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Ácido desoxirribonucleico

Situación del ADN dentro de una célula.

El ácido desoxirribonucleico, frecuentemente abreviado como ADN (y también DNA,


del inglés DeoxyriboNucleic Acid), es un tipo de ácido nucleico, una macromolécula
que forma parte de todas las células. Contiene la información genética usada en el
desarrollo y el funcionamiento de los organismos vivos conocidos y de algunos virus,
siendo el responsable de su transmisión hereditaria.

Desde el punto de vista químico, el ADN es un polímero de nucleótidos, es decir, un


polinucleótido. Un polímero es un compuesto formado por muchas unidades simples
conectadas entre sí, como si fuera un largo tren formado por vagones. En el ADN, cada
vagón es un nucleótido, y cada nucleótido, a su vez, está formado por un azúcar (la
desoxirribosa), una base nitrogenada (que puede ser adenina→A, timina→T,
citosina→C o guanina→G) y un grupo fosfato que actúa como enganche de cada vagón
con el siguiente. Lo que distingue a un vagón (nucleótido) de otro es, entonces, la base
nitrogenada, y por ello la secuencia del ADN se especifica nombrando sólo la secuencia
de sus bases. La disposición secuencial de estas cuatro bases a lo largo de la cadena (el
ordenamiento de los cuatro tipos de vagones a lo largo de todo el tren) es la que codifica
la información genética: por ejemplo, una secuencia de ADN puede ser
ATGCTAGATCGC... En los organismos vivos, el ADN se presenta como una doble
cadena de nucleótidos, en la que las dos hebras están unidas entre sí por unas
conexiones denominadas puentes de hidrógeno.
Para que la información que contiene el ADN pueda ser utilizada por la maquinaria
celular, debe copiarse en primer lugar en unos trenes de nucleótidos, más cortos y con
unas unidades diferentes, llamados ARN. Las moléculas de ARN se copian exactamente
del ADN mediante un proceso denominado transcripción. Una vez procesadas en el
núcleo celular, las moléculas de ARN pueden salir al citoplasma para su utilización
posterior. La información contenida en el ARN se interpreta usando el código genético,
que especifica la secuencia de los aminoácidos de las proteínas, según una
correspondencia de un triplete de nucleótidos (codón) para cada aminoácido. Esto es, la
información genética (esencialmente: qué proteínas se van a producir en cada momento
del ciclo de vida de una célula) se haya codificada en las secuencias de nucleótidos del
ADN y debe traducirse para poder ser empleada. Tal traducción se realiza empleando el
código genético a modo de diccionario. El diccionario "secuencia de nucleótido-
secuencia de aminoácidos" permite el ensamblado de largas cadenas de aminoácidos
(las proteínas) en el citoplasma de la célula. Por ejemplo, en el caso de la secuencia de
ADN indicada antes (ATGCTAGATCGC...), la ARN polimerasa utilizaría como molde
la cadena complementaria de dicha secuencia de ADN (que sería TAC-GAT-CTA-
GCG-...) para transcribir una molécula de ARNm que se leería AUG-CUA-GAU-
CGC-... ; el ARNm resultante, utilizando el código genético, se traduciría como la
secuencia de aminoácidos metionina-leucina-ácido aspártico-arginina-...

Las secuencias de ADN que constituyen la unidad fundamental, física y funcional de la


herencia se denominan genes. Cada gen contiene una parte que se transcribe a ARN y
otra que se encarga de definir cuándo y dónde deben expresarse. La información
contenida en los genes (genética) se emplea para generar ARN y proteínas, que son los
componentes básicos de las células, los "ladrillos" que se utilizan para la construcción
de los orgánulos celulares, entre otras funciones.

Dentro de las células, el ADN está organizado en estructuras llamadas cromosomas que,
durante el ciclo celular, se duplican antes de que la célula se divida. Los organismos
eucariotas (por ejemplo, animales, plantas, y hongos) almacenan la inmensa mayoría de
su ADN dentro del núcleo celular y una mínima parte en los elementos celulares
llamados mitocondrias, y en los plastos, en caso de tenerlos; los organismos procariotas
(bacterias y arqueas) lo almacenan en el citoplasma de la célula, y, por último, los virus
ADN lo hacen en el interior de la cápsida de naturaleza proteica. Existen multitud de
proteínas, como por ejemplo las histonas y los factores de transcripción, que se unen al
ADN dotándolo de una estructura tridimensional determinada y regulando su expresión.
Los factores de transcripción reconocen secuencias reguladoras del ADN y especifican
la pauta de transcripción de los genes. El material genético completo de una dotación
cromosómica se denomina genoma y, con pequeñas variaciones, es característico de
cada especie.
Historia

Friedrich Miescher, médico suizo fallecido en 1895.

El ADN fue aislado por vez primera durante el invierno de 1869 por el médico suizo
Friedrich Miescher mientras trabajaba en la Universidad de Tubinga. Miescher realizaba
experimentos acerca de la composición química del pus de vendas quirúrgicas
desechadas cuando notó un precipitado de una sustancia desconocida que caracterizó
químicamente más tarde.1 2 Lo llamó "nucleína", debido a que lo había extraído a partir
de núcleos celulares.3 Se necesitaron casi 70 años de investigación para poder identificar
los componentes y la estructura de los ácidos nucleicos.

En 1919 Phoebus Levene identificó que un nucleótido está formado por una base, un
azúcar y un fosfato.4 Levene sugirió que el ADN formaba una estructura con forma de
solenoide (muelle) con unidades de nucleótidos unidos a través de los grupos fosfato.
En 1930 Levene y su maestro Albrecht Kossel probaron que la nucleína de Miescher es
un ácido desoxirribonucleico (ADN) formado por cuatro bases nitrogenadas (citosina
(C), timina (T), adenina (A) y guanina (G)), el azúcar desoxirribosa y un grupo fosfato,
y que, en su estructura básica, el nucleótido está compuesto por un azúcar unido a la
base y al fosfato.5 Sin embargo, Levene pensaba que la cadena era corta y que las bases
se repetían en un orden fijo. En 1937 William Astbury produjo el primer patrón de
difracción de rayos X que mostraba que el ADN tenía una estructura regular.6

Maclyn McCarty con Francis Crick y James D Watson.

La función biológica del ADN comenzó a dilucidarse en 1928, con una serie básica de
experimentos de la genética moderna realizados por Frederick Griffith, quien estaba
trabajando con cepas "lisas" (S) o "rugosas" (R) de la bacteria Pneumococcus (causante
de la neumonía), según la presencia (S) o no (R) de una cápsula azucarada que es la que
confiere virulencia (véase también experimento de Griffith). La inyección de
neumococos S vivos en ratones produce la muerte de éstos, y Griffith observó que si
inyectaba ratones con neumococos R vivos o con neumococos S muertos por calor, los
ratones no morían. Sin embargo, si inyectaba a la vez neumococos R vivos y
neumococos S muertos, los ratones morían, y en su sangre se podían aislar neumococos
S vivos. Como las bacterias muertas no pudieron haberse multiplicado dentro del ratón,
Griffith razonó que debía producirse algún tipo de cambio o transformación de un tipo
bacteriano a otro por medio de una transferencia de alguna sustancia activa, que
denominó "principio transformante". Esta sustancia proporcionaba la capacidad a los
neumococos R de producir una cápsula azucarada y transformarse así en virulentas. En
los siguientes 15 años, estos experimentos iniciales fueron duplicados mezclando
distintos tipos de cepas bacterianas muertas por el calor con otras vivas, tanto en ratones
(in vivo) como en tubos de ensayo (in vitro).7 La búsqueda del «factor transformante»
que era capaz de hacer virulentas a cepas que inicialmente no lo eran continuó hasta
1944, año en el cual Oswald Avery, Colin MacLeod y Maclyn McCarty realizaron un
experimento hoy clásico. Estos investigadores extrajeron la fracción activa (el factor
transformante), y mediante análisis químicos, enzimáticos y serológicos, observaron
que no contenía proteínas, ni lípidos no ligados, ni polisacáridos activos, sino que estaba
constituido principalmente por "una forma viscosa de ácido desoxirribonucleico
altamente polimerizado", es decir, ADN. El ADN extraído de las cepas bacterianas S
muertas por el calor lo mezclaron "in vitro" con cepas R vivas: el resultado fue que se
formaron colonias bacterianas S, por lo que se concluyó inequívocamente que el factor
o principio transformante era el ADN.8 A pesar de que la identificación del ADN como
principio transformante aún tardó varios años en ser universalmente aceptada, este
descubrimiento fue decisivo en el conocimiento de la base molecular de la herencia, y
constituye el nacimiento de la genética molecular. Finalmente, el papel exclusivo del
ADN en la heredabilidad fue confirmado en 1952 mediante los experimentos de Alfred
Hershey y Martha Chase, en los cuales comprobaron que el fago T2 transmitía su
información genética en su ADN, pero no en su proteína9 (véase también experimento
de Hershey y Chase).

Erwin Chargaff, científico que estableció la equimolecularidad de las bases en el ADN.


Rosalind Elsie Franklin (1920 – 1958), química y cristalógrafa inglesa que hizo
importantes contribuciones en la comprensión de la estructura fina del ADN, los virus,
el carbón y el grafito.

En cuanto a la caracterización química de la molécula, en 1940 Chargaff realizó algunos


experimentos que le sirvieron para establecer las proporciones de las bases nitrogenadas
en el ADN. Descubrió que las proporciones de purinas eran idénticas a las de
pirimidinas; la "equimolecularidad" de las bases ([A]=[T], [G]=[C]) y que la cantidad
de G+C en una determinada molécula de ADN no siempre es igual a la cantidad de A+T
y puede variar desde el 36% al 70% del contenido total.5 Con esta información y junto
con los datos de difracción de rayos X proporcionados por Rosalind Franklin; James
Watson y Francis Crick propusieron en 1953 el modelo de la doble hélice de ADN para
representar la estructura tridimensional del polímero.10 En una serie de cinco artículos
en el mismo número de Nature se publicó la evidencia experimental que apoyaba el
modelo de Watson y Crick.11 De éstos, el artículo de Franklin y Raymond Gosling fue la
primera publicación con datos de difracción de rayos X que apoyaba el modelo de
Watson y Crick,12 13 y en dicho número de Nature también aparecía un artículo sobre la
estructura del ADN de Maurice Wilkins y sus colaboradores.14

En 1962, después de la muerte de Franklin, los científicos Watson, Crick y Wilkins


recibieron conjuntamente el Premio Nobel en Fisiología o Medicina.15 Sin embargo, el
debate continúa sobre quién debería recibir crédito por el descubrimiento.16
Propiedades físicas y químicas

Estructura química del ADN: dos cadenas de nucleótidos conectadas mediante puentes
de hidrógeno, que aparecen como líneas punteadas.

El ADN es un largo polímero formado por unidades repetitivas, los nucleótidos.17 18 Una
doble cadena de ADN mide de 22 a 26 angstroms (2,2 a 2,6 nanómetros) de ancho, y
una unidad (un nucleótido) mide 3,3 Å (0,33 nm) de largo.19 Aunque cada unidad
individual que se repite es muy pequeña, los polímeros de ADN pueden ser moléculas
enormes que contienen millones de nucleótidos. Por ejemplo, el cromosoma humano
más largo, el cromosoma número 1, tiene aproximadamente 220 millones de pares de
bases.20

En los organismos vivos, el ADN no suele existir como una molécula individual, sino
como una pareja de moléculas estrechamente asociadas. Las dos cadenas de ADN se
enroscan sobre sí mismas formando una especie de escalera de caracol, denominada
doble hélice. El modelo de estructura en doble hélice fue propuesto en 1953 por James
Watson y Francis Crick (el artículo Molecular Structure of Nucleic Acids: A Structure
for Deoxyribose Nucleic Acid fue publicado el 25 de abril de 1953 en Nature).21 El éxito
de éste modelo radicaba en su consistencia con las propiedades físicas y químicas del
ADN. El estudio mostraba además que la complementariedad de bases podía ser
relevante en su replicación, y también la importancia de la secuencia de bases como
portador de información genética.22 23 24 Cada unidad que se repite, el nucleótido,
contiene un segmento de la estructura de soporte (azúcar + fosfato), que mantiene la
cadena unida, y una base, que interacciona con la otra cadena de ADN en la hélice. En
general, una base ligada a un azúcar se denomina nucleósido y una base ligada a un
azúcar y a uno o más grupos fosfatos recibe el nombre de nucleótido. Cuando muchos
nucleótidos se encuentran unidos, como ocurre en el ADN, el polímero resultante se
denomina polinucleótido.25

Componentes

Estructura de soporte: La estructura de soporte de una hebra de ADN está formada


por unidades alternas de grupos fosfato y azúcar.26 El azúcar en el ADN es una pentosa,
concretamente, la desoxirribosa.

• Ácido fosfórico:

Enlace fosfodiéster. El grupo fosfato une el carbono 5' del azúcar de un nucleósido con
el carbono 3' del siguiente.
Su fórmula química es H3PO4. Cada nucleótido puede contener uno
(monofosfato: AMP), dos (difosfato: ADP) o tres (trifosfato: ATP) grupos de
ácido fosfórico, aunque como monómeros constituyentes de los ácidos nucleicos
sólo aparecen en forma de nucleósidos monofosfato.

• Desoxirribosa:

Es un monosacárido de 5 átomos de carbono (una pentosa) derivado de la ribosa,


que forma parte de la estructura de nucleótidos del ADN. Su fórmula es
C5H10O4. Una de las principales diferencias entre el ADN y el ARN es el azúcar,
pues en el ARN la 2-desoxirribosa del ADN es reemplazada por una pentosa
alternativa, la ribosa.24
Las moléculas de azúcar se unen entre sí a través de grupos fosfato, que forman
enlaces fosfodiéster entre los átomos de carbono tercero (3′, «tres prima») y
quinto (5′, «cinco prima») de dos anillos adyacentes de azúcar. La formación de
enlaces asimétricos implica que cada hebra de ADN tiene una dirección. En una
doble hélice, la dirección de los nucleótidos en una hebra (3′ → 5′) es opuesta a
la dirección en la otra hebra (5′ → 3′). Esta organización de las hebras de ADN
se denomina antiparalela; son cadenas paralelas, pero con direcciones opuestas.
De la misma manera, los extremos asimétricos de las hebras de ADN se
denominan extremo 5′ («cinco prima») y extremo 3′ («tres prima»)
respectivamente.

• Bases nitrogenadas:

Las cuatro bases nitrogenadas mayoritarias que se encuentran en el ADN son la


adenina (abreviado A), citosina (C), guanina (G) y timina (T). Cada una de estas
cuatro bases está unida al armazón de azúcar-fosfato a través del azúcar para
formar el nucleótido completo (base-azúcar-fosfato). Las bases son compuestos
heterocíclicos y aromáticos con dos o más átomos de nitrógeno, y, dentro de las
bases mayoritarias, se clasifican en dos grupos: las bases púricas o purinas
(adenina y guanina), derivadas de la purina y formadas por dos anillos unidos
entre sí, y las bases pirimidínicas o pirimidinas (citosina y timina), derivadas de
la pirimidina y con un solo anillo.24 En los ácidos nucleicos existe una quinta
base pirimidínica, denominada uracilo (U), que normalmente ocupa el lugar de
la timina en el ARN y difiere de ésta en que carece de un grupo metilo en su
anillo. El uracilo no se encuentra habitualmente en el ADN, sólo aparece
raramente como un producto residual de la degradación de la citosina por
procesos de desaminación oxidativa.

Timina: 2, 4-dioxo, 5-metilpirimidina.

• Timina:

En el código genético se representa con la letra T. Es un derivado pirimidínico


con un grupo oxo en las posiciones 2 y 4, y un grupo metil en la posición 5.
Forma el nucleósido timidina (siempre desoxitimidina ya que sólo aparece en el
ADN) y el nucleótido timidilato o timidina monofosfato (dTMP). En el ADN, la
timina siempre se empareja con la adenina de la cadena complementaria
mediante 2 puentes de hidrógeno, T=A. Su fórmula química es C5H6N2O2 y su
nomenclatura 2, 4-dioxo, 5-metilpirimidina.
Citosina: 2-oxo, 4-aminopirimidina.

• Citosina:

En el código genético se representa con la letra C. Es un derivado pirimidínico,


con un grupo amino en posición 4 y un grupo oxo en posición 2. Forma el
nucleósido citidina (desoxicitidina en el ADN) y el nucleótido citidilato o
(desoxi)citidina monofosfato (dCMP en el ADN, CMP en el ARN). La citosina
siempre se empareja en el ADN con la guanina de la cadena complementaria
mediante un triple enlace, C≡G. Su fórmula química es C4H5N3O y su
nomenclatura 2-oxo, 4 aminopirimidina. Su masa molecular es de 111,10
unidades de masa atómica. La citosina fue descubierta en 1894 cuando fue
aislada en tejido del timo de carnero.

Adenina: 6-aminopurina.

• Adenina:
En el código genético se representa con la letra A. Es un derivado de la purina
con un grupo amino en la posición 6. Forma el nucleósido adenosina
(desoxiadenosina en el ADN) y el nucleótido adenilato o (desoxi)adenosina
monofosfato (dAMP, AMP). En el ADN siempre se empareja con la timina de la
cadena complementaria mediante 2 puentes de hidrógeno, A=T. Su fórmula
química es C5H5N5 y su nomenclatura 6-aminopurina. La adenina, junto con la
timina, fue descubierta en 1885 por el médico alemán Albrecht Kossel.

Guanina: 6-oxo, 2-aminopurina.

• Guanina:

En el código genético se representa con la letra G. Es un derivado púrico con un


grupo oxo en la posición 6 y un grupo amino en la posición 2. Forma el
nucleósido (desoxi)guanosina y el nucleótido guanilato o (desoxi)guanosina
monofosfato (dGMP, GMP). La guanina siempre se empareja en el ADN con la
citosina de la cadena complementaria mediante tres enlaces de hidrógeno, G≡C.
Su fórmula química es C5H5N5O y su nomenclatura 6-oxo, 2-aminopurina.

También existen otras bases nitrogenadas (las llamadas bases nitrogenadas


minoritarias), derivadas de forma natural o sintética de alguna otra base mayoritaria.
Lo son por ejemplo la hipoxantina, relativamente abundante en el tRNA, o la cafeína,
ambas derivadas de la adenina; otras, como el aciclovir, derivadas de la guanina, son
análogos sintéticos usados en terapia antiviral; otras, como una de las derivadas del
uracilo, son antitumorales.

Las bases nitrogenadas tienen una serie de características que les confieren unas
propiedades determinadas. Una característica importante es su carácter aromático,
consecuencia de la presencia en el anillo de dobles enlaces en posición conjugada. Ello
les confiere la capacidad de absorber luz en la zona ultravioleta del espectro en torno a
los 260 nm, lo cual puede ser aprovechado para determinar el coeficiente de extinción
del ADN y hallar la concentración existente de los ácidos nucleicos. Otra de sus
características es que presentan tautomería o isomería de grupos funcionales debido a
que un átomo de hidrógeno unido a otro átomo puede migrar a una posición vecina; en
las bases nitrogenadas se dan dos tipos de tautomerías: tautomería lactama-lactima,
donde el hidrógeno migra del nitrógeno al oxígeno del grupo oxo (forma lactama) y
viceversa (forma lactima), y tautomería imina-amina primaria, donde el hidrógeno
puede estar formando el grupo amina (forma amina primaria) o migrar al nitrógeno
adyacente (forma imina). La adenina sólo puede presentar tautomería amina imina, la
timina y el uracilo muestran tautomería doble lactama-lactima, y la guanina y citosina
pueden presentar ambas. Por otro lado, y aunque se trate de moléculas apolares, las
bases nitrogenadas presentan suficiente carácter polar como para establecer puentes de
hidrógeno, ya que tienen átomos muy electronegativos (nitrógeno y oxígeno)
presentando carga parcial negativa, y átomos de hidrógeno con carga parcial positiva, de
manera que se forman dipolos que permiten que se formen estos enlaces débiles.

Se estima que el genoma humano haploide tiene alrededor de 3.000 millones de pares
de bases. Para indicar el tamaño de las moléculas de ADN se indica el número de pares
de bases, y como derivados hay dos unidades de medida muy utilizadas, la kilobase
(kb), que equivale a 1.000 pares de bases, y la megabase (Mb), que equivale a un millón
de pares de bases.

Apareamiento de bases

Un par de bases C≡G con tres puentes de hidrógeno.

Un par A=T con dos puentes de hidrógeno. Los puentes de hidrógeno se muestran como
líneas discontinuas.

La dóble hélice de ADN se mantiene estable mediante la formación de puentes de


hidrógeno entre las bases asociadas a cada una de las dos hebras. Para la formación de
un enlace de hidrógeno una de las bases debe presentar un "donador" de hidrógenos con
un átomo de hidrógeno con carga parcial positiva (-NH2 o -NH) y la otra base debe
presentar un grupo "aceptor" de hidrógenos con un átomo cargado electronegativamente
(C=O o N). Los puentes de hidrógeno son uniones más débiles que los típicos enlaces
químicos covalentes, como los que conectan los átomos en cada hebra de ADN, pero
más fuertes que interacciones hidrófobas individuales, enlaces de Van der Waals, etc.
Como los puentes de hidrógeno no son enlaces covalentes, pueden romperse y formarse
de nuevo de forma relativamente sencilla. Por esta razón, las dos hebras de la doble
hélice pueden separarse como una cremallera, bien por fuerza mecánica o por alta
temperatura.27 La doble hélice se estabiliza además por el efecto hidrofóbico y el
apilamiento, que no están influenciados por la secuencia de bases del ADN.28

Cada tipo de base en una hebra forma un enlace únicamente con un tipo de base en la
otra hebra, lo que se denomina "complementariedad de las bases". Según esto, las
purinas forman enlaces con las pirimidinas, de forma que A se enlaza sólo con T, y C
sólo con G. La organización de dos nucleótidos apareados a lo largo de la doble hélice
se denomina apareamiento de bases. Este emparejamiento corresponde a la
observación ya realizada por Erwin Chargaff (1905-2002),29 que mostró que la cantidad
de adenina era muy similar a la cantidad de timina, y que la cantidad de citosina era
igual a la cantidad de guanina en el ADN. Como resultado de esta complementariedad,
toda la información contenida en la secuencia de doble hebra de la hélice de ADN está
duplicada en cada hebra, lo cual es fundamental durante el proceso de replicación del
ADN. En efecto, esta interacción reversible y específica entre pares de bases
complementarias es crítica para todas las funciones del ADN en los organismos vivos.17

Como se ha indicado anteriormente, los dos tipos de pares de bases forman un número
diferente de enlaces de hidrógeno: A=T forman dos puentes de hidrógeno, y C≡G
forman tres puentes de hidrógeno (ver imágenes). El par de bases GC es por tanto más
fuerte que el par de bases AT. Como consecuencia, tanto el porcentaje de pares de bases
GC como la longitud total de la doble hélice de ADN determinan la fuerza de la
asociación entre las dos hebras de ADN. Las dobles hélices largas de ADN con alto
contenido en GC tienen hebras que interaccionan más fuertemente que las dobles
hélices cortas con alto contenido en AT.30 Por esta razón, las zonas de la doble hélice de
ADN que necesitan separarse fácilmente tienden a tener un alto contenido en AT, como
por ejemplo la secuencia TATAAT de la Caja de Pribnow de algunos promotores.31 En
el laboratorio, la fuerza de esta interacción puede medirse buscando la temperatura
requerida para romper los puentes de hidrógeno, la temperatura de fusión (también
denominado valor Tm, del inglés melting temperature). Cuando todas las pares de bases
en una doble hélice se funden, las hebras se separan en solución en dos hebras
completamente independientes. Estas moléculas de ADN de hebra simple no tienen una
única forma común, sino que algunas conformaciones son más estables que otras.32

Otros tipos de pares de bases


Par de bases A=T de tipo Watson-Crick. En azul el donador de hidrógenos y en rojo el
aceptor.

Par de bases A=T de tipo Watson-Crick reverso. En azul el donador de hidrógenos y en


rojo el aceptor. Nótese que la pirimidina ha sufrido un giro de 180º sobre el eje del
carbono 6.

Existen diferentes tipos de pares de bases que se pueden formar según cómo se forman
los puentes de hidrógeno. Los que encontramos en la doble hélice de ADN son los
llamados pares de bases Watson-Crick, pero también existen otros posibles pares de
bases, como los denominados Hoogsteen y Wobble u oscilante, que pueden aparecer en
circunstancias particulares. Además, para cada tipo existe a su vez el mismo par reverso,
es decir, el que se da si se gira la base pirimidínica 180º sobre su eje.

• Watson-Crick (pares de bases de la doble hélice): los grupos de la base púrica


que intervienen en el enlace de hidrógeno son los que corresponden a las
posiciones 1 y 6 (N aceptor y -NH2 donador si la purina es una A) y los grupos
de la base pirimidínica los que se encuentran en las posiciones 3 y 4 (-NH
donador y C=O aceptor si la pirimidina es una T). En el par de bases Watson-
Crick reverso participarían los grupos de las posiciones 2 y 3 de la base
pirimidínica (ver imágenes).

• Hoogsteen: en este caso cambian los grupos de la base púrica, que ofrece una
cara diferente (posiciones 6 y 7) y que forman enlaces con los grupos de las
pirimidinas de las posiciones 3 y 4 (como en Watson-Crick). También puede
haber Hoogsteen reversos. Con este tipo de enlace pueden unirse A=U
(Hoogsteen y Hoogsteen reverso) y A=C (Hoogsteen reverso).

• Wobble u oscilante: este tipo de enlace permite que se unan guanina y citosina
con un doble enlace (G=T). La base púrica (G) forma enlace con los grupos de
las posiciones 1 y 6 (como en Watson-Crick) y la pirimidina (T) con los grupos
de las posiciones 2 y 3. Este tipo de enlace no funcionaría con A=C, ya que
quedarían enfrentados los 2 aceptores y los 2 donadores, y sólo se podría dar en
el caso inverso. Encontramos pares de bases de tipo oscilante en el ARN,
durante el apareamiento de codón y anticodón. Con este tipo de enlace pueden
unirse G=U (oscilante y oscilante reverso) y A=C (oscilante reverso).

En total, en su forma tautomérica mayoritaria, existen 28 posibles pares de bases


nitrogenadas: 10 posibles pares de bases purina-pirimidina (2 pares Watson-Crick y 2
Watson Crick reverso, 1 par Hoogsteen y 2 pares Hoogsteen reverso, 1 par oscilante y 2
pares oscilante reverso), 7 pares homo purina-purina (A=A, G=G), 4 pares A=G y 7
pares pirimidina-pirimidina. Esto sin contar con los pares de bases que pueden formarse
si también tenemos en cuenta las otras formas tautoméricas minoritarias de las bases
nitrogenadas; éstos, además, pueden ser responsables de mutaciones puntuales por
sustitución de tipo transición.

Estructura

El ADN es una molécula bicatenaria, es decir, está formada por dos cadenas dispuestas
de forma antiparalela y con las bases nitrogenadas enfrentadas. En su estructura
tridimensional, se distinguen distintos niveles:33 34

1. Estructura primaria:
o Secuencia de nucleótidos encadenados. Es en estas cadenas donde se
encuentra la información genética, y dado que el esqueleto es el mismo
para todos, la diferencia de la información radica en la distinta secuencia
de bases nitrogenadas. Esta secuencia presenta un código, que determina
una información u otra, según el orden de las bases.
2. Estructura secundaria:
o Es una estructura en doble hélice. Permite explicar el almacenamiento de
la información genética y el mecanismo de duplicación del ADN. Fue
postulada por Watson y Crick, basándose en la difracción de rayos X que
habían realizado Franklin y Wilkins, y en la equivalencia de bases de
Chargaff, según la cual, la suma de adeninas más guaninas es igual a la
suma de timinas más citosinas.
o Es una cadena doble, dextrógira o levógira, según el tipo de ADN.
Ambas cadenas son complementarias, pues la adenina y la guanina de
una cadena se unen, respectivamente, a la timina y la citosina de la otra.
Ambas cadenas son antiparalelas, pues el extremo 3´ de una se enfrenta
al extremo 5´ de la homóloga.
o Existen tres modelos de ADN. El ADN de tipo B es el más abundante y
es el descubierto por Watson y Crick.
3. Estructura terciaria:
o Se refiere a cómo se almacena el ADN en un espacio reducido, para
formar los cromosomas. Varía según se trate de organismos procariotas o
eucariotas:

1. En procariotas el ADN se pliega como una súper-hélice, generalmente en


forma circular y asociada a una pequeña cantidad de proteínas. Lo
mismo ocurre en organelos celulares como las mitocondrias y en los
cloroplastos.
2. En eucariotas, dado que la cantidad de ADN de cada cromosoma es muy
grande, el empaquetamiento ha de ser más complejo y compacto; para
ello se necesita la presencia de proteínas, como las histonas y otras
proteínas de naturaleza no histónica (en los espermatozoides estas
proteínas son las protaminas).33

Estructuras en doble hélice

De izquierda a derecha, las estructuras de ADN A, B y Z.

El ADN existe en muchas conformaciones.26 Sin embargo, en organismos vivos sólo se


han observado las conformaciones ADN-A, ADN-B y ADN-Z. La conformación que
adopta el ADN depende de su secuencia, la cantidad y dirección de superenrollamiento
que presenta, la presencia de modificaciones químicas en las bases y las condiciones de
la solución, tales como la concentración de iones de metales y poliaminas.35 De las tres
conformaciones, la forma "B" es la más común en las condiciones existentes en las
células.36 Las dos dobles hélices alternativas del ADN difieren en su geometría y
dimensiones.

La forma "A" es una espiral que gira hacia la derecha, más amplia que la "B", con una
hendidura menor superficial y más amplia, y una hendidura mayor más estrecha y
profunda. La forma "A" ocurre en condiciones no fisiológicas en formas deshidratadas
de ADN, mientras que en la célula puede producirse en apareamientos híbridos de
hebras ADN-ARN, además de en complejos enzima-ADN.37 38

Los segmentos de ADN en los que las bases han sido modificadas por metilación
pueden sufrir cambios conformacionales mayores y adoptar la forma "Z". En este caso,
las hebras giran alrededor del eje de la hélice en una espiral que gira a mano izquierda,
lo opuesto a la forma "B" más frecuente.39 Estas estructuras poco frecuentes pueden ser
reconocidas por proteínas específicas que se unen a ADN-Z y posiblemente estén
implicadas en la regulación de la transcripción.40

Estructuras en cuádruplex

Estructura de un ADN en cuádruplex formada por repeticiones en los telómeros. La


conformación de la estructura de soporte del ADN difiere significativamente de la típica
estructura en hélice.41

En los extremos de los cromosomas lineales existen regiones especializadas de ADN


denominadas telómeros. La función principal de estas regiones es permitir a la célula
replicar los extremos cromosómicos utilizando la enzima telomerasa, puesto que las
enzimas que replican el resto del ADN no pueden copiar los extremos 3' de los
cromosomas.42 Estas terminaciones cromosómicas especializadas también protegen los
extremos del ADN, y previenen que los sistemas de reparación del ADN en la célula los
procesen como ADN dañado que debe ser corregido.43 En las células humanas, los
telómeros son largas zonas de ADN de hebra sencilla que contienen algunos miles de
repeticiones de una única secuencia TTAGGG.44

Estas secuencias ricas en guanina pueden estabilizar los extremos cromosómicos


mediante la formación de estructuras de juegos apilados de unidades de cuatro bases, en
lugar de los pares de bases encontrados normalmente en otras estructuras de ADN. En
este caso, cuatro bases guanina forman unidades con superficie plana que se apilan una
sobre otra, para formar una estructura cuádruplex-G estable.45 Estas estructuras se
estabilizan formando puentes de hidrógeno entre los extremos de las bases y la
quelatación de un metal iónico en el centro de cada unidad de cuatro bases.46 También
se pueden formar otras estructuras, con el juego central de cuatro bases procedente, o
bien de una hebra sencilla plegada alrededor de las bases, o bien de varias hebras
paralelas diferentes, de forma que cada una contribuye una base a la estructura central.

Además de estas estructuras apiladas, los telómeros también forman largas estructuras
en lazo, denominadas lazos teloméricos o lazos-T (T-loops en inglés). En este caso, las
hebras simples de ADN se enroscan sobre sí mismas en un amplio círculo estabilizado
por proteínas que se unen a telómeros.47 En el extremo del lazo-T, el ADN telomérico
de hebra sencilla se sujeta a una región de ADN de doble hebra porque la hebra de ADN
telomérico altera la doble hélice y se aparea a una de las dos hebras. Esta estructura de
triple hebra se denomina lazo de desplazamiento o lazo-D (D-loop).45

Hendiduras mayor y menor

Animación de la estructura de una sección de ADN. Las bases se encuentran


horizontalmente entre las dos hebras en espiral. Versión ampliada48

Doble hélice: a) Dextrógira, b) Levógira

La doble hélice es una espiral dextrógira, esto es, cada una de las cadenas de
nucleótidos gira a derechas; esto puede verificarse si nos fijamos, yendo de abajo a
arriba, en la dirección que siguen los segmentos de las hebras que quedan en primer
plano. Si las dos hebras giran a derechas se dice que la doble hélice es dextrógira, y si
giran a izquierdas, levógira (esta forma puede aparecer en hélices alternativas debido a
cambios conformacionales en el ADN). Pero en la conformación más común que adopta
el ADN, la doble hélice es dextrógira, girando cada par de bases respecto al anterior
unos 36º.49

Cuando las dos hebras de ADN se enrollan una sobre la otra (sea a derechas o a
izquierdas), se forman huecos o hendiduras entre una hebra y la otra, dejando expuestos
los laterales de las bases nitrogenadas del interior (ver la animación). En la
conformación más común que adopta el ADN aparecen, como consecuencia de los
ángulos formados entre los azúcares de ambas cadenas de cada par de bases
nitrogenadas, dos tipos de hendiduras alrededor de la superfície de la doble hélice: una
de ellas, la hendidura o surco mayor, que mide 22 Å (2,2 nm) de ancho, y la otra, la
hendidura o surco menor, que mide 12 Å (1,2 nm) de ancho.50 Cada vuelta de hélice,
que es cuando ésta ha realizado un giro de 360º o lo que es lo mismo, de principio de
hendidura mayor a final de hendidura menor, medirá por tanto 34 Å, y en cada una de
esas vueltas hay unos 10,5 pb.

Hendiduras mayor y menor de la doble hélice.

La anchura de la hendidura mayor implica que los extremos de las bases son más
accesibles en ésta, de forma que la cantidad de grupos químicos expuestos también es
mayor lo cual facilita la diferenciación entre los pares de bases A-T, T-A, C-G, G-C.
Como consecuencia de ello, también se verá facilitado el reconocimiento de secuencias
de ADN por parte de diferentes proteínas sin la necesidad de abrir la doble hélice. Así,
proteínas como los factores de transcripción que pueden unirse a secuencias específicas,
frecuentemente contactan con los laterales de las bases expuestos en la hendidura
mayor.51 Por el contrario, los grupos químicos que quedan expuestos en la hendidura
menor son similares, de forma que el reconocimiento de los pares de bases es más
difícil; por ello se dice que la hendidura mayor contiene más información que la
hendidura menor.49

Sentido y antisentido

Una secuencia de ADN se denomina "sentido" (en inglés, sense) si su secuencia es la


misma que la secuencia de un ARN mensajero que se traduce en una proteína. La
secuencia de la hebra de ADN complementaria se denomina "antisentido" (antisense).
En ambas hebras de ADN de la doble hélice pueden existir tanto secuencias sentido, que
codifican ARNm, como antisentido, que no lo codifican. Es decir, las secuencias que
codifican ARNm no están todas presentes en una sola de las hebras, sino repartidas
entre las dos hebras. Tanto en procariotas como en eucariotas se producen ARNs con
secuencias antisentido, pero la función de esos ARNs no está completamente clara.52 Se
ha propuesto que los ARNs antisentido están implicados en la regulación de la
expresión génica mediante apareamiento ARN-ARN: los ARNs antisentido se
aparearían con los ARNm complementarios, bloqueando de esta forma su traducción.53

En unas pocas secuencias de ADN en procariotas y eucariotas (este hecho es más


frecuente en plásmidos y virus), la distinción entre hebras sentido y antisentido es más
difusa, debido a que presentan genes superpuestos.54 En estos casos, algunas secuencias
de ADN tienen una función doble, codificando una proteína cuando se lee a lo largo de
una hebra, y una segunda proteína cuando se lee en la dirección contraria a lo largo de la
otra hebra. En bacterias, esta superposición puede estar involucrada en la regulación de
la transcripción del gen,55 mientras que en virus los genes superpuestos aumentan la
cantidad de información que puede codificarse en sus diminutos genomas.56

Superenrollamiento

Estructura de moléculas de ADN lineales con los extremos fijos y superenrolladas. Por
claridad, se ha omitido la estructura en hélice del ADN.

El ADN puede retorcerse como una cuerda en un proceso que se denomina


superenrollamiento del ADN («supercoiling», en inglés). Cuando el ADN está en un
estado "relajado", una hebra normalmente gira alrededor del eje de la doble hélice una
vez cada 10,4 pares de bases, pero si el ADN está retorcido las hebras pueden estar
unidas más estrechamente o más relajadamente.57 Si el ADN está retorcido en la
dirección de la hélice, se dice que el superenrollamiento es positivo, y las bases se
mantienen juntas de forma más estrecha. Si el ADN se retuerce en la dirección opuesta,
el superenrollamiento se llama negativo, y las bases se alejan. En la naturaleza, la mayor
parte del ADN tiene un ligero superenrollamiento negativo que es producido por
enzimas denominadas topoisomerasas.58 Estas enzimas también son necesarias para
liberar las fuerzas de torsión introducidas en las hebras de ADN durante procesos como
la transcripción y la replicación.59
Modificaciones químicas

citosina 5-metil-citosina timina


Estructura de la citosina con y sin el grupo metilo. Tras la desaminación, la 5-metil-citosina tiene la
misma estructura que la timina.

Modificaciones de bases

La expresión de los genes está influenciada por la forma en la que el ADN está
empaquetado en cromosomas, en una estructura denominada cromatina. Las
modificaciones de bases pueden estar implicadas en el empaquetamiento del ADN: las
regiones que presentan una expresión génica baja o nula normalmente contienen niveles
altos de metilación de las bases citosina. Por ejemplo, la metilación de citosina produce
5-metil-citosina, que es importante para la inactivación del cromosoma X.60 El nivel
medio de metilación varía entre organismos: el gusano Caenorhabditis elegans carece
de metilación de citosina, mientras que los vertebrados presentan un nivel alto - hasta
1% de su ADN contiene 5-metil-citosina.61 A pesar de la importancia de la 5-metil-
citosina, ésta puede desaminarse para generar una base timina. Las citosinas metiladas
son por tanto particularmente sensibles a mutaciones.62 Otras modificaciones de bases
incluyen la metilación de adenina en bacterias y la glicosilación de uracilo para producir
la "base-J" en kinetoplastos.63 64

Daño del ADN

Benzopireno, el mayor mutágeno del tabaco, unido al ADN.65

El ADN puede resultar dañado por muchos tipos de mutágenos, que cambian la
secuencia del ADN: agentes alquilantes, además de radiación electromagnética de alta
energía, como luz ultravioleta y rayos X. El tipo de daño producido en el ADN depende
del tipo de mutágeno. Por ejemplo, la luz UV puede dañar al ADN produciendo dímeros
de timina, que se forman por ligamiento cruzado entre bases pirimidínicas.66 Por otro
lado, oxidantes tales como radicales libres o el peróxido de hidrógeno producen
múltiples daños, incluyendo modificaciones de bases, sobre todo guanina, y roturas de
doble hebra (double-strand breaks).67 En una célula humana cualquiera, alrededor de
500 bases sufren daño oxidativo cada día.68 69 De estas lesiones oxidativas, las más
peligrosas son las roturas de doble hebra, ya que son difíciles de reparar y pueden
producir mutaciones puntuales, inserciones y deleciones de la secuencia de ADN, así
como translocaciones cromosómicas.70

Muchos mutágenos se posicionan entre dos pares de bases adyacentes, por lo que se
denominan agentes intercalantes. La mayoría de los agentes intercalantes son moléculas
aromáticas y planas, como el bromuro de etidio, la daunomicina, la doxorubicina y la
talidomida. Para que un agente intercalante pueda integrarse entre dos pares de bases,
éstas deben separarse, distorsionando las hebras de ADN y abriendo la doble hélice.
Esto inhibe la transcripción y la replicación del ADN, causando toxicidad y mutaciones.
Por ello, los agentes intercalantes del ADN son a menudo carcinógenos: el benzopireno,
las acridinas, la aflatoxina y el bromuro de etidio son ejemplos bien conocidos.71 72 73 Sin
embargo, debido a su capacidad para inhibir la replicación y la transcripción del ADN,
estas toxinas también se utilizan en quimioterapia para inhibir el rápido crecimiento de
las células cancerosas.74

El daño en el ADN inicia una respuesta que activa diferentes mecanismos de reparación
que reconocen lesiones específicas en el ADN, que son reparadas en el momento para
recuperar la secuencia original del ADN. Asimismo, el daño en el ADN provoca una
parada en el ciclo celular, que conlleva la alteración de numerosos procesos fisiológicos,
que a su vez implica síntesis, transporte y degradación de proteínas (véase también
Checkpoint de daños en el ADN). Alternativamente, si el daño genómico es demasiado
grande para que pueda ser reparado, los mecanismos de control inducirán la activación
de una serie de rutas celulares que culminarán en la muerte celular.

Funciones biológicas
Las funciones biológicas del ADN incluyen el almacenamiento de información (genes y
genoma), la codificación de proteínas (transcripción y traducción) y su autoduplicación
(replicación del ADN) para asegurar la transmisión de la información a las células hijas
durante la división celular.

Genes y genoma

El ADN se puede considerar como un almacén cuyo contenido es la información


(mensaje) necesaria para construir y sostener el organismo en el que reside, la cual se
transmite de generación en generación. El conjunto de información que cumple esta
función en un organismo dado se denomina genoma, y el ADN que lo constituye, ADN
genómico.

El ADN genómico (que se organiza en moléculas de cromatina que a su vez se


ensamblan en cromosomas) se encuentra en el núcleo celular de los eucariotas, además
de pequeñas cantidades en las mitocondrias y cloroplastos. En procariotas, el ADN se
encuentra en un cuerpo de forma irregular denominado nucleoide.75

El ADN codificante

ARN polimerasa T7 (azul) produciendo un ARNm (verde) a partir de un molde de ADN


(naranja).76
Véase también: Gen

La información genética de un genoma está contenida en los genes, y al conjunto de


toda la información que corresponde a un organismo se le denomina su genotipo. Un
gen es una unidad de herencia y es una región de ADN que influye en una característica
particular de un organismo (como el color de los ojos, por ejemplo). Los genes
contienen un "marco de lectura abierto" (open reading frame) que puede transcribirse,
además de secuencias reguladoras, tales como promotores y enhancers, que controlan la
transcripción del marco de lectura abierto.

Desde este punto de vista, las obreras de este mecanismo son las proteínas. Estas
pueden ser estructurales, como las proteínas de los músculos, cartílagos, pelo, etc., o
funcionales, como la hemoglobina o las innumerables enzimas del organismo. La
función principal de la herencia es la especificación de las proteínas, siendo el ADN una
especie de plano o receta para producirlas. La mayor parte de las veces la modificación
del ADN provocará una disfunción proteica que dará lugar a la aparición de alguna
enfermedad. Pero en determinadas ocasiones, las modificaciones podrán provocar
cambios beneficiosos que darán lugar a individuos mejor adaptados a su entorno.

Las aproximadamente treinta mil proteínas diferentes en el cuerpo humano están


constituidas por veinte aminoácidos diferentes, y una molécula de ADN debe
especificar la secuencia en que se unen dichos aminoácidos.

En el proceso de elaborar una proteína, el ADN de un gen se lee y se transcribe a ARN.


Este ARN sirve como mensajero entre el ADN y la maquinaria que elaborará las
proteínas y por eso recibe el nombre de ARN mensajero o ARNm. El ARN mensajero
sirve de molde a la maquinaria que elabora las proteínas, para que ensamble los
aminoácidos en el orden preciso para armar la proteína.

El dogma central de la biología molecular establecía que el flujo de actividad y de


información era: ADN → ARN → proteína. No obstante, en la actualidad ha quedado
demostrado que este "dogma" debe ser ampliado, pues se han encontrado otros flujos de
información: en algunos organismos (virus de ARN) la información fluye de ARN a
ADN; este proceso se conoce como "transcripción inversa o reversa", también llamada
"retrotranscripción". Además, se sabe que existen secuencias de ADN que se
transcriben a ARN y son funcionales como tales, sin llegar a traducirse nunca a
proteína: son los ARN no codificantes, como es el caso de los ARN interferentes.33 34

El ADN no codificante ("ADN basura")

El ADN del genoma de un organismo puede dividirse conceptualmente en dos: el que


codifica las proteínas (los genes) y el que no codifica. En muchas especies, sólo una
pequeña fracción del genoma codifica proteínas. Por ejemplo, sólo alrededor del 1,5%
del genoma humano consiste en exones que codifican proteínas (20.000 a 25.000
genes), mientras que más del 90% consiste en ADN no codificante.77

El ADN no codificante (también denominado ADN basura o junk DNA) corresponde a


secuencias del genoma que no generan una proteína (procedentes de transposiciones,
duplicaciones, translocaciones y recombinaciones de virus, etc.), incluyendo los
intrones. Hasta hace poco tiempo se pensaba que el ADN no codificante no tenía
utilidad alguna, pero estudios recientes indican que eso es inexacto. Entre otras
funciones, se postula que el llamado "ADN basura" regula la expresión diferencial de
los genes.78 Por ejemplo, algunas secuencias tienen afinidad hacia proteínas especiales
que tienen la capacidad de unirse al ADN (como los homeodominios, los complejos
receptores de hormonas esteroides, etc.), con un papel importante en el control de los
mecanismos de trascripción y replicación. Estas secuencias se llaman frecuentemente
"secuencias reguladoras", y los investigadores suponen que sólo se ha identificado una
pequeña fracción de las que realmente existen. La presencia de tanto ADN no
codificante en genomas eucarióticos y las diferencias en tamaño del genoma entre
especies representan un misterio que es conocido como el "enigma del valor de C".79
Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad de Yale ha descubierto
una secuencia de ADN no codificante que sería la responsable de que los seres humanos
hayan desarrollado la capacidad de agarrar y/o manipular objetos o herramientas.80

Por otro lado, algunas secuencias de ADN desempeñan un papel estructural en los
cromosomas: los telómeros y centrómeros contienen pocos o ningún gen codificante de
proteínas, pero son importantes para estabilizar la estructura de los cromosomas.
Algunos genes no codifican proteínas, pero sí se transcriben en ARN: ARN ribosómico,
ARN de transferencia y ARN de interferencia (ARNi, que son ARN que bloquean la
expresión de genes específicos). La estructura de intrones y exones de algunos genes
(como los de inmunoglobulinas y protocadherinas) son importantes por permitir los
cortes y empalmes alternativos del pre-ARN mensajero que hacen posible la síntesis de
diferentes proteínas a partir de un mismo gen (sin esta capacidad no existiría el sistema
inmune, por ejemplo). Algunas secuencias de ADN no codificante representan
pseudogenes que tienen valor evolutivo, ya que permiten la creación de nuevos genes
con nuevas funciones.34 Otros ADN no codificantes proceden de la duplicación de
pequeñas regiones del ADN; esto tiene mucha utilidad, ya que el rastreo de estas
secuencias repetitivas permite estudios sobre el linaje humano.
Transcripción y traducción

En un gen, la secuencia de nucleótidos a lo largo de una hebra de ADN se transcribe a


un ARN mensajero (ARNm) y esta secuencia a su vez se traduce a una proteína que un
organismo es capaz de sintetizar o "expresar" en uno o varios momentos de su vida,
usando la información de dicha secuencia.

La relación entre la secuencia de nucleótidos y la secuencia de aminoácidos de la


proteína viene determinada por el código genético, que se utiliza durante el proceso de
traducción o síntesis de proteínas. La unidad codificadora del código genético es un
grupo de tres nucleótidos (triplete), representado por las tres letras iniciales de las bases
nitrogenadas (por ej., ACT, CAG, TTT). Los tripletes del ADN se transcriben en sus
bases complementarias en el ARN mensajero, y en este caso los tripletes se denominan
codones (para el ejemplo anterior, UGA, GUC, AAA). En el ribosoma cada codón del
ARN mensajero interacciona con una molécula de ARN de transferencia (ARNt o
tRNA) que contenga el triplete complementario, denominado anticodón. Cada ARNt
porta el aminoácido correspondiente al codón de acuerdo con el código genético, de
modo que el ribosoma va uniendo los aminoácidos para formar una nueva proteína de
acuerdo con las "instrucciones" de la secuencia del ARNm. Existen 64 codones
posibles, por lo cual corresponde más de uno para cada aminoácido; algunos codones
indican la terminación de la síntesis, el fin de la secuencia codificante; estos codones de
terminación o codones de parada son UAA, UGA y UAG (en inglés, nonsense codons
o stop codons).33

Replicación del ADN

Esquema representativo de la replicación del ADN.


Artículo principal: Replicación de ADN

La replicación del ADN es el proceso por el cual se obtienen copias o réplicas idénticas
de una molécula de ADN. La replicación es fundamental para la transferencia de la
información genética de una generación a la siguiente y, por ende, es la base de la
herencia. El mecanismo consiste esencialmente en la separación de las dos hebras de la
doble hélice, las cuales sirven de molde para la posterior síntesis de cadenas
complementarias a cada una de ellas. El resultado final son dos moléculas idénticas a la
original. Este tipo de replicación se denomina semiconservativa debido a que cada una
de las dos moléculas resultantes de la duplicación presenta una cadena procedente de la
molécula madre y otra recién sintetizada.

Interacciones ADN-proteína
Todas las funciones del ADN dependen de sus interacciones con proteínas. Estas
interacciones pueden ser inespecíficas, o bien la proteína puede unirse de forma
específica a una única secuencia de ADN. También pueden unirse enzimas, entre las
cuales son particularmente importantes las polimerasas, que copian las secuencia de
bases del ADN durante la transcripción y la replicación.

Proteínas de unión a ADN

Interacciones inespecíficas

Interacción de ADN con histonas (en blanco, arriba). Los aminoácidos básicos de estas
proteínas (abajo a la izquierda, en azul) se unen a los grupos ácidos de los fosfatos del
ADN (abajo a la derecha, en rojo).

Las proteínas estructurales que se unen al ADN son ejemplos bien conocidos de
interacciones inespecíficas ADN-proteínas. En los cromosomas, el ADN se encuentra
formando complejos con proteínas estructurales. Estas proteínas organizan el ADN en
una estructura compacta denominada cromatina. En eucariotas esta estructura implica la
unión del ADN a un complejo formado por pequeñas proteínas básicas denominadas
histonas, mientras que en procariotas están involucradas una gran variedad de
proteínas.81 82 Las histonas forman un complejo de forma cilíndrica denominado
nucleosoma, en torno al cual se enrollan casi dos vueltas de ADN de doble hélice. Estas
interacciones inespecíficas quedan determinadas por la existencia de residuos básicos en
las histonas, que forman enlaces iónicos con el esqueleto de azúcar-fosfato del ADN y,
por tanto, son en gran parte independientes de la secuencia de bases.83 Estos
aminoácidos básicos experimentan modificaciones químicas de metilación,
fosforilación y acetilación,84 que alteran la fuerza de la interacción entre el ADN y las
histonas, haciendo al ADN más o menos accesible a los factores de transcripción y por
tanto modificando la tasa de transcripción.85

Otras proteínas que se unen a ADN de manera inespecífica en la cromatina incluyen las
proteínas del grupo de alta movilidad (HMG, High Mobility Group) que se unen a
ADN plegado o distorsionado.86 Estas proteínas son importantes durante el plegamiento
de los nucleosomas, organizándolos en estructuras más complejas para constituir los
cromosomas87 durante el proceso de condensación cromosómica. Se ha propuesto que
en este proceso también intervendrían otras proteínas, formando una especie de
"andamio" sobre el cual se organiza la cromatina; los principales componentes de esta
estructura serían la enzima topoisomerasa II α (topoIIalpha) y la condensina 13S.88
Sin embargo, el papel estructural de la topoIIalpha en la organización de los
cromosomas aún es discutido, ya que otros grupos argumentan que esta enzima se
intercambia rápidamente tanto en los brazos cromosómicos como en los cinetocoros
durante la mitosis.89

Interacciones específicas

Un grupo bien definido de proteínas de unión a ADN es el conformado por las proteínas
que se unen específicamente a ADN monocatenario o ADN de hebra sencilla
(ssDNA). En humanos, la proteína A de replicación es la mejor conocida de su familia y
actúa en procesos en los que la doble hélice se separa, como la replicación del ADN, la
recombinación o la reparación del ADN.90 Estas proteínas parecen estabilizar el ADN
monocatenario, protegiéndolo para evitar que forme estructuras de tallo-lazo (stem-
loop) o que sea degradado por nucleasas.

El factor de transcripción represor del fago lambda unido a su ADN diana mediante un
motivo hélice-giro-hélice (helix-turn-helix).91
Sin embargo, otras proteínas han evolucionado para unirse específicamente a secuencias
particulares de ADN. La especificidad de la interacción de las proteínas con el ADN
procede de los múltiples contactos con las bases de ADN, lo que les permite "leer" la
secuencia del ADN. La mayoría de esas interacciones con las bases ocurre en la
hendidura mayor, donde las bases son más accesibles.92

Las proteínas específicas estudiadas con mayor detalle son las encargadas de regular la
transcripción, denominadas por ello factores de transcripción. Cada factor de
transcripción se une a una secuencia concreta de ADN y activa o inhibe la transcripción
de los genes que presentan estas secuencias próximas a sus promotores. Los factores de
transcripción pueden efectuar esto de dos formas:

• En primer lugar, pueden unirse a la polimerasa de ARN responsable de la


transcripción, bien directamente o a través de otras proteínas mediadoras. De
esta forma. se estabiliza la unión entre la ARN polimerasa y el promotor, lo que
permite el inicio de la transcripción.93
• En segundo lugar, los factores de transcripción pueden unirse a enzimas que
modifican las histonas del promotor, lo que altera la accesibilidad del molde de
ADN a la ARN polimerasa.94

Como los ADN diana pueden encontrarse por todo el genoma del organismo, los
cambios en la actividad de un tipo de factor de transcripción pueden afectar a miles de
genes.95 En consecuencia, estas proteínas son frecuentemente las dianas de los procesos
de transducción de señales que controlan las respuestas a cambios ambientales o
diferenciación y desarrollo celular.

La enzima de restricción EcoRV (verde) formando un complejo con su ADN diana.96

Enzimas que modifican el ADN

Nucleasas y ligasas

Las nucleasas son enzimas que cortan las hebras de ADN mediante la catálisis de la
hidrólisis de los enlaces fosfodiéster. Las nucleasas que hidrolizan nucleótidos a partir
de los extremos de las hebras de ADN se denominan exonucleasas, mientras que las
endonucleasas cortan en el interior de las hebras. Las nucleasas que se utilizan con
mayor frecuencia en biología molecular son las enzimas de restricción, endonucleasas
que cortan el ADN por determinadas secuencias específicas. Por ejemplo, la enzima
EcoRV, que se muestra a la izquierda, reconoce la secuencia de 6 bases 5′-GAT|ATC-
3′, y hace un corte en ambas hebras en la línea vertical indicada, generando dos
moléculas de ADN con los extremos romos. Otras enzimas de restricción generan sin
embargo extremos cohesivos, ya que cortan de forma diferente las dos hebras de ADN.
En la naturaleza, estas enzimas protegen a las bacterias contra las infecciones de fagos,
al digerir el ADN de dicho fago cuando entra a través de la pared bacteriana, actuando
como un mecanismo de defensa.97 En biotecnología, estas nucleasas específicas de la
secuencias de ADN se utilizan en ingeniería genética para clonar fragmentos de ADN y
en la técnica de huella genética.

Las enzimas denominadas ADN ligasas pueden reunir hebras de ADN cortadas o
rotas.98 Las ligasas son particularmente importantes en la replicación de la hebra que
sufre replicación discontinua en el ADN, ya que unen los fragmentos cortos de ADN
generados en la horquilla de replicación para formar una copia completa del molde de
ADN. También se utilizan en la reparación del ADN y en procesos de recombinación
genética.98

Topoisomerasas y helicasas

Las topoisomerasas son enzimas que poseen a la vez actividad nucleasa y ligasa. Estas
proteínas varían la cantidad de ADN superenrollado. Algunas de estas enzimas
funcionan cortando la hélice de ADN y permitiendo que una sección rote, de manera
que reducen el grado de superenrollamiento. Una vez hecho esto, la enzima vuelve a
unir los fragmentos de ADN.58 Otros tipos de enzimas son capaces de cortar una hélice
de ADN y luego pasar la segunda hebra de ADN a través de la rotura, antes de reunir las
hélices.99 Las topoisomerasas son necesarias para muchos procesos en los que interviene
el ADN, como la replicación del ADN y la transcripción.59

Las helicasas son unas proteínas que pertenecen al grupo de los motores moleculares.
Utilizan energía química almacenada en los nucleósidos trifosfatos, fundamentalmente
ATP, para romper puentes de hidrógeno entre bases y separar la doble hélice de ADN
en hebras simples.100 Estas enzimas son esenciales para la mayoría de los procesos en
los que las enzimas necesitan acceder a las bases del ADN.

Polimerasas

Las polimerasas son enzimas que sintetizan cadenas de nucleótidos a partir de


nucleósidos trifosfatos. La secuencia de sus productos son copias de cadenas de
polinucleótidos existentes, que se denominan moldes. Estas enzimas funcionan
añadiendo nucleótidos al grupo hidroxilo en 3' del nucleótido previo en una hebra de
ADN. En consecuencia, todas las polimerasas funcionan en dirección 5′ --> 3′.101 En los
sitios activos de estas enzimas, el nucleósido trifosfato que se incorpora aparea su base
con la correspondiente en el molde: esto permite que la polimerasa sintentice de forma
precisa la hebra complementaria al molde.

Las polimerasas se clasifican de acuerdo al tipo de molde que utilizan:

• En la replicación del ADN, una ADN polimerasa dependiente de ADN realiza


una copia de ADN a partir de una secuencia de ADN. La precisión es vital en
este proceso, por lo que muchas de estas polimerasas tienen una actividad de
verificación de la lectura (proofreading). Mediante esta actividad, la polimerasa
reconoce errores ocasionales en la reacción de síntesis, debido a la falta de
apareamiente entre el nucleótido erróneo y el molde, lo que genera un
desacoplamiento (mismatch). Si se detecta un desacoplamiento, se activa una
actividad exonucleasa en dirección 3′ --> 5′ y la base incorrecta se elimina.102 En
la mayoría de los organismos las ADN polimerasas funcionan en un gran
complejo denominado replisoma, que contiene múltiples unidades accesorias,
como helicasas.103

• Las ADN polimerasas dependientes de ARN son una clase especializada de


polimerasas que copian la secuencia de una hebra de ARN en ADN. Incluyen la
transcriptasa inversa, que es una enzima viral implicada en la infección de
células por retrovirus, y la telomerasa, que es necesaria para la replicación de los
telómeros.104 42 La telomerasa es una polimerasa inusual, porque contiene su
propio molde de ARN como parte de su estructura.43

• La transcripción se lleva a cabo por una ARN polimerasa dependiente de ADN


que copia la secuencia de una de las hebras de ADN en ARN. Para empezar a
transcribir un gen, la ARN polimerasa se une a una secuencia del ADN
denominada promotor, y separa las hebras del ADN. Entonces copia la
secuencia del gen en un tránscrito de ARN mensajero hasta que alcanza una
región de ADN denomimada terminador, donde se detiene y se separa del ADN.
Como ocurre con las ADN polimerasas dependientes de ADN en humanos, la
ARN polimerasa II (la enzima que transcribe la mayoría de los genes del
genoma humano) funciona como un gran complejo multiproteico que contiene
múltiples subunidades reguladoras y accesorias.105

Recombinación genética
Estructura de un intermedio en unión de Holliday en la recombinación genética. Las
cuatro hebras de ADN separadas están coloreadas en rojo, azul, verde y amarillo.106
Artículo principal: Recombinación genética

La recombinación implica la rotura y reunión de dos cromosomas homólogos (M y F)


para producir dos cromosomas nuevos reorganizados (C1 y C2).

Una hélice de ADN normalmente no interacciona con otros segmentos de ADN, y en las
células humanas los diferentes cromosomas incluso ocupan áreas separadas en el núcleo
celular denominadas “territorios cromosómicos”.107 La separación física de los
diferentes cromosomas es importante para que el ADN mantenga su capacidad de
funcionar como un almacén estable de información. Uno de los pocos momentos en los
que los cromosomas interaccionan es durante el sobrecruzamiento cromosómico
(chromosomal crossover), durante el cual se recombinan. El sobrecruzamiento
cromosómico ocurre cuando dos hélices de ADN se rompen, se intercambian y se unen
de nuevo.

La recombinación permite a los cromosomas intercambiar información genética y


produce nuevas combinaciones de genes, lo que aumenta la eficiencia de la selección
natural y puede ser importante en la evolución rápida de nuevas proteínas.108 Durante la
profase I de la meiosis, una vez que los cromosomas homólogos están perfectamente
apareados formando estructuras llamadas bivalentes, se produce el fenómeno de
sobrecruzamiento o entrecruzamiento (crossing-over), en el cual las cromátidas
homólogas no hermanas (procedentes del padre y de la madre) intercambian material
genético. La recombinación genética resultante hace aumentar en gran medida la
variación genética entre la descendencia de progenitores que se reproducen por vía
sexual. La recombinación genética también puede estar implicada en la reparación del
ADN, en particular en la respuesta celular a las roturas de doble hebra (double-strand
breaks).109

La forma más frecuente de sobrecruzamiento cromosómico es la recombinación


homóloga, en la que los dos cromosomas implicados comparten secuencias muy
similares. La recombinación no-homóloga puede ser dañina para las células, ya que
puede producir translocaciones cromosómicas y anomalías genéticas. La reacción de
recombinación está catalizada por enzimas conocidas como recombinasas, tales como
RAD51.110 El primer paso en el proceso de recombinación es una rotura de doble hebra,
causada bien por una endonucleasa o por daño en el ADN.111 Posteriormente, una serie
de pasos catalizados en parte por la recombinasa, conducen a la unión de las dos hélices
formando al menos una unión de Holliday, en la que un segmento de una hebra simple
es anillado con la hebra complementaria en la otra hélice. La unión de Holliday es una
estructura de unión tetrahédrica que puede moverse a lo largo del par de cromosomas,
intercambiando una hebra por otra. La reacción de recombinación se detiene por el corte
de la unión y la reunión de los segmentos de ADN liberados.112

Evolución del metabolismo de ADN


El ADN contiene la información genética que permite a la mayoría de los organismos
vivientes funcionar, crecer y reproducirse. Sin embargo, no está claro durante cuánto
tiempo ha ejercido esta función en los ~3000 millones de años de la historia de la vida,
ya que se ha propuesto que las formas de vida más tempranas podrían haber utilizado
ARN como material genético.101 113 El ARN podría haber funcionado como la parte
central de un metabolismo primigenio, ya que puede transmitir información genética y
simultáneamente actuar como catalizador formando parte de las ribozimas.114 Este
antiguo Mundo de ARN donde los ácidos nucleicos funcionarían como catalizadores y
como almacenes de información genética podría haber influido en la evolución del
código genético actual, basado en cuatro nucleótidos. Esto se debería a que el número
de bases únicas en un organismo es un compromiso entre un número pequeño de bases
(lo que aumentaría la precisión de la replicación) y un número grande de bases (que a su
vez aumentaría la eficiencia catalítica de las ribozimas).115

Desgraciadamente, no disponemos de evidencia directa de los sistemas genéticos


ancestrales porque la recuperación del ADN a partir de la mayor parte de los fósiles es
imposible. Esto se debe a que el ADN es capaz de sobrevivir en el medio ambiente
durante menos de un millón de años, y luego empieza a degradarse lentamente en
fragmentos de menor tamaño en solución.116 Algunas investigaciones pretenden que se
ha obtenido ADN más antiguo, por ejemplo un informe sobre el aislamiento de una
bacteria viable a partir de un cristal salino de 250 millones de años de antigüedad,117
pero estos datos son controvertidos.118 119

Sin embargo, pueden utilizarse herramientas de evolución molecular para inferir los
genomas de organismos ancestrales a partir de organismos contemporáneos.120 121 En
muchos casos, estas inferencias son suficientemente fiables, de manera que una
biomolécula codificada en un genoma ancestral puede resucitarse en el laboratorio para
ser estudiada hoy.122 123 Una vez que la biomolécula ancestral se ha resucitado, sus
propiedades pueden ofrecer inferencias sobre ambientes y estilos de vida primigenios.
Este proceso se relaciona con el campo emergente de la paleogenética experimental.124
A pesar de todo, el proceso de trabajo hacia atrás desde el presente tiene limitaciones
inherentes, razón por la cual otros investigadores tratan de elucidar el mecanismo
evolutivo trabajando desde el origen de la Tierra en adelante. Dada suficiente
información sobre la química en el cosmos, la manera en la que las sustancias cósmicas
podrían haberse depositado en la Tierra, y las transformaciones que podrían haber
tenido lugar en la superficie terrestre primigenia, tal vez podríamos ser capaces de
aprender sobre los orígenes para desarrollar modelos de evolución ulterior de la
información genética125 (véase también el artículo sobre el origen de la vida).

Técnicas comunes
El conocimiento de la estructura del ADN ha permitido el desarrollo de multitud de
herramientas tecnológicas que explotan sus propiedades fisicoquímicas para analizar su
implicación en problemas concretos: por ejemplo, desde análisis filogeńeticos para
detectar similitudes entre diferentes taxones, a la caracterización de la variabilidad
individual de un paciente en su respuesta a un determinado fármaco, pasando por un
enfoque global, a nivel genómico, de cualquier característica específica en un grupo de
individuos de interés. 126

Podemos clasificar las metodologías de análisis del ADN en aquellas que buscan su
multiplicación, ya in vivo, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), ya in
vitro, como la clonación, y aquellas que explotan las propiedades específicas de
elementos concretos, o de genomas adecuadamente clonados. Es el caso de la
secuenciación de ADN y de la hibridación con sondas específicas ("southern blot" y
chips de ADN).

Tecnología del ADN recombinante

La tecnología del ADN recombinante, piedra angular de la ingeniería genética, permite


propagar grandes cantidades de un fragmento de ADN de interés, el cual se dice que ha
sido clonado. Para ello, debe introducirse dicho fragmento en otro elemento de ADN,
generalmente un plásmido, que posee en su secuencia los elementos necesarios para que
la maquinaria celular de un hospedador, normalmente Escherichia coli, lo replique. De
este modo, una vez transformada la cepa bacteriana, el fragmento de ADN clonado se
reproduce cada vez que aquella se divide.127

Para clonar la secuencia de ADN de interés, se emplean enzimas como herramientas de


corte y empalme del fragmento y del vector (el plásmido). Dichas enzimas
corresponden a dos grupos: en primer lugar, las enzimas de restricción, que poseen la
capacidad de reconocer y cortar secuencias específicas; en segundo lugar, la ADN
ligasa, que establece un enlace covalente entre extremos de ADN compatibles126 (ver
sección Nucleasas y ligasas).

Secuenciación

La secuenciación del ADN consiste en dilucidar el orden de los nucleótidos de un


polímero de ADN de cualquier longitud, si bien suele dirigirse hacia la determinación
de genomas completos, debido a que las técnicas actuales permiten realizar esta
secuenciación a gran velocidad, lo cual ha sido de gran importancia para proyectos de
secuenciación a gran escala como el Proyecto Genoma Humano. Otros proyectos
relacionados, en ocasiones fruto de la colaboración de científicos a escala mundial, han
establecido la secuencia completa del ADN de muchos genomas de animales, plantas y
microorganismos.

El método de secuenciación de Sanger ha sido el más empleado durante el siglo XX. Se


basa en la síntesis de ADN en presencia de didesoxinucleósidos, compuestos que, a
diferencia de los desoxinucleósidos normales (dNTPs), carecen de un grupo hidroxilo
en su extremo 3'. Aunque los didesoxinucleótidos trifosfatados (ddNTPs) pueden
incorporarse a la cadena en síntesis, la carencia de un extremo 3'-OH imposibilita la
generación de un nuevo enlace fosfodiéster con el nucleósido siguiente; por tanto,
provocan la terminación de la síntesis. Por esta razón, el método de secuenciación
también se denomina «de terminación de cadena». La reacción se realiza usualmente
preparando un tubo con el ADN molde, la polimerasa, un cebador, dNTPs
convencionales y una pequeña cantidad de ddNTPs marcados fluorescentemente en su
base nitrogenada. De este modo, el ddTTP puede ir marcado en azul, el ddATP en rojo,
etc. Durante la polimerización, se van truncando las cadenas crecientes, al azar, en
distintas posiciones. Por tanto, se produce una serie de productos de distinto tamaño,
coincidiendo la posición de la terminación debido a la incorporación del ddNTP
correspondiente. Una vez terminada la reacción, es posible correr la mezcla en una
electroforesis capilar (que resuelve todos los fragmentos según su longitud) en la cual se
lee la fluorescencia para cada posición del polímero. En nuestro ejemplo, la lectura
azul-rojo-azul-azul se traduciría como TATT.128 129

Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)

La reacción en cadena de la polimerasa, habitualmente conocida como PCR por sus


siglas en inglés, es una técnica de biología molecular descrita en 1986 por Kary
Mullis,130 cuyo objetivo es obtener un gran número de copias de un fragmento de ADN
dado, partiendo de una escasa cantidad de aquél. Para ello, se emplea una ADN
polimerasa termoestable que, en presencia de una mezcla de los cuatro
desoxinucleótidos, un tampón de la fuerza iónica adecuada y los cationes precisos para
la actividad de la enzima, dos oligonucleótidos (denominados cebadores)
complementarios a parte de la secuencia (situados a distancia suficiente y en sentido
antiparalelo) y bajo unas condiciones de temperatura adecuadas, moduladas por un
aparato denominado termociclador, genera exponencialmente nuevos fragmentos de
ADN semejantes al original y acotados por los dos cebadores.127

La PCR puede efectuarse como una técnica de punto final, esto es, como una
herramienta de generación del ADN deseado, o como un método continuo, en el que se
evalúe dicha polimerización a tiempo real. Esta última variante es común en la PCR
cuantitativa.126

Southern blot

El método de «hibridación Southern» o «Southern blot» (el nombre original en el


idioma inglés) permite la detección de una secuencia de ADN en una muestra compleja
o no del ácido nucleico. Para ello, combina una separación mediante masa y carga
(efectuada mediante una electroforesis en gel) con una hibridación con una sonda de
ácido nucleico marcada de algún modo (ya sea con radiactividad o con un compuesto
químico) que, tras varias reacciones, dé lugar a la aparición de una señal de color o
fluorescencia. Dicha hibridación se realiza tras la transferencia del ADN separado
mediante la electroforesis a una membrana de filtro. Una técnica semejante, pero en la
cual no se produce la mencionada separación electroforética se denomina dot blot.

El método recibe su nombre en honor a su inventor, el biólogo inglés Edwin


Southern.131 Por analogía al método Southern, se han desarrollado técnicas semejantes
que permiten la detección de secuencias dadas de ARN (método Northern, que emplea
sondas de ARN o ADN marcadas)132 o de proteínas específicas (técnica Western, basada
en el uso de anticuerpos).133

Chips de ADN

Microarray con 37.500 oligonucleótidos específicos. Arriba a la izquierda se puede


apreciar una región ampliada del chip.

Los chips de ADN son colecciones de oligonucleótidos de ADN complementario


dispuestos en hileras fijadas sobre un soporte, frecuentemente de cristal. Se utilizan para
el estudio de mutaciones de genes conocidos o para monitorizar la expresión génica de
una preparación de ARN.

Aplicaciones
Ingeniería genética

La investigación sobre el ADN tiene un impacto significativo, especialmente en el


ámbito de la medicina, pero también en agricultura y ganadería (donde los objetivos son
los mismos que con las técnicas tradicionales que el hombre lleva utilizando desde hace
milenios - la domesticación, la selección y los cruces dirigidos - para obtener variedades
de animales y plantas más productivos). La moderna biología y bioquímica hacen uso
intensivo de la tecnología del ADN recombinante, introduciendo genes de interés en
organismos, con el objetivo de expresar una proteína recombinante concreta, que puede
ser:

• aislada para su uso posterior: por ejemplo, se pueden transformar


microorganismos para convertirlos en auténticas fábricas que producen grandes
cantidades de sustancias útiles, como insulina o vacunas, que posteriormente se
aislan y se utilizan terapéuticamente.134 135 136
• necesaria para reemplazar la expresión de un gen endógeno dañado que ha dado
lugar a una patología, lo que permitiría el restablecimiento de la actividad de la
proteína perdida y eventualmente la recuperación del estado fisiológico normal,
no patológico. Este es el objetivo de la terapia génica, uno de los campos en los
que se está trabajando activamente en medicina, analizando ventajas e
inconvenientes de diferentes sistemas de administración del gen (virales y no
virales) y los mecanismos de selección del punto de integración de los elementos
genéticos (distintos para los virus y los transposones) en el genoma diana.137 En
este caso, antes de plantearse la posibilidad de realizar una terapia génica en una
determinada patología, es fundamental comprender el impacto del gen de interés
en el desarrollo de dicha patología, para lo cual es necesario el desarrollo de un
modelo animal, eliminando o modificando dicho gen en un animal de
laboratorio, mediante la técnica ‘’knockout’’.138 Sólo en el caso de que los
resultados en el modelo animal sean satisfactorios se procedería a analizar la
posibilidad de restablecer el gen dañado mediante terapia génica.

• utilizada para enriquecer un alimento: por ejemplo, la composición de la leche


(una importante fuente de proteínas para el consumo humano y animal) puede
modificarse mediante transgénesis, añadiendo genes exógenos y desactivando
genes endógenos para mejorar su valor nutricional, reducir infecciones en las
glándulas mamarias, proporcionar a los consumidores proteínas antipatógenas y
preparar proteínas recombinantes para su uso farmacéutico.139 140

• útil para mejorar la resistencia del organismo transformado: por ejemplo en


plantas se pueden introducir genes que confieren resistencia a patógenos (virus,
insectos, hongos…), así como a agentes estresantes abióticos (salinidad,
sequedad, metales pesados…).141 142 143

Medicina forense

Los médicos forenses pueden utilizar el ADN presente en la sangre, el semen, la piel, la
saliva o el pelo en la escena de un crimen para identificar al responsable. Esta técnica se
denomina huella genética, o también "perfil de ADN". Al realizar la huella genética, se
compara la longitud de secciones altamente variables de ADN repetitivo, como los
microsatélites, entre personas diferentes. Este método es frecuentemente muy fiable
para identificar a un criminal.144 Sin embargo, la identificación puede complicarse si la
escena está contaminada con ADN de personas diferentes.145 La técnica de la huella
genética fue desarrollada en 1984 por el genetista británico Sir Alec Jeffreys,146 y fue
utilizada por primera vez en medicina forense para condenar a Colin Pitchfork en los
asesinatos de Narborough (UK) en 1983 y 1986.147 Se puede requerir a las personas
acusadas de ciertos tipos de crímenes que proporcionen una muestra de ADN para
introducirlos en una base de datos. Esto ha facilitado la labor de los investigadores en la
resolución de casos antiguos, donde sólo se obtuvo una muestra de ADN de la escena
del crimen, en algunos casos permitiendo exonerar a un convicto. La huella genética
también puede utilizarse para identificar víctimas de accidentes en masa,148 o para
realizar pruebas de consanguinidad.149
Bioinformática

La bioinformática implica la manipulación, búsqueda y extracción de información de


los datos de la secuencia del ADN. El desarrollo de las técnicas para almacenar y buscar
secuencias de ADN ha generado avances en el desarrollo de software de los
ordenadores, para muchas aplicaciones, especialmente algoritmos de búsqueda de
frases, aprendizaje automático y teorías de bases de datos.150 La búsqueda de frases o
algoritmos de coincidencias, que buscan la ocurrencia de una secuencia de letras dentro
de una secuencia de letras mayor, se desarrolló para buscar secuencias específicas de
nucleótidos.151 En otras aplicaciones como editores de textos, incluso algoritmos simples
pueden funcionar, pero las secuencias de ADN pueden generar que estos algoritmos
presenten un comportamiento de casi-el-peor-caso, debido al bajo número de caracteres.
El problema relacionado del alineamiento de secuencias persigue identificar secuencias
homólogas y localizar mutaciones específicas que las diferencian. Estas técnicas,
fundamentalmente el alineamiento múltiple de secuencias, se utilizan al estudiar las
relaciones filogenéticas y la función de las proteínas.152 Las colecciones de datos que
representan secuencias de ADN del tamaño de un genoma, tales como las producidas
por el Proyecto Genoma Humano, son difíciles de usar sin anotaciones, que marcan la
localización de los genes y los elementos reguladores en cada cromosoma. Las regiones
de ADN que tienen patrones asociados con genes que codifican proteínas – o ARN –
pueden identificarse por algoritmos de localización de genes, lo que permite a los
investigadores predecir la presencia de productos génicos específicos en un organismo
incluso antes de que haya sido aislado experimentalmente.153

Nanotecnología de ADN

La estructura de ADN de la izquierda (mostrada de forma esquemática) se auto-


ensambla en la estructura visualizada por microscopía de fuerza atómica a la derecha.
La nanotecnología de ADN es el campo que busca diseñar estructuras a nanoescala
utilizando las propiedades de reconocimiento molecular de las moléculas de ADN.
Imagen de Strong, 2004. Plantilla:Doi-inline
Véase también: Nanotecnología

La nanotecnología de ADN utiliza las propiedades únicas de reconocimiento molecular


del ADN y otros ácidos nucleicos para crear complejos ramificados auto-ensamblados
con propiedades útiles. En este caso, el ADN se utiliza como un material estructural,
más que como un portador de información biológica.154 Esto ha conducido a la creación
de láminas periódicas de dos dimensiones (ambas basadas en azulejos, así como usando
el método de ADN origami155 ), además de estructuras en tres dimensiones con forma de
poliedros.

Historia y antropología

A lo largo del tiempo, el ADN almacena mutaciones que se heredan y, por tanto,
contiene información histórica, de manera que comparando secuencias de ADN, los
genetistas pueden inferir la historia evolutiva de los organismos, su filogenia.156 La
investigación filogenética es una herramienta fundamental en biología evolutiva. Si se
comparan las secuencias de ADN dentro de una especie, los genetistas de poblaciones
pueden conocer la historia de poblaciones particulares. Esto se puede utilizar en una
amplia variedad de estudios, desde ecología hasta antropología, como ilustra el análisis
de ADN llevado a cabo para identificar las Diez Tribus Perdidas de Israel.157 158 Por otro
lado, el ADN también se utiliza para estudiar relaciones familiares recientes.

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