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CASO PRÁCTICO 1

La empresa X fabrica un producto de alta demanda en el mercado. Por tanto, sus


finanzas han sido sanas y las utilidades también; tiene 10 años de operación;
paga a tiempo sus impuestos y tiene buenas relaciones con la colectividad; tiene
un sindicato con el cual mantiene relaciones adecuadas; los salarios se revisan de
acuerdo con lo que marca la ley y no se han presentado conflictos
obreropatronales de importancia. La empresa adoptó la política de pagar 15 % por
arriba del promedio de salarios en el mercado, tomando como base las encuestas
respectivas efectuadas por la cámara correspondiente. Todos los trabajadores
reciben las prestaciones de ley, además de otras adicionales que representan 20
% de la nómina. Está localizada en la ciudad de zz y cuenta con 1200 obreros.
Sin embargo, tiene un problema: la rotación externa de personal llegó a 60 % el
año pasado. Los directivos se encuentran muy preocupados al respecto y solicitan
que usted, en su carácter de director(a) de capital humano o de consultor,
encuentre una solución al problema.

a) Indique las repercusiones financieras, para la empresa, de la rotación de


personal. Descríbalas con la mayor precisión posible.
b) ¿En cuál estado financiero se indican explícitamente dichas repercusiones?
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de este hecho?
c) Señale las consecuencias psicológicas y sociales, para las personas, de la
rotación. Menciónelas con el máximo detalle permisible.
d) Mencione algunas de las consecuencias, para la organización, de la ro-
tación de personal.
e) ¿Es importante para la organización generar conocimiento al respecto?
¿Por qué?
f) En su papel de profesionista y director(a) de capital humano, ¿cuál es su
responsabilidad al respecto?
g) ¿Cuál es el papel del diagnóstico en la solución del problema?

En la descripción del caso se dieron elementos históricos y contextúales, es decir,


con el fin de comprender mejor tanto la situación deseada como la real, se
proporciona información sobre el entorno actual y pasado de la organización. Este
boceto puede ayudar a delinear el marco teórico para dejar fuera ciertas variables.

1.1 INTRODUCCIÓN

Todo el mundo desea ser sobresaliente en sus actividades. Empero, hasta donde
conozco, no existe un perfil del profesionista óptimo. Este capítulo está dedicado a
delinearlo con la finalidad de señalar la importancia trascendente de la
Metodología de la Investigación en la formación de los profesionistas. Las ideas
provienen de mis reflexiones y experiencias, así como de diversas lecturas,
comentarios con colegas, asistencia a congresos internacionales y nacionales,
etcétera.

1.3 EL APRENDIZAJE ORGANIZACIONAL Y EL INDIVIDUAL

Parecería, pues, que los retos que deberán enfrentar las organizaciones y
empresas, así como los profesionistas, serán:

1.3.1 Generar Conocimientos específicos

Las empresas y organizaciones y los profesionistas deben crear sus propios


conocimientos. Aparte de la investigación tecnológica, ya no es dable pensar en
dejar la investigación a las universidades públicas ni privadas. Cada empresa y
organización se enfrenta a una serie de interrogantes que sólo ellas pueden
responder. Por ejemplo: ¿quiénes son nuestros clientes?, ¿qué esperan de
nuestros productos o servicios?, ¿cuáles son las principales fallas o los problemas
de estos productos o servicios?, etc. Además: ¿cuáles son los principales factores
moti- vadores de los miembros de la organización?, ¿cuáles son los talentos
existentes entre dichos miembros?, ¿qué métodos están dando mejores
resultados para su puesta en ejercicio?, ¿cuáles son las características de los
equipos exitosos?, y así sucesivamente.
Un aspecto trascendente aquí es el benchmarking, o sea, la comparación con
otras organizaciones o profesionistas semejantes, especialmente aquellas
consideradas como las mejores, con el fin de evaluar los servicios y procesos de
trabajo para poder mejorar los propios. Se detectan así las brechas en el
desempeño.

¿Cuáles pueden ser las consecuencias para las empresas si persisten estas
disparidades en las percepciones?

El sector de banca y finanzas, como ocurrió con el de manufactura


anteriormente, ya no es neutral respecto a la ciencia. Este sector ha alcanzado
una etapa en la cual la gerencia necesita formular una estrategia respecto a la
ciencia y la tecnología. El impulso hacia la aplicación del método científico viene
de la creciente competencia y la necesidad de responder a las necesidades
cambiantes y complejas de los negocios. El empleo de la tecnología en gran
escala produce, a su vez, mayores innovaciones y crea presiones competitivas
adicionales...
¿Por qué el riesgo implica a la ciencia? Por tres razones. En primer lugar, el
riesgo en sí mismo requiere de una conceptuación de naturaleza científica.
Segundo: el riesgo implica una cadena de relaciones lógicas; existen relaciones
lógicas complejas entre la evaluación de los determinantes básicos del riesgo y el
proceso de toma de decisiones. Tercero: la evaluación del riesgo implica una
comprensión científica de las leyes económicas y financieras (o sea, de la manera
en que los mercados funcionan).
Dada la enorme cantidad de datos disponibles respecto a las tarjetas de crédito y
de débito y oteas transacciones, puede conocerse mejor a los clientes por medio
de su comportamiento manifestado en dichas transacciones. Los métodos (de
investigación) permiten establecer modelos de las historias de los clientes para
propósitos de clasificación y segmentación... La mercadotecnia basada en el
análisis de las bases de datos nos permite.

2.1 PAPEL DEL PROFESIONISTA

Todo profesionista debe ser una persona formada y capacitada para resolver
problemas dentro de una cierta área del conocimiento, pues se enfrenta a una
serie de casos planteados por sus clientes.
Tales problemas pueden ser suscitados por su propia curiosidad e interés de
perfeccionarse. De cualquier manera, debe buscar soluciones a muchos enigmas
con la finalidad de tomar mejores decisiones.
Los profesionistas deben colaborar para resolver los problemas mencionados en
el capítulo anterior así como muchos otros, para lo cual una condición necesaria
más no suficiente es la voluntad de resolverlos. La sociedad demanda personas
altamente calificadas para ayudarla a tomar decisiones al respecto.
La sociedad, mediante el pago de impuestos de los ciudadanos, aporta fondos
para que las instituciones de enseñanza superior preparen profesionistas con el
fin de coadyuvar a la solución de dichos problemas. Así, administradores,
psicólogos, economistas, contadores, sociólogos, médicos, trabajadores sociales,
veterinarios, ingenieros, etc., van a constituir los cerebros encargados de
contribuir a la solución de las dificultades mencionadas en el capítulo previo. Los
problemas sociales, económicos, políticos, tecnológicos y otros más pueden
encontrar remedio mediante la ampliación del conocimiento.
La toma de decisiones acarrea, de manera inmediata, una responsabilidad. En
efecto, la posibilidad de elegir entre varias opciones implica, automáticamente, la
obligación de dar respuestas, de dar cuenta respecto a la idoneidad de la
elección.

Los países altamente industrializados reconocen la rentabilidad de las


inversiones en ampliar el conocimiento. No es casualidad que dediquen grandes
sumas a la investigación. Un resultado es el desenvolvimiento tecnológico, el cual
acarrea mayores ingresos.

Esto pasará a formar parte de los presupuestos de universidades e instituciones


dedicadas a estas tareas. Pero es necesario no olvidar que muchos pro-
fesionistas independientes, mediante los servicios de consultoría, deben
investigar también.
El auditor que debe determinar si las operaciones financieras de una organización
han sido registradas correctamente; el especialista en mercadotecnia que debe
precisar si un producto satisface las necesidades de los consumidores; el
economista que debe conocer los determinantes del ahorro por parte del público;
el sociólogo que busca conocer los valores que sustentan las diferentes clases
sociales. La investigación, pues, no queda reducida a la vida académica, sino que
debe permear toda la actividad profesional. El profesionista toma decisiones
frecuentemente, o aconseja a otros para que las tomen. Actualmente existen
muchos tipos de modelos matemáticos para tomar decisiones, como la
programación lineal, la programación dinámica, los modelos de transportación,
etc. Sin embargo, muchos modelos suponen que los datos que se manejarán
están dados y, por tanto, no aclaran la forma de obtenerlos. Para ello se requiere
la investigación frecuentemente. La investigación, basada en datos objetivos y en
fundamentos lógicos, es indispensable en cualquier actividad humana.

2.2 ¿CIENCIAS ADMINISTRATIVAS?

Mucho se ha discutido si la administración, la contabilidad o la economía son


ciencias o no. Desde luego, en estas páginas no se abundará en la discusión. Sin
embargo, es indispensable afirmar que deben emplear el método científico, como
se definirá más adelante, si han de ser útiles y aportar realmente soluciones
válidas a los problemas que surgen dentro de su campo de acción. El lector
deberá reflexionar sobre la admisión de la administración, de la contabilidad o de
la economía en la categoría de ciencias, después de estudiar el presente libro y
de realizar alguna investigación.

Potra parte, más que la disciplina en abstracto, es necesario hacer referencia al


cultivador de esa disciplina. El científico merece tal denominación no sólo porque
conoce los principios y leyes de la ciencia, sino por su actitud lógica, que le lleva a
comportarse de una manera racional y sistemática. Un administrador puede ser
científico y otro puede ser lo contrario. En otras palabras, no. es el campo de
estudio sino la actitud y la conducta, las que definen al científico. Puede decirse
que el ser científico es un estilo de vida para enfrentarse a los problemas. Así
pues, el profesionista que actúe basado en procedimientos lógicos, que tome
datos objetivos para sus decisiones, y que siga una metodología rigurosa (la cual
es el objetivo de este libro) con el fin de evitar al máximo que sus impresiones
personales influyan en sus decisiones, merecerá el calificativo de científico. En
otras palabras, los profesionales de la administración, ya sea pública o privada,
los de la economía, y los de las disciplinas afines, pueden reclamar para sí la
etiqueta de científicos con la condición de que se aboquen a la solución de
problemas mediante una conducta racional y siguiendo una metodología fincada
en procedimientos lógicos y objetivos. Serán la negación del científico si los
resuelven siguiendo corazonadas, gustos personales, preferencias políticas o
amistosas, creencias, etcétera

El autor entiende como ciencias administrativas aquellas dedicadas a lograr un


máximo aprovechamiento de los escasos recursos con que cuenta la humanidad;
esto compete a la economía, la contabilidad y la administración propiamente
dicha. Por ende, en el texto, al hablar acerca de los administradores, debe
entenderse que se hace referencia a los profesionistas de las tres disciplinas
mencionadas

2.3 CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO

Por ciencias del comportamiento, el autor entiende todas aquellas discipli-


nas que tienen por objeto el estudio de la actividad del ser humano, tomado
éste como una unidad indivisible; considera como tales, entonces, la psicolo-
gía, la sociología, la antropología, la etnología, etcétera.

2.4 RELACION ENTRE LAS CIENCIAS DE LA ADMINISTRACION Y LAS


DEL COMPORTAMIENTO

El ser humano, para cubrir sus necesidades, debe coordinar sus esfuerzos con
otros. Surge así la división del trabajo y el intercambio de bienes y servicios.
Nacen, igualmente, los procedimientos y la toma de decisiones, así como la
necesidad de contar con información para tomarlos con el fin de lograr el mejor
aprovechamiento de los recursos. Todo lo anterior es llevado a cabo por
personas. Aunque se habla en abstracto del proceso administrativo, o de la
toma de decisiones o del consumo o de la producción o del registro de las ope-
raciones, en realidad no existen sino administradores, tomadores de decisio-
nes, consumidores, productores y contadores. En otros términos, el estudio de
las características anteriores no debe ser pasado por alto. De la misma
manera, el estudioso del comportamiento humano debe conocer las
modalidades de las formas de producción, que influyen en la conducta, así
como las técnicas administrativas y los principios económicos. De ahí que en
esta obra se traten conjuntamente las técnicas de investigación y se pongan
múltiples ejemplos que abarcan una gama de disciplinas, con la esperanza de
que los especialistas de una disciplina se inquieten y profundicen en los temas
de otras que resulten cercanas a su especialidad, aunque la proximidad no sea
tan evidente en virtud de la artificial segmentación del universo

2.5 SEGMENTACION DEL UNIVERSO

El ser humano se encuentra inmerso en un contexto de fenómenos y eventos


que tienen lugar en el Universo. Constata el devenir del día y de la noche, de
las estaciones y el movimiento aparente de las estrellas; observa la caída de la
lluvia; se da cuenta del crecimiento de las plantas y del de los animales; per-
cibe la luz y el sonido y las expresiones de afecto en sus semejantes. Todos
estos fenómenos se presentan de una sola vez, como una experiencia
inmediata. Por sus limitaciones, le es imposible captar y comprender la
interrelación de todos los fenómenos. Por ello, va segmentando el Universo en
una serie de compartimentos especiales en cada uno de los cuales coloca una
serie de fenómenos, creando las diversas ciencias. Empleando su curiosidad y
su razonamiento a guisa de arietes, va derrumbando sus propias limitaciones y
los obstáculos impuestos a su comprensión por la complejidad del mundo que
le rodea y, paciente y laboriosamente, va dividiéndolo de manera artificial en
sectores y construyendo dentro de cada uno una estructura de datos
comprensibles y asequibles. En el aparente caos que se le presenta en forma
inmediata, va encontrando orden y regularidad.
Considérese un ejemplo común: en un aula, el profesor imparte su
cátedra. Las cuerdas vocales del maestro vibran al ser expelido el aire de los
pulmones (cuya estructura es objeto de la anatomía; mientras su
funcionamiento, lo es de la fisiología). La vibración de las cuerdas es
trasmitida por las ondas sonoras (objeto de estudio de la acústica) hasta los
receptores localizados en el oído de los alumnos. Los receptores envían
impulsos nerviosos hasta la corteza cerebral (dando lugar a un proceso
estudiado por la neurofisiología), en donde son analizados y comprendidos
(funciones estudiadas por la psicología). Además, la estructura de su
exposición es objeto de la lógica; mientras las relaciones entre las palabras y
su ordenamiento son problemas para la lingüística. La costumbre de usar
corbata es objeto de la etnología, mientras los métodos de enseñanza son
estudiados por la didáctica. Los alumnos, al respirar (fenómeno analizado por
la fisiología), retienen en sus glóbulos rojos el oxígeno y expelen anhídrido
carbónico (sustancias comprendidas en el estudio de la química). Sus cuerpos
trasmiten calor a los asientos (evento objeto de la física) y tal vez algunos se
sientan incómodos (experiencia estudiada por la psicología). Los estudiantes
son usuarios de un servicio, cuya forma de distribución es objeto de la
administración; y, ponerlo a sus órdenes, origina costos que son considerados
dentro de la contabilidad, etc. A primera vista, se presenta un cuadro confuso
y caótico de eventos y fenómenos; esto causa confusión en nuestras
impresiones.
Sin embargo, al dividir al panorama en diversos sectores y prestar atención a
uno de ellos a la vez, el caos desaparece y en su lugar se encuentra una serie
de principios y leyes. Desde luego, no todos estos fenómenos son observables
a simple vista; algunos requieren instrumentación especial, diseñada de
acuerdo con los principios propios de cada ciencia.
El universo se segmenta en diversos campos que vienen a constituir las
diferentes disciplinas científicas, sin embargo, esa división es más aparente
que real. Hace tiempo se propugnó crear especialistas para cada ciencia; pero
la excesiva especialización, según se ha comprobado, es perjudicial Las
tendencias modernas en la educación profesional apuntan cada vez más a
crear graduados me, concentrados en un campo, no desconozcan los demás,
especialmente los fronterizos al suyo propio. El esfuerzo por lograr
profesionistas interdisciplinarios toma cada vez mayor importancia ya que los
problemas, en la realidad, presentan facetas múltiples. Por ejemplo, un
aumento de "sueldo otorgado en una organización acarrea consecuencias
legales, económicas, sociales, psicológicas, contables, etcétera.

2.6 NECESIDAD DE EXPLICACION

Ahora bien, el ser humano necesita sentirse seguro de este universo en el cual
operan fuerzas superiores a las suyas y en el cual existen fenómenos y
eventos indispensables para su supervivencia. El ser humano requiere
controlar los fenómenos de manera que la producción de éstos se ajuste a sus
necesidades. Sabe, también, que conociendo las circunstancias operantes en
el acontecer de los fenómenos, puede controlarlos. Busca antecedentes
(causas) y consecuentes (efectos). Por otro lado, el hombre está dotado de
una curiosidad generadora de preguntas que demandan respuesta. Así pues,
se ha valido de diversos medios para explorar su mundo, manejarlo y
explicarlo.
Para cumplir con sus responsabilidades los profesionistas requieren contar con
métodos para recopilar, procesar y analizar la información pertinente con el fin
de contribuir a tomar decisiones adecuadas. Las instituciones de educación
superior tienen como misión principal la formación integral de los cuadros
humanos para satisfacer dichas necesidades. La formación integral se refiere a
la aprehensión de todos los valores culturales, afectivos y sociales, así como al
desarrollo completo de todas las facultades humanas.

2.7 PLANTEAMIENTO Y SOLUCION DE PROBLEMAS PRACTICOS

Cualquier problema consiste en que no estamos donde necesitamos estar. En


muchas ocasiones se siente un malestar al respecto, proveniente de
observaciones personales; pero sólo podemos avanzar en la solución si
actuamos metódicamente.
Para resolverlo se requiere dar una serie de pasos (se dice que cuando un
problema está bien planteado casi está resuelto).

2.7.1 Diagnóstico

Es preciso emprender varias acciones descritas a continuación:

• Definición de la situación deseada. Surge la necesidad de establecer, de


manera objetiva y precisa, las metas por alcanzar. No basta decir, por ejemplo:
"Quiero mejorar mi promedio de calificaciones escolares" sino "Necesito tener
un promedio de 10" (en una escala de 0 a 10). O "Necesitamos elevar nuestras
ganancias" sino "Requerimos incrementar las utilidades en 15 % este año" O
"Tener una población saludable" sino "Bajar la tasa de mortalidad a X muertes
por 100 000 habitantes en el próximo quinquenio". "Quiero ser un deportista
reconocido" sino "Voy a ganar el maratón de la Ciudad de México". Los
primeros enunciados dentro de cada uno de los ejemplos anteriores pueden
denominarse intenciones. Sólo se convertirán en objetivos cuando establezcan
una cantidad o una clasificación o denominación.

En este proceso ayuda mucho establecer la visión (una especie de


ensoñación a la cual se aspira). El compromiso para lograr la situación
deseada constituye la misión, ya sea de la organización o de manera
individual. Tanto la determinación de la visión y la misión implican procesos
importantes. En otro lugar se han tratado con mayor detenimiento estos
aspectos.
Aun cuando hayamos avanzado y nos encontremos donde habíamos
anhelado estar, y debido a la insatisfacción connatural a los seres humanos,
podemos establecer situaciones deseadas más ambiciosas. Es decir, en el
momento actual podríamos estar donde necesitamos, pero en cinco años
deberemos estar en otra posición.
• Estimación de la situación actual. Este aspecto requiere emplear
instrumentos y procedimientos propios de cada profesión, con base en
una serie de principios metodológicos y filosóficos, los cuales
constituyen el objeto de esta obra. Debe llegarse a una medición (si se
trata de aspectos cuantitativos: estatura, penetración en el mercado,
nivel de glucosa en la sangre, ganancias, cociente intelectual, tasa de
mortalidad, producto interno bruto, etc.), o clasificación (tratándose de
aspectos cualitativos: sexo, lugar de nacimiento, filiación política,
profesión, marca preferida de jabón, etc.) y una evaluación (o sea, una
interpretación para aquilatar los datos obtenidos).
Las dos fases previas son intercambiables. Puede empezarse por una o
por otra.
• Estimación de la intensidad del problema. Se refiere a la diferencia
entre la situación deseada y la situación actual. Puede denominarse
también necesidad o carencia. Nótese un punto importante: se requiere
una comparación, esta es una palabra que debe traerse
constantemente a la memoria pues es la clave de muchos de los
métodos y procedimientos tratados a lo largo de este libro.
• Posibles factores causales del problema. Se trata de encontrar los
aspectos concebibles cuya presencia pudiera ayudarnos a entender y
explicar la diferencia encontrada (véase párrafos adelante del recuadro
sobre marco teórico).
Ejemplo (superfluo): yo requiero, pues voy a realizar un viaje fuera de la
ciudad, que mi automóvil corra al menos a 100 km por hora (situación
deseada), f Empero, sólo alcanza una velocidad de 30 km por hora (situación
real). Hay un I déficit de 70 km (intensidad del problema). Puede deberse a
varias razones: los | frenos están pegados, el carburador no funciona bien, y
otros más.

En la vida real, como se verá en el capítulo 6, es recomendable analizar un


factor causal o un conjunto reducido de ellos a la vez, pues emplear un número
considerable puede complicar extraordinariamente el escrutinio de los
resultados. Nótese, se toma una decisión pues la gama de posibles factores
puede ser muy grande y se elige aquel o aquellos con más visos de mostrar
una influencia mayor sobre la variable dependiente (o situación actual). A dicho
(s) factor (es) lo(s) denominamos antecedentes o variables ~ independientes.

La causalidad plantea intensos problemas de tipo filosófico, los cuales han


sido discutidos durante siglos y no han tenido una solución satisfactoria (véase
Martínez, 1997, y el apéndice A). En la presente obra se parte de un
postulado: no sólo podemos conocer (al menos parcialmente) la realidad sino,
más importante aún, podemos transformarla. Precisamente esa es la finalidad
de los profesionistas: cambiar la realidad mediante la solución de problemas
en un campo específico del conocimiento. De otra forma no se justifica la
existencia de dichos profesionistas.
¿Cómo efectuar la apreciación de la situación deseada y la actual? Pueden
emplearse diversos instrumentos, a los cuales se prestará mayor atención en
el capítulo 5. Por lo pronto se mencionan, grosso modo, las entrevistas, los
cuestionarios, la observación y diversas herramientas, tales como registros
contables, contadores electrónicos, torniquetes a la entrada de salas o
comercios, sensores en una autopista, relojes, etc. Dependerá del problema el
tipo adecuado de instrumento necesario.
Surgen inmediatamente preguntas tales como: ¿por qué existe la diferencia?,
¿a qué se debe que no estemos donde necesitamos estar?, ¿cuáles pueden
ser los motivos por los que existe el problema?, ¿cuáles factores serán más
fáciles de atacar?, ¿cuál puede ser la mejor solución?, y otras semejantes, las
cuales pueden resumirse en la siguiente: ¿cómo podemos cambiar la situación
actual y acercarla a la deseada? Son preguntas legítimas; pero resultan muy
generales. No son problemas de investigación (como se definirán más
adelante) y no señalan un camino por seguir. Pueden considerarse como un
inicio de un problema de investigación; sin embargo, todavía es necesario
afinar las preguntas, como se verá posteriormente, dentro de este mismo
capítulo.
Como puede apreciarse fácilmente, el diagnóstico implica generación de
conocimiento. De aquí la afirmación previa en el sentido de que todo
profesionista debe investigar.
Desde luego, es prudente intentar aprender en cabeza ajena. Por tanto, es
imprescindible recurrir a los libros o las revistas especializadas, a centros de
documentación o a las informaciones en internet con el fin de intentar
encontrar quiénes se han enfrentado a problemas semejantes y determinar
cuáles fueron las soluciones y sus consecuencias. De esta manera podrá,
quizá, facilitarse la solución.
Es importante también prestar atención a las razones esgrimidas o los motivos
aducidos para intentar explicar la diferencia entre la situación deseada y la
actual.
Es trascendente la justificación razonada de los posibles factores causales de
dicha desigualdad. Estos argumentos van a constituir el marco teórico.

El objetivo del marco teórico consiste en presentar la serie de razonamientos para


fundamentar la supuesta relación entre los factores o variables; o dicho de otra
manera, la pretendida conexión entre un posible antecedente y un consecuente o
quizá entre un posible factor causal, o conjunto de ellos, y su(s) correspondiente(s)
efecto(s), aunque antes se ha mencionado el grave problema filosófico de la
causalidad.
El papel cubierto por el análisis de un marco teórico, como punto de partida para
la investigación, resulta trascendente, pues sirve para:

1. Pasar revista a la situación actual del conocimiento en un tema dentro de una


disciplina o ciencia. Aquí, también preciso efectuar una breve reseña
histórica del desenvolvimiento a lo largo del tiempo, del área en cuestión. (Se
coloca el énfasis en la palabra breve pues es muy común encontrar historias
que llenan un número cuantioso de páginas en algunas investigaciones,
especialmente en las tesis para obtener un grado académico.)
2. Señalar, con precisión, las lagunas existentes en cuanto a dicho conoci-
miento o a la práctica de la profesión. Aquí es necesario prestar atención a
dos puntos importantes:

• Las anomalías. Es decir, en cuáles casos y bajo qué circunstancias puede


pensarse que la teoría no se cumple ¿Bajo qué circunstancias se ha
observado la falta de cumplimiento de la teoría? Por ejemplo, muchos de
los marcos teóricos de las disciplinas administrativas y de las ciencias del
comportamiento se han generado en otros países, con culturas diferentes.
Se aplicarán por igual en nuestras naciones iberoamericanas He ahí una
magnífica oportunidad para generar conocimientos.
• La estructura lógica del marco teórico. En efecto, aquí las preguntas
importantes son: ¿Todos los elementos están engarzados de una forma
coherente? ¿Cuáles debilidades en la congruencia pueden detectarse?-Y
así sucesivamente. (Desde luego, no hay que confundir una teoría muy
bien estructurada con la verdad de la misma. Este es un punto que
confunde a muchas personas ingenuas: al conocer una teoría bien
presentada automáticamente le adjudican una similitud con la realidad. No
es este el momento para entrar en una exposición de este punto; para tal
efecto, véase el apéndice A.)

3. Justificar, o sea, dar razones para suponer una relación entre los factores o
las variables.
4. Definir las variables y dar pie a las hipótesis, como se verá más adelante.

Nuevamente, para tal fin es necesario recurrir a las fuentes (revistas, libros,
documentos, etc.).

2.7.2 Pronóstico

Se trata de adelantarnos al futuro y prever el desenvolvimiento de la situación


actual en caso de no tomar alguna decisión o, si se va a actuar de cierta
manera, barruntar las modalidades de la situación deseada. Es importante
también prever las consecuencias de cada acción. Aquí pueden establecerse
diversos escenarios. Se acostumbra emplear al menos tres: pesimista (lo que
puede ocurrir en el peor de los casos), medio (un resultado ni tan malo ni
excelente) y optimista (el mejor de los mundos posibles).

2.7.3 Planeación

Desde el ángulo estratégico, se analizan las fortalezas y debilidades


(propias o de la organización), así como los riesgos y las oportunidades con
el ñn de intentar disminuir las fuerzas restrictivas y propiciar las impulsoras
y establecer la forma de llegar a la situación deseada: formular metas
parciales, con indicación de los tiempos, etc. (puede verse en Arias Galicia
y Heredia Espinosa, 2006, un método para efectuar este tipo de
planeación). En esta etapa deben ponerse los cimientos para las dos
facetas del control, mencionadas párrafos adelante.

2.7.4 Integración

Atraer los recursos necesarios para alcanzar las metas en el tiempo y lugar
necesarios.

2.7.5 Organización

Fijar responsabilidades de las personas integrantes del equipo, establecer


líneas de comunicación, etcétera.
2.7.6 Dirección

Capacitar, motivar, comunicar, asegurar la participación de todos (no sólo


con trabajo y esfuerzo) sino con ideas, acrecentar la calidad de vida, y así
sucesivamente.

2.7.7 Control

Esta etapa consta de dos facetas importantes:

• Verificar el grado de avance respecto a la situación deseada.


Comprobar que el avance se debe, al menos en parte, a las acciones
emprendidas o, si se desea, a la intervención de nuestra parte. Desde luego,
sólo puede contestarse a esta cuestión si, desde la fase de planeación, se
establece la manera de responderla.

2.7.8 Fijar nuevas metas y/o nuevos procedimientos

Una vez logrado cierto avance, es necesario volver la mirada al inicio del
proceso y replantear las metas. En otras ocasiones, no se logrará ninguna
mejoría. Será necesario analizar los posibles factores causales pues quizá el
elegido no sea, en verdad, el incidente y sea necesario ir hacia otro. En todo
caso, aun cuando existan progresos en relación con la meta será necesario
determinar si La intervención ocasionó el adelanto, como se verá en el capítulo
6.
Puede verse que (excepto por el diagnóstico, el pronóstico y la última fase
mencionada del control) el proceso anterior, descrito muy escuetamente, se
conoce como el proceso administrativo.
Se dice que la aplicación de los pasos mencionados puede darse en muchos y
diversos afanes humanos y variadas disciplinas: educación, psicología,
economía, contabilidad, trabajo social, ingeniería y así sucesivamente.
Es importante mencionar que los pasos previos no constituyen un proceso
lineal sino un recurso didáctico. Es decir, pueden darse varios al mismo tiempo
y puede haber avances y retrocesos.

2.10 CIENCIA
Ninguno de los medios anteriores está libre del capricho, del prejuicio o de
la falibilidad sensorial del ser humano. Como consecuencia, las
afirmaciones sostenidas con referencia a ellos son inciertas en el ámbito de
su aplicación y de su precisión. Los métodos descritos son inflexibles, es
decir, no admiten la posibilidad de corregir sus propios resultados (Cohén y
Nagel, 1934).
Para explorar y controlar nuestro mundo requerimos precisión y claridad,
orden y consistencia, lógica y sistema. Debemos emplear un medio ajeno a
nuestros deseos y caprichos. Sólo la ciencia cubre los requisitos (retome el
ejercicio 2.13).
La ciencia es la descripción objetiva y racional del Universo (De Gortari,
1957). El científico busca explicación sistemática y controlada para los
fenómenos que observa. Ha aprendido que las propias percepciones
pueden ser viciadas por grandes errores y que algunas creencias
firmemente sostenidas han sido derribadas por estudios más acuciosos. Ha
aprendido a precaverse contra sus propios prejuicios y deseos, pues bien
sabe cuán distorsionadores de la realidad pueden ser. El método científico
es empleado por la ciencia en sus afanes y constituye, según Cohén y
Nagel (1934), la persistente aplicación de la lógica para poner a prueba
nuestras impresiones, opiniones o conjeturas examinando las mejores
evidencias disponibles en favor y en contra de ellas.

2.10.1 Características de la ciencia

La ciencia es objetiva. Una afirmación como "Picasso es el mejor


2.10.1.1.
pintor del mundo", constituye un juicio personal de quien lo expresa. La
afirmación está cimentada no sólo en la época histórica en que se vive, sino
también por la ideología, educación, prejuicios, intereses, gustos, en fin, la
personalidad de quien la expone. El juicio así enunciado es subjetivo, o sea
que, pese a no parecerlo, se refiere más a las características de quien afirma
que al objeto de la afirmación. En cambio, la sentencia "una vez alcanzado el
umbral, la célula nerviosa responde sin importar la intensidad del estímulo",
conocida como ley del todo o nada, puede ser enunciada por un neurofisió-
logo, por un psicoanalista freudiano o por un behaviorista y seguirá siendo vá-
lida pues es independiente de la personalidad de quien la expresa. En otras
palabras: es objetiva, pues se refiere netamente al objeto o al fenómeno, sin
estar contaminada por los intereses, prejuicios, religión o, en síntesis, por la
personalidad de quien la enuncia. Además, contando con el instrumental
requerido, el fenómeno en cuestión puede ser producido y repetido por
cualquier persona en las mismas circunstancias, sin importar su estado
afectivo momentáneo, sus planes o sus experiencias. Lo mismo puede decirse
de la afirmación: "Un capital de $ 1000 colocado al 8 % de interés anual
simple, produce $80 en un año." Podrá parecemos mucho o poco el
rendimiento, pero éste será independiente de nuestras preferencias
personales. La objetividad permite la comprobación de cualquier fenómeno por
parte de otras personas (véase el ejercicio 2.21).
2.10.1.2. La ciencia emplea mediciones o clasificaciones. Una de las
características del ser humano es su capacidad para crear símbolos,
efectuando abstracciones de los objetos a los cuales se refiere. La matemática
tiene sus propios símbolos para expresar cantidades y relaciones. En sí, los
números no tienen significado. Su sentido está proporcionado por la escala en
la cual se emplean y por la lógica de la medición. Sólo son símbolos
convencionales. Así, pongamos por caso, el contador de un banco
seguramente nunca tendrá frente a sí todo el capital que maneja en sus libros.
Las escalas de mediciones están adoptadas sobre acuerdos generales;
proporcionan la ventaja de permitir expresar juicios con una mayor objetividad
y sobre un consenso, evitando ambigüedades. Palabras tales como "mucho",
"poco", "suficiente", etc., aunque contienen un germen de magnitud, son
vagas; pueden tener diferentes significados para diversas personas y, por
tanto, abren la puerta a la subjetividad. La cuantificación es realmente un
medio para superar parcialmente las limitaciones humanas. Sin embargo, no
por el hecho de emplear números se está haciendo ciencia. Los números
deben ser obtenidos por procedimientos metodológicos rigurosos, como se
explicará en el capítulo 7.
2.10.1.3. La ciencia especifica condiciones de observación. Uno de los
requerimientos para la objetividad es precisar las condiciones imperantes en el
momento en el cual se produjo el fenómeno. Así, pueden aislarse y estudiarse
los eventos relacionados con el fenómeno bajo estudio. En adición, al dar
cuenta de estas condiciones, el científico da la pauta para que otros puedan
repetir el estudio, garantizando la objetividad y la generalización.
Es muy importante, especialmente en las ciencias del comportamiento y
las de la administración, no perder de vista el hecho de que el tiempo y el es-
pacio constituyen elementos de las condiciones imperantes cuando se
produce un cierto fenómeno. Es bien conocido que las creencias, los valores,
las costumbres, la legislación y otros rasgos culturales resultan diferentes si se
comparan diversas zonas geográficas. Aun dentro de un mismo territorio
existe un dinamismo cultural en el cual van transformándose las pautas de
conducta, tal como se mencionó en el capítulo 1.
En los países de habla hispana la enseñanza de las ciencias
administrativas y conductuales ha abrevado primordialmente en textos
escritos en los países altamente industrializados. Se han tomado muchas
veces las afirmaciones anotadas en ellos como verdades absolutas y se ha
caído en el vicio de trasplantar indiscriminadamente técnicas, procedimientos
y soluciones exitosas en aquellos países, pero cuyos fracasos no se hacen
esperar en los países subdes- arrollados, en virtud de la diferencia de
culturas. Así pues, es imprescindible que los administradores y los científicos
de la conducta estén constantemente en guardia para detectar cualquier
diferencia en el medio circundante que pudiese significar una variación de los
resultados. Si se tienen en cuenta las diferencias ambientales en la
producción de fenómenos se reducirá la incertidum- bre y el riesgo de tomar
decisiones inadecuadas.
Es muy común en las organizaciones suponer que algún método,
procedimiento o doctrina proveniente de Estados Unidos o Japón va a
proporcionar resultados magníficos. Se instalan así muchos sistemas, tales
como Círculos de calidad, Producción justo a tiempo, Calidad total, etc., sin
las adaptaciones y evaluaciones necesarias. Muchos fracasos no se han
dejado esperar (véase por ejemplo, Stoopen, 1982), pero también ha habido
muchos éxitos (véase Oglias- tri, 1988). Falta la investigación necesaria para
encontrar los factores importantes en cada uno de esos desenlaces.
2.10.1.4. La ciencia persigne la generalización. Ya desde la antigüedad
el filósofo de Estagira, Aristóteles, afirmaba: "No hay ciencia de lo particular."
En efecto, la ciencia busca la regularidad y el orden en la producción de los
fenómenos que estudia. Al generalizar, pretende llevar hacia lo futuro el
conocimiento de los fenómenos observados, con el fin de contar con las
posibilidades de producir u obstaculizar, si es el caso, la producción de los
fenómenos. La predicción, sobre el cimiento de la generalización, permite a la
humanidad el control de su mundo, hasta donde es posible. En muchos casos
la ciencia permite predecir, antes de conocer. Por ejemplo, la vacuna
antivariolosa fue introducida por Jenner en 1796, pero nunca supo que había
microorganismos capaces de producir enfermedades. Jenner murió en 1823.
Un año antes nació Pasteur, a quien se debe precisamente la teoría
microbiana de la enfermedad. Aunque no se conocieron las causas de la
viruela, se pudo evitar su aparición, al generalizar el empleo de la vacuna.
Pero es necesario estar alertas ante el peligro de generalizar otras
circunstancias diferentes de aquellas en las cuales se estudió originalmente el
fenómeno, de acuerdo con lo asentado en el punto precedente.
2.10.1.5. La ciencia se corrige a sí misma. El conocimiento brindado por
la ciencia nunca es definitivo. La historia nos muestra muchos casos de
creencias científicas firmemente establecidas en apariencia, las cuales han
sido derrumbadas por nuevos datos. La ciencia no pretende agotar el
conocimiento. En múltiples ocasiones, cuando la ciencia contesta una
pregunta, plantea mil cuestiones más. Por ejemplo, durante muchos siglos se
pensó que el átomo, por conceptuarse como la partícula más pequeña de la
materia, era indivisible. Ahora sabemos que no es así. Ya la ciencia respondió
negativamente a esta afirmación; pero, al mismo tiempo, abrió una multitud
de nuevas investigaciones y de posibilidades antes no imaginadas. Otro
ejemplo: durante largo tiempo se pensó que si los trabajadores de una
empresa estaban "contentos" se lograría invariablemente una mayor
producción. Actualmente esta idea absoluta ha sido remplazada por una
relativa: la satisfacción de los trabajadores es solamente uno de los múltiples
elementos que intervienen en el proceso productivo y no está muy claro si la
satisfacción es la causa o la consecuencia de la mayor producción.
En la ciencia no hay dogmas. Por su índole objetiva requiere
demostraciones empíricas aceptadas, mientras nuevos datos no vengan a
ampliarlas, negarlas o modificarlas. Sobre el fundamento de experiencias
amargas anteriores, la ciencia no acepta la autoridad, es decir, no permite que
la opinión de tal o cual científico se convierta en fuente de conocimiento, sino
sólo de investigaciones. Igualmente, por no pretender ser finalista, se impone
métodos rigurosos de control y de corrección de sus propios resultados y
sistemas de inquisición y de estudio. Uno de los mejores medios de lograr lo
mencionado antes es la norma de la discusión y la crítica abiertas.
2.10.1.6. La ciencia es un estudio sistemático. En sus pesquisas, el
investigador procede con cierto orden; pero no es ello lo que da el carácter de
sistema a la ciencia, sino su estructura lógica. En efecto, la ciencia está
compuesta de una serie de premisas de las cuales pueden deducirse
conclusiones empíricas. El andamiaje lógico sustenta y da rigor a la ciencia. El
investigador sigue una serie de métodos (véanse los capítulos 5 y 6) fincados
en principios lógicos. Así pues, no es el orden el que distingue a la ciencia,
sino sus métodos.
Puede decirse, entonces, que para tomar mejores decisiones necesitamos
información objetiva (es decir, referente al objeto de análisis), en vez de
subjetiva (o sea, relativa a nuestros gustos, preferencias, creencias, prejuicios,
falacias, etc.).
La objetividad implica que cualquier persona, siguiendo los mismos
procedimientos y bajo las mismas circunstancias, podrá llegar a resultados
semejantes, partiendo del mismo marco teórico.

4.7 EL PROBLEMA DE INVESTIGACION

En el capítulo 2 se presentó un modelo de "problema". Ahí se definió como


la diferencia entre una situación deseada y una situación real. Ese es un
problema de la vida profesional y cotidiana. Posteriormente, se mencionó el
diagnóstico y sus dos fases:

a) Determinación de la intensidad del problema.


b) Posibles factores causales del mismo.
De hecho, al hablar de posibles factores causales, se está buscando
una solución: actuando sobre ellos esperamos modificar la situación real y
aproximarla a la deseada. En otras palabras, en última instancia, estamos
buscando conexiones o relaciones entre dos o más sucesos, acontecimientos,
cosas o elementos. Es decir, si un posible factor causal (o antecedente) está
relacionado con la situación real (o consecuente), entonces podemos
intentar actuar sobre ese factor con el fin de transformar dicha situación.
En otros casos, las relaciones o asociaciones entre el (o los)
antecedente(s) y el consecuente permitirá la predicción.
Ya sea para cambiar o para predecir el consecuente, con el fin de
ampliar nuestro conocimiento, es preciso explicar las relaciones entre el
antecedente y el consecuente; o, dicho de otra forma, se intenta establecer
de manera razo-- nada y lógica la manera en la cual se vinculan el
antecedente y el consecuente. Es decir, se cuenta con un marco teórico. Al
antecedente se le denominará, a partir de ahora, variable independiente, y al
consecuente se le llamará variable
dependiente. Aunque se hablará en singular, nada impide incluir varios
factores causales así como varios efectos o variables dependientes; empero,
los procedimientos y los modelos matemáticos así como el análisis y la
interpretación de los resultados se hacen más complejos. Como este es un
texto introductorio, se dará prioridad al caso de una variable-independiente y
una dependiente, insistiendo en que ésta es una situación artificial. La realidad
es mucho más compleja: en un fenómeno inciden muchos factores. Para
analizar más completamente una situación real se requieren modelos más
complicados. Sin embargo, antes de emprender situaciones más completas es
necesario contar con los elementos básicos.

Es preciso establecer una distinción entre problema, tal como se explicó antes,
y problema de investigación.
En el primer caso, como ya se comentó en el capítulo 2, tenemos un pro-
blema cuando no estamos en la situación donde requerimos estar. Se trata de
problemas de la vida cotidiana, prácticos o profesionales. En cambio, un pro-
blema de investigación queda planteado cuando se:
• Formula de manera interrogativa en tiempo futuro (pues no se conoce
todavía la respuesta).
• Establece tiempo y lugar.
• Conjetura una relación entre la(s) variable{s) independíenteos) y la(s)
variable{s) dependiente(s), la relación se expresa frecuentemente con
las palabras: más, menos, mejor, peor, igual, etc. Dicha conexión se
supone a partir de argumentos entrelazados lógicamente (es decir,
tomando como base las premisas puede deducirse dicho vínculo).
Nótese que se implica una comparación.

• Precisamente, se denominan variables independientes y dependientes


porque se supone (a partir de argumentos lógicos) la existencia de una
relación de supeditación entre las primeras y las segundas. Por ende, obrando
o conociendo las independientes, suponemos poder modificar o predecir las
dependientes, como ha sido descrito en los ejemplos anteriores. Se requieren
variables para poder establecer comparaciones; cuando se emplean
constantes se impide cualquier contrastación y puede llegarse a conclusiones
erróneas. Más adelante quedará más clara la necesidad de utilizar variables
en vez de constantes (véase el punto 6.3).
• Nótese un punto importante: si bien contamos con una argumentación
conceptual y lógica (en la cuaLa_partir de algunas premisas llegamos a
concluir la posible conexión entre ambas variables), no sabemos si en verdad
dicha asociación existe o no. Precisamente para llegar a ese descubrimiento
efectuamos la investigación; o sea, para comprobar si la realidad corresponde
a nuestro pensamiento, con la finalidad de transformarla o predecirla, además
de explicarla mediante un marco teórico.

4.9 HIPOTESIS

Una hipótesis es una suposición, una conjetura sobre algún asunto.


La formulación de hipótesis de ninguna manera está circunscrita al terreno
científico. Por el contrario, todos los días planteamos hipótesis, como se
verá párrafos adelante.
En el planteamiento del problema aislamos y seleccionamos algunos
hechos y datos relevantes que, explorados más a fondo, sirven de base a
la formulación de hipótesis. Ante el problema planteado, el profesionista
establece una conjetura sobre soluciones al mismo; propone una
explicación tentativa respecto de los fenómenos que le interesan y las
situaciones relacionadas con éstos.
Las hipótesis se desprenden directamente del problema de
investigación y constituyen la culminación del marco teórico.
Una hipótesis es una proposición respecto de algunos elementos
empíricos y otros conceptuales y sus relaciones mutuas, que emerge más
allá de los hechos y las experiencias conocidas con el propósito de llegar a
una mayor comprensión de los mismos (Ghiselli y Brown, 1955). Las
hipótesis germinan y crecen por el razonamiento. Contienen, por el acto
imaginativo, elementos o relaciones no sensopercibidos hasta entonces.
Por tanto, una hipótesis es una anticipación en el sentido de que propone
ciertos hechos o relaciones que pueden existir, pero que todavía no
conocemos y no hemos comprobado que existan. Por ejemplo, un
investigador puede pensar que la proporción de ahorros depende del
salario real de cada persona. Otro puede imaginar que estos ingresos
dependen del grado en que su carácter sea acumulativo, en términos
psicoanalíticos de Fromm; pero estas son conjeturas, meras explicaciones
provisionales al problema de determinar los factores que influyen en el
ahorro, y han surgido de la familiaridad que tienen esos investigadores con
ciertas teorías.
"La hipótesis -comenta Ramón y Cajal (1946)- constituye una interpretación
interrogativa de la naturaleza. Forma parte de la investigación misma, como
que representa su fase inicial, su antecedente casi necesario. Pero especular
de continuo, es decir, teorizar sin acudir al análisis de los fenómenos, es
perderse en idealismos sin consistencia; es volver la espalda a la realidad." Así
pues, se hace necesario confrontar nuestras hipótesis con datos objetivos, lo
cual constituye, precisamente, la meta de cualquier investigación, de manera
que mediante los resultados de la misma, puedan confirmarse, modificarse o
rechazarse. Bunge (1972), por su parte, anota: El centro de la actividad
cognoscitiva de los seres humanos son las hipótesis y no los dantos. Los datos
se acumulan para utilizarlos como evidencias en favor o en contra de las
hipótesis; y hasta la mera recolección de datos presupone un núcleo de
hipótesis...
Las conjeturas pueden resultar ciertas o falsas. Como puede verse fácilmente
su objetivo primordial estriba en ayudarnos a tomar decisiones.
En caso de confirmación, y si ésta es repetida en otras ocasiones y por
otros investigadores, la hipótesis deja de serlo y pasa a formar parte del
cuerpo de conocimientos, convertida ya en un dato empírico, de modo que
encaje en un marco de referencia tendente a explicar la producción de los
fenómenos ^adicionándose a los datos objetivos que sustentan la teoría.
Frecuentemente, a medida que se avanza en el planeamiento de la
investigación, en el acopio de antecedentes, en la elaboración de los
instrumentos de Observación, etc., surgen nuevas hipótesis. En otras
ocasiones, las hipótesis originales deben ser modificadas de acuerdo con los
resultados de las investigaciones, afinando la dirección de futuras pesquisas
mediante un proceso selectivo que consiga la conexión objetiva entre la
hipótesis y los datos resultantes de la investigación. Pudiéramos decir que las
hipótesis dirigen la investigación y entre ambas forman un cedazo con el fin de
lograr la distinción entre los principios explicativos de un fenómeno y la
imaginación anticipatoria respecto de la explicación de los mismos.
Por otra parte, aun las hipótesis que resultan falsas tienen un valor dentro del
proceso de investigación, pues, al ser rechazadas, hacen avanzar el
conocimiento, ya que descartan y reducen el número de posibilidades entre el
cual buscarse la relación objetiva.
Así, uno de los propósitos cumplidos por las hipótesis es servir de ideas
directrices a la investigación. Por tanto, cuando se emplean para diseñarla se
denominan frecuentemente hipótesis de trabajo, pues un investigador puede
formular diversas hipótesis para ser sometidas a prueba, pero muchas veces
se verá imposibilitado de hacerlo al unísono con todas. Por el contrario, tendrá
que proceder paulatinamente. La hipótesis elegida en cada ocasión para
servir de base a la pesquisa constituirá la hipótesis rectora, es decir, la
hipótesis de trabajo. Algunas veces, en la actividad cotidiana, las hipótesis no
se formulan explícitamente. Por ejemplo, el auditor que se encuentra con
algunas anomalías, y decide profundizar en su investigación, está
conjeturando que hay otras irregularidades.

4.9.1 Requisitos de la hipótesis


Pueden formularse varias hipótesis pero, con el fin de cumplir con requisitos
lógicos, deben servir de cimiento a toda la investigación. Por ende, si no están
bien formuladas, la investigación podría fallar. Por tanto, las hipótesis deben:

4.9.1.1. Establecer las variables por estudiar. Las hipótesis deben tener
límites bien establecidos (Travers, 1964), o sea, deben especificar las
variables por estudiar. Las definiciones ayudan en esta tarea, precisamente.
El investigador neófito se plantea frecuentemente problemas muy amplios,
formulando hipótesis globales, no específicas. El deseo de abarcar muchos
aspectos en una sola investigación amplifica todo: tiempo, esfuerzo, costo,
generalmente termina en un esfuerzo inútil con el que nada se avanza. Por
ejemplo, la hipótesis, si así puede denominársele: "la mejoría de un paciente
depende de la situación terapéutica", es tan amplia en su concepción que
difícilmente puede ser confirmada o rechazada; es tan ambiciosa que
seguramente rebasa las posibilidades de estudio por parte de cualquier
individuo, a quien de seguro la respuesta se le escapará de las manos.

Uno de los objetivos de la publicidad es lograr incrementar las ventas de


artículos o servicios. Un investigador puede interesarse en medir la efectividad
de la publicidad. Pero ese es un tema muy amplio. Debería, por ejemplo,
especificar que obtendrá la relación entre el grado en que a las personas les
gusta o no un anuncio y la cantidad de adquisición del producto o servicio que
compran. Si a las personas, en general, les gusta mucho un anuncio de un
café instantáneo pero adquieren otro café, la efectividad de ese anuncio es
reducida. Aquí las variables serían: a) opinión sobre anuncios, y 5) adquisición
del producto. Pueden incluirse otras variables como: sexo, edad, clase social,
lugar de residencia, etc., de las personas, pues puede pensarse que los
anuncios son más gustados o repudiados de acuerdo con estos aspectos y
que algunos pueden influir en la decisión de compra.
4.9.1.2. Establecer relaciones entre variables. De acuerdo con Cohén y
Na- gel (1973), una hipótesis debe ser especificada de tal manera que pueda
servir de base a inferencias que nos ayuden a decidir si explica o no los
fenómenos observados. Sin embargo, ocurre muy frecuentemente que la
hipótesis, por la misma complejidad de los fenómenos, no puede ser puesta a
prueba directamente por la simple observación. Así, por ejemplo, la hipótesis
de que algunos tipos de dermatosis están asociados a estados afectivos, no
puede ser confirmada o rechazada mediante el simple examen de la piel. Es
necesario, pues, establecer una serie de técnicas lógicas, matemáticas y
metodológicas que permitan estudiar las conexiones entre ambos fenómenos.
Si no es posible fincar métodos de observación o experimentación, nos será
imposible avanzar en el conocimiento (véase el capítulo 6). Si no podemos
diseñar un método que nos permita apreciar objetivamente, dentro de una
serie de circunstancias, la intensidad de ios estados afectivos crónicos y la
gravedad de la dermatosis, no podremos verificar nuestra hipótesis. En otras
palabras, requerimos que las hipótesis establezcan relaciones cuantitativas
entre variables (Travers, 1964). En nuestro ejemplo, se esperaría que a mayor
intensidad de los estados afectivos crónicos se encontraría una mayor
gravedad de las dermatosis. En el ejemplo del café, expuesto en el punto
anterior, se esperaría que entre más gustado fuera el anuncio, mayor fuese la
adquisición del producto. En última instancia, el investigador busca establecer
una conexión (véase el capítulo 8) para predecir y explicar la variable
dependiente a partir de la independiente: si ocurre x entonces ocurrirá y
también. Si se capacita al personal, entonces se incrementará la
productividad. El establecimiento de tales conexiones permite al hombre
transformar la naturaleza.
En nuestra época no ha sido posible aún verificar una serie de hipótesis
(relativas al sueño, a la telepatía, a la psicoquinesis, etc.), debido a la
extraordinaria complejidad de muchos fenómenos psicológicos. No pocas
veces el investigador se encuentra ante una carencia de métodos o de
instrumentos para enfrentarse a su problema, de donde su tarea inicial es
diseñarlos, lo cual constituye en sí misma toda una investigación. Esta
limitación no restringe la labor del investigador, por el contrario, amplía su
campo de acción. Recordemos que detrás de muchos obstáculos en
apariencia insalvables se esconden brillantes oportunidades para quien sepa
aprovecharlas.
4.9.1.3. Mantener la consistencia entre hechos e hipótesis. Las hipótesis
se cimientan, al menos en parte, sobre hechos ya conocidos en el campo de
estudio; por ende, no deben establecer implicaciones contradictorias o
inconsistentes con lo ya verificado en forma objetiva. Por el contrario, debe
establecerse un conjunto armónico entre hipótesis y hechos a menos que,
precisamente se trate de encontrar nuevas conexiones entre los datos
conocidos, en concordancia con nuevos supuestos que presenten una mayor
armonía. Nuevamente el marco teórico desempeña un papel vital.
Necesitar un número mínimo de supuestos ad hoc. Las hipótesis deben ser
formuladas de la manera más sencilla posible. Con esto no sólo nos referimos
a la estructura del lenguaje en el cual se formulan sino, y esto tal vez es lo más
importante, a la sencillez del sistema dentro del cual quedan engarzadas
(Cohén y Nagel, 1973). No hay que confundir la sencillez con la familiaridad.
Dentro de la física, la teoría de la relatividad de Einstein es más sencilla que la
física de Newton, aunque esta afirmación puede parecer incomprensible para
los legos en física. Es más sencilla porque requiere menos supuestos
establecidos especialmente para explicar un área de fenómenos, lo que, por
tanto, le permite efectuar generalizaciones más amplias, es decir, le permite
exhibir las conexiones entre un mayor número de fenómenos. Dentro de la
psicología, la "teoría de campo" de Kurt Lewin es más sencilla que la "teoría
psicoanalíti ca" de Freud. Así, las hipótesis deben ser consistentes con el
cuerpo de conocimientos

4.9.2 Funciones de la hipótesis


Las hipótesis cubren las funciones siguientes:

4.9.2.1. De explicación inicial. Los elementos de un problema pueden


parecer oscuros o inconexos, y necesitan una mejor descripción. Por medio de
la formulación de hipótesis podrán complementarse los datos, detectando los
posibles significados y relaciones de ellos, e introduciendo un orden entre los
fenómenos. De esta manera, las hipótesis constituyen la argamasa primaria
que, posteriormente y una vez realizada la investigación, puede dar
coherencia e integración, en un solo edificio teórico, a los datos.
Un ejemplo sería: "Tomando la escala de necesidades de Maslow, la
necesidad de seguridad estará más insatisfecha entre los funcionarios del
sector público que entre los del privado, en virtud de que los primeros están
más sujetos a los vaivenes de la política." Obsérvese que se trata de una
conjetura cimentada en una posible explicación; igualmente es de hacerse
notar que esta hipótesis resume dos conceptos extraídos de marcos teóricos
diferentes: uno relativo a la motivación; el otro, a la teoría política.
4.9.2.2. De estímulos para la investigación. Las hipótesis concretan y
resumen los problemas encontrados, sirven de impulso para la consecución del
proceso inquisitorio.
La hipótesis planteada en el punto anterior puede despertar la curiosidad
e impulsar al investigador, o a alguien diferente, a tratar de conocer con
hechos si la hipótesis es válida o no. Las hipótesis se convierten, así, en el
objetivo de la investigación.
4.9.2.3. De fuentes de metodología. Es muy frecuente que las hipótesis
se enuncien como oraciones condicionales: "si ocurre esto, entonces
sucederá aquello". La formulación nos lleva a un análisis de las variables por
considerar y, como consecuencia, a los métodos necesarios para controlarlas,
clasificarlas o cuantificarlas. "Si una persona padece un estado afectivo
crónico intenso, entonces tendrá mayores posibilidades de padecer
dermatosis." Otro ejemplo: "Si a las mujeres de la clase media les gusta el
anuncio, entonces comprarán el café de marca X."
En el primer caso se necesitará un diagnóstico de los estados afectivos y
otro de los padecimientos dermatológicos con el fin de establecer las
relaciones entre ambos. En el segundo, después de definir lo que significa
"clase media", será preciso determinar la forma de medir el agrado o
desagrado y la manera de establecer si compran o no el producto. Todo lo
mencionado anteriormente requiere seguir determinados métodos.
4.9.2.4. De criterios para valorar las técnicas de la investigación. Con
frecuencia las hipótesis establecen en su enunciamiento algún conjunto de
condiciones, como se apuntó en el párrafo anterior. Por tanto, hacen posible
también un juicio crítico sobre los procedimientos técnicos, experimentales y
estadísticos seguidos para satisfacer las condiciones especificadas. Por
ejemplo, en el caso del punto anterior, es necesario determinar cómo va a
medirse la intensidad del agrado o desagrado por el anuncio; cómo va a
determinarse la clase social y cómo va a verificarse si el producto de que se
trata es adquirido por el público consumidor.
4.9.2.5. De principios organizadores. La hipótesis constituye principios
organizadores alrededor de los cuales pueden formarse mallas de relaciones
entre los hechos conocidos, pertinentes al problema, y otros no tan
directamente conectados. Por ende, pueden erigirse en auxiliares valiosos
para determinar los pesos relativos de cada uno de los componentes del
problema. Adscribir las hipótesis a marcos teóricos de referencia nos permite
organizar nuestros conocimientos en un conjunto significativo de relaciones,
con el fin de obtener una clara perspectiva de las variables, revelándonos
formas de ataque para recolectar información adicional. Buscamos relaciones
entre los hechos y sus implica- alones teóricas, pudiendo así fincar soluciones
del problema con objeto de someterlas a la confirmación mediante la
investigación.
En los ejemplos anteriores, la investigación va a girar alrededor de las
hipótesis enunciadas, con los métodos apropiados, etc. En otras palabras, el
objetivo de la investigación es determinar si las hipótesis son válidas o no y
para ello se requieren métodos y recursos adecuados. Métodos y recursos
girarán alrededor de las hipótesis.
4.9.2.6. De elementos para tomar decisiones. Mediante la investigación
se pretende poner a prueba las hipótesis o conjeturas. Generalmente la
investigación servirá para Tomar algunas decisiones. Para auxiliarse, el
investigador recurre a la estadística. Entonces, hay que plantear las hipótesis
de acuerdo con los requerimientos de los modelos inductivos de la estadística.
Se plantea, pues, la "hipótesis cero" o "hipótesis nula" de que no existen
relaciones significativas entre las variables, y la "hipótesis alterna" de que sí
existen relaciones significativas entre las variables. Después de obtenidos y
analizados los datos, se prueban matemáticamente las hipótesis. Si se acepta
la hipótesis nula, se rechaza la alterna y viceversa; o bien si los datos no son
concluyentes, se reserva el juicio hasta que se colecten más evidencias. Para
un tratamiento mayor de este tema, consúltese: Estadística aplicada a las
ciencias de la conducta, de Young y Veldman, y Diseño experimental
noparamé trico, de Siegel. Ambos libros han sido publicados por esta misma
editorial.
En términos generales, interesa al investigador probar ia veracidad de la
hipótesis alterna pues podrá así explicar, predecir y/o modificar la variable
dependiente (o efecto) que es, finalmente, lo que interesa. En caso de
probarse la hipótesis nula no habremos avanzado mucho en el conocimiento.
Por ejemplo, si se encuentra una relación entre la escolaridad y el nivel de
vida de la población sabremos que un factor importante para lograr una
elevación de este último concepto será el educativo y eso permite establecer
políticas al respecto, de otra manera no se sabría cómo proceder.
Ahora bien, ¿por qué se formulan dos hipótesis mutuamente excluyentes:
nula y alterna? La fundamentación se encuentra en la lógica formal: debe
poder decirse de cualquier proposición si es falsa o verdadera, sin admitir
ambigüedades (principio del tercero excluido). Si se afirma: "El oro cuesta hoy
x por gramo" es necesario poder decidir si es cierta o falsa tal aseveración. En
caso contrario no pueden tomarse decisiones acertadas. Si se tienen
informaciones contradictorias no se ha avanzado en el conocimiento y persiste
un estado de incertidumbre que impide tomar determinación alguna. No se
olvide que, precisamente, una de las tareas de los profesionistas es la de
tomar decisiones o ayudar a sus clientes a tomarlas. Por ende, deben estar
razonablemente seguros de que sus afirmaciones son congruentes con la
realidad.
Nótese otro punto importante: al establecer una hipótesis nula (tesis) y su
opuesta (la alterna o antítesis), se introduce formalmente la dialéctica en la
investigación. Aun cuando se acepte una de ellas los resultados no serán
perfectos, y será necesario encontrar nuevas explicaciones con la inclusión de
nuevos elementos explicativos, llegándose así a la síntesis, es decir, a la
integración de conocimientos.

4.9.3 Afinación del propio pensamiento

El planteamiento del problema, las definiciones y las hipótesis tienen


como finalidad principal pulir las ideas. El aspecto trascendente es dar
coherencia al propio pensamiento. No se trata de seguir ciegamente un
proceso sino de ir dando lustre, mediante la reflexión, a las ideas iniciales.

Ejemplos: Volviendo a los casos planteados en el punto 4.7 se notará que •


las relaciones supuestas en las figuras descritas ahí constituyen conjeturas o
suposiciones, las cuales demandan una comprobación sustentada con base en
datos extraídos, mediante los instrumentos pertinentes (véase el capítulo 6) y los
métodos adecuados (véase el capítulo 5) y procesados estadísticamente. En el
primer ejemplo, las hipótesis serían:

Ho: No existe correlación entre el número de habitantes y la demanda de


servicios municipales en México en los últimos 30 años.
Ha: Sí existe correlación entre el número de habitantes...

Aquí, las hipótesis de trabajo demandan la aplicación de un método


estadístico de correlación entre ambas variables. En el segundo ejemplo, se
tendría:

Ho: No existe correlación entre la escolaridad y el salario percibido por los


trabajadores.
Ha: Sí existe correlación entre...

También se requiere una correlación (si la escolaridad se mide en años,


por ejemplo), aunque pueden estudiarse también los promedios de salarios en
las personas de los diversos grupos de escolaridad. Las hipótesis del tercer
ejemplo podrían decir así:

Ho: El ausentismo de los ejecutivos es igual al de los obreros (o sea, la di-


ferencia en el ausentismo del personal es nula si se clasifican por
jerarquía).
Ha: El ausentismo de ejecutivos es diferente al de los obreros.

En este caso, se requiere aplicar una prueba de diferencia entre


porcentajes de ausentismo de ambos grupos. En el esquema más complejo, con
cinco variables (del mismo punto 4.7), se requiere un modelo especial de
regresión múltiple denominado modelo de ecuaciones estructurales. Aquí se
someten a prueba las relaciones entre todas las variables. Así, las hipótesis
serían:

> Ho: El modelo no es congruente con los datos obtenidos. Ha: El modelo
sí es congruente con los datos obtenidos.

Por tanto, las hipótesis resultan:

Hipótesis nula:

Las personas casadas denotan igual permanencia que las solteras.


Hipótesis alterna:

Existen diferencias entre las personas casadas y las solteras en cuanto a la


permanencia.
Otra posibilidad de hipótesis alterna:

Las personas casadas denotan más permanencia que las solteras (o a la in-
versa, dependiendo del marco teórico).

La elección de la hipótesis alterna dependerá del marco teórico. Tiene re-


percusiones en la forma de tratar los datos para someter a prueba las hipótesis
estadísticas; por esta razón es importante determinar con precisión cuál de las
hipótesis alternas se empleará.

5.3 ENTREVISTA

Con frecuencia las hipótesis se traducen en símbolos, para ahorrar tiempo y


trabajo. La simbología está relacionada con los modelos estadísticos induc-
tivos, los cuales se mencionarán en el capítulo 7 (un tratamiento más amplio
de los mismos puede encontrarse en cualquier libro de estadística). En
términos generales, si la hipótesis marca una correlación, se utiliza el símbolo
r, indicando con subíndices las variables tomadas en consideración, como en
el primer ejemplo; o si se especifica la contrastación entre dos o más grupos,
la variable dependiente se coloca con mayúsculas y las categorías de la
independiente se insertan como subíndices de la dependiente.

5.3.1 Tipos de entrevistas

Se han clasificado tres tipos de entrevista, de acuerdo con la forma de


efectuarlas.

5.3.1.1. Entrevista Libre. En ésta no existe un orden preestablecido para la


obtención de la información. La hilación entre los temas surge
espontáneamente. El entrevistador puede tomar uno de los temas y explorarlo
más ampliamente, si le parece necesario. Por tanto, desde el punto de vista de
la investigación, la entrevista libre no es confiable como instrumento, pues
juega un papel importante el juicio inmediato del entrevistador. Existe,
igualmente, la posibilidad de la sugerencia de algunas ideas o sentimientos o
puntos de vista, is decir, existe el riesgo de que el entrevistador ponga, de
facto, en labios del entrevistado, algunas expresiones, simplemente por la
forma de dirigir una pregunta, o induzca algunas palabras o ideas,
especialmente si se encuentra frene a un sujeto receptivo. No puede dudarse
de un valor en otros planos.
En la psicoterapia y en la orientación educativa, en las cuales se trata de legar
a conclusiones sobre casos individuales, sin intentar llegar a generalizaciones,
la entrevista libre cumple un papel fundamental. Es en estos dos campos
precisamente donde más se emplea la llamada entrevista "profunda", p sea
una forma de entrevista libre que intenta explorar aspectos muy íntimos de la
persona.
Nuevamente se insiste en la enorme utilidad de la entrevista libre y en
profundidad para ampliar el marco teórico, buscando relaciones no
percibidas en un primer momento entre las variables así como significados
específicos asignados por un grupo a ciertas palabras o expresiones.
Ahora bien, como método de investigación la entrevista en profundidad
plantea varios desafíos importantes:

• Las personas varían en su capacidad y disponibilidad para


expresarse. Mientras los extravertidos resultan locuaces, los
introvertidos muestran el comportamiento inverso.
• La entrevista en profundidad lleva tiempo, en ocasiones hasta horas.
Por tanto, el investigador debe estar preparado para invertir tiempo y
esfuerzo.
• Por lo anterior, generalmente pueden analizarse pocos casos.
• No necesariamente los informantes son representativos de los
grupos de interés.
• Los informantes pueden acomodar sus respuestas para tratar de dar
una buena imagen ante el investigador. En ocasiones, los
informantes formulan sus propias hipótesis sobre lo que el
investigador anda buscando e intentan complacerlo, respondiendo lo
que éste quiere oír, en vez de sus propios puntos de vista.
• Pueden, también, intencionalmente dar una versión tergiversada de
la realidad por algún motivo oculto para el investigador.

Además, muchos de los artículos publicados con el enfoque cualitativo se


convierten en la transcripción de un conjunto de anécdotas escritas con las
palabras de los informantes, en muchas ocasiones sin llegar a una integración
teórica.
No obstante, en la actualidad existen paquetes computarizados para analizar
el discurso y evitar, hasta cierto punto, las preferencias del investigador.
Así pues, el investigador debe preocuparse muy seriamente respecto de
la validez de la entrevista en profundidad e intentar apuntalarla recurriendo a
diversos métodos. Sin embargo, es imposible dejar de repetir su importancia
dentro de una fase exploratoria.
5.3.1.2. Entrevista dirigida. Aquí el entrevistador selecciona de
antemano algunos temas de interés para él, y hacia ellos dirige la
conversación. De esta forma, introduce ya ciertas restricciones. Se emplea en
la psicoterapia y en la orientación profesional también, especialmente después
de la entrevista libre. Se emplea también en estudios sobre actitudes y en la
selección de candidatos para ocupar un puesto. Sin embargo, las restricciones
introducidas apuntan más hacia el área por tratar y no tanto hacia el control de
las formas de inquirir.
Puede formarse una combinación entre la entrevista dirigida y la profunda.
En efecto, el entrevistador plantea los temas y después deja que el
entrevistado se explaye al respecto, sin interrumpirlo.
Este tipo de entrevista resulta muy valioso en investigaciones
exploratorias para construir cuestionarios. Pueden recabarse así opciones
para ser utilizadas en las preguntas cerradas del cuestionario o formas de
expresar mejor las posibles preguntas.
Entrevista estandarizada. Para reducir algunos de los peligros de la
subjetividad señalados anteriormente, se ha empleado la entrevista
estandarizada, en la cual se formulan preguntas previamente establecidas,
es decir, el entrevistador lee un formato, del cual no puede salirse. La
uniformidad en las cuestiones proporciona mayores índices de confiabilidad
aunque, también, constriñe la entrevista a un simple interrogatorio,
restándole profundidad y espontaneidad. Por tanto, su empleo debería
reducirse a los estudios en los cuales se trata de llegar a generalizaciones,
por ejemplo, de preferencias de consumidores, dejando los otros tipos de
entrevista a estudios clínicos; o sea, a aquellos que tienen por objeto
realizar un diagnóstico y un pronóstico sobre un solo individuo.

5.3.2 Limitaciones de la entrevista

Aunque la entrevista es un instrumento indispensable en diversos campos de


las ciencias administrativas y las del comportamiento, se enfrenta a algunas
limitaciones en su valor como medio de investigación.

5.3.2.1. Conducta del entrevistador. En la entrevista se establece una


interacción entre el entrevistador y el entrevistado. Por ende, la persona no
responde únicamente ante el significado de las palabras que pronuncia el
investigador, sino también ante la interpretación que asigna a la conducta del
entrevistador. Si la interpreta como un apoyo o una aprobación, su
colaboración probablemente será más eficiente: si ve en ella un rechazo, la
situación se invierte. Si el entrevistador trata de permanecer inmutable, sin
asentir ni negar, puede encontrarse con una aprensión por parte del sujeto. Si,
por ejemplo, se encuentra el entrevistador ante un sujeto muy necesitado de
aprobación, y éste interpreta como un apoyo la conducta del entrevistador,
entonces probablemente intentará proporcionar datos que, desde su
perspectiva, garanticen la atracción de la aprobación, tiñéndose entonces la
entrevista de una influencia que puede restarle validez. Por ende, a menos
que el entrevistador pueda lograr la misma percepción de su papel por todos
los sujetos, se introducirá una serie de variables incontrolables (Travers,
1964).
Por otro lado, parece que algunos rasgos de la personalidad del entrevis-
tador están en relación con los frutos que obtiene. Así, en un estudio, Stein
kamp (1966) encontró que los entrevistadores con dominancia (capacidad
para persuadir a las personas, necesidad de dirigir a otros, deseos de
supervisarlos, etc.) se mostraron más afortunados al recabar datos sobre
cuentas de ahorro. En cambio halló que tenían menos éxito aquellos que
mostraron deseos de ayudar a la gente y de obtener su simpatía.
5.3.2.2. Introspección del entrevistado. En última instancia en la
entrevista, así como en algunos tipos de cuestionarios, se solicita
frecuentemente una introspección de la persona. No todos los entrevistados
tienen la misma posibilidad de introspeccionarse. Este punto es más delicado
en cuanto afecte asuntos más íntimos.
5.3.2.3. Cooperación. No todas las personas están dispuestas a
proporcionar información sobre sí mismas por trivial que pueda parecer ésta.
Muchas rehúsan abiertamente y otras muchas lo hacen subrepticiamente,
aportando información superficial, más por salir del paso que por colaborar
con veracidad en la investigación. Esta limitación se encuentra también en
algunos tipos de cuestionarios.
Reducción. En una entrevista son múltiples los datos que pueden ser
registrados: palabras pronunciadas por el entrevistado, ademanes,
expresiones faciales, inflexiones en la voz, etc. Por razones prácticas no
pueden asentarse todos, por lo cual se hace necesaria su reducción a unos
cuantos aspectos significativos determinados de antemano en relación con la
hipótesis. En el proceso de reducción interviene el investigador en la manera
de seleccionar, resumir e interpretar los datos. Pudiera pensarse en eliminar la
influencia del investigador sobre la reducción, con el empleo de grabadoras y
cámaras cinematográficas; pero ello no facilita la solución, sino que la
complica. En efecto, en ese caso se emplearía tiempo en las entrevistas y
tiempo en repasarlas mediante los aparatos necesarios para llegar
nuevamente a la necesidad imperiosa de una reducción; pues ningún
investigador podría retener en la memoria ni comunicar sus resultados en
forma tan completa. Además la ética profesional le impide grabar una
entrevista sin el consentimiento previo del entrevistado, con lo cual se impone
probablemente un límite a la aportación espontánea del sujeto. Lo mismo
puede decirse, en múltiples ocasiones, cuando el entre- vistador toma notas en
el transcurso de la entrevista (Travers, 1964).
5.3.2.1. Costo. La entrevista requiere del establecimiento de un reporte
previo a la aportación de datos. En conjunto, ambas fases consumen tiempo.
Por ello, generalmente, si se utiliza la entrevista, permite el examen de un
número reducido de casos por un solo entrevistados Si se requiere el estudio
de una muestra numerosa, probablemente sean necesarios varios
entrevistadores, incrementándose el costo de la investigación, por una parte, y,
por otra, la variabilidad entre las reducciones de los datos, por parte de los
distintos entrevistadores, constituye una dificultad adicional, superable sólo por
un concienzudo entrenamiento de los entrevistadores, y por el establecimiento
de un formato para registrar los datos aportados por los entrevistados.
5.3.2.2. Validez de la entrevista. Después del examen de algunas
limitaciones de la entrevista, se nota que la validez resulta, en términos
generales, bastante reducida como para emplearla sin reservas en el proceso
de investigación. Algunos esfuerzos para corregir esta deficiencia se han
mostrado fructíferos. Así, Palacios Newberry y Bootzin (1966), empleando una
grabadora en la entrevista con pleno conocimiento de los entrevistados y una
escala en la cual calificaban diversos incisos, pudieron predecir, auxiliándose
con otras técnicas, los éxitos ocupacionales de un conjunto de invidentes.
5.3.2.3. Confiabilidad de la entrevista. Muchos estudios han mostrado
una falta de consistencia entre los resultados obtenidos por diversos
entrevistado- res; por ejemplo, Sydiaha (1962). Puede decirse, en términos
gruesos, que entre menor sea la estructuración de la entrevista (mientras más
libre está) menor será su confiabilidad.
5.4 CUESTIONARIOS

Los cuestionarios, denominados a veces también cédulas, consisten en formas


impresas en las cuales los sujetos proporcionan información escrita al
investigador. En las próximas líneas sólo serán considerados desde el punto
de vista metodológico en general y no empleando como base de clasificación
el objetivo al cual se destinan. Desde este último punto, pueden encontrarse
formas de solicitud de empleo, formas de inquisición sobre actitudes y
opiniones, inventarios de personalidad e intereses, etcétera.
El cuestionario permite el examen de un mayor número de casos en corto
tiempo en relación con la entrevista, lo cual implica un costo menor, sobre
todo si se tienen a mano grupos enteros de personas. Además, como se
sigue un cartabón, las respuestas son más fáciles de catalogar y existe menor
riesgo de contaminar los resultados por la interacción personal entre el
investigador y sus sujetos, a diferencia de la entrevista. Igualmente, hace
posible la cuantificación de las respuestas. Los cuestionarios constituyen una
manera de dirigir la introspección de los sujetos.
Para conocer los significados asignados por las personas a diversas palabras
o comportamientos se creó la técnica de las redes semánticas. Se solicita a los
sujetos definir con la mayor claridad y precisión posibles el concepto o el
comportamiento presentados. Posteriormente, deben asignar números para
indicar el grado de cercanía, importancia o relación de cada definición con el
estímulo inicial. Después se efectúan tabulaciones al respecto para encontrar
los significados más comunes. De esta forma, el profesionista evita incluir sus
propios prejuicios en la construcción de instrumentos

5.4.1 Tipos de cuestionarios

Fundamentalmente, son dos los medios posibles de recabar la respuesta. En


el primero, conocido como de respuesta abierta, el investigador plantea la
cuestión, sin embargo, no impone restricción alguna en la forma de respuesta;
en el segundo, denominado de elección forzosa, el investigador indica de
antemano las posibles respuestas y pide a sus entrevistados que elijan
solamente una de entre las señaladas por aquél.

Cuestionario de respuestas abiertas. En este tipo de cédula no existe mayor


limitación que la capacidad de expresión y la personalidad del respondiente,
así como su disposición para contestar. Sin embargo, puede presentarse tal
variedad de respuestas, tanto en longitud como en contenido, que hacen
difíciles la sistematización, la catalogación y la estimación de la intensidad de
la respuesta. Por otra parte, al analizar las respuestas y establecer diversas
categorías, la inclusión de una respuesta en las diversas categorías puede
quedar al arbitrio del investigador, introduciendo así factores personales de
éste en el estudio. Muchas veces las preguntas se formulan vagamente, no
permitiendo respuestas precisas; es decir, se obtiene una gran variedad
degradaciones intermedias entre los extremos, dificultándose la delimitación
entre las diversas categorías. Es, pues, cuestionable su valor como
herramienta del investigador cuando se trata de opiniones, actitudes, etc.
Empero, el tipo de cuestionarios con respuesta abierta puede ser empleado
como un método de exploración inicial con objeto de afinar las hipótesis o el
cuestionario de elección forzosa. Sn manos del clínico experimentado se
convierte en un instrumento auxiliar Je exploración y de diagnóstico.
Cuestionarios de elección forzosa. Bajo este encabezado tiene cabida un
conjunto numeroso de métodos cuya idea principal es ofrecer dos o más
alternativas al interlocutor, quien debe escoger, solamente entre ellas, aquella
igual o más semejante a su propia forma de respuesta. Desde luego, este tipo
de cuestionario puede elaborarse cuando existen pocas opciones y son fáciles
de establecer. Igualmente, las diversas alternativas deben ser mutuamente
excluye antes, lo cual siempre es fácil de lograr. También es necesario intentar
no presentar las cuestiones en una forma rítmica que pueda conducir a los
sujetos 2n estudio a contestar mecánicamente. En ocasiones pueden
combinarse los cuestionarios de respuesta abierta con los de elección forzosa.
Cuestionarios dicotómicos. En este tipo de cuestionarios, la perdona se
encuentra únicamente entre dos alternativas: responder afirmativa o
negativamente. El número de respuestas afirmativas y el de negativas se
obtiene por un simple conteo, permitiendo la obtención de cálculos
estadísticos a partir del conjunto de respuestas de grupo.
Cuestionarios tricotómicos. En algunas ocasiones también se ofrece la
oportunidad de abstenerse, por desconocimiento del asunto o por no haberse
formado una opinión al respecto. En tal caso, se agrega un no sé.
Comparación por pares. En este método se formula una serie de
proposiciones, cada una de las cuales debe ser comparada una vez con todas
las restantes, formando pares.
El método de comparación por pares indica la preferencia relativa entre las
proposiciones. Tómese como ejemplo alguno de los incisos empleados en una
investigación sobre algunos intereses laborales
Opciones múltiples. Se ofrecen varias posibilidades entre las cuales pueden
optar los sujetos.
Debe notarse que este método puede ser empleado cuando pueden
establecerse categorías poco numerosas que se consideran exhaustivas. Sería
muy laborioso, por ejemplo, enlistar todas las profesiones y los oficios para
indicar el preferido. Respuesta ponderada. Este tipo de cuestionario fue
inventado por Thurstone. Se emplea generalmente para cuantificar las
actitudes. El procedimiento básico de construcción consiste en elegir un
número elevado, de 100 a 240, más o menos, de afirmaciones respecto a un
tema, escribiendo cada una de ellas en una tira de papel o en una tarjeta; se
escoge a varias personas, denominadas jueces (en un estudio Thurstone eligió
200), a quienes generalmente se pide que clasifiquen las afirmaciones en
siete, nueve y 11 grupos. Los grupos se ordenan desde el que contiene la
actitud más favorable hasta el que contiene la más desfavorable. Enseguida,
se determina el número de veces que cada afirmación fue catalogada por los
jueces en cada grupo; se determina la mediana y las cuartilas para cada
afirmación. La mediana constituye el peso de afirmación en la escala,
descartándose aquellas afirmaciones con una gran desviación cuartilar por
representar proposiciones ambiguas, ya que suscitan una gran variabilidad. A
continuación se eligen las afirmaciones menos ambiguas y que representen
una serie de actitudes desde la más favorable hasta la más desfavorable,
quedando integrada la escala, generalmente, con unas 20 afirmaciones. Al
aplicarse, se pide a los sujetos que marquen aquellas afirmaciones con las
cuales estén de acuerdo. Desde luego, en el cuestionario no se incluyen los
pesos de cada afirmación para calificar; solamente se suman los valores de las
afirmaciones marcadas por cada sujeto.
Gradación de Likert. Rensis Likert diseñó un tipo de formato para graduar las
opiniones, los intereses o las actitudes en cada respuesta. Generalmente se
emplean cinco categorías: totalmente de acuerdo, generalmente de
acuerdo, no sé, generalmente en desacuerdo y totalmente en desacuerdo; o
bien, siempre, algunas veces, no sé, raras veces, nunca, etc.
Tendencia equívoca. En este método, se enlistan una serie de afirmaciones,
todas erróneas, pero escalonadas de manera que el sujeto, al responder,
indique la dirección de su opinión: supóngase que en una compañía se desea
investigar las actitudes de los trabajadores.

5.4.2 Limitaciones de los cuestionarios

Este instrumento de la investigación puede rendir óptimos frutos cuando


se maneja con la cautela y el sistema necesarios. El investigador debe estar
ilerta para no olvidar varias dificultades prácticas y teóricas que limitan su
empleo.

Falta de profundidad. Mientras en la entrevista el investigador pue- le


detenerse en un punto digno de una exploración más detallada, en el uso leí
cuestionario se pierde esta oportunidad. La diferencia puede subsanarse, al
menos en parte, si en cada cuestionario se incluye un espacio en blanco para
que los respondedores puedan anotar libremente cualquier aclaración o
adición i sus respuestas.
Problema por baja escolaridad. Cuando la escolaridad de la poblaron que
desea estudiarse es baja, no se recomienda el empleo de cuestionados, pues
encontrarán múltiples dificultades para la interpretación de las preguntas y las
instrucciones. En todo caso, éstas deben ser muy claras y precisas; aun
cuando se presuma un nivel adecuado de escolaridad, la longitud del
cuestionario debe ser, siempre, la mínima posible.
Muestras. No siempre es posible conseguir una muestra que reñía las
características teóricas para obtener inferencias válidas. Además, no todas las
personas están dispuestas a brindar su cooperación respondiendo a un
cuestionario si se envía por correo. A este respecto, la gran mayoría de
estudios arrojan cantidades que oscilan entre 30 y 70 % de respondedores en
países desarrollados. En Latinoamérica las tasas de retorno llegan en
ocasiones a 15 %.
Carencia de anonimato. En algunos casos, los respondedores prefieren dar
una "buena" imagen de sí mismos porque piensan que las respuestas pueden
beneficiarles o perjudicarles directamente en alguna forma. Lo mismo ocurre
en la entrevista. Para tratar de evitar esta posible fuente de errores, se
recomienda, si es posible, garantizar el anonimato de los respondedores.
Validez de los cuestionarios. Un punto muy debatido respecto a los
cuestionarios es su validez. En efecto, no siempre podemos estar seguros de
que la información proporcionada por los sujetos se ajusta a la realidad. Esta
posible falta de validez es más dramática en algunos aspectos que en otros.
Así, seguramente si se solicita el estado civil, el porcentaje de respuestas
válidas será muy elevado. En cambio, si en un cuestionario de empleo
pedimos al solicitante que indique cuáles son sus pasatiempos favoritos, es
muy probable que señale aquellos que considera generadores de una imagen
favorable. Si solicita empleo en un banco y es afecto a los juegos de azar,
difícilmente lo manifestará en el cuestionario. Igualmente si deseamos conocer
la proporción de solteronas en un grupo y preguntamos a cada mujer su
edad, \muchas expresarán una cifra menor de la real!
Por otra parte, tratándose de cuestionarios sobre opiniones y actitudes,
inventarios sobre intereses y rasgos de personalidad, no debemos olvidar que
solicitamos, en última instancia, una introspección a nuestros sujetos y que
ésta puede ser muy parcial. Por ende, algunos sujetos pueden opinar en cierto
sentido, mientras actúan en otro. Así, supongamos, el gerente de una
empresa responde en un cuestionario que es partidario de tener en cuenta las
ideas de sus empleados y puede estar convencido de ello, y puede, en
realidad, convocar a reuniones para intercambiar puntos de vista; pero como
él representa la autoridad y es quien debe decidir, tal vez haga prevalecer
siempre sus propias opiniones. Es cierto, entonces, que permite la expresión
de las ideas por parte de sus subordinados, pero nunca las utiliza, aunque él
no se haya dado cuenta de esa conducta. En este caso existiría validez
solamente en cuanto a la verbalización, mas no en cuanto a la conducta
vérbalizada. De cualquier manera, si se requiere el empleo de un cuestionario
en la investigación, es necesario intentar determinar su validez.
Además, la condición previa a la aplicación de un cuestionario, en muchas
ocasiones es contar con la colaboración de los sujetos; no sólo para contestar
sino también para responder con sinceridad, lo cual será más difícil de
conseguir en cuanto la finalidad del cuestionario le concierna directamente o
no. Mientras podemos esperar mayor sinceridad en un cuestionario tendente a
estudiar las preferencias de los consumidores en cuanto a jabones para baño,
la situación cambia si se efectúan preguntas en un inventario de la
personalidad cuando alguien solicita empleo. Seguramente en este último
caso, la persona tratará de brindar la mejor imagen posible de sí misma.
Incluso, Whyte (1962), en su libro El hombre-organización, ofrece una serie de
consejos para conseguir puntuaciones favorables en el Inventario de la
Personalidad de Benreuter, en el Inventario Minnesota Multifásico de la
Personalidad, en el Estudio de los Valores de Allport y Vernon, y otros.
Obviamente, si no puede presumirse la sinceridad, cualquier estudio sobre la
validez predictiva de estos inventarios conducirá a equívocos graves.
Igualmente, cualquier investigación posterior a la aplicación de estos
inventarios no se sustentará sobre bases razonablemente sólidas.
En todo caso, si la información puede ser recabada por otros medios es mejor
emplearlos si brindan una mayor validez. Así, pongamos como ejemplo, si
desea conocerse la proporción de una población en la cual las personas
manifiestan hipertensión arterial, es más recomendable tomarla directamente
que inquirirla, pues es seguro que muchas personas ignoran ios valores de su
propia presión arterial, a más que ésta puede sufrir diversas modificaciones.
Igualmente, si preguntamos a cada persona la clase social a la que pertenece
tendremos muy diversos modos de clasificación y la tendencia a colocarse por
encima de la real; en este ejemplo, obtendríamos mejores resultados
estableciendo los criterios de clasificación, observándolos y deduciendo de
ellos la clase social de cada persona.
Ejemplos de diseño, validación y confiabilización de cuestionarios pueden
verse en el libro de Lecturas (capítulo 5). También puede verse en Mouriño
Pérez y Viniegra Velázquez (1991).
5.4.2.6. Confianza en Los datos. No puede establecerse una generalización
sobre la confianza en los datos. Al igual que la validez, depende, hasta cierto
punto, de la información que se va a recabar. Mientras algunos temas
generalmente pueden resultar bastante confiables, otros no lo son. Si se
requieren datos constantes (estado civil, sexo, profesión, etc.), la confiabilidad
es elevada; mientras en materia de actitudes, opiniones y rasgos de
personalidad, los estudios efectuados al respecto han denotado, en general,
algunas deficiencias en la confiabilidad. Aquí cabría preguntarse, e investigar,
si en algunos casos la carencia de confiabilidad elevada se debe a errores de
medición, y en tal caso los cuestionarios no servirían gran cosa en esas
instancias; o bien, se debe a cambios reales en las opiniones, las actitudes, los
rasgos de personalidad, o los intereses. Sabemos que el ser humano es
dinámico; entonces nada tiene de extraño que algunos de sus atributos se
modifiquen en mediciones entre las cuales se deja pasar un cierto lapso.

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