Consejería Cristiana.

¿Qué es consejería?

La consejería implica una relación de cuidado entre por lo

menos dos personas, una de ellas (consejero) busca ayudar a
la otra a resolver y anticiparse a los problemas de su diario
vivir.

Metas de la consejería cristiana:

Cambiar actitudes, acciones o valores.

Aprender habilidades, ej. Como relacionarse adecuadamente con otros o como comunicarse u orar.

Reconocer y expresar sentimientos como ansiedad, temor, soledad o ira.

Entender las causas de los problemas.

Tomar responsabilidad por cambios de conducta y de actitudes.

Reconocer el pecado, confesarlo y experimentar el perdón de Dios.

Tomar decisiones sabias.

Aceptar ayuda o estimulo de apoyo de otros.

Reconocer y tomar alguna clase de acción con relación a futuros problemas.

Aprender a crecer como un discípulo de Jesús.

Tipos de consejería:

Corriente directiva: El consejero es visto como un experto que

analiza un problema y busca soluciones y las comunica al
aconsejado, aquí se le dice cómo actuar al aconsejada. Aquí hay
mucha responsabilidad sobre el consejero.

Corriente de Interacción: El consejero y aconsejado discuten un

problema más o menos al mismo nivel y deciden juntos como
resolverlo.

Corriente permisiva: El consejero asume que el aconsejado es capaz de resolver sus propios problemas
si tienen la oportunidad de pensar en medio de las situaciones conflictivas. El consejero no hace ningún

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diagnóstico, ni sugiere soluciones o da tratamiento, sino que escucha cuidadosamente, resume lo dicho
por el aconsejado y en pocas ocasiones propone soluciones, a nivel personal.

¿Don o ministerio de todos los creyentes?

Una de las características según Jesús es que sus discípulos tendrían mucho
amor por otros (Jn 13:35), es también una de las más grandes tareas de la
iglesia. En esa unicidad vemos diferencias de dones ( Ro 12, 1 Cor 12, Ef 4)
Los propósitos de estos dones son: Preparar al creyente para servir a Cristo
y para la edificación y fortalecimiento de la iglesia. Son habilidades
especiales dadas por Dios a cada creyente con el propósito de edificar la
iglesia. Rom 12:8 nombra el don paraklesis, esto es “viviendo a la par para
ayudar” lo que implica apoyo, consuelo, estimulo, reprensión. Aunque algunos tienen dones especiales
en esta área, todos los creyentes tienen la responsabilidad de ayudar a otros.

I Tes 5:11,14 Sostener a los débiles y ser paciente con todos

Gal 6:1,2,10 Los hombres y mujeres de Dios son responsables de restaurar a otros

Col 3:12-14 Debemos de ser benignos y amorosos, dispuestos a perdonar.

Principios para ayudar a otros:

 Este alerta a las oportunidades. Cada ocasión una oportunidad.

 CONCÉNTRESE EN LAS EMOCIONES Y NO EN LOS HECHOS Una filosofía de ayuda insiste en que
el consejo más eficaz es el que da al aconsejado la oportunidad de ventilar las emociones o
desahogarse.
 Sea paciente y aprenda a escuchar.
 No se precipite para ofrecer una posible solución.
 Analice bien el caso y procure de ser posible corroborar la información.

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