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Internet y la familia

Estamos forjando una sociedad del conocimiento, de la que Internet es instrumento y


escenario inevitable y fascinante. Nadie duda tampoco de que esto tiene sus riesgos,
porque cualquier tecnología puede usarse fuera de sus límites; y porque también
podemos estar determinando con desacierto en qué consiste el conocimiento.

Si consideramos que la familia es el ámbito espontáneo y de mayores garantías para


integrar un ser humano a un medio sociocultural, entenderemos igualmente que será el
ámbito más apropiado para el desarrollo como persona en este nuevo modelo de
sociedad.

Dice el filósofo Robert Spaeman "Lo que hemos de hacer se deduce en la mayoría de
los casos de lo que las cosas son". Y lo que ha de hacer una familia con Internet se
deduce de lo que Internet es: un instrumento y al mismo tiempo un escenario sobre el
que se construye un reflejo de la realidad en formato digital. Es un nuevo medio
ambiente, una nueva atmósfera digital que hay que aprender a habitar.

Con las sintéticas reflexiones que siguen pretendo aportar a los padres -primeros e
insustituibles educadores- algunas orientaciones sobre el tema. Se trata de reconocer
que las pautas de educación y convivencia que se viven en el mundo real y para
cualquier otro medio de comunicación, se aplican también en el ciberespacio.

Una oportunidad educativa más

El límite de extensión de esta ponencia, obliga también a restringir su alcance. Nos


centraremos por tanto en un período de la educación en la familia en la que los hijos
adquieren madurez lógica y social, al tiempo que se interesan por la tecnología y
suelen ser muy dóciles a la influencia de los padres. Nos referimos, aproximadamente,
a la edad entre los 6 y los 12 años.

Todo lo que ocurre en un hogar educa, en el sentido de que induce valores y crea
hábitos, y por tanto todo en una familia tiene contenido y consecuencias éticas.

Para el período educativo en el que estamos focalizados, Internet tiene su antesala en


la televisión, en el teléfono, en el walk-man, en los juegos de computadora. Tengamos
en cuenta que viene a ser como una TV/radio con varios millones de canales on
demand, con teléfono/fax incluído, directo y barato. Considero que cuanto más poder
centrípeto tiene una tecnología más esfuerzo cabe poner en la educación de su uso. En
el caso de Internet, donde convergen -cada vez mejor- todas las tecnologías y medios
de comunicación, la oportunidad educativa es patente.

Hay que acompañar activamente a los hijos ante el monitor. La computadora -Internet,
cuando llega- ha de ser un vínculo, no una pared medianera, que aísle, con el riesgo de
convertir la familia en un archipiélago.

Existen muchos sitios Web donde encontrar temas relacionados a los intereses de los
niños. Los siguientes son apenas un ínfimo conjunto de ideas encontradas en sitios
dedicados a la familia. Por ejemplo, se pueden imprimir ilusiones ópticas, realizar
pruebas de memoria, participar en concursos de preguntas y respuestas, explorar un
volcán, imprimir recetas de cocina para mamá o la abuela, aprender a construir un reloj
de sol, aprender trucos de magia para el próximo cumpleaños, saber más sobre la raza
de la mascota familiar, averiguar cómo armar una cometa, aprender una canción o bajar
su letra, elegir un video para ver el domingo con los primos, completar un cuento
(haciendo de dactilógrafos), mandar correo a amigos, preparar una tarjeta sorpresa para
el día del padre, diseñar una página Web familiar.

Por supuesto, el secreto es haber buscado y encontrado antes lo que sabemos que
interesa y es útil. O, quizás, que sea el hijo el que enseñe a encontrarlo. Lleva tiempo.
No hay otro modo.

Cuando se trate de buscar material de estudio, no sólo hay que enseñar a buscar:
también hay que enseñar a encontrar, eligiendo calidad más que cantidad. ¿Para qué
bajar algo de Internet si no se entiende? Hay que educar en criterios de selección.
Adquirir conocimiento no es lo mismo que acumular información, y eso requiere
esfuerzo.

Factores de riesgo

"Las computadoras no sólo hacen cosas para nosotros, nos hacen cosas a nosotros,
incluyendo influir nuestras formas de pensar sobre nosotros mismos y sobre los
demás". Esta reflexión de Sherry Turkle en su libro Life on the Screen, apela
directamente al uso responsable, ético, de la tecnología de la información.

Podríamos abordar esta cuestión mediante tres consideraciones:


- el mal uso que engendra superficialidad,
- el abuso que produce adicción, y
- el intruso -entendido como extraño, anónimo o curioso- que causa corrupción.

Se llega a la superficialidad cuando no se busca sabiduría sino destreza, cuando


persitentemente se cambia lo importante por lo divertido, cuando perezosamente la
imaginación ahoga el razonamiento, cuando sólo se persigue la última novedad. Y el
mayor riesgo de una mentalidad superficial es llegar a valorar una persona como algo
y no como alguien. Es un problema ético.

La adicción tecnológica es un descontrol, una debilidad creciente de autodominio, que


comienza por confundir la necesidad con el gusto, y puede terminar por mezclar
esquizofrénicamente la realidad con la apariencia. De esta manera, el adicto es un ser
sometido, alienado y por tanto manipulable. Es un problema ético.

Por último, estar conectado es como estar con la puerta de la casa abierta, por donde
podrá entrar cualquier extraño, disfrazado o invisible. Por otra parte, navegar por
Internet sin rumbo, es muy parecido al vagabundeo o a la "sobreexposición" a factores
nocivos. El ciberespacio padece, como todo entorno frecuentado por el hombre, del
problema ecológico: una modificación que puede llegar a ser perjudicial o excesiva.
Pero a diferencia de la contaminación en el mundo físico, que afecta la salud corporal,
la contaminación en el mundo digital repercute más bien en la salud intelectual,
psíquica y moral. Son problemas éticos de corrupción. Y recordemos el adagio "La
corrupción de lo mejor es lo peor" ¿Qué hay mejor que un hijo? ¿Qué tipo de
protección a la violación de la intimidad y al abuso de la inocencia a través de Internet
pueden preverse en los códigos de familia y del niño?

Tampoco se puede dejar de observar que, a veces, estas patologías no son causa sino
efecto de patologías en la dinámica familiar.
Estrategias

Ya se han sugerido más arriba pautas más o menos explícitas, para el propósito de
este apartado. Quisiera ahora intentar expresarlas de modo esquemático y práctico.

Hacerse inútil.
Como lo más eficaz es el propio discernimiento ético, hace falta cultivar en los
hijos un fondo estable de valores fuertes, a los que puedan recurrir en caso de
conflictos éticos personales. Considero que llegar a ser prescindible ha de ser la
estrategia de todo educador.

Nadie da lo que no tiene.


Para empezar, se ha de tener criterio ético y motivación. Si se tienen éstas se
conseguirá también tiempo y paciencia. Y dedicar tiempo a aprender a usar Internet es
un tiempo invertido también para la familia.

Cuanto antes mejor.


Cuanto antes se eduque en el uso correcto de la tecnología, sin mal uso, sin
abusos, sin intrusos, mejor.

Reglas de juego claras


No admitir que Internet sea "otro problema en casa". Las reglas de uso,
primero han de tenerlas claras y establecerlas de común acuerdo los padres. Luego
han de ser públicas para toda la familia… y para las visitas. Y por último, han de ser
conversadas cada vez que haga falta. Por ejemplo: lugar donde estará la computadora
(cuanto más a la vista mejor), horario y tiempo de uso, no se llenan formularios sin
permiso, qué hacer en caso de…, etc., ¡y no olvidarse de cerrar la conexión!
"Si se consigue ver la televisión de modo deliberado, se puede llegar a verla de
modo inteligente". Milton Chen The Smart Parent's Guide to Kids' TV (KQED Books,
San Francisco). ¿Por qué no aplicar este mismo criterio con Internet?

¿Qué pasa en el colegio?

Si falta el ozono, póngase filtro


De todos modos, no hay producto alguno que reemplace el ejemplo y la
supervisión de los padres.

Regale un libro… que se pueda leer dos veces


Hay que formar en la lectura, donde el cerebro tiene que hacer todo el trabajo,
y así facilitar la comprensión, el pensamiento crítico y la expresividad. Si no se tiene
el hábito de lectura, ¿para qué sirve acceder a tanta información?

El sol también existe

Y dejemos al filósofo griego Aristóteles las últimas palabras.

"Cuando uno no repite muchas acciones buenas, no tiene la menor probabilidad de


llegar a ser bueno (…) Por consiguiente, el adquirir desde jóvenes tales o cuales hábitos
no tiene poca importancia, ni siquiera mucha: tiene una importancia absoluta" (Etica a
Nicómaco)

Ing. Jorge Faral


Montevideo, 2 de noviembre de 2000
Bibliografía

Lo natural y lo racional
Robert Spaemann
1989, Rialp

INTERNET: Una Guía Para Padres de Familia


Departamento de Educación de los Estados Unidos
Washington, D.C., 1997

Life on the Screen: Identity in the Age of the Internet


Sherry Turkle
Simon&Schuster, NY, 1995

Child Safety on the Information Highway


Lawrence J. Magid
1998, National Center for Missing and Exploited Children

La Red
Juan Luis Cebrián
1998, Taurus

En torno al hombre
José Ramón Ayllón
1996, Rialp

Algunos sitios para la familia

http://connect.familyeducation.com/
http://family.go.com/
http://www.colegio.com.uy/papis/home.htm
http://www.cyberpadres.com/
http://www.dearparents.com/
http://www.educar.org/
http://www.edunexo.com/
http://www.family.org/resources/
http://www.irabia.org/castellano/departamentos/dptoorientacion/sdocument.html
http://www.oidel.ch/
http://www.tdm.com/hemisferica/familia.htm
http://www.terra.es/hogar/
http://www.vatican.va/roman_curia/pontifical_councils/family/index_sp.htm

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