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DE LA PROVINCIA DE FORMOSA.
(Roig, Cabral, Ortiz, Cardozo y Baigorrí
Inform 83/84
El pajonal es una Unidad Fisonómica, formada por una o más variantes donde el tipo
biológico dominante son gramíneas fasciculadas que superan los 150 cm de altura
(Morello, 1968).
Los pajonales ocurren fundamentalmente en la Región Oriental de la Pcia. de Formosa
que comprende los Departamentos Laishí (350.000 has), Formosa (700.000 has),
Pilcomayo (540.000 has), Pilagá (330.000 has) y Pirané (800.000 has) , lo que hace un
total de 2.720.000 has de las cuales se estima que 1.700.000 están cubiertos de
pajonales.
El Equipo de Ecología y Manejo de Recursos Naturales del INTA los ha caracterizado
como las zonas agroecológicas Nororiental, de Esteros, Cañadas y Selvas en Galería y
Albardones del Bermejo (Mapa nº ).
De acuerdo a Ragonese y Castiglioni (1970), el nordeste de Formosa presenta
florísticamente rasgos propios debido al predominio de palmares de Copernicia alba,
selvas en galería y sabanas de paja amarilla (Sorghastrum agrostoides,
Grisebach.; setosum, Hitch) y espartillo (Elionurus muticus) entremezclados con
ejemplares de Tabebuia caraiba, tatané (Pithecellobium scalare), ceibo (Erythrina
dominguezii) y algarrobos (Prosopis nigra y P. alba).
De acuerdo a Cabrera (1971, 1976) fitogeográficamente, la provincia del Formosa se
encuentra ubicada en la región Neotropical, Dominio Chaqueño, Provincia Chaqueña.
La vegetación se encuentra dentro de dos distritos: Chaqueño Oriental y Chaqueño
Occidental.
Dentro del Distrito Chaqueño oriental se encuentran una serie de comunidades serales,
de sabana o estepa, donde el componente “pajonal” es fundamental.
Entre ellas las más comunes con un listado florístico de las especies que lo componen
son:
Entre las comunidades que son propias de esteros, embalsados, cursos de agua y
otras áreas anegadas se pueden encontrar a:
• Los pajonales de pirí (Cyperus giganteus) o “pirisales” que cubren los esteros y
esta ciperácea se encuentra asociada a totoras (Typha latifolia, T.
dominguenzis) y juncos (Scirpus californicus). Otras especies que se pueden
encontrar son: Carex pseudocyperus, Fuirena robusta, Cyperus sp, Pontederia
lanceolada, Echinodorus grandiflorus, Sagittaria montevidensis, Thalia multiflora
Thalia geniculata
Finalmente también deben destacarse en particular por su gran valor forrajero los
esteros en los cuales cuando el “pelo de agua” alcanza los 10 cm se cubren del
complejo Leersia hexandr-Luziola peruviana, Heleocharis elegans, Paspalum
vaginatum. Paspalidium paludivagun y otras..
A grandes rasgos los factores concurrentes que determinan esta unidad fisonómica son
los factores vinculados al clima, la hidrografía, el tipo de suelo y la topografía de la
zona.
Veamos estos factores:
1. El régimen climático que, según la clasificación de Thorntwaite, se puede
distinguir, en la zona oriental, con un tipo de clima C1DA‘a’, que es húmedo-
subhúmedo, con nulo o pequeño déficit de agua, meso termal y sin estación
seca por efecto del aporte de humedad de los vientos provenientes del anticiclón
del océano Atlántico Sur. Tiene temperaturas medias anuales superiores a los
22,5º C. Los vientos dominantes son del este y del nordeste, ambos cálidos, y
en el invierno soplan vientos del sur (Pampero), que pueden ocasionar heladas.
El período libre de heladas siempre dentro de un nivel próximo a los 350 días. El
período de mayor frecuencia de heladas se produce entre los meses de mayo y
agosto.
En el aspecto pluviométrico se registran más de 1200 mm. en la zona contigua
al Río Paraguay .El período pluvial comienza en primavera, a consecuencia de
la fuerte insolación que eleva gradualmente la temperatura del continente. En los
meses de julio y agosto, en la ciudad de Formosa (sector Este), hay registrados
45 Mm. y 32mm medios mensuales y el 75 % de las lluvias se distribuyen en 8
meses del año, de agosto a marzo.
En cuanto a la evapotranspiración, es conocido ya en la literatura clásica,
(Burgos y Vidal, Climas de la República Argentina), que las zonas de mayor
evapotranspiración potencial del país se encuentran en la provincia de Formosa
y Noreste de Salta. Es aquí donde alcanzan los 1.300 mm. de
evapotranspiración potencia anual.
En el sector Este, (departamento Laishi, Formosa y Pilcomayo), las
precipitaciones medias superan la evapotranspiración media anual durante ocho
meses del año con un máximo exceso en octubre y un mínimo en agosto. El
déficit de agua se produce en los meses de verano, con valores más acusado en
diciembre y enero.
Otras consideraciones que surgen de la evaluación directa es el carácter
torrencial de las precipitaciones imperantes en el verano, y su gran dispersión
estadística. Así por ejemplo, en la zona oriental, se concentran en pocas horas o
en un día, láminas de agua superiores a los 100 mm., que se acumulan
originando esteros y bañados. La gran dispersión, lleva a veces, a que se
produzcan años muy lluviosos o muy secos, con carácter de catástrofe.
2. La caracterización hidrográfica
Otro determinante fundamental del tipo de vegetación es el sistema hídrico
formoseño que forma parte de la Cuenca del Río de La Plata y presenta
características muy particulares. Los tres ríos más importantes de la provincia de
Formosa, Pilcomayo, Bermejo y Paraguay; constituyen sus límites naturales.
La mitad oriental de la provincia está surcada por riachos y arroyos de escasa
importancia que discurren de Oeste a Este, casi paralelos entre sí. Son
temporarios, de bajo caudal y sus albardones altos. Sumado a la baja pendiente
del terreno, impiden el libre drenaje y encauzamiento de las aguas, lo que da
origen a grandes esteros y lagunas en las zonas más bajas, digamos de carácter
permanente, como los esteros Bellaco y Gallego. En general, todos ellos
presentan escasa o nula conexión con los sistemas de ríos, drenando por sus
partes centrales, desarrollando sistemas de cañadas, cárcavas (Arroyos Pucú y
Formosa) y cursos con albardones, anchos y de poca profundidad (riachos
Mbiguá y Lindo)
El Río Pilcomayo influye en la zona oriental en su cauce Inferior que nace a la
altura de la localidad paraguaya de General Delgado y no tiene conexión física
con el superior. Posee un cauce bien definido, menor caudal y es mucho más
estable. Acarrea escasos sedimentos y drena únicamente las aguas de
escorrentía, producto de las lluvias de verano en su cuenca de aporte, así como
las aguas freáticas.
• De indudable importancia en el modelado de la cuenca son los riachos
intermedios del Este de Formosa, muchos de ellos de más de 300 km de
longitud (Riacho Porteño, Tatu Pire, Riacho Monte Lindo Chico, Riacho Monte
Lindo Grande) que escurren con meandros irregulares, entre barrancas o
albardones pocos desembocados y que en situación de inundación exceden sus
albardones inundando las depresiones circundantes dando origen precisamente
a los pajonales. En sus márgenes se ha desarrollado una frondosa vegetación
arbórea. De menor longitud pueden mencionarse el He-He, Inglés, Pilagás,
Timbó Porá; además de un conjunto de pequeños arroyos o riachos que
desembocan en el Río Paraguay y hacen que esta subcuenca sea la de mayor
densidad de cursos fluviales de la provincia.
• Otro tanto ocurre con el grupo de riachos influenciados por el Río Bermejo está
integrado por los ríos Teuquito, Dobagán y Alazán.
• Y finalmente hay algunos más locales que dependen de las precipitaciones de
pequeñas cuencas: Formosa:
Suelos
La geomorfología es de lomas bajas y esteros, con hidromorfismo temporales y
frecuentes.
Los suelos más representativos son los Alfisoles, Gran Grupo Natracualf (Soil
Taxonomy, 1999).
Los suelos de la provincia presentan una gran variedad en cuanto a su aptitud
productiva, siendo éste el resultado de la influencia de distintos factores de formación,
como la geomorfología donde se encuentran ubicados (Mapa Nº 1 y 2).
Por otra parte, los suelos de la provincia están sometidos a diferentes tipos de
afectaciones por excesos hídricos, normales en áreas de llanura y en climas
subtropicales, condiciones prevalecientes en al región oriental, donde la agricultura
posee una mayor preponderancia. Estas afectaciones pueden agruparse en los
siguientes tipos:
Plano de inundación (2,5 %): áreas constituidas por las terrazas y llanuras de
inundación del río Paraguay, estando influenciadas por procesos fluviales intensos y
actuales. En estos ambientes el agua permanece sobre el suelo en forma casi continua
y la duración esta asociada a la amplitud de la crecida o expansión de los cuerpos de
agua.
Muy anegable (28,7 %): áreas en donde las inundaciones son frecuentes e irregulares,
a veces de larga duración, y los suelos son de aptitud ganadera, muy pobremente
drenados o mal drenados; con permeabilidad muy lenta a lenta; escurrimiento
superficial estancado o de muy lento escurrimiento. El agua permanece en el suelo por
largos periodos y solo se elimina por evaporación y percolación o muy lentamente por
escurrimiento.
Anegable (41,5 %): áreas en donde las inundaciones son frecuentes en ciertos meses
del año o en condiciones meteorológicas excepcionales. Son suelos pobremente
drenados, donde el agua escurre lentamente y el perfil permanece saturado gran parte
del tiempo, debido a un nivel freático alto y/o un horizonte de permeabilidad lenta.
Encharcable (3,7 %): áreas con suelos moderadamente bien drenados, con horizontes
de lenta permeabilidad pero en relieves de medias lomas. Pueden acumular agua en
forma discontinua en períodos de lluvias excesivas y con permanencia variable, según
las condiciones de permeabilidad del perfil del suelo y el grado de escurrimiento..
En este contexto, los suelos de Formosa se clasifican de la siguiente manera:
Metodología:
A fin de homogeneizar todas las parcelas del ensayo se cortaron a 20 cm de altura
sobre el nivel del suelo, ocho semanas antes de realizar el primer corte de evaluación
(primavera 1994). Se tomaron muestras por duplicado de 1 m2 y se determinó el peso
de la misma y la composición florística
Fuera del área de clausura, con pastoreo continuo con novillos de 180 kg de PV y una
carga animal de 0,33 UG ha-1año-1, se evaluó la vegetación en cada área de muestreo
por el método del cuadrante del punto centrado (Huss et al., 1996).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La composición florística y otras características cualitativas promedio de 4 años del
pajonal se presentan en el Cuadro 2; no existieron diferencias (p < 0,05) entre años.
Los pajonales de S. setosum están integrados por un conjunto de especies deseables
intermedias e indeseables.
En esta población de especies puede apreciarse una relación directa entre frecuencia
de utilización (FU), preferencia relativa (PR), el grado de utilización (GU), valor de
importancia forrajera (VIF) y aporte forrajero interespecífico (AFI), y una relación
inversa entre éstas y la frecuencia de la especie en el ecosistema. En otras palabras,
una especie con alto grado de utilización tiene bajo porcentaje de frecuencia y tiende a
desaparecer del pastizal, y generalmente está situada en un área protegida fuera del
alcance del animal (base de matas, espinas). Lo contrario ocurre con las especies que
presentan un bajo GU.
Cuadro 2. Composición florística, frecuencia de cada especie (FE), frecuencia
utilizada (FU), frecuencia relativa (FR), grado de utilización (GU), valor de
importancia forrajera(VIF) y aporte forrajero interespecífico (AFI) de los pajonales
de Sorghastrum setosum.
Los resultados promedio para cada estación del año y la desviación estándar para las
determinaciones de producción de MS, componentes nutricionales, FDN, DIVMO, TND,
EB, ED, EM y contenido de elementos minerales, se presentan en el Cuadro 3, junto
con los requerimientos nutritivos para ganado en crecimiento y terminación (NRC,
1996) para novillos de 180 kg de PV con una ganancia diaria de 454 g.
Los contenidos de PC presentan diferencia significativa entre las distintas épocas del
año, alcanzando el máximo de 7,21% en el verano, y los valores más bajos en el otoño
e invierno. El promedio anual de 5,22%, cubre parcialmente los requerimientos de PC
para mantenimiento del ganado productor de carne, siendo el valor requerido del 8%
según Underwood (1981), y de 10,3 % según NRC (1996).
Los contenidos de FC y ENN presentan diferencias significativas (p < 0,05) entre las
estaciones del año. Para FC el rango es de 28,23 a 47,21%, con los máximos niveles
en invierno, debido al material maduro y al escaso rebrote.
Los valores de EE y CEN fueron normales para este tipo de especie (Balbuena et al.,
1989; Bernardis, 1998).
La DIVMO promedio fue baja, 29,16%, y presenta diferencia significativa entre las
estaciones, disminuye a medida que avanza el crecimiento y desarrollo. El contenido
de FC se incrementó.
La energía bruta (EB) no manifestó variaciones a través del año. En general son
valores normales para este tipo de gramíneas, la EM promedio fue de 7,08± 0,25 MJ
kg-1 MS y constituye una limitante para la producción, siendo el requerimiento de 8,83
MJ kg-1 MS (NRC, 1996), para la recría de un novillo de 180 kg de PV con una
ganancia diaria de 0,454 kg. La EM aumentó desde la primavera al invierno, con
diferencias significativas. Fueron valores bajos si se comparan con otras pasturas de
mediana calidad forrajera como Cynodon dactylon, que en promedio contiene 9,67 MJ
kg-1 MS.
CONCLUSIONES
La producción de materia seca es estacional, los mayores rendimientos se obtuvieron
en el verano, con marcada disminución en la producción de la biomasa total en el
invierno y principio de primavera.
Se observa que cuando se ejerce una alta presión de pastoreo, las especies
"intermedias" aumentan su grado de utilización, tal es el caso de Sorghastrum
setosum, Paspalum intermedium, Cyperus sp. entre otras. Simultáneamente se
acentúa la tendencia a la desaparición de las especies "deseables" (Panicum laxum,
Paspalum plicatulum, Panicum milioides, entre otras) y el incremento constante de las
especies "indeseables" (Copernicia alba, Acacia aroma, A. caven, Baccharis
notosergila), con la consecuente disminución de la producción de todo el sistema, tanto
en cantidad como en calidad.
La fecha de corte en forma estacional influye sobre los componentes nutricionales y
contenido de elementos minerales en Sorghastrum setosum, principalmente sobre los
contenidos de PC, FC, ENN y DIVMO, siendo la mejor época la primavera.
Los elementos minerales P, K, Na, Ca, Mg y Zn, cubren parcialmente los
requerimientos para el ganado productor de carne, con concentraciones que presentan
poca variabilidad durante las distintas estaciones del año. Los contenidos de Fe, Cu y
Mn cubren los requerimientos para el ganado productor de carne.
La carga animal (UG ha-1) se debe ajustar en función de la disponibilidad de especies
forrajeras y no sobre la biomasa total, a fin de garantizar la perpetuidad de las especies
forrajeras deseables y la sustentabilidad de la producción ganadera.
100
90
90
Composición Botánica (%)
86
80 78 78 76 78
70 70
66 66
60 60 60 60
54
50 50 48 46
40 40
40 34 35
30 35 35
24 25
20 20
16 10
10 10
5 5 6 4 2
0
Años de sobrepastoreo
Deseables Intermedias Invasoras