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INTRODUCCION AL MOVIMIENTO

"ORATORIO MARIANO"

I.- PARTE PRIMERA: DEFINICION.

1.- Nuestra finalidad.

El Oratorio Mariano surge en el contexto de la Iglesia


que busca llegar al mundo, dialogar con él, ayudarlo a salir de sus
confusiones que lo afligen1. Está en el ambiente espiritual de la
preocupación tan vehemente del Señor que refleja en el Evangelio,

"... porque andaban como ovejas sin pastor...(Mc 6,34)2"

La Iglesia está siendo invitada profundamente por su


Señor a preocuparse por el bien de todos los hombres, que es uno de
los significados de la evangelización, para ayudarlos a revestirse
del hombre auténtico en Cristo Jesús, y para llegar a la perfecta
reconciliación con el Padre, quien de tal manera nos ha amado, que
ha entregado su Hijo único, por nosotros3.
1
La evangelización no sería completa si no tuviera en cuenta la
interpelación recíproca que en el curso
de los tiempos se establece entre el Evangelio y la vida
concreta, personal y social, del hombre. Precisamente, por esto
la evangelización lleva consigo un mensaje explícito, adaptado a
las diversas situaciones y constantemente actualizado, sobre los
derechos y deberes de toda persona humana, sobre la vida familiar
sin la cual apenas es posible el progreso personal, sobre la vida
comunitaria de la sociedad, sobre la vida internacional, la paz,
la justicia, el desarrollo; un mensaje, especialmente vigoroso en
nuestros días, sobre la liberación (Evang. Nunt. 29).
2
El esfuerzo orientado al anuncio del Evangelio a los hombres
de nuestro tiempo, exaltados por la espe-
ranza pero a la vez perturbados con frecuencia por el temor y la
angustia, es sin duda alguna, un servicio que se presenta a la
comunidad cristiana e incluso a toda la humanidad (Evang. Nunt.
1).
3
(...) la Iglesia se ha esforzado en anunciar el Evangelio a
todos los hombres, sin buscar otro objetivo
que el de cumplir su deber de mensajera de la Buena Nueva de
Jesucristo, proclamada a partir de dos consignas fundamentales:
2

Constituimos un movimiento llamado Oratorio Mariano


"Madre del Pueblo de Dios". Pretendemos ser un movimiento de
renovación espiritual católica, que ayude a buscar esa
evangelización en profundidad4 que necesita la Iglesia para llegar
eficazmente al hombre de nuestra época, a quien se debe hablar
firmemente de metanoia, de cambios de vida, dentro del hombre
mismo5. De esa manera queremos ayudar a formar personas
provenientes e identificadas con el mundo popular, que ayuden 6, con
el testimonio de su vida y su acción, en el proceso de
evangelización del mundo popular, basándonos en la acción de Dios
"vestíos del hombre nuevo" y "Reconciliaos con Dios" (Evang.
Nunt. 2).
4
Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a
todos los ambientes de la humanidad y, con
su influjo, transformar desde dentro, renovar a la misma
humanidad: "He aquí que hago nuevas todas las cosas". Pero la
verdad es que no hay humanidad nueva si no hay en primer lugar
hombres nuevos, con la novedad del bautismo y de la vida según el
Evangelio. La finalidad de la evangelización es por consiguiente
este cambio interior y, si hubiera que resumirlo en una palabra,
lo mejor sería que la Iglesia evangeliza cuando, por la sola
fuerza divina del Mensaje que proclama, trata de convertir al
mismo tiempo la conciencia personal y colectiva de los hombres,
la actividad en la que ellos están comprometidos, su vida y
ambiente concretos (Evang. Nunt. 18).
5
Este reino y esta salvación - palabras clave en la
evangelización de Jesucristo - pueden ser recibidos
por todo hombre, como gracia y misericordia; pero a la vez cada
uno debe conquistarlos con la fuerza ("el reino de los cielos
está en tensión y los esforzados lo arrebatan", dice el Señor),
con la fatiga y el sufrimiento, con una vida conforme al
Evangelio, con la renuncia y la cruz, con el espíritu de las
bienaventuranzas. Pero ante todo cada uno los consigue mediante
un total cambio interior, que el Evangelio designa con el nombre
de "metanoia", una conversión radical, una transformación
profunda de la mente y del corazón (Evang. Nunt. 10).
6
Hacia una comunidad evangelizada y evangelizadora. Quienes
acogen con sinceridad la Buena Nueva, median- te tal acogida y la
participación en la fe, se reúnen pues, en el nombre de Jesús
para buscar juntos el reino, construirlo, vivirlo. Ellos
constituyen una comunidad que es a la vez evangelizadora. La
orden dada a los Doce: "Id y proclamad la Buena Nueva", vale
también, aunque de manera diversa, para todos los cristianos. Por
esto Pedro los define "pueblo adquirido para pregonar las
excelencias del que os llamó de las tinieblas a su luz admirable"
(Evang. Nunt. 13 ).
3
por medio de las fuerzas vivas del cristianismo, que se esconden en
las clases sociales populares7, como una gran reserva de la
Iglesia.

Quiere ser un movimiento dedicado a ayudar de modo


particular en lo espiritual a la gente proveniente de capas
sociales que han sido llamadas en sociología "mundo popular". Se
trata de obtener que el Evangelio llegue inculturándose en ese
mundo social, sin quedarse en la superficie; que no se produzca una
evangelización decorativa o de barniz8; el Oratorio Mariano quiere
ayudar, junto a tantos otros, a que la realidad del mundo popular,

7
La Buena Nueva debe ser proclamada, en primer lugar, mediante
el testimonio. Supongamos un cristiano o
un grupo de cristianos que, dentro de la comunidad humana donde
viven, manifiestan su capacidad de comprensión y de aceptación,
su comunión de vida y de destino con los demás, su solidaridad en
los esfuerzos de todos en cuanto existe de noble y bueno.
Supongamos además que irradian de manera sencilla y espontánea su
fe en los valores que van más allá de los valores corrientes, y
su esperanza en algo que no se ve ni osarían soñar. A través de
este testimonio sin palabras, estos cristianos hacen plantearse,
a quienes contemplan su vida, interrogantes irresistibles: ¿Por
qué son así? ¿Por qué viven de esa manera? ¿Qué es o quién es el
que los inspira? ¿Por qué están con nosotros? Pues bien, este
testimonio constituye ya de por sí una proclamación silenciosa,
pero también muy clara y eficaz, de la Buena Nueva. Hay en ello
un gesto inicial de evangelización. Son posiblemente las
primeras preguntas que se plantearán muchos no cristianos,..
(Evang. Nunt. 21).
8
Posiblemente podríamos expresar todo esto diciendo: lo que
importa es evangelizar - no de una manera de-
corativa, como con un barniz superficial, sino de manera vital,
en profundidad y hasta sus mismas raíces - la cultura y las
culturas del hombre en el sentido rico y amplio que tienen sus
términos en la Gaudium et Spes, tomando siempre como punto de
partida la persona y teniendo siempre presentes las relaciones
de las personas entre sí y con Dios. El Evangelio, y por
consiguiente la evangelización, no se identifican ciertamente con
la cultura y son independientes con respecto a todas las
culturas. Sin embargo, el reino que anuncia el Evangelio es
vivido p r hombres profundamente vinculados a una cultura y la
construcción del reino no puede por menos de tomar los elementos
de la cultura y de las culturas humanas. Independientes con
respecto a las culturas, Evangelio y evangelización no son
necesariamente incompatibles con ellas, sino capaces de
impregnarlas a todas sin someterse a ninguna. La ruptura entre
Evangelio y cultura es sin duda alguna el drama de nuestro
tiempo, como lo fue también en otras.. (Evang. Nunt. 20).
4
9
con su urgente necesidad de auténtica liberación no quede extraña
al Evangelio; que esa gente que muchas veces ha carecido del
necesario apoyo del pastor, encuentre otro camino más, otra opción
más de ayuda10 e incluso que llegue a lograr un protagonismo
importante en el quehacer de la Nueva Evangelización11.

El escándalo de una Iglesia, que está marginada del


corazón del mundo popular, nos sacude la conciencia y queremos
ayudar lo más que podamos en esa línea, para que se resuelvan
positivamente las preguntas12 que siempre la Iglesia se autoplantea
para cumplir su misión irrenunciable13.
9
La Iglesia, repitieron los Obispos, tiene el deber de anunciar
la liberación de millones de seres huma-
nos, entre lo cuales hay muchos hijos suyos; el deber de ayudar a
que nazca esta liberación, de dar testimonio de la misma, de
hacer que sea total. Todo esto no es extraño a la evangelización
(Evang. Nunt. 30).
10
Sectores de humanidad que se transforman: Para la Iglesia no
se trata solamente de predicar el Evange-
lio en zonas geográficas cada vez más vastas o poblaciones cada
vez más numerosas, sino de alcanzar y transformar con la fuerza
del Evangelio los criterios de juicios, los valores
determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento,
las fuentes inspiradoras y los modelos de vida de la humanidad,
que están en contraste con la Palabra de Dios y con el designio
de salvación (Evang. Nunt. 19).
11
Así aparece palpable en América Latina la pobreza como sello
que marca a las inmensas mayorías, las
cuales al mismo tiempo están abiertas, no sólo a las
Bienaventuranzas y a la predilección del Padre, sino a la
posibilidad de ser los verdaderos protagonistas de su propio
desarrollo. Cfr. Puebla 1129.
12
¿Qué eficacia tiene en nuestros días la energía escondida de
la Buena Nueva, capaz de sacudir profunda-
mente la conciencia del hombre?
¿Hasta dónde y cómo esta fuerza evangélica puede transformar
verdaderamente al hombre de hoy?
¿Con qué métodos hay que proclamar el Evangelio para que su poder
sea eficaz?
la Iglesia ¿es más o menos apta para anunciar el Evangelio y para
inserirlo en el corazón del hombre con convicción, libertad de
espíritu y eficacia? (Evang. Nunt. 4).
13
(...) ya que la presentación del mensaje evangélico no
constituye para la Iglesia algo de orden facul-
tativo; está de por medio el deber que le incumbe, por mandato
del Señor, con vistas a que los hombres crean y se salven. Sí,
5

Sin embargo, la experiencia de la Iglesia en América


Latina y en otros países del Tercer Mundo nos enseña a actuar con
cautela para no permitir jamás una división, distanciamiento o
menosprecio hacia las clases sociales pudientes, lo que constituye
una reducción del Evangelio. Menos aun vamos a ponernos en una
postura de odiosidad de clases, que algunos grupos de cierta
teología de la liberación hayan podido asumir.

El Oratorio Mariano quiere situarse en la teología de la


liberación auténtica que nos enseña el Magisterio de la Iglesia14.
Se trata principalmente de una acentuación en las formas y estilos
que asume nuestra actividad, que denota una opción preferencial por
los pobres, como lo quiere la Iglesia en Latinoamérica15

Para esta ayuda evangelizadora integral16, que no se

este mensaje es necesario. Es único. De ningún modo podría ser


reemplazado. No admite indiferencia, ni sincretismo, ni acomodos.
Representa la belleza de la Revelación. Lleva consigo una
sabiduría que no es de este mundo. Es capaz de suscitar por sí
mismo la fe, una fe que tiene su fundamento en la potencia de
Dios. Es la Verdad. Merece que el apóstol le dedique todo su
tiempo, todas sus energías y que, si es necesario, le consagre su
propia vida (Evang. Nunt. 5).
14
Nos proponemos anunciar las verdades centrales de la
Evangelización: Cristo, nuestra esperanza, está en
medio de nosotros, como enviado del Padre, animando con su
Espíritu a la Iglesia y ofreciendo al hombre de hoy su palabra y
su vida para llevarlo a su liberación integral (Cfr. Puebla 166).
15
Si todos los bautizados han sido llamados a participar de la
misión de Cristo, a abrirse a sus hermanos
y a trabajar por la unidad (Cfr. Gál. 3, 26-28), dentro y fuera
de la comunidad eclesial, mucho más aún los que Dios ha
consagrado para sí. Estos son invitados a vivir el mandamiento
nuevo en una donación gratuita a todos l s hombres "con un amor
que no es partidista, que a nadie excluye, aunque se dirija con
preferencia al más pobre". Juan Pablo II, Alocución Sacerdotes 7.
AAS LXXI, p.181) (Puebla 754).
16
La evangelización, hemos dicho, es un paso complejo, con
elementos variados: renovación de la huma-
nidad, testimonio, anuncio explícito, adhesión del corazón,
entrada en la comunidad, acogida de los signos, iniciativas de
apostolado. Estos elementos pueden parecer contrastantes, incluso
exclusivos. En realidad son complementarios y mutuamente
enriquecedores. Hay que ver siempre cada uno de ellos integrado
con los otros (Evang. Nunt. 24).
6
17
queda en fragmentos , en el Oratorio Mariano se fue gestando un
método propio basado en las enseñanzas comunes de la Iglesia, que
se van dosificando en un sistema de grados, a la luz de la
pedagogía mariana que la Iglesia nos enseña en su Magisterio
actual, como son los riquísimos documentos de Lumen Gentium18,
Marialis Cultus, Puebla19, Redemptoris Mater, Catecismo Católico,
Santo Domingo20, etc.

A partir de este marco referencial y desde este ángulo de


cuestionamiento y su visión correspondiente, ha surgido un grupo de
características fundamentales que el Oratorio Mariano asume de modo
17
Ninguna definición parcial y fragmentaria refleja la realidad
rica, compleja y dinámica que comporta la
evangelización, si no es con el riesgo de empobrecerla e incluso
mutilarla. Resulta imposible comprenderla si no se trata de
abarcar de golpe todos sus elementos esenciales (Evang. Nunt.
17).
18
Cfr. Cap. VIII
19
Cfr. en especial los números 281-303.
20
En especial, recogemos los siguientes textos como más
representativos para la forma del Oratorio Maria-
no: 15] María es el sello distintivo de la cultura de nuestro
continente. Madre y educadora del naciente pueblo latinoamericano
(...) Con alegría y agradecimiento acogemos el don inmenso de su
maternidad, su ternura y protección, y aspiramos a amarla del
mismo modo como Jesucristo la amó. Por eso la invocamos como
Estrella de la Primera y Nueva Evangelización.
104] María ha representado un papel muy importante en la
evangelización de las mujeres latinoamericanas y ha hecho de
ellas evangelizadoras eficaces, como esposas, madres, religiosas,
trabajadoras, campesinas, profesionales. Continuamente les
inspira la fortaleza para dar la vida, inclinarse ante el dolor,
resistir y dar esperanza cuando la vida está más amenazada,
encontrar alternativas cuando los caminos se cierran, como
compañera activa, libre y animadora de la sociedad.
143] Afianzar la identidad de la Iglesia cultivando aspectos que
le son característicos como: (...) b) La devoción a la Santísima
Virgen, Madre de Cristo y Madre de la Iglesia;
163] María la mujer solícita ante la necesidad surgida en las
bodas de Caná, es modelo y figura de la Iglesia frente a toda
forma de necesidad humana (cfr. Jn 2,3ss). A la Iglesia, como a
María, Jesús le encomienda preocuparse por el cuidado maternal de
la humanidad, sobre todo de los que sufren (cfr. Jn 19,26-27).
229] María, que es modelo de la Iglesia, también es modelo de la
evangelización de la cultura. Es la mujer judía que representa al
pueblo de la Antigua Alianza con toda su realidad cultural. Pero
se abre a la novedad del Evangelio y está presente en nuestras
7
particular, y que vienen a configurar su estructura propia: 1)
Movimiento mariano, 2) Movimiento en torno a una Imagen y a un
Oratorio, 3) Movimiento popular, 4) Movimiento pedagógico con una
practicidad gradativa (odología), 5) Movimiento buscador de
autenticidad.

2.- Movimiento Mariano.

Tomando las palabras del Conc. Vat. II:

"Hónrenla todos (a la Virgen) con suma devoción y


encomienden su vida apostólica a la solicitud materna de
María"21.

Y haciendo consistir la verdadera devoción a María en:

"la fe auténtica que nos induce a reconocer la excelencia


de la Madre de Dios, que nos impulsa a un amor filial hacia
nuestra Madre y a la imitación de sus virtudes."22,

queremos, por lo tanto conseguir en nuestro movimiento mariano un


acercamiento cada vez mayor a Jesucristo

"único mediador entre Dios y los hombres"23,

para que haga en nosotros el milagro de Caná, nuestra


24
transformación en verdaderos cristianos de la época actual, y de
no quedarnos conformes con un cristianismo de barniz, sino con una

tierras como Madre común de los aborígenes como de los que han
llegado, propiciando desde el principio la nueva síntesis
cultural que es América Latina.
21
Cfr. Decr. Apost. Actuosit. nº 4.
22
Cfr. L.G. nº 67
23
Cfr. 1 Tim.2,5.
24
Como núcleo y centro de su Buena Nueva, Jesús anuncia la
salvación, ese gran don de Dios que es libera-
ción de todo lo que oprime al hombre, pero que es sobre todo
liberación del pecado y del Maligno, dentro de la alegría de
conocer a Dios y de ser conocido por El, de verlo, de entregarse
a El. Todo esto tiene su arranque durante la vida de Cristo y se
logra de manera definitiva por su muerte y resurrección; pero
debe ser continuado pacientemente a través de la historia hasta
ser plenamente realizado el día de la Venida final del mismo..
(Evang. Nunt. 9).
8
25
evangelización que vaya a la raíz de nuestra cultura . En este
ámbito la llamamos, con toda la Iglesia, para que sea más y más "la
estrella de la evangelización" en el mundo popular26.

3.- Movimiento en torno a una Imagen y un Oratorio.

La invocamos por intermedio de la imagen "Madre del


Pueblo de Dios" (Ferruzzi), en un Oratorio donde esperamos que Ella
nos consiga de su Hijo, milagros de gracia. Con esto, a pesar de la
opinión contraria de algunos pocos, sabemos que estamos en la fe
que siempre ha profesado la Iglesia, como nos enseña el Concilio en
el documento sobre la liturgia:

"Manténgase firme la práctica de exponer imágenes sagradas


a la veneración de los fieles"27.

La Santísima Virgen tiene un gran poder de intercesión


que el Oratorio Mariano toma en cuenta, como estructura fundamental
de su movimiento. Seguimos a la Iglesia cuando nos dice en Puebla:

"Su intercesión poderosa le permitirá superar las


estructuras de pecado" en la vida personal y social y le
obtendrá la "verdadera liberación" que viene de Cristo
Jesús"28.

Por eso nosotros ponemos nuestro respaldo humano,


esforzándonos por educarnos a nosotros mismos (autoeducación) en
los valores del Evangelio, según la imagen del hombre y la mujer
autentificados por la gracia, que irradian un clima mariano en su
ambiente social, creando en medio del mundo popular pequeños
núcleos de la Iglesia. Esta resulta ser una aplicación de lo que
siempre ha enseñado el Magisterio, como nos enseñaron nuestros
obispos:

25
Cfr. Pablo VI, Culto a María, nº 57.
26
María, estrella de evangelización. Estos son los deseos que
nos complacemos en depositar en las manos
y en el corazón de la Santísima Virgen, la Inmaculada, (...) En
la mañana de Pentecostés ella presidió con su oración el comienzo
de la evangelización bajo el influjo del Espíritu Santo. Sea ella
la estrella de la evangelización siempre renovada que la Iglesia,
dócil al mandato del Señor, debe promover y realizar, sobre todo
en estos tiempos difíciles y llenos de esperanza (Evang. Nunt.
82).
27
Cfr.Sacra Liturgia nº 125.
28
Cfr. Puebla nº 217.
9
"María es verdaderamente Madre de la Iglesia. Marca al
pueblo de Dios. Pablo VI hace suya una concisa fórmula de
la tradición: "No se puede hablar de la Iglesia si no está
presente María"29. Se trata de una presencia femenina que
crea el ambiente familiar, la voluntad de acogida, el amor
y el respeto por la vida.30"

María Santísima tiene un rol de mucha importancia en el


Oratorio Mariano, que quiere, de esta forma, cumplir con lo que el
Señor ha dispuesto para su Iglesia. Esta tiene que buscar a su
Madre para que la lleve por el camino de su Hijo31, conformando la
vida diaria con el Evangelio, como nos señalan nuestros pastores en
Puebla:

"Mientras peregrinamos, María será la Madre educadora de la


fe (L.G. 63). Cuida que el Evangelio nos penetre, conforme
nuestra vida diaria y produzca frutos de santidad. Ella
tiene que ser cada vez más la pedagoga del Evangelio en
América Latina"32.

Descubrimos observando cuidadosamente que esto es lo que


precisamente se produce en los oratorios populares de María. Ahí
queremos estar ayudando a la educación del pueblo, a todo el pueblo
con especial opción los pobres. Le pedimos las gracias
correspondientes a la evangelización del mundo popular. En especial
pedimos las siguientes gracias: 1) acogimiento maternal a los
pobres y sencillos para atraerlos al Evangelio de su Hijo. 2)
grandes llamadas para cumplir grandes tareas en el sentido del
protagonismo popular 3) cambios de vida, como insinúa el texto de
las Bodas de Caná 4) eficacia en el envío apostólico, evangelizador
29
Cfr. M.C.28.
30
Cfr. Puebla nº 291.
31
Nos enseña la Iglesia en el Catecismo Católico esta
característica de María Santísima; nuestra Madre,
la maternidad de María se extiende a todos los hermanos y
hermanas de su Hijo, que son peregrinos y que están ante los
peligros y las miserias de la vida; Ella tiene que guiarnos y
mostrarnos el camino. "Desde el sí dado por la fe en la
Anunciación y mantenido sin vacilar al pie de la cruz, la
maternidad de María se extiende desde entonces a todos los
hermanos y a las hermanas de su Hijo, "que son peregrinos todavía
y que están ante los peligros y las miserias"(LG 62). Jesús, el
único mediador, es el camino de nuestra oración; María, su Madre
y nuestra Madre, es pura transparencia de él: María "muestra el
camino" ["Hodoghitria"], ella es su "signo", según la iconografía
tradicional de Oriente y Occidente.
32
Cfr. Puebla 290.
10
y misionero. Fuera de estas gracias, nuestra Madre nos llenará de
los dones de su Hijo para equiparnos perfectamente para la Gran
Tarea. Se trata de poder cumplir plenamente con lo que han sido las
siete piedras fundacionales del Oratorio Mariano33.

4.- Movimiento popular.

Nuestro Movimiento nació después de Medellín y quisiera


ser una forma posible de realizar el anhelo de una educación
cristiana del pueblo.

33
Las piedras fundacionales del Oratorio Mariano son las
siguientes:

1ª Primer Desafío para que la Madre Santísima se estableciera en


nuestra Imagen de la Madre del Pueblo: debíamos comprometernos a
tener al menos un grupo mariano (29 junio de 1971). Así Ella iba
a producir el ambiente de acogida que le ha dado su Hijo en la
maternidad espiritual sobre la Iglesia.
María es verdaderamente Madre de la Iglesia. Marca al
Pueblo de Dios. Pablo VI hace suya una concisa fórmula de
la tradición: "No se puede hablar de la Iglesia si no está
presente María" (MC 28). Se trata de una presencia femenina
que crea el ambiente familiar, la voluntad de acogida, el
amor y el respeto por la vida. Es presencia sacramental de
los rasgos maternales de Dios. Es una realidad tan
hondamente humana y santa que suscita en los creyentes las
plegarias de la ternura, del dolor y de la esperanza
(Puebla 291).
2ª Segundo Desafío, para obtener una presencia más profunda de
Ella, por medio de su Imagen, debíamos respaldar su presencia
nueva con gente que aspirara a la santidad seriamente,
Así como el que os ha llamado es santo, así también
vosotros sed santos en toda vuestra conducta,
como dice la Escritura: Seréis santos, porque santo soy yo
(Cfr. 1 Pe 1,15s).

hasta el punto de entregarle la llave de nuestra vida, para que


Ella pudiera disponer de nosotros (3 de noviembre de 1972).

3ª Tercer Desafío, para obtener una presencia maternal y


educadora en medio del pueblo, por medio de su Imagen, en un
grado plenamente profundo. Debíamos respaldarla humanamente con
el cumplimiento del pedido de Jesús:
"El que quiera ser mi discípulo tome su cruz y sígame..."
(Mc 8,34)

Este Desafío se dio como Piedra Fundacional el 11 de febrero de


1976.
11

"Lejos de quedar tranquila la Iglesia de América Latina,


con la idea de que el pueblo en su conjunto posee ya la fe,
y de estar satisfecha con la tarea de conservar la fe del
pueblo en sus niveles inferiores, débiles y amenazados, se
propone y establece seguir la línea de pedagogía pastoral
que a) asegure una seria evangelización de las diversas
áreas humanas del continente. b) Promueva constantemente
una re-conversión y una educación de nuestro pueblo en la

4ª Piedra Fundacional: el Envío. Para obtener la irradiación de


nuestra Madre del Pueblo de Dios, hemos pedido la gracia de ser
un movimiento misionero, una familia evangelizadora. El texto del
Evangelio en que Jesucristo envía a sus discípulos, tiene que ser
parte de nuestra constitución más íntima.
« Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra.
Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes
bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del
Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os
he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los
días hasta el fin del mundo » (Cfr. Mt 28,19s).

Esta Piedra Fundacional fue puesta el 3 de julio de 1977.

5ª Piedra Fundacional: la Radicación. Con ocasión de muchos


traslados perjudiciales para el Movimiento, pusimos esta nueva
Piedra Fundacional, viendo que el Señor quería que el Oratorio
Mariano también tuviera un lugar fijo para su Madre.

Ahora me he propuesto edificar una Casa al Nombre de Yahveh


mi Dios según lo que Yahveh dijo a David mi padre: "El
hijo tuyo que yo colocaré en tu lugar sobre tu trono
edificará una Casa a mi Nombre" (1 Re 5,19)

Se trataba de construirle un templo para su Imagen, un Oratorio


con radicación. (Esta Piedra Fundacional fue puesta en dos
fechas: el 23 de diciembre de 1987, y el 29 de junio de 1989)

6ª Piedra Fundacional: el Cáliz del Padre en la Cátedra de San


Pedro. El fundador del Oratorio Mariano no quería, ni aceptaba de
ninguna forma que el patrimonio que el Señor le había regalado en
su vida y de donde había surgido el Oratorio, pudiera ser
interpretado el margen de la Cátedra de San Pedro. Pedía una
total generosidad en el seguimiento del Sto. Padre, el Papa, a
todos los integrantes de nuestro Movimiento. Quien cuestionara al
Sto. Padre o actuara en forma contestataria respecto de él,
quedaba también al margen del Movimiento. No se puede pertenecer
a esta familia si no se está dispuesto a seguir siempre al Sto.
Padre como el Pastor, que sigue al Señor como su Vicario en la
12
34
fe a niveles cada vez más profundos y maduros... "

Nosotros hemos nacido en esa perspectiva de asegurar una


seria evangelización en el mundo popular, que conlleve una
constante promoción hacia una re-conversión y autoeducación
auténtica de nuestro pueblo. Lo que quiere el Oratorio Mariano
Madre del Pueblo es que todo su lenguaje, su expresividad,
especialmente nuestros Oratorios, estén planteados de tal forma que
el Pueblo en sus niveles inferiores se sienta en casa con la
estructura y forma de nuestra predicación y que le lleve a un
proceso de cambio de vida, con un sistema de metas espirituales que
esté a su altura, que le haga conformar la vida diaria en un plano
de liberación, tanto personal como social, llevando una verdadera
adhesión a la fe, una auténtica entrega y compromiso de vida
cristiana35.
tierra.

Esta doctrina de la institución perpetuidad, fuerza y


razón de ser del sacro Primado del Romano Pontífice y de su
magisterio infalible, el santo Concilio la propone
nuevamente como objeto firme de fe a todos los fieles y,
prosiguiendo dentro de la misma línea, se propone, ante la
faz de todos, profesar y declarar la doctrina acerca de los
Obispos, sucesores de los apóstoles, los cuales junto con
el sucesor de Pedro, Vicario de Cristo y Cabeza visible de
toda la Iglesia, rigen la casa de Dios vivo. (Lumen Gentium
18)
Con esta Piedra Fundacional, el Oratorio Mariano tiene en su
estructura fundacional, como vertiente espiritual, el estar unido
con su fundador en íntima conexión y dependencia del Sto. Padre
el Papa. (22 de febrero de 1990) 7ª Piedra Fundacional. La
Familia del Oratorio como tal es fuente de gracia para sus
miembros. Esta familia es vertiente de gracia en la medida de ser
misionera, y de estar conectada con su patrimonio propio, con el
Cáliz del Padre.

La Evangelización es la misión propia de la Iglesia. La


historia de la Iglesia es, fundamentalmente, la historia de
la Evangelización de un pueblo que vive en constante
gestación, nace y se inserta en la existencia secular de
las naciones. La Iglesia, al encarnarse, contribuye...
(Puebla 4)

Esta Piedra Fundacional del Oratorio Mariano se dio con ocasión


de la primera salida de miembros de nuestro movimiento para una
misión en Córdoba, Argentina. (Ocurrió el 18 de mayo de 1994).
34
Cfr. Medellín, Pastoral Popular n.8.
35
Efectivamente, el anuncio no adquiere toda su dimensión más
13

Nosotros quisiéramos ayudar a promover al Pueblo con la


adhesión personal a Cristo; que da una auténtica liberación a
partir de la integridad de los valores cristianos. Creemos que la
Iglesia quiere cada vez más ir al conjunto de ese pueblo que es
católico por su bautismo, pero que está alejado de Cristo, que no
tiene una verdadera adhesión total al Evangelio. Creemos que la
mayoría de ese Pueblo que es pobre y marginado, necesita de una
liberación. Creemos por la experiencia práctica, que nuestro
Oratorio, tal como está enfocado, con sus formas de pobreza
popular, es una de las tantas legítimas alternativas de ayudar a
liberar con el Evangelio, porque evangelizar constituye la vocación
más profunda de la Iglesia. Ella existe con la finalidad de poder
evangelizar, de poder llevar la Buena Nueva a los pobres36.

Con nuestro método pedagógico-mariano-popular, vemos que


se ha producido signos de cambios de vida en los que han empezado y
continuado algunos años en este Movimiento. Por eso es que
insistimos particularmente en la pobreza: que nuestra expresividad
no sea de ninguna forma chocante para la mayoría del Pueblo, sino
que se puedan sentir en casa, en la casa de su Madre, la Virgen
pobre de Nazareth, con su Hijo Jesús que dijo:

"Bienaventurados los pobres...37"

La Iglesia latinoamericana, en cuyo contexto nace el


Oratorio Mariano, ha optado por los pobres; y el Oratorio Mariano
hace suya esta opción con especial cariño38

que cuando es escuchado, aceptado, asimila-


do y cuando hace nacer en quien lo ha recibido una adhesión de
corazón. Adhesión a las verdades que en su misericordia el Señor
ha revelado es cierto. pero aún más, adhesión al programa de vida
- vida en realidad ya transformada - que él propone. En una
palabra, adhesión al reino, es decir, al "mundo nuevo", al nuevo
estado de cosas, a la nueva manera de ser, de vivir, de vivir
juntos, que inaugura el Evangelio (Evang. Nunt. 23).
36
"Nosotros queremos confirmar una vez más que la tarea de la
evangelización de todos los hombres consti-
tuye la misión esencial de la Iglesia"; una tarea y misión que
los cambios amplios y profundos de la sociedad actual hacen cada
vez más urgentes. Evangelizar constituye, en efecto, la dicha y
vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella
existe para evangelizar, es decir, para predicar y enseñar, ser
canal del don de la gracia, reconciliar a los pecadores con Dios,
perpetuar el sacrificio de Cristo en la Santa Misa, memorial de
su Muerte y Resurrección gloriosa (Evang. Nunt. 14).
37
Cfr. Lc 6,21.
14
5.- Movimiento pedagógico con una practicidad gradativa.

Todo nuestro Movimiento está influido radicalmente por


esta practicidad gradativa (odología), en el plano pedagógico
particularmente. En la práctica descubrimos que la forma de poder
llegar al pueblo sencillo, tenía que ser extraordinariamente
práctica y muy gradativa. Si no tomábamos esta postura, el joven,
la niña, la señora, el matrimonio, no podían sentirse en casa, que
les fuera verdaderamente auténtico el mundo del Evangelio. Eso era
una forma de interpretar lo que dijo el Concilio:

"...diversas formas y maneras del único apostolado de la


Iglesia, que deberá adaptarse constantemente a las nuevas
necesidades de los tiempos...39"

Y donde aparece en forma más clara nuestra idea de esta


practicidad gradativa :

"El apostolado solamente puede conseguir su plena eficacia


con una formación multiforme y completa. La exigen no sólo
el continuo progreso espiritual y doctrinal del mismo
laico, sino también las diversas circunstancias, personas y
deberes, a los que tienen que acomodar su actividad40."

Para esto, con la experiencia, han nacido diversos tipos


de agrupaciones en nuestro Movimiento, para matrimonios, para
jóvenes, para niñas, para señoras. En cada una de estas secciones
hay las siguientes formas de esta practicidad gradativa, en sentido
ascendente, de menor a mayor compromiso:

a) Grupos marianos:

Nuestro sistema pedagógico en la etapa de los grupos


marianos, busca como objetivo presentar metas de vida con un mínimo
de obligaciones. En esta etapa se presenta a esa persona que está
sin ningún compromiso con la Iglesia, que está muy marginada de la
actividad de la Iglesia; se le presenta poco a poco, en forma
gradativa, un sistema de concepción cristiana de vida. Los grados
que se dan acá son los siguientes, de menor a mayor compromiso:

38
En lo que dice Puebla, queda bastante bien explicada nuestra
intención popular: "La apertura pastoral
de las obras y la opción preferencial por los pobres es la
tendencia más notable de la vida religiosa latinoamericana...Esta
opción no supone la exclusión de nadie, pero sí una preferencia y
un acercamiento al pobre" (Puebla 733).
39
Cfr. Apost. Seglares nº 33.
40
Cfr. Apost. Seglares nº 28.
15
Tercer grado, que es vivir análogamente la etapa del
catecumenado.

Segundo grado, que es vivir aceptando el propio bautismo y los


compromisos que entraña.

Primer grado, que es vivir aceptando la realidad de la


Confirmación, de tal modo que se pueda ser testigo, esforzándose
por una irradiación apostólica.

b) Seleccionados marianos:

La gente que viene del ambiente popular y que no está


satisfecha con la falta de compromisos más firmes que los que le
ofrece el grupo mariano, tiene la posibilidad de entrar a un grupo
más elevado, que trabaja con ciertos compromisos de vida
espiritual. Los grados en esta etapa son:

1' La iniciación en la vida de la espiritualidad mariana, que


es aprender a dar testimonio ante otros desde la realidad propia
del mundo secular. "Quiero ser santo, ayúdame Madre a santificarme,
con la gracia de tu Hijo".

2' Entrega de la bandera: en esta etapa, los miembros están


llevando actividades de jornadas espirituales, retiros, trabajo con
los medios recomendados tradicionalmente a los laicos más
consecuentes. Elaboran una bandera que significa seguir a Cristo
por medio de María, desde un ángulo o modelo propio.

3' Pacto de confianza mutua: en esta etapa se trata ahondar


aquello que dice san Pablo: "El justo vive por la fe..." y que
repercuta en las obras de Cristo. En esta etapa surge con mucho
interés una gran preocupación por el apostolado dentro de la propia
realidad seglar. Conciencia misionera, misioneros de María, al
servicio de Jesús y de su Evangelio liberador, en estrecha
dependencia de la Iglesia.

c) Comunidad de jefes marianos:

En esta etapa los miembros del Movimiento que proceden


del mundo popular, o de otras clases sociales, que aprendieron a
convivir con sus hermanos del ambiente popular, quieren
comprometerse con un apostolado más organizado, al servicio de la
Iglesia, ayudando en los campos apostólicos tradicionales donde se
les abra las puertas. Y la comunidad les sirva para mantener una
vida espiritual, de donde sacan fuerzas para proseguir su tarea de
dar testimonio.

6.- Movimiento buscador de autenticidad.


16
Como nos ha enseñado el C. Vaticano II en Gaudium et
Spes:

"La verdadera libertad es signo eminente de la imagen


divina en el hombre. Dios ha querido dejar al hombre en
manos de su propia decisión, para que así busque
espontáneamente a su Creador y, adhiriéndose libremente a
éste, alcance la plena bienaventurada perfección41."

Nosotros queremos aplicarlo al campo de la pedagogía, y


así llegamos a que la autenticidad del hombre no puede darse si no
se respeta su realidad determinada por el mismo Creador que ha
constituido al hombre como un ser inteligente y libre puesto en la
vida de la sociedad. El Oratorio Mariano insiste sistemáticamente
en la libertad de sus miembros y los amonesta a evitar la
masificación y el arrastramiento de las malas amistades, que
impiden el desarrollo de la auténtica libertad. Y los asesores,
jefes y pedagogos, trabajan expresamente con el objetivo de educar
a la libertad dentro del marco de la autenticidad. Por eso, dos
resultantes sistemáticas que conforman este Movimiento del Oratorio
Mariano: está basado en la libertad de los educandos y la confianza
de los educadores en los educandos, lo más que se pueda dentro de
la sana prudencia. Esto que queremos conseguir con la autenticidad,
lo vemos en lo que el Santo Padre Juan Pablo II ha estado enseñando
en su catequesis:

"Enfocar la vida hacia una conjunción armónica que sea a la


vez el elemento constitutivo y el sello más auténtico de la
personalidad. Unicamente con este horizonte la decisión
diaria a las diversas expresiones de la vida, adquirirá
color y gustos nuevos y también, facilidad insospechada
porque no veremos éstas ya como fin en sí mismo, sino como
camino y parte de un proyecto más amplio que es el logro
global de uno mismo en cuanto imágenes de Dios"42.

II.- BREVE HISTORIA JURIDICA DEL ORATORIO MARIANO.

a) El 22 de agosto de 1969 se fundan los grupos marianos de


autoeducación popular. Estos grupos tenían la finalidad de hacer
una selección para preparar gente que pudiera entrar al movimiento
de Schönstatt.

b) El 29 de junio de 1971 se funda el Oratorio Mariano Madre del


Pueblo, que asumió los grupos marianos, formando un movimiento

41
Cfr. Gaudium et Spes nº 17.
42
Cfr. Discurso a los jóvenes universitarios de Pavía en 1981.
17
propio, independiente de Schönstatt.

c) Con la debida licencia del Arzobispo de Santiago se funda una


persona jurídica de derecho privado, que lleva el Nº 1005 de 1975.

d) El 13 de Octubre de 1975 la Parroquia San Lázaro, con el permiso


del Arzobispado de Santiago, le donó con Escritura Pública una casa
que es la sede central del Oratorio Mariano.

e) Entretanto, se ha ido proliferando en una serie de grupos


marianos, tomados por asesoras de la Congregación de la Santa Cruz,
hasta constituir un Oratorio Federado con el Oratorio Central.

f) Un grupo de jóvenes universitarios que hacían una experiencia de


vivir en común, fueron invitados el día 1 de diciembre de 1978 a
formar un futuro Instituto Secular en el Vicariato Apostólico de la
Araucanía. Naturalmente que esos documentos, estudiando la
legislación canónica, no tenían valor jurídico para una verdadera
erección canónica de un Instituto Secular. Y con la nueva
legislación no era un instituto secular lo que se quería sino una
sociedad de vida apostólica.

g) El 15 de junio de 1981, el Obispo de la Araucanía fundó una Pía


Unión "Oratorio Mariano". El motivo fue ratificar la fundación
anterior que no tenía validez jurídica.

h) El año 1986, el Obispo de la Araucanía fundó la Asociación


Pública de Fieles "Oratorio Mariano Madre del Pueblo de Dios". Se
trata de una Asociación clerical de Derecho diocesano.

i) El año 1991, el Arzobispo de Puerto Montt fundó una Asociación


Pública de Fieles clerical y otra de Hermanas.

j) El año 1993, el Arzobispo de Santiago de Chile, erige una


sección de la Asociación Pública Clerical en su arquidiócesis. Y
permite el funcionamiento de la asociación femenina.

k) El año 1994, Su Emma. el Sr. Cardenal, Arzobispo de Córdoba,


Rep. Argentina, erige canónicamente una sección de la Asociación
pública clerical, en su Arquidiócesis.

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