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EL SEÑOR ES CLEMENTE

Y MISERICORDIOSO

NOVENA A LA DIVINA MISERICORDIA


Revisada y corregida conforme al tex to original en idioma polaco

por

Bogusław Stanisław Bogdan Hara cz

Valencia – España

2011

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Nihil obstat: Jaime Sancho Andreu, Censor
Imprímase: Vicente Fontestad Pastor,Vicario General,
Valencia, 14 de febrero de 2011
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"El Señor es clemente y misericordioso"

Son las palabras que escuchamos con frecuencia en las cele-


braciones litúrgicas, como también en el rezo de la Liturgia de las Ho-
ras, en los salmos. Pero estas palabras adquieren una resonancia es -
pecial en el tiempo de Cuaresma, tiempo de conversión, caridad y pe-
nitencia. Son tres palabras cuya recapitulación es la palabra miseri-
cordia. Y alguien puede preguntar y ¿qué es la misericordia? La pri-
mera definición que nos la da el Diccionario Larousse es: la virtud que
nos hace tener compasión de los males ajenos. Virtud que nos impul-
sa a perdonar. Pero, también, es uno de los atributos de Dios , en vir-
tud del cual, sin sentir tristeza o compasión por los pecados y mise-
rias de sus criaturas, Dios los perdona y remedia. El perdón de los pe-
cados es el grado más alto de la misericordia infinita de Dios. (cf. CIC
270). Así que, la compasión y el perdón, son las palabras claves, de
nuestra devoción a la Divina Misericordia.

Aunque de reciente aprobación por la Autoridad Eclesiástica


representada por el Siervo de Dios, el Papa Juan Pablo II, la misericor-
dia de Dios estaba ya presente en el paraíso, donde encontró su ex-
presión en la promesa hecha a los primeros padres, de mandar al Sal-
vador. (Gn 3,15). Después a lo largo de la historia de salvación la mi-
sericordia de Dios se manifestaba de diferentes maneras, siendo su
máxima expresión la venida al mundo de Jesús, el Salvador y Reden-
tor, Dios y Hombre verdadero, para rescatar "a los que vivían en tie-
rra de sombras" (Is 9, 2). Ese Jesús, que murió colgado en la cruz,
"nos libró del poder de las tinieblas..., en quién tenemos… el perdón
de los pecados. (Col. 1, 13-14).

Esa realidad en no pocas ocasiones ha sido olvidada e incluso


pasada por alto, de tal forma que el mismo Señor, intervino eligiendo
como la embajadora y propagadora de su inmensa misericordia a una
simple religiosa polaca, Faustina Kowalska, canonizada por el Papa
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Juan Pablo II, el día 30 de abril del año 2000. Esta devoción viene es -
trechamente unida a la práctica de los Primeros Viernes dedicados al
Sagrado Corazón de Jesús y los Primeros Sábados dedicados al Inma-
culado Corazón de María. Encuentra también su reflejo en el Movi-
miento Sacerdotal Mariano, el mismo que está llamado a la difusión
del amor misericordioso de Jesús, pues la humanidad entera tiene la
necesidad del mismo.

Desde la aprobación de la devoción de la Divina Misericordia,


se están propagando las versiones de los devocionarios y textos cuyo
contenido difiere del texto original en el idioma polaco. Incluso se
han dado casos, de que alguien consultaba sobre la veracidad de las
publicaciones, dada la casualidad de tener en su poder los textos pro-
cedentes de cuatro diferentes centros difusores de la devoción. Y
para el colmo de los colmos he visto en un templo dedicado a la Divi-
na Misericordia publicaciones en América Latina, donde el idioma ofi-
cial es el castellano, textos que citaban el original del Diario de Sor
Faustina en idioma inglés, cosa completamente falsa, pues sor Fausti-
na Kowalska dejó escritas sus vivencias espirituales en el idioma pola -
co. Además, al utilizar los textos ya aprobados y publicados se han
encontrado las repeticiones e imprecisiones en la traducción de los
mismos. Por lo tanto, me vi obligado a revisarlos, cotejándolos con el
texto original. La edición del DIARIO de santa Faustina Kowalska utili -
zada en la presente redacción de la versión castellana fue la deci-
maoctava publicada por PROMIC Wydawnictwo Księży Marianów -
texto en idioma polaco. Y para terminar, quiero invitar a todos los
que crean conveniente hacer algunas mejoras en la redacción de las
traducciones, a que tengan presentes las palabras que encontramos
en los escritos de San Josemaría Escrivá de Balaguer, cuando dice:"...
todo trabajo humano honesto, intelectual o manual, debe ser reali-
zado con la mayor perfección posible: con perfección humana (com-
petencia profesional) y con perfección cristiana (con amor a la vo-
luntad de Dios y en servicio de los hombres). Porque hecho así,....
contribuye a ordenar cristianamente las realidades temporales....,
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se santifica, (Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, n.
10) y santificándose santifica al que lo realiza. En ese mismo sentido
se dirigía a los sacerdotes el Siervo de Dios, Esteban Cardenal
Wyszyoski, en una de las cartas pastorales cuando decía: "Vivir como
católico, quiere decir, vivir en la gracia santificante.... Hay que
convencer a los católicos que la fuerza de nuestra Iglesia depende de
la fuerza espiritual de los fieles, que viven en la gracia santificante;
que tanto reforzamos a la Iglesia, cuando nosotros mismos estamos
fuertes en la fe y sumisos a la gracia". (Madre y Señora nuestra, hoy
te prometemos.... Novena en honor a Nuestra Señora de
Czestochowa, Guayaquil – Ecuador, 1993). Así mismo, ruego a los
interesados sacerdotes o movimientos españoles que deseen ir
difundiendo la devoción a que tengan la bondad de consultar con
algún sacerdote polaco u otra persona idónea para corregir los
eventuales errores en la redacción de los textos utilizados en las
celebraciones litúrgicas. Que este folleto sirva de ayuda y provecho
espiritual para todo aquel que lo lea, vaya acrecentando la devoción
a la Divina Misericordia, contribuyendo así a la conversión de todos
aquellos que quedan mencionados durante los días de la novena.

Valencia, 18 de enero de 2011

Bogusław Stanisław Bogdan H.

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PRIMER DÍA

Hoy, haz venir hacia mí a toda la humanidad y especialmente a to-


dos los pecadores, y ve sumergiéndola en el océano de la misericor -
dia mía. De esta forma, me vas a consolar de la amarga tristeza en
la cual me está sumiendo la pérdida de las almas. (1210)

Jesús lleno de misericordia, cuya naturaleza es la de tener


compasión de nosotros y perdonarnos; no mires nuestros
pecados, sino la confianza que en tu bondad infinita depo-
sitamos. Admítenos a la morada en tu Corazón lleno de
compasión y nunca nos dejes escapar de él. Te lo suplica-
mos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.

Omnipotente misericordia de Dios,


salud del hombre pecador,
tú eres la misericordia misma y océano inmenso de compasión,
recudes a todo el hombre que te implora con sumisión.

Padre Eterno, mira lleno de misericordia a toda la humani-


dad - y especialmente a los pobres pecadores - que esta en-
cerrada en el Corazón de Jesús lleno de compasión y por su
dolorosa pasión muéstranos tu misericordia para que ala-
bemos la omnipotencia de tú misericordia por los siglos de
los siglos. Amén.
CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA
CON LAS LETANÍAS

Al comienzo:
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Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre, ven-
ga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cie-
lo. Danos hoy nuestro pan de cada día, perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos
dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.

Dios te salve, María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita


eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y
en la hora de nuestra muerte. Amén.

Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Y


en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor. Que fue concebido por
obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de Santa María Virgen. Padeció
bajo el poder de Poncio Pilatos. Fue crucificado, muerto y sepultado.
Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos.
Subió a los cielos. Está sentado a la derecha de Dios, Padre todopode-
roso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Es -
píritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el
perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.

Al comienzo de cada decena:

Padre eterno, yo te ofrezco el Cuerpo y la Sangre, el Alma y la Divi -


nidad de tu amadísimo Hijo, nuestro Señor Jesucristo, en propicia-
ción por nuestros pecados y los del mundo entero. (una vez)

En cada cuenta de la decena:

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Por su dolorosa pasión, ten misericordia de nosotros y del mundo
entero. (10 veces)

Al terminar:

Santo Dios, Santo Fuerte, Santo Inmortal, ten piedad de nosotros y


del mundo entero.

De la peste, la guerra, el hambre y fuego, líbranos, Señor.

Nosotros, que somos pecadores, te rogamos, óyenos. (3 veces)

SEGUNDO DÍA

Hoy, haz venir a mi a las almas de los sacerdotes y religiosos, y


sumérgelas en la insondable misericordia mía. Fueron ellas las que
me han dado fortaleza para soportar mi amarga pasión. Por medio
de ellas, desciende a la humanidad la misericordia mía.

Jesús lleno de misericordia, de quien procede todo bien,


aumenta en nosotros tu gracia para que podamos realizar
dignas obras de misericordia, de manera que todos aque-
llos que nos vean, glorifiquen al Padre de la misericordia
que está en los cielos.

El fontanal del amor divino


en los corazones limpios se alberga,
bañados en el océano de misericordia
irradian como estrellas del cielo, clareando cual aurora que nace.

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Padre eterno, mira misericordioso al grupo elegido de tu
viña, a las almas de los sacerdotes y las de los religiosos;
concédeles tu bendición. Por el amor del Corazón de tu
Hijo, en el cual están encerradas, concédeles tu luz para
que puedan guiar a otros por el camino de la salvación y
unánimes canten alabanzas a tu misericordia infinita por
los siglos sempiternos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


CON LAS LETANÍAS

TERCER DÍA

Hoy, haz venir a mí a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas


en el océano de la misericordia mía. Estas almas me consolaban a
lo largo del Vía Crucis. Fueron una gota de consuelo en medio del
océano de amargura.

Jesús lleno de misericordia, que desde el tesoro de tu


misericordia concedes a todos tus gracias en abundancia,
acógenos en la morada de tu Corazón compasivo y nunca
nos dejes escapar de él. Te lo suplicamos por el
inconcebible amor tuyo con que tu Corazón esta ardiendo
por el Padre celestial.

Son inescrutables las maravillas de misericordia,


ni el justo ni el pecador puede sondearlas,
a todos tú miras con ojos llenos de compasión
y estas atrayendo a todos hacia tu infinito amor.

9
Padre Eterno, mira lleno de misericordia las almas devotas
que son la herencia de tu Hijo y por su dolorosa pasión,
concédeles tu bendición. Siga envolviéndolas con tu
protección incesante para que no pierdan el amor ni
tampoco el tesoro de la santa fe, sino que con todo el
ejército de los ángeles y santos, glorifiquen tu misericordia
infinita por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


CON LAS LETANÍAS

CUARTO DÍA

Hoy, haz venir a todos aquellos que no creen en Dios y los que
todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante mi
amarga pasión y su futuro celo consoló mi Corazón. Sumérgelos en
el océano de la misericordia mía.

Jesús lleno de compasión, que eres la Luz del mundo


entero. Admite a la morada de tu compasivo Corazón las
almas de todos aquellos que no creen en Dios y de los que
todavía te desconocen. Que los rayos de tu gracia las
iluminen, para que también ellas unidas a nosotros alaben
las maravillas de tu misericordia y no las dejes salir de la
morada de tu Corazón compasivo.

Que la luz de tu amor, Señor,


ilumine las tinieblas de las almas.
Haz que estas almas hoy te reconozcan
y a coro con nosotros tu misericordia ensalcen.
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Padre eterno, mira misericordioso las almas de los que no
creen en Dios y de los que todavía no te conocen pero que
están encerrados en el Corazón de Jesús lleno de
misericordia. Atráelas hacia la luz del Evangelio. Estas almas
desconocen cuan grande es la felicidad de amarte a ti. Haz,
que también ellas ensalcen la generosidad de tu
misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


CON LAS LETANÍAS

QUINTO DÍA

Hoy, haz venir a mí a las almas de los hermanos separados y


sumérgelas en el océano de la misericordia mía. Durante mi amarga
pasión, desgarraban mi Cuerpo y Corazón, es decir, mi Iglesia.
Cuando regresan a la Iglesia, mis llagas están cicatrizando y de este
modo van a aliviar mi pasión.

Jesús misericordioso, tú que eres la bondad misma, y no


niegas la luz a quienes te la piden. Admite a la morada de
tu compasivo Corazón las almas de nuestros hermanos
separados y llévalas con tu luz a la unidad con la Iglesia. No
las dejes salir de la morada de tu Corazón compasivo, sino
haz que también ellas ensalcen la generosidad de tu
misericordia.

De tu corazón ¡oh Dios!, esta brotando el manantial de piedad


para aquellos que hayan rasgado las vestiduras de tu unidad.
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Y estas almas del error sacarlas,
sólo, de tú misericordia, la omnipotencia puede.

Padre eterno, mira misericordioso las almas de nuestros


hermanos separados, especialmente los que han
malgastado tus bendiciones y han abusado de tus gracias
por haber persistido obstinadamente en sus errores. No
mires sus errores, sino el amor de tu Hijo y su amarga
pasión que sufrió por ellas, ya que ellos también están
encerrados en el compasivo Corazón de Jesús. Haz que
también celebren tu gran misericordia por los siglos
sempiternos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


CON LAS LETANÍAS

SEXTO DÍA

Hoy, haz venir a mi a las almas mansas y humildes y las de los niños
pequeños y sumérgelas en la misericordia mía. Estas son las almas
que más se asemejan a mi Corazón. Ellas me refrigeraban durante
mi amarga agonía. Las veía como ángeles sobre la tierra que vela-
rían al pie de mis altares. Sobre ellas derramo a torrentes las
gracias abundantes. Solamente el alma humilde es capaz de recibir
mi gracia; concedo mi confianza a las almas humildes.

Jesús misericordioso, tú mismo has dicho: Aprended de mí


que soy manso y humilde de Corazón. Admite a la morada
de tu compasivo Corazón las almas mansas y humildes y
las de los niños pequeños. Estas almas hacen entrar en
éxtasis a todo el cielo y son las preferidas del Padre
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celestial. Son como un ramillete perfumado ante el trono
de Dios, en cuyo perfume se deleita Dios mismo. Tienen
una morada permanente en el Corazón de Jesús lleno de
compasión y están cantando sin cesar un himno de amor y
misericordia por toda la eternidad.

De veras, el alma pronta y humilde,


ya en la tierra vive el paraíso,
y con el olor de su corazón humilde
se arrebata el Creador mismo.

Padre eterno, mira misericordioso las almas de los niños


pequeños que están encerradas en la morada del Corazón
de Jesús lleno de compasión. Estas almas son las que se
asemejan más a tu Hijo. Su olor se eleva desde la tierra
alcanzando tu trono. ¡Padre de misericordia y de toda
bondad!, te suplico por el amor y la predilección que tienes
por estas almas, bendice al mundo entero para que todas
las almas unidas sigan cantando las alabanzas de tu
misericordia por los siglos de los siglos. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


CON LAS LETANÍAS

SÉPTIMO DÍA

Hoy, haz venir a mi a las almas que celebran y ensalzan la


misericordia mía de modo particular y sumérgelas en la
misericordia mía. Estas almas eran las que más se lamentaban de
mi pasión y han penetrado más profundamente en mi Espíritu. Ellas
13
son el reflejo viviente de mi Corazón lleno de compasión. Estas
almas brillarán con una luz especial en la vida futura. Ninguna de
ellas irá al infierno. A cada una la voy a defender de modo especial
a la hora de su muer te.

Jesús misericordioso, cuyo Corazón es el amor mismo,


admite a la morada de tu compasivo Corazón las almas que
veneran y ensalzan de modo particular la grandeza de tu
misericordia. Estas almas son los atletas por el poder de
Dios mismo. En medio de todas las aflicciones y
adversidades siguen adelante confiadas en tu misericordia
y unidas a ti, cargan sobre sus hombros toda la humanidad.
Estas almas no serán juzgadas con severidad, sino que tu
misericordia las va a envolver a la hora de la muerte.

El alma que bondad de su Señor ensalza


en especial, por Él está amada
y siempre esta cerca de la fuente viva
de la Misericordia Divina obteniendo gracias.

¡Padre eterno!, mira misericordioso aquellas almas que


realzan y veneran tu mayor atributo, es decir, tu insondable
misericordia y que están encerradas en el Corazón de Jesús,
lleno de compasión. Estas almas son un Evangelio viviente,
sus manos están llenas de obras de misericordia y sus
corazones desbordantes de gozo cantan a ti, ¡oh Altísimo!,
un cántico de misericordia. Te suplico, ¡oh Dios!,
muéstrales tu misericordia según la esperanza y confianza
que en Ti han puesto. Que se cumpla en ellas la promesa
de Jesús quien les había dicho: a las almas que veneren
14
esta infinita misericordia mía, yo mismo las voy a
defender como mi gloria en vida y en especial a la hora de
la muerte. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


CON LAS LETANÍAS
OCTAVO DÍA

Hoy, haz venir a mí a las almas que están encarceladas en el


purgatorio y sumérgelas en el abismo de la misericordia mía. Que
los torrentes de mi sangre refresquen el ardor de su quema. Todas
estas almas están muy amadas por mí. Ellas cumplen con el justo
castigo que se debe a mi justicia. Está en tu poder llevarles el alivio.
Emplea todas las indulgencias del tesoro de mi Iglesia y ofrécelas en
su nombre. ¡Oh, si conocieras los tormentos que ellas sufren!,
ofrecerías continuamente por ellas las limosnas espirituales y
saldarías las deudas que tienen con mi justicia.

Jesús misericordioso, tú mismo has dicho que deseas la


misericordia; yo hoy hago entrar a la morada de tu Corazón
compasivo a las almas del purgatorio, las que te son muy
aceptas, pero que a pesar de todo deben resarcir a tu
justicia. Que los torrentes de sangre y agua que han
brotado de tu Corazón, apaguen el fuego del purgatorio
para que también allí sea glorificada la fuerza de tu
misericordia.

Del sofocante calor del purgatorio


a tu misericordia, se eleva un clamor.
Reciben consuelo, alivio, refrigerio
15
en el torrente derramado del agua y crúor.

Padre eterno, mira con misericordia las almas que sufren


en el purgatorio y que están encerradas en el compasivo
Corazón de Jesús. Te suplico por la dolorosa pasión de
Jesús, tu Hijo, y por toda la amargura con la cual su
santísima alma fue inundada, muestra tu misericordia a las
almas que están bajo tu justo escrutinio. No las mires de
otra manera sino a través de las heridas de Jesús, tu
amadísimo Hijo, ya que creemos que tu bondad y tu
compasión no tienen límites. Amén.

CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA


CON LAS LETANÍAS

NOVENO DÍA

Hoy, haz venir a mí a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de


la misericordia mía. Estas almas son las que con más dolor hieren mi
Corazón. A causa de las almas tibias, mi alma experimentó la más
intensa repugnancia en el Huerto de los Olivos. A causa de ellas dije:
Padre, aleja de mí este cáliz, si así es tu voluntad. Para ellas, la
última tabla de salvación consiste en recurrir a la misericordia mía.

Jesús misericordioso, que eres la compasión misma, te


hago entrar a la morada de tu muy piadoso Corazón las
almas tibias. Que estas almas heladas que se parecen a los
cadáveres y te llenan de gran repugnancia se calienten con
el fuego de tu puro amor. ¡Oh Jesús compasivo!, haz uso de
la omnipotencia de tu misericordia, atráelas al mismo ardor
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de tu amor y concédeles el santo amor, porque tú lo
puedes todo.

El fuego y el hielo no se pueden unir,


porque el fuego se apaga, o el hielo se va a derretir.
Mas las miserias mayores aún
tu misericordia Dios mío, puede socorrer.

Padre eterno, mira misericordioso las almas tibias que, a


pesar de todo, están encerradas en el Corazón de Jesús
lleno de piedad. Padre de misericordia, te suplico por la
amarga pasión de tu Hijo y por su agonía de tres horas en la
cruz, haz que también ellas glorifiquen el abismo de tu
misericordia. Amén. (1209-1229)
CORONILLA A LA DIVINA MISERICORDIA
CON LAS LETANÍAS
LETANÍAS A LA DIVINA MISERICORDIA
(Diario 949)
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Dios Padre Celestial,


Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad un solo Dios

Misericordia Divina, que brotas del seno del Padre, En Ti confío


Misericordia Divina, supremo atributo de Dios,
Misericordia Divina, misterio incomprensible,
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Misericordia Divina, fuente que brota del misterio de la Santísima
Trinidad,
Misericordia Divina, insondable para todo entendimiento humano o
angélico,
Misericordia Divina, de donde brotan toda Vida y Felicidad,
Misericordia Divina, más sublime que los Cielos,
Misericordia Divina, fuente de los milagros y maravillas,
Misericordia Divina, que abarcas todo el universo,
Misericordia Divina, que bajaste al mundo en la Persona del Verbo
Encarnado,
Misericordia Divina, que manaste de la herida abierta en el Corazón
de Jesús,
Misericordia Divina, encerrada en el Corazón de Jesús, por nosotros y
especialmente por los pecadores,
Misericordia Divina, insondable en la Institución de la Hostia Sagrada,
Misericordia Divina, en la institución de la Santa Iglesia,
Misericordia Divina, presente en el Sacramento del Santo Bautismo,
Misericordia Divina, en nuestra justificación por Jesucristo,
Misericordia Divina, que nos acompañas a lo largo de toda la vida,
Misericordia Divina, que nos abrazas de manera especial en la hora
de la muerte,
Misericordia Divina, que nos otorgas la vida inmortal,
Misericordia Divina, que nos acompañas en cada momento de
nuestra vida,
Misericordia Divina, que nos proteges del fuego del infierno,
Misericordia Divina, en la conversión de los pecadores
empedernidos,
Misericordia Divina, asombro para los ángeles e incomprensible para
los santos,
Misericordia Divina, insondable en todos los misterios de Dios,
Misericordia Divina, que nos rescatas de toda miseria,
Misericordia Divina, fuente de nuestra felicidad y gozo,
Misericordia Divina, que nos llamaste a la existencia de la nada,
Misericordia Divina, que abarcas todas las obras de tus manos.
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Misericordia Divina, que coronas todo lo que existe y por existir,
Misericordia Divina, en la cual todos estamos inmersos,
Misericordia Divina, dulce consuelo de los corazones angustiados,
Misericordia Divina, única esperanza de las almas desesperadas,
Misericordia Divina, remanso de corazones y paz ante el temor,
Misericordia Divina, gozo y éxtasis de las almas santas,
Misericordia Divina, que infundes confianza contra toda esperanza,

V. Jesús Misericordioso, que actúas y vives en tu Iglesia.


R. Apiádate del mundo, porque es eterna tu misericordia.

ORACIÓN

¡Oh!, Dios eterno, en quien la Misericordia es infinita y el


manantial de compasión inagotable, vuelve a nosotros tu
mirada bondadosa y acrecienta tu Misericordia en nosotros,
para que en los momentos de más dificultad no desesperemos
ni tampoco nos desalentemos, sino que con la absoluta
confianza, nos sometamos a tu Santa Voluntad que es todo
Amor y Misericordia. (Diario, 950)

o las siguientes

LETANÍAS A JESÚS MISERICORDIOSO

(compuestas por el Beato Padre Miguel Sopodko,


Confesor de Santa Faustina Kowalska)
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.

Dios Padre Celestial,


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Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad un solo Dios

Jesús Misericordioso, encarnado por obra del Espíritu Santo, en ti


confío
Jesús Misericordioso, que nos revelas la Misericordia de Dios en la
Santísima Trinidad,
Jesús Misericordioso, que estás realizando el plan eterno de
salvación,
Jesús Misericordioso, que te estás entregando libremente por todos
los hombres en la cruz,
Jesús Misericordioso, que envuelves con tu misericordia a todo el
universo,
Jesús Misericordioso, que nos diste la Madre de la misericordia,
Jesús Misericordioso, obediente al Padre,
Jesús Misericordioso, Sumo Sacerdote y nuestro intercesor ante el
Padre,
Jesús Misericordioso, que nos envías al Espíritu Consolador,
Jesús Misericordioso, que nos haces renacer en los Santos
Sacramentos,
Jesús Misericordioso, infalible en sus disposiciones,
Jesús Misericordioso, que nos haces hijos y herederos del cielo,
Jesús Misericordioso, que intercedes ante el Padre en favor de la
unión de los hombres,
Jesús Misericordioso, maestro de la misericordia activa,
Jesús Misericordioso, ejemplo de amor para con los enfermos,
abandonados y pacientes,
Jesús Misericordioso, incansable buscador de los extraviados y
errantes,
Jesús Misericordioso, preocupado por la conversión y salvación de los
hombres,
Jesús Misericordioso, luz de la verdad para los que están sumidos en
el error y el pecado,
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Jesús Misericordioso, nuestro recurso y socorro en la lucha contra
Satanás,
Jesús Misericordioso, premio para los que ejecutan las obras de la
misericordia,
Jesús Misericordioso, que nos invitas a la plena y eterna felicidad en
el cielo,
Jesús Misericordioso, toda y única esperanza nuestra,
Jesús Misericordioso, envía a la Iglesia y al mundo los mensajeros y
pregoneros de tu misericordia, escúchanos, te lo pedimos, Señor.
Jesús Misericordioso, concede tu abundante misericordia y el perdón
a los agonizantes, y sobre todo a aquellos que vivían alejados de ti,
Jesús Misericordioso, concédenos la gracia de perseverar en los
buenos propósitos y la amistad contigo,

V. Jesús Misericordioso, que actúas y vives en tu Iglesia.


R. Apiádate del mundo, porque es eterna tu misericordia.

ORACIÓN

¡Oh!, Dios eterno, en quien la misericordia es infinita y el manantial


de compasión inagotable, vuelve a nosotros tu mirada bondadosa y
acrecienta en nosotros tu misericordia, para que en los momentos de
más dificultad no desesperemos ni tampoco nos desalentemos, sino
que con la absoluta confianza, nos sometamos a tu santa voluntad
que es todo amor y misericordia. (Diario 950)

¡Oh! abismal e inconcepta, de Dios, misericordia,


¿Quién puede adorar y ensalzarte dignamente?
Atributo más alto de Dios omnipotente
tú eres del hombre pecador la dulce esperanza. (Diario 951)

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Corona Divinae Misericordiae

Signum Crucis
In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti. Amen.

Pater Noster (Oratio Dominica)


Pater noster, qui es in caelis, sanctificetur Nomen tuum.
Adveniat regnum tuum. Fiat voluntas tua, sicut in caelo et in
terra. Panem nostrum quotidianum da nobis hodie, et dimitte
nobis debita nostra sicut et nos dimittimus debitoribus nostris.
Et ne nos inducas in tentationem, sed libera nos a malo.

Ave Maria (Salutatio Angelica)


Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in
mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus. Sancta
Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus, nunc, et in hora
mortis nostrae. Amen.

Symbolum Apostolorum
Credo in Deum Patrem omnipotentem, Creatorem caeli et
terrae. Et in Iesum Christum, Filium eius unicum, Dominum
nostrum, qui conceptus est de Spiritu Sancto, natus ex Maria
Virgine, passus sub Pontio Pilato, crucifixus, mortuus, et
sepultus, descendit ad inferos, tertia die resurrexit a mortuis,
ascendit ad caelos, sedet ad dexteram Dei Patris omnipotentis,
inde venturus est iudicare vivos et mortuos. Credo in Spiritum
Sanctum, sanctam Ecclesiam Catholicam, sanctorum commu-
nionem, remissionem peccatorum, carnis resurrectionem, vitam
aeternam. Amen.

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Pater aeterne
Pater aeterne, offero tibi Corpus et Sanguinem, Animam et
Divinitatem dilectissimi Filii Tui, Domini nostri, Iesu Christi, in
propitiatione pro peccatis nostris et totius mundi.

P. Pro dolorosa Eius passione,


O. miserere nobis et totius mundi.

Sanctus Deus
Sanctus Deus, Sanctus Fortis, Sanctus Immortalis, miserere
nobis et totius mundi.

Pedidos: s ta nichi 1962@gmail.com

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