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CENTRO DE PROMOCION Y CULTURA CPC

32 AÑOS DE ORGANIZACIÓN POPULAR COMUNITARIA DESDE LA


FORMACIÓN DE MUJERES Y JOVENES SUJETOS TRANSFORMADORES
DEL DIARIO VIVIR EN SECTORES QUE SIGUEN VIVIENDO EL
ESTIGMA SOCIAL Y POLÍTICO

María Helena Céspedes

CPC-KairEd

(Bogotá-Colombia)

No es posible vivir el ahora,

sin la presencia del camino

que poco a poco se constituyó

en la memoria primordial

y sin volver permanentemente

a la fuente del amor primero

La invitación a participar de las reflexiones de lo que ha significado la


Educación Popular por más de 30 años en los sectores populares de Bogotá,
es para nosotras en el Centro de Promoción y Cultura CPC, retomar los hilos
vitales que nos han constituido a lo largo de 32 años.

Somos herederas de una generación de mujeres que desde su ser cristianas


militantes, optaron por enclavarse en sectores populares al margen de la
ciudad. Sectores que para ese 1978, año en que nace el CPC, no contaban,
para el estado ni para la ciudad. Hemos hecho parte de un proceso en el que
hemos visto crecer muchas mujeres y jóvenes líderes que hoy han asumido
el compromiso de la vida digna y las transformaciones culturales y políticas
tan urgentes en estos tiempos. Desde nuestros inicios nos hemos

1
identificado con la Educación Popular, entendida ésta como una corriente
que permite la identidad y dignidad de las y los sujetos populares,
haciéndoles partícipes conscientes de su quehacer político y educativo
transformador, llegándose a ello a través de procesos formativos
integradores y creadores de otra forma de ser y vivir sobre la tierra.
Procesos con plena intencionalidad ético-política de lo que significa
transformar el entorno que agrede y daña la individualidad y el colectivo y
genera relaciones injustas y excluyentes.

En la actualidad el CPC cuenta con tres proyectos de trabajo:

La Casa de los Niños: proyecto de trabajo con niños – niñas y sus padres de
familia, denominado en sus inicios como Hogar infantil. La Casa de los Niños
es concebida por el CPC como

“un lugar de acogida, ternura y libertad, donde los niños y las niñas aprenden
los primeros valores de la vida y donde los padres encuentran apoyo y
orientación para asumir su vida y la de sus hijos desde la perspectiva de la
igualdad y de los derechos de cada uno en el ámbito familiar1”.

El Centro Cultural: Espacio dedicado al trabajo con jóvenes, niños y niñas en


edad escolar.

En la actualidad desde el Centro Cultural se coordinan dos bibliotecas


populares, una en la misma sede del Centro Cultural en el barrio Britalia y
otra en la sede de FASOL, en el barrio El Amparo. Además del
acompañamiento en bibliotecas, el Centro sigue pensando que el arte es un
medio necesario, una herramienta que nos permite ver que cada acción y
cada momento es propicio para transformar. Es así como los talleres de
formación artística en danza, música, teatro de sala, teatro callejero-
zancos, pintura y títeres, y otras actividades lúdicas y artísticas son
semilleros de otra forma de enfrentar la vida y de asumirse así mismo en un
contexto que cierra puertas e ilusiones. Allí los niños, niñas y jóvenes, se
sensibilizan con el arte y la expresión, llevándoles a un cambio de actitudes
frente a la vida. De igual manera se hace un acercamiento a colegios del
sector, para que el servicio social de los y las jóvenes se convierta en una

1
Plegable de presentación institucional del Centro de Promoción y Cultura
2
alternativa de formación que les deje más cerca de sus comunidades y con la
curiosidad de la ciencia y el arte como espacios de dialogo y visibilización de
sus derechos en el contexto de sus comunidades estudiantiles y barriales.”2

Pero el Centro Cultural, también es “un lugar donde los y las jóvenes
encuentran espacios para la escucha y la amistad; donde, frente a contextos
de muerte desean la paz y buscan cómo construirla” El Centro Cultural
promueve lecturas críticas de los diversos contextos en los que transcurre
nuestra cotidianidad y permite vislumbrar otras opciones para recrear lo
político desde las expresiones juveniles.

“Por último, FASOL, Familias Solidarias, lugar de la apuesta por los


derechos de las mujeres, caracterizado por ser un espacio de encuentro y
valoración de las mujeres, del reconocimiento de su dignidad y la toma de
conciencia de sus derechos como mujer y ciudadana. Como principales
acciones en FASOL, se cuenta en la actualidad con un trabajo de
acompañamiento a mujeres en los núcleos, una escuela de formación de
mujeres populares con mujeres adultas y mujeres jóvenes, un espacio de
acompañamiento a mujeres en condición de desplazamiento denominado
VIPAZ, un espacio de recuperación ambiental en la chucua de la Vaca, un
espacio de encuentro y sanación para mujeres, denominado el TELAR.
FASOL, para el CPC Fasol es:

“Un espacio donde las mujeres pretenden ser facilitadoras de nuevos


procesos que llevan a cambios radicales en la forma de concebir la vida, con
perspectiva de género, que introduzcan los valores humanos desde la
ternura y la conciencia de los demás como lo más importante en el
entramado de la ciudad”

Por último es importante mencionar como espacio de trabajo en el marco


cultural y político del sector y la localidad, la realización del Carnaval
Popular Por la Vida, actividad conjunta de los proyectos del CPC, con
participación de otras organizaciones sociales de la localidad y la ciudad.

“Con el carnaval intentamos decirnos a nosotros mismos y a los demás,


quiénes somos, qué queremos y qué vamos a cambiar, denunciando lo que no

2
Aportes de MarySol Avendaño
3
nos gusta con la risa y con la fiesta, mirando al futuro y enfrentando la
muerte con la vida, con nuestra actitud y con nuestra esperanza”

El CPC a través de sus proyectos de trabajo, pretende construir una


propuesta abierta y solidaria para que mujeres, jóvenes, niños y niñas
encuentren nuevas relaciones sororas y fraternas, se hagan conscientes de
sus valores y contribuyan a fortalecer alternativas sociales, culturales y
políticas de resistencia civil.

En el marco de la educación popular, la apuesta política y educativa del CPC,


tiene la intención de formar sujetos históricos de cambio, que se
reconozcan así mismo como protagonistas de su realidad.3 La
intencionalidad político educativa del CPC, sigue estando en la necesidad de
transformar los contextos que afectan la vida y dignidad de mujeres, niños-
as y jóvenes de sectores populares, sabiendo que eso supone retejer los
hilos culturales que han condicionado nuestras formas de ser, estar y actuar
a nivel familiar, social y político. Desde el trabajo de género, es que
nosotras las mujeres populares hemos dimensionado, que para ser
verdaderas educadoras teníamos que releer los patrones culturales que nos
han constituido, ¿cómo hablar de emancipación o ciudadanía, si nos siguen
condicionando los modelos patriarcales que han negado nuestra presencia y
nuestra voz? Esa lectura de nosotras mujeres populares, educadoras,
exigidoras de nuestros derechos, que hacemos lecturas de los contextos
inmediatos, con la certeza que sólo en el encuentro con otras organizaciones
tendremos incidencia, hoy nos hace fuertes. Entendemos que lo político
tiene que ver con las subjetividades, que la omisión de las corporalidades,
tiene que ver con la omisión de la memoria, entendemos que lo político hoy,
también nos exige una relectura de nuestra espiritualidad, hacer una
relectura de la misma teología de la liberación. Hoy a más de treinta años de
la E. P. la teología también es diversa, holística, intercultural, más
ecuménica, específica, con nuevos rostros y con el reconocimiento de nuevos
sujetos y voces, algunas veces esta reflexión no es muy aceptada al interior
de la misma teología de la liberación, sobre todo lo que tiene que ver con la
teología femenina.

3
Aportes de MarySol Avendaño
4
Hoy entendemos que todo está integrado, que la exigibilidad de los
derechos supone nuevos actos educativos-creativos, que pasan por el arte,
las articulaciones, las tecnologías, las nuevas expresiones, la retoma de las
calles, las ritualidades urbanas ambientales etc.

La intencionalidad política es hoy más abarcadora, porque el mundo es más


complejo, pero más común.

Otro elemento que nos ha enriquecido, ha sido valorar la posibilidad de lo


intergeneracional. Crecemos al tiempo mujeres maduras, con mujeres muy
jóvenes, con la conciencia que vivimos ritmos y expectativas distintas, pero
con la conciencia que cada una aporta desde sus sabidurías y saberes, así
por ejemplo en la obras de teatro que realizan las mujeres mayores, las
mujeres jóvenes releen sus historias familiares. Son distintos tiempos, pero
las realidades algunas veces siguen siendo las mismas. En eso los tiempos
parecen no cambiar.

Algunos criterios que siguen marcando nuestro ritmo sociopolítico –


educativo:

Mantenemos el criterio del análisis de coyuntura y la lectura crítica


del momento sociopolítico que vivimos, como un ejercicio de memoria
colectiva y de repensar el carácter de nuestra incidencia. “Esto se
traduce en el conocer y analizar la realidad para buscar
transformarla. Para ello es característico en el desarrollo del
trabajo, las jornadas de reflexión y análisis de la realidad actual,
buscando a través de lecturas, discusiones en grupos y charlas con
algunas personas cercanas que al manejar mayores niveles de
información, ayudan a los integrantes del CPC y personas cercanas a
estar pendientes de la situación del país, de la ciudad y cómo afecta
esta realidad a la gente de la comunidad.”4

Mantenemos nuestra acción en su carácter emancipador. Toda acción


puede transformar, liberar desde lo pequeño, hasta lo más grande. En
ese sentido se trata de valorar lo que hacemos, para qué lo hacemos y
cómo lo hacemos.

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Aportes de MarySol Avendaño
5
Formar mujeres y hombres, que puedan asumir su historia, su
subjetividad, y que puedan generar acciones colectivas que
transformen relaciones, que propongan alternativas de dignidad y de
vida, desde el arte, las ciencias sociales, las relaciones
interpersonales, la perspectiva de género, la organización social y
cultural, en lo cotidiano.

Mantenemos el criterio de las acciones de incidencia, tanto en lo


barrial, como en el local y en lo general desde las articulaciones con
otras organizaciones.

La formación política como la manera de entender cómo esta


funcionando la sociedad y cómo la podemos transformar.

La formación como un elemento indispensable para asumir la


construcción de los saberes propios y el reconocimiento de los
saberes de otros y otras.

La formación como un elemento que nos permite analizar la cultura en


la que nos han formado y desde ahí buscar una reconstrucción
cultural, que nos permite autorizarnos unas a otras. Reconocer que
hemos crecido al interior de la organización porque nos hemos ido
formando en diversas áreas, que hoy nos hace una organización más
rica en saberes. Pero también reconociendo las sabidurías acumuladas
por la práctica y la experiencia.

Mantenemos nuestros principios de Transformación, Espiritualidad, y


Resistencia Cultural. Somos un cuerpo colectivo, con voz propia, con la
conciencia de nuestro quehacer político, de sujeto social.

No nos olvidamos que no nacimos para quedarnos en nosotras mismas,


tenemos una apuesta fuerte por fortalecer otros procesos
organizativos y por articularnos con procesos que promuevan la
justicia y la paz, desde acciones no militaristas.

“El CPC se piensa, como un espacio, desde el cual las mujeres, los
jóvenes y los niños, niñas, participan en la vida ciudadana, con su
palabra y acción, e inciden en un cambio de paradigmas que
dignifiquen la vida y generen conciencia de pertenecer a un horizonte
6
común con toda la creación, que nos permita asumir nuestra
responsabilidad en el cuidado de la tierra y todos sus pobladores”5

Somos educadoras y educadores populares que hacemos parte de un


proyecto político - educativo de carácter comunitario, con una
propuesta de organización popular comunitaria, No nos identificamos
como ONG.

La articulación y las “relaciones con el barrio y con otras


organizaciones del Sector y la localidad. El CPC ha hecho parte activa
de la vida del barrio Britalia y sector, a lo largo de sus 32 años, ya
que sus programas y proyectos, son el fruto de la organización de
mujeres y jóvenes de la misma comunidad, que tratan desde, sus
inicios, de generar propuestas organizativas para dar respuesta a
necesidades sentidas de la comunidad, y de las reivindicaciones que
de ellas se derivan (consecución de servicios públicos, legalización de
los barrios, respeto a la vida de los jóvenes, derecho a la recreación,
al deporte y a la cultura).

En cuanto a su relación con otros actores sociales, ha establecido


acuerdos y posturas políticas críticas, frente al manejo de los
espacios de carácter comunitario, negándose a prestar sus espacios
de trabajo, para actividades de carácter proselitista y abriéndolos
para el debate y análisis de políticas que afectan directamente a la
comunidad, (Políticas Neoliberales, privatización de empresas
públicas, nuevas leyes y decretos, Globalización de la economía, entre
otras).”6 También realizamos acciones con otras organizaciones,
fundamentalmente de mujeres a nivel nacional, en donde hemos
confluido en la reflexión de lo que significa el aporte de las
organizaciones de mujeres populares al momento actual de país y en
donde estamos empezando a reflexionar el papel de las
organizaciones de mujeres populares a la Educación Popular.

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Plegable de presentación institucional del Centro de Promoción y Cultura
6
Aportes de MarySol Avendaño
7
Otros términos... que usamos:

“Para hablar de resistencia cultural, es necesario plantear en primera


instancia el concepto que el CPC tiene de cultura, pues es precisamente
desde lo cultural, donde esta manifestación de resistencia, se ha hecho más
fuerte. En la segunda etapa de reconstrucción histórica se encuentra lo que
significa la cultura para el quehacer del CPC:

“Entendemos que la cultura no es sólo tradición, pasado y patrimonio sino un


quehacer continuo e histórico. Una tarea permanente que se va haciendo a
partir de los desafíos y de las situaciones concretas que se dan en las
relaciones del hombre con el hombre, con la sociedad y con la naturaleza, en
virtud de la cual se humaniza el mundo y se transforma... Se reconoce
porque su expresividad estética resulta comprensible y sugerente, responde
a la realidad, es crítica y profunda, expresa la conciencia solidaria de un
conflicto e invita a superarlo. Su valor supremo consiste en que representa
y responde a las aspiraciones populares” 7

La cultura es entendida entonces, “Como un quehacer histórico


transformador y liberador, capaz de recuperar los valores populares y la
transformación de las relaciones hombre- mujer, al igual que la dignificación
de la persona”8 afirmando además que: “Solo alrededor de la cultura surgen
las formas organizativas, a través de las cuales, el hombre lucha por lograr
sus intereses9”10

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El Centro de Promoción y Cultura se autodefine entonces como un proyecto


educativo cultural; en tal sentido, para sus integrantes, en el CPC todo es
educativo... lo educativo atraviesa todas las prácticas del CPC desde sus
líneas de acción: Espiritualidad, transformación y resistencia cultural. Es
por ello, que a lo largo de su historia, lo educativo ha estado presente,
tanto como acción intencional, como reflexión colectiva, con una opción
pedagógica que nace de mirar y escuchar el entorno y el contexto,

7
Segunda Etapa de Reconstrucción Histórica del CPC. Pág. 11
8
Tercera Etapa de Reconstrucción Histórica del CPC. Pág. 3.
9
Ibídem.
10
Aportes de MarySol Avendaño
8
preguntarse por las alternativas posibles, escuchar las experiencias y la
memoria y generar acciones colectivas. A esto le hemos denominado
pedagogía de la Vida, que lleva implícita la pedagogía de la pregunta.

“Como muchas organizaciones sociales y comunitarias, que han iniciado


procesos y trabajos en los barrios populares de nuestras ciudades, El
Centro de Promoción y Cultura, dio vida a un proceso comunitario en el sur
occidente de Bogotá. Este caminar comunitario en el año 2010 cumple 32
años, acompañando a mujeres, jóvenes y niños, por senderos de trabajo
comunitario, por opciones de vida dedicados a otros y otras que piensan que
es posible construir nuevos lazos y nuevas relaciones en medio de la
individualidad, los rencores y la violencia.”11

Eso somos, este es un resumen de lo que somos en el Centro de Promoción y


Cultura. Del barrio Britalia. Sur occidente de Bogotá

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Aportes de MarySol Avedaño
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