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MEJORAMIENTO URBANO:

CONCEPTO, VENTAJAS Y DIFICULTADES

Por: EDMUNDO MOREL


CIUDAD ALTERNATIVA (REP. DOMINICANA)
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Desde finales de 1988, y como forma de concreción de las luchas desarrolladas


a través de años por el Comité para la Defensa de los Derechos Barriales
(COPADEBA) y el Centro Dominicano de Asesoría e Investigaciones Legales
(CEDAIL) frente a los desalojos masivos y compulsivos verificados en el marco
del proceso de remodelación urbana gubernamental, el proyecto Ciudad
Alternativa viene desarrollando, desde y con los pobladores barriales organizados
de la ciudad, la formulación de una propuesta urbana alternativa fundamentada en
una real y auténtica participación popular. Inscrito en la línea del mejoramiento de
las condiciones de vida de los asentamientos precarios, el Proyecto ha devenido
en un espacio de articulación progresiva entre la protesta y la propuesta, la
resistencia y la negociación, y el aporte crítico en la discusión de ideas y líneas de
acción encaminada a fortalecer la construcción de la democracia participativa y la
convivencia ciudadana.

En esa línea de discusión, el presente trabajo pretende dar cuenta de algunas de


las reflexiones que han ido acompañando la experiencia lograda referidas en esta
ocasión, a tres aspectos: 1) la concepción del mejoramiento urbano que orienta la
propuesta; 2) las ventajas que se pueden visualizar frente al modelo de
renovación urbana predominante, a partir del proceso seguido hasta ahora y
experiencias similares en el contexto latinoamericano; y 3) algunas dificultades u
obstáculos que se presentan en la implementación de este modo de intervención
urbana.

Para la caracterización y análisis de las ventajas y dificultades que se presentan


en el proceso, nos referiremos a los diferentes actores que, de una manera u otra,
inciden en el mismo, a saber: el Estado, los pobladores barriales y sus
organizaciones, los centros asesores, los organismos de cooperación, así como la
sociedad civil en su conjunto, considerando en el análisis tres dimensiones
fundamentales: socioeconómica, sociocultural y sociopolítica.

CONCEPTO DE MEJORAMIENTO URBANO

1. Mejoramiento con participación popular contra remodelación urbana.

Tal y como indicábamos en la introducción, el proyecto Ciudad Alternativa se


constituye desde su nacimiento en un espacio de articulación de las demandas
reivindicativas de pobladores barriales organizados, sus luchas y resistencias
frente a la política de desalojos llevada a cabo, de manera masiva y compulsiva,
dentro del proceso de remodelación urbana conducido por el Estado, sobre todo a
partir de 1986, y la necesidad de incorporar a la protesta de formulación,
discusión e implantación de propuestas creíbles y viables de solución que,
contrario al modelo de intervención urbana predominante, partieran de las
expectativas, intereses y necesidades de los sujetos protagónicos del proceso: los
pobladores barriales.

Este último aspecto constituye, indudablemente, una novedad con relación a las
líneas tradicionales de acción de las organizaciones barriales, y representa un
aporte significativo en la construcción de espacios sociales e institucionales que
favorezcan el logro de una democracia realmente participativa.

Los efectos producidos por la acción estatal, demuestran claramente que las
soluciones a la problemática de los asentamientos urbanos requieren de modos
de intervención que propicien, en todas sus fases y procesos, la participación
consciente, deliberada y voluntaria de las personas que, a través de largos años,
han ido configurando, con esfuerzos propios, un espacio para vivir, y que
consideren muy en serio las condiciones, posibilidades y límites de nuestra
sociedad en el enfrentamiento de dicha problemática.

En esa línea de pensamiento y acción, se entiende entonces el mejoramiento


como un proceso de intervención consciente y planificada, a través del cual la
población organizada, partiendo de sus propias condiciones ya existentes, y con
la participación del Estado y otras instituciones, realiza, de manera permanente,
una transformación progresiva de su propio hábitat, haciendo énfasis en la
integralidad del mismo, y asegurando la replicabilidad del proceso.

Así, en este proceso de mejoramiento, se está atento tanto al equipamiento de


servicios y al mejoramiento, construcción y rehabilitación de las viviendas, como
al fortalecimiento de la organización y la participación en la generalidad de
procesos efectivamente democráticos.

2. El mejoramiento como mediación en un proceso de transformación


social.

El Proyecto Ciudad Alternativa, tal y como ha sido concebido, trasciende en sus


objetivos el simple mejoramiento urbano como estrategia de intervención. Sus
propósitos más amplios apuntan en la dirección de ir conformando espacios de
participación democrática a nivel local que puedan servir de antesala para el logro
de cambios significativos en el orden de la estructura social. De no ser así, la
acción del mejoramiento, lejos de constituirse en una mediación para un proceso
de transformación social, se quedaría enmarcada en una concepción correctiva
de las condiciones de vida de lo asentamientos, y en un enfoque integracionista
de los pobladores barriales a la trama urbana predominante, perdiendo su
significado socio-histórico. Así las cosas, se entiende entonces el proceso de
mejoramiento, no como una acción con el fin en sí misma, sino como un canal
para la potenciación de cambios sociales en una dimensión más amplia.

3. Integralidad, progresividad y participación.

Estas tres características se entienden como fundamentales en el proceso de


mejoramiento

Con la integralidad, se aborda la explicación y solución de los problemas reales


como un todo, lo que no significa necesariamente la atención de todos los
problemas en un solo momento, sino la consideración permanente de las
interconexiones estructurales que sirven de marco a los diferentes aspectos
particulares. Lo anterior implica que la articulación de los diversos componentes
del proceso de mejoramiento deben estar presentes en todas las fases y
procesos, con un sentido permanente de globalidad.

Con la progresividad, se plantea el logro continuo y ascendente de mayores y


mejores niveles de calidad de vida en la población partícipe del mejoramiento, de
acuerdo con las características particulares de cada caso concreto.

Con la participación, se parte del reconocimiento de los pobladores barriales


organizados como sujetos conscientes y activos en la construcción de la
convivencia ciudadana, y de su participación real y efectiva, no sólo en el plano
del aporte en las ejecuciones, sino también en el ámbito decisional y el desarrollo
de la autogestión. Lo anterior implica una participación activa en todas las fases y
actividades del proceso, a saber: la identificación del problema, la búsqueda de la
solución, el planteamiento de la propuesta alternativa, la negociación y gestión de
los recursos, la ejecución y administración de los proyectos, así como la
evaluación y control de su desarrollo y la administración y manejo de los servicios.

VENTAJAS DEL PROCESO DE MEJORAMIENTO


1. Dimensión socioeconómica.

I) Reconocimiento y revalorización del ahorro y esfuerzo de los pobladores.


El esfuerzo de la comunidad, desarrollado por años, en la distribución y
acondicionamiento del espacio, así como en la provisión de servicios, es
reconocido y revalorizado. La inversión social que representa no se pierde.
II) Posibilidades de reproducción socioeconómica de los pobladores. Las
fuentes de ocupación e ingresos, y los mecanismos de sobrevivencia, son
preservados y mejorados. Los pobladores no son expulsados del entorno
que permite su reproducción vital.
III) Fortalecimiento y potenciación de las actividades del sector informal, frente
a una situación de desempleo, ingresos precarios y disminución progresiva
del poder adquisitivo de la población.
IV) Priorización y racionalización en el uso de los recursos disponibles en
función de los intereses, expectativas y demandas reivindicativas de los
pobladores organizados. Desarrollo gradual del asentamiento en atención a
las necesidades prioritarias planteadas desde dentro de la comunidad.
V) Redefinición de la relación costo-beneficio en función de los efectos
sociales desencadenados por la inversión de los recursos, sin desmedro de
las posibilidades de recuperación progresiva de la inversión.
VI) Posibilidades de disminución de costos en aras de favorecer una mayor
factibilidad de los programas, por las vías del ajuste de objetivos para un
desarrollo gradual, la adecuación de normas de planificación, de servicios y
técnicas, la aplicación de tecnologías de bajo costo, la administración
autogestionaria, el aporte de la comunidad en los trabajos, etc.

2. Dimensión Sociopolítica
I) Fortalecimiento y ampliación de la organización barrial, como base
fundamental para una real y auténtica participación.
II) Creación y consolidación de espacios de representatividad y consenso
del tejido social barrial para el desarrollo de una planificación
comunitaria que permita la identificación y articulación de intereses y la
interiorización de objetivos y metas comunes a ser logradas.
III) Desarrollo de la descentralización y participación ciudadana como
alternativa frente al modelo estatista tradicionalmente vigente y la
propuesta de sustitución por un modelo privatizador de corte neoliberal.
IV) En el marco de lo anterior, desarrollo progresivo de la autogestión
comunitaria y fortalecimiento de la articulación democrática entre
comunidad y gobierno local.
V) Generación de proyectos sociales alternativos, creíbles y viables que
se constituyan en horizontes de sentido ante la actual crisis de
proyectos colectivos.

4. Dimensión Sociocultural
I) Desarrollo de un proceso de formación para la participación que permita
generar a nivel local, la constitución de espacios democráticos.
II) Preservación del arraigo de la población y fortalecimiento de la
identidad y creatividad culturales a nivel barrial.
III) Desarrollo de una concepción y práctica interdisciplinarias en las
diferentes fases del proceso de mejoramiento.
IV) Articulación progresiva entre el saber popular y el saber científico-
técnico, contribuyendo, de esta forma, a la superación de la ruptura
histórica.
V) Reconocimiento, revalorización y potenciación de las tecnologías
populares.

DIFICULTADES Y OBSTÁCULOS EN EL PROCESO

1. Dimensión Socioeconómica
I) Articulación de tiempos y ritmos. La diversidad de actores e instancias
que convergen en el proceso, cada uno de ellos con lógicas diferentes,
obliga permanentemente a reconsiderar los criterios de planificación y
gestión de recursos, buscando puntos de equilibrio entre la participación
y la eficiencia de los procesos, así como entre la rigidez de los cánones
tradicionales de planificación y la flexibilidad que implica un proceso
participativo.
II) Financiamiento estatal. La carencia de recursos por parte del Estado y
el gobierno local para atender las demandas de los asentamientos se
convierte en un obstáculo significativo a la hora de dar cumplimiento a
compromisos contraídos. Ello es debido, en gran parte, no sólo a la real
escasez de recursos, sino también a la ausencia de una política de
priorización de gastos en atención a los problemas fundamentales de la
población.
III) Precariedad en los recursos comunitarios. La situación de desempleo,
la precariedad e inestabilidad en los ingresos, así como la progresiva
disminución del poder adquisitivo por efecto de la crisis económica,
reducen cada vez más las posibilidades de ahorro interno para
fundamentar desde dentro la financiación de los proyectos, así como los
niveles de recuperación de las inversiones realizadas.
IV) Organismos de cooperación. Las fuentes internacionales de recursos
de apoyo y asistencia técnica no están exentas del impacto de las
dificultades económicas, lo que repercute negativamente en la
canalización de recursos hacia los proyectos de desarrollo. Los cambios
acaecidos en Europa podrían inducir redefiniciones en el papel de las
agencias, así como en el destino de sus aportes a las organizaciones
no gubernamentales o centros asesores en los proyectos de
mejoramiento.
V) Legalización de la tenencia de la tierra. Esto se constituye en un
obstáculo fundamental para los procesos de mejoramiento. Las
presiones por la revalorización de espacios urbanos con fines de
inversiones de carácter turístico, inmobiliario, especulativo y comercial,
así como la ausencia de una voluntad política estatal en torno a la
regularización de la tenencia de la tierra en los asentamientos
precarios, dificultan sobremanera el desarrollo de los programas.

2. Dimensión Sociopolítica
I) Ausencia de reconocimiento, por parte del Estado, del mejoramiento
como opción válida de intervención urbana. La política de intervención
urbana estatal, desfasada con respecto a la solución de la problemática
de las ciudades, privilegia los gastos en obras no prioritarias y de
carácter suntuoso, en detrimento de la atención de las necesidades de
los asentamientos precarios. El Estado no manifiesta una voluntad
política en el reconocimiento y apoyo a modalidades alternativas de
intervención.

II) Sobrepeso del Poder Ejecutivo en detrimento de las autonomías de los


gobiernos locales. Se mantiene un estilo de gobierno presidencialista y
verticalista que reduce los márgenes de maniobra de los municipios en
la toma de decisiones, y la disponibilidad y manejo de los recursos.

III) Ausencia de reconocimiento, por parte del Estado, de las


organizaciones barriales existentes como interlocutores válidos en la
discusión de las demandas y propuestas de solución.

IV) Ausencia de mecanismos y canales institucionales que promuevan y


permitan la real participación de los pobladores y sus organizaciones en
la formulación y ejecución de planes, programas y proyectos.

V) Debilidades en el movimiento organizativo a nivel barrial, que dificultan


la unificación de esfuerzos y la definición de proyectos y estrategias
comunes.

3. Dimensión sociocultural

I) Debilitamiento de los lazos de solidaridad y protección que han sido


tradicionales a nivel barrial, por efecto de la crisis de proyectos
colectivos y el fomento de individualismo en la búsqueda de soluciones.
II) Supervivencia de relaciones sociales fundamentadas en el
paternalismo, asistencialismo y clientelismo. Los sectores populares
son perneados por un discurso y una práctica que inducen la búsqueda
de mecanismos no organizativos y particulares para la canalización de
sus demandas y la satisfacción de necesidades. Esta situación es
favorecida por el oficialismo (el caso de la vivienda, por ejemplo, es
sintomático), y atenta permanentemente contra la organización y la
participación de la gente en proyectos de carácter colectivo.

III) Bajos niveles de educación y capacitación en la población, lo que


disminuye sus posibilidades reales de participación en ciertas
actividades del proceso.

A Modo de Conclusión:

Dadas las limitaciones de espacio hemos intentado poner en primer plano los
elementos que entendemos relevantes en torno a los aspectos considerados del
mejoramiento. Quedarían otros muchos por discutir que quizá puedan aflorar en el
curso del debate.

Si quisiéramos destacar, como punto final, lo concerniente al papel del Estado, los
esfuerzos que pudieran desarrollarse a partir de las organizaciones populares y
los centros asesores se verían en gran medida truncados si el Estado, como
instancia reguladora del orden social, no asume con plenitud su participación en la
búsqueda abierta de soluciones adecuadas a los intereses de las mayorías
urbanas, promoviendo la conformación real de un marco institucional propicio a la
participación, asumiendo sus compromisos con relación a la sociedad civil en el
plano de la provisión y mantenimiento de una estructura de servicios básicos,
priorizando de manera gradual la asignación de los recursos financieros y de
apoyo necesarios para el fomento del desarrollo de los asentamientos urbanos, y
favoreciendo, con una voluntad política expresa, la ampliación de los márgenes
de autonomía de los gobiernos locales y su fortalecimiento institucional.

El mantenimiento de los modos de intervención urbana estatal que han


prevalecido hasta el momento tendrían como consecuencia ya visible el deterioro
cada vez mayor de lo que todos deseamos: una auténtica y democrática
convivencia ciudadana.

Artículo publicado en la revista Práctica Barrial 13 (1993).

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SERIE CIUDAD Y HABITAT - No. 2 - 1996

www.barriotaller.org.co

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