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José Pedro Jarpa

Teoría literaria I
Escuela de Literatura
Prof. Francisca Lange
16 de junio de 2008

Informe sobre “¿Qué es un autor?”[1969] de Michael Foucault

¿Qué importa quién hablar? Con esta indiferencia de manera secular


Foucault abre y cierra su conferencia concebida en la sociedad francesa de filosofía el
22 de febrero del año 1969. Antes de abrirse el acta de sesión Foucault menciona los
cuatro puntos fundamentales de su tesis.

1. el nombre del autor: no puede ser tratado como descripción definida ni como
nombre propio.
2. Relación de apropiación: autor no es propietario ni responsable de sus textos, como
tampoco es el productor ni el inventor. Segundo problema a partir de esta
clasificación: ¿cuál es la naturaleza del discurso para ser llamado obra?
3. Relación de atribución: Autor es sin duda a quien se le puede atribuir lo que ha sido
dicho o escrito.
4. La posición del autor: posición del autor en un libro [función prefacio.] posición del
autor en los diferentes tipos de discursos [discurso filosófico] posición del autor en
un campo discursivo [fundador de o retorno a…] Función-Autor.

Siendo las 16,45 Jean Wahl abre la sesión y entramos a Foucault.


Foucault presenta su tesis como un “ensayo de análisis…” y rogando la ausencia de una
voz que defienda su discurso, ya que la ausencia de su maestro, no le permitirá esbozar
de mejor manera lo que presentará. Primeria indiferencia irónica de Foucault.

Pero después de todo, puesto que la ausencia es el primer lugar del discurso, acepten, les
ruego, que sea él, en primer lugar, a quien me dirija esta tarde [Foucault 331]

[1]
Aunque a quién alude Foucault es Jean Hyppolite, autor con nombre y apellido que
existe en su realidad. Foucault utiliza esta artimaña para posicionar un elemento clave en la
problemática de la presencia del autor en una obra o texto. La presencia del autor se
construye en base a su AUSENCIA.

En una mirada historiográfica al autor se le puede denominar como:

Dicha noción de autor constituye el momento fuerte de individuación en la historia de las ideas, de
los conocimientos, de las literaturas; también en la historia de la filosofía, y en la de las ciencias. [ op
cit 332]

¿Quién le ha dado ese papel al autor? De denominarlo como quien a través de su


voz singular ha individualizado su cultura. Es un tema que implica la presencia de la
sociedad y su contexto histórico. Segunda falsa partida de Foucault: este rasgo no formará
parte de su tesis ya que el se enfocará exclusivamente en la relación entre texto y autor.
Ahora presenta su tema de la siguiente manera

Tomo de Beckett la formulación del tema del que quisiera partir: “¿Qué importa quién habla, dijo
alguien que importa quién habla?” [332]

Este enunciado se nos presenta para entender su función de indiferencia como rasgo
vital de la escritura contemporánea. Indiferencia que se otorga a la escritura por estar
siempre al límite de lenguaje en un proceso de transgresión e inversión. Este juego que se
permite la escritura abre un espacio en el cual el sujeto que escribe no deja de desaparecer.

En otra aproximación de la escritura se relaciona directamente con la muerte;


básicamente con la idea de que la obra queda como legado tras la muerte del autor
[literalmente]

La obra que tenía el deber de traer la inmortalidad recibe ahora el derecho de matar, de ser
asesina de su autor. [333]

[2]
Otra manifestación de la muerte surge en la desaparición de los caracteres
individuales del sujeto-escritor, la marca del escritor ya no es sino la singularidad de su
ausencia.

DOS NOCIONES QUE BLOQUEAN LA DESAPARICIÓN DEL AUTOR

1. OBRA: La apertura de esta noción viene con un claro ataque al modelo estructuralista

Lo propio de la crítica no es poner de relieve las relaciones de la obra con el autor, ni querer
reconstituir a través de los textos un pensamiento o una experiencia; más bien tiene que
analizar la obra en su estructura, en su arquitectura, en su forma intrínseca y en el juego de
sus relaciones internas. [334]

Irónicamente Foucault postula dos disyuntivas que confrontan directamente al


modelo estructuralista. ¿Una obra, no es acaso lo que ha escrito un autor? Suponiendo que
nos referimos a un autor que sucede cuando debemos recopilar toda la obra de dicho autor,
¿Cómo se clasifica dicha obra? ¿Es sólo lo publicado o todo lo que ha escrito- incluyendo
los múltiples borradores-?
La problemática que nos presenta la noción de obra no permite encontrar en ella la
respuesta para hacer desaparecer al autor. Ya que esta no puede ser estudiada en si misma y
por si sola.

2. ESCRITURA: esta noción permite preservar aún la existencia del autor. Ya que la
escritura por si sola está sometida a la prueba del olvido y la represión.

Para Foucault no basta con repetir como afirmación que el autor ha desaparecido.
Lo que él propone que debe hacerse es localizar el espacio que ha quedado vacío con la
desaparición del autor, seguir con la mirada el reparto de lagunas y de fallas que esta
desaparición hace desaparecer.[ F 336]

[3]
Otra problemática que propone en su tesis es designar el nombre del autor como
nombre propio. La referencia del nombre propio va de la mano con las funciones
indicativas.

Nombre propio: descripción [el autor de esperando a Godot]


Nombre de autor: designación. [Samuel Becket]

Estas designaciones no son útiles ante un fin clasificador: la relación que existe
entre la obra dramática Esperando a Godot de Samuel Beckett con la obra narrativa El
castillo de Frank Kafka. El nombre del autor funciona para caracterizar un cierto modo de
ser del discurso. Lo singulariza para ser relaciona con él. Teatro del absurdo: Samuel
Beckett el autor de Final de partida.

El nombre de autor no se sitúa en el estado civil de los hombres, ni se sitúa tampoco en la ficción de
la obra, se sitúa en la ruptura que instaura un cierto grupo del discurso y su modo de ser singular.
[338]

LA FUNCIÓN AUTOR

En nuestra sociedad la función de autor corresponde a quien ha puesto en el


universo colectivo una serie de ciertos discursos, lo cuales al ser enlazados, emplean el
rol de objetos de apropiación entre discurso y autor. Pero esta propiedad del autor sobre
cierto discurso debe hacerse cargo de él frente a la sociedad, lo que tiene que ver con la
instauración de un régimen de la propiedad del autor. [“derechos de autor”]

Los discursos literarios no pueden ser aceptados sino están dotados de la función
del un autor, a todo texto se le preguntará de donde viene, quien lo ha escrito, en qué
fecha en que circunstancias o a partir de qué proyecto. Esta especie de formulario de
introducción a un texto no puede ser dejado en blanco.

El anonimato literario no nos es soportable; solo lo aceptamos en calidad de enigma [340]

[4]
La función del autor también la encontramos directamente dentro del texto, ya que
en cada texto operan un número de signos que remiten al autor. (Pronombres personales,
adverbios de tiempo y lugar, la conjugación de los verbos) pero es necesario conocer de a
temano que sucede con la marca del autor en una novela.

Se sabe que en una novela que se presenta como el relato de un narrador, el pronombre en primera
persona, el presente del indicativo, los signos de la ubicación no remiten nunca exactamente al
escritor, ni al momento en que escribe ni al gesto mismo de su escritura, sino a un alter ego cuya
distancia del escritor puede ser más o menos grande y variar en el curso mismo de la obra. [342-343]

Foucault propone una exacta caracterización de los rasgos que conlleva la función-autor.

La función-autor está ligada al sistema jurídico e institucional que encierra, determina, articula el
universo de los discursos; no se ejerce de manera uniforme ni del mismo modo sobre todos los
discursos, en todas las épocas y en todas las formas de civilización; no se define por la atribución
espontánea de un discurso a su productor, sino por una serie de operaciones específicas y complejas;
no se remite pura y simplemente a un individuo real, pueda dar lugar a varios ego de manera
simultánea, a varias posiciones-sujeto, que puedan ocupar diferentes clases de individuos. [343]

Ahora la tesis se desplaza hacia “los fundadores de discursividad”.Foucault sitúa


dentro de este grupo a los autores que exceden a la importancia de su obra. Quienes abren
el vector para la formación de otros textos a partir de los suyos. “la posibilidad y regla de
otros textos” [344]

En este sentido, son bastante diferentes, por ejemplo, de un autor de novelas, que en el fondo nunca
es más que el autor de su propio texto. Freud no es sólo el autor de de la Traumdeutung o de El
chiste; Marx no es simplemente el autor del Manifiesto o de El capital: establecieron una posibilidad
indefinida de discurso. [344]

[5]
Tanto Freud como Marx como íconos de la fundación de la discursividad- para
Foucault - puede ser llamados como tal ya que ellos han logrado perpetrar en la historia
“después de ellos” logrando imponer en su discurso para que los otros no sólo hagan
analogías sino que además diferencias. Y es ahí donde radica su importancia.

Abrieron el espacio a algo diferente de ellos, que sin embargos pertenecen a algo que fundaron [345]

La charla concluye con dos conceptos que Foucault trabajará y será identificado en su obra,
muchos años después de su muerte, la noción de discurso y de sujeto. Bases de la
comunicación que se van moldeando y metamorfoseando en todas las esferas de
comunicación del humano. De que manera el sujeto se posiciona y posee la capacidad de
construir un determinado tipo de discurso. LA MUERTE DEL AUTOR. El nacimiento del
SUJETO quien construye un discurso en su vida-obra.

Todos los discursos, cualquiera que sea el tratamiento que se les imponga, se desarrollarían en el
anonimato del murmullo. Ya no se escucharían las preguntas tan machacadas: ¿Quién habló
realmente? ¿Es él, efectivamente, y nadie más? ¿Con qué autenticidad o con qué originalidad? ¿Y
qué fue lo que expresó de lo más profundo de sí mismo en su discurso?” Se escucharían otras
preguntas como estas: “¿Cuáles son los modos de existencia de este discurso? ¿Cuáles son los
lugares reservados para posibles sujetos? ¿Quién puede cumplir estas diversas funciones de sujeto?”
Y detrás de todas estas preguntas no se escucharía más que el rumor de una Indiferencia: “Qué
importa quién habla”. [350-351]

[6]
BIBLIOGRAFÍA
Michel Foucault. “¿Qué es un autor?” en Obras esenciales. Barcelona,
Paidos, 1999. vol 1

[7]

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