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LO FUGAZ Y LO PERMANENTE

Joaquín Córdova Rivas

“Nueve de cada diez niños tienen caries; pero en vez de curarlos se propuso agregar una
asignatura más al ya de por sí recargado currículo de las escuelas primarias. Y es que ahora
prácticamente cualquier problema que padece la infancia: maltrato, mala alimentación,
desnutrición, adolescencia, etcétera, se pretende que sea solucionado a través de una
asignatura, quizás para que dentro de 10 o 20 años –cuando los niños sean doctores,
abogados, ingenieros, políticos—arreglen lo que nuestros actuales profesionistas,
funcionarios, burócratas no pudieron hacer y aventaron la chamba a los profesores”.
Alexander Schaunard Las Asignaturas del Rey Midas, en revista Educación 2001, Abril
2011.

A la lista de la cita anterior podemos agregarle otras puntadas, como esa de que hay que
implementar la asignatura de educación financiera para que nuestros niños aprendan a
ahorrar, como si fuera a ser cierto que a su magro gasto diario para medio desayunar le
fuera a sobrar algo para guardar y gastárselo en su ¿vejez? Pero lo que revela ese enfoque
es que para todo se quiere que la escuela y los maestros resuelvan lo que los demás no
quieren solucionar, porque no les da la gana, por corruptos, por flojos, por indiferentes.

Este texto estaba pensado para comenzar con otra cosa, así que volvamos al redil sin perder
el estilo y la opinión ya expresada. Debido a la complejidad en su implementación, a la
cobertura internacional, al exhaustivo procesamiento de los datos, se acaban de dar a
conocer los resultados de lectura en PISA 2009, recordando que el nombre completo de
dicha investigación es: Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes, que
se realiza cada 3 años y que los temas centrales van cambiando sucesivamente de Lectura
en el 2000, Matemáticas en el 2003 y Ciencias en el 2006, para repetir en el 2009 con
Lectura, por lo que ya hay material para comparar e intentar algunas conclusiones.

Entre las ventajas de PISA están: la cantidad de países que cubre, en este caso fueron 65,
con un total de 475 mil estudiantes de entre 15 años tres meses y 16 años dos meses,
independientemente del grado escolar en que estuvieran en ese momento, lo que nos
permite vernos con otros sistemas educativos, para saber que tan mal o bien estamos.

Lo primero a comentar es que los 38,250 estudiantes que nos representaron quedaron, en
promedio general, en el lugar 48 de los 65 que mencionamos, con una media de 425 puntos,
arriba del promedio para América Latina que fue de 408. Además, como esos muchachos
estuvieron agrupados por estado, nos podemos enterar que los estudiantes queretanos
tuvieron un promedio de 427 en desempeño de Lectura en el año 2000 y que subieron a 432
en el 2009, un avance chiquito, de 5 puntos, al menos no hubo retroceso y están arriba del
promedio nacional. Nada más viendo los resultados nacionales están en octavo lugar, detrás
del Distrito Federal con 469, Nuevo León 450, Chihuahua y Aguascalientes con 449,
México 440, Jalisco 438 y Colima con 436. Si agregamos al resto de los países resulta que
se tiene una media por encima de Uruguay, Colombia, Brasil, Argentina, Panamá, Perú y
otros más. Dentro del contexto nacional y latinoamericano no estamos tan mal, si
agregamos al resto de los países participantes el resultado sigue siendo preocupante.

Regresemos a la opinión de Alexander Schaunard porque con tantos detalles se nos pierde
lo importante: “La escuela tiene una misión y me temo que no estamos para abandonar su
misión principal que es hacer que los niños aprendan a leer y escribir, que será el único
medio de usar el cerebro contra ese adminículo del diablo (se refiere a la computadora) tan
seductor, que nos dice «no pienses» ya todo está hecho para que disfrutes, ni siquiera tienes
que guardarlo en la memoria (porque la computadora tiene más de la que necesitas). Todo
es fugaz”.

PISA nos señala el reto, todavía el 38.1 por ciento de los queretanos que rondan los 15 años
están en el mínimo de capacidad lectora, se esperaría que ya pudieran “comprender,
emplear, reflexionar e interesarse en textos escritos con el fin de lograr metas, desarrollar
conocimientos y participar en la sociedad”, pero no lo logran, el 54.8 están en un nivel
intermedio y apenas el 7.1 logra un nivel alto de desempeño lector. A trabajar, a usar el
cerebro, a leer y escribir porque eso desarrolla el pensamiento, el criterio, forma los valores,
nos vuelve actores y no forzados espectadores.

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