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DAVID PERDONA A SAÚL

(1 S. 23:1-24:22)

Verdad central: David devolvió bien por mal a Saúl de quien recibió mal por bien; de esa manera, sentó el ejemplo
para todos los que se dicen cristianos, de no dejarse vencer por el mal, sino vencer el mal con el bien.

Fondo histórico:
Keila. Era una ciudad amurallada situada a unos 5 km al sur de Adulam en el camino de Hebrón a Gat.

Zif. Pueblo en la región montañosa del sur de Judá situado a unos 10 km al suroeste de Hebrón (Jos 15:55), dio su
nombre a la parte del desierto de Judá entre Zif y En-gadi en el Mar Muerto.
Maón. Estaba a unos 9 km al sur del desierto de Zif. Arabá es una de las palabras hebreas para desierto. A
diferencia del desierto de Zif, el Arabá era árido y desolado.
En-gadi. Significa fuente de cabra. Era un oasis importante en la costa occidental del Mar Muerto entre Masada y
Jericó, a unos 30 km al sudeste de Hebrón.

Énfasis.
David libra a la ciudad de Keila, 1 S. 23:1-13. Las simpatías de David con Judá eran firmes, una oportunidad de
demostrar tal actitud la proveyeron os filisteos que saqueaban Keila. Sin presencia sacerdotal o profética, David
consulta a Dios dos veces antes de combatir contra los filisteos, la segunda vez en virtud del amedrentamiento de
sus tropas. Con la seguridad infundida por Dios, David ataca a los filisteos y los derrota. Saúl amenaza con atrapar a
David en Keila, pero Abiatar le aconseja que abandone la ciudad. De nuevo los planes de Saúl se frustran.
Reencuentro de David y Jonatán, 1 S. 23:14-18. Saliendo de Keila, David huye a los escarpados contornos
despoblados de Zif. Los asedios de Saúl se hicieron más difíciles por la topografía. Por el peligro continuo, David
acude a Hores (“bosque”), a 3 km de Zif en donde Jonatán lo encuentra. A estas alturas David estaría muy
descorazonado, pero como siempre, la lealtad de Jonatán lo alienta. La renovación del pacto entre los dos sirvió de
gran estímulo.
Saúl rodea a David, 1 S. 23:19-29. Por la perfidia de algunos zifitas (comp. con 1 S. 26:1-15). Saúl es avisado del
paradero de David. El rey procura la ayuda de los oportunistas para dar con el escondite preciso de David. Saúl y
sus secuaces se acercan a David, pero se muestra de nuevo la protección de Dios; Saúl se ve obligado a abandonar
la búsqueda debido a “seguridad nacional”. No sabe que David está al otro lado de la montaña.
David perdona la vida a Saúl, 1 S. 24:1-22. Saúl sigue la asechanza: David huye unos 25 km más adentro del
desierto de Judá a En-gadi. Fuera de este oasis solo hay peñascos, buen escondrijo. Dios llevó a Saúl a la misma
cueva donde estaba David, sin que aquél lo supiera. David tuvo la oportunidad de matarlo, pero sólo corta una
parte de su manto, acción que causó un profundo arrepentimiento a Saúl. David sube a Masada con sus tropas.

APLICACIONES DEL ESTUDIO.


1. David pedía dirección a su gran Protector. En cuanto le traían el efod, él lo usaba. Tenemos las Escrituras en
nuestras manos, busquemos consejo de ellas en los casos dudosos. Decid, “Traedme la Biblia”. La forma en que
David se dirige a Dios es muy solemne, pero también muy particular. Dios permite que seamos así en nuestras
conversaciones con Él: Señor guíame en este asunto sobre el cual estoy ahora totalmente perdido. Dios sabe no
sólo lo que será, sino lo que debería ser, si no hubiera un impedimento; por tanto, Él sabe librar al piadoso de la
tentación y cómo dar a cada hombre conforme a sus obras.
2. Jonatán consuela a David. Como amigo piadoso lo dirigió a Dios, el fundamento de su consuelo. Como amigo
abnegado, se complace en la perspectiva del ascenso de David al trono. Como amigo constante renueva su amistad
con él. Nuestro pacto con Dios debiéramos renovarlo a menudo, y con ello, mantener nuestra comunión con Él. Si lo
que diga un amigo en una reunión consuela y fortalece nuestros corazones, ¡qué no puede esperarse del respaldo
continuo y del amor poderoso del Salvador de los pecadores, el Amigo de los creyentes en el pacto!
3. Dios entregó a Saúl en las manos de David. Era una oportunidad dada a David para ejercer fe y paciencia. Se le
había prometido el reino, pero no tenía orden de matar al rey. Razona firmemente consigo mismo y con sus
hombres en contra de hacer algún daño a Saúl. El pecado es algo que nos debe causar sobresalto, y tenemos que
resistir las tentaciones para pecar. David no sólo consideraría esto malo para sí; tampoco toleraría que los suyos lo
hicieran.
HOJA DE TRABAJO
DAVID PERDONA A SAÚL
(1 S. 23:1-24:22)

Verdad central: David devolvió bien por mal a Saúl de quien recibió mal por bien; de esa manera, sentó el ejemplo
para todos los que se dicen cristianos, de no dejarse vencer por el mal, sino vencer el mal con el bien.
Lee tu Biblia y responde:
1. David en el desierto, 1 S. 23:1-18.
v. 1-14. Cuando Saúl exterminó a los sacerdotes de Nob, un hijo de Ahimelec, (1 S. 22:20) de nombre _________
huyó y se unió a David. Eso marcó el inicio de una buena relación de David con la familia sacerdotal. Esa familia fue
la que posteriormente dirigió la adoración en el tabernáculo de Jerusalén.
Durante su huida, David hizo algo más que solo esconderse. También luchó a favor de su pueblo oprimido por los
filisteos. En primer lugar, y después de haber consultado a Jehová 2 veces por medio del efod sagrado (23: ___ y
___) liberó a Keila, ciudad que se encontraba cerca de la frontera filistea, 24 km al suroeste de Belén. Sospechando
David que sus habitantes podrían traicionarlo entregándolo a Saúl, consulta nuevamente a Dios (v.12): ¿Me
___________ los vecinos de Keila a mí y a mis hombres en manos de ______? Y Jehová respondió: Os entregarán”.
Así que huyó con los (v.13) _____ hombres que le siguieron siendo fieles al desierto de Zif.
v. 15-18. El desierto de Zif era un área desolada llena de colinas y bosques situada entre Hebrón y el mar Muerto.
Hasta allí llegó (v.16) __________ quien se quedó por breve tiempo en Hores, en el desierto de Zif, quien confirmó
una vez más la legalidad del reinado de David.
2. David traicionado, 1 S. 23:19-29.
Los habitantes de Zif traicionaron a David ante Saúl y le dijeron (v.19-20): ¿No está David escondido en nuestra
tierra en las _______ de Hores… al sur del desierto? … desciende _______ ahora, y nosotros lo entregaremos en la
mano del rey”. David tuvo conocimiento de ello (v.__) y escapó hacia el desierto de _______, en el Arabá. Durante
su huida se relata que sólo una montaña separaba a David de Saúl y sus hombres y M. Henry comenta: “Esta
montaña era un emblema de la providencia divina interpuesta entre David y el destructor”
3. Una prueba para David, 1 S. 24:1-22.
v. 1-7. David y sus hombres siendo perseguidos por Saúl y _______ hombres escogidos, llegan hasta el área de En-
gadi. Se presenta una oportunidad para matar a Saúl cuando éste entra a la misma cueva donde está David para
(v.3) “cubrir sus _______”; eufemismo que se refiere a una evacuación. El rey estuvo tan cerca de él, que los
compañeros de David le instan a matarlo, pero él (v.4) “se levantó… y calladamente cortó la _______ del manto de
Saúl” y dijo a sus hombres: “Jehová me _______ de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido de Jehová, que yo
extienda mi ______ contra él; porque es el ungido de Jehová”.
v. 8-22. Al salir de la cueva Saúl, David hace que reconozca quién le habla y quién le había perdonado la vida.
David, el respetuoso de siempre, insinúa que la actitud irracional de Saúl contra él obedece a la influencia malvada
de otros (v.__), declara su propia inocencia (v.11) “Conoce, pues, y ve que no hay _____ ni ________ en mi mano,
ni he pecado contra ti…” y promete no agredir nunca a Saúl a pesar de las asechanzas de éste contra David (v.___)
Saúl reconoce a David y su arrepentimiento aunque provisorio, es sincero y exclama (v.17): “Más _______ eres tú
que yo, que me has pagado con ______, habiéndote yo pagado con _____” . El que haya hablado a David como
hijo en una campaña vengativa, demuestra de nuevo su inestabilidad emocional. Al final de su conversación con
David, reconoce el hecho de que éste llegaría a ser rey.
APLICACIONES DEL ESTUDIO.
1. David pedía dirección a su gran Protector. En cuanto le traían el efod, él lo usaba. Tenemos las Escrituras en
nuestras manos, busquemos consejo de ellas en los casos dudosos. Decid, “Traedme la Biblia”. La forma en que
David se dirige a Dios es muy solemne, pero también muy particular. Dios permite que seamos así en nuestras
conversaciones con Él: “Señor guíame en este asunto sobre el cual estoy ahora totalmente perdido”.
2. Jonatán consuela a David. Como amigo piadoso lo dirigió a Dios, el fundamento de su consuelo. Como amigo
abnegado, se complace en la perspectiva del ascenso de David al trono. Como amigo constante renueva su amistad
con él. Nuestro pacto con Dios debiéramos renovarlo a menudo, y con ello, mantener nuestra comunión con Él. Si lo
que diga un amigo en una reunión consuela y fortalece nuestros corazones, ¡qué no puede esperarse del respaldo
continuo y del amor poderoso del Salvador de los pecadores, el Amigo de los creyentes en el pacto!
3. Dios entregó a Saúl en las manos de David. Era una oportunidad dada a David para ejercer fe y paciencia. Se le
había prometido el reino, pero no tenía orden de matar al rey. Razona firmemente consigo mismo y con sus
hombres en contra de hacer algún daño a Saúl. El pecado es algo que nos debe causar sobresalto, y tenemos que
resistir las tentaciones para pecar.
COMENTARIO BÍBLICO JAMIESON-FAUSSET-BROWN

CAPITULO 23
1-6. DAVID RESCATA A KEILA.
1. Y dieron aviso a David—más bien, “ahora habían dicho”; porque esta información le llegó antes que él supiera de
la tragedia de Nob. Keila—una ciudad en el oeste de Judá, no lejos del bosque de Haret. … y roban las eras—Estas
comúnmente estaban situadas en los campos, y estaban abiertas al viento.
2. David consultó a Jehová—más probablemente por medio de Gad, quien estaba presente en el campamento de
David (cap. 22:5), probablemente por recomendación de Samuel. El rechazar un ataque no provocado contra gente
inofensiva que estaba ocupada en su cosecha, era un servicio humanitario y benévolo. Pero era dudoso hasta qué
punto sería deber de David ir contra un enemigo público sin tener la comisión real; y por esta causa él pidió y
consiguió consejo divino. Una duda de parte de sus hombres llevó a David a consultar nuevamente a Dios; después
de lo cual, estando completamente seguro de su deber, se enfrentó a los agresores, y por una victoria señalada,
libró al pueblo de Keila de molestias ulteriores.
6. el efod—en que estaban los Urim y Tumim (Éx. 28:30). Probablemente había sido entregado a su cuidado,
mientras Ahimelec y los otros sacerdotes iban a Gabaa, en obediencia al llamamiento de Saúl.

7-13. LA LLEGADA DE SAUL, Y ASTUCIA DE LOS KEILITAS.


7. fue dicho a Saúl que David había venido a Keila—Ahora estaba seguro de su víctima, quien estaría encerrado
dentro de la ciudad fortificada. El deseo fue padre del pensamiento. ¡Cuán maravillosamente tardío y mal dispuesto
para convencerse por toda su experiencia de que la especial protección de la providencia defendía a David de todas
sus trampas!
8. convocó Saúl todo el pueblo a la batalla—no todas las tribus unidas de Israel, sino los habitantes de los distritos
cercanos. Esta fuerza se juntó probablemente bajo el ostensible pretexto de oponerse a los filisteos, cuando en
realidad fue secretamente levantada para hacer mal a David.
9. dijo a Abiatar sacerdote: Trae el efod—La consulta fue hecha, y la oración ofrecida por medio del sacerdote. Se
ha referido a las condiciones alternativas aquí relatadas como que ilustran la doctrina de la presciencia y
preordenación de los acontecimientos por Dios.

14-18. DAVID ESCAPA A ZIF.


14, 15. David… habitaba en un monte en el desierto de Zif—Una región montañosa y apartada era generalmente
llamada desierto, y tomó su nombre de alguna ciudad grande del distrito.
16. Jonatán… vino a David en el bosque, y confortó su mano en Dios—por recordación de las promesas divinas y
del pacto mutuo de ellos. ¡Qué victoria sobre los sentimientos naturales y las consideraciones indignas obtuvo la fe
de Jonatán, antes que él pudiera buscar tal entrevista y diera expresión a tales sentimientos! Hablar con calma y
segura confianza del hecho de que él mismo y su familia fueron superados por un amigo por los vínculos de un
pacto santo y solemne, sólo sería posible para uno que, superior a todas las consideraciones de política mundanal,
miraba el curso de las cosas con el espíritu y por medio de los principios de aquella teocracia que reconocía a Dios
como el único y supremo Soberano de Israel. Ni la historia ni la novela relatan el desarrollo de una amistad más
pura, más noble ni más abnegada que la de Jonatán.

19-29. SAUL LE PERSIGUE.


19. subieron los de Zif a decir a Saúl en Gabaa: ¿No está David escondido su nuestra tierra?—Desde Zif se
contempla un panorama de todo el distrito circundante. No es de sorprender, pues, que los zifitas viesen a David y
sus hombres que pasaban de una parte a otra en las montañas del desierto, y lo espiaran a la distancia, cuando
osaba mostrarse en la colina de Haquila, “a la mano derecha del desierto”, es decir, al sur de Zif, enviasen
prestamente informes a Saúl del escondite de su enemigo. (Van de Velde).
25. David, y descendió a la peña, y se quedó en el desierto—La colina sobre la cual estaba situada Maón, y de la
cual el desierto contiguo tomó su nombre, está a 1.6 km al norte, y 16 kilómetros al este del Carmelo. La mesa
parece terminar aquí. Es verdad que la sierra más alta de las montañas meridionales se extiende más hacia el
sudoeste; pero hacia el sudoeste el terreno se inclina más y más a una mesa de nivel más bajo, que se llama “la
llanura a la mano derecha (es decir, al sur) del desierto”. (Van de Velde).
CAPITULO 24
1-7. DAVID EN UNA CUEVA EN ENGADDI, CORTA EL MANTO DE SAUL, PERO LE PERDONA LA VIDA.
1. David subió de allí, y habitó en los parajes fuertes de Engadi—es decir, “manantial de las cabras monteses”—
nombre dado por el gran número de íbices o gamuzas sirias que habitaban estos peñascos en la ribera occidental
del Mar Muerto. De todos lados el paraje está lleno de cavernas, que bien pudieron servir de escondrijo a David y
sus hombres, como sirve hoy día a los bandidos. (Robinson).
3. Saúl… fue en busca de David… por las cumbres de los peñascos de las cabras monteses—Sólo la ciega
infatuación de su ira diabólica pudo haber llevado al rey a perseguir a su yerno fugitivo por estos precipicios ásperos
y escarpados, donde había escondites inaccesibles. Pero la providencia que todo lo dirige, frustró toda su vigilancia.
4. llegó a una majada de ovejas—Más probablemente una cueva grande con una angosta bóveda natural a la
entrada; la misma enorme cámara natural en la roca, probablemente el lugar donde Saúl se acostaba a descansar
del calor del día; las mismas paredes laterales, también, donde David y sus hombres se escondían cuando,
acostumbrados ya a la obscuridad del interior de la caverna, veían entrar a Saúl, mientras él, todavía cegado por la
fuerte luz exterior, no veía a quien perseguía tan fieramente.
5-8. los de David le dijeron: He aquí el día de que te ha dicho Jehová: He aquí entrego tu enemigo en tus
manos—Dios nunca había hecho ninguna promesa de entregar a Saúl en las manos de David; pero, por las
promesas generales y repetidas de que el reino sería de él, ellos inferían que la muerte del rey se efectuaría
mediante alguna oportunidad como la actual. David firmemente rechazó las urgentes instigaciones de sus
seguidores a que pusiera fin a las dificultades de él y de ellos, por medio de la muerte de su perseguidor (un
corazón vengativo hubiera seguido el consejo de ellos, pero David quiso vencer el mal con el bien, y amontonar
ascuas de fuego sobre la cabeza de su enemigo). Sin embargo, cortó un pedazo del manto real. Es fácil imaginarse
cómo pudo desarrollarse este diálogo, y cómo pudo David llegar al rey sin despertar sospechas. El alboroto y ruido
de los soldados y bestias de Saúl, el número de celdas o divisiones en estas cavernas era inmenso, y algunas de
ellas estaban muy adentro, envueltas de obscuridad, mientras que en la boca de la cueva eran visibles todos los
movimientos, la probabilidad de que la prenda de la cual David cortó un pedazo pudiera haber sido su manto
exterior echado en el suelo, y que posiblemente Saúl estaría durmiendo—todos estos hechos y conjeturas son
suficientes para explicar los incidentes detallados en la historia.

9-15. DAVID POR ESTO MANIFIESTA SU INOCENCIA.


9. También David se levantó después, y saliendo de la cueva dio voces a las espaldas de Saúl—Lo cercano de los
peñascos escarpados, aunque separados por profundos wadys, y la pureza del aire permiten que se oiga claramente
la voz de una persona de una roca a otra. La reconvención de David, seguida por las señales visibles que él
mostraba, de que no abrigaba designios malos contra la persona ni el gobierno del rey, aun cuando lo tenía en su
poder, tocó el corazón de Saúl en ese momento, y lo despojó de su triste propósito de venganza. Reconoció la
justicia de lo que dijo David, confesó su propia culpa, y pidió la bondad de David hacia su casa. El parece haber sido
susceptible a impresiones fuertes, y, como en este caso, a impresiones buenas y agradecidas. La mejoría en su
humor, en verdad, fue sólo momentánea, y su lenguaje fue el de un hombre abrumado por la fuerza de emociones
impetuosas, y obligado a admirar la conducta y estimar el carácter del que había odiado y temido. Dios usó todo
esto para asegurar la huída de David. Considérese el lenguaje y comportamiento de éste. Este lenguaje—“un perro
muerto. una pulga”, términos por los cuales, como los orientales, él expresó fuertemente su humildad, y la completa
rendición de su causa a Aquel que es el único juez de las acciones humanas, y a quien pertenece la venganza—su
firme rechazo de los impulsos vengativos de sus seguidores, el enternecimiento de corazón que sentía aun por la
aparente indignidad que había hecho al ungido de Jehová, y el homenaje respetuoso que rindió al celoso tirano que
había puesto precio sobre su cabeza, hace patente la magnanimidad de un gran hombre, y admirablemente ilustra
el espíritu y energía de su oración “cuando estaba en la cueva” (Salmo 142).

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