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Los chinos empiezan a abrir los primeros autoservicios en Buenos Aires a principios
de los 90, cuando los inmigrantes chinos se radicaban uno o dos años paso previo
para irse a Estados Unidos o Canadá. La diferencia de los inmigrantes chinos con los
de otros países es que llegan al país con un capital inicial. Los comerciantes chinos
llevan desembolsados en el país más de 1000 millones solo en la puesta en marcha
de sus comercios minoristas. Cuentan con 3100 autoservicios en Capital y el Gran
Buenos Aires y 3700 en el interior al año 2009
El modelo comercial de los chinos esta pensado para consumidores de bajos recursos
que generalmente hacen compras diarias en efectivo y por montos muy bajos. Los
clientes van a mirar las novedades al hiper, pero terminan comprando en el negocio de
cercanía. Una de las claves que explica el éxito de los autoservicios orientales entre
los sectores más humildes de la población es que se dieron cuenta mucho antes que
sus competidores que es falsa la premisa de que los pobres carecen de conciencia de
marca.
Las características que permitieron a los autoservicios chinos avanzar por sobre sus
competidores son:
Existe una segunda ola de inmigrantes chinos, los hijos de los chinos
nacidos en Argentina o que llegaron desde muy pequeños que se están
dedicando a producir y distribuir alimentos, se convierten en los propios
proveedores de los negocios de su colectividad. Los argenchinos tienen un
manejo más fluido del español, a diferencia de sus padres, y tienen la
ventaja de conocer a sus clientes. Los chinos que se quedaron en china
confían más en ellos que la hora de hacer tratos con extranjeros. Exportan
a China todo tipo de commodities, desde soja hasta leche en polvo,
pasando por mariscos, miel, tabaco y frutas e importan juguetes y artículos
de bazar. El conocimiento del español también les abrió las puertas a la
hora de hacer negocios con otros mercados de América Latina y España.
Los chinos empezaron abrir los primeros autoservicios en buenos aires en la década
de los noventa atraídos por el uno a uno en el gobierno de Menem, al no haber
negocios que abrieran ni sábados ni domingos fue un punto a favor para estos nuevos
comerciantes y un enojo para los competidores que tuvieron que adaptarse a su ritmo
der trabajo.
La inversión para abrir un autoservicio ronda los 250 mil pesos con lo que se estima
que los comerciantes chinos llevan desembolsados en el país más de mil millones de
pesos solo en la puesta en marcha de sus comercios minoristas.
Las gran mayoría de los locales pertenece a miembros de una familia que se manejan
con el sistema de puntos, es decir que una persona puede ser accionista de distintos
autoservicios asociado en un caso con hermanos y en otro con algún primo.
Para identificar quienes son los dueños de un determinado autoservicio pintan las
rejas de sus supermercados de amarillo o celeste.
Los industriales y los mayoristas opinan que son negociadores duros pero que lo
bueno que tiene es que trabajan con efectivo y en el caso que financien una compra
son muy puntuales a la hora de pagar. También lo que hacen es buscar alguna
empresa que se encuentra con dificultades financieras para hacerle una oferta de
compra a un precio muy bajo con el atractivo del efectivo.
Los argenchinos comenzaron a avanzar con sus autoservicios en los barrios mas
pobres de la capital federal y el gran buenos aires. La primera ventaja de estas zonas
fue que existía una importante demanda de necesidades no satisfechas por parte de
las cadenas de supermercados. En estas zonas había pequeños comercios pero se
abusaban con los precios aprovechando que no tenían competencia. La segunda
ventaja es que en estas zonas todas la compras la hacen en efectivo y por lo general
hacen compras diarias y por montos bajos. El elemento clave es el precio y la cercanía
ya que lo escaso no es el tiempo sino el dinero. El dicho de que “los pobres carecen
de marca” es falsa las personas de bajos recursos son conscientes de marcas y del
valor de sus productos.
Los chinos demostraron su capacidad para adaptarse a los cambios y hacer propias
las nuevas tendencias comerciales que son aplicadas por las grandes cadenas
multinacionales. Teniendo gran adaptación en diferentes zonas del gran buenos aires
y la capital federal.
Ahora avanzan con un nuevo formato de mini autoservicios que ya lo utilizan en otros
países como Perú y Panamá con pequeños locales de menos de 150 metros
cuadrados. Estos trabajan sin stock ya que no tienen área de depósitos. En buenos
aires subalquilaban las partes de carnicería y frutería pero a medida que iban subiendo
los alquileres concentraron toda la venta en sus manos; en el caso de los depósitos la
solución fue establecer alianzas comerciales entre varios autoservicios con el objetivo
de compartir los centros de distribución. Este modelo le permite reducir su esquema de
costos operativos en el cual su principal gasto sea el alquiler.