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ia-sistema-nervioso-encefalo.html

ANATOMIA Y BIOLOGIA DEL SISTEMA NERVIOSO


 
 
ANATOMIA CEREBRAL
 
EL ENCEFALO
Conocer la anatomía y la fisiología del sistema nervioso humano y en especial
la del encéfalo o cerebro es una tarea de enorme dificultad. A lo largo de la
historia los científicos han deseado saber y conocer todo sobre el cerebro
humano y su funcionamiento.
Las funciones del cerebro son tan admirables como misteriosas. En el cerebro
se producen el pensamiento, los recuerdos, las creencias, el comportamiento,
el estado de ánimo, la imaginación, el descubrimiento y la invención, etc. Aquí
tenemos la sede de la inteligencia y el control de todo el organismo,
coordinamos las facultades del movimiento, el tacto, el olfato, el oído, la vista,
la homeostasis general de todo el organismo, etc. Desde aquí podemos
comunicarnos con los demás, entender las matemáticas y visualizar  las formas
geométricas, componer, apreciar o crear la música o cualquier arte, etc. El
cerebro incluso está dotado de capacidad para visualizar y planificar con
anticipación e incluso crearse fantasías u obras que nunca jamás han existido.
El encéfalo es el centro donde las sensaciones se registran, se relacionan una
con otras y con esta información almacenada se toman decisiones y se lleva a
la acción. Nuestro cerebro dirige nuestra conducta y puede dirigir la conducta
de los demás, mediante la manipulación y el poder mental de un Ser preparado
o de una organización, podemos ser “comidos el coco” o manejados por un
poder y dominio mental superior al nuestro...
Las posibilidades del cerebro humano son únicas, cuantiosas y valiosas, pues
de él sólo conocemos un 10% de su capacidad. Es capaz de revisar y analizar
todos los estímulos, tanto si proceden de los órganos internos como de la
superficie corporal, de los ojos, oídos, nariz, tacto, etc. y en respuestas a estos
estímulos corrige las respuestas corporales, la actitud y el funcionamiento de
los órganos internos. Nunca una computadora se podrá comparar con las
posibilidades del cerebro humano.
Por supuesto que tanta sofisticación tiene su precio, pues el cerebro necesita
una alimentación constante con una demanda de flujo sanguíneo y oxígeno
muy elevada y continua, supone el 29% de la sangre que sale del corazón. Una
insuficiencia circulatoria que dure más de 10 segundos puede causar una
perdida de conciencia, llamado síncope. El volumen craneal medio es de unos
1400 cm. cúbico, su peso suele ser del 2 % del peso corporal y viene a
consumir el 20% de los recursos energéticos del organismo.  En los primeros
años del crecimiento del bebe el consumo del cerebro del total de los recursos
energéticos del organismo puede llegar hasta el 50%. Esto nos indica la
importancia que le da el cuerpo a la alimentación del órgano más importante
del cuerpo, el cerebro.
 
El cerebro forma la capa principal del encéfalo y esta sostenido entre el
diencéfalo y el tronco del encéfalo. El cerebro esta formado por la corteza
cerebral, una capa de sustancia gris de 2 a 4 Mm. de grosor, en donde hay
miles de millones de neuronas y como su nombre indica se encuentra por la
parte exterior del cerebro. Por debajo de la corteza cerebral está la sustancia
blanca cerebral.
El cerebro forma unos pliegues en su corteza cerebral llamados
circunvoluciones. Se les denomina fisuras a los pliegues profundos y surcos a
los de menos profundidad. Este hecho de los pliegues cerebrales o
circunvoluciones es debido a que durante el crecimiento embrionario del
cerebro la sustancia gris crece más rápida que la sustancia blanca subyacente.
La fisura más importante del cerebro se llama la fisura longitudinal, que separa
casi por completo el cerebro en dos hemisferios, el derecho y el izquierdo.
Estos hemisferios están conectados en su parte mas profunda por sustancia
blanca  que forma un haz de fibras transversales llamado cuerpo calloso. Entre
los dos hemisferios cerebrales se encuentra una extensión de la dura madre
llamada hoz del cerebro, que forma una membrana sagital que separa los dos
hemisferios. Cada hemisferio cerebral se encuentra dividido por sus surcos o
fisuras en cuatro lóbulos, cuyos nombres están relacionados con los nombres
de los huesos que los cubren.
 
Macroscópicamente ambos hemisferios cerebrales parecen iguales, aunque
existen pequeñas y sutiles diferencias anatómicas entre ellos. Lo que sí existen
son importantes diferencias funcionales entre ellos, que detallaremos
brevemente. El hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo y el
hemisferio derecho controla el lado izquierdo del cuerpo. El hemisferio
izquierdo controla o tiene mayor influencia en el lenguaje hablado y escrito, las
habilidades numéricas y científicas, para la capacidad de utilizar y comprender
el significado de los signos y para el razonamiento. El hemisferio derecho es
más importante para la capacidad musical y artística, para la imaginación, para
la intuición, para la percepción del espacio y de los patrones y para la
generación de imágenes mentales, visuales, auditivas, táctiles, gustativas y
olfativas y comparar las relaciones entre ellas.
También tenemos en el centro del encéfalo los ganglios de la base que son
varios grupos de núcleos situados en cada uno de los hemisferios cerebrales.
 
 En el limite interno del cerebro y en el suelo del diencéfalo y rodeando el
tronco del encéfalo tenemos un anillo de fibras llamado sistema límbico. Este
sistema esta formado por varias regiones de sustancia gris, con características
formas y nombres variados, que no enumeraremos en este libro. El sistema
límbico interviene en aspectos emocionales relacionados con la supervivencia.
Por eso existe una relación entre la memoria y las emociones, por ello los
acontecimientos que reproducen una fuerte respuesta emocional son
guardados en la memoria con mayor eficacia que los que no. El sistema límbico
controla la mayor parte de los aspectos involuntarios de la conducta. Los
recientes experimentos demuestran que este sistema se asocia con el placer y
con el dolor.
Los tres principales componentes del  encéfalo son: el cerebro propiamente
dicho, el tronco encefálico y el cerebelo.

Hipocampo
La formación hipocampal está situada en la superficie media de del lóbulo
temporal. Le llega información del córtex, y a su vez envía señales neuronales
al hipotálamo y el área septal a través del fórnix.
La principal función del hipocampo es la de la consolidación de la memoria y el
aprendizaje. Una lesión en esta zona produce amnesia anterógrada, o sea de
los aconecimientos ocurridos después de la lesión, afectando así a los
recuerdos de hechos específicos, pero curiosamente no afecta al aprendizaje
de nuevas capacidades o habilidades. Por ejemplo, una persona podría
aprender a montar en bicicleta después de la lesión, pero no recordaría haber
visto nunca una bicicleta.

Corteza cerebral

La corteza cerebral es la parte más voluminosa del encéfalo. Una hendidura


profunda, denominada cisura longitudinal, lo divide en dos hemisferios, derecho
e izquierdo.
La corteza es una fina lámina de neuronas interconectadas que forman una
capa de unos milímetros de grosor y que recubre la superficie irregular de los
hemisferios cerebrales. La superficie de cada hemisferio presenta un conjunto
de prominencias y surcos (o cisuras) que proporcionan a la corteza una
apariencia plegada, de tal forma que sólo un tercio de esta queda expuesta a la
superficie.

  Tres de estas cisuras sirven para delimitar ciertas áreas del cerebro. Son: 1)
surco central o cisura de Rolando, 2) surco lateral o cisura de Silvio, y 3) surco
parietooccipital. Las eminencias situadas entre los surcos reciben el nombre de
circunvoluciones o pliegues. La circunvolución central anterior se sitúa por
delante del surco central, y la circunvolución central posterior se coloca
inmediatamente detrás del surco central.

Cada hemisferio se divide en cuatro grandes lóbulos: frontal, parietal, temporal


y occipital. En general, los lóbulos se sitúan debajo de los huesos que llevan el
mismo nombre. Así, el lóbulo frontal descansa en las profundidades del hueso
frontal, el lóbulo parietal debajo del hueso parietal, el lóbulo temporal debajo del
hueso temporal y el lóbulo occipital debajo de la región correspondiente a la
protuberancia del occipital.

Los surcos o cisuras mencionadas anteriormente actúan como estructuras


limítrofes entre algunos de los lóbulos cerebrales. El surco central se localiza
entre los lóbulos frontal y parietal. El surco lateral separa el lóbulo temporal
situado debajo de los lóbulos frontal y parietal situados encima. El surco
parietooccipital puede visualizarse en la superficie central del cerebro.

 
El cerebro esta dividido en dos mitades, los hemisferios cerebrales derecho e
izquierdo, que están conectados en el centro por fibras nerviosas conocidas
como el cuerpo calloso. El cerebro a la vez se divide en cuatro lóbulos: el
frontal, el parietal, el occipital y el temporal.
El lóbulo frontal controla la actividad motora aprendida como la articulación del
lenguaje, el estado de ánimo, el pensamiento y la planificación del futuro. En la
mayoría de las personas el lóbulo frontal izquierdo controla el centro del
lenguaje.
El lóbulo parietal interpreta las sensaciones que recibe del resto del cuerpo y
controla el movimiento corporal.
El lóbulo occipital interpreta la visión.
Los lóbulos temporales permiten la identificación de personas y objetos y de
aquí dependen las emociones y la memoria. Aquí se recuerdan y procesan
recuerdos del pasado y se inicia la comunicación y las acciones.
Debajo del cerebro en su base existen una serie de células nerviosas
dispuestas de forma estructurada, que se denominan ganglios básales, el
tálamo y el hipotálamo. Los ganglios básales colaboran en la coordinación de
los movimientos, el tálamo organiza la transmisión y recepción de la
información sensorial a las capas altas del cerebro, la corteza cerebral. El
hipotálamo coordina las actividades más automáticas del organismo, controla
los estrados de sueño y vigilia y regula el equilibrio del agua y la temperatura
corporal.
El cerebelo esta localizado debajo del cerebro y encima del tronco encefálico,
su función es la de coordinar los movimientos corporales, basándose en la
información que recibe del cerebro sobre la posición de brazos y piernas y su
tono muscular. Contribuye a la precisión y uniformidad de los movimientos.
Tanto el cerebro y la médula espinal están envueltas en tres membranas
llamadas meninges, que de afuera adentro son: la dura madre, la aracnoides y
la piamadre.
El tronco encefálico regula automáticamente otras actividades fundamentales
del organismo. Interviene en el control de la deglución, la velocidad con la que
comemos y las señales de hambre. Interviene en el mantenimiento de la
postura y en la frecuencia respiratoria y cardiaca. Si se produjera una lesión
grave en el organismo todas estas actividades automáticas dejarían de
funcionar y sobrevendría la muerte.
El hemisferio izquierdo del cráneo humano es el encargado de las respuestas
más analíticas y matemáticas y gobierna la parte derecha del cuerpo. Sin
embargo, el hemisferio derecho del cráneo es más imaginativo, poético,
filosófico, etc., este hemisferio gobierna la parte izquierda del cuerpo. Estos
hemisferios pueden estar más estimulados o más inhibidos. Se sabe que
cualquier hemisferio cerebral podría hacer la función del otro.
El perfecto equilibrio entre el lado derecho y el izquierdo viene dado por la
simetría, la amplitud y el ritmo del líquido cefalorraquídeo.
Si se produce mayor llenado del líquido cefalorraquídeo hay mayor efecto
vasoconstrictor y mayor riesgo de ataque cerebral. La cabeza está llena de
membranas intracraneales que cubren y hacen repliegues para formar los
ventrículos. En estos ventrículos se forma y se almacena el líquido
cefalorraquídeo. En uno de estos ventrículos existen unas células muy
especializadas que se encargan de transformar la sangre que llega a través de
las venas en líquido cefalorraquídeo.
Hay dos ventrículos laterales, un tercer ventrículo menor, un cuarto ventrículo
en la zona occipital de donde baja el líquido cefalorraquídeo al sistema
medular, por varios agujeros.
Con nuestras manos no podemos llegar al cerebro, excepto a este cuarto
ventrículo. Todos los ventrículos están interconectados por espacios y el líquido
cefalorraquídeo se mueve por estos espacios. Es un sistema semi-cerrado que
mantiene la hidrostática en el interior del cráneo humano.
El líquido cefalorraquídeo circula a través de toda la materia cerebral.
Estas membranas intracraneales o fascias, están formadas por la dura madre,
la aracnoides y la pía madre. La dura madre es la parte más fuerte de la
membrana y, por tanto, está en el exterior para proteger. La dura madre se
adhiere al periostio intracraneal. La aracnoides es la membrana intermedia, es
esponjosa y llena de elementos fibro-elásticos, sujeta los troncos y dispone de
un espacio vacío que es por donde circula el líquido cefalorraquídeo. La pía
madre esta más vascularizada y se introduce en la masa cerebral. Todo esto
son fascias, como la que se encuentra en la médula espinal. Gracias a que la
dura madre se adhiere a la bóveda craneal y a la pulsación del líquido
cefalorraquídeo que circula por la aracnoides es por lo cual los huesos del
cráneo reciben ese movimiento de flexión y extensión o movimiento respiratorio
primario.
El cerebro y sus meninges están contenidos en una estructura ósea, resistente
y protectora, el cráneo. El líquido cefalorraquídeo es un elemento muy
especializado que baña la superficie del cerebro entre sus meninges y llena los
espacios intracerebrales llamados los ventrículos, dando protección y alimento
a todo el interior del cráneo y al hueso mismo.
El fluido cerebro espinal (FCE) circula alrededor del cerebro y de la médula
espinal en el espacio subaracnoideo y dentro del cerebro en los
compartimentos del fluido: los ventrículos, la cisterna, el canal central de la
médula y los diversos canales que conectan estos espacios. El impulso rítmico
cráneo-sacral da cierto tipo de movimiento a las neuronas y a todo el sistema
nervioso central.
Las tres membranas concéntricas denominadas meninges  que rodean el
sistema nervioso central (SNC), son. La duramadre es la membrana externa y
forma una cubierta de tejido conjuntivo denso que rodea el SNC, es la más
resistente de todas las membranas y se adhiere al hueso del cráneo. La
piamadre que íntimamente rodea el contorno del cerebro y de la médula,
adhiriéndose a ellos, es la meninge interna, esta se extiende en la médula
formando compartimentos. Entre estas dos membranas existe una capa
transparente denominada la aracnoides, la cual se extiende como una telaraña,
con las trabéculas aracnoideas. El espacio entre el aracnoides y la piamadre se
le llama espacio subaracnoideo. Éste está lleno de trabéculas aracnoideas y de
fluido cerebroespinal (FCE), en este espacio también se encuentran los vasos
arteriales que pasan al cerebro, esta es la meninge central que sirve de canal
para él líquido cefalorraquídeo.
 

Diencéfalo
El diencéfalo es una estructura situada en la parte interna central de los
hemisferios cerebrales. Se encuentra entre los hemisferios y el tronco del
encéfalo, y a través de él pasan la mayoría de fibras que se dirigen hacia la
corteza cerebral.

El diencéfalo se compone de varias partes: tálamo, hipotálamo, subtálamo y


epitálamo.

El tálamo está formado por dos cuerpos ovoides de 3 cm de largo y


aproximadamente 1,5 cm de espesor, que se asienta en la profundidad de cada
hemisferio cerebral. El tercer ventrículo separa entre sí ambos tálamos, aunque
éstos permanecen unidos gracias a un puente de tejido talámico denominado
masa intermedia, que se extiende entre ambos. Los tálamos son masas de
substancia gris, por lo que contienen cuerpos neuronales y numerosas
conexiones sinápticas. Desde un punto de vista funcional, el tálamo es una
estación de relevo sensitivo. Los impulsos nerviosos hacen una escala a nivel
talámico, estableciendo sinapsis antes de proseguir su recorrido hacia el córtex
cerebral. El tálamo constituye también un centro sensitivo primitivo que sirve
para registrar un tipo de sensación generalizada e imprecisa.

El hipotálamo se localiza, como su nombre indica, debajo del tálamo. Presenta


una gran variedad de funciones, algunas de ellas bastante insólitas. Por
ejemplo, produce como mínimo dos hormonas (oxitocina y vasopresina) y
contiene centros que regulan la actividad de la hipófisis anterior, el sistema
nervioso autónomo, la temperatura corporal y la ingesta de agua y alimentos.
Además, el hipotálamo se relaciona con el estado de vigilia y la sensibilidad
emocional. En animales de laboratorio, como el gato, la liberación de la
influencia inhibidora que ejerce sobre el hipotálamo la corteza cerebral origina
la aparición de estallidos de violencia ante la más pequeña provocación.

El subtálamo está delante del tálamo y al lado del hipotálamo, su función


principal se relaciona con el movimiento corporal. Las vías neuronales que lo
atraviesan van hacia el tálamo, el cerebelo y los ganglios basales.

El epitálamo se sitúa en la parte posterior del diencéfalo, al lado del


mesencéfalo. Está formado por la glándula pineal o epífisi y los núcleos de la
habénula. La epífisi es una glándula endocrina que segrega la hormona de la
melatonina, esta secreción está relacionada con la cantidad de luz solar
existente, a más luz más se segregará. la habénula tiene la función de
favorecer la comunicación entre el sistema límbico y la formación reticular.
pie3(); Núcleo estriado

El núcleo estriado está formado por: caudado, putamen y globo pálido. El


núcleo estriado está en el interior de los hemisferios cerebrales, en la base de
cada hemisferio y su función está relacionada con el movimiento corporal.  Este
núcleo forma parte de un sistema funcional mayor llamado sistema de ganglios
basales, formado por el cuerpo estriado, el subtálamo y la sustancia negra. La
lesión de cualquiera de estas estructuras puede provocar alteraciones en el
control de los movimientos (temblor, tics, etc.).

  El caudado tiene forma de C visto lateralmente, sigue el curso del ventrículo


lateral. Al conjunto del caudado y el putamen también se le denomina
neoestriado, y al globo pálido paleoestriado.
pie3();  
Sistema límbico
El sistema límbico está compuesto por un conjunto de estructuras cuya función
está relacionada con las respuestas emocionales, el aprendizaje y la memoria.
Nuestra personalidad, nuestros recuerdos y en definitiva el hecho de ser como
somos, depende en gran medida del sistema límbico.

Los componentes de este sistema son: amígdala, tálamo, hipotálamo, hipófisis,


hipocampo, el área septal (compuesta por el fórnix, cuerpo calloso y fibras de
asociación), la corteza orbitofrontal y la circunvolución del cíngulo.
pie3();  
Corteza somatosensorial
Esta figura muestra las áreas somatosensoriales primarias de la corteza
cerebral, es un gráfico donde se representan las zonas del córtex humano
donde se reconocen, organizan e integran las sensaciones provinientes de las
distintas partes del cuerpo. Como puede observarse, no todas las partes el
cuerpo requieren de la misma "cantidad" de corteza especializada.

Las áreas somestésicas o áreas de la sensibilidad general, se localizan en la


circunvolución central posterior. En esta zona se registran las sensaciones de
calor, frío, tacto, presión, dolor y la sensibilidad propioceptíva (sentido de la
posición y equilibrio muscular). Cada circunvolución recibe las sensaciones
procedentes del lado opuesto del organismo. La disposición de las partes del
cuerpo representadas en la circunvolución sigue también un orden inverso, de
manera que las áreas sensitivas de los pies se localizan en el extremo superior
del córtex, mientras que las áreas para la cabeza ocupan el extremo inferior.

Las áreas motoras se localizan en las circunvoluciones centrales superiores.


Cada circunvolución controla la actividad del músculo esquelético que ocupa el
lado opuesto del organismo. Las diversas partes del organismo representadas
en la circunvolución se disponen escalonadamente, de arriba abajo, de modo
que la porción superior de la circunvolución controla los movimientos de la
extremidad inferior opuesta, mientras que la zona inferior de la circunvolución
controla la cabeza y el cuello. Algunas partes del organismo, como la mano y la
cara, están más representadas que otras. Ello se debe a la capacidad de tales
partes para efectuar movimientos más delicados.

El área promotora, relacionada también con la actividad motora, ocupa una


posición inmediatamente anterior a la circunvolución precentral. La
estimulación de esta área se traduce en la aparición de una serie de
movimientos de naturaleza generalizada, como la rotación de la cabeza, giros
del tronco y movimientos generales de las extremidades.
Las áreas del lenguaje, o áreas de Broca, se localizan en el lóbulo frontal. En
una persona diestra las áreas del lenguaje están mejor desarrolladas en la
corteza cerebral izquierda. En un zurdo están más desarrolladas las áreas del
lenguaje derechas.

Las áreas visuales se localizan en el lóbulo occipital. En el lóbulo occipital


izquierdo se registran los impulsos que se originan en la parte izquierda de
cada globo ocular, mientras que en el lóbulo occipital derecho se registran los
impulsos que se originan en la parte derecha.

Las áreas auditivas se localizan en la circunvolución temporal superior. Cada


lóbulo temporal recibe impulsos auditivos procedentes tanto del oído derecho
como del izquierdo. Ello se debe a que un número considerable de neuronas
encargadas de transmitir los impulsos auditivos no siguen la vía contralateral,
sino que se dirigen al lóbulo temporal del mismo lado.

El área primaria olfativa se localiza en la superficie medial del lóbulo temporal,


y el área primaria gustativa en la cara anterior de la circunvolución central
posterior del lóbulo parietal.

Existen otras áreas llamadas áreas de asociación. Las situadas en el lóbulo


parietal participan en la integración de la información sensitiva procedente de
las áreas somestésica, auditiva, visual y gustativa. Las áreas de asociación
parietales correlacionan información acerca de las diversas partes del
organismo. Las áreas asociativas situadas en la región posterior del lóbulo
temporal se relacionan con la integración de datos sensitivos. La afasia visual y
auditiva (incapacidad para comprender la palabra oral y escrita) puede
asociarse a lesiones de estas áreas asociativas. Las áreas de asociación
localizadas en la porción anterior del lóbulo temporal se relacionan con gran
variedad de experiencias, aparte de las audiovisuales. Esta porción anterior del
lóbulo temporal se ha denominado corteza psíquica a causa de su relación con
experiencias pasadas.

Las actividades superiores tales como el discernimiento, razonamiento y


abstracción dependen también de la corteza cerebral. La parte anterior del
lóbulo frontal, denominada área prefrontal, se halla en relación con estos
procesos mentales característicos del ser humano. La corteza cerebral ejerce
también una influencia de carácter inhibitorio sobre las partes inferiores del
sistema nervioso central. 
pie3();  
 
Dentro del cráneo en un plano sagital, encontramos la fascia vertical,
compuesta de la hoz del cerebro y la hoz del cerebelo. Su origen está en la
cresta galo-aracnoides y acaba en el agujero occipital. En un plano horizontal
encontramos la fascia horizontal, como una hoja en posición horizontal. El
tentórium es la tienda del cerebro. Esta fascia se origina en el esfenoides y está
conectada con el etmoides, con los parietales y con el occipital. El esfenoides
es un hueso en forma de mariposa y sus alas se van a los lados, por tanto este
hueso es la llave maestra de todos los demás huesos craneales. En el
tratamiento craneal este hueso es de suma importancia, ya que esta en
contacto con todos los demás huesos craneales.
Las fascias se conectan con todo el cuerpo, es un tejido elástico, por tanto, se
puede arrastrar y esto puede producir asimetría de ritmo.
Por ejemplo un golpe en el cerebro, afecta a la fascia de la hoz del cerebro,
éste a la hoz del cerebelo, éste a la fascia del foramen mágnum (agujero
occipital). De aquí se puede afectar a la túnica plexocaroteidea, éste al foramen
de la carótida, éste a la fascia del pericardio, éste a la bolsa mediastínica, de
aquí al diafragma, y luego a la inserción facial del psoas, luego a la articulación
coxofemoral, luego a la fascia del tensor, de ahí a la túnica del peroné y luego a
la fascia plantar. Este viaje a través de las fascias, nos dice que un impacto en
el cerebro, por las ondas de choque puede dar problemas en el apoyo plantar,
en la zona lumbar, etc.
Todas las fascias están perfectamente conectadas en las dimensiones
verticales y en las dimensiones horizontales. Por ejemplo, un susto repentino,
entra por vía óptica y afecta a la fascia del Tentórium. Un estrés acústico
produce una tracción a la fascia del temporal, etc., y de aquí puede viajar la
tensión hasta el pie.
Hay que normalizar la presión hidrodinámica existente en el cráneo. Por el
principio de tensión de membranas, todo nos afecta y la membrana de arriba
por tensión recíproca de las membranas puede dar dolor lumbar.
Un trauma antiguo produce una tensión anormal así como dolor. Estamos
llegando a las causas del dolor, no nos interesan sus efectos.
Las membranas están sujetas a todas las suturas. Si hay estrés en la
membrana, hay un bloqueo en las suturas. El trabajo del terapeuta cráneo
sacral es dar movilidad a las suturas y relajar las membranas.
El cráneo consta de 28 huesos con un gran número de suturas y si la
naturaleza hubiera querido hacer un casco sólido y rígido lo habría hecho y el
cráneo estaría formado por una sola pieza. Sin embargo, no es así y cada
sutura tiene una misión importante.
El cerebro es blando y gelatinoso y la médula espinal es solo un poco más
firme. Se está observando la posibilidad de que las neuronas giren como si de
algas en el océano se tratara, debido a la onda liquida o fuerza rítmica que el
líquido cefalorraquídeo ejerce al atravesar el parénquima cerebral.
 
Las cisternas.
En ciertas zonas, la pía madre y la aracnoides están ampliamente separadas
creando unos espacios o sacos meníngeos llenos de LCR, llamados cisternas.
En la base del cerebro y alrededor del bulbo raquídeo está la cisterna
subaracnoidea. Entre la médula y el cerebelo está la cisterna mayor, la cisterna
magna, dentro de la cual se abre el foramen del cuarto ventrículo.
Otras cisternas de tamaño significativo son las del puente, la interpeduncular, la
quiasmática y la superior
Abajo, en la base de la médula espinal, en el segmento lumbo-sacro está la
cisterna lumbar. Esta contiene el hilo terminal y las 32 raíces de nervios de la
cola de caballo de la médula. Es de esta cisterna que se extrae el fluido
cerebroespinal cuando por algún caso clínico es necesario hacer una punción
lumbar. Desde esta cisterna el LCR se dirige hacia la zona lumbar espinal.
 
DIBUJO  5   LAS SISTERNAS CRANEALES
 
Los ventrículos.
En el interior de la médula espinal encontramos el canal central, que al subir al
cerebro se ensancha formando un sistema especializado de espacios llamados
ventrículos. Estos tienen una forma tridimensional en forma de T.
Hay dos ventrículos mayores de forma más compleja que son los dos laterales,
que tienen una forma de asta, las cuales se adaptan a la forma de cada
hemisferio cerebral. Los diversos ventrículos permiten el flujo del FCE.
Los ventrículos laterales pueden dividirse en cinco partes:

1. Cuerno anterior
2. Cuerpo ventricular
3. Trígono colateral
4. Cuerno inferior (temporal)
5. Cuerno posterior (occipital)
Cada ventrículo lateral se comunica con el tercer ventrículo, por el agujero
interventricular de Monro. El cuarto ventrículo esta en la línea media como el
tercero y es amplio y poco profundo. Este cuarto ventrículo es una cavidad en
forma de romboide, que cubre el puente y la médula y que se extiende en su
parte superior desde el canal central de su parte superior de la médula espinal
cervical hasta el acueducto de Silvio. Éste acueducto comunica los ventrículos
tercero y cuarto.
Además, existen tres pequeñas aberturas en el aspecto caudal del cuarto
ventrículo: el agujero de Magendie en la línea media, y los dos agujeros
laterales de Luschka que comunican con el espacio subaracnoideo.
 

Ventrículos
Los ventrículos cerebrales están compuestos por varias partes: los ventrículos
laterales, el tercer ventrículo y el cuarto ventrículo. El líquido cefalorraquídeo se
encuentra en el interior de este sistema ventricular.

El líquido cefalorraquídeo es un líquido acuoso que se localiza en los


ventrículos y en los espacios subaracnoideos. Está producido por los plexos
coroideos de los ventrículos, que son como ovillos capilares cubiertos por
células epiteliales. Estas células absorben el líquido acuoso de la corriente
sanguínea y lo segregan al interior de los ventrículos. El líquido cefalorraquídeo
pasa a continuación desde los ventrículos al interior del espacio subaracnoideo
a través de las tres aberturas u orificios situados en el cuarto ventrículo. Una
vez en el espacio subaracnoideo, se absorbe y vuelve a la corriente sanguínea
a través de la membrana aracnoidea, concretamente a través de las
vellosidades aracnoideas.

Cualquier obstrucción en la circulación del líquido cefalorraquídeo da como


resultado la aparición de un crecimiento ventricular conocido con el nombre de
hidrocefalia. Esta afección puede originar un crecimiento global de la cabeza si
ocurre a una edad temprana, cuando los huesos de la cavidad craneal no se
han unido de manera definitiva. El líquido cefalorraquídeo, producido de
manera continua a partir de la sangre por los plexos coroideos, no puede ser
adecuadamente reabsorbido en caso de hidrocefalia.

El ser humano posee por término medio un volumen de líquido cefalorraquídeo


que oscila alrededor de 135 ml. Este líquido forma una especie de manto
protector contra eventuales contusiones o movimientos bruscos de la cabeza,
que de lo contrario repercutirían gravemente en la integridad encefálica. Por
otra parte, sirve también como medio de derivación hacia la cavidad raquídea
del volumen líquido contenido en la cavidad craneal. Por ejemplo, si en la
cavidad craneal penetran cantidades excesivas de sangre, la derivación de
líquido al interior de la cavidad espinal sirve para acomodar las cantidades
adicionales de sangre en el compartimiento craneal. El líquido cerebroespinal
también puede servir para el transporte de substancias nutritivas.
 
  
Las superficies de los ventrículos  cerebrales están tapizada de un fino epitelio
cuboidal, el epéndimo y el LCR esta en contacto con toda esta superficie.
Las membranas epiglial y epéndimo-glial son muy permeables y se produce
constantemente la difusión del líquido extra celular craneal (LEC) y el LCR. El
LCR ventricular interno se difunde en el LEC ventricular y éste en el espacio
subaracnoideo uniéndose al LCR externo. De este modo el LCR riega
continuamente el parénquima cerebral, gracias a que estas membranas epiglial
y epéndimo-glial son permeables en ambos sentidos
 
 
 
El plexo coroideo.
El plexo coroides se encuentra en la raíz de los ventrículos, es un tejido muy
especializado que nace de la muy vascularizada piamadre. Es un crecimiento
en forma de coliflor de vasos sanguíneos, cubierto de una capa delgada de
células epiteliales (ependimales).
La función del plexo coroideo es la secreción del fluido cerebro espinal (FCE),
cuya materia bruta se obtiene de la sangre arterial. Esta formado por tejido
ependimal, en donde las micro vellosidades del epitelio coroidal replegadas
proporcionan unos 200 centímetros cuadrados de superficie, que elimina el
25% del agua plasmática de los capilares coroidales, en respuesta al gradiente
osmótico creado por el activo transporte de Na+ en el LCR.
El epitelio coroidal contiene un número de enzima que facilita el transporte de
iones a través de la BCH. El Na+/K+ que pasan a las micro vellosidades
ayudan a mover el Na+ al LCR y el K+ al plasma. Esto a su vez empuja a los
iones cargados negativamente, especialmente el C1- al LCR provocando la
hipertonicidad de éste. El gradiente osmótico que se crea de este modo hace
que grandes cantidades de agua y sustancias disueltas pasen a través de la
membrana coroidal al LCR. El agua se difunde también por toda la membrana
meninge.  Existen otros mecanismos activos de transporte para los
monosacáridos, los aminoácidos, electrolitos, etc.
Este plexo produce unos 500 ml. diarios de fluido, suficiente para recorrer el
contenido corporal cuatro veces. El plexo coroides está bien provisto de fibras
nerviosas extravasculares que controlan la secreción y otras que se asemejan
al corpúsculo de Meissner y que probablemente tengan una función sensorial.
El plexo coroideo funciona intermitentemente gracias a un sistema nervioso de
retroalimentación.
 
DIBUJO   9   PLEXO COROIDEO
 
El sistema nervioso comprende el cerebro, la médula espinal y el conjunto de
todos los nervios del organismo. Este sistema se considera dividido en dos
partes: el sistema nervioso central que se compone del cerebro y la médula
espinal y el sistema nervioso periférico que es una red nerviosa que sirve de
enlace entre el cerebro y la médula espinal y el resto del organismo.
 
 
 
 
LA CORTEZA CEREBRAL Y SUS AREAS FUNCIONALES
 
La corteza cerebral como su nombre indica es la parte externa del cerebro.
En cada área de la corteza cerebral se procesa determinados tipos de señales
y respuestas diferentes. Tenemos:

1. Área sensitiva.
2. Área sensorial general.
3. Área visual primaria.
4. Área auditiva primaria.
5. Área gustativa primaria.
6. Área olfatoria primaria.
7. Área del lenguaje.
8. Áreas de asociación.
9. Áreas motoras.
10. Áreas de asociación visual.
11. Áreas de asociación auditiva.
12. Área premotora.
13. Área del campo visual frontal.
Cortes frontales

RIEGO SANGUINEO DEL ENCEFALO


 
El encéfalo dispone de un abundante suministro de oxigeno y elementos
nutritivos que proceden de los vasos sanguíneos que forman el polígono
arterial cerebral (polígono de Willis) situado en la base del encéfalo.
Los vasos sanguíneos que penetran en el tejido encefálico pasan a lo largo de
la superficie del encéfalo, y cuando se dirigen hacia el interior lo hacen
envueltos en una capa laxa de piamadre. El encéfalo es uno de los órganos
metabólicamente más activo y la cantidad de oxigeno que consume varia
según el grado de actividad mental.
Cuando la actividad neuronal aumenta en una zona del encéfalo también lo
hace el riego sanguíneo en esa zona.
Aunque el encéfalo solo pesa el 2% del peso total del cuerpo, éste consume
más del 20% del oxigeno en estado de reposo. Si se interrumpe aunque sea
levemente el riego sanguíneo en el cerebro enseguida viene una perdida de
conciencia. Si el flujo sanguíneo se interrumpe por uno o dos minutos en el
encéfalo sus células se verán afectadas y si durante tres o cuatro minutos no
reciben oxigeno sufrirán lesiones irreversibles.
Por diversos motivos como por ejemplo por niveles bajos de azúcar en la
sangre, sustancias tóxicas o falta de oxígeno puede producir una disfunción
cerebral en cuestión de segundos, en muchos casos irreparables.

La sangre que llega al cerebro contiene glucosa que es la principal molécula utilizada
por las neuronas para fabricar ATP rico en energía. Como la capacidad de
almacenamiento de glucosa en el cerebro es limitada, el aporte de glucosa ha de ser
constante. Si la sangre que llega al cerebro tiene una baja concentración de glucosa
puede producirse confusión mental, mareos, convulsiones y pérdida de conciencia.

Muchas sustancias liposolubles pasan rápidamente a las células encefálicas y otras


sustancias pasan mas lentamente y otras no pasan. Es la barrera hematoencefálica
(BHE) la encargada de esta función.

Las sustancias liposolubles como el alcohol, la cafeína, la nicotina, la heroína y


muchos anestésicos, además del agua, la glucosa, el anhídrido  carbónico y el oxigeno
son sustancias que rápidamente pasan desde la sangre hacia las células encefálicas.
Mas lentamente pasan la urea, la creatinina y la mayoría de los iones como el Na+, el
K+ y el Cl- y la mayoría de las sustancias no pasan en absoluto a través de la  barrera
hematoencefálica o BHE. Como es de supones los capilares encefálicos dejan pasar
muchas menos sustancias que el resto de los capilares corporales.

El cerebro está fluctuando en el interior del cráneo envuelto en un medio líquido, el


cerebro en sus fluctuaciones puede cambiar de volumen, hacerse un poco más grande
o un poco más pequeño, dependiendo de su actividad interior.

Si el cerebro estuviera envuelto en una caja o casco rígido y herméticamente cerrado,


en estas fluctuaciones de volumen podrían estallar nuestras cabezas. El cerebro por
supuesto tiene mecanismos de defensa para poder evitar estas cosas, como son las
suturas craneales.

El cerebro es o actúa como una computadora inmensamente potente e inteligente,


como nunca ningún ser humano podrá reproducir artificialmente.

 Para más informacion pincha aqui: encefalo

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