- han estado habitados hasta ahora exclusivamente por chavales de familias
desestructuradas, aquellas en las que los progenitores están en prisión, o enfermos sin
medios de subsistencia, parados sin futuro y toxicómanos en el amplio sentido de la palabra,
la mayoría alcohólicos. Ahora, sin embargo, empiezan a compartir habitación con
adolescentes ricos a quienes nadie hubiera imaginado bajo la tutela de los servicios sociales
de las comunidades autónomas. El nexo entre unos y otros es el desamparo.

Estas conductas antisociales ¿obedecen a una venganza de los adolescentes contra los
progenitores por haberles sometido a un semi-abandono de hecho? ¿O es su manera de
protegerse del desvalimiento propio de los años más confusos de la existencia? ¿Se
recuperan socialmente estos chicos difíciles y solitarios?
"La víctima siempre es el menor", asegura Blanca Betes, responsable de la clínica madrileña
Psiceduca, especializada en trastornos de la adolescencia. "Son situaciones difíciles que se
pueden tratar con bastantes garantías de éxito si aún no han entrado en la adolescencia.
Después es peor. Cuanto más se aplaza el problema menos solución hay. Son terapias largas,
con un coste económico en ocasiones elevado y que requieren tiempo. Lo primero no es
problema, casi siempre llegan a la consulta familias bien situadas. Lo difícil es el tiempo.
Viajan mucho, están liadísimos. Alegan que no pueden y les creemos, porque llevamos un tren
de vida frenético del que es muy difícil bajarse".

Pero se paga un precio alto por ello. El menor se enmaraña aún más en la espiral del conflicto
y la desesperanza. Los padres se muestran derrotados y lamentan la desgracia de tener un
hijo así.

El primer contacto con los profesionales proviene habitualmente de la madre. Aunque ambos
progenitores trabajen, sigue siendo ella la que busca tiempo para recurrir a la ayuda de los
expertos. El lamento inicial tiene un patrón común, según Blanca Betes: "Mi hijo es un
desastre, no va a clase, suspende todo. Está agresivo, nos insulta y hasta nos pega. Vivimos
en el infierno". Los padres siempre echan la culpa a los hijos. Se sienten víctimas de una
injusticia: han dado todo por ellos y solo reciben disgustos. A medida que avanza la terapia,
asoma el sentimiento de culpa. Al final, asumen que, efectivamente, le han dado todo, excepto
su tiempo. Y no es un detalle menor.

Con más de una década de experiencia, Blanca Betes ha aprendido a traducir el lenguaje de
los adolescentes: "Iros a la mierda", dirigido a los padres significa "estoy muy solo. No me
queréis. No me cuidáis. Tenedme en cuenta; incluidme en vuestras vidas".

"Muy a mi pesar", añade la directora de Psiceduca, "en ocasiones los chicos están dispuestos
a cambiar si sus padres también lo hacen, porque se sienten muy desgraciados. Pero la falta
de tiempo de los mayores lo estropea todo. Un caso reciente mío concluyó con el
internamiento del chaval en un colegio de élite de Suiza, porque a sus padres les resultaba
imposible acudir a terapia".

A partir del alejamiento, bien sea en un piso tutelado o en un internado de lujo, el vínculo
emocional corre serio peligro, según los expertos. "El internado es percibido por el menor
como 'no solo me has abandonado, sino que me alejas de tu vida". La reacción típica es
cerrarse aún más en su grupo de amigos y mostrarse insultante y agresivo con la familia.

Algunos profesionales califican el desinterés de hecho de los padres como malos tratos. Lo
denominan "negligencia por omisión del deber" y es causa de privación de la patria potestad.
En España hay 35.000 menores tutelados por las Administraciones, aunque no es posible
obtener datos sobre cuántos de ellos corresponden a la omisión del deber paterno. Arturo
Canalda, defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, apunta la causa principal de la
ausencia de estadísticas fiables: "Cada autonomía dispone de un sistema propio de
calificación del abandono, y lo que en algunas es desamparo en otras es riesgo, y viceversa.
Ninguna tiene la obligación de actualizar y especificar los datos, así que trabajamos un poco a
ciegas, fiándonos del instinto y la experiencia".
"Antes los adolescentes tenían más fácil vivir lo que los psiquiatras llamamos 'factor de
pertenencia' a través de la familia extensa y los amigos del barrio. Pero hoy eso rara vez lo
tienen, y como el mundo real les resulta hostil buscan su pertenencia en el virtual. Vemos que
tienen 500 amigos en Tuenti y ninguno en el barrio. No sirve".

A los padres, señala este psiquiatra, hay que ayudarles a distinguir lo necesario de lo urgente.
"Cuando suena la alarma de la extrema gravedad -por ejemplo, un intento de suicidio por
parte del menor- se apresuran a cambiar el horario laboral o buscan otro trabajo que les
permita estar por la tarde con los hijos. Le han visto las orejas al lobo".

El juez de menores de Granada Emilio Calatayud asegura: "El perfil del adolescente que
agrede a sus padres o delinque a través de Internet o del móvil es de clase social
acomodada, que lo ha tenido todo en el aspecto material y ha crecido solo, sin nadie con
autoridad para marcar límites".

Este juez se hizo popular por dictar sentencias en las que colocaba al menor en el lugar de la
víctima o su entorno. Si un chico apedreaba los cristales del instituto, la pena consistía en
limpiarlos durante unos meses; si agredía a un compañero más débil, le obligaba a convivir
con discapacitados; si había conducido borracho, a ayudar a los tetrapléjicos. Así ha
conseguido éxitos en la reinserción de menores, pero ahora asegura sentirse algo
desbordado por chavales agresivos con el entorno familiar y ciberdelincuentes reincidentes.
Chicos que son separados temporalmente de sus padres y enviados a pisos tutelados. Al
mismo tiempo, y si se cuenta con medios, se intenta que los progenitores cambien sus
prioridades: sus hijos por delante del éxito profesional. "Más no podemos hacer".

Ex párroco de Melipilla acusado de abuso


sexual: "Dañé a personas que no debí"
En el último día del juicio en su contra, Ricardo Muñoz Quinteros dijo estar
arrepentido y pidió que lo dejen educar a sus hijos. El veredicto será leído mañana.
POR: POR FRANCISCO ÁGUILA V., EMOL
miércoles, 04 de mayo de 2011
SANTIAGO.- "Estoy arrepentido. He dañado a personas que no debí dañar. Le pido al
magistrado que me deje educar bien a mis hijos y ser un buen padre", dijo esta tarde el ex
sacerdote de Melipilla, Ricardo Muñoz Quinteros (56), en el último día del juicio oral en contra
de él y de su pareja, Pamela Ampuero Escobar (34), por abuso sexual de siete menores de
edad, además de producción y almacenamiento de material pornográfico infantil.
Muñoz dijo estas palabras luego de que el presidente del Tribunal Oral en Lo Penal de
Melipilla, Jorge Candia, le permitiera hablar tras los alegatos de clausura desarrollados por el
fiscal Cristián Contreras, su defensor Julio Dissi y el de su pareja, Eduardo Libretti.
"He estado arrepentido hacia mis superiores, mi madre, mis hermanos y con los que me
ayudaron y apoyaron. He perdido el sacerdocio que es el dolor más grande de mi vida. Pero
amo a mis hijos y nunca he dañado a ninguno", agregó el ex sacerdote.
Para el fiscal Cáceres, el arrepentimiento de Muñoz "es tardío, porque durante el juicio nunca
se arrepintió. Las disculpas las tiene que hacer a las víctimas y no al tribunal. A ella tampoco
la he visto arrepentida".
Cáceres sostuvo que la culpabilidad de ambos imputados está dada porque en las escuchas
telefónicas ella lo amenazaba con denunciarlo. Además, el sacerdote confesó que pagaba los
servicios sexuales de las adolescentes.
Durante su alegato de clausura, el persecutor dijo que "el imputado robaba plata de la iglesia
(Santa Teresa de Los Andes) para pagar a las menores y sacaba cosas de un colegio para
dárselas a Pamela Ampuero".
Por su parte, el defensor jefe de Melipilla y representante de Ampuero dijo que ésta
debería ser absuelta de los delitos que se le imputan, porque una cosa era llevar a las
menores para que se reunieran con el sacerdote y otra, lo que Muñoz hacía con ellas en los
moteles de la zona occidente de la capital.
La fiscalía pidió 15 años de cárcel para cada uno. Muñoz fue acusado de los delitos de
explotación sexual, abuso sexual de menor de 14 años y almacenamiento y producción de
material pornográfico infantil.
Mientras que Ampuero está acusada de promoción y facilitación de la prostitución, abuso
sexual de menor de 14 años y producción y almacenamiento de material pornográfico infantil.
El veredicto será leído mañana a las 10 horas en el Tribunal Oral en Lo Penal de Melipilla.

Una familia denuncia un caso de acoso


escolar en el Miguel de Molinos
Un alumno habría sufrido agresiones, insultos y vejaciones de otros estudiantes.El
asunto llega al Justicia y Educación no accede a un cambio de centro.
04/05/2011 J. OTO

La familia de un alumno del IES Miguel de Molinos, en Zaragoza, ha hecho llegar a la


Dirección Provincial de Educación del Gobierno de Aragón y al Justicia de Aragón un escrito
en el que denuncia acoso escolar por parte de otros estudiantes del centro hacia su hijo.
Según la versión de los padres, F.C. S., de 13 años de edad, comenzó a sufrir problemas
"semanas después de entrar al instituto, cuando dos alumnos le ignoraban e insultaban,
llamándole gordo y se burlaban de él por llevar gafas, algo que se hacía cada vez más
frecuente".
En el escrito, la familia expone que los insultos fueron desembocando en agresiones. "Le
empujaban y pisaban y le daban collejas, llegando en una ocasión a tirarle un batido por la
cabeza" y amenazas. "Le decían que si se defendía iba a tener muchos problemas y que el
que sobraba era él".
El texto indica que la familia se puso en contacto con el tutor en octubre advirtiendo de la
posibilidad de estar ante un caso de acoso escolar "pero este respondió que de momento no
veía necesario que se reunieran y que debía concertar cita antes con otros padres de otros
alumnos con los que era más urgente hablar" aunque, posteriormente, mostró su intención de
hablar con los implicados y poner sobre aviso al resto de profesores "y dar una oportunidad a
los agresores para que reflexionaran".
Sin embargo, la situación del alumno no mejoró. Según el documento remitido a la DGA, el
alumno comenzó a aislarse y a presentar continuos cuadros de vómitos y diarreas, así como
trastornos del sueño y empezó a comer de forma compulsiva, pero fue tras la Navidad cuando
la situación se hizo "insostenible" con episodios de crisis de angustia y ansiedad,
acompañado por una considerable disminución de su rendimiento escolar. "A finales de enero
y tras descubrir unos moratones en hombros y brazos, el niño contó que respondían a una
moda que consistía en propinar puñetazos a los demás chicos, a la vez que se burlaban de
ellos".
DENUNCIAS La familia del agredido, que acusa al tutor de no haber actuado con celeridad y
no haber impuesto ningún tipo de castigo a los supuestos agresores --son inimputables hasta
los 14 años--, medita denunciar al centro y a sus responsables "por mirar hacia otro lado y
actuar de forma negligente". Asimismo, el pasado lunes presentaron una denuncia en
comisaría contra el orientador del instituto "por hacer un test al chico sin permiso nuestro en el
que le preguntaba cosas extrañas que parecían perseguir si sufría algún tipo de abuso de sus
padres".
El estudiante, que precisa asistencia psiquiátrica, además de tratamiento con antidepresivos,
habría solicitado el cambio de centro al instituto San Valero, donde estudian los amigos de la
infancia del escolar, algo a lo que, de momento, el Servicio Provincial no habría accedido.

Fecha: 17 de Septiembre del 2008


Hora de Publicación: 00:12 horas

El maltrato prenatal
Los especialistas advierten que el maltrato prenatal va en
aumento. Sin embargo, no hay registros a nivel nacional,
sólo datos aislados.
Once Noticias/Proyecto 5

Hace tres meses vive en el vientre de su madre. El útero lo envuelve, la placenta lo nutre, y el
líquido amniótico lo resguarda. Parece estar protegido, pero su madre rechaza el embarazo,
no come, fuma, bebe, hace ejercicio en exceso, no acude al médico e incluso golpea su
abdomen. Aún no nace y ya es víctima de violencia.
“No se piensa, no se considera como una forma de maltrato”, comentó Arturo Loredo
Abdalá, de la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado del INP.
Pero lo es, se denomina maltrato prenatal.
“Acciones u omisiones que se cometen estando el individuo en gestación, que
estarían afectando severamente sus posibilidades de desarrollo, tanto físico como en un
momento emocional, dijo Cecilia Quero Vázquez, de la Asociación Mexicana de Alternativas
en Psicología.
La agresión puede provenir de algún conocido, incluso el médico o la pareja de la
mujer embarazada. Sin embargo, de acuerdo con registros, es principalmente la futura madre
quien, por ignorancia o de manera voluntaria, le hace daño.
“Yo seguía fumando demasiado, bebiendo en exceso, mi parto fue prematuro, a los
siete meses nació mi hija con un peso de mil 700 gramos o sea, baja de peso, con una
deficiencia respiratoria y un problema cardiovascular. Mi beba nació, la vi nacer, duró 24
horas, nació a las 10 de la mañana y murió a las 10 de la mañana del siguiente día”, expresó
una mujer.
Al nacer, esa bebé presentó indicadores físicos de maltrato prenatal.
“El nacer con un peso y una talla inferior a la esperada trae como consecuencia
ciertos riesgos: inmadurez pulmonar, inmadurez hepática, inmadurez neurológica”, expresó
Arturo Loredo Abdalá, de la Clínica de Atención Integral al Niño Maltratado del INP.
Pero dentro del útero, también hay señales que pueden hacerse evidentes a través de
pruebas de bienestar al feto.
“Los datos clínicos son: alteraciones de la frecuencia cardiaca, disminución de los
movimientos fetales o inclusive actividad en el útero fuera del periodo esperado y esto me
dice que algo está pasando en ese entorno, tanto en el bebé como en la madre”, manifestó
Luisa Sánchez García, de la División de Pediatría del Centro Médico Nacional “La Raza”.
Golpes en el vientre materno pueden provocar una lesión fetal directa, el
desprendimiento de la placenta hasta la muerte del bebé.
“Al momento de nacer, lo hacen con bajos volúmenes de sangre, en estados que
nosotros calificamos como choque, es un choque de bajo volumen que obliga a tomar todas
las medidas de reanimación inmediata para poder sacarlos adelante”, indicó Leonardo Cruz,
de Cuidados Intensivos Neonatales del Centro Médico Nacional "La Raza".
Los especialistas advierten que el maltrato prenatal va en aumento. Sin embargo, no
hay registros a nivel nacional, sólo datos aislados. Un estudio realizado en el Hospital Infantil
de Sonora, en el periodo 2002-2007, reveló que 162 de 505 recién nacidos tuvieron
diagnóstico de abuso fetal.
En Guadalajara, Jalisco, en el hospital civil "Juan I. Menchaca" 60% de las madres
adolescentes que fueron atendidas ejercieron maltrato prenatal. No hay una causa única, pero
los investigadores tratan de explicar el origen.
“Si no se cuenta con el apoyo de la pareja, también se piensa todavía más en el
aborto en el sentido como un maltrato prenatal. Hay un desquiciamiento o hay una agresión
contra el hijo, porque nació y no es lo que esperaba o no nació en el momento que ella
esperaba”, declaró Jorge Pérez Espinosa, del Centro de Atención Psicoterapeútico Para
Mamás que Maltratan a sus Hijos.
Precisan que el bebé puede convertirse en un instrumento para alcanzar algún fin y, al
no lograrlo, se busca hacerle daño.
“En ese instante yo nunca pensaba en el bebé, siempre pensaba en que mi pareja y
yo estuviéramos juntos, simple y sencillamente, nada más, nunca pensé en el bebé, nunca”,
agregó un mujer.
Además de la violencia física, el maltrato prenatal se manifiesta a través de insultos.
“Sí, está demostrado que los productos, los fetos en este caso, son capaces de tener
memoria sensorial. ¿Qué sucede cuando la madre trata de una forma violenta a su hijo?
Tendrá la misma respuesta. Habrá una respuesta igual con angustia, un llanto desesperado,
una voz de una madre que no calma, que al contrario angustia y agrava más la respuesta del
bebé”, aseveró Quero Vázquez.
Sin embargo, alertan, el problema podría ser aún más serio. La violencia podría
agravarse con el nacimiento.
“Soy una madre que le pega mucho a mi bebé, yo le empecé a pegar a los dos años,
le pegaba con lo que tuviera en la mano, palos, lazos, cables, zapatos”, concluyó una mujer.
Prevenir el maltrato fetal, y evitarlo cuando ya existe, es posible. Un correcto control
prenatal y ayuda psicológica pueden llevar a la madre a aceptar el embarazo.

Advierten maltrato infantil por Síndrome de


Munchausen
Notimex – vie, 22 abr 2011

México, 22 Abr (Notimex).- La Secretaría de Salud destacó que una de las formas poco
conocidas de maltrato infantil, es el llamado Síndrome de Munchausen, donde por problemas
psiquiátricos las madres medican a sus hijos para provocar síntomas de enfermedades que
los ponen en riesgo, para que sean hospitalizados.

El coordinador de la Clínica de Atención Integran al Niño Maltratado, del Instituto Nacional de


Pediatría (INP), Arturo Loredo Abdala, dijo que ese síndrome es poco conocido entre la
comunidad médica, así que por lo general no se diagnostica de forma oportuna.

Recordó que en los últimos cuatro años se han identificado 18 casos, los cuales han sido
estudiados y sus resultados serán publicados próximamente, de acuerdo con un comunicado
de la Secretaría de Salud.

La dependencia refirió que esa alteración mental la sufren madres jóvenes de entre 25 y 30
años, quienes inducen síntomas físicos a sus hijos como vómito, diarrea, elevar la temperatura
corporal o disminuir los niveles de azúcar en sangre, entre otros, para que el menor requiera
hospitalización y estudios.
Este síndrome se presenta en madres jóvenes con una personalidad especial, son personas
inteligentes con conocimiento de términos médicos y síntomas de enfermedades, amables y
atentas en el cuidado del pequeño durante su estancia en el hospital, que hace difícil
sospechar que ellas causen la enfermedad al niño", planteó.

Estas madres agreden a sus hijos provocándoles alteraciones orgánicas por el suministro de
medicamentos que los llevan a hospitalización y una vez internados informan al médico sobre
los síntomas que ha presentado su hijo, ya que llevan una bitácora detallada de la
enfermedad, todo con el único fin de llamar la atención.

Los médicos realizan estudios al pequeño para hacer el diagnóstico, y al no hallar nada
anormal son dados de alta, sin embargo, los niños vuelven a ingresar por los mismos síntomas
o por otros e incluso alteran análisis clínicos, contaminando a propósito las muestras.

"Tuvimos un caso de un niño que llegaba al hospital con una crisis de hipoglucemia -baja de
azúcar en sangre-, la cual era provoca por la madre porque le inyectaba insulina", refirió.

Ante ese tipo de situaciones, planteó, los médicos pueden sospechar que se trata del
Síndrome de Munchausen y sugerir a la madre de familia que acuda a la Clínica del Niño
Maltratado, en donde un grupo de especialistas analiza el caso y se brinda orientación.

EXPLOTACIÓN INFANTIL
NIÑOS AFRICANOS SON COMPRADOS PARA CONVERTIRLOS EN JINETES DE CARRERAS DE
CAMELLOS

Los Emiratos Árabes esclavizaban niños traídos de países pobres de África y Asia para convertirlos en
jinetes de carreras de camellos. UNICEF logró frenar esta crueldad y comenzó a repatriar a los chicos
que quedaron vivos. Ana Alfageme relató para El País la vida de tres hermanos convertidos en niños
jinetes.
Los niños siempre se plantan delante al ver una cámara de fotos. Los ojos muy abiertos, la
sonrisa blanca, llena de dientes. Ocurre en cualquier rincón de Mauritania. Luego estallan en
una carcajada al reconocerse en la pantalla de cristal líquido.
Los dos hermanos Doua, no. Nunca sonríen. Posan dócilmente, en la oscuridad enmarcada
por las paredes mugrientas de su casa, en la que reina un silencio extraño. O en el ínfimo
patio donde vive una cabra flaca que no conoce más horizonte que este mísero suburbio
de Nuakchot. Sujetan el retrato de un crío ataviado con una túnica.
Es su hermano pequeño. Los tres viajaron a los Emiratos Árabes —Unidos —primero el mayor,
luego los dos pequeños— acompañados por el hombre que ofreció una salida a las
estrecheces de una familia con diez hijos. Iban a pastorear camellos. “Algo natural en
Mauritania, con una gran tradición de convivencia con estos animales”, explica Mohamed Le-
mine, el responsable de protección de la delegación mauritana de Unícef, la agencia de las
Naciones Uní-das que vela por los niños. “Pero no fue así. Ocurrió algo muy distinto.”
Mohamed, el padre, un ex profesor sin empleo fijo y muchas bocas que alimentar, recibiría el
equivalente a 100 euros mensuales. Viste una túnica sucia y se queja. Mucho. “Somos pobres
y nos ofrecieron un dinero mensual. Nos garantizaron que los chicos tendrían comida y
educación.”
La realidad es que estos dos niños descalzos, desnudos de cualquier rastro de júbilo,
pasaron sus primeros años de vida a lomos de un camello. Atados con correas o convelcro a
las sillas sobre animales que corren a 50 kilómetros por hora. Las carreras de camellos eran
ya, hace una década, un próspero negocio en los prósperos Emiratos Árabes Unidos. Cuanto
más ligero sea el jinete y más suave el castigo, más corre el animal. Es decir, que un crío que
grite y le sacuda con una fusta era el jockey ideal. Un cuerpecito de 20 kilos sobre un animal
de 400.
Los tres hermanos Doua formaron parte de un pequeño ejército de 3.000 niños jinetes,
siempre de familias paupérrimas, que viajaron desde Bangladesh, Sudán, Pakistán y
Mauritania, según estimaciones de UNICEF. Acompañados por supuestos tíos que, en
realidad, hurtaban parte del dinero que debía recibir la familia.
Algunas familias, animadas por Motley Rice, una de las firmas de abogados más potentes de
Estados Unidos, han demandado ante un tribunal de Florida al emir de Dubai, el
jeque Mohamad ben Rached Al Maktum, y a varios familiares, que poseen propiedades en
ese Estado y en Kentucky. Pero el tribunal finalmente se declaró incompetente.
Los hermanos Doua no hablan nunca de aquello, dice el padre. De levantarse antes de salir el
sol y, sin comer apenas (no podían sobrepasar los 22 kilos, en ese momento eran jubilados),
subirse al enorme rumiante durante horas. Sin colegio. Por lo tanto, prácticamente todos los
niños, según Unicef, olvidaban su lengua materna y aprendían urdu, el dialecto de los
cuidadores de camellos.
Quizá compitieron en la misma carrera que Saleem, un paquistaní que se ha quedado rengo
para siempre. O deYacoub, un mauritano de 11 años con la cabeza llena de cicatrices que ha
perdido casi la visión y que sólo conoce el colegio desde hace dos, cuando fue repatriado por
UNICEF. Tampoco se sabe si vieron cómo su hermano pequeño cayó y fue pateado por los
otros camellos.
CARTA DEL EMIR A BUSH: La demanda judicial formulada en Florida constituye “una
interferencia notable en nuestras relaciones bilaterales y podría complicarlas”. El jeque
Mohamad, emir de Dubai, uno de los siete países que componen la federación de los
Emiratos Árabes Unidos, ha enviado una carta aL presidente norteamericano George W. Bush
para pedirle que interceda en su favor. Le recuerda además que su país es “un socio clave
en la guerra mundial contra el terrorismo “Nuestra alianza y nuestra amistad están basadas en
una confianza y respeto mutuos”, recaiga.
El Departamento de Estado norteamericano no se ha pronunciado sobre e[ fondo de [a
cuestión, pero ha pedido al tribunal que aplace una decisión sobre la admisión a trámite de La
denuncia hasta dentro de dos meses. La denuncia ha sido formulada en virtud de la Ley de
Agravios a extranjeros, de 1789, que permite a los tribunales federales escuchar demandas
de ciudadanos no estadounidenses que se consideran perjudicados por una violación
del derecho internacional[ o de un tratado suscripto por Estados Unidos.
Finalmente la juez Cecilia Altonaga, de[ tribunal federal de Miami, ha anulado el proceso
al considerar que los demandados no tienen suficientes vínculos con Florida como para
justificar la presentación.
Mohamend esta muy enfadado nos contaron que Alí murió, pero no hemos recuperado el
cuerpo. Nos prometieron una indemnización, pero no ha sido suficiente.» Los niños sin sonrisa
regresaron, después de que UNICEF firmara un acuerdo con los Emiratos, que pagarían ocho
millones de euros para repatriar a los pequeños. Ocurrió hace dos años, cuando los jeques
prohibieron correr a los menores de 18 años y sustituyeron a los niños jinetes por robots con
altavoces y fusta.
En ese momento se inició un proceso durísimo: localizar a los chicos. Habían entrado con
nombres falsos, explica Lemine. Los Emiratos anunciaron a todo el país que los niños jinetes
debían ingresar en albergues, para identificarlos y repatriarlos.
Los dos hermanos fueron llevados a un colegio habilitado como asilo en Abu Dabi. Por allí
llegaron a pasar más de L000 niños. Los responsables del centro acogieron una avalancha
desoladora. Un informe de UNICEF señala que muchos niños, la inmensa mayoría menores de
10 años, sufrían tuberculosis, hepatitis B y C, sarna y otras enfermedades de la piel. “Estaban
desnutridos y más de un 60 por ciento tenía una estatura más baja de la que correspondía a
su edad.» Los niños sólo podían dormir en el suelo, iban descalzos, no sabían cómo lavarse o
usar el inodoro. ‘Algunos habían sufrido maltrato y abusos sexuales, a cargo de sus
compañeros. Su agresividad, depresión e hiperactividad reflejaban el trauma que habían
vivido», reza el informe.
Un día, los dos chicos recuperaron su nombre, como otros 30 mauritanos. Volvieron a casa. El
más pequeño no quería subir al avión. No sin su hermano. El niño jinete que nunca regresó.
Fuente Consultada: Revista Veintitrés Ana Alfageme Para El País

You might also like