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El desplazamiento en Colombia es un problema de todos.

Surge a raíz de las guerras


internas que tiene el país aunque esto ocurre constantemente hacemos caso omiso y
pareciere que no nos importara la integridad y bienestar de estas personas.

El desplazamiento ha llevado a la sobrepoblación de las grandes ciudades generando


indigencia, inseguridad y muerte de estas, ya que ellos llegan a las ciudades solamente
con lo que llevan puesto y sin nada pasa subsistir, pero al contrario llegan con sus
hijos que la mayoría de veces son muy pequeños y sin otra alternativa les toca recurrir
a la delincuencia e indigencia para no dejarlos morir.

El desplazamiento también hace parte de la El desplazamiento


forzado en Colombia:
El conflicto armado que vive Colombia hace que los grupos al margen de la
ley obliguen a los campesinos a retirarse de sus hogares para así obtener algunos
territorios y lugares en los cuales establecerse y comenzar a operar.
Además, nos encontramos con una seguridad muy pobre para evitar
el desplazamiento en Colombia, ya que las principales metas del gobierno con su

famosa seguridad
democráticaconsiste principalmente en provocar la muerte de la mayor cantidad de
personas relacionadas con los grupos al margen de la ley y no en evitar el
desplazamiento forzado en Colombia.

Algunas causas del desplazamiento en Colombia:


○ El narcotráfico:
El principal sustento para mantener la guerra por parte de los grupos al margen de
la ley consiste en producir este tipo de sustancias, por lo cual necesitan tierras para
cultivar este tipo de plantas, obligando a los campesinos a dejarlo todo.
○ Los falsos positivos:
Desafortunadamente ni el propio gobierno se salva de no ser un victimario entre
lascausas del desplazamiento en Colombia, ya que ciertas ocasiones los
campesinos se sienten tan presionados por los falsos positivos que se ven
obligados a dejarlo todo para evitar caer en este crimen tan atroz.

○ El reclutamiento forzado:
Los grupos al margen de la ley siempre necesitan continuar con el reclutamiento de
personas para mantenerse durante la guerra, por lo cual usan niños y jóvenes
campesinos que son adentrados forzosamente para luchar en contra del ejército
nacional.

○ El conflicto armado:
Otro de los problemas que aquejan a los campesinos, tienen que ver con la gran
cantidad de enfrentamientos entre el ejército y los grupos al margen de la ley,
donde se lanzan algunas balas perdidas que podrían llegar a afectar a una
persona inocente.

Estás son unas de las tantas razones por las cuales los campesinos y algunas personas
deben volverse desplazados en Colombia.

El desplazamiento en la historia de Colombia:


Recordemos que durante el año 2008, según un estudio de la propia ONU, Colombia se
posiciona a en el primer puesto de los países con mayor cantidad de personas
desplazadas, superando a territorios como el de Irak.

Por otro lado, durante los últimos 10 años, este mal se ha ido intensificando debido a la
aparición de grupos paramilitares e incluso por la propia acción de algunos miembros
del ejército con los ya mencionados falsos positivos.

Un poco de análisis para cada ciudadano en Colombia:


Además, se debe añadir, que durante los últimos años esta problemática se ha ido
aumentando, no como nos hacen creer los medios de comunicación colombianos,
ya que los mismos estudios de la ONU confirman que Colombia tiene una muy grave
crisis en cuanto al desplazamiento forzado.
La desinformación también hace que este crimen de guerra y hasta de estado siga
aumentando, no podemos dejarnos engañar y creer que con enviar una gran
cantidad de dinero para matar gente de las FARC vamos a tener un mejor
país, para mejorar este estado se necesita trabajo, estudio, apoyo social, cultura,
medios de comunicación correctos y honrados, ideas y finalmente la más importante,
la participación ciudadana.

¿Tu qué opina sobre el desplazamiento forzado en Colombia?, ¿en verdad los
medios de comunicación influyen mucho las estadísticas obtenidas por la uno
en cuanto al desplazamiento en Colombia?, ¿te parece más importante matar
guerrilleros que ayudar a los desplazados?.

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Etiquetas: Colombia, conflicto, desplazamiento, Featured, narcotrafico, victimas, vivienda

4 Comentarios en “El desplazamiento en colombia”

1.
1 sara said at 18:28 on febrero 10th, 2011:

muy bueno y claro este tema me ayudo mucho en una tarea.

2.

2 Andrea said at 0:00 on febrero 15th, 2011:

GRACIAS enormes también me ayudòmuchìsimo en mi tarea, ademàs que buena


calidad de trabajo

3.

3 Andrea said at 0:26 on febrero 15th, 2011:

Opino lo mismo porque la gente cree que todo se solucionarà con mas muertes.

4.
4 imperialismo said at 0:47 on febrero 15th, 2011:

@Andrea: Si lo que pasa es que el tema de la seguridad se ha tratado tanto en el


gobierno pasado que las personas de nuestro país no han analizado otro tipo de
cuestiones importantes como es el desplazamiento en Colombia.

Gracias por apoyarnos, además de tus comentarios, espero sigas participando por
aquí!!

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• EL DESPLAZAMIENTO FORZADO Y LA OFERTA ESTATAL PARA LA


ATENCIÓN DE LA POBLACIÓN DESPLAZADA POR LA VIOLENCIA EN
COLOMBIA
Esperanza Hernández Delgado

• Podría decirse que el desplazamiento forzado o las migraciones involuntarias son tan antiguas
como la guerra, o el ser humano; que lo que marca la distinción entre los persistentes
desplazamientos humanos en los diferentes momentos históricos, son las causas y actores
que los generan, su relevancia en términos de población afectada y sus consecuencias tanto
en zonas expulsoras como receptoras.
El desplazamiento humano dentro y fuera de las fronteras de los diferentes estados, se ha
incrementado en el mundo en las últimas décadas, evidenciándose desde la perspectiva
humanitaria como una de las más dolorosas consecuencias de la guerra, los conflictos
internos y la pobreza.
La Organización de la Naciones Unidas (ONU) ha estimado recientemente que el número de
"desplazados internos" asciende a 30.000.000, de los cuales aproximadamente 16.000.000
corresponden a Africa, 7.000.000 a Asia; 4.000.000 a Europa, y 3.000.000 a América .
• De igual forma el Alto Comisionado de Naciones Unidas Para los Refugiados
(ACNUR ) ha reportado un incremento considerable de personas bajo su responsabilidad,
toda vez que mientras en 1.991 se reportaron 17.000.000, en 1.995 se han registrado
27.000.000 .
Dentro de las recientes crisis humanitarias generadoras de desplazamientos humanos se
encuentran las que tienen origen en la desintegración de Estados, conflictos internos de
identidad caracterizados por hostilidades étnicas y tribales, las guerras civiles y la violencia
política.
Son manifestaciones de estas crisis humanitarias, el caso de la antigua Yugoslavia, donde
bajo el concepto de "limpieza étnica", se han desplazado aproximadamente 3.000.000 de
personas; la antigua Unión Soviética en las repúblicas caucasianas de Armenia, Azeerbayán y
Georgia, en las que debido a la caída del sistema comunista y la subsiguiente lucha por el
poder y el territorio entre líderes y comunidades se ha generado el desplazamiento de
aproximadamente 2.000.000 de personas; en Africa, los casos de Somalia en donde como
consecuencia del conflicto interno de clanes se desplazaron 500.000 personas, Liberia en
donde la guerra civil generó el desplazamiento de 2.300.000 personas, y Ruanda donde el
conflicto interno de clanes generó el desplazamiento de 2.000.000 de personas; en Asia, el
caso de Miranmar donde las violaciones de derechos humanos supuestamente por las
fuerzas armadas provocaron el desplazamiento de 270.000 Musulmanes, y el caso de Bután
en donde el conflicto interno desplazó a 100.000 personas, entre otros .
A pesar del legado de dolor dejado por la guerra a lo largo de la historia de la humanidad y de
las conquistas alcanzadas como iniciativas para reglamentar sus límites y proteger los
derechos humanos, cada vez es más frecuente la huella de la confrontación armada en los
conflictos internos, étnicos y en la reiterada violación de los Derechos Humanos. Huella que
se evidencia en el incremento y generalización de los desplazamientos humanos de unas
víctimas de guerra que por residir en medio familiar y social para preservar el único patrimonio
que les queda: la vida.

CONCEPTUALIZACIÓN DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO
• Para conceptualizar el desplazamiento forzado es necesario partir del reconocimiento de que
no existe unanimidad en el contexto internacional respecto de una definición de
"desplazamiento interno"; que no se ha conferido a ningún organismo internacional mandato
específico de proteger o asistir a personas que han sido desplazadas dentro de su propio
territorio; y que debe distinguirse entre refugiado y desplazado.Por refugiados se entiende, "
Todos aquellos que, debido a fundados temores de persecución por motivos de raza, religión,
nacionalidad, de pertenencia a un determinado grupo social, o a opiniones políticas,
abandonan su país de origen y no pueden a causa de dichos temores, no desean acogerse a
la protección de ese país" .
Por definición entonces los refugiados son personas que requieren protección, al ser víctimas
de terror político, persecución por motivos de raza, origen étnico, creencias religiosas u
opiniones políticas; o por que su vida, y su libertad están amenazadas como consecuencia de
la guerra, los conflictos armados internos o la violencia social.
Las experiencias en el mundo permiten inferir que es similar la situación que viven los
refugiados y desplazados internos, respecto de los hechos que los generan, y las
consecuencias que producen en quienes viven esta problemática.
En ambos casos el terror político, los conflictos internos étnicos o tribales, la violencia política,
o la socioeconómica pueden ser sus causas generadoras; en los dos eventos quien se
desplaza tiene que abandonar su cultura entendida como la forma de ver la vida y
relacionarse, para poder preservarla. En igual forma los dos fenómenos generan
consecuencias de tipo psicológico, familiar, social y económico, tales como los sentimientos
de temor, desamparo y desconfianza, la descomposición familiar, la ruptura del tejido social y
la pérdida de patrimonio consolidado durante toda la vida, entre otros.
De conformidad con lo anterior, se entiende que la única diferencia entre los dos conceptos la
constituye el traspasar la frontera.
El concepto de desplazamiento forzado está íntimamente relacionado con las normas del
Derecho Internacional Humanitario (DIH), del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos y del Derecho para los Refugiados.
Deben considerarse especialmente en el caso del Derecho Internacional de los Derechos
Humanos, la Carta de las Naciones Unidas (1945), la Declaración Universal de Derechos
Humanos de Naciones Unidas (1948), el Pacto Internacional de Derechos Económicos.
Sociales y culturales (1966), el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966),
Convención Americana sobre Derechos Humanos, "Pacto de San José, Costa Rica" (1969), la
Carta Africana de Derechos Humanos de los pueblos (1981), la Convención contra la tortura y
otros tratos o penas crueles, inhumanos, o degradantes (1984), las Resoluciones de la
Asamblea General y las Comisiones de Derechos Humanos. Respecto del Derecho
Internacional Humanitario, los convenios de Ginebra, sus Protocolos adicionales y las
Resoluciones del Comité Internacional de la Cruz Roja. Con relación al Derecho para los
Refugiados, la Convención sobre Refugiados (1951) y su Protocolo adicional (1967); la
Convención de la Organización para la Unidad Africana (OUA) por la que se regulan aspectos
específicos de los problemas de los refugiados en África (1969); la Declaración de Cartagena
sobre los Refugiados (1984); y la Convención para la Determinación del Estado Responsable
de Examinar las demandas de asilo presentadas en uno de los Estados miembros de la
Comunidad Europea (1990).
Dentro de los esfuerzos por conceptualizar el desplazamiento forzado, se distinguen tres
tendencias: 1. la tendencia causalista de quienes consideran que la definición del
desplazamiento interno debe estar en relación con las causas que lo producen (algunos
señalan su inconveniencia ante un rigorismo jurídico excluyente); 2. la tendencia según la cual
la definición debe ser el producto de las necesidades de la población desplazada; y 3. la
tendencia de quienes consideran que el fenómeno no debe ser definido para evitar
obstaculizar la gestión de entidades y organizaciones con oferta para la población desplazada
.
Aunque no existe consenso entre las organizaciones sobre la conveniencia de definir en un
texto legal el desplazamiento interno; es necesario señalar que la definición más aceptada ha
sido la de la Consulta Permanente sobre Desplazamiento Interno en las Américas (CPDIA),
según la cual, "El desplazamiento es toda persona que se ha visto obligada a migrar dentro
del territorio nacional abandonando su localidad de residencia o sus actividades económicas
habituales, porque su vida, integridad física o libertad han sido vulneradas o se encuentran
amenazadas, debido a la existencia de cualquiera de las situaciones causadas por el hombre:
Conflicto armado interno, disturbios o tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones
masivas a los derechos humanos u otras circunstancias emanadas de las situaciones
anteriores, que pueda alterar o alteren drásticamente el orden público".

DESPLAZAMIENTO FORZADO EN COLOMBIA
• Colombia no ha sido ajena al fenómeno del desplazamiento forzado toda vez que se ha
percibido una relación de causalidad entre periodos de violencia y desplazamientos humanos,
como en el caso del periodo denominado "La violencia" de mediados del presente siglo, en el
cual se reportaron 2´003.600 desplazados como consecuencia esencialmente de la violencia
partidista, y en menor grado de otras violencias como expresión de conflictos por la tenencia
de la tierra, el control de las estructuras del poder local y rivalidades tradicionales entre
poblaciones .
En la historia reciente, se reconoce el desplazamiento forzado como consecuencia en mayor
grado de la violencia política evidente en el conflicto interno armado, el más antiguo del
continente al alcanzar una vigencia de casi 40 años, y en menor grado de la violencia
socioeconómica, el narcotráfico y la violencia por territorios; desplazamiento que en la última
década ha registrado un considerable incremento y generalización en casi la totalidad del
territorio nacional, en la medida en que se ha agudizado el conflicto interno armado.
Bien como expulsores o receptores, en mayor o menor grado, los departamentos de
Antioquia, Atlántico, Arauca, Bolivar, Boyacá, Cauca, Caquetá, Casanare, Cesar, Córdoba
Cundinamarca, Chocó, Guaviare, Huila, Magdalena, Meta, Nariño, Norte de Santander,
Putumayo, Santander, Sucre, Tolima y Valle del Cauca (23 de los 33 departamentos de
Colombia) han presenciado el desplazamiento forzado colectivo manifestado en éxodos
campesinos, migraciones forzadas familiares e individuales.
A su vez, en buena parte de los municipios de estos departamentos, esencialmente en las
capitales de provincia y de departamento, se ha percibido la presencia del desplazamiento
forzado en el incremento de los cinturones de miseria, viviendas nuevas junto a viviendas
antiguas en los tradicionales barrios de invasión y en el incremento de vendedores
ambulantes.
Una visión por regiones registra una presencia del desplazamiento forzado del 27.2% en
Santa fe de Bogotá, del 21.8% en la Costa Atlántica, del 21.7% en Antioquia y Chocó, del
9.5% en el Nororiente (Santander, Norte de Santander, Arauca y Casanare), del 8.5% en el
Suroccidente (Valle, Cauca, Nariño, Huila), del 7.7% en la Región Andina Central (Boyaca,
Tolima, Caldas, Risaralda y Quindío), y del 3.6% en el Sur (Guainía, Meta, Caquetá,
Putumayo) .
En la historia reciente, el desplazamiento forzado es reconocido por el Estado Colombiano
como fenómeno social, a mediados de la década de los 90, como consecuencia de una
multiplicidad de factores entre los cuales se destaca la gestión de organismos internacionales;
la realidad de la manifestación ascendente y generalizada del fenómeno en casi todo el
territorio nacional; las denuncias instauradas ante los organismos de control y las
organizaciones no gubernamentales; los pronunciamientos de ºestas y de la iglesia católica
colombiana sobre la causalidad y consecuencias del fenómeno; y los esfuerzos investigativos
emprendidos por la Conferencia Episcopal.
Con relación al contexto sociopolítico y económico en que emerge el desplazamiento forzado
de la historia reciente, cabría señalar que se caracteriza por el incremento y generalización de
la violencia, especialmente la violencia política; los más altos índices de desempleo que se
hayan registrado en el país y las manifestaciones de una recesión económica especialmente
en el contexto regional. A ello se aúna la consolidación y expansión de grupos de justicia
privada, el alto porcentaje de violaciones a los derechos humanos y la impunidad.
Aunque no siempre Colombia ha sido un país violento, es indiscutible que desde la lucha de la
independencia, la violencia ha estado presente en la historia colombiana, en su desarrollo
Institucional, en su organización socioeconómica y sociopolítica, en toda su geografía, ya sea
a través de la confrontación política armada, grupos de limpieza social, delincuencia
organizada, delincuencia no organizada, narcotráfico, autodefensas y enfrentamientos por
territorios.
Se considera que el desplazamiento forzado de la historia reciente es producto de la violencia,
especialmente de la violencia política entendida como, "..lucha por el poder, hay violencia
tanto en los que imponen la dominación como en quienes la desafían. Esta forma de violencia
materializa una tradición de luchas tanto para alcanzar la plena participación social y política,
como para ejercer sobre el pueblo un dominio excluyente" .
También es generado en menor grado por la violencia socioeconómica entendida como "...
Aquella que es producto de las desigualdades sociales, muchas veces en situaciones de
pobreza absoluta, que se expresa en formas extremas de resolver conflictos que en otras
circunstancias tomarían vías bien diferentes" ; y de la violencia del narcotráfico.
Durante la década de los 90, se percibe un incremento en la espiral de la violencia,
especialmente la política generada por factores como el incremento de zonas de influencia
territorial alcanzado por los actores del conflicto; la acción de estos dirigida hacia la sociedad
civil, a la que utilizan como táctica de guerra; el incremento de secuestros (la Fundación País
Libre reporta un incremento del 35% en 1996 respecto del año anterior con 1.400
secuestrados) ; y la impunidad (Según datos citados por la Defensoría del Pueblo, en 1989
únicamente el 20% de los delitos cometidos en Colombia llegaba al conocimiento de las
autoridades, de los hechos denunciados solo un 4% daba lugar a sentencia, y el número de
procesos sin concluir crece cada año, registrándose en 1993, 1.813.400 procesos sin definir) .
Respecto de la magnitud del fenómeno, debe tenerse en cuenta, que pese al esfuerzo
investigativo comprometido especialmente por la iglesia católica y algunas organizaciones no
gubernamentales; hasta la fecha no puede hablarse en el país de un censo de población
desplazada, en razón a que no se han unificado criterios técnicos y estadísticos para
elaborarlo, y que las características mismas del fenómeno y su realidad regional llevan a que
los desplazados buscando la seguridad que les puede brindar el anonimato, oculten su
condición.
Debe agregarse a la dificultad para determinar la magnitud del desplazamiento, el hecho de
que los registros de población atendida o beneficiarios de algún tipo de oferta elaborados por
las distintas entidades y organizaciones, pueden contener la misma población, debido a que
los desplazados acuden a diferentes entidades en procura de atención, por lo cual estos datos
deben considerarse con precaución.
Pueden considerarse como indicadores de aproximación a la magnitud del desplazamiento
forzado en Colombia, los estimativos que arrojan las investigaciones sociales, registros de
entidades gubernamentales, de organizaciones no gubernamentales, y organizaciones
internacionales sobre población desplazada atendida.
No obstante lo anterior, constituyó un importante aporte a la aproximación de la magnitud del
fenómeno, los datos reportados en la investigación realizada por la Conferencia Episcopal,
según la cual se estimaba en 600.000 la población desplazada durante los últimos 10 años .
También deben considerarse los esfuerzos investigativos, realizados por la Consultoría para
los Derechos Humanos y el Desplazamiento (CODHES), la cual actualizando el estimativo
reportado por la investigación mencionada anteriormente, reportó 89.000 desplazados durante
1995, 181.000 durante 1996 y 260.000 durante 1997, lo cual arroja un total de 1.130.000
desplazados en Colombia.
Con relación a las causas de los desplazamientos humanos, se señalan las guerras,
violaciones de derechos humanos, catástrofes naturales, degradación del medio ambiente,
pobreza, el desempleo, y los conflictos armados, constituyendo estos últimos su causa más
generalizada, tal como lo demuestran los desplazamientos generados en las crisis
humanitarias recientes.
En Colombia, investigaciones sociales recientes, denuncias instauradas ante los organismos
de control, registros de las agencias de cooperación internacional, las organizaciones no
gubernamentales y la iglesia, señalan como principal causa de desplazamiento forzado el
conflicto interno armado seguida por otras causas como los conflictos por la tenencia de
tierras y el narcotráfico.
En la década del 60 la violencia política partidista es superada por una violencia política que
enfrenta, por el poder y la sustitución del sistema político, a los grupos insurgentes contra el
estado.
El contexto en el que surgen las guerrillas en Colombia se caracteriza en el ámbito
internacional por el orden bipolar de la guerra fría y el triunfo de la revolución Cubana; y en el
ámbito nacional, por la experiencia reciente de las guerrillas liberales y las guerrillas
comunistas como focos armados de respuesta defensiva y un estado débil en la conducción y
la resolución de sus conflictos.
Es necesario tener en cuenta como lo sugieren algunos analistas , que el conflicto interno
armado de ayer con actores y escenarios específicos, no es el mismo de hoy; lo cual se
evidencia en la proyección de su acción, zonas de influencia, y actores.
Desde principios de década de los 80 y bajo la influencia de la revolución nicaragüense, la
acción de la guerrilla deja de proyectarse hacia sectores rurales y aislados desde su inicial
estrategia de "foco guerrillero", para dirigirse hacia las organizaciones sociales y los poderes
locales y regionales; no solo desarrolla su rol de actor militar, sino que proyecta su condición
de actor político llegando a la opinión pública . Además, a lo largo de su evolución ha logrado
una consolidación y expansión, la cual se refleja en el considerable incremento de sus zonas
de influencia, "...al comparar la presencia de las organizaciones armadas en 1985 con la más
reciente, se descubre que (173) municipios registraban en el pasado presencia guerrillera,
mientras que en 1995 esta llega a (622)" .
Debe también tenerse en cuenta, que el conflicto contemporáneo no solo enfrenta a la
guerrilla y al Estado, sino a un nuevo actor, representado por las autodefensas, las cuales se
han expandido logrando tener presencia en aproximadamente 200 municipios del país .
A los actores del conflicto, las investigaciones sociales, las organizaciones no
gubernamentales, las agencias de cooperación y los organismos de control del estado les
atribuyen una inmensa responsabilidad frente al desplazamiento forzado, por cuanto el
desconocimiento de las normas del Derecho Internacional Humanitario, reflejado en
asesinatos selectivos, masacres, desapariciones forzadas, torturas, toma de rehenes con
fines económicos o políticos, uso del terror como estrategia de guerra, operativos en zonas
habitadas por la población civil (como las minas antipersonales), el reclutamiento de menores
y la coerción ejercida sobre la población civil entre otros, han generado migraciones forzadas
de importantes sectores poblacionales en el país.
Respecto de las formas de desplazamiento, es preciso señalar que están vinculadas a las
causas que los generan. En Colombia el fenómeno se manifiesta como desplazamientos
colectivos, desplazamientos familiares y desplazamientos individuales.
Los desplazamientos masivos pueden ser el producto de la provocación directa de los actores
del conflicto mediante el terror o la coacción; o del efecto de ausencia de garantías ante el
enfrentamiento de los actores. Se caracterizan por presentar un grado de organización entre
la población afectada y tener un mayor impacto frente a la capacidad de respuesta de los
organismos gubernamentales.
Los desplazamientos familiares, son generalmente el producto del temor generado por
amenazas o actos violentos ejecutados contra algunos miembros de la familia o sus vecinos.
A su vez, los desplazamientos, individuales, son generados por las mismas causas que los
familiares, se denominan "gota a gota" y generalmente no se registran, ni generan impacto en
la capacidad de respuesta de los organismos gubernamentales, en razón a que el temor y la
necesidad de anonimato los lleva a ocultar su condición.
Los desplazamientos también pueden ser temporales cuando la población puede regresar a
su lugar de origen, definitivos cuando ante la imposibilidad del retorno deben reubicarce en
otro lugar; o intermitente, cuando se someten a continuos desplazamientos.
Con relación a los sectores poblacionales afectados, según las investigaciones recientes , se
ha registrado que las mujeres, los menores y los ancianos son los sectores más afectados por
el desplazamiento forzado.
Según la investigación de la Conferencia Episcopal, el 58% (341.104) de los desplazados en
Colombia eran mujeres; el 71% (282.000) menores de 25 años; y el 4.6% (16.967) eran
personas de la tercera edad.
• CONSECUENCIAS DEL DESPLAZAMIENTO FORZADO
• El desplazamiento forzado ha generado unas consecuencias depredadoras, algunas veces
irreversibles en la población civil, y el desarrollo socio-político y socio- económico de las
zonas receptoras y expulsoras.
A nivel individual, " se manifiestan a nivel de las diferentes áreas de la vida de los individuos,
es decir, su psiquis, sus relaciones con los demás y su participación comunitaria" . Genera
sentimientos de vulnerabilidad, impotencia, desconfianza, culpa, vergüenza, resentimiento,
pérdida de la identidad personal y del sentimiento de pertenencia, aislamiento y falta de
confianza en sí mismo para recuperar su proyecto de vida, negación de los derechos
fundamentales económicos y sociales (los de trabajo, libertad, salud, educación y vivienda),
discriminación y estigmatización, miseria y pauperización.
A nivel psíquico produce temores, angustias e incertidumbre (los cuales se manifiestan con
antelación al desplazamiento), imposibilidad de elaborar los duelos durante el desplazamiento
en razón a que dirige todas sus energías hacia la búsqueda de su supervivencia; e
imposibilidad de satisfacer su necesidad de indemnización social lo cual le genera un
sentimiento de venganza .
Con relación a las consecuencias en las familias, se reflejan en las dificultades afectivas que
genera la disgregación familiar, el cambio de los roles tradicionales de pareja y de los demás
miembros de la familia para asumir su lucha por la supervivencia, el traslado del conflicto
social al ámbito familiar, y la ruptura de la comunicación .
Con relación a las consecuencias del desplazamiento sobre los menores, debe tenerse
presente, que según la investigación de la Conferencia Episcopal , 282.000 desplazados eran
menores de 19 años; y según la investigación desarrollada por la Arquidiócesis de Bogotá y
CODHES el 85% de los menores desplazados no reciben servicio educativo, el 95% no recibe
asistencia psicosocial. El 100% no recibe asistencia nutricional, el 1.5% son huérfanos, y el
80% sufren de disfunciones psicoafectivas (pesadillas, miedo, angustia, vómito entre otras).
Respecto de las consecuencias socioeconómicas, ellas se perciben tanto en las zonas de
origen, como en las receptoras, y en las relaciones campo-ciudad. Dentro de ellas pueden
señalarse, ruptura del tejido social, empobrecimiento del liderazgo local (producto de los
desplazamientos selectivos de sectores de la sociedad como docentes, líderes sociales y
funcionarios públicos), estímulo de procesos de colonización y configuración de nuevos
espacios territoriales, procesos de reordenamiento urbano, urbanización de la violencia,
marginalidad, empobrecimiento de nuevos sectores de población, descomposición violenta de
las economías campesinas, obstrucción y pérdida de inversiones y programas adelantados
por la administración pública, concentración de tierras en las zonas de expulsión, y
crecimiento del sector informal de la economía.
• OFERTA ESTATAL PARA LA ATENCIÓN DE LA POBLACIÓN DESPLAZADA POR LA
VIOLENCIA EN COLOMBIA
• Se entiende por Estado, "la organización territorial, única y soberana del poder político,
institucionalizada a través de su ordenamiento jurídico y materializada en las ramas del poder
público" , y por oferta estatal, " las políticas públicas que identifican las iniciativas, capacidad
de respuesta y propuesta del gobierno" .
A pesar de que el desplazamiento forzado se manifiesta en la historia reciente de Colombia
desde mediados de la década de los 80, solo hasta 1995, el Estado Colombiano reconoce en
forma expresa el fenómeno y diseña unas políticas para la prevención del desplazamiento y la
atención de la población desplazada, aunque dichas políticas solo comienzan a estructurarse
en un proceso paulatino desde 1997.
Dado que el Estado Colombiano no estaba preparado para asumir la problemática del
desplazamiento forzado, sino que situaciones de hecho, como la agudización del conflicto
interno armado y su efecto sobre el incremento y generalización del desplazamiento forzado,
los pronunciamientos de la comunidad internacional, las organizaciones no gubernamentales
y la iglesia, la obligaron a generar una respuesta para asumir este fenómeno; puede afirmarse
que la oferta estatal para la atención de la población desplazada es una oferta incipiente,
debiéndose tener en cuenta los datos reportados por la investigación reciente sobre,
"Identificación de la Oferta para la Atención de la Población Desplazada por la Violencia en
Colombia" , según los cuales, el 41% de las entidades estatales iniciaron actividades a favor
de esta población antes de 1997, el 42% en 1997, el 18% en 1998, y del total de entidades
con oferta en gestión, el 72% corresponde a entidades estatales.
En el proceso de elaboración de la oferta estatal debe tenerse en cuenta, el documento
Conpes 2804 de 1995, mediante el cual el Estado Colombiano reconoció por primera vez en
forma expresa el desplazamiento forzado y estructuró una política para la atención integral de
la población desplazada, con el fin de neutralizar las dinámicas de la violencia y mitigar sus
graves efectos sobre la integridad de esta población.
En este documento se define por primera vez lo que se entiende por desplazado, acogiendo
la definición de la Consulta Permanente para el Desplazamiento Interno de las Américas
(CPDIA); y la oferta se estructura sobre el Programa Nacional de Atención a la Población
Desplazada por la Violencia, el cual define y desarrolla acciones de prevención, protección,
atención humanitaria de emergencia, y el acceso a los programas sociales del gobierno, y
compromete entidades gubernamentales para el desarrollo de dichas acciones (Fondo
Agropecuario de Garantías, Ecocarbón y Mineralco, Red de Solidaridad Social, Sena,
Ministerio de Agricultura, Salud Interior, Inurbe y Comité de Cofinanciación).
Debe destacarse también, el documento Conpes 2027 de 1997, toda vez que al modificar la
estructura institucional creada en el Compes 2804 de 1995, la cual no respondió al propósito
trazado en dicho documento por deficiencias institucionales, fija gran parte de la estructura
que adopta la Ley 387 de 1997, la cual estaba integrada por el Sistema Nacional para la
Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, el Plan Nacional para la
Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, el Fondo Nacional para la
Atención Integral a la Población Desplazada por la Violencia, y la Red Nacional de
Información para la Atención Integral de la Población Desplazada por la Violencia.
Finalmente concreta la oferta estatal para la atención de la población desplazada por la
violencia, la Ley 387 de 1997,"Por la cual se adoptan medidas para la prevención del
desplazamiento forzado; la atención, protección, consolidación y estabilización
socioeconómica de los desplazados internos por la violencia en la República de Colombia".
Debe destacarse que este mandato legal constituye un importante logro del Estado
Colombiano, al consagrar la oferta estatal para la prevención del desplazamiento forzado y la
atención de la población desplazada por la violencia como política de estado, lo cual impide
que en el futuro quede sometida a la discrecionalidad del gobierno de turno; no obstante que
su efectividad dependerá de que no quede reducida a su consagración normativa.
Con relación a la atención de la población desplazada, la Ley 387 de 1997, la contempla
dentro de unas fases acordes con las necesidades que genera el fenómeno, las cuales se
orientan al logro de soluciones definitivas o duraderas para la población desplazada.
La fase de prevención la cual si bien no define, se infiere, consiste en la adopción de medidas,
planes y programas tendentes a evitar el desplazamiento, superando las causas que puedan
generarlo; la fase de atención humanitaria de emergencia, definida en su artículo 15, como
acciones inmediatas para asistir, socorrer y proteger a esta población frente a sus
necesidades básicas (alimentación, alojamiento, transporte, asistencia médica, entre otras); la
fase de consolidación y estabilización socioeconómica definida en su artículo 13, como
acciones de mediano y largo plazo tendientes a posibilitar la recuperación del proyecto de
vida del desplazado, generando soluciones definitivas para su sostenibilidad económica y
social, ya sea en el ámbito del retorno voluntario o del reasentamiento; y del área de
protección que aunque no es definida en forma expresa en la ley, se entiende como las
medidas tendentes a garantizar la seguridad de la población desplazada, por lo cual se infiere
debe estar presente en cada una de las fases de atención señaladas.
Es necesario llamar la atención sobre la importancia de reglamentar la ley en mención,
aprovechando la experiencia acumulada frente a la manifestación del fenómeno con sus
características propias en las diversas regiones del país, y las deficiencias registradas en la
oferta de atención a la población desplazada.
Con relación a la fase de prevención se destaca su relevancia, toda vez que en ella se
soporta la posibilidad de impedir la presencia del fenómeno y las pérdidas que genera en
términos humanos, socioeconómicos y sociopoliticos, al dirigirse a las causas que lo generan.
Según la investigación reciente, sobre "Identificación de la oferta para la atención de la
población desplazada por la violencia" , la oferta estatal se ha proyectado en un 77% (147
entidades) hacia actividades de prevención, en un 35% (62 entidades) hacia actividades de
protección, en un 89% (170 entidades) hacia actividades en emergencia, y en un 46% (87
entidades) hacia actividades para la consolidación y estabilización socioeconómica.
Es pertinente cuestionarse sobre los resultados de la oferta en prevención, teniendo en
cuenta que ha representado un 77% de la proyección de la oferta estatal, frente a un
fenómeno que se incrementa y generaliza. También se destaca que dicha oferta se ha
concretado en actividades dispersas y sin planificación que van desde pronunciamientos
humanitarios, jornadas de convivencia y apoyo a cabildos, hasta eventos de capacitación .
Valdría la pena considerar para el desarrollo de la fase de prevención en una futura
reglamentación de la ley, mecanismos como la "Alerta Temprana" para la identificación de las
urgencias que puedan presentarse en materia de desplazamiento forzado; el "Plan de
Contingencia" para poder responder a la emergencia del fenómeno; el "desplazamiento
protegido", como mecanismo de protección temporal de la vida y de los derechos humanos de
la población; la responsabilidad de la fuerza pública de brindar protección a poblaciones o
personas en riesgo de desplazamiento, entre otras.
Respecto de la fase de atención humanitaria de emergencia, la cual ha representado el
énfasis de la oferta del estado para la atención de la población desplazada por la violencia
(89%), debe señalarse que si bien ha respondido a una necesidad de subsistencia de los
sectores poblacionales beneficiarios, no ha permitido o ha retrasado el desarrollo de acciones
tendentes a la reinserción de esta población .
Debe también agregarse, que no se ha unificado criterios para el acceso a los beneficios de
esta fase, quedando a la discrecionalidad de las entidades con responsabilidad en ella; que
ha generado expectativas que han superado las posibilidades reales; que en algunas
ocasiones el acceso a los servicios de esta fase se ha politizado: que ha generado en algunas
poblaciones desplazadas dependencia; que debido a lentos trámites y a la centralización en
algunas entidades, la atención no es oportuna; y que requiere recursos que difícilmente serán
suficientes frente a la magnitud del fenómeno, por lo cual es indispensable profundizar el
desarrollo de la fase de consolidación y estabilización socioeconómica.
Sería conveniente frente a la realidad de emergencia en que viven desplazados de más de 2
años o de quienes han soportado desplazamientos intermitentes, consagrar la oferta
alimentaria hasta tanto se logre la solución definitiva de esta población y que la iglesia,
organismos internacionales no gubernamentales de reconocida credibilidad y trayectoria
asumieran la atención de emergencia, para efectos de que el estado pueda concentrarse en
la profundización de las fases de prevención y consolidación y estabilización socioeconómica.
Con relación a la fase de consolidación y estabilización socioeconómica, también se destaca
su relevancia dado que en ella reposa la oferta para el logro de soluciones duraderas de la
población desplazada.
Según la investigación mencionada , no obstante el impacto de esta oferta para la población
desplazada y los entes territoriales, en la medida en que les permite neutralizar las
consecuencias del desplazamiento, se ha evidenciado que importantes entidades con
responsabilidad en el Sistema de Atención Integral para la Población Desplazada por la
Violencia no han desarrollado acciones a favor de esta población; que en materia de salud y
educación la cobertura es insuficiente; que no existen aún programas educativos dirigidos
especialmente a la población desplazada; que no se han adoptado mecanismos de control por
parte de las entidades de nivel central sobre la ejecución de los recursos otorgados a las
entidades territoriales para la prestación de servicios; y la baja capacidad de respuesta de las
entidades territoriales teniendo en cuenta su situación económica y su tradicional
dependencia del nivel central.
En cuanto a la oferta para el acceso a los programas de reforma agraria, se señalan en la
referida investigación, que si bien se ha materializado en negociaciones de predios para
procesos de reubicación, y en algunos retorno; se ha evidenciado un pobre resultado en
algunos de estos procesos, debido en las reubicaciones a la incompatibilidad entre la oferta
estatal para la adquisición del predio con el subsidio del 70% y la capacidad de
endeudamiento de la población desplazada, que además de asumir el crédito por el restante
30% del valor, debe asumir el crédito correspondiente al proyecto productivo; ausencia de
capacitación; deficiente elaboración de los proyectos productivos; y ausencia de garantías de
seguridad en procesos de retorno, entre otras.
• COMPORTAMIENTO DE LA OFERTA ESTATAL PARA LA ATENCIÓN DE LA
POBLACIÓN DESPLAZADA POR LA VIOLENCIA
• El esfuerzo investigativo patrocinado por el Comité Internacional de la Cruz Roja , constituye
un aporte para el análisis del comportamiento de la oferta estatal para la atención de la
población desplazada, en los aspectos que se relacionan a continuación:
Respecto de los recursos invertidos durante 1997, las entidades consultadas que
suministraron esta información, reportaron haber ejecutado recursos por US$19'014.537.81,
discriminados por tipo de entidad así:
a. Entidades de Nivel Central:
US$ 12'964.942. (Ministerios)
b. Entidades Descentralizadas:
US$ 3'576.914 (INCORA e ICBF)
c. Programas de Gobierno:
US$ 1'615.562.(Consejo para Desplazados y Red Solidaridad)
d. Entidades Territoriales: US$857,119.(Gobernaciones y Alcaldías)
• Con relación a la población beneficiaria de atención humanitaria de emergencia durante 1997,
las entidades consultadas reportaron un total de 226.229 beneficiarios, discriminados así:
a. Entidades del Nivel Central: 56.856
b. Entidades Descentralizadas: 79.010
c. Programas de Gobierno: 19.608
d. Entidades de Control: 22.530
e. Entidades territoriales: 48.225
• Frente a los recursos proyectados para 1998, las entidades consultadas que suministran
información, y reportes de la Consejería Presidencial para los Desplazados y del
Departamento Nacional de Planeación, registran un total de US$ 78'562.508, discriminados
así:
a. Entidades del Nivel Central US$14'218.275
b. Entidades Descentralizadas US$59'978.755
c. Programas de Gobierno US$4'365.477
d. Entidades Territoriales (Sin definir)
• Respecto del énfasis en la fase de atención, la oferta estatal registra un énfasis en la fase de
atención humanitaria de emergencia, con un 89% de actividades dirigidas a este tipo de
atención; comportamiento que se mantiene tanto en las entidades descentralizadas con un
98%, en las gobernaciones con un 89%, en las alcaldías con un 94%, y en los programas de
gobierno con un 79%.
Con relación a las entidades estatales con oferta, de la totalidad del universo consultado (373
entidades estatales, no estatales, e internacionales), el 51% (190) correspondió a oferta
estatal, el 39% a entidades no estatales, y el 10% a entidades internacionales. De la totalidad
de entidades sin oferta (69 entidades), el 76% corresponden a entidades estatales; y de la
totalidad de oferta en gestión (65 entidades), el 72% corresponden a entidades estatales.
Se ratifican las conclusiones de la investigación patrocinada por el Comité Internacional de la
Cruz Roja , en el sentido de que la oferta estatal para la atención a la población desplazada
es normativa, incipiente, de gran potencialidad, coyuntural e inmediatista.
La oferta es normativa, por cuanto aunque la Ley 387 de 1997 representó un avance
importante, no ha alcanzado en el ámbito de sus realizaciones la dimensión consagrada en su
tenor literal.
La oferta es incipiente, dado que no todas las entidades comprometidas en el sistema han
asumido sus responsabilidades; la cobertura de los servicios en las diferentes fases es
insuficiente frente al incremento de población desplazada; se evidencia el desconocimiento
por parte de un buen número de entidades estatales del nivel regional, de las políticas
estatales para la atención de esta población (Ley 387 de 1997); y las entidades territoriales no
cuentan con rubros presupuestales destinados para tal propósito, entre otras.
• La oferta es de gran potencialidad, si se tiene en cuenta el poder, radio de acción y capacidad
instalada de las entidades estatales con responsabilidad en el Sistema de Atención Integral a
la Población Desplazada por la Violencia.
La oferta coyuntural, en razón a que ha concentrado esfuerzos privilegiando la respuesta a lo
inmediato, postergando el diseño y la ejecución de planes y programas soportados en las
investigaciones sociales y la planeación, que posibiliten soluciones duraderas para la
población desplazada, lo cual se ha evidenciado en el énfasis de la oferta estatal en la
atención humanitaria de emergencia.

CONCLUSIONES FINALES
• El desplazamiento forzado es un fenómeno social con características propias, generador de
consecuencias depredadoras sobre la población civil que lo padece, sociodemográficas,
sociopolíticas, socioeconómicas en las zonas de expulsión y recepción; y con una proyección
de incremento y generalización en todo el territorio nacional en la medida en que se agudice
el conflicto interno armado.
Es evidente que la superación del desplazamiento forzado está íntimamente ligada a la
solución negociada del conflicto interno armado y al desarrollo; y aunque por primera vez en
Colombia se percibe una sintonía de circunstancias favorables para la negociación del
conflicto con las diferentes manifestaciones de voluntad de los actores; el Estado Colombiano
y de la sociedad civil en torno de la búsqueda de alternativas para la paz, será este si se
materializa, un proceso largo como ha acontecido en otros países que han logrado la solución
negociada de su conflicto interno armado.
Teniendo presente esta realidad, es necesario que el Estado Colombiano oriente sus
esfuerzos a mejorar la capacidad de respuesta de su oferta para la prevención del
desplazamiento forzado y atención de la población desplazada, aprovechando la experiencia
recogida. Para tal efecto, deberá concentrarse en profundizar las fases de prevención, y
consolidación y estabilización socioeconómica por representar la primera la posibilidad de
superar las causas que generan el fenómeno, y la segunda soluciones duraderas a la
población desplazada para la construcción de su proyecto de vida y su reinserción a la
sociedad.
En igual forma en indispensable aunar esfuerzos, superando las distancias que
tradicionalmente han separado al Estado, las organizaciones no gubernamentales y la
cooperación internacional; mediante una gestión coordinada que parte desde el diseño de las
diferentes acciones que consoliden la oferta para la prevención del desplazamiento y la
atención de la población desplazada.
Se hace necesario profundizar en la implementación de mecanismos como la alerta temprana,
el desplazamiento protegido, las comunidades o territorios de paz, el fortalecimiento de los
Comités Para la Atención Integral de la Población Desplazada, la divulgación de la Ley 387 de
1997, y la sensibilización de los representantes de las entidades y organismos con
responsabilidad en el Sistema de Atención Integral a la Población Desplazada.
RELECTURA DE LA PROBLEMÁTICA
APUNTES PARA LA COMPRENSIÓN DEL FENÓMENO
En Colombia parece aumentarse cada vez más la distancia entre el deseo colectivo y lo que se
logra colocando en tela de juicio tanto el sistema político-administrativo, comprendido como los
mecanismos para realizar dichos propósitos colectivos, como el Estado Por su incapacidad para
garantizar mediante el ejercicio de gobernabilidad democrática, la justicia y la seguridad que
requieren los ciudadanos-as.
La política es, en muchos casos, un ejercicio excluyente, corrupto e ineficaz que interfiere Y
obstaculiza el desarrollo de las comunidades, reduciéndoles su participación real en el gobierno,
lo cual marca su divorcio con la moral, ya que al ser ejercida con sentido de oportunismo
individual, carece de liderazgo para el logro de objetivos comunes como la erradicación de la
pobreza, la construcción de la soberanía nacional y la búsqueda de la paz.
Por su parte, el modelo económico no se compadece con la propuesta democrática planteada en
la Constitución Nacional, al no generar para toda la población, la posibilidad real de participar
equitativamente en los beneficios del crecimiento económico, los cuales, contrariamente, se
cierran cada vez más sobre una pequeña franja de dicha población ampliando así, la pobreza de
colombianos-as.
La educación que debería formar al ciudadano-a para la convivencia y la construcción colectiva
del país deseado por todos-as se limita a preparar y entrenar hombres y mujeres para satisfacer
las insaciables expectativas del mercado, dejando de ser el dispositivo social que garantice el
bienestar colectivo y el escenario de construcción de ciudadanía y de generación de conciencia
colectiva para convertirse en un mecanismo de exclusión.
En este contexto uno de los fenómenos más alarmantes en Colombia es el éxodo de personas,
familias y poblaciones enteras, que son desarraigadas de sus lugares de residencia y forzados a
huir a otros lugares, como albergue, en donde buscan reconstruir sus vidas lejos del control
autoritario y de las amenazas de los grupos armados, que pretenden la dominación exclusiva del
territorio con motivos económicos, estratégicos o bélicos.
El desplazamiento forzado en Colombia es muy complejo y profundamente heterogéneo, difícil
de comprender por los rasgos que facilitan que se diluya en el marco de las marginaciones y
exclusiones en las que vive un alto porcentaje de la población, in visibilizando esta situación que
genera una crisis humanitaria de gran envergadura.
En el país el desplazamiento forzado no es una situación coyuntural de agudización del conflicto
armado interno; es un fenómeno que ha tenido presencia desde la Constitución de la República y
hace parte de la memoria de múltiples familias que contribuyeron en otras épocas a la expansión
y desarrollo urbano del país. En él han participa do y continúan participando una gama de
grupos armados que presentan diferencias, de acuerdo con las regiones donde se establecen y el
momento histórico de su accionar.
Esta situación tan prolongada cuestiona la legitimidad del Estado, interfiere en la gobernabilidad
e interpela la nación colombiana con respecto al ejercido pleno de la ciudadanía en un marco
democrático y participativo, al poner permanentemente en vilo la libertad y la seguridad
individual y social de la población.

LA CRISIS HUMANITARIA
El incremento y expansión a todo el territorio nacional en los últimos años del desplazamiento
forzado en Colombia, como producto de la naturaleza de los enfrentamientos armados y sus
particularidades regionales, es un signo que expresa las múltiples violaciones a los Derechos
Humanos y la trasgresión al Derecho Internacional Humanitario.
Sin embargo, con la agudización del conflicto armado interno en las dos últimas décadas, en el
que el desplazamiento forzado se ha tornado en catástrofe humanitaria, la violación sistemática
de los Derechos Humanos se ha hecho visible gracias a que la Iglesia Católica logró situarla,
poco a poco, como preocupación vital sobre el desarrollo humano y social del país, que
menoscaba la dignidad humana y conculca los derechos fundamentales consagrados en la
Constitución Política para un grupo cada vez mayor de colombianos.
En consecuencia, la Iglesia Católica plantea sistemáticamente que el tema del desplazamiento
forzado debe ocupar un lugar preponderante en las agendas de los gobiernos nacional,
departamental y municipal, y convoca la solidaridad y el respaldo de amplios grupos de la
sociedad civil y de organismos nacionales e internacionales.

LA CONCIENCIA SOBRE EL DESPLAZAMIENTO FORZADO


En Colombia solo en 1995, un año después de la culminación de la primera investigación a nivel
nacional de la Conferencia Episcopal de Colombia, se oficializó el «status» de desplazado y se
formuló, en consecuencia, el primer programa Nacional de Atención a la Población Desplazada
porta Violencia, conocido como el documento CONPES 2804 del Ministerio del Interior y el
Departamento Nacional de Planeación.
Para este programa el gobierno nacional retoma la definición de desplazados de la Consulta
permanente sobre desplazamiento en América que dice:
Desplazado es toda persona que se ha visto forzada a migrar dentro del territorio nacional,
abandonando su localidad de resistencia o actividades económicas habituales, porque su vida.
su integridad física, su seguridad o libertad personales han sido vulneradas o se encuentran
amenazadas, con ocasión de cualquiera de las siguientes situaciones: Conflicto armado interno,
disturbios y tensiones interiores, violencia generalizada, violaciones masivas de los derechos
humanos, infracciones al derecho internacional humanitario u otras circunstancias emanadas de
las situaciones anteriores que puedan alterar drásticamente el orden público.
Dadas las diferencias regionales y las dinámicas bélicas de la guerra en Colombia, en la situación
de desplazamiento forzado predomina la dimensión regional sobre lo nacional, por lo que se
hace necesario conocer e interpretar sus diferencias, por cuanto que, mientras en algunos
territorios el fenómeno es agudo, en otros parece no ocurrir nada y de un año a otro puede
variar significativamente la forma como se presenta, ya que, de los desplazamientos masivos de
pequeñas colectividades y veredas completas como Bojayá que son visibles ante la sociedad,
pasa a desplazamientos individuales cíe personas y de familias, que van saliendo gota a gota y
en silencio de sus (territorios, haciéndose invisibles ante la sociedad.

UNA PROPUESTA PARA SU INTERPRETACIÓN


El desplazamiento forzado afecta profundamente la condición humana al poner en cuestión la
relación que debe existir entre la dignidad, los derechos y la solidaridad, que interpela la
dimensión juríco-normativa del país, y los ejercicios de gobernabilidad sustentados en la
autonomía moral y política como producto de la prularidad y de las diferencias culturales.
Cuestiona el reconocimiento y ejercicio de los derechos económicos, sociales y culturales, como
oportunidades reales de la población para reducir las desigualdades y exige procesos de
inclusión como una práctica sociopolítica de respeto y solidaridad. En síntesis, descubre la
inexistencia del Estado Social de Derecho.
Interpretar el fenómeno del desplazamiento forzado en Colombia exige reconocer tanto la
especificidad regional de las dinámicas bélicas, la heterogeneidad del conflicto, la pluralidad de
los actores responsables como la necesidad de acercarse a comprender la diversidad de las
causas que lo producen.
Entre las causas están: las presiones por la tenencia de la tierra, los intereses en torno a los
megaproyectos del Estado, la lucha por el control sobre zonas ricas en metales preciosos y
productos energéticos o por territorios donde se cultiven plantas alucinógenas, control político de
la población, situaciones que se ven agudizadas por los altos niveles de impunidad y de
corrupción.
En general, toda una gama de intereses particulares por el dominio de factores de gran riqueza
económica imbricados y confundidos con los asuntos de la guerra pública sin que sea posible
establecer una línea diferencial entre lo político-militar y lo individual privado.

¿QUIÉNES SUFREN EL DESPLAZAMIENTO FORZADO?


Los desplazados en Colombia no están definidos por una identidad preexistente; los únicos
rasgos que parecen tener en común son su condición de víctimas del conflicto armado, su
situación de exclusión y desarraigo, la ausencia de reconocimiento y las heridas morales y
psicológicas producidas por el despojo y el olvido. Si algo predomina en las personas en
situación de desplazamiento es la heterogeneidad, ya que son personas de todas las etnias y
clases quienes conforman el contingente de desplazados, lo que equivale a que cualquier
persona en el territorio nacional, puede considerarse una víctima potencial.
En este sentido, el desplazamiento forzado no es solamente un efecto provocado por las
acciones de los actores armados, ya que hace parte de la configuración sociodemográfica en la
que se sustenta y soporta el «desarrollo económico» del país, que para sus obras demanda
mano de obra barata y dominio territorial, provocando a su paso una revalorización de la tierra y
los recursos naturales, transformando la vocación productiva de sus pobladores, de tal manera
que, zonas que durante años habían sido cultivadas por los campesinos, ahora tienen otro valor
derivado de intereses particulares por proyectos que a su vez exigen obras de infraestructura
como vías, transportes y energía por lo que el campesino debe abandonarlas o venderlas a
precios muy bajos, presionado por la violencia.
El desplazamiento forzado y su acelerado y creciente proceso está produciendo cambios
profundos y transformaciones radicales en las culturas regionales, que se pueden interpretar
como una nueva estructura de colonización, sobre todo urbana, que implica una reinvención de
las identidades culturales y políticas.
La presencia en las ciudades de población desplazada por la violencia agudiza la exclusión, la
intolerancia y la inequidad; situaciones que ponen en cuestión la legitimidad y el poder del
Estado y por ende su capacidad para construir consensos.
Desde la complejidad del fenómeno del desplazamiento forzado en Colombia y su tardía
intervención por parte del Estado, es necesario reconocer su amalgamiento e interacción con
otras categorías sociales como los destechados y los pobres históricos, ampliando aún más su
problemática, a tal punto que en el país no se habla de la situación de desplazamiento forzado
de tal o cual persona, sino de «los desplazados», negando así la transitoriedad de la situación y
colocándola como una condición propia de las personas en algunos casos, y en otros,
abordándose como una posición social, política y económica.
Por ello durante años cientos de familias han permanecido en situación de desplazamiento,
soportando una violación permanente de sus derechos fundamentales, sin ofertas de soluciones
que garanticen las condiciones de protección y dignidad en el largo Plazo, que les Permita la
superación real de la condición de desplazados. Esto porque la sociedad colombiana en su
conjunto y el Estado no son conscientes de los efectos culturales, políticos, sociales, económicos
y ambientales del desplazamiento forzado en el país.

LOS EFECTOS
La situación de desplazamiento en las personas produce una desactivación de las identidades
sociales y culturales, que surge desde las explicaciones de los actores del conflicto para justificar
sus acciones de desarraigo e intimidación.
La desactivación de las identidades previas y su reemplazo por las imputadas tiene una clara
incidencia en la estigmatización de las personas, generando un entramado común entre quienes
se hallan en situación de desplazamiento, soportado en su vivencia de despojos, pérdidas y
desarraigos, en las heridas morales ocasionadas, en el sentimiento de exclusión y en la ausencia
de reconocimiento social.
Es en este entramado de exclusión, donde las personas desplazadas deben encontrar nuevos
elementos de auto-conocimiento y re-conocimiento que les permita construir su nueva identidad
social y política, desde la cual se puedan reconocer como sujetos de pleno derecho en la
comunidad nacional.
Las luchas por este reconocimiento favorecen en las personas en situación de desplazamiento la
autoestima, el auto respeto y la autovaloración, que les posibilita transformar los sentimientos
de injusticia derivados de la sensación de menosprecio, deshonra y rabia por la desposesión de
derechos y motivan la búsqueda de condiciones de integridad personal, dignidad humana y
justicia social.
Es en este contexto ético y político donde se pueden definir las reparaciones y las
compensaciones que los Estados, gobiernos, los actores responsables y los colectivos sociales
deben asumir para con todos los afectados por este desastre humanitario, estableciendo bases
firmes para un desarrollo democrático.
Causas y Efectos del Desplazamiento Forzado
Economi
Ambiental Cultural Moral Politica Social
ca

Violenci
a como
medio Desintegraci
Viola el Violacion a
de Impunidad Pobreza, on familiar.
DIH y los Miedo los DDHH y
resoluci de miedo Muerte Falta
DDHH al DIH
on de tolerancia
conflicto
s

El
Empobrecim
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Corrupci le no esta El poder.
Poder y generalizdo. Burocrac
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dinero Incremento ia
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Crisis y Ruptura del Desestabiliz Descomposi Deshumaniz - Desintegraci


perdida tejido acion de la cion de acion de la on y perdida
de familiar y integridad todas las del tejido
social.
dimensiones
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valores sociedad familiar y
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comunitario
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Falsa Deseo Violencia


economia. desenfrena Enriquecimi aparente
Narcotra Descomposi Consumi
Dualismo do de ento ilicito y apaciguador
fico cion social smo
guerrilla- dinero y rapido del
narcos poder desempleo

Agotamient
Mal o de
Perdida de Mal uso de Escasez de Deterior
manejo recursos Empobrecim
recursos los recursos o de la
ambient naturales y iento
renovables tecnicidas naturales tierra
al contaminaci
on

Agudizac Enfrentamie
Lucha Desplazami Perdida del
ion de la ntos
por la ento Perdida de sentido de
brecga latifundios-
tenencia forzado, la posesion pertenencia Persecucion
entre minifundios
de la pobreza y de la tierra y desarraigo
ricos y Terratenient
tierra desempleo cultural
pobres es

Una Apuesta por la Civilización del Amor

Las consecuencias del desplazamiento forzoso

Una mujer desesperada busca ayuda entre todos los tripulantes del bus, cada uno la
ayuda de acuerdo a sus posibilidades.
Formato: wmv
Peso: 2830 Kb
Tipo: video

Resumen del capítulo

El bus está recorriendo una gran metrópoli. De repente se sube una mujer que
saluda a todos los pasajeros y se presenta como desplazada. Dice que hace unos
meses perdió a su esposo y a sus hermanos, después su casa y sus parcelas, y que
terminó en la ciudad con sus cinco hijos.
Ha tratado de conseguir trabajo como empleada en diferentes casas, pero le dicen
siempre que no hay vacantes, y que sin referencias o recomendaciones será muy
difícil que consiga trabajo. Pepina, Leti y Braulio se miran sin saber qué hacer.
La mujer pide ayuda a los pasajeros del bus. A través de la cámara de Carlos Mario
cada uno da sus impresiones sobre la situación de la señora, y lo que haría en
relación con ella. Luego de registrar diferentes posturas de los pasajeros, finalmente
Carlos Mario dice que él por su parte ayudó de la única forma en la que sabe
hacerlo: mostrarle a todos historias que merecen ser contadas.
Pregunta o enunciado detonante

¿Por qué no conseguirán trabajo esos desplazados?


Sugerencias de uso

MAESTROS: ¿Por qué diríamos que el desplazamiento forzado es un crimen de lesa


humanidad?El desplazamiento forzado es un crimen social, colectivo, en el cual
participamos todos por acción, omisión o indiferencia. El desplazado no está en las
ciudades por voluntad la presencia de los desplazados en la ciudad nos recuerda en
que abandono y descuido está postrado el sector rural del país. La indiferencia ante
los desplazados aumenta la deuda social con ellos y nos expone más en las grandes
ciudades. El riesgo y el peligro no lo encarnan los desplazados sino nuestra
indiferencia hacia ellos.
ESTUDIANTES: Investiguemos la cantidad de desplazados que viven en nuestro
contexto ¿tenemos compañeros desplazados en nuestro salón? Pensemos una forma
de ayudarlos en esta dura situación.
Aspectos pedagógicos

La identificación por parte de la audiencia de las consecuencias económicas de los


procesos de concentración de poblaciones en las ciudades.
Actividad de aplicación

lógica de la guerra contrainsurgente, en los habitantes de zonas campesinas que


supuestamente sirven de apoyo social a la guerrilla, son obligados a dejar su tierra
para ser sustituidos por miembros de grupos paramilitares y de individuos
simpatizantes de las mismas fuerzas armadas, es un mecanismo de re-poblamiento
que por demás tiene una utilización común en el conflicto armado.

Aunque el gobierno cuenta con planes de ayuda al desplazado es tanto el número de


estas personas que dichos programas de apoyo simplemente no dan abasto dejando
aproximadamente un 65% de la población afectada sin ningún recurso y apoyo.

Pienso que el gobierno debería ampliar el cubrimiento de esa ayuda humanitaria y


reestructurándola haciendo énfasis y tomando como punto importante la reintegración

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