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!Dios nos dio dos maneras para vencer a Satanás!

¡No esperes más, y comienza a


testificar lo que la sangre de Jesús ha hecho en tu vida!

El poder de la Sangre
Apóstol Guillermo Maldonado

Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio
de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Apocalipsis 12:11

¿A quién se refiere la Biblia cuando dice "ellos" en Apocalipsis 12:11? "Ellos" se refiere
a nosotros los cristianos. ¿A quién se refiere cuando dice "Y ellos le han vencido." ¿A
quién vencieron? "le han vencido" se refiere al enemigo, Satanás.

Dios nos ha dado la clave para vencer a Satanás, pero ¿por qué no la practicamos?
Supongamos que eres un boxeador que va a luchar contra un oponente y te dan dos
formas para poder derrotarlo. ¿Harías algo diferente para ganar la pelea? Dios nos da dos
maneras eficaces para vencer a Satanás, pero fallamos al no practicarlas.

¿Cómo podemos vencer a Satanás?

• Por la sangre del Cordero


• Por la palabra de nuestro testimonio

¿Por qué funciona esto contra Satanás? Si Dios hubiera dicho que vamos a derrotar a
Satanás orando y ayunando, entonces tendríamos que hacer eso sin parar. Pero Dios no
dijo que vamos a vencerlo por cantar dos canciones. No, en vez dijo que le venceremos
por la sangre de Jesús y por la palabra de nuestro testimonio. Una de las traducciones de
Apocalipsis 12:11 dice: "Y vencieron a Satanás cuando testificaron lo que la sangre había
hecho por ellos." ¿Por qué el testimonio de ellos tuvo tanto poder? Su testimonio tuvo
poder porque ellos menospreciaron su vida "psuche" o la vida del alma hasta la muerte.

¿Qué hizo la sangre de Jesús por nosotros?

El 90% de los cristianos no saben lo que es la sangre de Jesús.

1. La sangre de Jesús nos santifica

Santificar significa separar. La sangre de Jesús nos separó para Dios. Nos limpió de todo
mal y nos separó para Jesús. Una persona santa es aquella que ha sido separada.

2. La sangre de Jesús nos justifica

Ser justificado significa es ser declarado como uno que no es culpable. Significa ser
contado como justo, como si nunca hubiese pecado. Si le dice esto a una persona
religiosa no le dirá: “¡Amén!” Una persona religiosa le dirá: "Yo soy justo, pero he tenido
que hacer tantas cosas para serlo". Quiero decirles que la sangre de Jesús fue suficiente
para declararlo justo. ¡Es como si nunca hubiese pecado ante los ojos de Dios, porque la
sangre lo limpia! Así que cuando testificamos lo que la sangre ha hecho por nosotros lo
que estamos diciendo es: "¡Yo soy justo, yo soy santo, yo soy separado!" No importa lo
que la religión, las denominaciones o la gente digan. Tú eres justo, santo y separado.

3. La sangre de Jesús nos limpia

La palabra "limpia" está en el tiempo presente. En otras palabras, la sangre de Jesús nos
limpia continuamente. Si peco hoy y me arrepiento Dios me limpia porque Él me
justificó y no me sentiré culpable ni indigno. Mi pasado ahora está detrás de mí.

Por muchos años el diablo puso un obstáculo en mi vida. Al principio de mi caminar con
Dios, el diablo me acusaba frecuentemente. Cada vez que oraba siempre me sentía
culpable y oía cosas como: "¡Oh, Dios mío! Ayer cometí un pecado. Ayer tuve un mal
pensamiento, Señor, perdóname. Metí la pata”. Siempre me sentía indigno cuando
buscaba la presencia de Dios; hasta que un día, Dios me dijo: "Te he purificado y
santificado con mi sangre. ¡Eres justo!” Desde ese día empecé a decirle al diablo:
"¡Diablo eres un mentiroso! ¡La sangre de Jesús me limpia". Ahora, antes de entrar en la
presencia de Dios yo le digo: "Señor, si hay algún pecado en mi vida, tu sangre es
suficiente para limpiarme y me hace justo, estoy limpio y purificado". Yo sólo confieso
mis pecados y entro en Su presencia. La Biblia dice que la sangre nos limpia de toda
maldad.

Así que cuando testificamos lo que la sangre de Jesús ha hecho por nosotros, decimos:
"Yo estoy santificado y soy justo, como si nunca hubiera pecado." Una persona que no
cree que la sangre de Jesús lo ha santificado y lo ha hecho justo, se siente miserable
cuando trata de entrar en la presencia de Dios. La sangre nos limpió para que
testifiquemos lo que ha hecho por nosotros. Tenemos que decirle a la gente: “Yo te diré
cómo fui hecho justo. Estaba enfermo, era un alcohólico, era adicto a las drogas pero yo
te voy a decir lo que la sangre hizo por mí". Cuando testifiques lo que la sangre de Jesús
hizo por ti, el diablo va a decir: “¡Oh, no! ¡Eso es lo que me venció! ¡Es la sangre de
Jesús!" El diablo no tiene un argumento en contra de tu testimonio. ¡Abre la boca y da
testimonio de lo que hizo la sangre por ti! Dales testimonio a tus hijos, a tus compañeros
de trabajo y a tu jefe, a la gente en tus grupos y tu familia. No te has hecho santo por tus
obras. ¡Estás santificado por la sangre que Jesucristo derramó por ti!

Dios le dijo al pueblo de Israel que el ángel de la muerte pasaría a la medianoche por todo
Egipto. Y les ordenó que mataran un cordero por familia y aplicaran la sangre en el dintel
de las casas. Cuando el ángel de la muerte vea la sangre dirá: "Yo no voy a entrar en esa
casa porque la protección de Dios está ahí". Las personas que practican la brujería
utilizan la sangre de las gallinas, pero nosotros no necesitamos eso. ¡Nosotros tenemos la
sangre de Jesús! Ésa es una señal para el ángel de la muerte. La brujería no puede tocarte
a ti ni a tu familia. Ellos llevaban la sangre del animal y la colocaban en una cuenca.
Luego, aplicaban la sangre en el dintel de la puerta con un hisopo. La sangre en la cuenca
no servía para nada. Dios les dijo a los líderes de las casas que aplicaran la sangre en el
dintel de la puerta. Si la sangre no fuera aplicada al dintel de la puerta como Dios les dijo,
no hubiera funcionado.

La razón por la cual estás enfermo, la brujería está trabajando en contra de ti, el diablo
está atacando a tu familia y tus finanzas, y te tiene debajo de sus pies, es que tienes una
cuenca llena de sangre, pero no la aplicas al dintel de la puerta. ¡Nunca das testimonio de
lo que la sangre ha hecho! La sangre se aplica al testificar de lo que Jesús ha hecho por ti.
Los dardos del enemigo están trabajando en tu mente, en tu cuerpo y en tus finanzas,
porque no aplicas la sangre testificando. Si la sangre se aplica no te puede tocar el
enemigo y los dardos no entran.

"Un día yo estaba en América Central y siete individuos en pos de mí y un grupo de 60, y
le pusieron una pistola en la cabeza durante 45 minutos. Durante 45 minutos me dijo que
continuamente "Libero la sangre de Jesús y el poder de Dios." No tocaron un pelo en mi
cabeza. Nos robaron todo y nos dejaron sin relojes, pero nuestras vidas se conservaron.
¿Por qué? Porque en mi casa hay sangre en el dintel de la puerta! "

¿Cómo se vence al diablo? ¡Testificando! ¡La razón por la que has estado viviendo sin
paredes espiritual es que nunca hablas de lo que la sangre de Jesús ha hecho! El
testimonio en nuestra iglesia tiene que convertirse en una cultura de lo que Dios ha hecho
en nuestras vidas. ¡Dile a tus sobrinas y sobrinos, diles a tus tías y tíos, y dile a tus
vecinos y amigos lo que la sangre ha hecho por ti! Testificar lo que Dios hizo en tu
matrimonio, en tus finanzas, en tu familia y en cada área de tu vida. ¡Cada vez que lo
hagas, está venciendo a Satanás! ¡Así que testifica! Cada vez que un testimonio es
desatado, el diablo dice: "Me han vencido al declarar lo que la sangre de Jesús ha hecho".
Debes aplicar la sangre testificando.

Cada vez que testificas, tu testimonio se hace nuevo, porque la Biblia dice que el espíritu
de la profecía es el testimonio de Jesús. Cada vez que das testimonio lo que estas
diciendo es que Jesucristo está vivo. Tu testimonio incrementa en poder porque estás
mostrándole a los demonios que Jesús vive. Si estabas deprimido, herido, quebrado,
amargado o en soledad comienza a declarar lo que la sangre de Jesús hizo por ti. ¡Aplica
la sangre!

Este material pertenece al Ministerio Internacional El Rey Jesús y autorizamos a


cualquier persona que lo reciba a DIFUNDIRLO, REENVIARLO y REGALARLO a la
mayor cantidad de gente posible, ya que esta información debe ser propagada en el
Cuerpo de Cristo. Te animamos a que publiques en todos los medios posibles estos
resumidos.

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