Porqué apoyo el movimiento Democracia Real Ya.

Aunque desde medios de comunicación y partidos políticos se pretende desviar la atención

sobre el carácter real de este movimiento y la actitud de quienes se están manifestando, si tienes un
mínimo de interés, y deberías tenerlo creo yo, puedes tu mismo(a) comprobar quienes son estas
gentes que están reuniéndose en las plazas de muchas ciudades españolas.

Te sorpenderá que existe cierta organización, a pesar de todo, que no es perfecta pero es
suficiente para realizar en las acampadas las tareas de limpieza, dar de comer a quienes pasan la
noche, discutir y participar, y sobre todo dar tu opinión en igualdad de condiciones con quienes
están allí.

Y digo que te soprenderá porque nadie pretende allí decirte lo que tienes que hacer, lo que
tienes que pensar o lo que tienes que decir. Esa es mi experiencia hasta ahora, si esto cambiara sería
el primero en oponerme a ello. Y si a ti te pasara también deberías hacerlo.
Estamos todos muy acostumbrados a que las “organizaciones políticas” nos pidan su apoyo y que
nuestra participación se limite solamente a eso: a darles nuestro apoyo.
Tenemos muy asumido que esto es asi, y que debe ser asi.
Y para eso los partidos disponen de “organizaciones fuertes”, “cerradas”, donde todos sabemos que
la “democracia interna” es solo un espejismo, y que de lo que se trata en realidad es de seguir las
consignas y las estrategias de la organización, dictadas por quienes las dirigen.
Y darles tu voto cuando toca, eso por supuesto.

Hay algo que a los ciudadanos a estas alturas ya les ha quedo bastante claro: que los
partidos, cada uno, tienen sus principios, pero que si lo consideran “necesario” tienen otros.
En definitiva, y quien no quiera verlo que no lo vea, es “el mercado” quien dicta los principios de la
política y de los partidos. Y el Mercado no somos todos, lamentablemente.
El Mercado no es nada democrático, bien lo sabemos en estos tiempos.

Cada uno de los que se están manifestándo en estas concentraciones piensa lo que piensa y
vota a quien considera oportuno, o no vota. Pero hay algo que se percibe en estas manifestaciones,
y es algo con lo que se puede o no estar de acuerdo: el deseo de que la democracia se haga mas real
y efectiva, y que votes a quien votes se tenga en cuenta tu opinión y tus ideas.
Que los políticos tomen conciencia de que son ellos nuestros “empleados”. Que deben trabajar para
nosotros y que para eso tienen el privilegio de tener un trabajo digno y bien pagado.
El privilegio de servir a la sociedad, y no de servirse de ella.
Desde los partidos nos piden el voto “para ellos” pero el voto no se pide, el voto se otorga y es solo
una delegación temporal de nuestra voluntad, y no su entrega sin mas.
Y hay que ayudar a recordárselo.

Esta gente que se manifiesta está indignada porque no solo no se está respetando la voluntad
y los intereses de los ciudadanos, gobernando para los intereses de una minoría poderosa con la que
los políticos mantienen una buena e interesada relación, sino porque existe además una especie de
“paga-extra” de la que los políticos en nuestro país están abusando demasiado: la corrupción.
Y estamos todos hartos, muy hartos.

Te soprenderá al llegar a cualquiera de las acampadas que se están realizando que nadie te
pide el voto para nadie y que nadie te pregunta si eres “de izquierdas” o “de derechas”.
Yo pienso, y creo que muchos lo pensamos, que es hora ya de dejar de usar esta forma de
etiquetarnos, porque para lo único que está sirviendo es para dividir a los ciudadanos, que aunque
tengan ideologías diversas y vean la solución a los problemas de distinta manera, están sufriendo
todos por igual las consecuencias del deterioro total de nuestras instituciones y de nuestra
“Democracia”. Y de eso trata básicamente esta protesta.
 Claro que todos y cada uno de los que están allí tienen sus propias ideas sobre la justicia, la
gestión económica, o sobre como debe ser la sociedad y como hacerla posible, pero hay algo en lo
que parecen estar todos de acuerdo, y si tu no estás no vale la pena que te pases por ahi: que la
democracia se debe construir entre todos dia a dia, y que los ciudadanos no estamos al servicio de
ningún grupo de poder.
A quienes están allí yo les digo cual es mi opinión, y vale tanto como la de cualquier otro.
Pienso que ahora no es la hora de hacer propuestas que vayan mas allá, sino el momento de decir
muy claro, indignados como estamos, que esto funciona muy mal, que incluso para quienes no se
plantean un verdadero cambio social, esto que tenemos ahora no funciona.
Y es necesario que la gente salga de su apatía y de su resignación.
Eso, aunque sea solo eso, ya es un gran paso para poder plantearse de forma democrática como es
la sociedad que queremos. Y hacerlo desde una actitud pacífica.
La única y gran dificultad que tenemos es que la gente quiera hacerlo, porque esto no es algo que
ninguna élite pueda hacer por todos nosotros.
Somos pocos aún, o muchos según se mire. Pero somos pocos aún para poder conseguir que algo
cambie.
Pero sabemos que cuanto mas gente se sume, cuanto mas gente esté en la calle pidiendo una
democracia real, pidiendo que acabe la corrupción, pidiendo que no seamos los ciudadanos los que
tengamos que pagar esta estafa de unos pocos a la que han llamado “crisis”, mas cerca estaremos de
poder conseguirlo.
Habrá partidos que querrán apropiarse de este movimiento, habrá otros que querrán
desprestigiarlo, pero lo importante es que ni unos ni otros nos afecten, porque en eso está nuestra
verdadera fuerza.

Como decía al principio, es muy difícil organizarse sin líderes, pero es la única manera de
que esto no pierda su carácter y su autonomía. Todos debemos tenerlo claro, y por eso no es hora de
ir mas allá en los planteamientos, sino de unirnos en lo que a todos nos une.
Esa es mi opinión, yo no sé que camino tomará este movimiento con el tiempo.
Pero lo deseable, creo, es que sea el rumbo que la gente quiera, y tú deberías formar parte de ello
para ayudar a que tome el camino que tu creas que debe tomar.
No te limites a decir que “están desorganizados”, “no tienen propuestas”, o que “no sirve de nada”,
porque si pasas por allí verás que nada está mas lejos de la realidad.
Compruébalo tu mismo.

Si también estás desconforme participa, al nivel que desees y que puedas, incorpórate a los
grupos de trabajo, o simplemente coge un libro, vente, y sientate a leer un rato en la plaza junto al
resto de la gente. O ven con tus amigos, porque tu sola presencia allí ya es algo, y es mucho.

El mundo empieza a mirar esto, y si crece y crece mas, muchos seguirán el ejemplo.
Puede llegar muy lejos, o no llegar a ninguna parte, pero depende de ti también.
Yo estaré alli, el tiempo que pueda y cuanto pueda.
Y mientras esto dure, eso lo tengo claro.

No me sentiría nada bien de ahora en adelante si en las charlas de café me quejara de lo mal
que están las cosas.