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LOS FILÓSOFOS PRESOCRÁTICOS.

Conocemos bajo la denominación de presocráticos a una serie de pensadores, en su


mayoría anteriores a Sócrates, cuya actividad especulativa se prolongó desde finales del
siglo VII hasta principios del siglo V a.C.

Las formas de agruparlos y denominarlos son problemáticas, la calificación de


presocráticos no es exacta, porque Demócrito es contemporáneo de Sócrates, la de
filósofos de la naturaleza o físicos, suele ser también utilizada, si bien conlleva a su vez
el problema de que los filósofos agrupados bajo tal nombre no se ocuparon solamente
de los problemas derivados de la physis, sino también de cuestiones legales, políticas y
éticas (Tales de Mileto es, además de presocrático, uno de los llamados Siete sabios de
Grecia), aunque se ocuparon primordialmente de reflexionar acerca de la naturaleza; lo
que justifica, con los matices expuestos, dicha denominación.

Por consiguiente, tanto presocráticos como filósofos de la naturaleza o físicos, son


formas correctas de calificar tradicionalmente a este primer grupo de pensadores,
aunque no sean términos del todo satisfactorios.

Como características comunes a todos ellos se pueden señalar las siguientes:

a) Casi todos ellos provenían de la periferia del mundo griego y, por tanto, de los puntos
de intersección y contacto con otros pueblos y culturas. La búsqueda de una
cosmovisión universalmente válida, no fundada en la tradición mítica heterogénea sino
en la razón, común a todos los hombres, se les mostró como una necesidad a estos
hombres en contacto con las distintas explicaciones míticas con que cada cultura, daba
respuestas diversas a los interrogantes de la existencia.

b) Se ha perdido casi la totalidad de su obra escrita, de tal modo, que sus ideas han
llegado hasta nosotros a través de fuentes indirectas, citadas por autores posteriores;
entre los cuales, Platón y Aristóteles, tenderán a interpretar los pensamientos que nos
transmiten desde sus propias posiciones intelectuales. Todos los fragmentos de los
presocráticos, tanto los escasos que se tienen por originales, como los citados o aludidos
por autores posteriores, fueron recopilados en un libro por el filólogo alemán Hermann
Diels, en 1903, bajo el título Die Fragmente der Vorsocratiker; y corregidos y
reeditados por su compañero Walter Kranz, en 1934. Desde entonces dicha compilación
es la más utilizada para el estudio de los pensadores que nos ocupan.

c) El problema principal sobre el que todos ellos reflexionaron principalmente era el del
arché o principio. Se trataba de investigar cuál era el principio fundamental de la
realidad, de lo que todo estaba compuesto, el elemento originario del que todo procede
y al que todo retorna. En este sentido, los presocráticos entendieron por arché la
realidad primera y última de todas las cosas, aquello de lo que cualquier otra realidad
deriva o procede. El sustrato y fundamento que se encuentra presente y permanece
invariable en el curso de todos los procesos naturales.

d) Concibieron, igualmente, que el arché, en cuanto elemento primario de la naturaleza,


funcionaba como o (iba acompañado de un) principio rector o fuerza rectora (physis)
que gobierna y explica (o posee la razón de) los cambios y transformaciones que se
aprecian en la realidad.
Todos ellos escribieron algún Tratado Sobre la Naturaleza (Perí physeos) donde
intentaban dar una explicación racional, basada en la observación, la experiencia y la
crítica, de la estructura del universo y las razones de sus cambios.

A través del reconocimiento del modo de ser permanente (esencia, eidos) o constante de
los elementos primarios de la realidad (arché), tenían que explicar cual era el motor del
cambio (physis), la causa, entendido el efecto como combinación de elementos
fundamentales. Así fueron contraponiendo los sentidos a la razón, la multiplicidad de
las apariencias a la unidad de la esencia , lo cambiante a lo permanente, lo idéntico o
común a lo diferente.

Conocer las cosas será conocer lo que verdaderamente son, lo que tienen de común y de
permanente, el arché, lo uno, y conocer la realidad será dar las razones del cambio,
explicar sus causas o razones, las leyes o el motor (physis) del movimiento; explicar por
qué lo uno es percibido como múltiple. Los griegos estaban convencidos de que por
muy útil que sea el conocimiento sensible, los sentidos no bastan para proporcionarnos
tal conocimiento. Antes al contrario, los sentidos les mostraban una multiplicidad de
individuos, de apariencias y estados cambiantes y accidentales o contingentes. Luego
era a través de la razón que se podría alcanzar lo necesario, lo no arbitrario, lo que tenía
que ser de un modo y no podía ser de otro. Fueron las matemáticas, que explicaban
dando razones necesarias y válidas permanente y universalmente, las que les sirvieron
de modelo para elaborar sus propuestas filosóficas.

e) De acuerdo con las características del arché y de la physis, los presocráticos (como
los griegos en general) pensaban que el universo era eterno (increado). No podían
aceptar ni concebir la idea judeocristiana de creación ex-nihilo o creación de la nada. El
2º principio de la termodinámica: la energía no se crea ni se destruye, se transforma,
enunciado en el siglo XIX, era ya un axioma para los presocráticos; excepto que ellos
no sabían de la existencia de la energía y buscaban eso que permanece ante todos los
cambios, postulando diversos elementos naturales como candidatos al arché.

f) Todos ellos se han distanciado notablemente de los relatos y explicaciones míticas,


aunque tengan reminiscencias aún de la etapa anterior, y algunos de ellos empiezan a
escribir en prosa y abandonar el verso.

Con Heráclito –y Parménides– se inaugura la metafísica, es decir, se pone en el


centro del pensamiento el problema del ser.

La unidad del ser es una unidad armonizada y jerarquizada. El ser (el lógos) no es
fácilmente accesible a todos, se mantiene oculto en la medida en que es el elemento que
estructura la realidad, y justo por ello no tiene que aparecer explícitamente. Más allá de
la apariencia del cambio lo que aparece es la totalidad del ser. Todas las cosas, aunque
plurales en apariencia y totalmente discretas, están, en realidad, unidas en un complejo
coherente, del que los hombres constituyen una única parte y cuya comprensión es, por
tanto, lógicamente necesaria para la adecuada promulgación de sus propias vidas.

Observa que aspectos diferentes de la misma cosa pueden justificar descripciones


opuestas. Los opuestos están enlazados de un modo esencial, porque se suceden
mutuamente sin más.
Si el equilibrio entre los opuestos no se mantuviera, cesaría la unidad y coherencia del
mundo. El equilibrio total del cosmos sólo puede mantenerse si el cambio en una
dirección comporta otro equivalente en la dirección opuesta. Todas las cosas luchan con
sus contrarios y se cambian en sus contrarios, y de esta lucha surgen todas las cosas.

Todas las cosas surgen de lo mismo, son en el fondo lo mismo; aquello que forma la
unidad originaria del mundo es el fuego, elemento dinámico y guerrero por excelencia.
El fuego es la forma arquetípica, modélica, de la materia.

Las cosas cambian continuamente mediante la guerra y la tensión producidas por el


fuego, que constantemente se enciende y apaga y lo transforma todo.

Somos y no somos, en cada momento somos otro distinto, como el río que fluye, en
cada instante igual y distinto a sí mismo.

El concepto de "Physis" (“naturaleza”) en los presocráticos.

La idea de Physis.
En los primeros filósofos griegos la llamada cuestión del ser fue planteada desde un
punto de vista cosmológico. Por eso su filosofía es más que nada una física y a ellos se
los conoce como fisiólogos. La mayoría de sus obras escritas llevaban el título de Pery
Physeos ( Sobre la Naturaleza). El término physis significa, como para nosotros
naturaleza:
- la totalidad de los entes: UNIVERSO
- el modo de ser de los entes: ESENCIA

Estos dos sentidos están relacionados: la naturaleza es concebida como un cosmos


( es decir, como un todo ordenado dotado de belleza) y no un caos, y para que se dé ese
orden cada cosa tiene que estar en su sitio dentro de ese orden, esto es, cada cosa tiene
que cumplir con su esencia, con su modo de ser natural. Por otro lado en la misma
raíz de la palabra - phýo, que significa brotar, nacer- se contiene la idea de actividad,
dinamismo... La naturaleza es dinámica, y la physis actúa como principio de actividad
intrínseco al ser natural. Establecido así, este concepto de naturaleza sirve fácilmente
de puente entre aquellos pares de opuestos que hemos visto en el apartado anterior:
- la naturaleza es la esencia de las cosas, pero en tanto es capaz de dar razón de la
apariencia.
- La naturaleza es el ser permanente de las cosas, pero en tanto determina sus
operaciones o actividades propias.
- La naturaleza es el principio de unidad capaz de generar la pluralidad.

La idea de Arjé.

La profundización en la idea de naturaleza conduce a los presocráticos a la


investigación de un principio rector capaz de dar razón de la unidad natural. La idea de
un orden total que engloba todas las cosas, les conduce a la idea de un principio
absoluto o fundamento de toda la realidad que conforma dicho orden.
El arjé, principio o fundamento, cumple estas cuatro funciones:

Origen. Es aquello a partir de lo cual proceden o se generan los seres.


Término. En lo que acaban, o a donde vuelven, todos los seres.
Sustrato. Es también aquello de que están hechos o en que consisten los Seres.
Causa. El arjé es aquello capaz de explicar las transformaciones de los seres.

Cuando en adelante veamos las respuestas que los primeros filósofos dan al
problema del arjé, no hay que perder de vista, pese a que las soluciones nos parezcan
tibias, la radicalidad y universalidad de la pregunta que se hicieron.

Las respuestas de los presocráticos al problema del arjé se pueden clasificar del
siguiente modo:

En cuanto a la cualidad del arjé


- físicas (el "arjé" es material): jonios
- metafísicas (el "arjé" es formal o metafísico): pitagóricos, eléatas.
En cuanto a la cantidad de arjai:
- monistas: jonios, eléatas, Heráclito (?).
- dualistas: pitagóricos.
- pluralistas: Empédocles, Anaxágoras, Demócrito.

a) La escuela de Jonia.

a.1. Tales de Mileto. Contado entre los” siete sabios" de Grecia, fue matemático
y astrónomo (predijo un eclipse el año 585). De Tales se conservan dos anécdotas. Una
lo presenta tan distraído que cae en una zanja mientras pasea. La otra, contraria a esa
imagen de sabio despistado, cuanta que habiendo previsto una buena cosecha de
aceituna, ganó un dineral comprando olivares. Conservamos dos afirmaciones de
Tales:
a) Que todo es en virtud del agua (o sea, que el agua es el arjé)

b) Que todo está lleno de dioses.

En cuanto a , hay que observar que el agua es necesaria para la vida, que donde no hay
agua no hay vida. Por otro lado, el agua es capaz de adquirir distintos estados, en cuyas
transformaciones recorre el ciclo de la naturaleza. Esto último es lo que más nos
interesa, por lo siguiente: estamos buscando el principio absoluto, es decir, algo capaz
de explicar todas las cosas. Precisamente este principio no puede ser una cosa concreta
más entre las cosas, porque ha de poder convertirse, de alguna manera, en todas ellas.
Tiene que ser, por tanto, algo inconcreto, informe, capaz de adquirir fácilmente
cualquier forma. Ahora bien, el agua cumple verosímilmente estas condiciones (si bien
el agua sigue siendo algo concreto, razón por la que será rechazada como arjé por otros
filósofos que irán más lejos).

En cuanto a b), no parece tener un sentido animista. No hay que tomarla en sentido
literal, pues hay que notar que en la lengua griega el término "dios" o "divino" , tiene
más bien un valor predicativo; que los griegos no afirmaban primero, como hacen los
judíos o los cristianos, la existencia de Dios, y procedían después a enumerar sus
cualidades, diciendo "Dios es bueno" o "Dios es amor", y así sucesivamente; sino que al
sentirse impresionados o atemorizados por algo capaz de producir admiración o
asombro, decían "esto es un dios", "aquello es un dios". . ."El amor es un dios", "La
amistad es un dios". Así, la frase de Tales vendría a significar "Todo es maravilloso" o
"todo es asombroso" , es decir, todo es digno de consideración y de asombro (lo cual es
muy propio que lo diga un filósofo, ya que, como dice Platón, la filosofía surge de la
capacidad de asombrarse).

a.2. Anaximandro. La respuesta dada por Anaximandro a la cuestión del arjé puede
considerarse un paso adelante respecto a Tales (del que Anaximandro probablemente
fue discípulo). El arjé es ahora lo "ápeiron" (de "a-"privativa, y "peras", límite,
perímetro), es decir, lo indeterminado, lo ilimitado, que es precisamente, según hemos
dicho, el concepto de lo que vamos buscando. Lo que es principio de determinación de
toda realidad ha de ser indeterminado, y precisamente "ápeiron" designa de manera
abstracta esta cualidad.

Lo ápeiron es eterno, siempre activo y semoviente. Esta sustancia, que Anaximandro


concibe como algo material, es "lo divino" que da origen a todo.

De Anaximandro se conserva este texto, que es el primero de la filosofía:

"El principio (arjé) de todas las cosas es lo indeterminado (ápeiron). Ahora


bien, allí mismo donde hay generación para las cosas, allí se produce también la
destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan las culpas unas a otras y la
reparación de la injusticia, según el orden del tiempo".

¿A qué se refiere esta” injusticia"? Puede tener dos sentidos. Primero, que toda
existencia individual y todo devenir es una especie de usurpación contra el arjé, en
cuanto que nacer, individuarse, es separarse de la unidad primitiva (algo parecido se
encuentra en las doctrinas budistas, que ven el mal en la individualidad. Y segundo, que
los seres que se separan del arjé están condenados a oponerse entre sí, a cometer
injusticia unos con otros: el calor comete injusticia en verano y el frío en invierno.

El devenir está animado por la unilateralidad de cada parte, expresada ante las otras
como una oposición. (Esta idea se volverá a ver más tarde en Heráclito). En
Anaximandro se encuentra ya una cosmología que describe la formación del cosmos por
un proceso de rotación que separa lo caliente de lo frío. El fuego ocupa la periferia del
mundo y puede contemplarse por esos orificios que llamamos estrellas. La tierra, fría y
húmeda, ocupa el centro. Los primeros animales surgieron del agua o del limo
calentado por el sol; del agua pasaron a la tierra. Los hombres descienden de los peces,
idea que es una anticipación de la teoría moderna de la evolución.

a.3. Anaxímenes. Anaxímenes vuelve a concebir el arjé como un elemento


determinado: el aire (pneuma). Del aire cabe decir, como hemos dicho del agua en el
caso de Tales, que es un elemento indispensable para la vida. Hay que decir también
que en las creencias del pueblo griego y en la cosmovisión homérica, el alma, en cuanto
principio de vida y de movimiento, no es más que un soplo, un aliento, un aire. La
diversidad de los seres se debe a dos procesos del aire: rarefacción y condensación. El
aire mismo es lo más dilatado, una piedra es aire muy condensado.

b) El pitagorismo. Con el pitagorismo nos trasladamos del oriente griego al occidente


(Magna Grecia). Pitágoras, nacido en Samos, Jonia, tuvo que emigrar de su tierra por
persecución política y fue a establecerse en Crotona, en el sur de Italia. A Pitágoras se le
atribuye la invención de la tabla de multiplicar y del teorema que lleva su nombre.

Formó una especie de secta o cofradía, con rituales y un conjunto de doctrinas


esotéricas (secretas), en la que se guardaba devoción por Pitágoras, al que sus discípulos
atribuían las doctrinas (también doctrinas surgidas en la escuela ya muerto el maestro)
con la fórmula ritual "Él dijo". Había dos clases de discípulos, unos internos y otros
externos. Ante éstos, el filósofo ocultaba su figura, dando sus lecciones tras una cortina.

La escuela asimiló la atmósfera, cargada de religiosidad, de Magna Grecia. Así, son de


procedencia órfica (el orfismo era la religión iniciática más extendida en el sur de
Italia) las prácticas ascéticas purificadoras (la abstención de comer carne, la prohibición
de vestir lana, de matar animales, etc.), la creencia en la preexistencia, inmortalidad y
transmigración de las almas. El alma procede de otro mundo, se ha manchado con el
pecado y ha de llevar, encadenada al cuerpo, una vida de expiación y de peregrinación.
En esta escuela se encuentra esta idea, que se verá luego en Platón, del cuerpo como
cárcel del alma (que se expresaba con la fórmula "soma=sema").La vida tiene que ser
una "catarsis" (purificación). El alma es lo esencial del hombre, y no una sombra o
imagen del cuerpo, como aparece en Homero.

La catarsis del alma, además del ayuno, incluía el silencio, el examen de conciencia y
la dedicación al trabajo intelectual, especialmente las matemáticas, en las que se
aprende la armonía, que ha de ser llevada mediante el estudio al interior del hombre.
Esto es original del pitagorismo, pues hasta entonces la pureza se había buscado
únicamente por medio del ritual y de las prohibiciones mecánicas. Lo más importante
del pitagorismo es su "filosofía del número". Los pitagóricos fueron ante todo
matemáticos y esto determina su explicación de la naturaleza. El arjé es para ellos el
número. ¿En qué lo basaban? Observaron que ciertas propiedades de los seres pueden
ser expresadas matemáticamente. Aparte de algunos teoremas de geometría, el
descubrimiento más importante lo realizó Pitágoras en el campo de la música. En la
música es esencial la determinación numérica: los intervalos entre las notas de la lira
pueden formularse numéricamente, la altura del sonido depende de la longitud de la
cuerda y es posible representar la escala con razones numéricas. Y la música es un
modelo del funcionamiento del universo, ya que tanto el universo como la música son
armonía, es decir, orden y belleza, e igual que la armonía musical depende del número,
se puede pensar que ocurre así en el universo (es el tema de la música celestial, de la
música de las esferas). Pues bien, los pitagóricos creyeron que todos los seres son
formulables matemáticamente y supusieron que los principios de las matemáticas son
también los principios de la naturaleza.
A partir de esta última tesis (los números son el arjé), los pitagóricos se aplicaron a estas
dos tareas: a) a asignar, por procedimientos en gran medida arbitrarios, un número a
cada género de cosas; por ejemplo, el 5 al matrimonio, pues es la suma del primer par,
el 2, elemento femenino, y el primer impar, el 3 (el 1 no es par ni impar), elemento
masculino. Asimismo trasponían la aritmética a la geometría, considerando los números
como determinación del espacio: el 1 engendra el punto, el 2 produce la línea, el 3, la
superficie, el 4, el volumen. Sumando estos cuatro primeros números se obtiene el lO,
el número o figura sagrada "tetraktis":

LA NATURALEZA EN PLATON Y ARISTOTELES

Primera acepción del concepto de physis en aristoteles es la idea de "naturaleza como


totalidad", conjunción total de todos los seres con independencia y autonomía propias.
La naturaleza se hace asi sinonimo de cosmos, presenta como un conjunto de cualidades
originales ligadas entre si en un conjunto coherente. En la naturaleza cada cosa adquiere
consistencia y entidad propia tan sólo como eslabón de la naturaleza total, o que cada
cuerpo ocupa en la physis un lugar establecido por sus propiedades, conservando así el
orden de la naturaleza.
El concepto aristotelico de naturaleza como totalidad es un concepto que va referido a
todos los seres.
Los seres del mundo sublunar se dividen en seres animados e inanimados. Los seres
inanimados, elementos: (tierra aire agua y fuego) y los mixtos o compuestos de esos
elementos. Estos seres siguen su propia naturaleza, los cuatro elementos están elegidos
mediante dos criterios, el movimiento y los lugares naturales, que son arriba para el
fuego y abajo para la tierra, siendo los otros dos movimientos por imitacion.P ara
explicar el movimiento de los elementos y los mixtos aristoteles establece la teoría de
los lugares naturales, que están determinados por el peso de los elementos, cada uno de
los elementos tiene su lugar natural en el cosmos. Por otro lado están los seres
animados, que son el hombre, los animales y las plantas, tienen un alma, que es la
propia naturaleza del viviente, según aristoteles hay tres tipos de almas: vegetativa,
sensitiva, intelectiva.
Los seres del mundo supralunar son los astros, están formados por una materia diferente
en la materia de los elementos.Hay un quinto elemento llamado eter que esta dotado
para el movimiento circular, lo astros se mueven con perfecta regularidad y circularidad
eternamente. Los astros carecen de principio interno de movimiento, de forma que cada
planeta se mueve alrdedor de una órbita circular.En el limite de la esfera mas externa se
encuentra el primer motor inmóvil, que mueve sin ser movido y sin moverse el mismo.
Todo lo que se mueve debe ser movido por otro y es imposible que se de una serie
infinita de motores, en una serie de motores intermedios, motores que no tendrían
movimiento.

LA NATURALEZA COMO PRINCIPIO INDIVIDUAL

Para entender el concepto aristotelico de " naturaleza como principio individual" hay
que tener en cuenta la doctrina aristotélica de las cuatros causas. La causa material es
aquello a partir de lo cual se forma una sustancia individual.
No obstante, aristoteles diferencia de forma clara entre los naturalia y los artificialia, ya
que considera que la naturaleza infunde en sus obras en un principio de acción
autónoma. Asi pues según aristoteles la obra de la naturaleza no obedecen al mismo
principio de movilidad, y el universo natural es radicalmente distinto del universo
cultural humano. Para delimitar el concepto de " naturaleza como principio individual"
aristoteles establece la exigencia de distinguir entre los seres por naturaleza y los seres
que son fruto del arte.
Según aristoteles la encargada de determinar el principio del ser móvil será la física.
Aristoteles comienza la delimitacion del obejto de estudio de la física definiendo al ser
natural como aquel que esta dotado de un principio interno de movimiento: ese
principio es la physis. De esta manera, Aristoteles diferencia el campo de la physis cutas
realidades carecen de naturaleza, según aristoteles del ámbito de la física se diferencia
de otros tres campos:
1)De la tecnología, cuyo principio, la técnica
2)De la teología, cuyo objeto de estudio, la realidad divina
3)y se diferencia también de la matemática, cuyos objetos se estudian bajo el aspecto de
la cantidad y la extensión.

EL PROBLEMA DEL MOVIMIENTO

EL movimiento, es definido por aristoteles como el paso de la potencia al acto, como el


acto de lo que esta en potencia en tanto a que esta en potencia; no es ni acto ni potencia,
sino una realidad intermedia. PAra Heráclito la realidad estaba sometida a un proceso de
cambio, negaba la permanencia de un sujeto a través de las mutaciones. Parmenides
negaba la posibilidad del movimiento. Aristoteles introduce la noción de ser en potencia
entre la noción de ser y la de no-ser .Los seres cambian, pero para ello es necesario que
exista la capacidad de cambio. Asi pues, los principios aristotélicos de cambio son:
a) la materia sujeto, o sustancia individual que permanece a través del cambio
b)la forma nueva que adquiere dicho sujeto
c)la privación de esa forma.
La clave esta en la privación.

Aristóteles trata de hacer una síntesis del problema del movimiento, cambio y devenir
con la unidad del ser. Trata de buscar la función del hombre (a lo que tiende) pero en el
mundo sensible y no en el de las ideas como había hecho Platón. Para Aristóteles, la
naturaleza es teleológica (tiende hacia un bien y el fin del hombre es principio interno.
Aristóteles se pregunta por el ser en general.

Está de acuerdo con Parménides en que, de lo que no es, no puede surgir el ser, pero
para Aristóteles, el movimiento sí es posible. Los contrarios intervienen en el
movimiento. Lo que no es pero puede llegar a ser se halla en potencia y, aquello que
es actualmente, se halla en acto. Explica el movimiento como paso de la potencia al
acto. Los elementos que intervienen en el cambio son materia, privación y forma. Hay
dos clases de movimiento: Cambio accidental (permanece la misma sustancia) y
Cambio sustancial (en este caso, lo que permanece es la materia prima, que no es
percibida por los sentidos).

Según su teoría de las causas, un ser natural sólo que da completamente explicado
cuando se conocen sus causas internas (materia y forma) y las externas (final y agente).
En cuanto a las causas internas, todo ser está compuesto hilemórficamente (de
materia y forma). La forma es más importante pero ninguna de las dos puede existir
por separado. La forma es la esencia de las cosas y la materia puede ser prima (no se
percibe por los sentidos y es común a todos los seres) o segunda. En cuanto a las
causas externas: La causa Agente es la que produce el movimiento y la Final es hacia
la que se orienta el movimiento.

El hombre está compuesto de un elemento material y otro formal (cuerpo y alma) que
forman una unión sustancial (para Platón esta unión era antinatural). El alma es acto y
forma y el cuerpo es potencia y materia. Alma y cuerpo no se pueden concebir
separados. El alma es principio de vida y el cuerpo es potencialmente vida. El alma no
tiene preexistencia, no es inmortal como decía Platón y existe junto con el cuerpo (no
pueden existir separados el uno de la otra). Hay tres clases de alma: Vegetativa,
Sensitiva y Racional.

El punto de partida del conocimiento es la experiencia sensible (partiendo de lo


particular se capta lo universal). El segundo nivel de conocimiento es la imaginación.
El tercer nivel es el entendimiento, que elabora lo percibido por los sentidos. Hay dos
tipos de entendimiento: Uno activo, que abstrae las esencias de las cosas y otro pasivo,
que ha de ser actualizado por el entendimiento activo

Dividió las ciencias en teoréticas y prácticas. La metafísica es la filosofía primera y


se divide en ontología y teología. La metafísica es la ciencia del ente en cuanto ente
(estudia lo que tienen en común todos los entes). Según Aristóteles el universo es
eterno, es eternamente movido, por eso debe existir un “motor” que mueva sin ser
movido por nadie (Dios). Dios es causa agente, es sustancia inmaterial, es acto puro y
no puede cambiar (es perfección absoluta). La actividad de Dios consiste en conocerse
a sí mismo.

La ética es una parte de la política porque el hombre es social por naturaleza y su


carácter se refleja en la sociedad. Todo parece tender a un fin, hacia el Bien. En el
hombre el fin supremo es la felicidad, que consiste en la actividad contemplativa
(intelectual). Pero el ser humano no puede alcanzar plenamente esta felicidad absoluta
propia de Dios y ha de contentarse con una felicidad limitada. Ser feliz es ser virtuoso.
Las virtudes se dividen en intelectuales, que operan sobre la parte racional del ser
humano, y las morales, que operan sobre los apetitos y deseos. La virtud es un hábito
estable y voluntario, es decir, elegido libremente con inteligencia, es el término medio
entre dos extremos, uno por exceso y otro por defecto. La felicidad es la actividad del
alma conforme a la virtud perfecta. El hombre sólo podrá alcanzar la felicidad
viviendo en sociedad. Aristóteles prefiere la aristocracia como forma de gobierno y
una ciudad formada por ciudadanos de clase media (término medio entre los ricos y los
pobres).

LA FILOSOFIA MODERNA

La Filosofía Moderna corresponde a ese período que llamamos Edad Moderna en la


Historia Universal y que comienza en el Renacimiento y la Reforma Protestante.

Es verdaderamente una época nueva con un espíritu nuevo, tan distinto del espíritu
escolástico, que se le puede considerar como una revolución antiescolástica.
1. En efecto, la Filosofía Medieval había conjugado en gran síntesis el
pensamiento pagano platónico - aristotélico con el pensamiento cristiano,
armonizando la razón y la fe, nuevas corrientes filosóficas proclamarían la
absoluta independencia de la razón o aún la pondrían en rebelión abierta contra
lo sobrenatural.
2. La nueva filosofía exaltaba el método matemático científico en
detrimento del espíritu metafísico que había dominado, no sólo a la Edad Media,
sino también entre los pensadores paganos. Naturalmente estas nuevas doctrinas
o corrientes de pensamiento correspondían a nuevas situaciones políticas,
culturales, sociales y religiosas; el Renacimiento, la seudo reforma protestante,
el humanismo, el nacimiento de los estados modernos, el auge de las ciencias.

3. De ahí que también encontramos en la época moderna una tremenda


dispersión doctrinal que contrasta con la notable unidad del pensamiento
cristiano de la Edad Media; así como las naciones se diferencian, como los
pueblos se separan unos de otros, también se producen profundas escisiones en
el espíritu occidental y en su concepción unitaria del mundo, como consecuencia
o secuela del enfrentamiento entre la razón teorética y la razón práctica, entre la
ciencia y la fe, entre lo físico y lo metafísico, entre la política y la moral, entre lo
subjetivo y lo objetivo, popular en tal abundancia los problemas, los métodos,
las soluciones que el espíritu vuelve a caer en el escepticismo y llega hasta
proclamar la superioridad del inconsciente sobre la conciencia.

Lo cual no significa que estemos descalificando la Filosofía Moderna, al contrario, hay


que reconocer que en los tiempos modernos, el espíritu humano se ha mostrado
tremendamente inquieto y dinámico, que se han profundizado muchos temas como el
conocimiento, que se ha agudizado el espíritu crítico, que se han hecho esfuerzos
colosales por dar respuestas adecuadas a antiguos y nuevos interrogantes.

Sin embargo, el subrayas las nuevas tendencias y los nuevos métodos de la Filosofía
Moderna, el registrar una problemática diferente, no debe hacernos pensar que los
cambios se hicieron de repente y que se puede poner una muralla divisoria entre el
pensamiento medieval y el moderno. Los cambios culturales no suelen sobrevenir tan
bruscamente: los estratos de la cultura y del pensar humanos suelen encajar unos con
otros y mezclarse entre sí, de ordinario hay que buscar las raíces de los cambio en capas
más profundas de lo que parece a primera vista.
Concretamente en el campo de la filosofía podemos afirmar que mucho de la edad
moderna se encuentra en la Edad Media, particularmente en la Baja Escolática, en lo
nominalistas, en Nicolás de Cusa y aún en Abelardo. De la misma manera, muchos
temas básicos de la filosofía medieval reviven en la época moderna. Deberíamos
empezar este tratado de Filosofía Moderna con un estudio siquiera somero de la
filosofía del Renacimiento: sabemos que este período se caracterizó en todas sus
manifestaciones culturales por su afán de regresar a lo antiguo, pero se vuelve a lo
antiguo descristianizándolo, haciendo lo contrario de lo que el Edad Media y la
Escolática habían realizado.

Pero aunque el Renacimiento produjo notables humanistas, pintores, escultores,


arquitectos geniales, hombres que fundaron la física moderna, en filosofía escasean los
verdaderos valores; es más bien un período de transición, un pórtico a través del cual
penetramos en el pensamiento moderno.

Algunos hombres como Maquiavelo, Giordano Bruño, Francisco Bacon merecerían


nuestro interés, pero la falta de tiempo nos obliga a limitarnos a los grandes valores de
la filosofía moderna.

Es a René Descartes a quien se le considera como el padre de ésta. Es el primero de esos


atrevidos pensadores del siglo XVII y XVIII.

Descartes, Leibniz, Spinoza, Locke, Hume que introducen nuevos y revolucionarios


estilos en la arquitectura del pensamiento, organizándolo según planos y diseños
ambiciosos y desconcertantes.

Si bien es cierto que Descartes se apoya todavía en la Escolástica, sin embargo, por
haber introducido en la filosofía la Duda Metódica, por su interpretación mecanicista de
la naturaleza y por su idealismo metafísico, se constituyó en la fuente de todos los
subsiguientes sistemas. Él exigió para el pensar filosófico una absoluta autonomía de
modo que vinieron a desarticularse la razón y la fe; por todo ello Descartes se llama
PADRE DE LA FILOSOFÍA MODERNA.

En las nuevas construcciones filosóficas podemos distinguir dos estilos principales,


ambos derivados del Cartesianismo, a saber: El Racionalismo que evoluciona en
idealismo y el Empirismo con su consectario el Positivismo.

1. EL RACIONALISMO: concuerda todavía con la Escolástica en su afán


de sistematizar; también la problemática es sustancialmente idéntica, pero se
agudiza la oposición entre la esfera de los subjetivo y lo objetivo, entre la Res
cogitans y la Res extensa. Concertar las dos será el gran problema del Idealismo
Alemán.
El Racionalismo organiza la Teoría del conocimiento en sistemas que parten de
principios priori sin tener en cuenta la realidad concreta, todo es mirado desde el punto
de vista de su racionalidad con descuido de la fáctico. Es en este aspecto del apriorismo
del conocimiento en el que más profundiza el racionalismo. Y a pesar de sus yerros y
exageraciones realiza un aporte considerable a la filosofía.

2. EL EMPIRISMO: es la corriente totalmente opuesta al racionalismo y


representa la ruptura total con la tradición metafísica platónica - aristotélica de la
Escolástica. Ahí está la verdadera revolución del pensamiento moderno; el
empirismo no puede hacer metafísica pues para él no cuentan las verdades
inmutables y eternas; mientras que para el racionalismo la experiencia sensible
no es sino la materia del conocimiento (científico), esto es su punto de partida y
dicho conocimiento se perfecciona únicamente en la esfera de la inteligencia;
para los empiristas la experiencia lo es todo, y como ha de estar siempre abierta
a nuevas observaciones no pueden existir verdades inmutables y eternas.

Kant intenta una síntesis entre el racionalismo y empirismo, pero al pretender salvar la
metafísica cae en un agnosticismo destructor de todo valor metafísico. Sus discípulos
hunden sistemas atrevidos y complicados tratando de salvar los valores de verdad,
moralidad y religión comprometidos por el escepticismo empirista y el agnosticismo
Kantiano.

FILOSOFIA CONTEMPORANEA

RECIBE ESTE NOMBRE LA FILOSOFÍA DE LOS SIGLOS XIX Y XX.

Más exactamente, la filosofía contemporánea comienza con la crisis del Idealismo


alemán (Fichte, 1762-1814, Hegel, 1770-1831 y Schelling, 1775-1854), en la segunda
mitad del siglo XIX, como un intento de superación del pensamiento hegeliano. Resulta
muy difícil establecer las características de esta época, como no sea la de la existencia
de múltiples y opuestos sistemas filosóficos, ninguno de los cuales parece dominar sobre
el resto. Dada la puntualización anterior, se puede arriesgar una caracterización común
si nos limitamos a dos cuestiones:
• escasa valoración de la realidad trascendente (Dios y el mundo
espiritual): tal vez éste es uno de los rasgos más comunes a los sistemas
filosóficos post hegelianos, pues de una u otra manera la filosofía
contemporánea se despreocupa de lo trascendente (con la excepción de la
fenomenología y de corrientes menores como el personalismo y la
neoescolástica), y en algunos casos parece definirse incluso por su oposición
a lo trascendente (marxismo, vitalismo, filosofía analítica, ...);

• crisis de la razón: es también común la duda respecto de que la filosofía


pueda alcanzar una descripción racional de la realidad, al menos en el
sentido fuerte de racionalidad que ha dominado durante la mayor parte de la
historia de la filosofía: la razón como el instrumento para el conocimiento
absoluto (objetivo, universal, informativo y explicativo); en algunos casos
porque expresamente se reivindica el irracionalismo (Nietzsche), en otros
porque se defiende, también expresamente, el ámbito de la finitud (marxismo,
existencialismo), y, finalmente, en otros porque se declara que sólo las
ciencias son capaces de obtener un verdadero conocimiento de la realidad
(positivismo, neopositivismo y filosofía analítica).

El cuadro siguiente no recoge la totalidad del abigarrado conjunto de teorías que


nos ofrecen estos dos últimos siglos, limitándose a los movimientos más importantes y a
sus representantes más destacados.

1) Positivismo
• Comte (1798-1857)
• Stuart Mill (1806-1873)
• Spencer (1820-1903)
2) Marxismo
• Marx (1818-1883)
• Engels (1820-1895)
• Lenin (1870-1924)

3) Vitalismo
• Nietzsche (1844-1900)
• Dilthey (1833-1911)
• Bergson (1859-1941)
• Ortega y Gasset (1883-1955)
4) Fenomenología
• Husserl (1859-1938)
• Max Scheler (1883-1955)
5) Existencialismo
• Kierkegaard (1813-1855)
• Heidegger (1889-1976)
• Sartre (1905-1980)
6) Neopositivismo y filosofía analítica
• Russell (1872-1870)
• Schlick (1882-1936)
• Wittgenstein (1889-1951)
• Carnap (1891-1970)

FENOMENOLOGIA Y AXIOLOGIA

La fenomenología es una parte o ciencia de la filosofía que estudia y analiza los


fenómenos lanzados a la conciencia, es decir, las esencias de las cosas. Dicho de otro
modo, la fenomenología es la ciencia que estudia la relación que hay entre los hechos
(fenómenos) y el ámbito en que se hace presente esta realidad (psiquismo, la
conciencia).

Lo que vemos no es el objeto en sí mismo, sino cómo y cuándo es dado en los actos
intencionales. El conocimiento de las esencias sólo es posible obviando todas las
presunciones sobre la existencia de un mundo exterior y los aspectos sin esencia
(subjetivos) de cómo el objeto es dado a nosotros. Este proceso fue denominado epoché
por Edmund Husserl, el padre de la fenomenología y se le caracteriza por poner entre
paréntesis la existencia de las cosas; es decir, va a las cosas mismas.

Husserl introduce más tarde el método de reducción fenomenológica para eliminar la


existencia de objetos estamentales. Quería concentrarse en lo ideal, en la estructura
esencial de la conciencia. Lo que queda después de esto es el ego trascendental que se
opone al concreto ego empírico. Ahora con esta filosofía se estudian las estructuras
esenciales que hay en la pura conciencia, el noemata y las relaciones entre ellos.

La fenomenología también es un método. A diferencia del método cartesiano que


tomaba por "real" todo aquello que fuera primero dudado y luego pensado de manera
"clara y distinta", el método fenomenológico toma por real todo aquello que es pensado
de manera clara y distinta y puesto en perspectiva temporal. Así, hoy se habla de una
psicología, una polito logia, una historiología fundamentadas explícitamente por el
método fenomenológico y se trabaja en un desarrollo de las ciencias matemáticas y
físicas, por poner algunos ejemplos.

La axiología o filosofía de los valores es la rama de la filosofía que estudia la


naturaleza de los valores y juicios valorativos. El término axiología fue empleado por
primera vez por Paul Laupie en 1902 y posteriormente por Eduard Von Hartman en
1908.

La axiología no sólo trata de los valores positivos, sino también de los valores
negativos, analizando los principios que permiten considerar que algo es o no valioso, y
considerando los fundamentos de tal juicio. La investigación de una teoría de los
valores ha encontrado una aplicación especial en la ética y en la estética, ámbitos donde
el concepto de valor posee una relevancia específica. Algunos filósofos como los
alemanes Heinrich Rickert o Max Scheler han realizado diferentes propuestas para
elaborar una jerarquía adecuada de los valores. En este sentido, puede hablarse de una
‘ética axiológica’, que fue desarrollada, principalmente, por el propio Scheler y Nicolai
Hartmann.
Desde el punto de vista ético, la axiología es una de las dos principales
fundamentaciones de la Ética junto con la deontología.

El estudio griego culmina con el desarrollo de un sistema de valores. Los valores


pueden ser objetivos o subjetivos. Ejemplos de valores objetivos incluyen el bien, la
verdad o la belleza, siendo finalidades ellos mismos. Se consideran valores subjetivos,
en cambio, cuando estos representan un medio para llegar a un fin (en la mayoría de los
casos caracterizados por un deseo personal). Además, los valores pueden ser fijos
(permanentes) o dinámicos (cambiantes). Los valores también pueden diferenciarse a
base de su grado de importancia y pueden ser conceptualizados en términos de una
jerarquía, en cuyo caso algunos poseerán una posición más alta que otros. El problema
fundamental que se desarrolla desde los orígenes mismos de la axiología, hacia fines del
siglo XIX, es el de la objetividad o subjetividad de la totalidad de los valores. Max
Scheler se ubicará en la primera de las dos posiciones. El subjetivismo se opondrá,
desde el principio, a este enfoque. Y entenderá -a la antigua manera de Protágoras- que
lo estrictamente humano es la medida de todas las cosas, de lo que vale y de lo que no
vale, y de la misma escala de valores, sin sustento en la realidad exterior. Ayer mismo,
en "Lenguaje, verdad y lógica", su obra temprana, dejará los juicios de valor fuera de
toda cuestión, en virtud de que no cumplen con el principio de verificación empírica. De
esta manera, lo ético y lo estético no son más que "expresiones" de la vida espiritual del
sujeto. No una captación comprobable del mundo externo.

Existencialismo

Es confuso y oscuro. No hay una definición teórica clara y unánime. Sin embargo, la
concepción más compartida apunta hacia un movimiento filosófico, cuyo postulado
fundamental es que son los seres humanos, en forma individual, los que crean el
significado y la esencia de sus vidas.

La corriente, de manera general, destaca el hecho de la libertad y la temporalidad del


hombre, de su existencia en el mundo más que de su supuesta esencia profunda. Las
cuestiones filosóficas del existencialismo tienden a escudriñar en lo profundo de la
condición humana.

Emergió como movimiento en el siglo XX, en el marco de la literatura y la filosofía,


heredando algunos de los argumentos de filósofos anteriores como Schopenhauer,
Kierkegaard, Nietzsche y Unamuno.

El existencialismo es una corriente, movimiento o serie de doctrinas filosóficas y


culturales que tiene por objetivo y disciplina, el análisis y la descripción del sentido
individual de la vida humana en cuanto “existe”. Sostiene que el existente humano
piensa, actúa, se refiere y relaciona consigo mismo, con su propia trascendencia, con sus
contradicciones y sus angustias. Para el pensamiento existencialista el individuo no es
una porción mecánica o “parte” de un todo, sino que el hombre es en sí una “integridad”
libre por sí. Esta doctrina filosófica considera qué es la existencia del ser humano libre y
qué es lo que define su esencia, en lugar de entender que su esencia o condición humana
determina su existencia. Para esta corriente del pensamiento la existencia del ser
humano no es nunca un “objeto” sino que, desde el momento que el ser humano es
capaz de generar pensamiento “existe”; en consecuencia el reconocimiento de esa
existencia tiene primacía y precedencia sobre la esencia. No obstante, la existencia del
hombre puede ser inauténtica o falsa si éste renuncia a su libertad. La carencia de
libertad es carencia de existencia. En un sentido estricto para el existencialismo las
cosas materiales en cambio "son", pero no "existen".

El existencialismo implica que el individuo es libre y, por ende, totalmente responsable


de sus actos. Esto incita en el ser humano la creación de una ética de la responsabilidad
individual. Según el filósofo e historiador de la filosofía Nicola Abbagnano, «Se
entiende por existencialismo toda filosofía que se conciba y ejercite como análisis de la
existencia siempre que por "existencia" se entienda el modo de ser del hombre en el
mundo. La relación hombre-mundo es, pues, el único tema de toda filosofía
existencialista (...) Los antecedentes históricos más cercanos del existencialismo son la
fenomenología de Husserl y la filosofía de Kierkegaard.» Abbagnano considera
pensadores fundamentales de esta corriente a Heidegger, Jaspers y Sartre.

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