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Globalización
Lic. Rodrigo Navarro Peralta
Pasar de una reflexión a una propuesta es tarea fácil, con mucha más
razón si se estima que la reflexión es circunstancial y la propuesta
simplemente pragmática.
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sociedad política debe ser garante de la libertad y dignidad de todos
sus miembros. Asimismo debe ser la fuente del desarrollo personal por
medio del establecimiento de iguales oportunidades para todos,
( porque ) la igualdad de derechos y deberes, en el marco del respeto a
la dignidad humana, es el fundamento para el desarrollo de las
capacidades, los intereses y la creatividad individuales”. (Carta
Socialcristiana a Costa Rica # 42.
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2.- La primacía de la Dignidad Humana.
Si la dignidad de la persona humana, es la primacía de nuestro actuar
social y político, esta primacía parte del fundamento de los derechos de
la persona humana ( Derechos Humanos ), porque las personas no
tienen precio, sino dignidad, ya que de esa dignidad reconocida y
respetada como valor central, emanan la vida, la justicia, la igualdad,
la seguridad y la solidaridad, que son dimensiones básicas de la
persona, que se convierten en valores y que determinan la existencia y
legitimidad de todos los Derechos reconocidos en acuerdos
internacionales.
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presenta el desarrollo humano como un proceso dinámico que impulsa
la acción social y política a tener siempre presente que “ el
reconocimiento de la dignidad de la persona humana y de sus derechos
fundamentales, establece como objetivo central de toda actividad
política, el desarrollo humano” (CSC #26 )
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a nuestra sociedad como un todo y a los responsables de dirigirla,
en particular. De ahí que ha de hablarse de una ética del desarrollo
humano, en tanto que éste como proceso debe dinamizarse con
valores como la solidaridad, el respeto y la libertad, para que así
pueda prevenir, gestionar, regular y superar pacíficamente las
diferencias entre las personas; haciendo frente a los desafíos
comunes de toda la sociedad.
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condiciones de la ética de la solidaridad”. ( Luciano Pereña, Revista
Sumario 215-2000 )
Responsabilidad histórica podría afirmarse nos compete en este
momento, porque faltan contrapesos al fenómeno globalizador, faltan
acciones que limiten su voracidad y sus despiadadas consecuencias.
¿Nos hemos quedado en las denuncias…? ¿ Hemos sido espectadores o
actores propositivos …? Es importante de manera contundente
esbozar nuestra propuesta, y si ya está, trabajar por su conocimiento y
ejecución, es la hora de un humanismo vivo y en acción, es la hora de
humanistas comprometidos con sus valores y no con los intereses de
quienes hábilmente, nos han propuesto las teorías globalizantes como
la panacea y la solución a los problemas de la persona humana de hoy
y de mañana.
“En su homilía del primero de mayo del año 2000, con ocasión del
Jubileo de los Trabajadores, el Papa Juan Pablo II invitó a los
cristianos a reflexionar sobre el fenómeno de la globalización, en su
intento de actualizar las directrices de la doctrina social católica sobre
la ética de la solidaridad. Reconoce, es cierto, la importancia de la
globalización como herramienta de desarrollo y de progreso,(…) pide,
sin embargo, que las nuevas tecnologías se apliquen con prudencia y
responsabilidad social, de modo que la globalización no lleve a la
Humanidad a crear falsos valores a tenor de tremendas posibilidades y
esperanzas de progreso. Nos compromete por ello a participar y
asumir nuestras responsabilidades para estudiar los desequilibrios
sociales y económicos con el fin de colaborar eficazmente en el
restablecimiento de la jerarquía de valores”. ( Luciano Pereña. Revista
Sumario 215-2000 )
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solidaridad, debemos promover un libre mercado con justicia y
equidad.
Es anunciar y denunciar, es proponer y argumentar, no es
simplemente denunciar. Hoy el mundo nos demanda, con su dinámica,
redescubrir el valor del desarrollo humano que, como acción universal
sensibilice a los responsables de las naciones a impulsar los cambios, y
aligerar los ajustes para que no se globalice la miseria, el irrespeto a
los derechos humanos, la carencia de oportunidades y el impedimento
a la realización de los pueblos y de las personas. Es posible una
propuesta del humanismo cristiano que impulse y promueva el
desarrollo humano como bastión del mundo globalizado, es posible que
el humanismo cristiano promueva y procure variar la orientación del
libre mercado, de una expresión deshumanizante, a una expresión
humanista e inspirada en un proceso de globalización de la solidaridad
internacional. Es la hora de las propuestas y de las acciones, que den
como rédito la credibilidad y la identificación con una propuesta
posible y capaz de crear un nuevo orden, dentro de las variables que
hoy se presentan.
Bibliografía