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Los múltiples procesos de educación popular nacidos y criados desde esta perspectiva de
la construcción de comunidades con-discipulares que procuran vivir en la amorosidad
humana, han sido úteros pedagógicos donde se han formado generaciones de educadoras
y educadores discípulos de los pueblos en donde han nacido y de quienes han aprendido a
“lavarse los pies los unos a los otros”. Como hijas e hijos frutos de los procesos nos
enseñan con sus vidas servidoras la profunda comunión entre seres vivos que se
reconocen mutuamente en sus necesidades, en sus aspiraciones, en sus deseos, en sus
esfuerzos creadores, en sus diferencias y en sus diversidades. Con sus “historias de vida”
como telón de fondo, resaltaré en tres prácticas paradigmáticas de la paideia
latinoamericana, algunos elementos constitutivos de la común-unión pedagógica, que
siguiendo al Maestro de Nazareth, procura verificar en la reciprocidad del amor, los
1
aprendizajes del discipulado comunitario. Primero iremos al “amor eficaz” en Camilo
Torres, segundo al “inédito viable” en Paulo Freire, y tercero al “socialismo raizal” en
Orlando Fals Borda.
El horizonte utópico de la comunión de la vida, si bien emerge en los debates sobre ética y
filosofía de la educación en los espacios de la pedagogía crítica principalmente en Europa
y Estados Unidos, quedó planteado, aunque sutilmente, desde los comienzos de la
educación popular latinoamericana, quizá y a manera de hipótesis a investigar, por su
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entronque histórico con los procesos abiertos en el continente conjuntamente con la
teología de la liberación. Ahora bien, las últimas discusiones desde los movimientos
sociales y la academia crítica, nos plantean con mayor insistencia, la construcción de
articulaciones políticas alternativas a partir del reconocimiento vinculante de la
diversidad, la pluralidad, la versatilidad y la vulnerabilidad del sujeto; lo que de hecho se
expresa como cultura política adveniente desde las profundas y ancestrales tradiciones
dialógicas-comunitarias que en el presente cimentan, entreveran y sostienen las luchas y
las esperanzas populares. Desafíos como los diálogos inter-generacionales, inter-
religiosos, inter-géneros, inter-culturales, inter-disciplinarios tendrían en el horizonte de la
comunión de la vida la posibilidad de reconstituirse como dinamismo jalonador de esa
novedad interpelante que nos viene y nos urge desde los gritos y clamores de la vida
amenazada, menguada y agredida continuamente.
Una de las actividades que Camilo Torres realizó con ahínco como joven estudiante de
sociología en la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica), fue la de articular, superando
diferencias de toda índole y de cara a la crisis del “elemento humano” como la crisis que
consideró en su momento “la más importante del país”, al estudiantado colombiano en el
exterior, alrededor de una propuesta de estudio e investigación de la realidad colombiana
en procura de encontrar soluciones a los problemas investigados. Fruto de ese esfuerzo es
la creación en 1956 del “Equipo Colombiano de Investigación Socio-económica” ECISE.
Instrumento con el que buscaba, con el espíritu de la investigación científica y del servicio
desinteresado a la sociedad, aglutinar y formar jóvenes investigadores, coordinar con
institutos de investigación interesados la acción de las nuevas generaciones, la formación
de “equipos de especialistas en ciencias especulativas y en ciencias de investigación
positiva (Por ejemplo: filósofos y economistas)” y sostener una fluida comunicación entre
investigadores en el exterior y los del país. Poco después, en 1960, como profesor de la
recién creada Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, funda el Movimiento
Universitario de Promoción Comunal MUNIPROC con el fin de vincular a estudiantes y
profesores a la realidad colombiana, investigar los recursos y necesidades de la
comunidad, fomentar y coordinar los programas de la acción comunal, prestar a las
comunidades atención profesional para que ellas mismas crean servicios permanentes
que atiendan sus propias necesidades, rehabilitar a las comunidades mediante el
1
Todas las citas entrecomillas corresponden a la colección de textos de Camilo Torres organizados por Oscar
Maldonado y Guitemie Olivièri publicados bajo el nombre de “Cristianismo y Revolución”, México, Ediciones
Era, 1970
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desarrollo integral y la capacitación de sus miembros. Luego, desde el Ministerio de
Educación, como miembro del Comité de Promoción de Acción Comunal, participa en la
redacción de la “Plataforma de Acción Comunal” con el propósito de “organizar en gran
escala la acción de comunidades locales, para la rehabilitación de todas las deficiencias,
gracias a la propia organización”, a lo que aportará acentuando desde la cátedra
universitaria y desde las Instituciones del Estado la formación y la organización en el
espíritu de la Acción Comunal. Como miembro del Comité Técnico del Instituto
Colombiano de la Reforma Agraria INCORA (1962) se dedicará a desarrollar cursos de
adiestramiento en reforma agraria con el campesinado a partir de los cuales busca la
creación de “Unidades de Acción Rural”, una de las cuales, la de Yopal (Casanare), con la
que tendrá una especial relación, tiene como objetivos: “Capacitación de jóvenes
campesinos de quince a veinte años para dirigentes y educadores de la comunidad;
prestación de asistencia técnica; tecnificación y diversificación de la agricultura;
organización de las comunidades; establecimiento de cooperativas para pequeños y
medianos propietarios de la región; investigación sobre funcionamiento de los servicios
públicos”. Torpedeado el programa por parte de los obispos y los sectores conservadores
del gobierno, promoverá su transformación en Cooperativa de Desarrollo Comunal de
Yopal. Como profesor de la Universidad Nacional acompaña y anima la conformación de la
Federación Universitaria Nacional FUN como expresión de unidad de base alrededor de
los intereses estudiantiles y componente básico de su organización nacional.
Continuamente expresará solidaridad con su presencia y con su voz a las huelgas, los
paros y las manifestaciones de protesta estudiantil, y con mayor veras cuando los
estudiantes son expulsados injustamente de las Universidades, o son denigrados
públicamente, o son agredidos por la fuerza pública. A finales de 1964 comienza la
búsqueda de la unidad de los grupos y movimientos de oposición al Frente Nacional, al
tiempo que convoca a un grupo de intelectuales y científicos sociales de diversas
corrientes ideológicas y políticas interesados en “buscar un consenso respecto a un
mínimo de puntos comunes de acción para cambiar las estructuras socioeconómicas del
país”. A comienzos de 1965 inicia la redacción de una plataforma para la discusión y el
trabajo de unidad de la clase popular a la vez que convoca a estudiantes, cooperativistas y
sindicalistas a la renovación social del país. Fruto de ello es la “Plataforma del Frente
Unido del pueblo colombiano” que difundirá ampliamente y que servirá como base de
amplia convocatoria para la acción y la unión de los grupos y movimientos de oposición.
En Lima será publicada como “Plataforma Latinoamericana de Unidad Popular”
adquiriendo carácter continental a través de las redes de organizaciones estudiantiles. En
donde quiera que se la discuta se crean los comités del Frente Unido constituidos
fundamentalmente por estudiantes universitarios, sindicalistas y grupos políticos de
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oposición (bloque de los “no alineados”), quienes además alentarán la edición y difusión
del periódico Frente Unido. A medida que los “no alineados” se van “desgranando” del
Frente Unido y se va hegemonizando entre las organizaciones estudiantiles la opción por
la lucha armada; y viendo reducido su espacio político legal, a finales de 1965 se incorpora
a la guerrilla estudiantil-campesina del Ejército de Liberación Nacional ELN convencido de
encontrar ahí los mismos ideales de pluralismo, unidad y compromiso con las clases
populares del Frente Unido.
En una sociedad donde la distancia entre las élites hegemónicas y las bases populares no
solamente es abismal, sino además fomentadora de la larga historia de violencia que nos
caracteriza, Camilo Torres, nacido y criado en las entrañas de esa misma élite, propicia
una ruptura con tal estructura, historia e ideología de dominación, proponiendo un
camino de revolución social conducente a una sociedad distinta regida y orientada bajo el
principio del “amor al prójimo”. Vemos en el apretado itinerario que hemos recogido de
su corta pero densa práctica política-educativa algunos componentes constructores de la
comunión de la vida:
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formación de esas comunidades como sujetos interlocutores y creadores de
sus propios servicios y desarrollos.
10. Permanente expresión de simpatía y solidaridad con las luchas y las protestas
populares.
Sin duda la ruptura ética-política del sentido de la vida humana producida por Camilo
Torres y el movimiento del Frente Unido no sucede solo por la coincidencia epocal de
diversos factores coyunturales favorables. Claro que es indispensable tal favorabilidad,
pero además de ello, las rupturas serán tales si cuenta con los “elementos humanos”
formados en la criticidad y la sensibilidad que las incentiven y las profundicen. Será el
evangelio del “amor eficaz” de Jesús de Nazareth la fuente primordial, releído desde los
movimientos del catolicismo social europeo y su renovada teología, desde donde
emergerá la mística y el profetismo capaz de confrontar con autoridad argumentativa la
estructura imperante en el país de injusticia social, sus “grupos de presión” y su ideología
religiosa legitimadora.
Paulo Freire tiene una concepción de ser humano dinámica, activa, histórica tomada de su
formación cristiana y de su relectura del existencialismo y del marxismo. Concepción que
choca con el determinismo y el fatalismo que considera toda realidad como destino
inmutable y toda acción educativa como repetición y reproducción de ello. La educación
como práctica de la libertad, contraria a la educación bancaria que niega a los seres
humanos su “vocación ontológica e histórica de humanizarse”, estimula la reflexión y la
acción de hombres y mujeres sobre la realidad respondiendo “a su vocación como seres
que no pueden autenticarse al margen de la búsqueda y de la transformación creadora”
2
Las citas entre comillas corresponden a la “Pedagogía del oprimido” de Paulo Freire, 37 edición de Siglo
XXI, Buenos Aires.
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reconociéndolos como “seres que están siendo, como seres inacabados, inconclusos, en y
con una realidad que siendo histórica es también inacabada como ellos”. Aquí radica la
cualidad permanentemente transformadora de la acción educativa,” en la inconclusión de
los seres humanos y en la conciencia que de ella tienen”. Es una praxis como proceso que
“para ser, tiene que estar siendo”. Mientras la educación bancaria afirma la permanencia
del presente y asume el futuro como preestablecido, la problematizadora propugna el
cambio a partir de un presente dinámico y una apuesta por un futuro revolucionario. Es
aquí donde Freire introduce el sentido profético y esperanzado de la educación. “Profecía
y esperanza que resultan del carácter utópico de tal forma de acción, tornándose la utopía
en la unidad inquebrantable entre la denuncia y el anuncio. Denuncia de una realidad
deshumanizante y anuncio de una realidad en que los hombres pueden SER MAS”, en
cuanto seres concebidos más allá de sí mismos, como proyectos de vida, como
movimiento histórico permanentemente cambiante en búsqueda de una mayor
humanización, desafiando y confrontando las situaciones límite en las que se “encuentran
ora inmersos, ora emersos, ora insertos”. La práctica educativa liberadora buscará superar
las percepciones inmóviles, ingenuas y mágicas de tales situaciones de la realidad,
objetivándolas como “problema” y apropiándoselas como realidad histórica susceptible
de ser transformadas. Este movimiento de humanización “no puede realizarse en el
aislamiento, en el individualismo, sino en la comunión, en la solidaridad de los que existen
y de ahí que sea imposible que se dé en las relaciones antagónicas entre opresores y
oprimidos”. La búsqueda de ser más no es a través del individualismo que solo lleva al
egoísta tener más robusteciendo el poder de dominio de los opresores sino a través de la
comunión en solidaridad de seres que permanentemente se humanizan mediante la lucha
por su emancipación. Para ello, el proceso educativo requerirá de pedagogías dialógicas
que conlleven a la comunión de seres humanos que en sus diferencias procuran juntas y
juntos ser más.
Siguiendo la definición del “Diccionario Freire”, las situaciones límites son constituidas por
contradicciones que envuelven a los individuos, produciéndoles una adherencia a los
hechos y, al mismo tiempo llevándoles a percibir como fatalismo aquello que les está
sucediendo. Como no consiguen apartarse de eso, ni se perciben con algún
empowerment, aceptan lo que se les ha impuesto, sometiéndose a los acontecimientos”3.
Según Vieira Pinto, de quien Freire tomará el concepto originario de Jaspers, las
situaciones límites no son el contorno infranqueable donde terminan las posibilidades,
sino el margen real donde empiezan todas las posibilidades, no son la frontera entre el ser
y la nada, sino la frontera entre el ser y el ser más. No son causantes de la desesperanza,
son la percepción que de ellas se tenga. La educación liberadora buscará crear el clima de
esperanza y confianza que conduzca a los seres humanos, mediante la acción sobre la
realidad concreta, a empeñarse en su superación. Lo propio de los seres humanos que
procuran ser más es estar viviendo continuamente la confrontación con la realidad
mediante la superación de nuevas y desafiantes situaciones límites.
3
Cecilia Irene Osowski “Situações-Limites” en Danilo Streck, Euclides Redin y Jaime Josè Zitkoski. Diccionario
Paulo Freire. Belo Horizonte, Autêntica Editora, 2008
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Percibir las situaciones límites como una frontera abierta entre el ser y el ser más es
posible mediante el inédito viable implícito en tal percepción, a cuya concreción histórica
se dirigirá su acción transformadora. Este es un concepto denso, por demás muy poco
estudiado, con el que Freire carga de sentido utópico las posibilidades humanas. Según
Souza de Freitas “Esta categoría está relacionada con la comprensión de la historia como
posibilidad, de la que emana una posición utópica que se opone a una visión fatalista de la
realidad”4. Afirma una comprensión de la realidad que no es inmutable sino que puede ser
transformada. A partir del inédito viable busca que la acción educativa como práctica de la
libertad se encamine a producir, entre quienes consideran infranqueables las situaciones
límites, percepciones favorecedoras al cambio y a su superación. Esto es, hacer emerger
educativamente, mediante metodologías coherentes, la conciencia crítica en sujetos que
asumen su responsabilidad histórica. A decir de Souza de Freitas, “la conciencia crítica no
solo predispone al cambio, sino que actúa de forma autónoma en relación a las
situaciones límites; no solo creyendo en la posibilidad de transformación, sino asumiendo
la lucha por la construcción del inédito-viable”.
4
Ana Lùcia Souza de Freitas. “Pedagogia do inédito-viàvel: Contribuições de Paulo Freire para fortalecer o
potencial emancipatorio das relações ensinar-aprender-pesquisar”. Ponencia del V Coloquio Internacional
Paulo Freire, Recife, 19 a 22 de septiembre de 2005
5
Danilo Streck. Pedagogia no encontro de tempos. Ensaios inspirados em Paulo Freire. Petròpolis, Editora
Vozes, 2001
6
Ana Lùcia Souza de Freitas. Ibid.
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En 1995, ante la ideología fatalista del neoliberalismo extendida por el mundo con “aires
de postmodernidad”, Paulo Freire escribe otro de sus “pequeños” libros: “A la sombra de
este árbol” (“À Sombra desta Mangueira”), con el fin de recoger “meditaciones” en la
soledad-comunión bajo la gustosa sombra de aquel árbol. Insiste en experimentar la
soledad para enfatizar en la necesidad de la comunión, “Estar solo ha sido, a lo largo de mi
vida, una forma de estar con (…) Recogiéndome conozco mejor y reconozco mi finitud, mi
indigencia, que me inscribe en permanente búsqueda, inviable en el aislamiento. Necesito
del mundo, como el mundo necesita de mi”7. Busca la “mangueira” como ancla de su
identidad que se reencuentra y recrea. Espacio de interioridad para verse junto con el
mundo y ver al mundo junto a él y de esta manera construir puentes y caminos diversos
que posibiliten la unidad, la común-unidad de los seres vivos, procurando además
alternativas políticas y compromisos personales que esos puentes y caminos implican. Las
pedagogías de inéditos viables necesitan tener la comunión de los seres vivos como
horizonte pero también como acciones y opciones educativas cotidianas que nutran y
sostengan la indignación ética y la esperanza.
Orlando Fals Borda sintetizó en los últimos años de su vida el concepto “socialismo raizal”
como aporte a la discusión sobre “socialismo del siglo XXI” y como soporte ideológico
formativo a la “democracia radical” reivindicada por organizaciones políticas y
movimientos sociales críticos colombianos; concepto que articuló en un novedoso tríptico
de rupturas y común-uniones que le dieron cobijo, hondura y proyección.
En 1959 Fals Borda junto con y Camilo Torres fundan en la Universidad Nacional de
Colombia la primera Facultad de Sociología en América Latina, dando así comienzo a uno
de los primeros espacios de producción de pensamiento crítico social autónomo en el
país. Hacían parte de una nueva generación de intelectuales antiélite que irrumpe en la
coyuntura de comienzos del Frente Nacional (1958-1974) en el ambiente de apertura
democrática que caracterizó el gobierno de Alberto Lleras Camargo (1958-1962). Fals
mismo denominará su generación de intelectuales como “agente disórgano”, entendido
como sujeto social insurgente que puede mantener un accionar rebelde encaminado a
cambiar el orden social tradicional. Son expresión de una nueva clase media urbana en
7
Paulo Freire. A sombra desta mangueira. São Paulo, Olho dʹAgua, 1995
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ascenso político-social producto de los cambios de la sociedad colombiana en las décadas
del 40 y 50. En su memoria aún está fresco el asesinato del líder liberal Jorge Eliécer
Gaitán (1948), la masacre de estudiantes del 8 y 9 de junio de 1954, la lucha estudiantil
contra la dictadura militar de Rojas Pinilla (1957) y por primera vez el voto femenino en las
elecciones de 1958. Los traumas sicosociales de la reciente violencia liberal-conservadora
dejaron en la memoria de este colectivo marcas imborrables de dolor e indignación.
Encontraron en la Ciudad Universitaria el ambiente propicio de apertura epocal y cambio
cultural para el desarrollo de sus ideales políticos articulados a la investigación y a la
docencia. Establecieron con el estudiantado relaciones académicas de rigurosidad y a la
vez de complicidad solidaria con sus luchas, rebeldías y aspiraciones. Recibieron de la
Revolución Cubana un fuerte impacto político que influyó en la orientación de su trabajo
educativo y en sus opciones éticas-políticas. Se empaparon de sentimientos anti-
imperialistas y anti-colonialistas promovidos por fenómenos como la consolidación de los
países socialistas, las guerras de liberación nacional en Africa y una importante agitación
social en Latinoamérica. Vivieron su fe cristiana en dimensión ecuménica laical, en diálogo
con las ciencias, comprometida socialmente, abierta al pluralismo y a las experiencias
heterodoxas.
En la línea pluralista en la que Camilo Torres creó el Frente Unido de los pueblos en marzo
de 1965, Orlando Fals Borda participó activamente en la creación de la revista Alternativa
y del movimiento político FIRMES a mediados de la década del 70. Lo mismo sucederá a
finales de la década del 80 con la creación del movimiento COLOMBIA UNIDA. A
comienzos de los 90, fruto de los procesos de diálogo y negociación del gobierno de
Virgilio Barco (1986-1990) con las guerrillas nace la Alianza Democrática M-19, en cuyo
nombre es elegido Fals Borda como miembro de la Asamblea Nacional Constituyente de
1991. A raíz del asesinato del defensor de los derechos humanos el abogado Eduardo
Umaña Mendoza (1998), participa en la creación de un “Frente Social Amplio” que a la
postre se convertirá en el año 2000 en el Frente Social y Político, que junto con otras
fuerzas políticas de izquierda, constituirán en el 2006 lo que hasta el día de hoy es el Polo
Democrático Alternativo PDA, la mayor expresión de unidad de las izquierdas en
Colombia, del que Fals Borda fue su presidente honorario hasta el día de su muerte (12 de
agosto de 2008).
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que él mismo hacía parte, “que al advertir fallas de conducción política en las oligarquías
de sus mayores y faltas de orientación ética en instituciones formativas, se rebelan contra
sus mayores y proclaman la doctrina de la rebelión justa”8. Atisbó la irrupción adveniente
de una nueva Generación Activa y Sentipensante, hijas e hijos de Camilo Torres, de las
teologías de la liberación y de los marxismos heterodoxos que trabaja a gusto desde el
enfoque de la educación popular y las teorías de la decolonialidad, inserta junto a las
bases, pluralista y pluripartidista, abierta a la construcción de nuevos caminos de común-
unión humana a partir de los diversos y simultáneos diálogos inter-géneros, inter-
culturales, inter-generacionales, inter-religiosos; por todo lo cual Fals la consideró mejor
preparada y más capaz que las anteriores para articular y consolidar un proyecto político
alternativo de socialismo raizal.
El segundo componente del tríptico en el que Fals Borda fundamentó el socialismo raizal
hace referencia a la ruptura epistemológica de los métodos de la Investigación Acción
Participativa IAP por medio de los cuales las generaciones antiélite aprenden junto con las
comunidades con las que trabajan, a investigar la realidad y a transformarla por la praxis.
Si bien la IAP tuvo su origen en Camilo Torres y la acción del MUNIPROC en los barrios
marginales del sur de Bogotá, fue Fals Borda quien junto con la ROSCA DE INVESTIGACION
Y ACCION SOCIAL la articuló conceptualmente a partir de la década de los 70 y la nutrió a
lo largo de toda su vida. A tres razones principales atribuyó el mismo Fals la génesis de la
IAP como rebelión epistemológica: La primera, protestar contra la castrante y fútil rutina
universitaria, colonizada por la cultura del occidente euroamericano, con una
subordinación tal que no permite descubrir ni valorar las realidades y las tradiciones
autóctonas, lo que llevó a crear espacios y medios independientes y fuera de los claustros
académicos. La segunda, corregir entuertos para mejorar la forma y el fondo de la
sociedad, combatiendo sus injusticias y buscando erradicar toda forma de
deshumanización producidas por los sistemas dominantes. Y la tercera, a la crisis del
paradigma freiriano de la “concientización” insatisfactorio para quienes deseaban un
trabajo todavía más profundo y radical en la transformación de las sociedades.
En 1970 escribió estando aún en Suiza el libro “Ciencia propia y colonialismo intelectual”
en donde apuesta por una ciencia rebelde que libra la batalla en contra del colonialismo
en todas sus formas y estimula la formación de frentes interdisciplinarios en respuesta a
las complejidades que plantea la crisis del país. Propone una sociología de la liberación
8
Orlando Fals Borda. Hacia el socialismo raizal y otros escritos. Bogotá, Desde Abajo, 2007
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que no solo investigue la crisis sino que actúe sobre la misma; para ello es indispensable
subvertir el modelo de objetividad como neutralidad valorativa de un sujeto que investiga
sobre un objeto. Es preciso el compromiso y la inserción como un paso adelante en la
metodología y las prácticas de investigación social, recuperando una técnica que había
quedado relegada a un segundo plano en los medios académicos: la investigación
militante.
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Búsqueda mutuamente respetuosa de la suma de saberes entre el
conocimiento académico formal y la sabiduría informal y/o experiencia
popular.
Sin embargo, será en su ponencia “La ciencia y el pueblo: nuevas reflexiones sobre la
investigación-acción”, presentada al Tercer Congreso Nacional de Sociología realizado en
1980, la que dio lugar a la aparición de la fórmula trinitaria IAP, como método de
investigación en la interdisciplinariedad de las ciencias que incorpora –vía participación- el
saber popular para la producción de un nuevo conocimiento transformador de la realidad
social.
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Síntesis presentada por Fals Borda en la Universidad Nacional Experimental “Rafael María Barat”, Zulia,
Venezuela, junio 22 de 2006.
16
En conferencia pronunciada el 1 de septiembre de 2003 sobre “La posibilidad y la
necesidad de un socialismo autóctono en Colombia”, frente el ethos mafioso
imperante y el dominio de las élites extranjerizantes, Fals retoma uno de los temas
cruciales desde el comienzo de su obra, re-piensa el socialismo en el horizonte de
la común-unión de la vida, el socialismo autóctono, raizal, no-violento; de esta
manera se entronca con las “escuelas” de socialismo crítico humanista que viene
emergiendo últimamente en el mapa político del Continente, buscando raíces
propias en los antecedentes telúricos de cada cultura y de cada nación, para la
reconstrucción y refundación de sociedades en crisis.
10
Orlando Fals Borda prestó la palabra kaziyadu que significa amanecer-despertar de la comunidad indígena
Huitoto del Amazonas.
17
1854, revoluciones inconclusas del s. XX, emancipaciones locales:
“comunas”, “repúblicas”, “baluartes”, “enclaves”, “recuperaciones”,
“colonias”, “provincias”, “resguardos”, “palenques”, “comunidades de
paz”.
Reciprocidad:
“siempre
devolver”
No acumulación:
“siempre
distribuir”
Rebeldía Quilombos
18
Inventiva
Siguiendo…
19
propio de los mismos procesos de cambio de donde surgen y a donde buscan
aportar en la apertura de nuevos caminos. Amor eficaz, inédito viable y socialismo
raizal descollan como luminosas perspectivas en el horizonte de las utopías
pedagógicas de emancipación. Que este haz de luz nos permita seguir, en medio
de tanta oscuridad que nos envuelve, en pos de la amorosidad con-discipular que
jalona nuestro día a día.
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