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GUATEMALA
MEMORIA
DEL SILENCIO
GUATEMALA
MEMORIA
DEL SILENCIO
TOMO III
Las violaciones
de los derechos humanos
y los hechos de violencia
PORTADA: CEH
Impreso en Guatemala
Esta obra puede ser reproducida total o parcialmente, por cualquier forma o medio,
sin consentimiento previo de UNOPS, siempre que se cite el crédito correspondiente.
Índice
CAPÍTULO SEGUNDO:
LAS VIOLACIONES
DE LOS DERECHOS HUMANOS
Y LOS HECHOS DE VIOLENCIA
(Continuación)
VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS 13
XIII. Violencia sexual
contra la mujer 13
Marco jurídico 14
La violencia de género 19
El dolor en silencio 20
Datos de los casos de violación
sexual registrados por la CEH 23
Marco conceptual de la violencia
contra las mujeres 25
Violaciones sexuales perpetradas
o permitidas por el Estado 27
A modo de síntesis 55
XIV. Violencia contra la niñez 57
Marco jurídico 57
La niñez en medio
del enfrentamiento armado 60
Violaciones del derecho a la vida 60
Desaparición forzada 66
Violación contra el derecho
a la integridad personal 66
Violación del derecho
a la libertad individual 70
Violación del derecho
a la propia vida cultural 72
Violación del derecho
de los niños en conflictos armados 78
APÉNDICES
1. Número de masacres por departamento
perpetradas por fuerzas del Estado
(1962-1996) 519
2. Protección a los pueblos indígenas
en el Derecho Internacional 520
3. Protección de los pueblos indígenas
en el Derecho Interno 526
4. Normas constitucionales citadas 527
VIOLACIONES DE LOS DERECHOS HUMANOS
(Continuación)
Marco jurídico
2354. El derecho internacional de los derechos humanos, tanto conven-
cional como consuetudinario, así como el derecho humanitario, protegen
el derecho a la vida, la integridad física y psicológica, la libertad, el
honor, la dignidad de toda persona, y prohíben cualquier discriminación o
restric-ción de derechos por razón de sexo. Igualmente prohíben toda
forma de trato cruel, inhumano o degradante, la tortura, la violación
sexual y cual-quier hecho basado en el género que cause muerte, daño
físico o psicoló-gico y sufrimiento sexual.
2355. La normativa internacional ha venido desarrollando disposiciones
específicas para prevenir y sancionar la violación sexual que de modo espe-
cial se vincule a los conflictos armados, asumiendo que muchas veces las
partes la utilizan como táctica de guerra y terrorismo. En ese contexto, las
violaciones sexuales practicadas por agentes del Estado adquieren un carác-
ter masivo y sistemático y se realizan con total impunidad.
2 Elizabeth Odio, vicepresidenta del Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (1993-
95) señalaba que “La violación de las mujeres no es una consecuencia, más o menos
inevitable o intrascen-dente, de un conflicto armado, sino que es una política aplicada
sistemáticamente para destruir grupos humanos además de la propia víctima directa”.
Véase: Elizabeth Odio Benito, Protección internacio-nal de los derechos humanos de las
mujeres, Instituto Interamericano de Derechos Humanos, San Jo-sé, Costa Rica, 1997.
3 Reporte de la Comisión de la Conferencia de Paz de 1919 (Ob.cit.). Acuerdo de la creación
de un tribunal internacional en el Artículo 227 del Tratado de Versalles.
4 Estatuto del Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, del 8 de agosto de 1945, Artículo II, c)
Crímenes contra la humanidad. Atrocidades y ofensas incluyendo, pero no limitando, el asesi-nato,
el exterminio, esclavitud, deportación, prisión, tortura, violación u otros actos inhumanos
cometidos contra cualquier población civil, o la persecución por motivos políticos, raciales, o re-
ligiosos, sea o no con violación a las leyes internas del país donde se han cometido.
5 En el mismo sentido, el proyecto de Código Penal Internacional tipifica como delito de lesa
hu-manidad la violación sexual cuando es perpetrada de forma sistemática o masiva. Este
proyecto es impulsado por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Véase: Christian
Tomuschat, La crea-ción de un sistema de enjuiciamiento penal internacional está tomando
forma, Revista de la Comisión Internacional de Juristas. 50/193. El autor aboga por el
establecimiento de un Tribunal Penal In-ternacional Permanente.
17
tenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de
tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se pro-
duce en la vida pública como en la vida privada” (Artículo 1). La Declara-ción
hace mención a las formas de violencia de responsabilidad del Esta-do: “Se
entenderá que la violencia contra la mujer abarca los siguientes actos, aunque
sin limitarse a ellos: La violencia física, sexual y psicológica perpetra-da o
tolerada por el Estado, donde quiera que ocurra” (Artículo 2, literal c).
2370. En la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer se estableció la llamada
Plataforma de Acción de Beijing,10 la cual reitera que “las violacio-nes de los
derechos humanos de la mujer en situaciones de conflicto armado son
violaciones de los principios fundamentales de los derechos humanos y del de-
recho internacional humanitario ... incluyendo la violación sistemática de mu-
jeres en situaciones de guerra”, condena dichos crímenes, señalando que “las
mujeres y las niñas se ven particularmente afectadas a causa de su condición en
la sociedad y su sexo”. Las partes en conflicto a menudo violan a las muje-res
con impunidad utilizando a veces la violación sistemática como táctica de guerra
y terrorismo y propone: “Aplicar y reforzar las normas enunciadas en los
Instrumentos Humanitarios y los Instrumentos Internacionales de Dere-chos
Humanos para evitar todos los actos de violencia contra las mujeres en si-
tuaciones de conflicto armado y en conflictos de otra índole; realizar investiga-
ciones completas de todos los actos de violencia cometidos contra las mujeres
du-rante las guerras, incluidas las violaciones, en particular las violaciones
siste-máticas, la prostitución forzada y otras formas de agresiones deshonestas, y
la esclavitud sexual; enjuiciar a todos los criminales responsables de los
crímenes de guerra contra las mujeres y proporcionar compensación plena a las
mujeres víctimas”.
2371. La Asamblea General de Naciones Unidas reafirma que la viola-
ción en determinadas circunstancias constituye un crimen contra la huma-
nidad y un acto de genocidio, instando a los Estados al enjuiciamiento de
los responsables.11 De su parte, la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos de la OEA considera que “la utilización de las violaciones
sexua-les como arma de terror constituyen un crimen contra la
humanidad bajo el derecho internacional consuetudinario”.12
La violencia de género
2375. En este apartado se aborda específicamente la violencia sexual con-
tra las mujeres por constituir una violación de los derechos humanos. Sin
embargo, debe contextuarse dicha violencia en el marco de otras formas
de violación de derechos que sufrieron también las mujeres, las
condiciones de vida que tuvieron que enfrentar junto a sus hijos, el dolor
y la experien-cia del conjunto de la violencia a la que sobrevivieron.
2376. Según los testimonios recibidos por la CEH el porcentaje de mu-
jeres víctimas equivale a un tercio del de hombres: (25% frente a un
75% del total de víctimas de violaciones de derechos con sexo
conocido). Estos porcentajes se presentan relativamente constantes en
ejecuciones arbitra-rias (23% de mujeres frente a un 77% de hombres)
y torturas (23% fren-te a un 77%). En el caso de privación de libertad
(21% frente a un 79%) y otras violaciones (22% frente a un 78%) el
porcentaje de hombres víc-timas sube y el de las mujeres baja. En la
desaparición forzada, el porcen-taje de hombres sube aún más (12%
frente a un 88%). Como se puede apreciar en la G RÁFICA 1 la violencia
de género se refleja de modo especí-fico en la violación sexual, en la
que el porcentaje de víctimas mujeres al-canza el 99% de los casos
registrados. En el caso de muertes por desplaza-miento, las mujeres
víctimas superan la mitad del total de víctimas (51% frente a un 49%).
Mujeres
99%
100% Hombres
88%
80%
60%
51%
49%
tes
40%
1%
0%
Ejecuciones Torturas Desaparición Privación Desplazamiento Violación Otras
arbitrarias forzada de libertad forzado por muer sexual
Violaciones seleccionadas
El dolor en silencio
2379. Documentar la violencia sexual que sufrieron las mujeres entraña
dificultades de diversa índole, pues algunas mujeres muestran en sí
mismas el impacto que este tipo de agresión tuvo en ellas, en sus familias
y en sus comunidades. De igual modo, para entender esta violencia
específica du-rante el enfrentamiento armado interno en Guatemala es
necesario tener presente la adscripción étnica, ya que en un gran número
fueron mujeres mayas quienes sufrieron esta violencia.
2380. Una de las principales dificultades que hubo de afrontar la CEH fue
el silencio que guardan las mujeres respecto a la violación de la que fue-
21
2384. El estigma que marca a las mujeres mayas víctimas de violación se-
xual provoca el horror al rechazo familiar o comunitario. Algunas de las
so-brevivientes de agresiones sexuales se desplazaron incluso a otra
comuni-dad precisamente para no vivir la vergüenza de estar marcadas
como “mu-jer violada”. Estas mujeres han tenido que sobrevivir al miedo
de “ser des-cubiertas”, y al pánico de que otros las culpabilicen.
2385. El máximo interés de las mujeres al relatar la violencia sexual que
sufrieron lo expresan al explicar por qué cuentan su historia: “para que no
les pase a otras”, y para que se castigue a los responsables. Sin embargo, la
fal-ta de perspectivas de reparación contribuye a que se mantenga el silencio.
2386. Cabe destacar que en la mayoría de los testimonios recibidos por la
CEH, las violaciones sexuales contra mujeres se mencionan como aspec-tos
secundarios o “agregados” en los relatos de otras violaciones. Muchos de los
declarantes de los casos de violación sexual son familiares directos de las
víctimas o pertenecen a sus comunidades.
30%
25%
Porcentaje
19%
20% 18%
14%
15%
10%
6%
4% 5%
5%
0%
Ejecuciones Torturas Privació n Violació n Desaparició n Desplazamiento Otro
arbitrarias de libertad sexual forzada forzado por muerte
Tipo de violació n
C 9330. Enero, 1981. Cobán, Alta Verapaz. El relato se centra en la ejecución arbitraria de tres
hombres y el desplazamiento de los pobladores de esta comunidad.
23
“Los soldados decían: ‘carne nueva nos vamos a echar’. Todas las
mu-jeres eran violadas día tras día. Lo cierto es que toda mujer
captura-da, de cualquier edad, era violada. A cualquier hora. Los
soldados ha-cían fila para abusar de ellas. Después las ejecutaban
y los responsa-bles se reían de la forma en que fallecían”.19
100%
89.39%
90%
80%
70%
Porcentaje
60%
50%
40%
30%
20%
10.02%
10%
0.59%
0%
Maya Ladino Otro
Pertenencia é tnica
Nota: Porcentajes calculados con base en el total de mujeres víctimas individuales identificadas con
pertenencia étnica.
70%
62%
60%
50%
Porcentaje
40% 35%
30%
20%
10% 3%
0%
Niñ as Adultas Ancianas
Edad agrupada
Nota: Sobre el 49% de los datos no se tiene certeza de la edad, la gráfica incluye solo el 51% de los datos.
QUICHÉ 55%
HUEHUETENANGO 25%
Departamentos
ALTA VERAPAZ 7%
Porcentaje
CHIMALTENANGO 3%
BAJA VERAPAZ 3%
20 Los porcentajes suman más del 100% porque se ha calculado el porcentaje de participación
de ca-da actor sobre el 100% de violaciones. Puede ser que los actores hayan participado
solos o en con-junto con otras fuerzas de seguridad. Según los testimonios existe un 2.3% de
casos en los que par-ticiparon otros grupos, y un 0.5% de casos sin identificar responsable.
26
“El oficial tiene sus grupitos de asesinos y les dice cómo tienen
que ma-tar. Hoy van a degollar o a guindar con alambres, hoy
violan a todas las mujeres. Muchas veces las órdenes las dan
antes … Violaban a las mujeres, las ponían a cuatro patas,
luego les disparaban metiendo el arma en el recto o en la vagina
… También mandaban hacer percha con las mujeres … por una
sola pasan 20 o 30 soldados. Si caía bien la mujer, la dejaban ir,
a otras las mataba el último que pasaba con ella…”31
“En las noches entraban para violar, más a las que sólo tenían uno
o dos hijos, a las jóvenes. Pero una noche pusieron marimba y las
vio-laron a todas. Yo tengo mucha pena porque tengo muchos hijos,
ya mataron a algunos, yo soy casi anciana; pero tenía como 40
años
“A cada rato entran con pistola, con cuchillo y dicen que tenemos que
sufrir porque somos mala gente, de la guerrilla. Llegan a cada rato,
nos golpean, caemos en el piso, dicen que me levante y vuelven a gol-
pear … Se ríen mucho, nos preguntan si estamos contentas o tristes”.76
2442. La CEH conoció casos en que las fincas fueron utilizadas como lu-gares
de concentración de comunidades indígenas que luego de haber su-frido
masacres en sus lugares de origen, las sobrevivientes fueron llevadas y
mantenidas por determinado tiempo en estos lugares. Muestra de este he-cho
lo tenemos en el siguiente relato que narra lo sucedido en las fincas La Gloria
y La Taña en Uspantán, departamento del Quiché, donde además se
presentaron hechos de violencia sexual contra las mujeres:
74 Ibid.
75 Ibid.
76 Ibid.
C 11631. 1985. Puerto Barrios, Izabal
42